CARTAS AL DIRECTORIO - Noviembre 2008

Agradecemos las múltiples muestras de apoyo. También las críticas. No las publicaremos aquí. Este espacio lo reservamos para vuestros "artículos". Vuestras aportaciones, que, sin ser periódicas, sí compartan vuestras experiencias, conocimientos, alegrías y tristezas en vuestra/nuestra Iglesia. En catauña o en cualquier otro lugar. Lo único que pedimos es que respeten las cuatro máximas: Constantia, meritum, fortitudo, fidelitas.

Todo esto lo podeis enviar a:

omnesdicamus@gmail.com

 

22/11/2008 por Sin perder la esperanza

¿Qué pasa después de…?

Con este mismo título aparecía un artículo en uno de los tantos boletines que cada mes se acostumbran a publicar en nuestras parroquias para informar a los feligreses de la pastoral que se está realizando. El artículo entre otras cosas decía:

“…Se puede observar grandes paréntesis de práctica litúrgica en la vida de la inmensa mayoría de cristianos de nuestro barrio, de nuestro país y de nuestros tiempos, pasando a ser “católicos no practicantes” como si fuera la cosa más natural del mundo.

Bautizamos, pero entre el bautismo y la primera comunión, ¿qué pasa? Los niños hacen la primera comunión –para algunos la última (?)– y ¿qué pasa después? Algunos jóvenes piden ser confirmados… y después ¿cómo viven su compromiso de ser testimonios? Bastantes parejas todavía piden “casarse por la Iglesia”… ¿qué debe querer decir?, ya que la mayoría hace tiempo que no celebran su fe ¿y después de casados…? Y, ¡así con todos los sacramentos! Por eso, ¿la Iglesia es la comunidad de la que formamos parte, la familia de los hijos de Dios que nos ha engendrado en la fe? O bien, ¿es un despacho de servicios religiosos que uno puede pedir a la carta?

Creer que la práctica litúrgica en la existencia cristiana se reduce a unos momentos, llamémosles estacionales (bautismo, primera comunión, confirmación, casamiento, entierro), marcados más por la vida social que por la vida de fe, es un gran error y una gran pobreza.”

No obstante ésta es la realidad que nos toca vivir en estos últimos tiempos y hay que añadir que incluso algunos de esos momentos estacionales en la parroquia, nada de nada, pensemos, por ejemplo, en los entierros.

…¿Y los niños? Asisten sólo para cumplir el expediente de prepararse para poder hacer la primera comunión; eso si no deciden hacerla “por lo civil” (celebrar una gran fiesta sin pisar para nada la iglesia), que ya se hace también. Y como decía el artículo, una vez hecha ¿qué?

En este punto nos podríamos cuestionar la catequesis: ¿los catequistas transmiten de verdad, entusiasmando para seguir después, el gran don o valor de la fe? ¿La catequesis ayuda a crecer en la fe? Sí, ya sabemos que los padres –y lo dice el Directorio General para la Catequesis (Barcelona 1998)– son los primeros catequistas, los primeros educadores o transmisores de la fe a sus hijos (cf. Directorio, nn. 226-227); pero eso parece que tampoco funciona… algunos incluso han dicho que es cosa de los abuelos, que aún quieren lo mejor para sus nietos; toda la familia está comprometida en el crecimiento en la fe de los más pequeños (cf. Directorio, n. 255).

Pero lo que me preocupa en estos momentos no es sólo ¿qué pasa después de…? sino que incluso son muy pocos los que se presentan en las parroquias para pedir la catequesis… y ya no hablemos de jóvenes y adultos. Ante esta sequedad en las parroquias, en algunos lugares como en el arciprestazgo de Gràcia y no con el beneplácito de los curas del mismo, las “escuelas católicas” en su mayoría deciden dejar de hacer catequesis, para que –dicen– los padres lleven los niños a las parroquias, pues es en esas comunidades dónde los pequeños han de vivir y crecer en la fe. Ay! “que perdrem bous i esquelles”, decimos en catalán. Porque los padres no lo ven tan claro: “la escuela católica tiene el deber de formar en la fe a nuestros hijos (cf. Directorio, nn. 73-76 y 259-260); ¿no es, entre otros motivos, que por eso la escogimos? Ya que cultura religiosa se hace en todos los colegios si se pide y la formación cristiana es algo con más identidad”. Además que, como decía un pastor de nuestra Iglesia, “en la escuela ya tenéis a los niños y jóvenes, para los que su comunidad es ésta, ya que es aquí donde viven la mayor parte de las horas de su vida” …y, todavía más, se puede trabajar mucho mejor que en las comunidades parroquiales la continuidad si, por ejemplo, como se hacía años ha, se cuidan los ex alumnos. Y, podemos añadir aún, porque como decía el autor del artículo y como decía abiertamente Mons. Gianni Macella, rector de Albano, en la conversación que tuvo con el Papa el 31 de agosto del 2006: “supuesto que la parroquia es una especie de “supermercado” de servicios sagrados” (cf. L’Osservatore Romano,  2 de setiembre del 2006), llegados a las parroquias (los niños y jóvenes y…) en las que se ofrecen misas a todas horas para “servir” la demanda de la feligresía, ¿a qué comunidad pertenecerán, a la de la comunidad de la misa de nueve, a la de las doce o a la de la tarde… o a la que sea “más divertida”?

Ya veis, son muchas las cuestiones que uno se plantea, porque… ¿y la Confirmación? No es que quiera decir que “tiempos pasados eran mejores”, pero hoy pedimos una comunión sin confirmar la fe; quiero decir: ¿no deberíamos ir creciendo en la fe, confirmarnos en ella y entonces podremos ser más conscientes de qué quiere decir hacer la comunión o vivir en comunión?

Sí, son muchas las cuestiones que uno se plantea… pero no nos quedemos contemplando el árbol sino no veremos el bosque. Vivamos nuestra fe en la familia, en la escuela, en la parroquia, en la comunidad, allí donde transcurre el segundo a segundo de nuestra vida de cada día, porque compartir una misma fe nos hará ser a todos testigos del Reino el Amor.

 

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22/11/2008 por Anónimo

Sobre la manipulación de los Carteles

El artículo de Antoninus Pius sobre el "cambiazo" de carteles de la jornada de germanor, refleja la manera de hacer de nuestras iglesias diocesanas de Cataluña. Se quiere afirmar que la Iglesia catalana es diferente de las otras. No se quiere vincular este tipo de eventos a la conferencia episcopal española. La delegación de economía del obispado de Barcelona está en manos del sacerdote Antonio Matabosch, muy amigo del cardenal Sistach. El cartel suprimido (mucho más elegante) exhibe de forma difuminada la bandera española, el Papa se ve mucho mejor. En el distribuido a las parroquias catalanas, la bandera desaparece y el Papa se ve casi "aplastado" por la multitud. Matabosch está muy cerca ideológicamente del Tripartito catalán. Es natural que moleste el modelo que envía Madrid. Lo lógico sería que se mantuviera, únicamente distribuyéndolo en los dos idiomas. Pero desgraciadamente, lo políticamente correcto es lo que se ha hecho. Tanto Sistach y sobretodo Matabosch son grandes amigos de los nacionalistas y socialistas. A un servidor, todo esto no le gusta nada., pero hemos de seguir amando a nuestra Iglesia a pesar de los que mandan.

 

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20/11/2008 por Otro.

Un nuevo obispo

Estos días están saliendo comentarios sobre la posibilidad de que Mn. Salvador Pié sea consagrado Obispo auxiliar de Barcelona. No entro sobre la consagración o no de Mn. Salvador Pié, ya que no sé nada de él, y sólo a partir de lo que dice Germinans sobre él, no me puedo formar un juicio firme. Pero quisiera opinar sobre alguna cosa que se está insinuando contra Germinans y los que simpatizamos (…dificultad que tendrá de integrar a una comunión algo más cálida al grupo Germinans y afines), a partir de lo que en alguno de estos artículos se dice (por Federico de Carlos Otto, Cartas al Directorio del 31-10/ 11-11). Ya que no conozco al autor y parece bien intencionado, no quiero ver más allá. Como católico, comparto lo que en sus artículos viene a insinuar sobre que, es la Santa Sede la que tiene que decidir, con el Cardenal, sobre la idoneidad o no de tal o cual candidato. Ellos serán quienes tendrán que reconocer si es o no la voluntad de Dios. Pero que la Santa Sede “vaya” dando el visto bueno, no quiere decir ni que el candidato sea bueno ni que sea el vocacionado por Dios (son cosas distintas, por cierto). De sus escritos, se podría entender que todos los obispos, por el hecho de estar aprobados (y ya ordenados) por Roma, son buenos e indiscutibles, a la vez que parecería insinuar que Germinans desprecia o cuestiona la capacidad de la Santa Sede, y en concreto, que cuestiona al Papa.

Creo que decir que la Santa Sede es infalible a la hora de los nombramientos, es decir lo que no se puede decir, ni ella misma dice. Dejando aparte el hecho de que el mismo Señor Jesús escogió a Judas, y por tanto Judas fue escogido por Dios, que no es que saliera rana, sino que salio sapo, sapo. Decía que dejando este caso aparte, y el mismo hecho de que sobre el tema, la Iglesia no se considera ella misma infalible a la hora de acertar al ordenar a unos u otros candidatos como los vocacionados por Dios; lo poco que sé de la historia de la Iglesia, me muestra que no sólo algunos obispos difícilmente pudieron ser los que Dios había querido, sino también que muchos otros, tal vez sí vocacionados, ya eran malos aun antes de ser obispos y el sacramento no los mejoró. Otra cosa es que, una vez obispos ya lo serán para siempre y que nosotros los aceptemos, como Dios los acepta. Eso ni lo cuestiona Germinans, ni supongo que lo puede cuestionar un católico, si el sacramento ha sido válido. Hecha la consagración, que recemos por ellos y tengamos que caminar con ellos; es necesario. En la obediencia, y el fiel y buen hacer del cristiano se manifestará la santidad. Pero que cierto es aquello de que: “Dios escribe recto con renglones torcidos”.

Dicho esto, me parece que lo que no es de recibo, es el no querer permitir (“…salpicaría al Santo Padre” dicho en ese contexto suena casi a amenaza demagoga) que en un blog privado de internet, abierto al público voluntariamente como es Germinans, digo que no es de recibo el tratar de impedir que se opine sobre un candidato a Obispo auxiliar de Barcelona. O tampoco es el no querer permitir que en ese blog se saquen a relucir, con prudencia y sin escándalo, ciertos aspectos y actuaciones de un candidato, que pudieran mostrarlo como mal candidato. En el escrito parece insinuarse que en Germinans se puedan creer situados por encima de la Santa Sede, y con esta insinuación, parecería que se les quisiera callar con la descalificación de, inconsecuencia e infidelidad a Roma.

Creo que los de Germinans y los que solemos leer Germinans con simpatía pero con dolor, tenemos claro que Germinans no es el oráculo de Dios y es falible. Sabemos que la autoridad y la asistencia, Dios se la ha concedido al Magisterio de la Iglesia, y no creo que aquí nadie lo ponga en duda y se revele. De hecho supongo que ansiamos que un blog como Germinans desaparezca por su razón de ser. Sin embargo siempre es bueno no perder el rumbo y aunque en Germinans se pretende ser fiel y constructivo, no está de más que, como en esos artículos, se recuerde quien es el guía que Dios nos ha dado, el conjunto de los obispos en comunión con el Obispo de Roma; no sea que pase como con el jesuita aquel que insistía mucho en lo de que “fuera de la Iglesia no hay salvación” y él mismo acabó excomulgado.

Pero aunque en los artículos mencionados se recuerda que la autoridad está, por decirlo de alguna manera, en la Santa Sede; de la manera que lo dice parece como si la Santa Sede fuera una especie de burbuja separada de la humanidad. Parece decirse algo así: como en Roma llevan el proceso de este candidato (como pudiera ser cualquier otro) adelante, ya es infalible su validez. Creo que esta manera de presentar a Roma y al proceso ni es real ni es imparcial, por mucho que se matice con aquello de que cuestionamos a “los que no nos gustan”. Ciertamente Dios asiste a los obispos, al Cardenal y al Papa, pero sus pies están en la tierra y sus medios de información también. Ellos, entre las posibilidades que se les presentan y conocen, elegirán las fuentes que consideren adecuadas para informarse sobre los futuros obispos, y Germinans, simplemente podría ser una de ellas, o no; ellos son los obispos y él es el Papa.

Hay un dicho en latín que traducido al castellano viene a decir algo así: “Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta”. Ampliando el sentido del dicho y aplicando la ampliación a los ya teólogos y a los obispos: un título de teólogo no es garantía de ser un buen teólogo, ni de ser cristiano, ni siquiera de ser teólogo ya que algunos son, diría yo, eficaces demonólogos. Cosa que, por otra parte, por su cargo en Roma me imagino que Mn. Salvador Pié será un buen teólogo. Igualmente la historia demuestra que la elección de la Santa Sede no es garantía de que se acierte siempre con el obispo, pero sí que lo es, de que con él hará el Señor.

Pero, cada uno en su lugar, qué nos queda a los cristianos de a pie, además de rezar para que la elección sea la acertada y para que Dios lo asista como Pastor. Permítasenos opinar entre nosotros a partir de medios como Germinans y permítasenos, con criterio, denunciar, con criterio, ciertos aspectos que consideramos importantes, para algo tan importante como es la consagración de un Obispo.

La diócesis de Barcelona está muy mal. Aquí no se trata simplemente de poner números a las personas y evaluar el poderío, las influencias o el éxito perdido; dándonos cuenta de que estamos cayendo en picado.

Aquí se trata de personas con nombre y apellidos. Se trata de una ciudad en la que la fe, más o menos, nutría nuestra sociedad y a muchas personas, y se está perdiendo esta fe y su positiva influencia, a la vez que va apareciendo lo opuesto a ella: una sociedad descreída, arrogante, supersticiosa y sierva de la cultura de la muerte. La progresía cacarea que decir esto es ser predicador de calamidades cuando “no pasa nada”, pero ellos crecen y van imponiendo lo suyo allá donde el cristianismo y la Iglesia decrecen. Aquí se trata de que cada vez son menos las personas de nuestra sociedad que conocerán a Dios y la Salvación que nos da Jesucristo, con lo que eso significa de bendición, de sanación, de paz, de vida, etc. Hay miles y miles de personas en Barcelona a las que Jesucristo querría y podría llegar y no llegará por la situación interna de nuestra Iglesia diocesana y de las catalanas, por extensión. No se trata de cálida o gélida comunión, se trata de comunión.

El bien o el daño que puede hacer un obispo a miles de personas, directamente, en cuanto cristianos, e indirectamente, en cuanto miembros de la sociedad en la que la Iglesia influye o no, como Iglesia de Dios, es algo que no se puede tomar a la ligera. En Barcelona nos jugamos que la Iglesia se dedique a las apariencias y al politiqueo y, dentro de esto último, se convierta en un instrumento de sus aspectos más repugnantes y fanáticos. O por el contrario, que la Iglesia sea el instrumento de Dios al servicio de la Salvación mediante el Auténtico anuncio de Jesucristo.

 

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19/11/2008 por Espartaco

¿Escuela católica?

No conozco a ningún padre que en los últimos años haya inscrito a sus hijos en los Escolapios por ser una escuela cristiana, por querer que sus hijos reciban formación cristiana y ni mucho menos por ser una Escuela Pía.

Claro que oyendo a un responsable de su pastoral no me extraña.

Presentaba el libro “Escuela, religión y poder”, en el cual defiende un modelo de educación religiosa escolar (clases de religión) que ya quisieran ateos, laicistas o de confesiones religiosas no católicas. Evidentemente cita personas que creen en su proyecto, en la justificación de lo que ellos hacen, que ciertamente no se distinguen por su catolicismo (permitan que no use el término cristiano pues quizás lo son, y es que hoy se aplica con demasiada confusión: pues lo son los anglicanos, los luteranos, los calvinistas, los baptistas, los mormones, los testigos de Jehová…lo son los que abiertamente menosprecian la práctica y la creencia sacramental, lo son los anarcocatólicos, los que, diga lo que diga o haga lo que haga, cargan contra el Papa, los que desprecian la jerarquía eclesiástica y sólo ven en ella lo que no les gusta, lo son los que ya perdieron su sentido de pertenencia a la Iglesia Católica y se han de justificar, lo son los que ya sólo viven el aspecto social del cristianismo… ). En todo caso personas que si de ellos dependiera no sé si aún se haría educación religiosa escolar. De algunos de ellos no dudo que no.

Afirma que en la clase de religión se trata de enseñar “el hecho religioso”, “las religiones”, en general, como un fenómeno cultural, como un recurso más para entender el jazz, la pintura, la literatura…, (invito a revisar los contenidos que imparte, ciertamente poco acordes con lo acordado por los obispos católicos).

Después critica abiertamente el modelo de clase de religión que proponen nuestros obispos. Uno de sus “motivos” dice ser que segrega a los alumnos en función de sus creencias, afirma que es la única asignatura que segrega. Hombre que critique el modelo de los obispos no me extraña, proviniendo de quienes proviene la propuesta de nuevo modelo educativo de clase de religión, pues ya hace tiempo que desarrollan la “suya propia” .Pero se olvida de los itinerarios en la ESO, de los en su día famosos “créditos variables”, de las materias impartidas por niveles (grupos de alumnos de un mismo curso, de una misma materia, que se segregan en función de las notas), de los alumnos que se sacan de las clases para recibir atención educativa de algunas materias por sus necesidades particulares (bajo nivel, dificultades de aprendizaje… vaya, los que ante el resto de sus compañeros, no quedan como los listos), y otros ejemplos que seguramente cuyo recuerdo pondría nerviosos a aquellos que defendieron a capa y espada la Reforma Educativa. Por cierto, defendida por opciones políticas cercanas a los que les gusta este planteamiento escolapio, y que ahora, tras años de fracaso tras fracaso, y de informe tras informe que nos va relegando a la cola educativa de Europa, en vez de disculparse, de reconocer el daño que han hecho a varias generaciones de estudiantes, se dedican a ir poniendo parches que ya se intuyen que también fracasaran. Pero como quizás ya no estén en el poder…

Doy por supuesto que hoy en día todos los centros educativos de nuestro país pretenden educar en valores, en ciudadanía (…). ¿Qué es lo que hoy en día ha de dar sentido a la Iglesia Católica para destinar recursos económicos y personales a la tarea educativa? ¿Qué es lo que ha de diferenciarla de una pública, laica, o musulmana, o…? Un responsable de pastoral un día defendía que se habrían de quitar todos los símbolos religiosos cristianos de las escuelas católicas, (defendía, por ejemplo, quitar todas las cruces y poner dos manos entrelazadas) para ser más acogedores. Este trabajador de los escolapios también defiende que con estas clases “café para todos” seremos más acogedores. Este señor dice que la pastoral escolar la entendía como un perfume de la escuela. Permítanme una broma crítica, ¿dependiendo de la congregación usaran una u otra? Ya imagino unas oliendo a lavanda, otras a pino, o a rosas,..Seguramente muchas a “pachuli yo”. ¿Habrá un olor común si son católicas?, con seguridad que muchos no lo usarían alegando que huele a alcanfor.

Afirmó que es fuera de horario escolar cuando los alumnos habrían de recibir una educación religiosa no “neutral”, sino cristiana. Vaya como el judo, la informática, o cualquier extraescolar., ¿Sabrá que el cristianismo no se vive o presenta sólo a horas? ¿Sabrá que la fe, su vivencia y su propuesta, no sólo son conceptos o acciones sociales?

Si se analiza el origen de la mayoría de las congregaciones dedicadas a la educación, la razón fundacional, surge de la necesidad de dar educación a niños y jóvenes de unas sociedades donde las razones económicas, sociales o demás lo impedían. Pero hoy, en nuestra sociedad, se asegura la educación. Incluso se puede afirmar que es en la escuela pública donde se acoge mayoritariamente a los sectores más desfavorecidos. La Iglesia Católica quizás ya ha cumplido su papel social histórico.

Sin embargo también es cierto que en su origen fundacional no sólo estaba lo académico, también la formación cristiana, entendida y vivida en el seno de la Iglesia Católica, y por ello había el afán de sus fundadores de ser reconocidos por esa misma iglesia.

Muchos de los fundadores quedan lejos en el tiempo y, parece, del corazón de los que les siguen. Quizás sea una de las razones de la evidente falta de vocaciones de estas instituciones. Vocación a ser maestro, a querer a los niños, a entregarse a ellos, a ser cercanos, a intentar atender a todos, con especial atención a los más necesitados… lo pueden tener creyentes o no. Vocación a ser religioso es una llamada superior, a la que muchos le han quitado el sentido. Se necesitan religiosos que en su labor docente, en su hacer en las escuelas cristianas, sean diferentes de cualquier laico, comprometido o no, que hagan comprensible el porqué de su opción.

Los escolapios son unas de las congregaciones, en Cataluña, con menor presencia de religiosos en sus escuelas, con menor número de nuevas vocaciones, quizás por ello no habría de extrañar que sea en su contexto donde surjan estas ideas.

Pero claro, suelen atraer más los malos ejemplos que los buenos a los que ya andan desviados, y me cuentan que ya hay más religiosos, que andan montando sus propios materiales de religión, montando “su religión”.

Al autor de “Escuela, religión y poder” sólo le daré la razón en una afirmación: “los obispos tienen miedo”. Pues quizás sí, pero no en el sentido que usaba para justificar el NO de los obispos a su propuesta “tripartita”. Más bien por no atreverse a pedir a los religiosos que tienen escuelas (supuestamente católicas) en sus territorios a que redefinan su hacer, a consensuar la iglesia que presentan, el cristianismo que como religiosos católicos habrían de vivir, el Dios que nos une a los católicos ( y no energías o paridas por el estilo).

Pero sí, quizás tienen miedo. En verdad, algunos supuestos católicos en muchos aspectos parecen más de otras confesiones cristianas, parecen como una quinta columna que están en nuestro interior sólo para desunirnos, para destruirnos.

Los obispos quizás tienen miedo, pero habrá que pedirles valentía.

 

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14/11/2008 por Cabernet Sauvignon

Algunos apoyos, mejor no tenerlos.

La asociación “Somos Iglesia” es un engendro anti-católico, pro-aborto, pro-sacerdocio femenino, pro-celibato opcional, anti-Papa, etc. Dice tener un millón de afiliados, pero a sus actos y manifestaciones sólo acuden algunas decenas de personas.

En Catalunya, ese engendro se llama “Esglèsia Plural”, asociación sometida a respiración asistida: tras la dimisión de su cabecilla, el Sr. Torrens, no han encontrado quien quiera sustituirle, y han nombrado una “Comisión Gestora” que realiza las funciones propias del “equipo médico habitual” que tenía Francisco Franco a principios de los años 70: Mantener artificialmente en vida a un cuerpo agonizante.

No quiero hacer publicidad de esa asociación (que, por otra parte, no tiene futuro alguno), sino subrayar un hecho curioso: el apoyo y defensa que últimamente el Cardenal Sistach recibe de Esglèsia Plural (el “Somos Iglesia” de Catalunya):

Primero, lo apoya cuando Sistach y su contable Matabosch anuncian que la archidiócesis de Barcelona está arruinada económicamente (aunque también lo está pastoralmente, pero eso no lo dicen). El Camarada Sistach y su contable Matabosch piden la ayuda económica de los fieles para hacer cuadrar las cuentas del arzobispado… y Esglèsia Plural los secunda publicando un artículo titulado “Somos Iglesia y cuidamos de ella” (en lo económico se entiende): Los anti-Iglesia apoyan al Cardenal pidiendo dinero para financiar a su Sistach. Surrealista.

Luego, defienden a Sistach cuando acudió a Sevilla a pontificar sobre las Hermandades, publicando otro artículo, lo cual estaría muy bien si no fuera porque en Barcelona tiene a las Hermandades arrinconadas y marginadas.

Finalmente, Mossen Jaume Reixach, más rojo que un tomate, no se le cae la cara de vergüenza cuando publica un artículo pro-abortista en el Diario El Punt, el pasado 26/10/2008: “Cuesta creer que los obispos no sepan que un embrión es una promesa de vida, pero no una vida, ya que todavía no tiene los órganos necesarios para tenerla de manera autónoma".

Sistach calla, y otorga. Igual que otorga cuando protege a Mossen Pousa, quien salió en El Periódico diciendo que él era un cura católico y había pagado abortos.

Sistach no hace nada.

Esglèsia Plural apoya a Sistach.

Dime con quién andas y te diré quién eres, Camarada Sistach.

 

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11/11/2008 por Federico de Carlos

Aportación

Respetuosamente: me resulta preocupante en su post sobre el posible nombramiento de Mosen Pie, la alusión, que intuyo entre despectiva y descalificatoria, al arzobispo Ladaria recientemente nombrado por el Papa (y no elegido por una comunidad de base, o progresez por el estilo) que, de acertar yo, salpicaría al Santo Padre.

Echo de menos también, entre las cauciones -bastante razonables- con que saludan al posible futuro auxiliar, una referencia nítida a la dificultad que tendrá de integrar a una comunión algo más cálida al grupo Germinans y afines. No lo va a tener fácil, desde luego. Será bueno que todos recemos por él con sinceridad y perseverancia. Con toda cordialidad,

Federico de Carlos Otto

Doctor en Teología. Madrid.

 

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11/11/2008 por Ascanius

Sobre el hipotético nombramiento de Pié

No he podido quedarme parado después de la lectura de la carta de 31 de Octubre pasados, firmada por el teólogo Federico de Carlos Otto, llena de un buenismo que maquilla su auto reconocida ignorancia (comprendo que la situación eclesial de Cataluña debe ser complicada) de la realidad de la Iglesia católica en Barcelona (él dice Cataluña, pero hay diócesis de Cataluña que están en franco despegue, Tarrasa sin ir más lejos, y alguna otra).

Sin ser demasiado mayor, ya hace años que tengo noticias de las andanzas, posicionamientos y tesis del Dr. Pie. Como católico y con el sentido común suficiente como para valorar el hipotético nombramiento de este personaje como obispo auxiliar no puedo por menos que manifestar mi más profunda desazón y mi mayor impotencia, caso de que este nombramiento se produjera. Sin ánimo de juzgar a la persona, es evidente que esto no nos toca a nosotros, sí puedo analizar la vertiente pública de sus actos, y no puede ser más negativa. Más de lo mismo: progresismo y nacionalismo, cuando la Iglesia en Barcelona lo que necesita es SANTIDAD, ESPIRITUALIDAD, TRABAJO APOSTOLICO SERIO, COMUNIÓN CON EL PAPA y APOLITIZACION.

¿Es tan difícil que alguien informe fehacientemente a Roma de lo que sucede en Barcelona? ¿O es que no hay nadie con el perfil adecuado para ocupar el cargo? ¿O es que quizás el problema está en quien debería ser su superior?

 

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