CARTAS AL DIRECTORIO (Septiembre 2009)
|
Agradecemos las múltiples muestras de apoyo. También las críticas. Este espacio lo reservamos para vuestros "artículos". Vuestras aportaciones, que, sin ser periódicas, sí compartan vuestras experiencias, conocimientos, alegrías y tristezas en vuestra/nuestra Iglesia. En Cataluña o en cualquier otro lugar. Lo único que pedimos es que respeten las cuatro máximas: Constantia, meritum, fortitudo, fidelitas. Todo esto lo podéis enviar a:
|
|
por Javier Ortigosa
Felicito por el artículo sabroso sobre la lluvia fina en Tarragona, a cargo del Arzobispo Pujol, que ahora cuenta con el nuevo Vicario Fortuny. Yo estuve hace cinco años en su Ordenación episcopal y me sorprendió gratamente la gente y quienes le acompañaban, pero me sorprendió más la mala educación y feo estilo del Vicario de entonces, semidueño de la diócesis durante tantos años. Respaldado, naturalmente, por una buena porción del clero. Menos mal que la Iglesia marcha mientras las personas van pasando. Dios sabe hacer las cosas. La oración de tantos da sus frutos, más bien antes que después, aunque haya que esperar un poco. Felicidades también a Mons. Pujol.
por Un viajero
He seguido con interés los artículos que habéis ido publicando sobre la Iglesia de Mataró, y por curiosidad me pasé un domingo para echar un vistazo a esa ciudad. Es una ciudad grande, bonita y muy diversificada. Pero la razón del escrito, es constatar la politización de la que habíais hablado. Para un sólo día es bien poco de lo que se puede hablar, pero no sé si es por casualidad o es por ser lo habitual, lo cierto es que lo que más me sorprendió fue encontrar que en todas las parroquias que visité, estaba la revista Valors. Pero no sólo que estaba la revista, sino que estaba a paladas llenas. No suelo perder el tiempo con las publicaciones no amigas y mucho menos con las enemigas, pero les eché un vistazo y lo que más me sorprendió fue la familiaridad de la publicación. No me refiero a la cursilería y sensiblería de la que suelen hacer gala los simpatizantes de la NeW Age, ya que esta me la esperaba. Se trata de una familiaridad más de andar por casa. Allí estaba el papá, no la mamá, el Jordi y la Montse, a juzgar por los nombres. Luego habían otros troncos que juzgo también familiares. O sea, todo un chanchullo de la "Cosa Nostra", si pensamos en las intenciones mafiosas que una revista como esa puede tener. Entre otras cosas había en una de ellas, toda una conferencia de la pro-abortista y resentida Forcadas, (nº 62) que naturalmente no leí. Pero como muy bien ya habíais publicado, la politización resultaba evidente. No sólo la publicación arraigaba por vínculos "carnales" y de "sangre", sino también políticos. Entre los articulistas reconocí a dos de los miembros del PSC que disteis a conocer como infiltrados en la parroquia de Sant Josep. No soy de los que piensan que los cristianos no nos podamos dedicar a la política, pero sí pienso que primero es la fe, fiel a la Iglesia, y después una política consecuente con la fe. Si no se da de esta manera, no puede haber comunión, sino manipulación e infiltración.
por Anonymus Remailer (Austria)
No saben cuánto les agradecemos la valentía y la claridad
con las que denuncian el maltrato vergonzoso y esperpéntico
que sufre la liturgia en muchas parroquias de Barcelona. Por
desgracia, padecemos la ignominia de estos abusos desde hace
demasiado tiempo.
por Mar MDM
Lamentablemente estoy de acuerdo en casi todo con vosotros, lo único que no me gusta es que se comenten las cosas de nuestro Cardenal en público, pues creo que no hace bien a nadie, si no al contrario, hecha leña al fuego. Centrándonos en el tema por el que escribo, gracias a Dios, la Iglesia está llena de grupos, movimientos, organizaciones etc. fantásticos, cada uno con su carisma. Pertenezco a varios, Camino neocatecumenal, acabé el camino hace 13 años (por decir algo, pues creo que nunca se acaba) también soy laica del Cordero, colaboro con E-cristians, pero lo primero de todo, me considero Católica Apostólica y Romana, leo todo lo que puedo con referencia a la Iglesia, a la que desde mi poco saber, defiendo, porque es la Iglesia Madre y me duele que la ataquen. Estoy en contra del Catalanismo, de la teología de la liberación, de los curas obreros, que dejan la sotana para coger la hoz y el martillo, de los curas que se convierten en dios, y deciden que esta muchacha tiene que abortar pues su caso es especial, estoy en contra de los curas que aman mas su tierra, sus raíces, su catalán y pierden de vista que los católicos somos ciudadanos del cielo y no somos de este mundo. Estoy en contra de los curas que se avergüenzan de ser curas y cambian el alza cuellos, por la camisa de cuadros, que se inventan las consagraciones, y que como en Madrid en San Carlos Borromeo, comulgaban con bizcocho porque así les era mas fácil a los niños, o hacían una liturgia conjunta con los musulmanes. Estoy en contra de estos curas y en este caso políticos, que dejan y acogen a tantos musulmanes, les ceden territorios para hacer mezquitas (ya se sabe que donde hay una mezquita es lugar musulmán y no lo toca nadie) y dentro de poco habrá mas musulmanes que catalanes... se están tirando piedras sobre su propio tejado. Me da pena tener que ir buscando Iglesias que estén alrededor y me facilite un poco el ir a misa y la visita al Santísimo, pues tengo familia de la que ocuparme. LLevo todo el verano buscando un buen sacerdote como guía espiritual para mí, pero que sea desconocido de mi familia, preguntando aquí y allá y no he encontrado ni uno, ¿es triste? sí, es lamentable, pero seguiré buscando y El Señor me ayudará a encontrar uno, que para mí será el perfecto, y una Iglesia que cuando venga del cole de mi hija, o vaya o lo que sea, esté abierta, no pierdo la esperanza. No perdamos la esperanza, recemos por estos sacerdotes que han perdido el norte para que El Señor los reconvierta y ayude a nuestro Cardenal en su tarea que no es para nada fácil.
por Una cristiana del ¡Basta ya!
Aprovechando la carta que publica Omnes dicamus y que firma “Un cristiano agradecido”, quiero presentar a vuestra consideración algunos abusos de los que he tenido conocimiento este verano, vividos por personas muy cercanas a mí. Domingo, 9 de agosto, una familia que pasa unos días de descanso en Pineda de Poblenou (diócesis de Girona), va a oír misa a la parroquia de Sant Joan Baptista. Llegado el momento, observan que todo el pueblo recita las palabras de la consagración. Al acabar la misa, pasan a la sacristía y la madre de familia le pregunta al celebrante quién ha consagrado. Éste, muy ufano, le responde :”¡Todos! Después del Vaticano II todos somos sacerdotes y consagramos todos”. Tal cual. Sábado 29 de agosto, parroquia de María Medianera, Barcelona. En la misa anticipada del sábado, el celebrante en la homilía hace una diatriba contra los que no comulgan en la mano. En semanas anteriores, otro celebrante, en la misa del domingo, advierte a los fieles que deben comulgar en la mano y que si comulgan en la boca lo hagan “sin sacar la lengua”. En algunas parroquias de la diócesis de Tarragona también han hecho la campaña de la comunión en la mano, so pretexto de la gripe A. También sé positivamente que el vicario episcopal, párroco de Sant Josep de Mataró, reverendo Segimon García i Ramiro, en un medio de comunicación de ámbito local, manifestó imprudentemente su sorpresa de que los sacerdotes jóvenes vistiesen “aún” la camisa y cuello clericales. Por lo que se refiere al modo de comulgar, supongo que, con la excusa de la gripe, arreciarán las maniobras para erradicar la comunión en la boca. Han conseguido que prácticamente todo el mundo se quede de pie en la consagración, y ahora intentan que todo el mundo comulgue en la mano. En mi caso, va a ser que no. La norma es comulgar en la boca y la comunión en la mano es una concesión, por consiguiente nos asiste el derecho de recibir la comunión en la boca, y obligar o presionar para que se comulgue en la mano es un acto de despotismo clerical. El cura que se comporta así actúa como un despotilla porque él no tiene la potestad de legislar sobre el común de los fieles que ya somos adultos en la fe. Es curioso que estos curas tan demócratas y modernos luego se arrogan el ser intérpretes de la voluntad de todos sin consultarnos nada pretendiendo que los laicos sigamos a pie juntillas sus antojos. Y, por otro lado, ¿no puede ser motivo de contagio darse la mano y besarse en el momento de la paz? Sobre eso no dicen nada. Pues miren, si tiene que infectarse alguien yo prefiero que se infecte alguno de esos curas y se vaya al cielo.
Desde aquí animo a los laicos a que expongan
objetivamente los abusos que observen a través de sus
cartas a Omnes dicamus. ¡BASTA YA!
por M. Milián
He leído vuestro artículo de El Directorio del Mayo Floreal del uno de septiembre y es para echarse a temblar, aunque a mí ya no me pillan. La situación de Mataró se parece a la del Baix Llobregat. Esta zona nunca ha sido especialmente levítica como Mataró, pero quien sabe si hubiera llegado a serlo si en vez de oponerse a la religiosidad católica tradicional y a la popular de los inmigrantes, los sacerdotes de estas últimas décadas la hubieran querido acoger y comprender, en su momento. Han querido hacer desaparecer tanto la fe como las costumbres católicas para imponer sus gustos y opiniones personales. Sus vergüenzas anticatólicas se pueden ver hoy en la indiferencia hacia ellos. Como la que se da en la cofradía de la Borriquita en Hospitalet, que es una procesión laíca que congrega a miles de personas sin que vayan sacerdotes, porque en su momento no querían nada bueno con ellos. A sido una lástima que la religiosidad católica, no estuviera en sintonía con el espíritu progresista e izquierdoso de algunos de estos sacerdotes que se han cebado en estos barrios, a costa de creerse que los de fuera además de hambrientos e iletrados, éramos y somos idiotas. Algunos todavía siguen en ese pedestal, y están emperrados en llevarnos a su revuelta personal y política. Habláis de unos sacerdotes que han pasado por allí espantando a la feligresía. Por aquí podemos decir que más o menos, buena gente, aunque en lo sacerdotal no se puede decir lo mismo. Una vez hechos curas, son cualquier cosa menos curas. Muchos se podían haber dedicado a otra cosa a tiempo completo, porque para la importancia que le han dado a su ministerio mejor hubiera sido no dar el ejemplo de indiferencia y de poca importancia hacia todo lo religioso católico. Las cifras que dais son proféticas y sería interesante si encontrarais las del Baix Llobregat. Tendrían que venir a Cornellá para ver a los musulmanes rezando en las calles o a los Mormones y a los Testigos de Jehová por todos los sitios. Ya forman parte de la imagen de la ciudad. Sin embargo tenemos un clero, al que solo se le supone existir. Empezando por el arcipreste rector de Sant Ildefons. Parece como si la ciudad les ensuciase los zapatos o les incomodasen sus gentes. Al arcipreste por ejemplo, fuera de los que van a misa, la gente sólo lo ha visto porque organizan una especie de misa funeral los viernes, que no tiene ningún sentido, pero de momento va gente para acabar de perder el sentido de la fe. También le ven sus feligreses en las absoluciones colectivas que celebra para engañar al pueblo de Dios, aunque lo peor no es esto sino lo frivolo que se muestra y el sinsentido que acaba dejando en todo. La labor de este arcipreste es un ejemplo de lo que está quedando de la Iglesia en Cornellá. Se preocupa de su apariencia dialogante con los de fuera y a veces lo necesita recordar públicamente, pero de la Iglesia bien poco y mal. A él y a los de su cuerda les hubiera venido bien tener hijos para instruirse un poco con el Barrio Sesamo y saber lo que es ¡dentro!...¡fuera! como decía Coco. Mucho diálogo y “buenrollo” con los no católicos y anticatólicos y mucho crucificar a los católicos por el hecho de ser católicos, empezando por el Cardenal anterior al que se considera no dialogante porque no cedía a sus falsas y heterodoxas pretensiones. Con machacas de este tipo en la puerta de la Iglesia es normal que nos estemos quedando solos y sin futuro. Seguro que si hubiera tenido hijos, ya se preocuparía de poner una mejor cara para la Iglesia, aunque sólo fuera por el miedo a los que dentro de unos años ocuparan el lugar que dejará la Iglesia en Cornellá. NOTA DEL DIRECTORIO: El autor de esta carta no es Manuel Milián Mestre, que en otra ocasión ya envió una nota para que nadie pensara que era el autor de estas cartas al Directorio
por Un cristiano agradecido |
|
Les felicito por su web, gracias a ella he comprendido qué
esta sucediendo en Barcelona; hace tiempo que estaba
desorientado por la actitud de determinados curas e iglesias
que me hacían sentir mal. Ahora comprendo por qué cuando voy
a la Capilla del Santísimo Sacramento en el Passatge Camps
Elisis soy feliz y noto profundamente la presencia de Cristo
y por qué cuando voy a una parroquia muy concreta
del distrito de Sants-La Marina tengo la sensación de estar
en una iglesia protestante, o peor, en una burla de la misa
católica, donde los laicos cogen el copón del sagrario sin
genuflexión dejándolo sobre el altar como si fuera un vaso
de agua, o la comunión con las dos especies donde se unta la
sagrada forma en la sangre de Cristo, y si cae alguna gota
al suelo con no mirar ya es suficiente, donde los
confesionarios no existen, incluso donde uno de los curas se
olvida de consagrar, si, si ,uno que lleva la raya en medio
y viste de paisano, que estuvo en el Mato Grosso con el
Obispo Casaldáliga un "teólogo" de la liberación, más le
valdría haberse quedado allí, y que nos llama rezanderos a
los tradicionalistas, en fin pensaba que la culpa era mía
por ser tan exigente pero cambiando de parroquia he
descubierto que no, que hay mucha gente que comulga de
rodillas y en la boca, que respeta la liturgia y tienen
curas dispuestos a confesarte mientras la iglesia esta
abierta, y no como otros que tienen abierto solo las
dependencias donde se reúnen las JOC la ACO y demás
progresistas anticatólicos, mientras el Sagrario permanece
cerrado y hay que desplazarse forzosamente para poder hacer
la visita al Santísimo hasta Hospitalet a la Parroquia de
San Isidro, ¡Que asco! Continúen con su labor a ver si entre todos acabamos con esta progresía periclitada, anticatólica y |
La
lluvia fina de Tarragona