NON OMNIS MORIAR

por Prudentius de Bárcino
 
 

Sistach excluye al pueblo de la beatificación del Dr. Samsó (y II) (4/12/2009) 

S.O.S a toda España desde Mataró

La lógica Sistach, la interpretación Sistach, tendrá efectos Sistach. Una basílica, la de Santa María de Mataró, acaparada por sacerdotes  y que rodearán al centenar de autoridades (parejas incluídas, concejales, diputados provinciales, autonómicos y estatales con raíces locales, Caja de ahorros Laietana…) que  vendrán a la ceremonia. Una bella estampa de regalismo a la enésima potencia. El clímax de los delirios de grandeza de alguien que no escucha a nadie que esté por debajo de él.

Cuatrocientos sacerdotes rodearán a los ostentadores de la autoridad pública civil. Los mismos que se quejaban del nacionalcatolicismo de la  España de Franco. Total, más de 500 asientos reservados si no es que son más, pues cuando más se va dando a conocer la noticia, más son los que quieren estar presentes en la primera beatificación celebrada en Cataluña desde la Edad Media. Todos encorsetados en los límites de los muros de la nave central de la Alma Mater ilurense. ¿Encontrarán algún primo –voluntario- que les haga de mantenedor del orden cuando los mataroneses quieran entrar a la basílica y encuentren todos los bancos reservados?

Los cálculos de Sistach se basan en la nula capacidad de convocatoria de todo lo que monta. De hecho el nacionalprogresismo desconfía de las grandes convocatorias, las considera impuras (barrocas, de época de Cristiandad, no auténticas…), pero no es nada más que un argumento de mal pagador de la realidad: su fracaso. “La guineu quan no les pot haver, diu que són verdes” (“…cuando la zorra no las alcanza dice que están verdes”)

Pero que vayan con cuidado. Cuando un grupo de laicos quiso restaurar las procesiones de Semana Santa en Mataró, la progresía de curas y dirigentes seglares del COPAM (Consejo Pastoral de Mataró) salieron en tropel contra la iniciativa. Saltaron a la yugular, con frases como: “No os vendrá nadie”, “Eso es de otra época”… El resultado de sus previsiones: cada año la procesión general de Viernes Santo (los primeros años prohibida por el Consejo Arciprestal) hace salir a la calle a 50.000 personas, desviviéndose el Ayuntamiento en allanarle el camino, no fuera que perdieran votos.

Cuando murió Juan Pablo II, el sector más normal del clero local pidió al resto de los sacerdotes de la ciudad celebrar una Misa funeral conjunta, todas las parroquias, en la Basílica de Santa Maria. El clero progre local, no pudiendo decir que no, hizo todo lo que pudo para que la ceremonia no fuera anunciada como se hubiera merecido. Ya saben ustedes el cinismo que gastan, dicen sí pero después ningunean lo que no les interesa. Pese al misérrimo anuncio colocado en la puerta principal, una avalancha de fieles llenó la Basílica. El primer sorprendido fue el entonces arcipreste, un cura impresentable de la Casa de Santiago que no tragaba a Juan Pablo II. Ese mismo cínico tuvo que salir al paso delante de la multitud, haciendo una esquizofrénica homilía sobre el Papa difunto. Por una parte, se debía a su claca progre y no podía alabar a Juan Pablo II. Por otra, la Basílica llena era una bofetada a sus análisis de cura que se cree inteligente (de bobo integral por decirlo en plata).

Vistos los aciertos en las previsiones, la beatificación del Dr. Samsó puede congregar a miles de personas. Y la curia de Barcelona lo sabe. El canciller Sergio Gordo está acongojado (por no decir otra cosa) pues más y más mitras van mostrando su interés por participar de ese gran día que va a honrar a toda la Iglesia, especialmente en un obispado de Barcelona tan necesitado como está de modelos de sacerdote que enderecen y ayuden a sanear toda la corrupción existente en nuestra vida eclesial diocesana.

Cada día son más los que muestran su interés por asistir, especialmente desde que los medios van haciéndose eco de la beatificación. Y más en Mataró. Unos por fe, otros por campanilismo, otros por una mezcla de ambos elementos, en una ciudad con 120.000 habitantes. Nadie “buen capgròs” (mote con los pueblos vecinos hacen referencia a los de Mataró) querrá faltar.  Y mientras Sistach, erre que erre, con sus cálculos, desconfiando de la convocatoria del Dr. Samsó, va repitiéndo como si de un mantra se tratase: ¿Como va a convocar a nadie un cura “carca” que mataron los rojos en el 36?

¿Como se va a acoger a la asamblea en una basílica donde sentados y de pié caben entre 1000 y 1200 personas y hay un 80% del espacio ya reservado? ¿Quién y con qué argumentos se va a decir a la gente que no puede participar, que todo esta reservado como si fuera el Liceo? El caos, los nervios, los forcejeos harán acto de presencia, y más en una población que tiene muy interiorizada que Santa Maria, el centro de la vida cristiana de la ciudad durante más de diecisiete siglos, es de todos. De la Iglesia, pero de todos. Pues fue con el esfuerzo físico de toda la ciudad que se edificaron sus actuales muros hace 300 años ¿Quién asumirá el “marrón” de decirles a sus convecinos que todo esta reservado en una celebración acaparada por clero y autoridades. Y se buscaran culpables.

¿Acaso Roma, por haber declarado beato al Dr. Samsó? ¿Acaso por haber permitido celebrar la beatificación en la diócesis de origen para que la gente pueda asistir y participar de ella?¿Acaso Rouco? Pues por aquí todo es culpa de Rouco…

A lo mejor llegamos a la conclusión de que la culpa es de Sistach. Cuya soberbia y autosuficiente personalidad hace caso omiso de cualquiera que jerárquicamente esté por debajo de él. Un muro incapaz de entablar dialogo con nadie. Sus monólogos lo prueban. Sistach ha secuestrado la beatificación. ¿Por qué no se puede celebrar en un espacio público abierto a todo el mundo y como todo el mundo?

Pero Sistach no va a escuchar, salvo que algún prelado desde arriba le dé un toque de aviso advirtiéndole que se va a pegar un batacazo como el del Titanic con el iceberg.


Sistach excluye al pueblo de la beatificación del Dr. Samsó (I) (3/12/2009) 

Nuestro n.s.b.a. Arzobispo Titanic Sistach avanza inexorablemente hacia su iceberg. Algunos piensan que mejor que se la pegue, pues se lo tiene bien merecido. Así se pondrá de manifiesto delante de todo el mundo su verdadero carácter. El último petardo de esa autosuficiencia insultante que humilla a quien le quiere dar una mano sin esperar nada a cambio. ¿Quien pagará los platos rotos a parte de su mitra? ¿Quiénes serán las víctimas colaterales? Los feligreses de Mataró convocados a la beatificación del próximo 23 de enero de quien fue su arcipreste de 1919 a 1936. Desde el inicio de su pontificado el Santo Padre Benedicto XVI dispuso que las beatificaciones tengan lugar en las diócesis de origen. Uno de los principales motivos de esta disposición es que con ello se facilita la asistencia de los feligreses a dichas celebraciones, especialmente la de aquellos sin recursos ni posibilidades de desplazarse a Roma. ¿Como ha reaccionado Sistach? La noticia de la beatificación del Dr. Samsó le desencajó. En un primer momento interpretó la noticia como un “marrón”, es decir como un problema. En un primer momento pensó que mejor celebrar la beatificación de una manera discreta, “sense aixecar la llebre” (sin ruido, de manera desapercibida). Interpretó que la beatificación del Dr. Samsó era un motivo de división de la diócesis. Un argumento que siempre utiliza para despachar todos los asuntos espinosos que le obligan a tomar partido. El párroco de Santa Maria, Mn. Joan Barat, otro agraciado del pesebre nacional-católico, llegó a proponer celebrar la beatificación el mismo día de las Santas Juliana y Semproniana, el 27 de julio, como una parte mas del tradicional Oficio de Fiesta Mayor, pues,¿“qui vindrà”? (¿quien va a venir?).

El descolocamiento fue tal que Sistach llegó a vender la idea a los feligreses de Mataró, que la beatificación era un regalo de Roma por los 1000 años del primer testimonio documental de la existencia de la iglesia de Santa Maria de Mataró (una trola como un piano), olvidando que la verdadera motivación es la de proponer, en el marco del Año Sacerdotal, al Dr. Samsó como un modelo de sacerdote y párroco.  

La intención primera del binomio Sistach-Barat hubiera sido minimizar la celebración de una beatificación que les incomodaba. Todo ello, aturdidos por el shock, provocó la paralización de las labores de organización, preciosas semanas, meses… que ahora les hacen falta. Un tiempo vital desperdiciado. Y ahora, ¡“correm-hi tots”! (¡a correr todos!).

Todas estas composiciones de lugar chocaban con una realidad: la presencia el día de la beatificación del arzobispo Angelo Amato (foto superior), prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, quien actuará de legado papal. En la mentalidad trepa/llepa ello significa la presencia del inspector, del que chivará a Roma que las cosas en Barcelona no van.

Con ojos puramente humanos, camarada Sistach alias “El Muro” (Die Mauer) urdía: la beatificación sería un desastre en un espacio abierto de la ciudad de Mataró. No quiso oír hablar de ello, fuera la plaza de Santa Ana o el Parque Central, donde incluso hay una espaciosa e idónea tarima de hormigón con rampas instalada indefinidamente que vendría al pelo y que parece hecha “ex professo” para un acto como este. Pero Sistach, erre que erre, nada de una ceremonia multitudinaria destinada al fracaso.

Sus premisas de análisis son: si no acude nadie cuando convocamos nosotros, cuando lo hacemos, ¿cómo van a acudir  para beatificar a un párroco “carca” que mataron los rojos en el 36? El fracaso de convocatoria, delante mismo del “inspector” Amato, evidenciaría el mal estado de la diócesis, de su diócesis, y por extensión del catolicismo en Cataluña y de las vacas sagradas que han llevado a la Iglesia en el Principado al estado comatoso en la que se encuentra.

¿Y cómo salir del atolladero? Pues muy fácil: organizando una beatificación de decorado Potemkin. Por ello, Sistach no para de repetir a diestro y siniestro, entre sus sacerdotes, la necesidad de quedar bien ese día. En primer lugar ha limitado el espacio físico restringiéndolo a los muros de la Basílica de Santa María y en segundo lugar convocando la Jornada Sacerdotal en Mataró el mismo día de la beatificación. Jornada que al coincidir con el Año Sacerdotal es un tiro seguro. No pueden fallar, no hay excusa. Asistencia de 400 sacerdotes que llenarán la nave de Santa María. Estas son las coordenadas de Sistach: basílica llena con una asistencia “cautiva”. Amato contento, salvo la cara y salimos del apuro. El espacio repleto y la gente en la calle llenando una plaza que por ser pequeña parecerá estar atiborrada. Pura escenografía de la trampa. Solo cálculos humanos. Sistach al 100%.

El mismísimo párroco de Santa Maria, sucesor del Dr. Samsó, animó públicamente el pasado 21 de noviembre en la multitudinaria –más de ciento cincuenta personas- y tradicional cena “dels cantaires de les Santes” a no asistir a la beatificación de quien fue su párroco y arcipreste de 1919 a 1936 porque entre sacerdotes y autoridades no podrán entran. ¡Qué mejor vieran la ceremonia en casa y por la TV!” Las palabras dejaron patidifusos a los asistentes quien al salir, atónitos, explicaron el hecho por toda la ciudad, llegando el comentario hasta Barcelona y a la redacción de Germinans. A Barat, a quien por cierto la beatificación se la trae al pairo, le traicionó el subconsciente.  

¡Los feligreses de la parroquia del Dr. Samsó van a ser relegados física y espiritualmente de la beatificación de quien fuera su párroco! Simple  y llanamente absurdo, esperpento en estado puro.


 

El ángulo Salat (22/11/2009)

Carles Salat nació en Barcelona hace 50 años. Este periodista comenzó colaborando con “Radio Obrera” la desaparecida emisora de Comisiones Obreras. Después de fugaces empleos en Radio L´Hospitalet y en Radio Miramar y de un año de estancia en Madrid, en el que no se sabe mucho lo que hizo, volvió como redactor de la delegación catalana de la revista Cambio16 en la que pasó un muy breve periodo, como también vertiginoso fue su paso por el “Diario de Barcelona”  que más tarde antes de su desaparición pasó a llamarse “Nou Diari”. De todos estos medios de comunicación no quedó ni uno en pie, salvo la radio hospitalense. Bajada pues la persiana del popular “Brusi”, decano de la prensa barcelonesa, no hizo ascos en volver a Madrid para ser jefe de guionistas del programa “Lo más +” del frustrado canal de pago del progresismo sociata.

Acabada la experiencia polanquista volvió a Barcelona para integrarse en el equipo de Josep Cuní en TV3 durante cinco largos años, quizá, profesionalmente hablando, los más estables de su vida.  Colaborador asiduo del programa de Silvia Coppulo en ComRàdio, más tarde hizo su aterrizaje como responsable de comunicación de BarcelonaTV, ambas emisoras apéndices del socialismo “català”. (Si vol ser atès en català, premi 1 o digui CA-TA-LÀ !)

Actualmente, y desde el año 2003 dirige “Ràdio Gràcia” y es el creador del diario digital graciense “La tortuga de Gràcia”.

Sus “amigos” (¡Cuánto c….!) le parodian  y hablan de él como de aquel tipo de espécimen que goza del don de la “visibilidad-invisibilidad” porque controla desde la invisibilidad y únicamente se hace visible en los “momentos adecuados”. ¡Menudo pájaro! Alaban su capacidad para rodearse de chicas,  a la manera de un jeque árabe, que le hacen todo el trabajo, mientras él “piensa y organiza”.

Su filosofía en la concesión de programas es clara: la probabilidad de que te den un programa aumenta en virtud a la importancia de la entidad a la que perteneces. No es de extrañar que en la Villa de Gràcia, hoy Distrito, lo tilden de autoritario e intransigente…

Pero lo más ácidamente sarcástico que afirman de él es su gran contribución en el cálculo de la importancia de un personaje. Antes- dicen- tenías que documentarte e incluso hacer un sondeo de opinión, pero ahora existe un método fácil e infalible para ello: es el ángulo Salat, que consiste –reiteran – en medir la inclinación de reverencia cuando el personaje aparece por la emisora. A las personas de la calle las recibe erguido, incluso mirándolas con desdén por encima del hombro. Si eres presidente de una entidad de las “históricas” del barrio, puede llegar a unos 45º. Para algunos “consellers” se han visto reverencias de 90º y si aparece el Concejal del Distrito, el ángulo Salat llega a los 180º.

Los médicos –subrayan- sufren por su salud y esperan que el President de la Generalitat no aparezca nunca por Ràdio Gràcia porque entonces la reverencia tendría que alcanzar los 360º y dudan que la espalda lo aguante.

¡Ecce homo! Este es el hombre  de las pastillas de ortiga, el hombre de Tele Gràcia. El que obviándonos, tras leer mi artículo dedicado al velado ataque que el Abad Soler hizo a Germinans y tras el de Oriolt en el que reproducíamos la torticera manipulación y censura del video que de todo ellos colgaron en “Daily Motion”, ahora envía correo de protesta a nuestro amigo Luis Fernando Pérez Bustamante, director de Infocatólica, exigiéndole rectificación. Y lo hace  “con sorpresa y estupor” porque afirma no haber publicado nada en TeleGràcia. ¡No te fastidias! ¡Cómo si no supiéramos que lo que han hecho es colgar el video de lo sucedido en “El Centre” en “Daily Motion”! Además nos reprocha que llamemos a la institución justo como ellos mismos la denominan, mutilando lo de “Moral e Instructivo de Gracia” (oteen de nuevo el diario digital que él mismo dirige)

Más tarde pasa a justificar la aceleración en un 33% de la velocidad del video “para que les quepa”. Y entonces, Sr. Salat ¿porqué de la cena-coloquio ustedes colgaron tres videos? Sí, sí , porque lo que colgaron fueron 3 videos con todo lo acaecido en aquella “cena-chopped” ¡Pues haber colgado cuatro, que una raya más no importa a la cebra!

Pero  sentimos no poderlo demostrar. Es demasiado tarde. Tras enviarnos la carta los han descolgado, borrando pruebas. Y después dicen que “no ha lugar a censura”. Fanáticos y además cínicos. Cínicos porque dice recordar las palabras del Abad al respecto y reitera que su crítica iba dirigida a las webs anónimas y pide al diario digital Infocatólica que no se sienta aludido porque “lo ha mirado y no es precisamente anónimo”. ¡Nos ha jodido mayo con no llover a tiempo! No se puede hacer más el ridículo con menos líneas de lo que ahora lo hace Salat. ¡Que el abad Soler de manera a la vez sórdida y  con sordina habló “de un web de capellans” no de un diario digital! ¡Que no te enteras, “salao”! ¡Y estos son jefes de comunicación! Mejor, por eso son jefes de comunicación.

Mire usted Sr. Salat en vez de exigirnos tanta fe en su memoria y en “el recuerdo perfecto de las palabras del Abad al respecto” envíe usted a Infocatólica el video integro a velocidad normal de la conferencia en cuestión: sin cortes y desde el principio al final. A esto se le llama el peso de la prueba y esta vez, querido amigo,  recae sobre usted.

Todo el “Estado español” (como denomina usted, como tantos, a España) está esperando a partir de ahora la demostración de su integridad profesional. También parte del mundo mundial de los que dicen no leernos, no saber de nosotros y no nombrarnos….

Bon ball de rams, Salat! I bona Festa Major !


Mn. Totosaus y los "buhos del Pino"(8/11/2009)

A raíz de la publicación el pasado jueves del artículo de A. Augustinus en su columna “Semper Idem” sobre las críticas que el sacerdote Josep-Maria Totosaus lanza contra Mons. Brugués y el mismísimo Papa, en “El Pregó” del mes de octubre, se han recibido algunas cartas pidiendo alguna referencia sobre el mencionado clérigo.

De manera sintética podríamos afirmar que el ya casi octogenario Mn. Totosaus, nacido en Vilafranca del Penedés, fue uno de los arietes de La “Unión Sacerdotal de Barcelona” fundada por Mn. Manuel Bonet Muixí.

Enviado a París a estudiar catequesis volvió a Barcelona para ocuparse de los movimientos especializados de Acción Católica y de profesionales independientes, compartiendo codo a codo con Mn. Batlles, que lo era del escultismo,  la pastoral juvenil de aquellos contestatarios años sesenta. De ellos no quedaron ni las cenizas. En el inicio de la década de los 70 ya encontramos a Totosaus colocado en el recién fundado “Centre d´Estudis Pastorals”, sin dar palo al agua, junto con Batlles, que dirigirá el CEP por decenios, mientras este se ocupa de la revista “Qüaderns de Pastoral”, órgano oficial de la entidad y significado en todo aquello que va a constituirse en instrumento de demolición posconciliar.

La llegada del Cardenal Carles  va a propiciar el relevo de Batlles por el actual obispo de Gerona, Mons. Pardo. Esta nueva presidencia del C.E.P. implicaba el lógico nombramiento de un nuevo director de  la revista “Qüaderns”. Pero Totosaus se niega y pretende atrincherarse. Finalmente debe ceder y, resentido, funda “El Pregó” como órgano de ataque y conspiración contra Carles y todos los que no son de su cuerda, agrupando entorno a él a todos los sectarios partidarios de la funesta deriva teológico-eclesial que comparten.

Sin ninguna responsabilidad parroquial más que decir una misa los domingos en sus parroquias de origen cuando se trasladan a visitar a sus familias, toda esta generación comparte no sólo una misma visión del sacerdocio sino una misma ideología eclesial. Una se subordina a la otra.

¿Cuál es la corrompida teología sacramental  de la que son servidores? Pues sencillamente ésta: el sacerdocio entendido ontológicamente como consagración total debe ser cosa únicamente de los religiosos, especialmente del monacato. Hay que entender el sacerdocio diocesano como un ministerio “ad tempus”, que pueda ser ejercido de manera muy diversa por hombres de diversa condición sin estar asociado a una forma de vida concreta ni a un ejercicio determinado. Ese ministerio part-time –afirman- está más en consonancia con la mentalidad moderna y tendrá más posibilidades de ser elegido como una experiencia de servicio por diversos miembros de las comunidades plurales que deben constituir la Iglesia local.

Estos ministerios deben adquirir perspectiva en intima relación con el desarrollo de los diferentes “Agentes de Pastoral”. Esa es la funesta eclesiología que defienden.

Es la extinción del sacerdocio ontológico. Aún a pesar de eso, no atacan la existencia  de Seminarios como por ejemplo el de Barcelona, mientras estos sean residuales, es decir no intenten cimentar y construir el futuro pastoral de las  diócesis entorno al sacerdocio como antaño. Ello implica al mismo tiempo que no se debe hacer nada por la revitalización de los seminarios: unos formadores como el pretencioso rector Turull y su equipo son instrumentos muy válidos para ese proyecto. Su absoluta nulidad representa la invisibilidad que  pretenden y vindican para el “nuevo sacerdocio de los tiempos nuevos”.

Refugiados tras la defenestración del C.E.P. en la parroquia de Santa María del Pino, entorno a la errática figura del entonces párroco Vidal Aunós ( el del encierro de inmigrantes “papeles para todos”) empezarán a ser conocidos como los “Buhos del Pino” (Els mussols del Pi) por permanecer allí agazapados todo el día, cual rapaces carroñeras, conspirando y atacando inmisericordes desde todos los órganos de poder cuyo control indirectamente ostentan a través de sus subordinados ideológicos, nueva generación de lacayos, más mediocres intelectualmente que ellos y por ello más necesitados de apadrinamiento. Juntos, unos y otros, auparán a Martínez Sistach, “porque es de aquí y uno de los nuestros”, concediéndole inmunidad mientras este preserve intacto el poder de decisión que los perpetúe en el gobierno en la sombra de la Archidiócesis de Barcelona.

Pero su gran castigo es el rotundo fracaso y la esterilidad absoluta, que todo el mundo constata, de aquel modelo que intentaron imponer; junto a ello, la definitiva desautorización, ya en el pontificado de Juan Pablo II y aún más en el de Benedicto XVI,  de aquella caduca eclesiología y sacerdocio que pretendieron implantar y que únicamente el pactismo cobarde del Cardenal Sistach ha impedido defenestrar de nuestras latitudes.

Ahora, victimas de una lacerante frustración, quieren morir mordiendo y arañando,  y recalcando, ya agónicamente,  que la situación actual de crisis y desencanto eclesial  en “su” Cataluña, es resultado del arrumbamiento de sus tesis y que la solución pasa únicamente por su recuperación.  ¡Cegados por su orgullo se extinguirán dejando sólo esporas, dañinas, pero sólo esporas! Quienes no lo entiendan, comparten su misma ceguera.  

 

 

 

 

 

 

 

 

Cartelera interior de la iglesia del Pino (dentro del templo), donde se pueden ver carteles colgados invitando a la manifestación en defensa de la nación catalana y del derecho a decidir. Un ejemplo del tipo de actividades que se promocionan por parte de los "buhos del Pino".


El martirio del Dr. Samsó (1/11/2009)

La muerte del Dr. Samsó nos cuestiona tanto desde el punto de vista religioso, por su testimonio de Fe, como desde el punto de vista histórico. Pone en evidencia que la mitología que se quiere construir, bajo el apelativo de “recuperación de la memoria histórica”, contiene muchas trampas.

Nuestra Catalunya será mas normal cuando TV3 haga de manera neutral y despolitizada varios reportajes de "30 Minuts" dedicados a la persecución contra el catolicismo de 1936-1939; cuando los institutos públicos de enseñanza los pasen en las clases de historia o ética como hacen a menudo con este programa; cuando algún cineasta catalán –subvencionado o no- haga alguna película tipo Lista de Schlinder con lo que aquí se vivió aquellos años –asesinatos de catalanes (1.541 sacerdotes, 200 iglesias completamente arrasadas y demolidas, el 90% restante, incendiadas…) por catalanes-; cuando se diga lisa y llanamente lo que ocurrió: una persecución sistemática y planificada para erradicar el catolicismo de Cataluña; cuando cesen las justificaciones de que todo fue porque la Iglesia apoyaba a los ricos. Hay alguien que en Alemania de manera contemporánea razonó que la persecución a los judíos se tenía que hacer porque controlaban el capital; cuando se complemente con otros historiadores la apropiación de la interpretación de lo que sucedió, ejercida por Hilari Rager –un hombre de Albert Manent Segimon y del pujolismo religioso- quien ha gozado “gratuitamente” del megáfono que le proporciona el sistema mediático socio-convergente. La corrupción de nuestro oasis podrido no es solo económica sino también intelectual.

El asesinato del Dr. Samsó, perpetrado sin juicio previo la mañana del primero de setiembre de 1936 en la cima del cementerio de la ciudad de Mataró, fue el fruto de una negociación entre una columna de anarquistas, la Malatesta, que partía al frente de Aragón y el gobierno de la ciudad de Mataró democráticamente escogido en las últimas elecciones municipales.

La Malatesta pedía un sacrificio de sangre antes de partir. Algunos de los milicianos perderían su vida previsiblemente. Antes de marchar de Mataró comenzaron a pedir un tributo en sangre, todo ello bajo los macabros redobles de tambor que llenaron durante 24 horas la Riera, la principal calle de la Ciudad.. Había que pasar por las armas a toda la cárcel de la ciudad, 35 presos hacinados que habían sido detenidos, unos por ser militantes católicos, otros por ser antiguos dirigentes de la Lliga Regionalista (formación catalanista conservadora). La sangre llamaba a la sangre.

Cada mañana de aquel mes de agosto de 1936 en que el Dr. Samsó estuvo preso, la Sra. Carbó le llevó la comida y la ropa limpia en un cesto, dentro  del cual ponía la Eucaristía dentro de un pañuelo. La Eucaristía la conseguía a través de la red que se creó en la ciudad de socorro blanco que escondía a los sacerdotes, religiosos y religiosas por las casas. Durante los tres años de Guerra, como si fueran las catacumbas, se continuó celebrando Misa de escondidas por la ciudad. Siempre con sumo sigilo. Se repartía la Eucaristía de escondidas. Gracias a contactos, la gente se confesaba con los sacerdotes repartidos por las casas. Incluso de paisano y aprovechando horas intempestivas se viaticó a enfermos y se celebraron matrimonios religiosos en las comedores de las casas particulares. La mañana del 1 de septiembre de 1936 el Dr. Samsó aun pudo comulgar.

Aquella noche del 31 de agosto al 1 de setiembre, el gobierno municipal constituido por una coalición formada por ERC y los socialistas se asustó y intentó frenar a la Malatesta negociando a la baja el número de los que tenían que matar. Tocando fondo en el tira y afloja, se llegó al callejón sin salida. La muerte del Dr. Samsó se convirtió en la moneda con que acallar el hambre de muerte de la Malatesta y en rescate con que salvar la vida del resto de los encarcelados.

Por la mañana, el coche fantasma, el Lancia con que se hacían los “paseos” al Coll de Parpers, arrancó con tres o cuatro miembros de la policía del Comité de Salut Pública que tutelaba desde el 20 de julio al Gobierno municipal. Delante de la cárcel llamaron, se les abrió la puerta y se les sacó al preso Samsó. Un puro formalismo administrativo. Maniatado, la comitiva emprendió camino al cementerio dentro del “auto fantasma”.

El Gobierno municipal sabía de todo ello y miró hacia otra parte. No podía hacer nada. Se recogía el fruto de haber alimentado con discursos demagógicos años y años a los mas desgraciados intelectual y moralmente. La Malatesta era el fruto de aquel mundo donde la conciencia moral hacía tiempo que había muerto. Aquella sociedad  subterránea que en nuestros lares se apuntó a la FAI y en la Alemania Nazi a las S.S.

Los políticos que formaban el equipo de Gobierno del Ayuntamiento había jugado con este mundo de desgracia material y espiritual. Se habían presentado como sus valedores con un discurso maniqueo que había simplificado las causas de su miseria. Y gracias a ello, habían alcanzado el poder. Ahora se encontraban que sus hijos, los milicianos, con la lógica que habían aprendido de estos políticos, habían tomado el poder real desde el 20 de julio. Y lo iban a ejercer con mucha mas coherencia que sus maestros.

Concejales como el socialista Jaume Comas , al cual el PSC actual, inconsciente, le dedicó una calle, habían difundido entre "las masas" la argumentación marxista de que el catolicismo era el opio del pueblo que les adormecía e impedía levantarse contra el capital. Habían llenado de gasolina los estómagos y los corazones vacíos de los más desgraciados. Y ahora el fuego de las armas del alzamiento de los militares de Marruecos, la madrugada del 17 al 18 de julio, los había encendido.

Este fue el juego inmoral y antidemocrático a que había jugado la coalición (Frente Popular) que controlaba el Ayuntamiento. Presentar al adversario como el mal, sin atender a razones. Puro maniqueísmo. ¿Acaso no es esta la estrategia de los totalitarismos del siglo XX?. ¿Acaso no hay mucho de ello en la estrategia de los forjadores de la “memoria histórica” que tenemos que soportar ahora y aquí? El estilo “gótico” de ciertas niñas no es sino el reflejo difuminado y diluido de ciertas camisas negras, el vestuario de los que viven en un mundo donde la muerte se convierte en una regeneración. El vestuario del nihilismo y la desesperación. 

Atado, el Dr. Josep Samsó subió las escaleras del cementerio seguido de su pelotón de fusilamiento. Una cuesta hasta la parte más alta desde donde había una esplendida vista de la ciudad, de la parroquial de Santa María y del mar. Llegados a la parte más alta, todos pararon. El Dr. Samsó con voz tenue pidió que no hicieran nada a su madre y a su hermana, que les perdonaba por lo que iban a hacer, que no le vendaran los ojos, que quería morir mirando la ciudad y su muy querida basílica de Santa María. Luego se adelantó y pidió permiso para abrazar a cada miliciano. Solo uno se negó. En ese momento, el Dr. Samsó identificó a otro. Era un gitano a quien a veces hacia dado una caridad cuando éste le había visitado en el despacho parroquial. 

Cuando el médico forense levantó el cadáver al cabo de unas horas, certificó que solo habían dos orificios de entrada de bala. Los dos en el cráneo. Correspondía al que disparó el miliciano que no se dejó abrazar y al tiro de gracia que este mismo disparó después. Todo esto lo vio un joven de 17 años –antiguo monaguillo de Santa Maria- que permanecía escondido detrás de un ciprés y que se había subido a un panteón. Una intuición al ver como sacaban al Dr. Samsó de la cárcel le había llevado al cementerio junto a un amigo suyo. Años después, testificaría en la causa de beatificación.  

A las dos de la tarde de aquel 1 de setiembre de 1936 el cementerio de Mataró estaba lleno de gente que había subido a ver al Dr. Samsó muerto. Un joven de la funeraria, Lladó, se arrodilló ante él y le besó la frente y rezó un padrenuestro pidiendo perdón a Dios por lo que se había hecho. Carme Plana recogió una poco de tierra que estaba manchada de la sangre derramada. Esta reliquia se conserva en la parroquial de Santa Maria.


Inminente beatificación del Dr. Samsó (25/10/2009)

La “Congregación para las causas de los Santos” ha dado el visto bueno para que la beatificación del párroco-mártir de Santa María de Mataró tenga lugar el próximo sábado 23 de enero en el transcurso de la celebración eucarística que a tal efecto tendrá lugar por la mañana en su muy querida basílica parroquial de la que era titular.

Que la beatificación del Dr. Samsó tenga lugar además en pleno Año Sacerdotal nos llena de inmenso gozo, pues su vida constituye el más transparente reflejo de todas las virtudes cristianas y sacerdotales que en este 150º Aniversario de la muerte de San Juan María Vianney la Iglesia trata de festejar y proponer a imitación. El Cura de Ars pasa de ser patrón y modelo para los párrocos y pasa a serlo para todos los sacerdotes.

Desearía de la misma manera que este primer boceto de la vida del Dr. Samsó (seguirán otros, especialmente sobre las circunstancias de su martirio) sirviera para que la figura del Dr. Samsó pasara de ser una figura desconocida para la inmensa mayoría de nuestros lectores, especialmente de España y los países hermanos de América, y así llegasen  a conocer, a amar y a invocar  a este que ahora es elevado a la gloria de los altares, proponiéndosenos su vida como  digna de emulación.

Su infancia y formación

Nacido en Castellbisbal, pueblecito barcelonés de la comarca del Bajo Llobregat el 17 de enero de 1887 y bautizado en su parroquia de San Vicente el día 22, fiesta patronal de la misma, el pequeño Josep será el mayor de dos hermanos que tras la muerte de su padre, farmacéutico de profesión, se trasladan junto a su piadosa y laboriosa madre, modista de oficio, a la vecina población de Rubí, donde residía su tía Joaquina, casada con Domingo Margenat, familiares que a partir de aquel momento  les brindaran toda su ayuda y cariño. En Rubí, mientras su hermana Montserrat se educará en el Colegio de las Teresianas, el lo hará en la Escuela de los Hermanos Maristas. Pronto sintió la vocación por el sacerdocio y será el ejemplo y la ayuda del vicario de Rubí, Mn. Fenollà, que empezó dándole las primeras clases de latín, y del sucesivo vicario Mn. Cañís, que dejó una fuerte impronta espiritual en el joven Josep, lo que acabaría de marcar su generosa e ilusionada entrega vocacional.

Su entrada en el Seminario aún como alumno externo, no estuvo acompañada de muy buena salud física, tenía frecuentes hemorragias nasales, con diagnóstico pesimista y alarmante, hasta que por fin, por las oraciones diarias de su desolada madre a los pies de Ntra. Sra. del Sagrado Corazón en su santuario de Barcelona y las atenciones médicas del Dr. Esquerdo, se recupera y puede ingresar como interno en el Seminario Conciliar de Barcelona. Allí fue el primero en piedad y tesón para el estudio, ejemplar en el comportamiento y modelo acabado de todas las virtudes que deben adornar a un seminarista. “Todo él –recordaba Mn. Lluís Urpí- se orientaba hacia una perfecta formación sacerdotal: oración, estudio y apostolado”. En el Seminario fue prefecto de los más jóvenes (“Ayo” de la sección de “Orioles”). Sus condiscípulos ya le decían en aquellos días: “Tu serás el hombre de la línea recta”.

En 1905 el Papa San Pío X publicó la encíclica “Acerbo nimis” sobre la catequesis que tan gran impacto causó entre los seminaristas mayores, estos se repartían las parroquias de Barcelona los domingos por la tarde para colaborar y hacer prácticas en la enseñanza del catecismo. Al joven Samsó le tocó San Pedro de las Puellas, donde enseñó la catequesis dominical con ilusión y ardor. Allí seguramente nació aquella gran predisposición hacia una de las facetas más apostólicas de su vida sacerdotal que años más tarde le valiera la elogiosa frase del obispo-mártir Dr. Irurita: “Es el primer catequista de la Diócesis”.

En octubre de 1909 el Dr. Laguarda, recién llegado a Barcelona, pidió a los superiores un alumno como “familiar”. Unánimemente propusieron a Samsó que recién llegado de la Pontificia de Tarragona no tenía la edad canónica para la ordenación. Consultado con su director espiritual, el oratoriano P. Genís, quiso declinar el ofrecimiento afirmando “que no era esa su vocación” aún asegurándole su filial obediencia. Este, sin oponerse a su vocación, lo asumió como paje hasta que pudiera encontrar sustituto.

Por fin, llegó el gran día para Mn. Josep: fue ordenado sacerdote el día 12 de marzo de 1910 por el Dr. Laguarda y celebró su primera misa el día de San José en la Capilla del Centro Obrero Catequístico de la Sagrada Familia, en la calle Calabria. Manteniendo el luto por la muerte de su padre en su infancia, esta fue rezada y sin ningún otro tono festivo que unos cantos del Coro infantil del Centro.

Vicario de Argentona y Párroco de San Juan de Mediona

Reiterando su voluntad de dejar el honorable cargo de “familiar del prelado”, el Dr. Laguarda lo nombra vicario coadjutor de San Julián de Argentona. Allí se distinguió entre otras cosas por aumentar y mejorar la enseñanza del Catecismo, revelándosele así una las facetas más sobresalientes como pastor de almas y sacando a la luz todo el aprendizaje acumulado durante su época seminarística. En Argentona el vicario Samsó se distinguió por la dirección espiritual y el fomento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Por la predicación de Ejercicios, por dar vida a las Conferencias Vicencianas, al Apostolado de la Oración y las Hijas de María. Fundo el patronato de San Isidro para recreo y esparcimiento de hombres en los días festivos.

En 1916, y tras oposiciones, le fue otorgada la pequeña parroquia de San Juan de Mediona, conocida también como “de Conilles” en el Alto Panadés.

Allí llegó como signo de contradicción, no siendo aceptado por sus feligreses en desacuerdo con el cambio. Él no se desanimó: se les fue ganando con la oración, el sacrificio y la tenacidad en el trabajo, empezando desde cero y tratando de llegar a todos.

Ecónomo-Arcipreste de Santa María de Mataró

En el mes de agosto de 1919 muere el Dr. Josep Roig Casanellas, párroco de Santa María y el  Sr. Obispo Dr. Reig le propone a Samsó nombrarlo para esta vacante. El, después de consultarlo a su director espiritual, acepta el nombramiento. Cuatro años más tarde, y tras las oposiciones convocadas por el Dr. Guillamet, nuevo obispo de Barcelona, será ratificado en el cargo.

En los 17 años que gobernó esta Parroquia, tuvo ocasión de manifestar su gran espíritu, personalidad y vocación de Cura de almas.

Es necesario citar algunas de sus actividades: impuso estricta puntualidad en los horarios de misas y sacramentos, procuró el esplendor del culto fomentando el canto litúrgico y popular, consiguió el titulo de Basílica Menor para su iglesia parroquial, desplegó su celo catequístico, predicó incansablemente Ejercicios para hombres, asiduo en el confesionario, discreto director de almas fomentó las vocaciones, organizó el Apostolado Seglar en sus múltiples ramas y se constituyó en padre de los pobres de Mataró que en cualquier momento y circunstancia encontraban en él una mano tendida, sin hacer ninguna distinción ideológica de personas.

Tras los disturbios ocurridos en octubre del 34 en el que un comité armado entró en la Basílica obligándoles  a él, a dos sacerdotes más  al campanero y al sacristán mayor a amontonar sillas y manteles incendiándolos acto seguido con gasolina. Corriendo el peligro de quedar asfixiados todos salieron a punta de pistola hacia la casa parroquial. Sofocado el incendio por unos vecinos, la “vox populi” citaba un apellido muy conocido en Mataró como autor de los hechos. Citado más tarde a declarar, sobre los hechos acaecidos aquel día, el Dr. Samsó disimulando, declaró que no conocía a ninguno de los que incendiaron la iglesia.    

(continuará la próxima semana)


Liberarnos de ellos (18/10/2009)

Quizá sorprenda el título que he elegido para este artículo pero ningún otro puede expresar el objetivo de nuestra acción que esta meta: liberarnos del peso que supone para nuestra Iglesia el hecho que personalidades como el Cardenal Martínez Sistach y el P. Lluís Magriñá, provincial de los jesuitas, permanezcan en los cargos que ostentan por mucho más tiempo. Hay que recordar, a este efecto, que el P. Magriñá es vocal del Instituto Borja de Bioética, institución que cuenta como Presidente y Vicepresidente a los jesuitas P. Francesc Abel Fabre y P. Artur Juncosa y cuya gestión administrativa está a cargo de la Compañía de Jesús representada en la persona del P. Ricard Alegre Mora, aunque en las últimas horas se hayan afanado en cancelar su nombre de la página web junto al del escolapio Ramón Mª Nogués. Permanecen aún, quizá por testaruda decisión propia, el Hno. Pascual Piles, provincial de los Hospitalarios de San Juan de Dios y el Hno. Miguel Martín de la misma congregación.

El IBB ya se hizo famoso en el año 2005 por una declaración a favor de la despenalización de la eutanasia que ya levantó polvareda en su momento.

El P. Magriñá fue uno de los fundadores y directores de la ONG Intermón, la misma que en agosto de 2008, y según relataba nuestro amigo Antoninus Pius en su artículo del 13 del susodicho mes, denunciaba  la falta de acceso al  condón femenino.

El P. Magriñá ha sido el delegado de educación de los jesuitas en Cataluña y fundador de “Jesuitas Educación”, la red de centros docentes de la Compañía en Cataluña. Imaginaos por donde van las cosas…

El Cardenal Martínez Sistach además, mantiene una sólida amistad con el P. Magriñá que le lleva a un frecuente y habitual trato, tanto que como Germinans relatase en su día, en uno de los “tête-à-tête” entre ambos, Magriñá saliese asombrado del encuentro por la insistencia monotemática del cardenal entorno a Germinans. Cuestión que a la salida comentara con varias personas por lo inusual del caso.

Sistach y Magriñá, ambos en sus respectivos cargos, forman un carril binario letal para la Iglesia en Cataluña, del cual debemos liberarnos, porque únicamente la conquista de esa libertad nos conducirá a lo esencial que necesitamos como creyentes: la pureza transparente del Evangelio.

En ello se encuentra la única llave maestra capaz de abrir la puerta de la auténtica renovación de esta Iglesia que nos ha tocado vivir, en una Cataluña cada vez más vacía, confusa y llena de contradicciones. Necesitamos un norte, pastores y líderes cercanos, que nos indiquen el camino en unos tiempos de fuertes sacudidas y de grandes perplejidades. Tiempos cambiantes de crisis y titubeos, y de búsquedas. Tiempos que necesitan una vuelta a lo esencial. Tiempos harto difíciles y necesitados de razones auténticas para avanzar.

Todas nuestras acciones, incluso las más desconcertantes y las que pueden causar mayor perplejidad, deben ir encaminadas a esa conquista que no es si no la conquista de lo genuinamente  católico y, en definitiva de Dios, plenitud en lo sencillo, sencillez en lo pleno.

Hemos de tener la osadía de enseñarlo y dejar en Cataluña una comunidad católica que lo perpetúe testimonialmente incluso en un pontificado difícil y complicado como el de Martínez Sistach empecinado en no acometer reformas ni en afirmar la autoridad doctrinal del magisterio eclesial.

La Santa Sede debe entender que nosotros debemos anunciar el Evangelio a un hombre moderno al que, de por sí, le resulta difícil penetrar en la experiencia cristiana y explicarla.

Pero si junto a ello, hemos de luchar contra la presión racionalista y la pretendida omnipotencia cientifista de estos sacerdotes y religiosos (Pousa, Forcades, IBB) la partida la tenemos perdida en favor del escepticismo.

Estos hechos y estos personajes no son únicamente un hecho anecdótico, son un símbolo. Y no podemos separar  el símbolo del hecho, porque perderíamos el significado de ambos.

Esta es la Cataluña convulsionada eclesialmente que vivimos y que intentamos reformar desde su interior con el Evangelio de Cristo.

Entretanto Sistach sigue con sus “planes pastorales” presentando un panorama de oasis tranquilo, haciendo el doble juego, mostrándose como un hombre de buen carácter, conciliador, buen administrador, excelente diplomático y fiel admirador  del Papa, y muy especialmente amigo de “esta sociedad civil” a la que dice, querer servir.

Esta imagen no posee el menor parecido con la realidad. Y ya es hora que la Iglesia en Cataluña, tras muchos años de convulsiones, vuelva a recobrar la normalidad y el equilibrio. Las aguas han de volver a su cauce y la renovación de la sociedad y la Iglesia tiene que cobrar una estabilidad importante para su desarrollo.

Nosotros no cambiaremos nuestro trabajo, seguiremos siempre con nuestras actividades y veremos como nuestro grupo se hace cada vez más numeroso de año en año.

No cabe duda que se trata de una época de consolidación para Germinans. 


Balneolas in territorio Bisuldunense quae est super fluvium Sterria (28/09/2009)

Así citan los cronistas del emperador Ludovico Pío, mientras van describiendo las poblaciones sujetas a los diversos condados de la Marca Hispánica, a la entonces villa de Bañolas “en el territorio de Besalú que se encuentra sobre el río Terri”.

Hoy en día Banyoles, provincia y diócesis de Gerona, es una pujante capital comarcal a orillas de su muy famoso Lago, que atrae un nada despreciable contingente de turistas y visitantes que desde la Costa Brava, donde colocan el cuartel general de operaciones, destinan una jornada a realizar alguna visita cultural y de esparcimiento.

Camino de la maravillosa villa de Besalú, y tras detenerse en el estanque en cuestión (L´Estany) suelen hacer una breve incursión por el interior de las murallas medievales de la Villa. Visitar la Plaza Mayor, el carrer de les Escrivanies o el carrer Nou, con sus mansiones góticas del siglo XIII es un auténtico lujo. Mayor privilegio resulta visitar el viejo  Monasterio de San Esteban y la Parroquial de Santa Maria dels Turers, auténticas joyas del gótico catalán.

Pero realizando una visita a ambos templos he descubierto en estos días las influencias litúrgico-estéticas de nuestro ya consolidado amigo el canónigo Joan Baburés Noguer, el primer delegado diocesano de Liturgia que anticipándose a cualquier otro y en nombre de su Obispo diocesano, Mons. Soler Perdigó, que según manifestaba, bendecía la susodicha declaración, declaró con rotundidad en las horas sucesivas a la publicación del Motu Proprio “Summorum Pontificum Cura” que tal decreto no se implementaría  en la diócesis gerundense.

En primer lugar noté que el retablo gótico del monasterio de Sant Esteve, situado en el presbiterio, se encontraba protegido por unos vidrios blindados (quizás de metacrilato, no soy experto) que reposaban sobre unas enormes vigas de acero negro que se incrustaban en la pared de un lado y otro del ábside. Lo único que es de agradecer en esa desagradable solución estética es que dos cartelitos te animan a encender las luces y poder contemplar el susodicho retablo  convenientemente iluminado.

¿Y el altar? No existe. El antiguo altar fue desguazado y en su lugar ha sido colocado un cuadrilátero de madera, no se puede llamar mesa, revestida de un tapete de lana verde, muy parecido al fieltro de las mesas de billar, que por los cuatro costados del “cubo” llega hasta el suelo y lo camufla.

La tendencia por esos altares-cubos iniciada hace más de 30 años aún se vuelve más extrema en muchos, cuando se une a la obsesión de desfigurar el presbiterio frontal y colocar los altares cubos bajo la cúpula y el crucero, en el caso de las iglesias barrocas ,casi en el centro de la iglesia, como es el caso de la gerundense parroquia de Calella de la Costa, y hacer así la misa “más participativa” y asamblearia. O adelantándolo y colocándolo en la nave en medio de una tarima como de hecho sucede en la hermosísima  parroquia de “Santa Maria dels Turers” de Bañolas, pero sin arrinconar el concepto cúbico-cuadrilatero.

Pero hoy en día, desde Roma llegan aires nuevos. El carácter cósmico de la liturgia, que tanto nos une ecuménicamente a los hermanos separados orientales, es una constante  en el pensamiento de Benedicto XVI y en los círculos romanos es conocida por todos su voluntad de reorientar los altares “ad orientem”, volviéndose hacia el Señor y simbolizando así el carácter ministerial del sacerdote que, como cabeza del rebaño del Señor, recoge las oraciones del Pueblo de Dios (expresión por otra parte tan agustiniana y conciliar como del gusto de Benedicto XVI) y presenta el sacrificio eucarístico como pontífice.

Vayan pues preparando escarpa, cincel y maceta todos los párrocos y liturgistas si quieren estar a la última y no quedarse “encarcarados” (anquilosados) añorando años pretéritos.

Además hay que en estos momentos de crisis hay que dar trabajo a albañiles y marmolistas de nuestros pueblos y barrios. Tenemos que fomentar el empleo.

Y sobretodo hay que estar “à la page”, llega una “nouvelle vague”, así que: ¡recalcitrante carca el último!

Los tiempos adelantan que es una barbaridad: ¡Viva la modernidad!


Turull, docente del Tratado de Gracia (21/09/2009)

Fueron algunos lectores quienes en otra ocasión habían subrayado cómo resultaba del todo inapropiado y casi provocativo que sobre el rector del casi finiquitado Seminario de Barcelona y ahora flamante canónigo (pero también 5 cargos más) Mn. Josep-Maria Turull Garriga, recayera la responsabilidad docente de la materia “Praxis: Economia, Secretaria y Recursos” dentro del marco del “Curso de Preparación al Ministerio” de la Facultat de Teología de Catalunya.

Pero este año se ha dado un paso más y si cabe más provocativo y peligroso. El discípulo “roviriano” –Rovira Belloso ha sido siempre su mentor y protector-  y cateado romano,  el no-doctorado Josep Maria Turull será el docente del importantísimo Tratado De Gratia, hoy llamado por los modernos “Antropología Teológica II”. Y eso sí que supone un gravísimo peligro para los estudiantes de Teología y en consecuencia también para los futuros sacerdotes de toda Catalunya.

La estructura de la asignatura tal como es presentada y concebida constituye un gravísimo perjuicio en la formación teológica de los alumnos.

Turull, calcando y haciendo seguidismo de su maestro Rovira, parte de postulados antropológicos rahnerianos. De hecho todo el esquema de los teólogos cuya bibliografía son la base del curso, Ruiz de la Peña y González Faus, reposa en la nueva concepción antropológica de la persona predicada por Rahner. No voy aquí a detallar todo el estado de una cuestión que fue magistralmente tratada por el padre Cornelio Fabro en su famosa obra “La svolta antropologica di Karl Rahner” explayándose en todas las consecuencias que ese viraje en la concepción antropológica de la persona conlleva.

Además Turull recurre como bibliografía al Tratado de Gracia del hoy Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el P. Luis Fernando Ladaria que aunque es generalmente aceptable, pero que en su parte primera (sobre el pecado original), aunque representa un empeño teológico serio, contiene elementos discutibles importantes: sobre todo, difícilmente se puede compaginar con la doctrina católica el poner en tela de juicio la historicidad del estado de santidad original.

Lo mismo ocurre con los teólogos Flick y Alszeghy que presentan graves inconvenientes doctrinales pues admiten sin más el poligenismo , la personalidad colectiva de Adán y la justicia original evolutiva. Además, no  salvan suficientemente la distinción entre lo natural y lo sobrenatural, ni las verdades dogmáticas sobre el pecado original y su transmisión por generación.

Las tesis sostenidas pues por ellos sobre el monogenismo, la justicia y el pecado original se contraponen a Trento y en especial al  Decreto. super peccato originali   (Dz 787-792) , pero también a la  Encíclica de Pío XII  Humani generis, 12-VIII-1950 ( Dz 2328).

En relación al tema de la inhabitación de la SS. Trinidad en el alma en gracia, Flick y Alszeghy  son poco críticos a la hora de tomar postura, especialmente ante la teoría de la cuasi formalidad, que supone una cierta aproximación al panteísmo (cfr. sobre esto: Pío XII, Enc. Mystici Corporis, 29-VI-1943: Dz 2290).

Además muy del gusto de Turull, recurre a menudo a los postulados  de un teólogo de la Urbaniana como Gianni Colzani no creemos que precisamente en la línea del que fue grandísimo profesor de esa prestigiosa Universidad Pontificia en Roma.

La obsesión por presentar un concepto ecuménico de la gracia le hace recurrir a los postulados del docente del Seminario Diocesano  de Brescia, D. Angelo Maffeis, miembro de Consejo Ecuménico de las Iglesias y de la Comisión Internacional para el diálogo católico-luterano. Un despropósito.

En nuestros días hay que reavivar la exposición de la dogmática católica recurriendo claro está a los Padres y a la Sagrada Escritura y garantizando la apertura y el tomar en consideración nuevas preguntas pero considerando que la fe de la Iglesia se comunica con conceptos definitivos, estáticos, que definen verdades perennes. En cambio, la mayoría de las posturas teológicas que defienden estos autores, considera que la fe de la Iglesia se ve revelando en un proceso dialéctico a través de la historia.

Desde Germinans protestamos y denunciamos ante el Gran Canciller, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo Dr. Martínez Sistach, máximo responsable de la “Facultat de Teologia de Catalunya”, por haber asignado este curso al canónigo Turull, poniendo en juego, poca broma, la sana formación teológica de los estudiantes y de los futuros sacerdotes.

Por nuestra parte haremos llegar, por los debidos y más directos conductos, a la Sagrada Congregación de la Educación Católica, un detallado informe sobre esta importantísima cuestión que afecta a todas las diócesis de Cataluña

Entretanto los obispos de Cataluña,  no pueden conformarse en poner filtros y matices a lo enseñado y aprendido por sus seminaristas en esta asignatura, como en tantas otras, en las Facultades eclesiásticas. Deben pedir responsabilidades al Canciller y al Decano sobre los contenidos y los docentes que imparten las materias. Es su derecho, es su responsabilidad, es su deber…


La mona de Antoñito Matabosch (7/09/2009)

En  el mes de Agosto de 1945, el Colegio Ntra. Sra. de Loreto en cuyo parvulario creció y recibió sus primeras enseñanzas el niño Antonio Matabosch Soler, publicó la poesía premiada en los Juegos Florales Infantiles y compuesta por el susodicho con apenas diez años.

Un fidelísimo lector, no creemos que muy devoto de la personalidad y figura del líder en acumulación de cargos de la Archidiócesis de Barcelona (18 por más detalle), nos lo envió durante este mes de agosto y estoy convencido que a pesar del gran espacio de tiempo que nos separa de aquel entonces, refleja a la perfección el talante, la personalidad y la actuación del “amiguet” de nuestro n.s.b.a. Arzobispo el Cardenal Martínez.

 

No estoy seguro que “el ser goloso” sea el defecto capital o el vicio dominante (en un lenguaje jesuítico de antaño) del contable Matabosch, aunque confiese sea así.

De entre los públicos, la pereza y vagancia es aún mucho más proverbial en un hombre que como Matabosch siempre ha sido como los abejorros negros (borinot): no ha pegado nunca golpe en ninguna parroquia, sólo ha hecho que merodear por aquí y por allá sirviendo a sus propios intereses y lujos.

No nos extraña pues que el gracioso Pinocho cayese de su mona y se rompiera, mientras le guiñaba el ojo en señal de complicidad, pues la vida de Matabosch ha sido una gran mentira, un gran engaño. 

Matabosch, el hombre de confianza de Sistach, es un hombre ambicioso y cruel, que actúa económicamente sobre las parroquias por razones ideológicas, ensañándose hasta con los párrocos más mayores y de salud más delicada, o los que están más solos y se sienten más débiles. Por un duro es capaz de vender a su padre. Ya escribía bien cuando se decía así mismo en aquellos años: “Todo es para ti, Antoñito”

Su avaricia proverbial ha sustituido en el refranero popular  el famoso dicho ser “avaro como un judío” por  “ser un Matabosch”.

 Y lo malo es que nuestro n.s.b.a. Arzobispo comparte plenamente todos sus planteamientos y hasta él mismo se relame y regodea con los usureros frutos de su gestión. Y aunque sea más que evidente que mientras “como dos buenos amigos, comen escondidos sin que les vea mamá”, aquí nos tienen a nosotros que sí les vemos y no tenemos pelos en la lengua para contarlo.

Y que no esperen nada bueno para el futuro, porque deben dar por seguro que aunque vivan “montados en el euro” en un futuro nada lejano “veremos sus caras lloronas, tristes y sin mona”. 


Dar prestigio a Solsona: El ministerio episcopal de Don Vicente Enrique (29/08/2009)

Abierta la cuestión sucesoria en la sede celsonense, tal como Oriolt refería en su artículo de este mes de agosto, y habiendo encontrado este tema eco entre los lectores de “La Cigüeña de la torre”, que se hizo eco del artículo,  así como también algunos comentarios circunstanciales referidos a Mons. Vicente Enrique y Tarancón en  un breve post del mismo Fernández de la Cigoña, dando la noticia del fallecimiento de Don Joaquin Ruiz-Giménez, he decidido redactar este artículo en el intento de evidenciar como el ejercicio del ministerio episcopal de Don Vicente Enrique durante los casi 19 años que pastoreó la diócesis de Solsona (1945-1964) fue de tan alto calibre y dignidad, de tal altura de miras y de tal dedicación y entrega, que cómo él mismo refería al final de su vida “constituyó el más hermoso y fecundo periodo de su ministerio episcopal”. Nunca como en Solsona, aquel sacerdote diocesano de Tortosa, inteligente e ingenioso, sensible y paterno, que compactaba una erudita formación teológica con una honda espiritualidad sacerdotal, sería lo que ha de ser un obispo católico: un gran Pastor del pueblo a él encomendado.

Pero es imposible comprender a Mosén Vicente Enrique desconociendo los que fueron sus raíces humanas y sus primeras vivencias sacerdotales. Nacido en una tradicional familia rural de la Plana castellonense, en la muy laboriosa Burriana, su temprana vocación sacerdotal encuentra su canal de encauce en el entonces prestigioso Colegio de San José , primer centro de formación de vocaciones fundado en su ciudad de Tortosa, por aquel tenaz y piadoso sacerdote que fue San Manuel Domingo y Sol. El estilo de aquellos Operarios Diocesanos de antaño, herederos espirituales e hijos de Mosén Sol, de honda espiritualidad eucarística y fuerte devoción mariana marcó el alma de aquel joven sacerdote que una vez ordenado sacerdote cursó sus estudios de licenciatura y doctorado en la Pontificia de Valencia.

Ejerciendo como coadjutor y organista de la Arciprestal de Vinaroz conectó con el pueblo sencillo al que pertenecía, descubriendo las ingentes necesidades que este tenía de formación cristiana y organización laical ante unos tiempos que mucho iban a exigir a la Iglesia. El entonces obispo de Tortosa, el sociólogo Monseñor Félix Bilbao, descubrió las enormes capacidades personales del Dr. Enrique y Tarancón y lo envió en 1931, a penas iniciada la República,  a la Casa del Consiliario en Madrid para conectar con el espíritu de  la Acción Católica. Al estallar la Guerra Civil, su estancia en Galicia, en la diócesis de Tuy-Vigo le permitió ahondar en aquellas deficiencias del laicado español y sensibilizarlo de por vida en esa realidad. Fue allí donde elaboró la primera edición de su “Curso Breve de Acción Católica” que tanto prestigió le valdría. Acabada la contienda y apenas liberada Vinaroz en 1938, fue su Arcipreste por cinco años, pasando en 1943 a ser nombrado párroco de la Arciprestal de Villarreal. En esos 7 años que van desde 1938 a 1945, Mn. Vicente toma conciencia por una parte de las profundas divisiones y resentimientos que nuestra contienda ha causado en el pueblo español y por otra parte el terrible abismo que separa a pobres y ricos en aquella sociedad de posguerra. Un ejemplo de su empeño en cicatrizar esas heridas y de sobrepasar las terribles distancias sociales que aún dividen socialmente al pueblo cristiano lo encontramos en su determinación en eliminar las rencillas y rivalidades entre las dos Congregaciones villarealenses, la de la Purísima, a la que pertenecían las clases más acomodadas, y la del Rosario, de las clases populares. La división entre familias “purisimeras” y “rosarieras” de Villareal, plasmaba la división social de su feligresía, amparándose en una desviada piedad mariana: ser de la Purisima o del Rosario era determinante a la hora de contraer matrimonio, o de departir con las amistades. Eso no podía continuar. Don Vicente, el arcipreste de Villarreal, obligó a las dos Congregaciones a participar mutuamente en los cultos de ambas cofradías, a no denigrarse ni en público ni en privado y a mostrar su cívico respeto y su caridad cristiana. Fue una muy meritoria aportación de Don Vicente a favor de la reconciliación entre hermanos, aspecto que le acompañaría toda su vida. Su labor sacerdotal en Villarreal , su sólida formación doctrinal y su rica experiencia pastoral, le valieron el ser nombrado en 1945, obispo de Solsona, constituyéndose  así en aquel entonces, con 38 años, en el obispo más joven de España.

Solsona no fue una diócesis fácil para el Dr. Vicente Enrique. Es cierto que era una diócesis rural pero no era la pujante Plana castellonense ni su clero como el clero dertosense de preguerra ( recordemos que la entonces diócesis tortosina comprendía junto al territorio actual, casi la totalidad del territorio de la provincia de Castellón, exceptuando la montaña segorbitana) con una gran tradición teológica, espiritual, musical y artística.

Don Vicente conectó con el pueblo fiel, hablando en su lengua vernácula, que era entrañablemente la propia, y mostrando especial sensibilidad hacia los problemas humanos del rebaño a él encomendado. Y eso a pesar del clero solsonense, de formación más que deficiente, y siempre tendente a pensar más en sus propios intereses que en los  de su grey. Esa deficiencia trató de subsanarla Don Vicente haciendo incontables sacrificios para enviar a muchos de sus sacerdotes a estudiar a Roma y poder contar con un Seminario y un clero de mayor nivel.

Hoy en día, por sus propias características naturales y por las complejas circunstancias por las que ha pasado la Iglesia en España, en los últimos 50 años, nos hemos acostumbrado a un estilo de obispos, convertidos más en políticos o en funcionarios-administrativos, que no en auténticos  pastores de su grey.  La Carta Pastoral de marzo de 1950 “El pan nuestro de cada día”  del entonces obispo de Solsona demuestra fehacientemente que Don Vicente fue un celosísimo y valiente obispo. Poco a poco se iba perfilando, por su talla humana y episcopal, como una personalidad que estaba destinada a influir en la historia eclesial de España.

Puesto a la escucha del altísimo magisterio del Papa Pío XII, el Dr. Enrique y Tarancón, en el transcurso de 1956 publicará  sus Cartas Pastorales “Renovación total de la vida cristiana” y “¿Espiritualidad nueva? Leamos el comentario que el Dr. Jaime Bofill, Catedrático de Metafísica de la Universidad de Barcelona publicó por aquellos meses  en “Cristiandad”.

Monseñor Enrique y Tarancón, constituido a mediados de los 50 en Secretario General del Episcopado Español, se va perfilando como un obispo de una altura sacerdotal, intelectual y humana de tal calado que su prolongado ministerio en Solsona prestigió a la lacetana Setelsis y su diócesis.

Sólo su ingente tarea a favor del apostolado seglar, de la cual es una genial muestra  su obra de 1958 “Los seglares en la Iglesia”, le hubieran valido de sobras ya una alta consideración en las páginas de la vida de la Iglesia española del siglo XX.

Todas esas obras debemos estimarlas de extraordinaria importancia, porque,  salieron al paso de las exageraciones en que incurrían algunas manifestaciones del catolicismo español, planteando con energía los límites y cautelas que debían observarse, y suponiendo de hecho la incorporación resuelta de la Iglesia española a cuanto representaba de renovador y constructivo el magisterio papal del momento, suscitando un movimiento de revisión a fondo de la vida religiosa nacional, llegándose  a movilizar espontáneamente lo más saliente del catolicismo español de aquel tiempo.

Las grandes preocupaciones pastorales de Don Vicente fueron sacudir un catolicismo rutinario y formalista fuertemente ancorado en la vida eclesial de entonces así como una actuación paternalista de los sacerdotes respecto al laicado. El catolicismo español, a diferencia del más aireado y maduro  catolicismo francés o alemán, estaba marcado por una piedad individualista basada en el temor, una deficiente formación litúrgica y un temor exagerado a todo lo que tiene que ver con el cuerpo y las cosas materiales. Además la inflación religiosa producida por el catolicismo oficial ya hacía intuir que las cosas no iban a acabar bien. Además la falta de caridad en el trato con  aquellos que eran considerados “enemigos” era una  tónica más que frecuente.

Internamente se palpaba un retraso de la Iglesia española y sus instituciones respecto al resto de la Iglesia, una orientación demasiado moralista de la espiritualidad y todo ello llevaba a un divorcio entre el pueblo y unos sacerdotes tendentes al aburguesamiento, al aislacionismo y a la soledad y a un ejercicio burocrático de su ministerio. El aún joven obispo de Solsona que a penas había cumplido los 50 años, sentía esa solicitud espiritual por el conjunto de la Iglesia hispana.

Por todo ello, y más allá de lo que en ello pueda condicionar el enjuiciamiento sobre los posteriores ministerios episcopales que desarrolló en Oviedo, Toledo y Madrid, debemos afirmar que Monseñor Vicente Enrique y Tarancón, se dibujó en sus años solsonenses como un Pastor de una tal altura que prestigió indudablemente su sede episcopal.

Eso es lo que necesitamos hoy en día para una sede episcopal como Solsona: un gran Pastor.

El obispo Deig, más allá de ser un gran catequeta, se constituyó tristemente en un político más influenciable que influyente. Monseñor Traserra, encontrándose una diócesis hecha unos zorros, ha conseguido ser un buen administrador episcopal y un obispo comprensivo y buena persona, incluso para su montaraz y degradado clero. Su carácter, su edad, y su trayectoria humana e intelectual no daban para más. Merece nuestro respeto y gratitud.

Ahora necesitamos un excelente sacerdote para Solsona. Y si es posible que  ya no sea valenciano, si valenciano significa ser de la escuela de Monseñor Piris. Mucho “jijiji-jajaja” y con los nombramientos de fines de julio ha acabado colocando al progresista  Mn. Ramón Prat Pons como Vicario General. ¡Para ese viaje no necesitábamos alforjas...!

Tenemos en Cataluña sacerdotes de gran altura intelectual, de enorme talla humana y sacerdotal, de probada experiencia pastoral , con sólidos lazos y contactos con la realidad eclesial catalana, española y romana, suficientes cualidades todas ellas para auspiciar nombramientos episcopales que sirvan no para prestigiarse a sí mismos, sino para prestigiar los ministerios encomendados con una entrega generosa y plena al bien del Pueblo de Dios.

Recemos en los próximos meses para que esa renovación tan auspiciada de la realidad eclesial catalana se vea comprendida y apoyada por aquellos en los que recae la responsabilidad de la provisión de la sede celsonense.

Por el momento, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo, siempre celoso Pastor, no quiere dejar pasar su pontificado sin dejar al menos una diócesis con un obispo cuyo nombramiento se haya visto directamente influido por sus presiones. Al parecer ha elegido a Mn. Ramon Lavernié Castells, un sacerdote castellonense (de Benicarló) diocesano de Tortosa y actual párroco del Rosario del barrio tortosino de Ferrerías, para calcar para Solsona un nombramiento de características parecidas al burrianense Don Vicente. Sólo que Mosén Ramón, a pesar de ser al parecer una buena persona, no es el Dr. Enrique y Tarancón. Y ni  su expediente académico, ni sus lazos con el progresismo a pesar de su talante más moderado, ni su paso primero como vicerrector ( en tiempos de Sistach) y después como director espiritual (en tiempos de Salinas), por el destruido Seminario de Tortosa, lo aconsejan. 

Otras “sedicentes” y al parecer  ahora “sediciosas” personalidades eclesiales catalanas quisieran influir en la quimérica designación del auxiliar de Valencia Mons. Enrique Benavent. ¡Por favor, evitemos los suicidios, evitemos los suicidios! Ni en el cauce del Turia ni en el del Cardener…

Pero permanezcamos alerta, porque en ese nombramiento, tras tantos experimentos estériles y baldíos  (aunque no todos), está cifrado el futuro de la Iglesia en Cataluña.


Et dixerunt ad invicem: Manhu? (Se dijeron entre ellos: ¿pero esto que es?) (27/07/2009)

Mientras en nuestra Santa Iglesia Catedral Basílica, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo presidía la toma de posesión de los nuevos cuatro canónigos, de la cual daremos cumplida cuenta en el artículo que mañana publicará Oriolt con reportaje fotográfico incluido, algo de realmente emocionante y trascendente sucedía a muchos centenares de kilómetros.

Un joven sacerdote hijo de Barcelona, tras buena parte de su tiempo de formación y la ordenación presbiteral en una diminuta y lejana diócesis extranjera, con apenas 250.000 almas pero 28 seminaristas mayores, cantaba su primera Misa Solemne en la forma extraordinaria del único rito romano, en un hermoso santuario mariano.

Lo había hecho en la ordinaria hacía pocos días, en la Parroquia a la que ha servido pastoralmente  en estos dos últimos cursos. Esta es la corriente en la que viven muchos sacerdotes jóvenes y muchas diócesis en el momento actual: han comprendido que en la Iglesia no sólo tenemos un desbarajuste pastoral (como creen algunos) o una crisis filosófico-teológica en muchos sacerdotes que lleva al desánimo, al desencanto o incluso a la pérdida de la fe. En la Iglesia se vive no únicamente una crisis de ascesis o de espiritualidad como afirman los sacerdotes de la Sociedad de la Santa Cruz ( y San Pablo?) véase, Opus Dei. En la Iglesia Católica actual todas estas crisis están unidas por el hilo conductor de una crisis litúrgica de enorme calado, como bien nos ha querido explicar y precisar Dom Gregori Maria con su inestimable contributo científico. Lo han comprendido en Inglaterra ( lo comprendieron ya en la década de los setenta al obtener de Roma la llamada "dispensa inglesa" en lo que al Misal de Pablo VI se refiere. Lo han comprendido en Francia donde una importantísima porción de laicos, religiosos y sacerdotes, de una u otra manera, han sabido decir "hasta aquí hemos llegado". Lo están viviendo maravillosamente alemanes, suizos y holandeses, y  aunque parezca incomprensible, también aunque lentamente los italianos. Y es que en todos estos países, incluso en Italia por muy asombroso que parezca, la fe en la Eucaristía, que se concreta en su celebración pero también en la vida de piedad, se ha visto disminuir sensiblemente entre el conjunto del pueblo cristiano.

Mossén Exilio, vamos a llamarlo así, vivirá si Dios quiere, una gran revolución (no sé si pacífica) en la Iglesia del futuro. Revolución silenciosa pero no silente, protagonizada por el privilegiado pontificado de Benedicto XVI. Tendrá la muñeca rota pero sabe tomar el pulso de la Iglesia y conducirla lenta pero eficazmente hacia la necesitada renovación en la línea de la continuidad con la Tradición.

En nuestro país, que vive una etapa de ceguera y cobardía social y eclesial inexplicable, el reino de los mediocres impera como manda la llamada cómoda vía media de estos obispos "conservadorines" , "te quiero pero no me toques", "opusinos satisfechos amigos de la mammona" "tápame las vergüenzas" y "que le voy a hacer si soy gallina". Y no hay más. Cinco repartos como los declarados vagones de la vieja Renfe. Cinco eran cinco.

Suerte que lo que nos llega ´por detrás, al menos desde el resto de Occidente es diferente. A ver si esta España ciega, inculta y retrógrada se da cuenta de una vez.

Necesitamos un laicado y unos sacerdotes que no se busquen a sí mismos, que estén despojados de cualquier otra ambición que no sea la gloria de Dios y el bien e la Iglesia. Que detesten el carrerismo trepa. Que sepan sacrificar su vida y darla por alguna causa noble y justa. Y sólo es boquilla. Y es que nuestra causa es la más noble y justa: es la causa del Evangelio.

Cuando no existe este espíritu de oblación, sacrificio e inmolación, y esto se vive en comunión con el Cristo que incruentamente se ofrece de  en cada Misa, los sacerdotes empiezan a perder su identidad y con ella, la ilusión por su sacerdocio, el brillo en la mirada que tenían el día que cantaron Misa junto a sus padres, sus amigos y condiscípulos. Como Mn. Exilio, que en exilio no está porque se ha ordenado con los altos ideales de no servirse a sí mismo, sino de servir a la Iglesia que lo ha engendrado a la fe y al sacerdocio.

Ad multos annos, pater! Y un memento por Germinans y especialmente por el presbiterio de Barcelona y por las vocaciones y nuestro tristísimo Seminario  (con el Cardenal Arzobispo haz lo que quieras. "In ogni modo non atacca!" como dijo Juan XXIII tras las oraciones por la muerte de un cardenal de triste reputación. (De todas maneras no servirá de mucho).

Prepararemos tu regreso, como el de todos los que marcharon y aún tendrán que marchar Y con vuestro regreso un día, la esperanza de la Iglesia que no puede morir ni morirá y que un día reverdecerá. A pesar de los malvados que nos gobiernan.

"Venite benedicti, ite maledicti" tendremos el gozo de escuchar. Y no será que Dios no les brindó oportunidades para convertirse. Dios actuando y ellos reuniéndose para darse beneficios y dignidades. Será entonces cuando la legión de los ángeles y los santos que ahora nos contempla, se admirará y hará manifiesta su admiración por las obras del Dios.
Entonces será el "Te Deum" definitivo...


Ni crisis ecológica ni cambio climático: Virgilio habla de la conciencia ante lo efímero de la existencia. (13/07/2009)

En su Carta Dominical de ayer, nuestro n.s.b.a. y Cardenal Arzobispo Mons. Martínez Sistach, afirma: 

San Pablo, en su carta a los Romanos, contempla un mundo que sufre dolores de parto esperando su liberación y el poeta Virgilio se acercó a esta visión con aquel famoso medio verso de la Eneida que dice “Sunt lacrimae rerum”, que podríamos traducir diciendo que “¡en la misma naturaleza, todo llora!”.

La actual crisis ecológica es una manifestación más de este llanto. Podemos afirmar que el mismo cambio climático, que afecta a la calidad del aire, tan necesario para la vida, es también una manifestación de este llanto 

Y una vez más debemos disentir de nuestro Cardenal ecologista y ahora metido a latinista.

Virgilio a través de su pluma magistral y profundamente humana, nos invita una vez más a comprender la esencia de lo humano y qué es aquello que nos define; pero no nos anima, de manera casi panteísta como hace Vd., a realizar una lectura alegórica en clave ecologista.

Sunt lacrimae rerum et mentem mortalia tangunt”

En el libro I de la Eneida, verso 462, encontramos este magnífico verso que nos recuerda nuestra fragilidad y nuestra profunda belleza – belleza en el horror y en el dolor – por medio de tópicos que nos conciernen, no de forma exclusiva, pero sí crucial.

Al hablar de fragilidad, belleza y tópicos, se refiere al tema de la muerte, de aquello tan insondable como inefable, aquello que nos constituye y da sentido a la existencia, tiñéndola de una belleza tan particular, la que queda demostrada en todo lo efímero y valioso que se halla en el momento, en la acción y en todo aquello que somos y ejercemos.

Y a esto nos invita el verso de Virgilio, que viene a decir: “las cosas también lloran, y el que tengan que morir nos llega al alma”. En el fondo, nuestra vida está teñida por la conciencia de lo efímero de nuestra existencia.

Esta es nuestra condición: todo es perecedero. Tomar conciencia de aquello nos embarga y el dolor que se desprende, lo tiñe todo, lo abarca todo. Aceptar el dolor es justo del hombre sabio, quien ahora puede tomar el peso de la vida en sí, su valor.

Sunt

No es mera coincidencia que Virgilio haya escogido el verbo ESSE(infinitivo “ser”, “estar”, “existir”, “haber”) para el comienzo de este verso. Verbo en presente, plural: SUNT, que nos revoca a los significados: son, existen, hay. Todos definen, establecen, afirman. No puede negarse que en las cosas, hay (yace, habita) un dolor que presagia su mortalidad. No es una pregunta, no es una duda, es simplemente una afirmación, la que funda y define lo que pertenece a la vida.

Lacrimae rerum

SUNT apunta directamente a LACRIMAE, aunque el sujeto subyacente RERUM (de las cosas) está en función de complemento del nombre lacrimae. Virgilio pone el acento en las lágrimas (que compartimos con las cosas) y no en las cosas; pone el acento en la tristeza de las cosas que lloran porque también ellas se encaminan a la muerte. Y es eso, el llanto de la Naturaleza (las cosas) por su muerte, que presagia también la nuestra, lo que nos llega al alma (mentem tangunt).

Lacrimae rerum nos indica que en la existencia todo está sujeto al dolor; que el dolor es parte de la existencia y no solamente parte, sino definición de la vida: sunt lacrimae rerum.

No obstante quien toma conciencia de ese dolor, de esta caducidad, es el hombre. Esto se expresa en la segunda parte de este verso: 
 
Et mentem mortalia tangunt

Pues esta pena, estas lágrimas que se hallan en todas las cosas, también alcanzan o tocan al espíritu humano y sus empresas. O sea, todo lo grandioso, todo lo que el ser humano realiza, piensa, siente, está bañado de esta finitud. Dolor de la muerte en sí, que el hombre en toda su razón y capacidad no puede vencer, sino sólo comprender y aceptar. Aquí yace la sabiduría de nuestra condición: todo está sometido a la muerte, tanto el hombre como sus obras. Tomar conciencia de la muerte implica dolor. La muerte está, sunt, pero quien toma conocimiento de ello es el hombre: mentem tangunt.

Séneca toma este mismo punto, en Cartas a Lucilo:

“Acostúmbrense los hombres a conocer y a soportar los percances de la suerte; sepan que el azar puede traerlo todo, que la fortuna tiene sus derechos sobre los Estados y sobre los gobernantes, con el mismo poder sobre las ciudades que sobre sus moradores. No hay que quejarse: hemos venido a un mundo en el que se vive con esa condición. Si te conviene obedece; pero si no te conviene, sal de la vida como quieras.”

Y también:

“Sí, todo lo que existe debe perecer; el destino de todos los seres es la nada. Las causas de destrucción no son fáciles de enumerar: terremotos, huracanes y sobre todo el tiempo. Vivimos rodeados de cosas que perecerán, como nosotros mismos.

Que nos recuerda a otro verso de Virgilio, el cual se constituyó en un tópico literario (Tempus fugit): el tiempo huye

Sed fugit interea, fugit inreparabile tempus: pero huye entretanto, huye irrecuperable el tiempo.

Y en la misma línea,

Omnia fert aetas, animum quoque: todo se lo lleva la edad, también el ánimo.

En ambos versos da la idea de la fragilidad de la vida, el sometimiento de ésta a las condiciones de inestabilidad del tiempo.

Finalmente, toda soberbia que del hombre emane, queda opacada y no vale nada ante los poderosos dardos del destino. Este destino que nos toca a todos por igual y constituye nuestra condición. Condición llamada a la muerte que nos denuncia la fragilidad de nuestro estado.

De esta fragilidad emana una extenuante belleza, como la definió Dostoievski:

“¡La belleza es cosa terrible y espantosa! Es terrible debido a que jamás podremos comprenderla, ya que Dios sólo interrogantes nos plantea. En el seno de la belleza, las dos riberas se juntan y todas las contradicciones coinciden (…) Y así vemos que aquello que el intelecto considera vergonzoso, a menudo le parece de espléndida belleza al corazón. ¿Hay belleza en Sodoma? Creedme, muchos son los hombres que encuentran su belleza en Sodoma. ¿Sabías este secreto? Lo más horroroso es que la belleza no sólo es aterradora, sino también misteriosa. Dios y el Diablo luchan en ella, y su campo de batalla es el corazón del hombre. Pero el corazón del hombre sólo de su dolor quiere hablar.”

Por lo tanto, nuestra humanidad está sometida a un hondo dolor, bello dolor, manifestado en los versos de Virgilio: sunt lacrimae rerum et mentem mortalia tangunt, que nos demuestra que la contradicción de la vida se da en aquello que es motor y nos sustenta. Este dolor se configura con una belleza que nos muestra su doble faz: como lo dulce y hermoso que nos proporciona la vida, pero también con el dolor subyacente de su fugacidad. La pena de la conciencia manifestada en las lágrimas, que lo bañan todo. Entender esto y vivirlo guarda uno de los mayores acercamientos con la sabiduría. Entrar en su mundo, es en cierta forma entrar también al mundo de la comprensión de la belleza de la existencia.

Y dolorosamente una vez más, esto es lo que tenemos que constatar: que usted no ha entrado en el auténtico drama del hombre ni en su mundo, de la misma manera como no ha entendido el verso de Virgilio y por eso no puede comprender la auténtica necesidad que éste tiene de Dios, quien al entrar en el mundo del hombre le da belleza y consistencia a su existencia.

Y con grave responsabilidad  pastoral, Eminencia, usted  debe esforzarse en su ministerio episcopal, como un auténtico “Pontifex”, en tender puentes entre Dios y el hombre: en llevar a Dios al hombre para que el hombre vaya a Dios…

¡La religión feneciendo, las almas perdiéndose y usted hablando de flores gimiendo y gorriones llorando!  


 Los que nos metieron en la crisis no nos sacarán (29/06/2009)

Nunca suficientemente bien amado Sr. Cardenal:

Es muy posible que con motivo de esta festividad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, su Eminencia haya hecho llegar al Santo Padre, como es tradición, sus más hondas y sentidas felicitaciones personales y su adhesión inquebrantable a la silla de Pedro. De ser así, nos alegraremos mucho de ello y permaneceremos unidos a S.E. en sus votos. Quizá no nos adheriremos tan pegados a usted “a la silla”, no se nos vaya esta a quebrar y tengamos algún problema mayúsculo. Y hablando de sillas, cargos y  problemas mayúsculos…

Es muy posible, que aunque sabemos, como le gusta repetir, que usted lo ve todo y lo sabe todo, hasta el momento no haya tenido la oportunidad de leerse el discurso del Santo Padre en la audiencia general del pasado miércoles 24 y le haya pasada desapercibida la idea que desde hace tiempo venimos repitiendo reiteradamente en Germinans: que dentro de la conciencia eclesial, la funcionalidad del sacerdocio se convierte en la única categoría decisiva. Por eso –dice el Papa-  no es casual que tanto en los ambientes teológicos, como en la praxis pastoral concreta y de formación del clero se contrasten e incluso se opongan, dos concepciones distintas del sacerdocio: una “social-funcional” y otra “sacramental-ontológica.

La primera –reitera Benedicto XVI- define la esencia del sacerdocio con el concepto de servicio: el servicio a la comunidad en la realización de una función, mientras que la otra “no niega el carácter de servicio del sacerdocio, sino que lo ve anclado en el ser del ministro y considera que este ser está determinado por un don concedido por el Señor a través de la mediación de la Iglesia, que es el sacramento.

En una palabra, la definición “socio-funcional” del sacerdocio que es la que siempre y en todo lugar ha subrayado el actual equipo de formadores del Seminario de Barcelona, encabezado por el canónigo Turull y sus “ad lateres” representa el núcleo duro de la crisis sacerdotal en la que vivimos inmersos.

Pero a ello se añade, y se demuestra una vez más con los nombramientos pastorales de esta semana, que los sacerdotes somos entendidos y tratados por usted, como meros funcionarios “tapa forats” al servicio, no de un plan pastoral bien pensado y diseñado, sino en aras a mantener abierto el “chiringuito”. Y en esto, oh paradoja del destino, coincide con nosotros lo que aún queda de izquierda eclesial “bien pensante”. Usted piensa como un burócrata y trata a sus sacerdotes con la frialdad propia de un administrador, pero no de un Pastor. Las argucias y tretas para la jubilación de Mn. Pascual y las presiones para la salida de Mn. Garreta de la Parroquia del Taulat a sólo 5 años de la edad canónica de jubilación son un claro ejemplo.

Pero también la mayoría de unos nombramientos sin pies ni cabeza. Excepto los de rigor: los sujetos al escalafón del Régimen progre que lo apoya y mantiene.

Mientras tanto la mayoría de los sacerdotes navegan sin entusiasmo, con la misma falta de entusiasmo con la que se inició el año sacerdotal el viernes 19 de junio en el Seminario: no fue nadie. Absolutamente nadie: el equipo del Seminario, los seminaristas, algunos chicos invitados a merendar y el párroco de San Juan María Vianney por aquello de las tangenciales. Las grandes vísperas para la indicción del Año Sacerdotal.

Y es que  aquellos que nos metieron en la crisis no nos sacaran de ella.

Usted Señor Cardenal, como algunos otros “obispos funcionarios” están convencidos que lo máximo que hay que hacer es reconducir la pastoral, redireccionar las funciones y los servicios, cuando lo que estamos viviendo es una crisis filosófico-teológica que está fuertemente enraizada en la Facultad de Teología, y que en la práctica se traduce en una crisis sacramental (CEP) y litúrgica (CPL) que alcanza desde la Delegación de Juventud hasta el mismísimo Seminario y la formación sacerdotal que reciben el pequeño puñado de seminaristas que han quedado (apenas catorce y bajando).

No se engañe, Señor Cardenal: los que nos metieron en la crisis no nos sacaran.

Y sin solucionar esta crisis teológica, y el tándem Pié-Fontbona no va a hacerlo, no podremos ayudar al Pueblo de Dios a redescubrir y revigorizar su auténtica vocación eclesial.

Nos sobran cargos y  personalismos y nos falta presencia real de Cristo.  

Y la Iglesia entera y el mundo –como dijo el Papa- sin Cristo estaría perdido.


La frialdad de un "Corpus" muerto y sin alma (21/06/2009) 

Tras un trienio con un Plan Pastoral mal ideado, erróneamente presentado y peor ejecutado, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo empeñose en convertir  la solemnidad de Corpus en el colofón de su “fiesta pastoral”.

Con tal fin, se dedicó a exhortar a una total participación del “no-va-más” de la Diócesis en su “plena vitalidad”. ¿Resultado? Una paradoja. Y no podía esperarse nada más.

Excepto aquellos que ostentan cargos de confianza (el aparato oficialista) y que por “dictado supremo” tuvieron que acudir a una celebración, no solamente en la que nunca han creído, sino que siempre ha sido objeto de sus más feroces críticas, el clero ciudadano y diocesano brilló por su ausencia. ¡Había que ver cómo endosaban obligados las casullas algunos arciprestes que hacía años no se las ponían! De postal del “Escudo de Oro”

Pero lo más paradigmático fue el concurrido “pueblo de Dios” que salvó el aforo de la concentración eucarística. Y he aquí la paradoja: la concentración fue salvada por todos aquellos grupos y movimientos que no sólo se encuentran alejados de toda responsabilidad en el gobierno de la Archidiócesis, si no que ordinariamente son los más vilipendiados por la mordaz crítica de la izquierda progresista y nacionalista a la que Sistach ha dado el control absoluto y despótico de la inmensa mayoría de las instituciones diocesanas.

Véase: los miembros de las Comunidades Catecumenales (a saber, el Camino, pero no el de San Josemaría sino el de Kilo) que siempre acuden fieles y obedientes donde el legítimo Pastor diocesano les convoca, aunque después les niegue por dos veces el permiso para abrir un Seminario Redemptoris Mater en Barcelona.

Las “Cofradías y Hermandades”, contra las cuales todos y cada uno de los sacerdotes a los que el Cardenal ha adornado de cargos ha luchado a lo largo de sus vida de la manera más enconada y feroz. Allí estaban con sus “sin-pecados” y estandartes. La charnegada salvándoles el “Aplec”. Inverosímil.

Junto a estos y muy visibles: los chicos y chicas de “Schola Cordis Jesu” y los de “e-Cristians”, a saber y según Sistach, “todo el rancierío carca e integrista que se refugia en la Balmesiana”.

También presentes, aunque cada vez menos visibles porque más encorvados, los patriarcas de la “Adoración Nocturna Española” y el “Apostolado de la Oración” es decir, “la bona gent que no crea problemas ni pide nada”, pero que ama locamente a Jesús Eucaristía y que durante años salvaron el Corpus barcelonés con su devota adhesión.

Finalmente todas las inquebrantables Antonias, Marías, Montserrats, senyors Amadeus, Pascuals, Jordis y Perets de la Barcelona trabajadora, artesana y menestral que llevan siglos bajando la persiana de la “botigueta” y cogiendo de la mano al nietecito y llevándole a ver el “ou com balla” y la procesión más barcelonesa, la de Nostramo en el “cadiral” del rey Martí.

Todo un marco incomparable para el colofón de la “fiesta pastoral” de ese otro tendero de cintas e hilos (y ahora serpentinas) que es nuestro n.s.b.a. Cardenal Martínez, de cuya sosísima e incandescente homilía los responsables de comunicación del Arzobispado sólo son capaces de destacar como titular, la crítica “a los dispendios descomunales de los contratos deportivos”. ¡Destitúyales, señor Cardenal, destitúyales! ¡Le están haciendo un traje y usted ni se da cuenta!

Y finalmente: el desfile procesional. ¿O quizá deberíamos llamar cortejo?

Pero no sabemos bien si a Jesús Eucaristía. Porque la Sagrada Hostia, paseada sí que va, pero creemos que poco “bendecida y alabada”, ya que porteada en su trono, es como el arrastre de un tractor, trasero y a trompicones.

El protagonista indudable, ¿como no?, el ideólogo de los planes pastorales trienales: nuestro n.s.b.a. Cardenal que en vez de ir detrás de la Custodia con su auxiliar y sus diáconos de “terno”, con el palio de respeto, dando ejemplo de adoración y piedad, de silencio y compostura delante de la Divina Presencia Real, va delante de la Custodia, saludando estilo “Reina Isabel” en el anual acto de despedida en el que  “ sus leales súbditos” le tributan parabienes y agasajos tras las vacaciones estivales en Balmoral

¡No, Sire, por mucho que se empeñe, usted no es el “prota” de este desfile!

Al menos mírese el justo orden procesional que debe observarse en esta Solemne Procesión y que el etnólogo Joan Amades inmortalizó en su “Costumari Català" y que reproducimos al pie de estas lineas.

Y este es el triste epílogo del final de fiesta del Plan Pastoral de nuestra Diócesis, Corpus inanimado del cadáver de nuestra Diócesis, a la que le espera otro trienio pastoral si cabe más desencajado que el precedente: leer más la Biblia, más solidaridad en la crisis y acoger (con más catalán, claro está) a los inmigrantes. Inmigrantes que, vistas las cosas, nos saturarán los despachos de Cáritas en las parroquias, transformados en centros de asistencia primaria derivados por un poder civil sin infraestructura asistencial y que nos convierte y trata cada vez más como delegados de “Bienestar Social”. Los mismos inmigrantes que en su gran mayoría, y gracias a la cuestión lingüística, irán a leer la palabra de Dios a los centros de culto protestante, donde excepto para comer, se encuentran como en su casa.

¡Felicidades, linces! Bona nit i tapa´t! 


Respuesta a Fray Nelson Medina, de la muy querida Orden de Predicadores (7/06/2009)

El pasado viernes día 5 de junio apareció publicado un post titulado “Germinans y los límites del anonimato” en el blog que el padre dominico fray Nelson Medina tiene alojado en el portal Infocatólica.

Por directas alusiones paso a responder. 

Prerrequisitos 

En un primer párrafo del artículo en cuestión, fray Nelson manifiesta “admiración por los compañeros de esa aventura de Fe y servicio a Cristo y a la Iglesia que es Infocatólica”. Tras considerar a todos los que allí nos alojamos como “compañeros”, es decir miembros de una misma compañía o familia, pasa a una afirmación moral: la necesidad de estar dispuestos a revisarnos a nosotros mismos (auto-revisión o autocrítica)

Tras los cual, y haciendo una aséptica referencia a Germinans como “un blog que se llama Germinans, que es anónimo y no admite comentarios”, realiza una invitación a obrar de modo distinto: una corrección moral. 

Notas a los prerrequisitos 

  1. Usted es muy libre de considerarse compañero de quien quiera. Nosotros, por el hecho de estar alojados en un determinado portal no nos consideramos compañeros más que de nosotros mismos. Nuestra presencia en Infocatólica es coyuntural y no define  nuestra identidad como grupo ni siquiera nuestros objetivos que son anteriores al nacimiento de dicho portal informativo.

  2. Para poder hablar de compañerismo habría que dar por hecho un mínimo sustrato de conocimiento personal y de objetivos mutuamente compartidos. Nosotros no conocemos de usted más que lo que usted dice de sí mismo en sus diversos blogs y publicaciones http://www.fraynelson.net/ o http://fraynelson.com/blog/ . Al mismo tiempo, usted no conoce nada de nosotros más que los artículos que cada uno  escribimos en Germinans y esto bajo pseudónimo.

  3. Germinans Germinabit no es un blog. Es una página web (albergada “a manera de blog” en Infocatólica) de información eclesial en Cataluña, realizada por sacerdotes y laicos de la Archidiócesis de Barcelona, que utilizan pseudónimos en sus artículos y que publica todas las opiniones que sus lectores deseen enviarles en su apartado “Cartas al Directorio” al través del correo omnesdicamus@gmail.com

  4. Si después de estas puntualizaciones usted desea “invitarnos a obrar de modo distinto”, hágalo, pero nosotros lo entenderemos como una corrección fraterna realizada por un sacerdote dominico y no como una “revisión de nosotros mismos”, ya que usted y nosotros no somos un mismo ente.

    TESIS 

  1. Los autores de todas las críticas, especialmente las dirigidas a ministros de la Iglesia, deben ser identificables. Pueden ser tolerados los comentarios (anónimos) divertidos o sin trascendencia.

    Respuesta:

    Los ministros de la Iglesia, por ser tales, no gozan de un estatuto que les conceda inmunidad ante la crítica. Al contrario, como tales están sujetos a mayor responsabilidad y deben responder de sus actos ministeriales, no sólo en su foro interno ante Dios, sino en el foro externo ante los legítimos superiores, siguiendo la normativa propia del Código de Derecho Canónico, pero también ante el Pueblo de Dios al servicio del cual se deben. La situación de nuestra Diócesis cuestiona la pervivencia del catolicismo. El progresismo tiene copadas todas las instituciones diocesanas y no poseemos otros medios instrumentales para luchar contra ello que nuestro ministerio de cada día o el apostolado seglar añadido al ejercicio profesional del laicado, junto a esta privilegiada plataforma de disensión que es Germinans. Tenemos pruebas morales, y no meras conjeturas, que avalan la certeza que de conocerse nuestros nombres, seríamos apartados de nuestro ministerio al servicio de la Archidiócesis de Barcelona, así como privados de nuestra cotización a la Seguridad Social y a nuestra remuneración económica. Caso muy parecido sucedería con los laicos: el día 29 de abril de 2012 tenemos el compromiso de sacar a la luz todas las maquinaciones llevadas a cabo en primera persona por el Cardenal Sistach para el desvelamiento de nuestros nombres y nuestra defenestración. Un compromiso personal con amigos y colaboradores nos impiden hacerlo en este momento. Valga un ejemplo real: el cardenal Martínez Sistach, dando por segura la pertenencia de un laico a nuestro grupo, llamó al poderosísimo propietario de una cadena editorial (y máximo accionista de un club de futbol de 1ª división), para que convocara al director de un periódico de tirada nacional perteneciente a su grupo, para que éste despidiera al laico en cuestión, casado y padre de familia, como articulista de su rotativo por su supuesta pertenencia a Germinans. El interfecto tuvo que asegurar su no-vinculación al grupo y hacer público un mentís. 

  1. No se puede hacer un ataque continuo a un sector de la Iglesia en Cataluña.

    Respuesta:

    El progresismo en Cataluña ha destruido y pretende aún destruir lo que conocemos como catolicismo en Cataluña. Hacer frente a esta estrategia progresista no sólo es lícito sino que es una obligación moral. Los ataques o son continuos y sistemáticos o no sirven para nada.  

  1. Las técnicas de Germinans no son mejores que el tratamiento injusto que los medios de comunicación suelen dar a la Iglesia.

    Respuesta:

    Las técnicas de Germinans no son un tratamiento injusto al progresismo, pues tienen comprobado “fundamento in re” y responden a la verdad de los hechos. La equiparación ética que fray Nelson hace de nuestros métodos con los de los enemigos de la Iglesia resulta lesiva a nuestra honorabilidad. Desearíamos reparación moral. 

  1. La presencia de Germinans en Infocatólica (scilicet “aquí”) es una manera de cohonestarles.

    Respuesta:

    Desearíamos saber cual es la acepción que fray Nelson da al verbo  “cohonestar” cuando afirma que con la presencia de Germimans “aquí” (Infocatólica)  les estamos “cohonestando”. ¿Disculpando, encubriendo, excusando, simulando, disimulando, disfrazando, atenuando? Creemos que tal afirmación es una exhortación al desalojo digital. De cualquiera manera sepa fray Nelson que estamos convencidos de que Luis Fernando Pérez Bustamante no cree que por el hecho de alojarnos en Infocatólica esté avalando nuestras tesis. Si algún día así lo creyera y juzgara necesario prescindir de nuestra presencia en Infocatólica, nosotros gustosos la abandonaríamos para seguir nuestro camino. 

  1. Germinans alude al excesivo poder del sector progresista en Cataluña y cuestiona la manera de cómo el Cardenal Sistach hace sus nombramientos: esto es una manifestación de su ansia de poder y de cómo se perpetua la ambición por los primeros puestos

    Respuesta:

    Germinans no crítica la “manera” (forma) de los nombramientos diocesanos, sino la materia (quizá lo de manera por materia sea un “lapsus calami” de fray Nelson). No criticamos cómo hace los nombramientos (por carta, por página web, de manera expeditiva o lenta, consultando o no a los interesados, etc.) Criticamos sobre quién recaen los cargos, y no porque aspiremos a ellos (nuestro anonimato destruye el fundamento de esa acusación) sino porque suponen un daño objetivo para la Diócesis (ej. Turull como rector del Seminario, Claret como Delegado de Pastoral Familiar, y Toni Román como Delegado de Juventud) La acusación vertida sobre nosotros por fray Nelson, de ambiciosos y codiciosos del poder es ofensiva y exige “in se” reparación. 

  1. Parece ser que para ellos Sistach no hace nada bueno.

    Respuesta:

    No es verdad que afirmemos que Sistach no hace nada bueno. O fray Nelson no lee exhaustivamente Germinans y juzga “per sentito dire” o existe malicia en esa afirmación.  

  1. Germinans no sirve a la Iglesia porque usa un triple método instrumental: el anonimato, el sarcasmo y el ataque selectivo.

    Respuesta:

    No existe malicia intrínseca en el triple instrumental de Germinans, que fray Nelson acertadamente individúa: anonimato, sarcasmo y ataque selectivo. Es necesaria la demostración de esa tesis y el “ónere” recae sobre el acusador, véase fray Nelson Medina. 

  1. Exhortación solapada a Infocatólica ( o quizá a nosotros, no se entiende): la calidad literaria y el número de visitas no justifican su alojamiento en Infocatólica ( o nuestra mera existencia como tales)

    Respuesta:

    Agradecemos el reconocimiento tácito de la calidad literaria de nuestros artículos y el gran número de visitas que Germinans proporciona a Infocatólica. Ciertamente tales hechos no legitiman la existencia de nada ni de nadie. Otra cosa distinta es  la conveniencia o no, la oportunidad o menos de desalojarnos de Infocatólica, como amigablemente parece sugerir el dominico colombiano. El director del Portal obre en conciencia. Nosotros a estas alturas, somos capaces de encajar todo con deportividad

  1. Advertencia y ley de plazos: Germinans y Luis Fernando conocían estar carta hace tres días, trascurridos los cuales y no hallando respuesta en este plazo, la hace publica

    Respuesta:

    Es cierto: conocíamos hace tres días la carta, lo que no conocíamos es la peculiar ley de plazos que establece fray Nelson: como no contestaron en tres días la hago pública como post en mi blog. Resulta difícil para nosotros comprender cómo y porqué alguien como fray Nelson Medina nos emplaza ahora de un modo tan expeditivo y resolutivo. Esperamos poderlo comprender algún día. De todas maneras, debe comprender el hijo de Santo Domingo, que nosotros no vivimos pegados al ordenador, escribiendo y respondiendo a “unusquisque”, a cualquier hora y de cualquier modo. Hemos visto que fray Nelson estuvo atento a su blog al menos desde la hora de su publicación a las 17:21 del día 5 hasta la 01:40 del día 6 (publicó 11 comentarios a las 18:09, 19:38,20:01,20:05,20:14, 21:32, 00:46,00:58, 01:17 y 01:40) Nosotros no tenemos esa capacidad logística, nuestro ministerio sacerdotal o nuestra profesión civil nos lo impide, de ahí lo de nuestra negativa a los comentarios: no tenemos capacidad de moderación. Con dificultad nuestro webmaster tiene tiempo para publicar el artículo diario, de la música que acompaña a la página mejor no hablar. Algún articulista ha tenido casi abandonar la publicación semanal por falta de tiempo (p. ej. Patianus y su “Adversus haereses” ) Habilitar comentarios sin moderación es abocar la página a la desaparición. Rebátanos la tesis, fray Nelson, por favor 

  1. Reserva de dos derechos: a disentir de GG en casos puntuales y a abrir su propio blog a los comentarios “comodamente” cerrados en GG.

Respuesta:

Disienta usted de nosotros y de quien quiera y abra usted su blog a los comentarios que desee, pero no nos acuse de tener “comodamente” cerrados los comentarios a Germinans.  

Argumento “ad hominem” (pequeñín y con cariño):

Ahora bien si usted quiere dejar su actual convento en Dublín y su tesis doctoral en Milltown y venirse aquí con nosotros, tenemos en Barcelona ( provincia de Aragón),  dos conventos de su orden (Santa Catalina y Santo Domingo, o quizás también el de Gerona) en los que usted puede ejercer su ministerio sacerdotal a la par que ayudarnos con su acertada pluma y sistemático discurso a salir de este socavón en que nos encontramos. Aunque es muy posible que al poco de estar en estos conventos alguna mano negra hiciera que  lo destinasen a alguna casa de la Patagonia a progresar en su tarea especulativa o de predicación. Lo bueno de todo ello es que ni siquiera allí usted perdería el sustento aunque quizás tendría que acabar evangelizando a los pingüinos. Por cierto O.P. ¿no significa Ordo Pingüinorum, verdad?  

Corolario:

Tenemos a bien remitirle la foto de este simpático amigo “domini-can” durante el oficio coral, envío fraterno que expresa la ausencia de todo resquicio de rencor por nuestra parte aunque ello no  le exima del resarcimiento “fraterno” que usted estime conveniente, querido “compañero” de aventuras…

Afectuosamente en Cristo.

 

 

 


La visión estratégica de futuro de la llamada "Iglesia Catalana" (31/05/2009)

El pasado jueves día 28 en el marco de la gaudiniana Casa Milà (La Pedrera) la Fundació “Joan Maragall llevó a cabo la celebración del vigésimo aniversario de la creación de dicha Fundación, dependiente del Arzobispado de Barcelona y que ahora, asume la dirección de la revista “Qüestions de Vida Cristiana” publicación cincuentenaria de la Abadía de Montserrat, fundada y dirigida en sus inicios por el P. Andreu Marqués y que a partir de ahora pasa a ser dirigida por Ramon Pla i Arxé, profesor de crítica literaria de la Universidad de Barcelona y también crítico musical y artístico. En la celebración estuvo presente el Abad de Montserrat y todos y cada uno de los prohombres que nos son mostrados como “la apuesta de la Iglesia Catalana por una visión estratégica de futuro”

El número correspondiente a este mes de la revista “de futuro” está dedicado a un estudio monográfico sobre la situación de la Iglesia en Cataluña y ha sido realizado por sus protagonistas más notables, a saber y toquen madera: en primer lugar el Presidente de la Fundación, Mn. Antoni Matabosch Soler, el “amiguet” contable y acumulador de 14 cargos diocesanos, el que en este mes de mayo al conmemorar sus 50 años de sacerdocio lo hizo no en alguna parroquia obrera que sirviera ministerialmente como signo de “compromís comunitari”, no en la Capilla del Seminario y Facultad de Teología donde durante tantos años ha ejercido la docencia, sirviendo un refrigerio a alumnos y profesores, sino en el marco incomparable y elitista del “Casal de Sobrevía”, palacete modernista que Puig i Cadafalch construyó en 1904 y donde prefirió celebrar su “misa y mesa” jubilar pudiendo asegurar que la austeridad que definió la liturgia eucarística brilló por su ausencia durante en el ágape organizado a manera de catering por una prestigiosa casa barcelonesa de viandas de alto copete. “Video meliora proboque deteriora sequor” (Veo lo mejor y lo apruebo, pero elijo lo peor) Quien sí destacó con su deslumbrante  “presencia amiga” fue nuestro Cardenal que acompañó en todo momento y en tan irrepetible y soberbio marco a su ecónomo diocesano y amigo el homenajeado, que no ojomeneado, Dr. Matabosch. Dios los cría y ellos se juntan.

Junto al inefable “amiguet”, el no menos ínclito y ciclotímico  Francesc Romeu (el Sisquet de Cal Picafoc), que ahora, tras dejar hechas un erial  las parroquias de Abrahán de la Villa Olimpica y San Francisco de Asís en Pueblo Nuevo, liquidadas “in solidum” por Enric Termes y él, se trasladará al “bo i millor” de la Diócesis como premio y recompensa de nuestro n.s.b.a. Cardenal Martínez Sistach a la publicación de los volúmenes “Tertúlies de Capellans” y “Què pensa Joan Carrera”.

Junto a ellos, el laico Josep Maria Esquirol y el descolocado Pipo Carbonell, el que desde el CAC  nos quería poner en cintura por sugerencia insistente del susodicho “bienamado” y que ahora, al dimitir, ha perdido el pingüe sueldo de 20 millones de las antiguas pesetas al año por su cargo controlador ideológico. ¡Vivir para ver!

Y acabando el ciclo estacional Antoni Puigvert  y el mentor y padrino del futuro canónigo Turull ( o San Josemaría de la Montaña): el teólogo “pesafigues” Rovira Belloso.

Siempre lo hemos dicho: ¡ Señor ,que tropa! Lo malo no es el hecho de que no tengan decencia, lo malo es que no tengan sentido del ridículo.

Porque para que se nos proponga  esta colla de “vagos y maleantes” como la apuesta por una visión estratégica de futuro que sobre sí misma hace la llamada “Iglesia Catalana” hay que tener muy alterado el riego sanguíneo cerebral. Pero por encima de todo, hay que tener la cara más dura que el cemento.

Finalmente nos gustaría destacar, para algunos amigos nuestros que desean convencernos de la “conversión” del obispo Vives desde sus postulados progre-nacionalistas hasta posiciones más moderadas,  que paren cuenta en la Mesa de Presidencia de la benemérita Fundació en la sesión de apertura de este Curso 2008-2009 y de quien es el que dirige su siempre “certera” palabra al público asistente allí congregado…

A ellos los engañará, a nosotros no. Que en Barcelona sabemos  que pie calza y de cual cojea cada uno. Co-príncipe Vives incluido. Que para eso es “dels nostres”. 


Inminentes nombramientos en la Curia y el Cabildo (25/05/2009)

El fallecimiento del Dr. Jaume Riera Rius, Pro-Vicario General de la Archidiócesis, a los 82 años de edad y tras un largo proceso de enfermedad  nos llena de tristeza por la perdida de un gran sacerdote y un gran canonista que supo servir a la Iglesia con generosidad y altura de miras allí donde su largo ministerio le reclamó.

El largo proceso cancerígeno que le condujo a una lenta necrosis dermatológica no ha sido en ningún momento obstáculo para que se mantuviera hasta los últimos días siempre al servicio de nuestra Archidiócesis.

Hombre de gran formación académica y de talante liberal y sagaz siempre hizo gala de una gran humanidad que se tradujo en su disponibilidad y  espíritu de acogida hacia todos los sacerdotes,  abierto al  consejo y a la confidencia personal pero no abandonando jamás la profunda hilaridad y el fino tono de sarcasmo incluso ante las situaciones más complicadas que él sabía ponderar con equilibrio y realismo, adornándolas con los más variopintos ejemplos, la mayoría referidos a su prolongado ministerio como estrecho colaborador de Mons. Tulio Botero, Arzobispo de Medellín.

Su pérdida abre grandes interrogantes en la Curia barcelonesa pues el delicadísimo cargo que con tantos aciertos y prudencia ejerció el Dr. Riera ahora puede  caer en manos de un hombre falto de escrúpulos y lleno de ambición: el vicario episcopal Joan Galtés Pujol, párroco de San Gregorio Taumaturgo, uno de los personajes más controvertidos del gobierno de Sistach y a la vez el más fiel peón curial donde éste se ha apoyado en los últimos tiempos, preparándolo desde lejos  para sustituir a Riera en la Pro-Vicaría General.

El nombramiento de la más que controvertida figura de Mn. Galtés abriría en la Diócesis un proceso de degradación que conduciría  a una profunda crisis de confianza entre el clero que al final llevaría a la total descomposición de la ya exigua red de relaciones humanas interpersonales que aún sustentan y mantienen al presbiterio barcelonés, sin distinción de su adscripción ideológica. El Cardenal Martínez Sistach tiene ante él la fácil y cómoda figura de un sumiso y ambicioso Galtés, que no será manifiestamente contestado pero que hará que ese cargo curial quedé reducido a funciones puramente administrativas, o la ardua pero necesaria búsqueda de una figura de consenso como Pro-Vicario General que inspire simpatía general y vaya consolidando y armonizando el tejido de las relaciones humanas que serán siempre la base de la construcción del presbiterio diocesano. Ese fue el gran acierto del Dr. Riera.

No lo va a tener fácil nuestro n.s.b.a. Cardenal si además ese nombramiento va aderezado del nombramiento del Rector del Seminario, Mn. José Maria Turull como canónigo del Cabildo Catedralicio, al parecer junto a tres miembros más, entre ellos el Canciller-Secretario Mn. Gordo.

Una astracanada de tal calibre, según malas lenguas ideada por el canónigo Arenas en agradecimiento a los servicios prestados pero también asegurándose así sus apartamentos privados en el Seminario, creará entre el clero el sentimiento de estar viviendo un final de mandato cuya deriva nos va perfilando una multitud de grotescos planos que van a oscurecer aún más la historia de este pontificado tiñéndola de ese marcado y ridículo nepotismo que nos ha acompañado durante estos cinco últimos años. Especialmente si consideramos la comatosa situación del Seminario diocesano donde el comedor y en capilla, con la presencia de la exigua y constante cifra de 14 seminaristas, son el termómetro más clarificador del desastre vocacional al que nos ha conducido el binomio Sistach-Turull.

El nombramiento del “canónigo Turull” dejará al descubierto las vergüenzas de la izquierda progresista eclesial que siempre lo ha arropado y que demostraría no creer en si misma y en sus principios ideológicos.

Sistach, creyendo dar un premio de consolación al excandidato episcopal Turull,  no podrá hacer más flaco favor al progresismo eclesial. Se ridiculizará a sí mismo y ridiculizará a las filas progresistas que lo han apoyado durante todo el pontificado. No existirá mejor caricatura de ellos mismos.

Si Dios no lo remedia, tendremos a Turull cantando el “gori-gori” durante 40 años sentando sus posaderas en las misericordias del Coro gótico, pero a la vez un día tendrá que ser el espectador mudo de unos cambios que ya se intuyen y que no dejarán ni un solo día de ser la más cruel acusación de su nefasto rectorado.

Desde aquí queremos agradecer a nuestro n.s.b.a. Cardenal que con estos más que probables nombramientos nos vaya a proporcionar tanta enjundia para alimentar nuestra desenfadada página. Con esto nos demuestra que nos quiere afectuosamente y que ya no desea la tan auspiciada desaparición de este medio informativo y la defenestración de nuestras humildes personas, al contrario parece que reclame a grandes gritos la supervivencia de Germinans. Sin duda para mostrarse necesariamente como “mártir” del compás de nuestras críticas y punto de equilibrio ponderado entre dos facciones enfrentadas.

Pero al fin y al cabo, sosteniéndonos, que es lo que importa. 

 


Nuestro cardenal y "conducator", convoca (18/05/2009)

Para este lunes día 18 de mayo, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo, ha convocado de manera urgente e inexcusable a todos los arciprestes diocesanos para que acudan a Palacio para una importantísima reunión. En ella el “Conducator” de nuestro régimen de ideas y libertades, con mucha probabilidad arengará, con su inconfundible tono de líder absoluto y constructor de nuestro presente, para que el próximo día 6 de junio, no haya argumento alguno como para no acudir a la “Olimpiada Pastoral” que el mismo ha convocado en una jornada única, no vista aún por el ojo humano, que tendrá lugar en la Sala de Congresos de la Facultat d’Arquitectura de La Salle, de Barcelona, que se convertirá en esta ocasión, en el rompeolas de las voluntades por  la fiel e inquebrantable adhesión a nuestro Jefe y Pastor Diocesano.

Se prevé que con ocasión de esa maravillosa jornada, que ya los corazones aciertan a imaginar, nuestro n.s.b.a. Cardenal recibirá innumerables muestras de gratitud de todas las provincias diocesanas por este quinquenio (2004-2009) de progreso y avances significativos en la consecución de los hitos y objetivos que él mismo había señalado.  

El Consejo Presbiteral, dirigido  por nuestro insigne Sisquet de Cal Picafoc (Francesc Romeu para los que no conocéis la comarca del Bajo Panadés), obsequiará a Martínez con la  interpretación del cuadro escénico-musical “Seguidillas Manchegas de Pan y Toros”, que tanto suele hacer las delicias de nuestro n.s.b.a. Cardenal. 


Al final del encuentro, y tras recibir el agasajo y los parabienes de todos los participantes, nuestra primera Cabeza Diocesana, dirigirá un discurso preparado “ad hoc” , en el que regalará a la más que previsible multitud de congregados con las primicias del nuevo Plan Pastoral 2009-2012, muy probablemente titulado “Apaga y Vámonos”

Nuestro servicio de documentación nos asegura que nuestro Cardenal Arzobispo Martínez, “Duce y Conducator” Único del Pueblo de Dios que medra en Barcelona, inspirará sus palabras en las que el Duce italiano dirigió al pueblo de Monza,

y que lleva por título “He cumplido mis promesas;¿dudabais que lo haría?”

 

Finalmente recibirá el juramento de fidelidad de Canónigos, Beneficiados (fueron abolidos  en la Catedral pero abundan por todos los rincones de la Diócesis) Consejos Arciprestales, Consejos Parroquiales, y demás miembros de organismos diocesanos. 

¡CON MARTÍNEZ, HASTA LA VICTORIA O MORIR!


La marmota altopirenaica predice el tiempo eclesial (3/05/2009)

(De tus  amigos, los innombrables enfermos mentales de Germinans) 

Descripción 

Es un roedor de gran tamaño. Cabeza y orejas cortas. Extremidades anteriores fuertes con cuatro dedos y adaptadas a la excavación de información pútrida. Cinco dedos en las extremidades posteriores para tener siempre una vía de escape por la puerta trasera. Adulto con cabeza y espalda de color pardillo oscuro, nariz (como su inteligencia) grisácea y vientre amarillo, pero siempre caliente y agradecido. Tercio distal de cola negro o muy oscuro (más oscuro de lo que se pueden imaginar). Crías hasta los tres meses de color gris (como su padre) Tienen una sola muda anual, normalmente de chaqueta de pana marrón y camisa de rayas verticales inconjugable e incombinable. Muestra incipiente alopecia en forma de calvas. Dimorfismo sexual apreciable sólo por la distancia ano-genital (aquí ya no entramos, porque nunca lo hemos hecho…) Fórmula dentaria:  1.0.2.3 / 1.0.1.3  Número de cromosomas (2n)= mutante 

Distribución 

El área de distribución original abarca los Alpes occidentales y los Montes Tatra. Se han efectuado numerosas reintroducciones en lugares donde estaban presentes en tiempos históricos y habían desaparecido por la presión eclesial. Las introducciones en cambio se han llevado a cabo en lugares en los que existía en el registro fósil, como en Madrid. En la vertiente francesa de los Pirineos han sido introducidos desde 1948 (antes del Concilio Vaticano II) ejemplares oriundos de la región parisina y su levantisco clero progresista. Hoy en día la especie se encuentra cómodamente asentada en el poder diocesano barcelonés, gracias a nuestro n.s.b.a. Arzobispo, desde Collserola hasta la fachada marítima litoral y desde las Costas del Garraf hasta la cordillera prelitoral del Montnegre-Corredor, con tendencia a extenderse más allá de esos confines. 

Variación geográfica 

En el género “Marmota” se reconocen ocho especies. Entre ellas la marmota alpina, que presenta dos subespecies, la marmota de los Alpes y la de los Montes Tatra. Las poblaciones altopirenaicas pertenecen (como siempre ocurre con lo nuestro) a la subespecie nominal. No se ha descrito ninguna variación geográfica en los Pirineos a pesar de la amistosa cercanía con el copríncipe episcopal andorrano. 

Hábitat y rango altitudinal 

Su hábitat lo constituyen los pastos de las más decadentes instituciones diocesanas, subvencionados públicamente o revestidos de prebendas fundacionales, con suelo suficientemente profundo aunque mala visibilidad sobre la autentica realidad de la Iglesia universal debido a la abundante cobertura capilar de su conspicuo frontal homínido poco evolucionado.

Se ha observado cierta preferencia por comunidades eclesiales en extinción vinculadas a fenecidas ideologías de izquierda. El éxito de la colonización de los organismos eclesiales barceloneses parece muy influido por la existencia de algunos personajes de tributarios de la casi deforestada “U” (Unió Sacerdotal de Barcelona) que apoyan su difusión y por una franja de mediocres y pusilánimes que de manera incomprensiblemente vergonzosa no se sublevan por miedo a perder su cuota forrajera.

El rango altitudinal de los ejemplares altopirenaicos trasladados al Llano de Barcelona no rebasa la altura de Montjuich. 

Reproducción

Paren camadas poco uniformes y artículos muy inconexos entre sí y poco estructurados. Los partos ocurren un par de veces o tres por semana tras muy poca documentación y reflexión. Jamás van más allá. Su lenguaje es farfullero y fonéticamente mal articulado con tendencia al esputo y a la broma poco inteligente. Tras el largo invierno de su carrera hace su primera aparición en medios audiovisuales hacia el equinoccio de primavera (18 de marzo) normalmente de la mano de algún mustélido mesetario. 

Hábitos Alimentarios

Dieta fundamentalmente muy básica singularizándose por el abandono de las tradicionales dicotiledóneas y tránsito a las gramíneas vallesanas. 

Abundancia 

Gracias a Dios, exigua y yendo a menos. 

Organización social y comportamiento 

Es un animal, diurno e hibernante, que vive en madrigueras de enjundia en cuyo interior pasa la mayor parte de su vida. La unidad social es el grupo ideológico constituido por una pareja de voluntarios no-gratificados y algún descendiente, eventualmente algún adulto más (normalmente algún fracasado pastoral). La entrada en hibernación es contagiosa, todos los que lo leen y lo escuchan quedan en un estado de sopor y descienden su temperatura corporal y ritmo cardíaco, despertándose a veces durante el proceso. La termorregulación progresista y nacionalista parece ser un factor importante que influye en la supervivencia durante periodos de esterilidad eclesial. Las marmotas poseen un complejo sistema de silbidos (Blocsfera eclesial catalana) que les permite alertarse mutuamente de la cantidad e inmediatez del peligro. 

Interés económico y relación con el hombre 

El interés económico está derivado de su inadaptación a los medios civiles naturales para el ejercicio profesional por lo que acaba pudiéndose calificar de “atractivo turístico de la alta montaña pirenaica emigrado a la conurbación metropolitana barcelonesa”. No produce daños particulares salvo en aquellos con poca formación o criterio, excepcionalmente madrigueras en algún Seminario y Facultad de Teología y roeduras en portales digitales de información. Lastimosamente, episcopalmente ni se caza ni se ha cazado en el Pirineo. Se trata pues de una especie introducida por sus abuelos en la diócesis de Barcelona, cuyo estatuto en Cataluña es de: “Especie Cinegética, cuya caza está vedada”. 

Depredación 

Depredadores tradicionales: el águila real de aguda visión eclesial (casi en extinción en Cataluña aunque también el resto de la Península) solía tener en la marmota altopirenaica su pieza clave en su dieta alimenticia. El zorro, activista renovador de comunidades, se alimenta de marmotas y éstas lo han visto siempre como un peligro para su permanencia. Los perros, particularmente los de pastor celoso, representan el peligro más imprevisible, por eso suelen las marmotas tirarse a la yugular de pastores para sangrarlos antes de que tomen posesión de las diócesis y con su jauría canina los extermine. El lince boreal, intelectual católico muy preparado académicamente, también preda sobre las marmotas, pero es que no tenemos muchos y los que hay viven agazapados. Finalmente, los quebrantahuesos “germinacéos germinantes”. La marmota lo ha entendido y trata de desacreditar a los individuos de esa especie tratándoles de enfermos mentales. A ellos “tant se´ls hi en fum” (tanto les da porqué están acostumbrados a todo) 

Patologías y parásitos 

El conocimiento sobre la patología de la marmota altopirenaica es todavía muy escaso. Entre los helmintos gastrointestinales barceloneses más comunes se encuentran Romeu de Cal Picafoc, Brustenga de Can Patera y Cabot de Can “Ja t´ho diré”. 

Factores de amenaza y medidas de gestión 

Amenazas directas desconocidas hasta ahora. La especie se encuentra en discreta  expansión pero muy controlada. Tampoco se ha aplicado ninguna medida de conservación por lo que, a la mínima, se desintegra el individuo por sí solo y desaparece la población, aunque alguien piense que haya hecho “bastante” para evitarlo.

 


Abad Escarré: "Quaesivi bona sibi" o cómo sólo buscó su propio interés (27/04/2009) 

El pasado 21 de octubre, y en conmemoración del centenario del nacimiento y cuadragésimo aniversario del fallecimiento del Abad Escarré, tuvieron lugar dos parlamentos en el Auditorio del “Palau de la Generalitat”. Nos vemos obligados a dejar de lado la alocución del entonces Vicepresidente de la Generalitat Josep-Lluís Carod-Rovira , de marcado tono panfletario y sin más documentación histórica de referencia que los estudios de Montserrat Minobis y Jordi Vila-Abadal y una cita verbal indocumentada del P. Oleguer Porcel, monje desterrado en Cuixà. Porque la alocución  que realmente nos interesa fue la del actual abad de Montserrat Dom Josep M. Soler que afirmó que la frase que mejor resumiría la intensa trayectoria del P. Abad Escarré es dejar claro que fue “discípulo de Jesús y que amó a Montserrat y que por ese motivo vivió y trabajó propter domum Domini, para la casa del Señor, como rezaba su lema abacial” (sic)

Desafortunadamente todos los perfiles biográficos publicados en prensa con motivo de esas efemérides siguen coincidiendo  injustamente en considerar a Francisco Escarré y Jané, de profesión monástica Aurelio María, como la panacea universal de la bondad humana y cristiana, del espíritu monástico de acogida, del patriotismo catalanista y de la paternidad abacial encarnada…

Pero todo esto se encuentra muy lejos de la realidad histórica del personaje, convertido en mito al servicio de otros intereses, del que llegara a ser abad de Montserrat Dom Aureli Maria Escarré.

Quién en tres diversas publicaciones (“Confessions d´un exmonjo de Montserrat”, “Montserrat 1936” y “L´abat Escarré: historia i mite”) nos da cuenta de ello es un ex monje de Montserrat, el gerundense Mn. Narcís Xifra Riera, que vivió intensamente todos los acontecimientos vividos en la abadía  desde su entrada en ella con apenas  nueve años hasta que los sucesos históricos de 1936 y las maniobras del futuro abad Escarré lo condujeran al exilio junto con otros muchos compañeros de profesión monástica.

Mn. Xifra estuvo siempre, hasta su muerte, disponible para el diálogo y el encuentro personal en su muy querido santuario de Santa Afra, cerca de Sant Gregori. Nunca entendió la popularidad y el sostenimiento del mito Escarré. En sus libros presenta documentos evidentes de la filiación falangista del mitificado abad. Escarré era inculto, según los parámetros benedictinos de la abadía, no sabía nada de música ni de latín y griego. Excusaba su ausencia en los exámenes con enfermedades inventadas. Únicamente conspiraba. Con otros monjes “de su cuerda”, entre ellos Oleguer Porcel evidentemente, decidieron hacerse con el control de la abadía. En 1936 tuvieron su oportunidad y se deshicieron de los monjes más preparados que como Xifra, no pudieron volver después de 1939 a la comunidad. En enero, al llegar las tropas nacionales a tomar control del monasterio presuntamente sin autoridad legítima constituida, Escarré exhibió un albarán por la compra de unos pollos en las que se intitulaba como “Prior”, mostrando su firma.

Escarré gozó de la connivencia de los militares franquistas con los que compartía ideología y muchos “tics” autoritaristas que le llevaban a continuas violaciones de la regla de San Benito, especialmente en el trato durísimo con los monjes a los que disciplinaba personalmente con crueldad.

La megalomanía de Escarré estuvo muy lejos del voto monástico de pobreza, megalomanía que le llevó a forrar la abadía con lujos más propios de una monarquía absolutista.

Después de una entrevista en el diario “Le Monde” en los años sesenta, Escarré se convirtió en un mito del catalanismo al denunciar el régimen político y optar por el exilio. Mosén Xifra era de los que sabían que sólo era una argucia. Los monjes expulsados de la abadía y algunos sectores del catalanismo clandestino lo querían echar de Montserrat y Escarré, amigo personal de Franco, encontró una salida digna e inteligente inmolándose como mártir del sistema.

Centenares de calles y plazas de Cataluña conservan injustamente su memoria. Como tantos políticos y eclesiásticos que, por encima del rigor histórico, prefieren servirse y aprovecharse del mito, ensuciando la auténtica memoria histórica del Monasterio y de sus monjes. Y como no, de la auténtica “Casa del Señor y Camarín de su Santísima Madre”, la Moreneta, cuyo insigne patronazgo sobre nuestras diócesis celebramos, en este día 27 de abril,  los catalanes. 


Sistach: El despotismo de medio pelo (20/04/2009)

"Fuerte con los débiles, débil con los fuertes"

No podía delegar en nadie más el examen y valoración moral de los hechos que nos han sido relatados por el grupo de feligreses de San Ramón Nonato de Collblanch y que ponen al descubierto no sólo los gravísimos desórdenes pastorales del párroco Brustenga sino la tolerancia cómplice en la que resueltamente se apoya: la del Ordinario del lugar, el cardenal Lluís Martínez Sistach.

Pero es necesario tomar perspectiva del asunto para comprender la gravedad moral de esa tolerancia culpable.

Y para ello es necesario echar una mirada atrás, casi a los mismos orígenes de la que fuera la página web predecesora de Germinans: el de Bello Pallico.

Corría el mes de septiembre de 2006 y en la Parroquia de San Agustín Nuevo de la barcelonesa calle Hospital en pleno arrabal viejo del Casco Antiguo, desarrollaba su ministerio Mn. Antoni Deulofeu, un sacerdote medianamente joven (nació en 1956) de gran  empuje evangelizador y que, aún a pesar de su formación vocacional un tanto singular pues procedía de la extinguida Casa de Santiago, había conectado y estaba fuertemente marcado por el pontificado de Juan Pablo II. Admirador del carisma de “Comunión y Liberación” y de la Madre Teresa de Calcuta fue el promotor del traslado de las religiosas de esa Congregación asistencial a los más desfavorecidos desde el local de la Parroquia de San Jaime en la calle Leona hasta los locales más amplios de su Parroquia. Consiliario Diocesano de la Hospitalidad de Nª Sª de Lourdes a la cual se entregaba de pleno, miembro de “Payasos sin Fronteras” sabía reservarse algún “gag” o alguna “payasada” para los niños enfermos que necesitan una sonrisa.

Mosén Toni comprendió la importancia de acompañar la religiosidad popular y de apoyar a las Hermandades y Cofradías para sacar de ellas lo mejor y de mayor provecho.

Su casa parroquial siempre llena de pobres y desfavorecidos, pero en rotación y nunca estables. ¿Sus deudas? Muchas, como las de todo sacerdote que trabaja y entrega su vida a los hombres y mujeres de este mundo por amor a Dios. El cardenal Carles siempre aconsejaba a sus sacerdotes que se llenasen de deudas en sus tareas apostólicas. Porque de ese modo, los acreedores rezan fervorosamente para que los sacerdotes no se mueran y puedan pagar sus facturas. Simpática la broma pero muy sobrenatural y de gran calado apostólico.

Pero Sistach no pensaba de la misma manera. ¡Demasiado pólvora para tan poco  cañón!  Sus cálculos no están muy marcados por una mirada sobrenatural sobre las cosas y las personas.  Y además estaba convencido que la confianza depositada por Carles al párroco Deulofeu al poner en sus manos una parroquia de tanta envergadura constituía una equivocación. Así que se presentó como elefante en cacharrería en San Agustín y, dándole a Deulofeu un disgusto monumental, lo presionó para que marchara de su parroquia y echara a todo quisque de la casa parroquial.

El párroco Deulofeu, privado de la confianza y el apoyo de su Pastor no vio  otra salida que retirarse a descansar y reflexionar a la vecina diócesis de Tarrasa, acogido cariñosamente por el entonces párroco de San Esteban de Granollers, el hoy obispo de Gerona D. Francesc Pardo.

Poco a poco y recuperándose del trastorno, Mn. Toni fue sosegándose y retomando confianza en sí mismo y hoy en día desarrolla su ministerio, junto con otros proyectos y actividades, como párroco de San Lorenzo en Tarrasa.

Es muy posible que el fondo de la cuestión, Mons. Martínez Sistach no se equivocara en aquel año 2006, ya que quizá San Agustín se estaba convirtiendo para Deulofeu en una bola de nieve en un alud difícil de controlar. Lo inaceptable fueron las formas utilizadas por Sistach que usó de un trato personal duro e impropio de un pastor para con sus sacerdotes.

Ahora se han cambiado las tornas y se ha girado la tortilla.

El sostén y apoyo de “okupas” de rectorías, ilegales y sin papeles, no es un sacerdote generoso y entregado, apostólico y de miras sobrenaturales, sin más apoyo en esta vida que su fe y su confianza en el valor y dignidad del hombre, sin padrinos de renombre y desnudo de relumbrón humano.

Ahora es el presidente de la Unió Sacerdotal de Barcelona, el izquierdoso y malévolo Brustenga. Hombre airado y vengativo donde los haya, agitador profesional al servicio de la ideología hegeliana y de una “Esglesia Plural” que no admite más pluralidad que la le dicta su sanguíneo temperamento.

¡Ah, esta es harina de otro costal!  Aquestes són figues d´un altre paner!

Sistach no se traslada colérico y resoluto a poner orden en el guirigay de Collblanch, escuchando y atendiendo las suplicas de los feligreses escandalizados y no únicamente por esta cuestión, sino por la falta de entrega, de espíritu de servicio y de integridad ética de su párroco.

Sistach calla y hace la vista gorda demostrando así su despotismo, no ilustrado, sino de medio de pelo, de “quiero y no puedo”: siempre fuerte con los débiles y débil con los poderosos de este mundo.

Ese es el auténtico escándalo de nuestra Diócesis: un Pastor no sólo debilitado por el oscuro poder que lo aupó y que ahora lo sustenta, sino con el corazón embargado por una mezquina necedad que constantemente aflora y queda plasmada en buena parte de sus discursos y  en la mayoría  de sus actos de gobierno. Barcelona debe ser liberada de ese lastre a la evangelización o fenecerá para la Iglesia. En el momento en el que nos encontramos, la auténtica “diocesaneidad” consiste en hacer lo imposible en el plano humano y divino para rescatar esta porción del Pueblo de Dios del cayado rapaz del que se sienta en la cátedra de San Paciano.  


Los siete dolores y gozos de Turull – 17/03/2009

1) Viendo a Taltavull mitrado, Turull se aflige,
Más Sistach pronto, le dice, pronto, le dice;

Turull glorioso, Turull glorioso. Espera que te llegue
tu premio y gozo, tu premio y gozo

 

2) Al circuncidarse niño, Turull padece,
pero le alegra el nombre, que se merece;

Turull glorioso, Turull glorioso. Espera que te llegue
tu premio y gozo, tu premio y gozo

 

3) Con Sistach llega hasta el podio, Turull mimado,
Pero quedó desconsolado, desconsolado;

Turull glorioso, Turull glorioso. Espera que te llegue
tu premio y gozo, tu premio y gozo

 

4) Volviendo a la terna, Turull aún teme,
Que Germinans de él hable, como un pelele;

Turull glorioso, Turull glorioso. Espera que te llegue
tu premio y gozo, tu premio y gozo

 

5) Con todo un Seminario, hechito trizas,
Turull la mitra aún codicia, aún codicia;

Turull glorioso, Turull glorioso. Espera que te llegue
tu premio y gozo, tu premio y gozo

 

6) En Solsona y Tortosa, su fe reposa,
antes que “El Padrino” marche, de Barcelona;

Turull glorioso, Turull glorioso. Espera que te llegue
tu premio y gozo, tu premio y gozo

 

7) Si por nosotros fuera y dependiera,
del Gornal o la Mina, Cura te hiciera;

Turull glorioso, Turull glorioso. Espera que te llegue
tu premio y gozo, tu premio y gozo

 

 

Calendario de la Delegación de Pastoral Juvenil (todo parecido con la realidad es… inexistente) – 09/03/2009

El delegado de Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Barcelona, mosén Toni Román ha tenido a bien publicar un calendario de iniciativas pastorales, fruto de la reflexión y el trabajo desde que recibió el encargo de revitalizar la pastoral juvenil por nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo el Dr. Luis Martínez Sistach.

He aquí el programa con todo detalle:

1.- Curso Básico de Evangelización en la calle (Primer Anuncio)

Desde el viernes 13 al domingo 15 de marzo. Lugar: Colegio de las Teresianas de Ganduxer

Fines:

a.- para redescubrir la frescura del primer anuncio.

b.- para aprender a ser testigos eficaces de Jesucristo en la propia cotidianidad, en las casas, con los amigos…

c.- para prepararnos a vivir una experiencia de evangelización en la calle.

d.- para crear un equipo de jóvenes que se ocupe de publicitar eventos de evangelización.

e.- para que todos puedan cultivar con renovado entusiasmo el mandado misionero con sus coetáneos.

A cargo de un grupo de 7 sacerdotes jóvenes de las últimas generaciones.

2.- Vigilia Diocesana de Adoración Eucarística para Jóvenes:

-Sábado 21 de marzo Lugar: Seminario Conciliar Presidida por Mons. Sebastià Taltavull (en la tarde de su consagración).

-Domingo 22 de marzo: Jornada formativa en el Seminario para Agentes de Pastoral Juvenil, 11 de la mañana.

Por la tarde, después del almuerzo el Cardenal propondrá la Lectio de Cuaresma para jóvenes y el Itinerario Espiritual hacia la Pascua.

Ensayo de cantos y Canto de Vísperas.

3.-Ejercicios de San Ignacio para chicos y chicas (según el método del P. Vallet)

De viernes 26 a domingo 28 de marzo.

Para chicos: Casa de Ejercicios Nª Sª de Montserrat en Caldes de Montbui.

Predicadores: diversos sacerdotes Cooperadores de Cristo Rey.

Para chicas: Casa de Ejercicios Maria París – Sarriá.

Predicador: P. Rainiero Cantalamessa.

4.- Peregrinación Joven interdiocesana a Poblet

Días 30, 31 de mayo, 1 de junio.

Lema 2009: “VENGA A NOSOTROS TU REINO”.

Día 30: “Reino de Verdad y de Vida”. Consagración a San Pablo.

Día 31: “Reino de Santidad y de Gracia”. Consagración a Maria Reina.

Día 1: “Reino de Justicia, Amor y Paz”. Consagración al Corazón de Jesús.

Lugar de Partida: Capilla de San Pablo de Tarragona Viernes 30/05 a las 5 de la tarde.

Los obispos de Cataluña caminarán junto a los jóvenes el sábado por la mañana desde El Pla de Santa María hasta el Real Monasterio de Santa María de Poblet.

5.- Vigilia de Corpus Christi

Vigilia Joven de las Espigas en Santa Maria del Mar Acto de Consagración de la Juventud.

Se ofrecerá a Jesús Eucaristía el Calendario de los Grupos Juveniles de Oración para el curso 2009-2010 a partir de septiembre.

6.- Retiro Litúrgico de Julio

Retiro Litúrgico para chicos entre 18 y 30 años.

Del jueves 2 al domingo 5 de julio.

Lugar: Santuario de El Miracle de Solsona.

Organizado por un grupo de jóvenes liturgistas de la diócesis de Barcelona. Se presentarán todas las novedades litúrgicas de la 3ª edición del Misal Romano. Se compondrá el calendario para el Curso de Acólitos y Lectores para el servicio ministerial parroquial (participarán los seminaristas de nuestro Seminario, pero no el rector Turull por estar de vacaciones por el mundo mundial con el Sr. Cardenal como es de rigor).

Nos felicitamos por todas estas iniciativas que podría haber tomado el reverendo Antoni Román (el de la camisa a cuadros modelo “Siete novias para siete hermanos”) pero que no tomó, porque según nos informan está cansado y sin ideas, apático y sin entusiasmo, ceniciento y sin empuje.

Pues nada, apreciadísimo Delegado, ¡a aguantar tocan! Y a mal tiempo, buena cara o por lo menos “sonrisa de Netol” como la “del Boss”, que según nos hemos informado es así como llamáis ahora en la “intimidad de la Delegación” a nuestro n.s.b.a. Cardenal. ¡Para que digan de nosotros!

Y Vd. Sr. Cardenal, nada. Ni caso. Como si oyera llover. Porque cualquier cambio en la dirección de lo que desde esta página se sugiere es considerado por Vd. como una “baixada de pantalons” (sic). Aquí, como usted bien ha afirmado, lo que toca es resistir “peti qui peti” (reviente quien reviente).

Lo malo es que lo que se resquebraja y hunde es la Diócesis y su futuro más próximo: se ha claudicado y aceptado sin más que los jóvenes son cosa perdida. Se ha dejado de creer en la fuerza de la gracia y todo se ha venido abajo. Pues “bona nit i tapa´t” y el último que cierre la puerta…

 

 

29 de abril de 2012 – 02/03/2009

Como rotundamente se afirma en el evangelio: “No hay nada escondido que no llegue a saberse”. Todo se sabrá en su momento. Será el tiempo para hablar y levantar la voz. Cumplirá en ese día nuestro n.s.b.a. (nunca suficientemente bien amado) Cardenal Arzobispo Monseñor Martínez Sistach la edad canónica para presentar la dimisión como Pastor “de esta porción” de Iglesia que es la archidiócesis de Barcelona. A mí eso de porción siempre me recordó la publicidad del queso “en porciones El Caserío”, merienda de muchas tardes. La única diferencia es que “del Caserío me fío”. Al menos nos podíamos fiar hasta que la empresa balear fue absorbida por la alemana Kraft y el sabor del queso de Mahón desapareció para dejar paso a un queso mantecoso “para untar” que ya no tenía el sabor del de nuestra infancia. Mantecoso y para untar mejor “La vache qui rit”. Y si ha sido comprado y viene de Andorra, fenomenal como las Aspirinas Bayer. No así con su copríncipe episcopal que cuanto más lejos de Barcelona, mejor. ¡Cuan cerca sentimos ya su gélido aliento y su espectral sombra! Para ruina final de nuestra diócesis de Barcelona. Como en Nunciatura se duerman, nos lo endosan. Si es así, ya podemos sacar las colgaduras y los penachos negros de los caballos de la carroza del duelo. Duelo y Réquiem por el catolicismo en Barcelona. Y en Cataluña por extensión y contagio.

Pero aquel día 29 de abril del 2012 será el “finismundi”. Barcelona se convertirá en el Valle de Josafat, nuestra página resonará como las trompetas apocalípticas del día del Armaguedón. Se abrirán los libros y con ellos los documentos y se sabrá la verdad. Contaremos la verdad en, de momento, tres historias. Una detrás de otra. Y en todas nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo no como estrella invitada, sino en el papel del protagonista principal. Nuestra buena amiga Agata Christie creemos que nos aplaudirá desde el cielo. Aunque lo suyo era fantasía y ficción y lo nuestro un “reality show” pero sin bambalinas ni falsas plateas.

El índice de audiencia de la serie “Se ha escrito un crimen” de la intrépida Jessica Flescher, tendrá un tamaño anecdótico al lado del seguimiento digital en la red de nuestro relato de historia eclesiástica contemporánea.

Las madres paseando con sus hijos por las calles, al paso del virtualmente dimitido (aunque quizá prolongado en su mandato) Cardenal Martínez Sistach, giraran el rostro de sus retoños para que no miren a la cara aquel que fue capaz de tantas felonías y de la destrucción de la Iglesia.

En la calle Añastro, el sillón de la Comisión Ejecutiva donde reposaba sus posaderas el venerable prelado, será retirado y colocado en un almacén del Estado al lado de los bustos de Franco y los escudos nacionales con el águila de San Juan. Y en medio la poltrona de la que sirvió Sistach.

En el distrito de Horta-Guinardó se demolerá la “torreta” de comerciante de “vetes i fils” (cintas e hilos de mercería) de los Martínez Sistach, como demolieron los rojos la Parroquia de la Bonanova en el 36. A suelo raso para que no quedaran vestigios.

Ya no se pensará en Cali o en Medellín cuando se hable de “cártel”. Se pensará en Barcelona.

Ya no se sentirá “el perfume embriagador” cuando se hable de la “Cosa Nostra”. Ni se definirá la familia como una “unión estable de un hombre y una mujer abiertos a la vida”.

“Familia” se definirá como “las trampas y presiones deleznables que Sistach intentó ejercer para salirse con la suya”.

El mundo habrá dado un giro de 180 grados. Muchos habrán muerto. Otros no ostentaran sus responsabilidades. Unos caerán para que otros se levanten. Y Germinans seguirá siendo bandera discutida. Y a pesar de que “ellos” no lo creen, Sistach “eppure si muoverà”. Y algún día, como todos, se morirá. Que nadie se queda como los tomates tardíos de octubre. Para semilla.

Pero Germinans, germinabit…

 

 

Retorno a Gerona – 06/02/2009

Siempre resultante agradable y muy gratificante visitar la “tres veces inmortal Ciudad de Gerona”. El centro histórico y casco antiguo de la capital del Oñar es todo de piedra y singularmente acogedor, como de porte adusto y señorial sus gentes, tanto aquellas procedentes de augusto linaje como aquellas menestrales y artesanas.

Tal cómo había prometido a mi inseparable y buen amigo Dom Gregori Maria, pero esta vez acompañados por el ilustre prócer Lucio Sereno que nos guió por las intrincadas calles de su hermosa ciudad, regresamos sobre aquellos que fueran nuestros pasos ya hacía algunos meses pero esta vez a visitar las obras de restauración tanto de la insigne catedral gerundense como de su vecina colegiata de San Félix.

Ahora, tras la restauración exterior finalizada meses atrás, continua la interior, quizá mucho más delicada y sin duda merecedora de mayor detenimiento y detalle. Por cierto, y so pena de parecer parcial si no partidista cosa que no es mi intención, tal restauración ha sido posible gracias al Proyecto Catedrales que aprobó y licitó el gobierno del Partido Popular, habiendo sido incapaces los gobiernos precedentes, tanto central como autonómico o local de aunar esfuerzos para tal cometido. Lo subrayo por si las almas remilgadas y “ai! uix! quin fàstic!” (¡ay que asco!) no paran cuenta en ello.

Esencialmente la restauración del Alma Mater gerundense va a consistir en una pulido de materiales ennegrecidos con el paso de los siglos y que va a dejar resplandeciente el primer templo diocesano. Nadie cree que vaya a solucionarse dos de las cuestiones más encasquilladas y de difícil solución, a saber, que se hace con el enorme cajón y órgano, sin embargo de gran calidad musical, que ocupa a manera de coro el centro de la nave, reduciendo así su capacidad y la visión del conjunto catedralicio, y la cuestión “altar mayor” si cabe aún más preocupante.

Durante el pontificado del Dr. Jubany, en los años del primer posconcilio se procedió a desmontar el antiquísimo altar románico y su baldaquino. La excusa de la realmente necesaria restauración de los mismos así como del ara-lipsanoteca llevaron posteriormente a la elaboración de un proyecto de altar con infames materiales de ladrillo “a obra vista” que demos gracias a San Narciso no llegó a cuajar. Fue entonces cuando se estableció el altar provisional que desde entonces contemplamos y que seguimos juzgando impropio de una sede episcopal, aunque debemos decir ha mejorado desde nuestra última visita. Ya no luce la famosa “manta morellana” ni el no menos famoso potus, ni tampoco los asimétricos velones laterales, ahora encontramos únicamente un sobremantel púrpura de seda y brocado en plata y oro con motivos floreales de hoja de acanto y acabado de pasamanería “rayoneé” también en seda que enaltece el geométrico “cubo sobre tarima” (deixem-ho així!) que funge como altar.

Valga como encomio y enhorabuena al máximo responsable de la liturgia diocesana y Ceremoniero capitular Mn. Joan Baburés sin duda promotor de tan sencillos pero acertados cambios. Ad majora! Ahora únicamente hace falta un nuevo decreto diocesano para que la historia le reserve un dignísimo lugar entre los que supieron leer los signos de los tiempos y estar a la altura de los acontecimientos. Muchos se lo agradeceremos. Seguro que el obispo Francesc está bien dispuesto a ello. Créalo.

Pero nuestro mayor gozo, y valga como despedida a esta breve crónica fue contemplar el embalaje del ara-lipsanoteca situada en la más cercana capilla lateral del lado epístola, quien sabe si promesa de aún si cabe mayores y más imperecederos aciertos en la restauración monumental de esta maravillosa mole catedralicia.

Como muy bien subrayaron los técnicos artísticos sea de Bellas Artes como de la Generalitat, altar, baldaquino y ara forman un único conjunto artístico y como tal debe ser entendido y recolocado, seguro que los prohombres gerundenses, que de tenerlos los tiene, encontraran una buena solución para este asunto que ya esperamos impacientes. También en esta cuestión creemos que encontraran en Mons. Pardo un ánimo pronto y bien dispuesto.

Amunt i crits!

 

 

Dr. Pifarré: una lección de controversia a Matabosch – 19/01/2009

El pasado jueves 8 de enero la presentadora Olga Valencia del programa “Hola Barcelona” de Barcelona TV moderaba un debate sobre la resabida cuestión de la publicidad atea en los autobuses urbanos de la Ciudad Condal. Sentados en la mesa dos representantes, uno de cada asociación, de la “Lliga per la Laicitat” y del “Ateneu Eclèctic i Liberal d´Ateus i Agnòstics”. Junto a ellos, el Dr. Lluis Pifarré, catedrático de Filosofia y Mn. Antonio Matabosch, quien a pesar de ser el único sacerdote que acumula catorce (14) cargos y responsabilidades en la archidiócesis de Barcelona, fue a sabiendas presentado como el Señor Matabosch, director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Vestido, ¿como no iba a ser así?, con su habitual americana abigarrada y una aparatosa corbata de doble nudo. Es imposible que exista una imagen más aseglarada de un sacerdote, que ya por sí mismo, vive aseglaradamente, sin ninguna referencia a la vida sacramental que le es propia a un ministro del Señor aunque se dedique este a la docencia.

Pero aún siendo esto grave a nivel de imagen y presentación, de mayor gravedad resultó que aquel que preside (tal como él quiso subrayar) la Fundación Joan Maragall para el diálogo entre Fe y Cultura fuese incapaz de argumentar absolutamente nada con pies y cabeza. Bien al contrario del Dr. Pifarré que hizo lo que correspondía al caso: razonar y argumentar.

¿Por qué fue capaz el Dr. Pifarré de hacerlo e incapaz el Dr. Matabosch? Esencialmente por dos motivos: En primer lugar porque es evidente que esa Fundación Maragall lo único que hace no es promover el diálogo entre Fe y Cultura, sino el diálogo de mutuo apoyo entre ellos, el stablishment clerical en el poder y la “cultureta”, de la que reciben pingues subvenciones, precisamente por no hacer nada, por no representar obstáculo a nada y por allanarles el camino hacia la construcción del modelo de sociedad laicista en el que en el fondo coinciden ambas esferas, la política y la del clerical-progresismo izquierdoso. Es por eso que no levantan controversia alguna. Por que ni quieren ni les interesa.

Pero existe otro motivo: al haber abominado de la filosofía tomista son incapaces de elaborar una controversia y argumentar como Tomás de Aquino hacía con los pensadores ante los que se enfrentaba. No basándose en documentos de fe sino en las razones y declaraciones de los propios filósofos.

Santo Tomás de Aquino comprendió lo que muchos “doctores y maestros” no quieren comprender: que de nada vale decir a un ateo que es ateo, ni acusar a uno de negar la inmortalidad, sino se demuestra su equivocación demostrándole que yerra, no sobre principios que le son ajenos y que no son suyos, sino a partir de su mismo lenguaje y racionamientos. Con el ejemplo que Santo Tomás nos legó, quedó establecido, cómo debería haberlo estado siempre para un apologista cristiano, que o no hay que discutir con un hombre, o que hay que discutir en su terreno y no en el nuestro.

Se podrán hacer otras cosas en lugar de discutir, conforme a las ideas de cada cual sobre qué acciones con permisibles; pero si se discute, hay que discutir “sobre las razones y declaraciones de los propios filósofos” como afirma el Aquinate y cómo trato de hacer el Dr. Pifarré a pesar de la brevedad del tiempo de programa a disposición.

Ese es el auténtico sentido común: hay que discutir como sabe discutir un filósofo. Esa sí que es, no sólo una lección de Teología para el “teólogo” Matabosch, sino una lección de controversia.

 

 

La imagen de la Iglesia en Cataluña – 05/01/2009

Hace ya unos meses, allá por el mes de octubre el presidente Jordi Pujol en unos de aquellos encuentros que su Fundación organiza, normalmente en el Hotel Majestic y que son conocidos popularmente como los “esmorzars del Majestic” tuvo la oportunidad de recriminar al ideólogo y presentador del programa “Polonia” de la Televisión Pública de Cataluña (TV3) por ridiculizar, que no satirizar, la figura del Papa Benedicto XVI, presentándolo como un imbécil, y no atreverse a hacer lo mismo con un “musulmán o con el Dios de los judios”. Tampoco se atreverían sin duda a hacerlo con un miembro del órgano colegial de los jueces o con un poderoso banquero, sólo con los católicos, que todo lo aguantan. Y todo lo aguantan porque sus obispos, y no sólo nuestro n.s.b.a. Cardenal, sino los obispos de Cataluña no son capaces de dar la cara por sus convicciones, si es que las tienen. Y entre ellas debería figurar el respeto que merece la comunidad católica en este país de que sus creencias y símbolos sean respetados, de la misma manera que los católicos respetamos las creencias, posicionamientos ideológicos y símbolos del resto de nuestros conciudadanos. El presidente, que es y se siente hijo de la Iglesia, tuvo que hacer los honores que corresponderían a los obispos de este ente virtual que es la “Tarraconense”. En ningún lugar del mundo civilizado los obispos de una región omitirían una declaración colegial sobre un asunto tan delicado y de tanta envergadura cívica. Sólo aquí, porque nuestros obispos, y nos duele terriblemente decirlo, no están a la altura.

Hace algún tiempo, el obispo Carrera, que Dios tenga en su gloria, nos comentaba en “petit comité” a un grupo de sacerdotes sobre una pregunta que el también presidente Pujol, lleno de curiosidad sobre algunos aspectos de la historia reciente de la Iglesia en Cataluña, le remitía. La cuestión planteada era saber si era verdad que el modelo de Iglesia que se trató de imitar en el proceso de cambios posconciliares, pero que fue forjándose con mucha anterioridad durante la década de los 50, fue el de la Iglesia holandesa. La respuesta de Carrera fue afirmativa de manera rotunda y sin titubeo alguno. Sí, el modelo imitado no fue el francés, por mucho que pudiera parecerlo. Se tomó el arquetipo de la Iglesia Holandesa. Tout court. Y si vamos repasando y reflexionando calmada y pausadamente nos daremos cuenta que así fue. Por eso la evolución de la Iglesia posconciliar, especialmente barcelonesa tomó los mismos derroteros autodestructivos que la malograda Iglesia en Holanda, pero sin tener la altura intelectual y los resortes flexibles que después esta ha demostrado poseer. Porque el proceso de reforma de aquella Iglesia hace ya tiempo que ha comenzado sin que nosotros, en Cataluña, hayamos planteado un proceso paralelo de revitalización.

Y no solo. También de imagen pública. Mirad si no que bien planteada campaña publicitaria ha lanzado la Conferencia Episcopal Holandesa con la publicación de la revista “Welkom Thuis” (Bienvenidos a casa) dirigidos a los católicos que abandonaron poco a poco la práctica religiosa y que son invitados a regresar a la casa paterna. La primera edición, de unos 250.000 ejemplares, se agotó rápidamente y con gran éxito porque se ha visto acompañada de una cuña publicitaria de medio minuto en horario de máxima audiencia en la Televisión Pública que también ha tenido gran seguimiento y no sólo entre los católicos si no también entre los protestantes, creando una grata impresión en medio del ambiente navideño.

Además se ha creado un sitio web donde no sólo se puede ver el video en cuestión sino hacer el seguimiento de la vida de las diócesis, las parroquias y las comunidades religiosas. Al estilo de esa Iglesia que peregrina en Holanda, nos apuntamos nosotros. Pero han tenido que morir los cardenales Alfrinks y Willebrands y relevados de sus sedes y ministerios todos aquellos que fueron protagonistas de la debacle. Pero no sólo. Roma ha jugado fuerte en Holanda y se ha comprometido con nombramientos de peso sabiendo lo que se jugaba. En Cataluña no lo ha hecho. Opta por la vía media, que ni es vía ni es media. ¿El temor? Siempre la clase política. Que ni sabe hacer política ni tiene clase. Y los escrúpulos y el reparo ante un clero que cree “armado hasta las uñas” y pujantemente progresista y contestatario, cuando la verdad es que está pidiendo a gritos el golpe de gracia para acabar finiquitado. Aunque desaparecerá mordiendo, por la mezquindad que es connatural a su historia y a la mayoría de sus miembros. Se salvaba Carrera, que era harina de otro costal.

Hasta ahora en la sede de Utrecht y presidiendo la Conferencia Episcopal ha estado Adrianus Simonis. En Junio le sucedió Monseñor Eijk. Y Simonis ha sido mucho Simonis. Y cada uno de los obispos que hoy presiden las diócesis holandesas, hombres de Iglesia de gran altura intelectual, de honda reciedumbre espiritual y de probada fidelidad al Santo Padre. Igual que aquí con nuestros obispos y nuestra TV3. Igual.

 

 

Los augurios de Tena o los mudos hablan – 29/12/2008

El pasado martes 23 de diciembre tuvo lugar, como es habitual cada año, la recepción navideña que S.E. el Cardenal ofrece a los miembros de la Curia Diocesana y sus más estrechos colaboradores en el “gobierno” pastoral, en el Palacio Arzobispal.

En ediciones pasadas ya tuve la grata oportunidad de comentar algunos de los más sobresalientes aspectos de tales encuentros. Este año, como no podía ser de otra manera para no deslucir la tónica de la que ha constituido la mayor preocupación de Mons. Martinez, el brindis ha estado centrado en Germinans. Y ha sido en el auxiliar emérito, el obispo Pedro Tena haciendo las veces de Vicario General para el caso, en quien ha recaído tan augusto honor: “Brindemos para que desaparezcan estas páginas de Internet que tanto dañan la comunión diocesana, la unidad y la reputación de nuestro amadísimo Cardenal y que tienen que desaparecer”. Para hacernos propaganda gratis mejor hubiera dicho “nuestro nunca suficientemente bien amado Cardenal Arzobispo” (nuestro n.s.b.a.) que es como casi siempre es nombrado en Germinans la egregia figura de nuestra Eminencia saboteadora.... Veáse Sistach.

Debemos felicitar, sin embargo, a Mons. Tena, el de los muchos silencios. Que así fue como él mismo se definió, con una clarividencia fuera de lugar, en la Misa Crismal de 2001 justo al celebrar sus Bodas de Oro Sacerdotales.

No fue para nada desencaminado el preclaro hijo de Hospitalet . Un silencio tras otro a lo largo de toda su vida. Silencios ante las abominables y monstruosas doctrinas que a lo largo de sus años de Rectorado en la Facultad de Teología tantos profesores fueron propagando para daño de tantos seminaristas y religiosas que no sólo no recibieron la formación adecuada sino que fueron profundamente deformados con tesis malsanas.

Doble juego de quién teniendo siempre en su boca la “romanidad catalana” no hizo otra cosa que constituirse en filtro de todas aquellas determinaciones que nos llegaban sesgadas por el capricho de lo que el consideraba adecuado o no. Su especialidad siempre fue el ser el topo infiltrado y saboteador especialmente en todo lo concerniente a la liturgia. Su táctica preferida: poner todo en la vía muerta. Como hace años, presidiendo la Comisión Nacional de Liturgia de la CEE, poniendo en dique seco la publicación del bienal de lecturas patrísticas con “demasiados padres de la Iglesia hispánica para su gusto”. Pagado que estaba el trabajo por especialísima donación. Trabajo de boicot durante todos los años que fue miembro de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”. Trabajo ahora de sabotaje de la corrección de las palabras de la consagración del sanguis “por todos los hombres” por “por muchos” en la 3ª edición española del Misal y evidentemente la catalana porque aquí “no será bien recibido” Lacayo Urdeix dixit. ¿Cuándo Señor nos librarás de ellos?

Siempre fue así de este talante. Poner siempre palos a las ruedas de cualquier cosa que dañase a su querídisima Unión Sacerdotal de la que fue miembro fundador. Y callar, como calló cuando la revolución contra el Cardenal Carles desembocó en las sonadas dimisiones de los cargos directivos de la Curia. Hacer el doble juego: poner esa cara de Profesor Franz de Copenhague por un lado, con la voz siempre “engolada” de un monje de Montserrat, y por otra parte “ir haciendo”, que no siempre es “ir tirando” sino ir torpedeando. ¡Cómo echamos a faltar la honestidad ideológica y la entereza moral de Mons. Carrera! Todo lo demás que ha pasado en esta Diócesis, de “pa sucat amb oli” (pan aliñado con aceite es decir de pocamonta).

Ahora bien, a parte de este aspecto, de fábula para nosotros: que siga haciéndonos propaganda que el bacalao quizá no lo cortemos pero sus fiestas si que se las aguaremos. Como muy a pesar nuestro estamos aguando la fiesta de Sistach que creyó iba a nadar en una “balsa de aceite” y ha encontrado en Germinans no sólo “una china en su zapato” sino nos hemos propuesto ser la “horma de su zapato” según confesó recientemente en audiencia al Padre Luis Magriñá, provincial de los jesuitas, que aún no ha salido de su asombro al ver como una parte de su encuentro con el Cardenal discurría entorno a la “cuestión Germinans”. De alucine.

Nosotros hacemos votos para que este año 2009 traiga mucha salud, especialmente mental, a nuestro Cardenal. Aunque realmente pintan bastos pues si sigue con su obsesión va a enfermar y mucho nos tememos que los últimos días de su vida no los pase en su “torreta de botiguer” del Guinardó con su queridísima hermana, “la curial”, sino como huésped de la casa que las Hermanas Hospitalarias regentan en San Baudilio de Llobregat…

 

Como un reloj parado, como un cuerpo desmayado… - 16/12/2008

Hay en el salón de mi humilde pero acogedora casa un reloj de pared, no muy antiguo, pero sí lo suficiente como para no formar parte de aquellos que con apariencia de antiguos son movidos por una vulgar pila. El mío es un viejo reloj de la conocidísima y tradicional Casa Portusach (Pasaje San José, D entre Condal y Montesión) de principios del siglo XX con su péndulo, su par de pesas y ¿cómo no? un hermoso carillón interno que toca todas las horas y sus medias. Sin embargo su péndulo no está, como en otros casos, protegido de las ráfagas de viento por ninguna puertecilla con cristal: está sometido a las inclemencias del ambiente. Durante este verano, a consecuencia de las fuertes corrientes de aire que circulan por el interior de la casa y que van a batir directamente sobre el reloj en cuestión, el mecanismo dejó de funcionar. Llegó un momento en que por pereza y negligencia dejé de ocuparme del péndulo y así permaneció el reloj durante semanas, diría yo meses. También es cierto que durante el día cada vez paro menos en casa y que muchas veces ni reparo en el reloj. Cierto es también que a veces encontraba a faltar sus campanadas y que, mirándolo, me percataba de que no funcionaba. Como muchas veces lo había puesto en funcionamiento y veía que constantemente se paraba llegué a convencerme que el reloj ya no funcionaba: se había convertido en un hermoso adorno, decorativo, pero al fin y al cabo inútil a su cometido.

Hasta que ayer, evitadas todas las corrientes de aire, me decidí a ponerlo en marcha: subí las pesas, gravité el péndulo, giré la manecilla tantas veces sobre la esfera hasta ponerlo en hora, escuchando las repetidas campanadas que casi había olvidado. Y ¡oh maravilla! Todo como el primer día.

Luego, meditando, pensé que algo muy parecido sucede con nuestra Iglesia diocesana: posee el mecanismo esencial para funcionar que no es otro que el instituido por Cristo al fundar su Iglesia. Posee la doctrina y los sacramentos, el orden de las primacías, el tesoro de la liturgia, la santidad de tantos miembros que a lo largo de la historia y también en el presente han ennoblecido sus filas, solo le faltan dos cosas: recuperar la conciencia de sí misma y recuperar su postura de evangelizadora ante el mundo. Han habido en la historia de la Iglesia muchos momentos de colapso, de desmayo: la Iglesia pierde la conciencia de sí misma y el tono de su postura ante el mundo. Pero de golpe, incluso cuando todo se daba por perdido, reanimada por la fuerza del Espíritu, recupera la conciencia de Cuerpo Místico de Cristo y su posición misionera y se da cuenta que todo estaba allí: que nada debe buscar fuera, que posee en su mismo seno la totalidad de los medios con que Cristo le garantizó el éxito de su misión.

Benedicto XVI ha afirmado esta semana que la Iglesia “no es una corporación sino el mismísimo Cuerpo de Cristo”. El mensaje es claro: la Iglesia no es una empresa y nosotros sus funcionarios o empleados. No somos los bautizados unos burócratas u ordenancistas de una institución que hay que mantener. Y menos debemos serlo sus pastores: obispos y sacerdotes. Los funcionarios se contentan en mantener, en conservar, en presentar frías cuentas de resultados sin mucho entusiasmo.

Los católicos, eso si, tenemos el mejor producto que ofrecer al mundo: Jesucristo y el don de la fe en Él que cambia la faz del universo, cambiando el corazón de cada de cada hombre. Pero no lo sabemos presentar porque no estamos enamorados de Él. Está con nosotros, pero no lo conocemos como decía aquella canción de los años 70.

Por eso hemos convertido la Iglesia en un adorno, o en un museo, como dijo acertadamente el beato Juan XXIII, decorativo, que aún viste, pero incapaz de atañer a su misión. Nos faltó amarla y servirla con corazón de hijos, con el mismo amor y la misma voluntad de servicio que se sirve a Cristo.

Pero todo está ahí: hace falta una voluntad, un primer gesto de libertad para ponerla en movimiento.

Como el péndulo de un reloj que recibe el primer impulso para volver a funcionar, como alguien que administra el primer auxilio de reanimación tras un colapso…

 

 

Afrancesados para lo que les conviene – 01/12/2008

Durante decenios en esta bendita Archidiócesis de Barcelona tuvimos que soportar aquella ideología clerical totalitaria según la cual nosotros éramos diferentes del tosco clero español. Nuestra idiosincrasia y nuestro contexto cultural se asemejaban mucho más al talante eclesial franco-belga como también a su formación liberal y progresista. Llegó un momento en que nuestras más altas y privilegiadas mentes ya no acudían a cursar sus estudios a Roma sino al “Institut Catholique de Paris” o a la “Université de Lovaina”. Nuestros paradigmas pastorales eran la Misión de Paris del cardenal Suhard y la JOC del P. Cardijn. Lo malo es que ni Jubany era Suhard ni Batlles el consiliario belga. Como siempre nos sucede, cuando las ideas de los grandes movimientos europeos llegan a nosotros lo hacen tarde y mal y, casi siempre, se convierten aquí en extremas.

Y no soy yo únicamente quien lo afirma. Lo hicieron en su día intelectuales de la talla de Menendez Pelayo y Ortega.

Aquí la reforma litúrgica del Vaticano II se hizo afrancesada, los cantos populares catalanes propios de nuestra tradición religiosa se abandonaron, se introdujo todo el canturreo francés a lo “Dominique, nique, nique” pero a lo vulgar.

 

El tristemente malogrado Mn. Albert Taulé de la “Missa del Papa Joan” de 1965, de una formación musical de grandísima altura, acabó componiendo a lo Lucien Deiss, pero sin el encanto de su grandiosidad, para contentar a la platea. Después llegaron los “Cumbayá, Déu meu” y el desembarco de todo a lo “Nueva Orleáns”. Aquí todo se hizo burda imitación: los sacerdotes que venían de la France imitaban el jersey de cuello de cisne a lo “cura Normand Pagé” (sacerdote quebequés que después de desmitificar todo y destruir aún más, se secularizó para montar una cabaña eco-bio-naturista en el norte de Canadá para encontrarse en armonía con la madre-naturaleza).

Lo malo es que nuestras asambleas eucarísticas no tenían la fuerza de los cantos quebequeses sino el tono de íntima protesta a lo Lluís Llach o a lo Raimon (cuantos ofertorios nos hemos comido con “L´Estaca” y “Al vent” a golpe de guitarrucha mal afinada).

Pero llegó el momento en que Francia dio la vuelta, con el pontificado de Juan Pablo II. Lenta pero imparablemente surgieron los nuevos movimientos de evangelización, nuevas congregaciones religiosas que, todo menos secularizadas, daban vigor a la “Iglesia que peregrina en Francia” (Hermanitos de Jesús, Comunidades del León de Judá y del Cordero –después de Las Bienaventuranzas-, Juventutem, Peregrinaciones Anuales de Juventud a Chartres y de Montmartre y Notre-Dame)

Reforma profunda de los Seminarios Regionales, abandonando esquemas sesentayochistas como el de los Sulpicianos de Issy-les-Moulineaux con sus seminaristas-obreros…

¡Ah, pero ahora esto ya no nos interesaba! Privados de grandes vicios pasionales, hijos del tono medio, la mayoría del clero barcelonés retro-progre es capaz de abandonar todo menos la ideología que los sostiene siempre aderezado con cualquier otro tipo de mezquindades.
Entonces buscó su paraíso en “Latinoamérica”, en la Teología de la Liberación, en las comunidades de base de El Salvador o Nicaragua. Llegó Medellín y Puebla.

¡Qué triste panorama el de un clero sin otro armazón intelectual que el de la ideología! ¡Qué poco supimos imitar al ilustrado clero francés!

Y ahora que llegó la renovación de la Iglesia francesa, los caminos de la “hija primogénita de la Iglesia” nos asustan…

Les dan pavor no sólo los nuevos rumbos de los movimientos apostólicos o de vida consagrada, o de los seminarios franceses. Les hacen temblar los nombres de los nuevos obispos que van enriqueciendo la Iglesia en el país vecino: Marc Aillet en Bayona, Nicolas Brouwet y Jean Pierre Batut , auxiliares de Nanterre y Lyon. Todos nombrados en este último año que está por concluir.

Lo silencian, lo tapan, lo ocultan. Nos horroriza pensar que a Roma le pase por la cabeza emprender una reforma similar en Barcelona.

Todos los miembros de la Unió Sacerdotal que se dejaron las suelas en Roma, desde Mn. Bonet Muixí a Mons. Pere Tena, predicando lo de “Catalogna è diversa”, y ahora sus retoños, andan horrorizados pensando que se nos puedan nombrar obispos como esos. Que traigan reformas como esas. Que traigan impulsos como esos.

Y es que nuestro clero “retro-progre” nunca supo imitar aquello tan francés del “divorcio de las ideas”. Siempre contrajeron matrimonio monógamo con una mediocridad que no piensan abandonar hasta que la muerte los separe.

Nosotros, "très Saint-Père, comme la France, s´il vous plaît"…

 

Sólo algo de lo que nos trajo el post-concilio

( A Francia, A Cataluña y al mundo mundial entero....)

 

 

Ni impunidad ni inmunidad cardenalicia – 24/11/2008

Esta semana pasada el portavoz del Arzobispado de Viena, el periodista Erich Leitenberger, que durante 7 años fue redactor del diario austriaco “Die Presse” para encargarse posteriormente por espacio de dos décadas de la agencia católica de noticias “Kathpresse” y finalmente de la Oficina de Prensa vienesa, ha emitido una nota en referencia a la Eucaristía celebrada por el cardenal Schönborn en la localidad de Wolfshal.

Tras subrayar el carácter sesgado, que según el portavoz del Cardenal, tenía la grabación y la emisión por parte de Gloria TV, ha puesto todo el énfasis en aclararnos que nada de prohibido por la Ordenación General del Misal Romano fue llevado a cabo, dejando especialmente claro el hecho de que el pan usado en la celebración era pan ázimo…

Posteriormente, tras haber zurrado al mensajero (en este caso Gloria TV) pone en marcha todo el mecanismo dispensador de moralina afirmando “aquellos que se han atrevido (sic) tentados por una cobertura fragmentaria de las noticias, a presentar acusaciones contra el arzobispo de Viena, deben reconsiderar lo hecho, arrepentirse y pedir a Dios su perdón”.

No voy a entrar aquí en ninguna consideración litúrgica, que espero sea hecha algún día por nuestro carísimo compañero Dom Gregori Maria, sino de la pretendida inmunidad a las críticas de la que quieren dotar al cardenal Schönborn. Cosa muy parecida sucedió cuando hace apenas unos años en el Museo Diocesano de Viena tuvo lugar una exposición blasfema de un pretendido artista que exhibía una colección de cuadros en los que repetidamente figuraba el Señor en explicita actitud homosexual con sus discípulos: ante el aluvión de críticas y la acusación contra el máximo responsable diocesano, el Cardenal, por permitir tamaña felonía, el Sr. Leitenberger no solamente aclaró que la Diócesis no se hacía responsable del valor y la calidad de las obras expuestas sino que acusó de poco más que de mezquinos y embaucadores a todos aquellos que trataron de cargar cualquier tipo de responsabilidad sobre los hombros del Arzobispo.

Es una tónica muy general que cuando los dignatarios de la Iglesia reciben críticas por algo cometido u omitido (especialmente por parte de los sectores de mayor fidelidad a la doctrina y al magisterio) estos carguen la caballería contra los insolentes que se han atrevido a contradecir a la Ilustrísima o Eminencia en cuestión.

Le sucedía al Cardenal Martini cuando, después de meter los dedos en los ojos (o tocar lo que no suena con las manos frías) en algún sermón en su diócesis de Milán a los miembros y dirigentes de “Comunión y Liberación” (La Bestia Negra del cardenal milanés en cuestión) se dedicaba a gimotear porque estos, más que arredrarse o acobardarse le respondían con valentía y claridad en público, tal como en público habían sido los ataques.

Pues no sabéis cómo tras el gimoteo público se encendía entonces en privado el famoso “cardenal de la Paz”: enojado e iracundo, se podían oír sus gritos hasta en la “Madonnina” de la cúspide del Duomo.

Basten ambos ejemplos para describiros el estado anímico de nuestro n.s.b.a. Cardenal Martínez y las reacciones que esta semana, tras su regreso de Burgos, se han vivido en el Palacio Arzobispal.

Es cierto que en estos días, al Cardenal Sistach, se le ha juntado Roma con Santiago. Que le ha exasperado la famosa frasecita de Jiménez Losantos (que no vamos a repetir) y que por si faltaba poco el artículo de “El País” (Guerra de mitras en Internet) es para acabar de perder la serenidad. Pero la autoría y la culpa de este último no la tenemos nosotros. Que le pregunte a la “Bruixa Pixanera” (al fill de poeta) y a su inseparable amigo Marcelino de quién es la autoría. ¡Ya verá cómo empiezan a sonrojarse y en sus ojos puede ver escrita la culpabilidad!

De todas maneras no es buen recurso utilizar la munición moralizante y cargarnos el mochuelo con aquello tan recurrente del “pecado mortal en el que incurren los de Germinans”. Haciéndolo repetir a los lacayos “ad latere” que pululan por la Curia.

Eso ya no cuela, Eminencia. En esto, como en otras cosas, o jugamos todos o rompemos la baraja. Hace ya mucho tiempo que nos hartamos de “hacer el primo” en esta película.

Porque eso del “pecado mortal”, del que por cierto nunca hace referencia en homilía alguna, sino que únicamente usa como arma para inquietar nuestra conciencia, parece que sólo es válido para nosotros, los de Germinans.

No era válido para todos aquellos que durante 7 años hicieron la vida imposible al pobre Don Marcelo, por el hecho de no ser catalán, hasta que se marchó aburrido y asqueado. No ha sido válido para todos los que se dedicaron a sabotear al cardenal Carles y a calumniarle y urdir todo tipo de estrategias para amargarle la vida. Al contrario, a los protagonistas de todo aquello, usted les ha puesto la Diócesis en mano, empezando por el “niño del megáfono” el insigne Turull, pasando por los vicarios episcopales y todas las responsabilidades diocesanas.

No, Sr. Arzobispo, la Iglesia les ha hecho a ustedes Cardenales, para usar de su dignidad para mayor servicio y edificación del pueblo de Dios, no para hacerles inmunes a la verdad, ni impunes por sus acciones.

Desde Germinans seguiremos rezando por usted. Para que vea claro, para que se dé cuenta de dónde estamos todos y de qué le pide Dios en este momento histórico. Y no dejaremos de repetirle: aún esta a tiempo. Un gesto, una actitud decidida, y nos ponemos a su lado, codo con codo con usted, a luchar por levantar esta Diócesis y dar gloria a Dios con nuestras pobres vidas. Las nuestras, por supuesto.

 

El empecinamiento del Cardenal Martinez Sistach - 17/11/2008

Si quisiéramos conocer la etimología del verbo empecinarse deberíamos en cierta manera recorrer algunos hechos y personajes del siglo XIX que dejaron huella en la historia de España.

Cuentan que la población vallisoletana de Castrillo de Duero, de donde era originario el guerrillero Juan Martín Diez, héroe en nuestra Guerra de la Independencia, era famosa por sus numerosos charcos de cieno negro llenos de una informe materia en descomposición a la que en castellano llamamos pecina. De ahí el apodo de “empecinado” que recibió el rebelde castellano en su lucha “contra el francés”. Sin embargo fueron su tozudez y tenacidad en el empeño las que dieron a esas características temperamentales un nuevo y auténtico campo semántico al “empecinamiento” que ya no se refería tanto a la suciedad y dejadez en las maneras sino a la testarudez en obstinarse en unas ideas y el tesón en aferrarse a un objetivo.

Hecha la exégesis de los conceptos pasemos a referir los hechos de manera fehaciente “sin ánimos de ser exhaustivos” como diría algún famoso locutor.

No existe encuentro de nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo con algún grupo de obispos del resto de España donde, como una ciega obsesión, vaya gimoteando y lamentándose de lo malvados que somos los “insurrectos de Germinans”. De cómo ese “irreductible y enrocado grupo de laicos y sacerdotes” somos un mal ejemplo y un anti-testimonio evangélico. Es evidente que su reiteración en esos comentarios, siempre ante un mismo sector de obispos de la Conferencia Episcopal, causa en ellos en primer lugar sorpresa, por ver cómo un cardenal de Santa Madre Iglesia y Arzobispo Metropolitano puede ver alterada su serenidad por un grupúsculo de “calumniadores e indeseables” que llenamos con “mentiras y falsedades la auténtica realidad de la Iglesia catalana viva y dinámica” (relata refero: refiero lo que me han contado y cómo me lo han contado).

Pero sucesivamente la reacción es preguntarle si hay algún motivo que haga comprender la óptica desde la que elevamos las críticas a su gobierno pastoral. La reacción es siempre la misma: “son unos indeseables” suele espetar airadamente.

Es entonces cuando nuestra memoria vuela hacia las imágenes de aquellos fastuosos días en los que nuestro n.s.b.a. y egregio Cardenal hablaba ante los micrófonos de los medios de comunicación de esa Iglesia a la vez “madre y maestra, maestra y madre”. Maestra porque debe enseñar los principios, pero madre porque debe saber “comprender y perdonar”.

Las imágenes, como podéis ver, nos lo presentan envuelto entre banderas españolas y a su entrada en el Pontificio Colegio Español de San José en Roma (acompañado en todo momento de su contacto romano, el profesor Salvador Pié, al que ahora intenta colar a manera de recurso último como obispo auxiliar de Barcelona). ¡Qué diferencia entre la fachada romana y la realidad barcelonesa del foto-shop que elimina la bandera española del cartel de la Campaña Germanor!

Pero nosotros no estamos en esto para defender ninguna otra bandera que la de Cristo.

Y para desenmascarar todo aquello que afea el rostro de su Iglesia que, contradictoria y paradójicamente, nace en el seno de la misma Iglesia.

Es desde dentro de la misma Iglesia que preside y pastorea el cardenal Sistach desde donde comenzó la autodemolición de la Iglesia de Cristo. No comenzó con él ni a causa de él, pero él está siendo uno de los protagonistas que pasarán a la historia, quizás no con su pensamiento y palabra (realmente es muy limitado para ello) pero sí con sus obras y sus omisiones.

Hartos ejemplos hemos dado continuamente en Germinans para ahora en este artículo redundar en ello.

Sólo queremos dejar constancia que, al ridículo que está haciendo nuestro n.s.b.a. con sus lamentos sobre Germinans, se añade el que está realizando al pedir ayuda para descubrir y destruir a cada uno de nosotros, sus presuntos miembros.

Llegará aquel día glorioso cuando él ya no esté y del que no quedará sino la triste impronta de su pontificado en el que saldrán a la luz todas las jerigonzas de las que se está valiendo y todas las argucias que está utilizando ante los poderes fácticos “para destruir a los de Germinans” (relata refero) y conseguir su empecinado cometido.

Y entonces será “el rubor de los justos” por las bajezas realizadas guiado por el temor y no por el amor a la verdad. Movido por el deseo de venganza y no por el afán “de construir la unidad” como le gusta repetir llenándose la boca de tópicos.

¡Déjenos estar, Sr. Cardenal! ¡Ólvidenos, Sr. Arzobispo! ¡Somos cieno negro, somos charco pestilente, somos pecina, somos ciegos empecinados!

Somos hijos de la Madre y Maestra que Vd. Representa y simboliza.

 

Los dos velos del misterio de la Iglesia – 03/11/2008

No es extraño que muchos queden perplejos ante la complejidad de gran número de acontecimientos y que nos revelan un rostro afeado de la Iglesia de Jesucristo. Una Iglesia en la que están presentes los pecados de los hombres, las resistencias a la gracia: páginas de vergüenza y de bajos sentimientos, páginas de cobardía y abandono que en nuestra diócesis de Barcelona encontramos en gran número.

¿Cómo hombres de Iglesia, responsables como Pastores del rebaño de Jesucristo, pueden llevar a cabo esa maravillosa misión que Dios ha puesto sobre sus espaldas mostrando esa tibieza y mediocridad tan ostensible? ¿Cómo puede ser que para ministros del Señor lo divino no sea más que una especie de coartada a su pereza, a su horror por toda lucha por superarse y superar los obstáculos que la realidad le plantea?

Este es, en verdad, el primer velo del misterio de la Iglesia. El que corresponde a la descripción de Isaías: “No lo hemos reconocido. Sin hermosura. Sin brillo. Despreciado. El último de los hombres. Un ser de dolor, roto por el sufrimiento, desfigurado, semejante a un leproso.”

¡Sí! Este es en verdad el primer aspecto de la Iglesia, como también la primera enseñanza de la historia respecto a ella.

Pero así como hay otro aspecto del misterio de Cristo, del mismo modo la historia no deja de presentar otro aspecto del misterio de la Iglesia: el grande, el verdadero, el resplandeciente.

Aspecto que, de esta Iglesia sumergida por los simuladores, hace a la Esposa radiante y virginal. Fuente de santidad en la vida privada. Fuente de civilización, de orden y de paz en la vida pública.

¿Qué permanecerá más en el tiempo? ¿Qué realizaciones quedarán como universales? ¿Cómo conservaremos la esperanza en medio de tantas contradicciones?

Por una parte, tenemos la evidencia de una miseria difícil de limpiar, fundamental, “original” –diría yo- y por otra parte esta evidencia igualmente clara de la salvación, del rescate, de la redención de este todo y de esta miseria por medio de los que -hay que repetir con San Pablo- son locura y escándalo a los ojos del mundo.

Pero ¿qué sería la Redención, qué sería el divino rescate si no consistieran en salvar, en rescatar lo que indiscutiblemente “estaba perdido”?

¡Verdad ésta que una meditación doctrinal puede alcanzar, ciertamente! Pero ¡cuánto más lo ilustra el estudio de la historia!; ¡cuánto más relieve y vida le confiere esa mirada global sobre el devenir histórico de la Iglesia!

En esa mezcla de visión histórica y mirada de fe todas las contradicciones desaparecen desde el momento en que se han comprendido que los miembros de la Iglesia pecan, es cierto, pero pecan en tanto traicionan a la Iglesia; que la Iglesia no es sin pecadores, pero es sin pecado.

Por consiguiente, aunque la historia nos presenta la indigencia a la que nos vemos reducidos a causa de nuestra lejanía de Dios, también nos ilustra y nos confirma las posibilidades del hombre por poco que este sea fiel a los impulsos de la gracia.

Y si es cierto que es con una luz muy a menudo trágica como percibimos las posibilidades del mal entre nosotros y en nuestra Iglesia, tampoco es menos cierto que esa misma luz nos revele los recursos incomparables, las maravillosas revanchas de la verdad, de lo hermoso y del bien.

La historia, pues, escuela de sana desconfianza pero además de santa esperanza. En la medida que es la gran escuela de la experiencia humana. Y por tanto la gran escuela de la acción.

Hay que mostrar a las jóvenes generaciones que ninguna herencia del pasado se adquiere, que ninguna promesa del porvenir es segura y que la realidad del mañana depende únicamente de su fidelidad y de su valor, de su perspicacia en captar, en explotar cada acontecimiento.

Aquellos que ven cuántos efectos diversos y lejanas consecuencias pueden nacer de la más pequeña iniciativa de un hombre o de un grupo de hombres bien dirigidos, se hacen inaccesibles a la desesperación.

¡Prudencia, pues! ¡Valor! ¡Esperanza indefectible!

¡Celo infatigable en la acción! Sólo los que perseveran hasta el fin son artesanos de su propia salvación.

A la acción, pues. Y para ello una élite de hombres y mujeres.

Una élite de católicos no sólo instruidos, hábiles, resueltos, tenaces, sino también diversos en extremo. Extendidos por todas partes y en todos los ambientes. No al modo de los trotamundos, sino como los elementos más competentes, más presentes, más dinámicos. Laicos y sacerdotes valientes y conscientes de su responsabilidad. Pues en la historia no se ha hecho nada eficaz y verdaderamente profundo sin esta previa e intensa formación de algunos.

Una élite de hombres que cualesquiera que sean los deberes, carismas, misiones, vocaciones de cada uno, sepa mantener el sentido de una acción más amplia y el cuidado de la mejor complementariedad en la acción.

Una élite de hombres que por comprometidos que estén en acciones diferentes no por ello alimenten menos un espíritu generador de unión, de concierto; por inteligencia recíproca de las diversas opciones; favoreciendo así la complementariedad, la solidaridad de las iniciativas.

Una élite que haya comprendido que en el momento en que en todo el mundo la revolución se hace “cultural” para apoderarse mejor de todo el hombre, no hay ninguna posibilidad de hacer progresar la verdad si se la profesa sólo a medias.

Nunca se ha realizado conversión alguna por la proposición de un mínimo.

Jamás ha sido provocado un gran impulso con rudimentos mal hilvanados de doctrina.

¡La verdad no entusiasma sino cuando aparece en el esplendor de su universalidad! Y eso es lo que en nuestra Archidiócesis de Barcelona parece olvidar nuestro Cardenal Arzobispo.

¡Como parece olvidar también que si realmente llamáramos a la puerta, se nos abriría! Lo pretende el Evangelio, ¿creemos en él?

Muchas veces todos merecemos oír el reproche que la madre del último rey moro de Granada tuvo que espetar a su hijo cuando hubo de abandonar su ciudad ante el avance victorioso de Isabel y Fernando: “No es bueno llorar y lamentarse como mujer cuándo se está en trance de perder lo que no se ha tenido la voluntad, la tenacidad de defender como un hombre”.

Consecuentemente ¿nos batimos seriamente, cada uno en su puesto?

¡No de un modo impulsivo, no en el desorden de una operaciones mal concertadas!

Estamos llamados a regular mejor cada día el dispositivo de nuestra acción, confiados en el poder de la gracia.

Dios se sirve de cuánto hay de pequeño y débil aquí abajo para confundir lo que hay de prudente y fuerte según el mundo. A fin de que ningún hombre pueda gloriarse ante Dios.

Este es el sentido que debemos tener tanto del momento histórico en el que vivimos como de la acción.

El progresismo eclesial barcelonés anquilosado en las estructuras de poder que el Cardenal Martínez Sistach ha puesto en sus manos, y que lo tolera a él como un mal menor pero útil a sus objetivos, está preparando ya su sucesión en este triste final de pontificado. La Unión Sacerdotal y todos los satélites del progresismo izquierdoso y nacionalista ya han elegido a Mons. Joan-Enric Vives Sicilia como el otro instrumento útil para su permanencia continuada en la labor rectora ellos ostentan hegemónicamente en esta Archidiócesis.

Un elemento lo suficientemente ambicioso y sin escrúpulos para servir a sus intereses sin el más mínimo resquicio de contraste u oposición.

Ahora las únicas cosas que se nos piden son el rezar, el sufrir, el ofrecer y el actuar. Con nuestra oración y nuestra acción, con nuestra adhesión, en oscuridad de Fe, a la gracia divina en nosotros, lo podemos lograr de Él. Podemos lograr que hasta en Roma quienes no comprenden nuestra posición vean claro. Incluso que hasta nuestros adversarios, sobre todo éstos, lleguen a la luz del Espíritu Santo.

Tengo la impresión de que pronto llegaremos a esto. Es mi esperanza, y a veces creo que el empeorar de las cosas no hace sino acelerar su solución.

Por este motivo me atrevo a pedirle a Jesucristo el fuego de la palabra para todos vosotros: para tocar a aquellos que a través de Germinans queremos alcanzar.

Sean cuales sean nuestras tribulaciones presentes, su misericordia es cosa que nunca nos deja.

 

 

Salvador Pié: Doctor ambiguosus (et periculosus) – 20/10/2008

Dubitantes cum dicimus "puto", significamus nos in rebus incertis et obscuris falsis opinionibus nos fieri ambiguosos.
(Nonio: De compendiosa doctrina IV)

Conclusión de un artículo del Dr. Salvador Pié Ninot para el volumen “Transcendència i Testimoniatge” de la Colección Saurí publicada por la Facultad de Teología de Cataluña

TEXTO:

¿Hacia una teología de la humanización?: La salvación como labor y como don a la luz de Jesucristo.

Una primera reflexión centrada en la cristología puede iluminar el camino que nosotros en nuestro contexto histórico, europeo, hispánico y catalán tenemos que pronunciar. La cristología de Calcedonia tiene un carácter marcadamente soteriológico. El hecho que Jesús sea “perfectus Deus et perfectus homo” no quiere decir que haya en el dos niveles cualitativos. Sabemos que el termino naturaleza se predica en sentido muy diferente de la divina y de la humana. Y por tanto, el termino “dos” no quiere expresar suma, sino propiamente “irreductibilidad”, ya que la divinidad nunca pertenece al orden de lo conceptuable sino al orden de aquel que fundamenta y hace posible todo lo conceptuable; de manera que tenemos que renunciar a expresarla como un segundo piso en Jesús. De tal manera que Jesús es un hombre que en su misma humanidad es sostenido por Dios. Y por ello es la plenitud insospechada de lo humano.

Aplicado al hombre creyente diremos que este no debe buscar otra dimensión junto a la humana, sino otra forma de ser de esta dimensión humana. En la encarnación, es cierto, no se nos dio este mundo, sino en el futuro. Pero no se nos dio más que en este. (Precisemos sin embargo, que la humanidad es para nosotros lo desconocido y al mismo tiempo, don de Dios. Desconocido y don de Dios que nos hace afirmar la posibilidad de lo imposible) Y es a partir de esta dimensión humana que los discípulos, progresivamente iluminados por el Espíritu, descubrieron esta fundamentación radical de Jesús en Dios.

Notemos además, un trazo decisivo de Jesús: la personalidad libre. Reencontramos así aquello que extrañaba a sus contemporáneos. Forma de proceder sin paralelos en el mundo judío. Esta decisión personal, ligada a una actitud filial hacia Dios, el Padre, caracteriza la personalidad decisiva de Jesús. Explica además, que más que su mensaje, fue ella la que provocó el escándalo, abrió los conflictos con los responsables de la ortodoxia judía y lo condujo a la condena.

A partir de esta visión cristológica solo esbozada, a completar con una profundización de la Encarnación y el Misterio Pascual ¿ no sería acaso posible hablar de la salvación como una humanización en proceso?

Indudablemente nuestro mundo europeo y catalán es muy sensible a los valores humanizadores. Por otra parte, la categoría “hombre nuevo”, tan presente en las cartas paulinas y en la profunda reflexión sapiencial, es relanzada por el pensamiento actual que entiende el concepto “liberación” a la luz precisamente del “hombre nuevo”. La misma liberación ha sido definida como una humanización en proceso.

Por este motivo quizá se pueda hablar de la salvación y de su relación con el trabajo del hombre en la historia como una labor de humanización. Humanización que presupone una constatación de los factores deshumanizadores de nuestra sociedad y de nuestro mundo, la situación de opresión y dependencia, y que no sólo libera sino que da plenitud en la línea de la preciosa definición de Gustavo Gutiérrez (el más importante ideólogo de la llamada “Teología de la Liberación”): “comunión de los hombres con Dios y comunión de los hombres entre los hombres”. He aquí pues el significado positivo de la salvación y de la humanización plena, aquella que descubriendo el nuevo nombre de Dios, Padre-Abbá, descubre el nuevo nombre de los otros: hermanos.

Para acabar, podemos caracterizar la salvación como una humanización en Cristo:

-liberadora, que encuentra en el rostro del pobre la revelación del amor de Dios, tal como Jesucristo aparece en el Nuevo Testamento como el logos de Dios, manifestación y palabra humana de Dios.

-crítica, que asume el fracaso y tiene un carácter provocador frente todos los absolutos humanos, tal como Jesucristo es visto como “skándalon” por su muerte.

-utópica, que integra la capacidad de esperanza del hombre en ser promesa y anticipación de un futuro absoluto gratuito y nuevo, tal como Jesucristo resucitado está presente como “soma pneumatikón” (cuerpo movido por el Espíritu, presencia nueva en el Espíritu).”

CRITICA:

En la conciencia de que no resulta realmente fácil discernir entre las ambigüedades de los principios que Pié nos presenta en este texto, procedemos a algunas anotaciones críticas.

Sin embargo, antes de tratar de puntos precisos conviene señalar la existencia de ciertos significativos silencios que son perjudiciales para una exposición correcta y completa de la doctrina de la fe. Como decía Karl Rahner en su obra “Peligros en el catolicismo de hoy” (edición castellana en Ediciones Cristiandad 1964): “los errores en los escritos teológicos, desde el modernismo para acá, están muchas veces, más en lo que se silencia que en lo que se dice. Por eso la heterodoxia se ha hecho actualmente sutil y casi inasible por el sólo análisis de los textos”.

Como muy bien comenta el P. Horacio Bojorge, S.I. en su crítica al pensamiento del también jesuita Juan Luis Segundo: “la moderna ciencia de la comunicación nos ha enseñado que el silencio es también metalenguaje y muy expresivo” (“Teologías deicidas” Edic. Encuentro 2000).

En el caso de Salvador Pié el silencio sobre la Vida eterna en su discurso sobre la salvación compromete el valor teológico de sus escritos.

Sin duda es cierto que la salvación comporta una labor de humanización aquí abajo, en la vida terrenal, condiciones humanas de existencia, por lograr las cuales deben esforzarse cuantos creen verdaderamente en Jesucristo. Y la Iglesia no cesa de enseñar a sus hijos este deber y de instarlos a cumplirlo. Pero esa existencia terrena humanizada sólo es la primera fase de su último destino que consiste en hacernos cada vez más hijos de Dios desde aquí abajo y en compartir más allá de la muerte corporal la vida trinitaria y su bienaventuranza.

La “existencia humanizada” de la que nos habla Pié no puede ser verdaderamente comprendida ni vivida, aún humanamente, sino en función de la Vida eterna, objeto real y definitivo de la promesa eterna.

El interés, no excesivo sino descentrado, que Pié presta a la situación histórica del hombre no solamente tiende a ocultar la verdadera naturaleza del destino humano, sino que más aún, frustra al hombre en su bienaventurada esperanza, la de la salvación eterna y definitiva, prometida al hombre por Dios y dada en Cristo: porque ninguna teología y ninguna práctica evitarían al hombre aquella desgracia definitiva que consistiría en morirse sin creer en la resurrección y la Vida eterna.

Este olvido de Pié es mal crónico de cuantos como él, beben en las fuentes y en las corrientes del moralismo inmanentista de la moralidad ilustrada y los caracteriza e identifica inequívocamente.

Julián Marías en su obra “Problemas del Cristianismo” (BAC 1982) denuncia esta tendencia como un despojo imperdonable, como la máxima injusticia social.

El silencio acerca de la vida eterna al hablar de salvación o su dilución en un discurso ambiguo, como el de Pié, acerca de la humanización y la comunión histórica entre los hombres, no es pues inocuo, sobre todo en un mundo que está empeñado en silenciarlo como algo nocivo, y en un momento en que la Iglesia se empeña en evangelizarlo anunciándosela.

Ese silencio reviste, en nuestro tiempo, una especial gravedad. Primero como infidelidad al ministerio de quienes fueron enviados a enseñar, a todos, todo lo que Cristo enseñó. En segundo lugar, porque como decía Juan Pablo II, este es el síntoma característico del secularismo, ese mal que es el más grave de esta hora y con el que, según el Papa, “la Iglesia tiene el compromiso ineludible de confrontarse”. Pero en tercer lugar, y sobre todo, porque cercena la integridad y el corazón mismo del mensaje cristiano, no acerca de la “otra vida” sino acerca de “esta” que recibe de aquella su pleno sentido. Si se pierde de vista la verdad sobre la Vida eterna se esfuma la verdad acerca de la vida entera.

En su explicación de lo que es la salvación, el énfasis recae en las dimensiones intrahistóricas de la salvación, y con esta visión consecuentemente, aunque no lo niegue explícitamente y hasta parezca que afirme nominalmente las realidades metahistóricas, se ocupa tan exclusivamente de las históricas que ignora a aquellas de hecho.

La soteriología (teología de la salvación) sobre la que escribe Pié peca de inmanentista. Pero resulta no sólo lícito sino urgente que nos preguntemos donde reside la raíz de ese fuerte acento inmanente de la salvación cristiana en Pié. Sencillamente en su comprensión cristológica: “Jesús es un hombre con una humanidad sostenida por Dios y por eso es la plenitud insospechada de lo humano” afirma. De este modo Pié no toma en serio el polo divino del misterio de la Encarnación y lo que ello significa: Jesús verdadero Dios. Como bien recuerda el P. Rainiero Cantalamessa en su obra “Jesucristo, el Santo de Dios”: “…una adecuada transposición sobre el plano existencial-histórico del dogma de Cristo, Dios y hombre, nos debe llevar a comprender que eternidad y tiempo (el mas allá y el aquí abajo) no son menos inconmensurables e irreducibles entre si de lo que son divinidad y humanidad, espíritu y carne.” El equilibrio pues entre salvación inmanente (humanización) y trascendente, que están unidas entre si de manera inconfundible e indivisible, reside en la recta comprensión del dogma cristológico para el que las dos naturalezas de Cristo están unidas inconfundible e indivisiblemente (inconfuse et indivise).

En un próximo artículo explicaremos porqué los mecanismos con los que actualmente funciona la curia romana hacen posible que un profesor con unos postulados tan ambiguos y peligrosos como estos sea nombrado, por ejemplo, consultor del sínodo de obispos o responsable pontificio para la adecuación y adaptación de las universidades católicas al Plan Bologna.

 

Nuevos nombramientos para la perpetuación de un régimen – 10/10/2008

Cuando a fines de la década de los sesenta, apenas joven adolescente, a menudo me llegaban noticias de los cambios y nuevos nombramientos que tenían lugar en el “Consejo de Ministros presidido por Su Excelencia el Jefe del Estado”, escuchaba en la calle siempre una misma e incomprensible cantinela que los acompañaba: continuismo.

Yo realmente no sabía muy bien que significaba aquel concepto referido a aquellos denominados “ajustes de gabinete” con los que de tanto en tanto Franco nos sorprendía. De hecho, aunque sesudamente me empeñaba en desglosar el diccionario de la Real Academia para comprender el término “ajuste”, yo los únicos ajustes que conocía eran los de la famosa “Carta de Ajuste” de la tele y los “ajustes de cinturón” que mi madre decía teníamos que hacer “porque todo estaba muy caro”.

En 1969, junto con muchos más cambios que aceleradamente se iban sucediendo, fue nombrado ministro de trabajo un tal “Don Licinio de la Fuente de la Fuente” al que yo mismo, y visto sus redundante primer y segundo apellido, califiqué de auténtico continuista, para monumental bronca de mis padres que me conminaron a no “hablar de política y dedicarme solo a estudiar, ver, oír y callar”. De hecho no fue difícil obedecerles porque a mí lo que único que me llevaba de cabeza es que nos cambiaban el bachillerato por la ley de un tal “Villar Palasí” y que tendríamos que hacer una cosa que se llamaba “selectividad” para ir a la Universidad. Realmente era verdad lo que escuchábamos casi a escondidas entre los “corrillos de madres” al salir del mercado: las cosas se estaban poniendo muy difíciles y “arriba todo seguía o igual o peor”.

Yo no sabía si arriba “todo seguía igual” pero lo que era abajo, muchísimo peor: cambiar tebeos en el quiosco se había subido una peseta y el precio de la entrada en el cine de barrio pasó de 4 a 6 pesetas, aunque eso sí, con sesión doble y nada ni nadie que nos prohibiera comer pipas como sucede ahora…

Y hablando de regímenes continuistas, referiros que hoy viernes día 10 de octubre el Consejo de Gobierno de esta Archidiócesis presidido por Su Excelencia el Cardenal Martínez Sistach procederá a un ajuste en algunas delegaciones y al nombramiento de Mn. Felip Juli Rodríguez, párroco de Masnou como Vicario Episcopal del Maresme en substitución de Don Segismundo García Ramiro (¿Verdad que este nombre si que suena como del “Régimen”? aunque nunca superará, claro está, a Don Cruz Martínez Esteruelas.) Es también presumible que quede vacante la Delegación, antiguo Secretariado, para el Catecumenado. Yo creo que lo mejor es que se la asignen a seglares de las Comunidades Neocatecumenales. Mejor que ellos, nadie.

Junto a la substitución, casi de índole automática, en la Vicaría Episcopal del Maresme, se procederá al nombramiento del nuevo Delegado de Medios de Comunicación y también de la Delegada de Apostolado Seglar, cargos que presumiblemente recaerían en laicos de la absoluta confianza del Sr. Cardenal. Con lo cual, nos tememos lo peor, ya que intuimos una recolocación de antiguos cargos de Convergencia o peor aún, de la Casa de Santiago, necesitados de tocar poder y de lo que aún les resulta más urgente , de tocar dinero fresco. Aunque que no se hagan muchas ilusiones con nuestro Arzobispo a quien todos conocen por ser “más agarrao que un chotis”.

Tampoco intuyan, en otro orden de cosas, un régimen de libertades pues bien presume él de “tenerlo todo atado y bien atado”. Aquí nada se mueve sin que el Cardenal lo apruebe. Por lo menos no cesa de repetirlo.

En resumen: una operación de maquillaje en la periferia para perpetuar el poder de los que lo ejercen “con mano dura e inflexible” al estilo Arias Navarro. Todos ellos forman el llamado ya “bunker de Sistach”, encabezado por el omnímodo y omnipresente Turull. Omnipresente excepto en el Seminario del que es rector, en el que pronto la docena de seminaristas que quedan no van a recordar la cara que tiene. Me refiero a las facciones del rostro.

Me gustaría que todos mirásemos con simpatía y compasión a la vez, al nuevo Secretario personal del Sr. Cardenal, Mn. Alfred Sabaté. Ojalá su obediencia y espíritu de sumisión, no lo conduzcan a la misma crisis psicológica que hizo mella en Mn. Roberto Baró (alias Bobby) por cierto al que vimos con vistosa camisa de cuadros de color en las exequias del obispo Carrera y que recién ha comenzado estudios civiles de Arqueología. Pintan bastos. Recemos por ambos.

En fin, como leíamos en las octavillas que de tanto en tanto encontrábamos esparcidas por las calles de aquella España de los años 70, maniobras para la perpetuación indefinida del Régimen.

Entretanto en la base, todo va de mal en peor, encaminados hacia el abandono en la práctica de la fe de muchos, desaprovechando en múltiples ocasiones las oportunidades de evangelización de otros muchos, por la falta de adecuados instrumentos para el sostenimiento y la revitalización de la Iglesia en Barcelona.

 

 

Turull, cautivo de su ambición – 29/09/2008

Escribo estas líneas desde ese afecto que, me atrevo a decir sin excepción, todos en nuestra diócesis de Barcelona sentimos por Mons. Carrera, nuestro obispo auxiliar. Más si cabe en estos momentos en los que su persona se debate entre la vida y la muerte. Junto a todas las virtudes humanas, cristianas y sacerdotales que debemos reconocerle, y que no son pocas, hemos de añadir el “crítico reconocimiento” que siempre ha manifestado hacia Germinans. El obispo Joan es uno de nuestros lectores más asiduos. Desde primera hora de la mañana, la entrada desde su ordenador en su humilde piso del barrio badalonés de Bufalá, nos hace saber que nuestro buen obispo auxiliar ha leído el artículo de cada mañana. Y eso nos ha llenado de gran satisfacción. Si algún día no puede hacerlo desde temprana hora, por sus múltiples ocupaciones y los numerosos encargos pastorales que lleva en sus manos, siente inquietud y le hace fácilmente comentar con una casi ingenua sencillez de espíritu: “Avui encara no els he llegit, no els he llegit” (Hoy aún no les he leído, no les he leído).

No quiero decir con ello que Mons. Carrera comulgue incondicionalmente con nuestras posiciones, pero eso no es obstáculo para que reconozca, públicamente además, la tenacidad de nuestro propósito, la profundidad de muchos de nuestros artículos, la verosimilitud de muchas de nuestras informaciones y sobretodo la necesidad de no hacer el vacío, si no a todas, si a algunas de las inquietudes manifestadas en nuestra página.

Lamenta esencialmente dos cosas: por una parte, siente con dolor que haya sacerdotes que experimenten esa sensación de marginalidad y de rechazo, es decir que haya un grupo de sacerdotes con ese sentimiento tan fuerte de incomodidad y desazón respecto al Arzobispo Martínez y la marcha de la diócesis. Él mismo no es que se sienta como para “echar cohetes” y lanzar las campanas al vuelo siendo el auxiliar de un Arzobispo con pocas ganas “de ser auxiliado”, como tantas veces ha comentado.

Nuestro n.s.b.a. Cardenal nunca se ha valido de él para grandes consultas ni siquiera para alguna confidencia o consejo. Sistach se ha servido de él como comodín en todas las jugadas. Allí donde le cuesta dar la cara, envía a Carrera. Allí donde a él no le apetece ir, delega en Carrera. Él es el único de los que tienen “cara y ojos” para poderle representar. ¡No va a delegar su presencia en gente de tan poquita talla intelectual como Bacardit, Sanz o Segismundo! ¡O de un empaque tan fingido como Galtés, con su pose de “quiero y no puedo”!

Ahora con este desafortunado e inesperado incidente en la salud de Mons Carrera, un terrible lastre de conciencia hace aflorar una escandalosa evidencia, que incluso aquellos elementos progresistas que aún poseen algo de sentido común y un mínimo espíritu de compasión saben comprender: si no se hubiera defendido a capa y espada la candidatura de Turull y a Mons. Carrera se le hubiese aceptado la renuncia desde un primer momento, ahora hubiera tenido sustituto y de este modo hubiera podido disfrutar de una más que merecida jubilación después de toda la vida bregando como un campeón.

Pero la última estocada la ha constituido la designación por parte de n.s.b.a. Cardenal Martínez de aquel que como su representante se mantiene a la puerta de la U.V.I del Hospital del Valle de Hebrón. Ese designado, vestido ahora por cierto con un clergyman negro de cuello romano alto como Carpanta, no es otro que el inefable Turull, que siempre está donde está el candelero de la noticia, siempre en el ojo del huracán. Y donde puede promocionarse ante el alud de visitantes que tienen que pasar ante él como filtro protocolario. Todos los muchos que desean expresar su cercanía al auxiliar en estos momentos no tienen otro conducto que aquel que con su ambición desmedida ha sido el principal impedimento para la jubilación y salud del ahora gravísimamente enfermo obispo auxiliar. No digáis que la sarcástica situación no roza los límites de la desvergüenza. Turull es un egocéntrico personaje henchido de personalismo. La misma foto que la web del Seminario muestra con el escuálido grupo de seminaristas en el retiro de inicio de curso en la Casa de Ejercicios de Tiana, donde el rector Turull acota la centralidad del posado, ninguneando prácticamente a los chicos, es un reflejo psicológico de su personalidad. Hasta nuestro mismo obispo Joan llegó a comentar más de una vez que no se hubiera jamás imaginado que “este chico llegase a ser tan ambicioso”. También nuestro Cardenal Arzobispo, y nos duele evidenciarlo, vive arrollado por un culto tal a su imagen que le hace depositar sus predilecciones en aquellos que son prisioneros de su ambición y que están dispuestos a todo con tal de que contribuyan a alimentar el desmesurado ego de su padrino y mentor.

Creo firmemente que en la vida hay cosas que un ministro del Señor no debe hacer por decencia. Otras, por decoro. Otras, por caridad cristiana. Y finalmente hay cosas que jamás debe hacer por vergüenza. En esta ocasión, Turull, y el Cardenal Martínez de quien ha recibido el encargo, han rebasado los límites de la decencia, del decoro, de la caridad y de la vergüenza. Y mientras el Seminario bajo el mando de Mn. Andreu Oller. Abandonad a la insidia y torpeza de unos formadores de los que habría que escribir un libro con sus despropósitos

Os puedo asegurar que no son sólo mis ojos los que juzgan la realidad presente de tal manera, sino también los de muchas personas de corazón compasivo, sin diferencia ni distinción de posiciones ideológicas.

Muchos hablan ya de una caricatura que resumiría la personalidad del rector Turull: como alguien que vive con una calculadora en una mano y con unas tijeras en la otra. Con la calculadora pondera sus intereses personales. En cuanto siente dependencia afectiva y real que coarte su autosuficiencia, sus planteamientos de futuro y sus decisiones, es decir en cuanto ve experimenta algún tipo de dependencia que no le interesa, con las tijeras corta.

Arropado por todo el progresismo eclesial, Turull piensa bastarse a sí mismo, se considera suficientemente sensato y libre para acometer el camino de sus ambiciones. Sabe lo que quiere y no necesita a nadie que le tutele. .

Ya podemos buscar otra lógica. No la encontraremos. La lógica de la compasión y de la decencia se rompe ante el muro de las obsesiones de las que Turull es prisionero.

 

Gran fiesta en el Seminario de Guadalajara con nuestro Cardenal – 22/09/2008

Acabada la estancia de nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo en Lourdes junto con la peregrinación que con motivo del 150º aniversario de las apariciones ha realizado el Santo Padre Benedicto XVI, nuestro ínclito Pastor, en cuyo corazón reina una amorosa solicitud pastoral por el bien de todas las Iglesias (menos por la suya, evidentemente, que va de mal en peor) se ha trasladado a la ciudad de Guadalajara en el estado mejicano de Jalisco para impartir una conferencia de alto bagaje intelectual como corresponde a tal alto prelado de la Santa Madre Iglesia.

Como bien le han recomendado sus más íntimos y cercanos colaboradores, y tratando de evitar las terribles consecuencias que el jet-lag pudiera causar en su salud, permanecerá allí durante una semana de descanso reparador.

Para tratar de evitar los excesos que tanto en el comer como en el beber suelen hacer los mejicanos en sus hábitos alimenticios, especialmente en las posadas y fondas del amplio y vasto territorio nacional, Su Eminencia ha tenido a bien hospedarse en el Seminario del Señor San José de la Arquidiócesis de Guadalajara rodeado del afecto y las atenciones sea de su Rector el obispo auxiliar Mons. Romano como de los 25 sacerdotes formadores y de los 482 seminaristas mayores: 243 filósofos y 139 teólogos.

Sólo un pequeño percance debemos subrayar hasta el momento, sucedido al aparecer durante el transcurso del primer frugal desayuno a base de pan tostado migado en café y huevos duros, como es habitual en las casas de formación religiosa entre los mexicanos. Nuestro n.s.b.a. Cardenal que aún no había podido hasta el momento conocer a los seminaristas quedó profundamente emocionado, sufriendo un atragantamiento momentáneo con un huevo duro, al ver que estos endosaban la tradicional sotana ceñida con el fajín azul propios también de nuestro Seminario Conciliar de Barcelona según inveterada costumbre (aunque abandonada en los últimos 40 años). Esa imagen despertó una profunda añoranza y nostalgia en la sensible espiritualidad de nuestro prelado.

Allí además está participando de unas hermosas y bellísimas misas cantadas, no con el guitarreo charro que él podía suponer, sino con un maravilloso órgano de tubos que acompaña a la virtuosísima Schola Cantorum del Seminario. También ha tenido la oportunidad de participar en un maravilloso “Jueves Sacerdotal” con una Exposición Mayor del Santísimo Sacramento de aquellas de “échate pa´tras, compadre” por lo emotiva y vivida por todos los alumnos y profesores. No es de extrañar que el Seminario Menor esté aún más a rebosar que el Seminario Mayor.

Y siguen rezando por las vocaciones.

Esperemos que a su regreso, previsto este para la Vigilia de Nuestra Señora de la Merced, y tras los agasajos habituales a las autoridades políticas en coincidencia con las “Ferias y Fiestas de la Merced”, nuestro n.s.b.a. Cardenal procederá a instaurar en nuestro Seminario Conciliar de Barcelona una disciplina y una formación si no en todo igual, sí muy parecida, asegurándose de esta manera un incremento, aunque este sea leve o moderado de las vocaciones sacerdotales en nuestra Archidiócesis, aunque para la gente que nos queda en las parroquias ,¿pa´que, guate?

Para finalizar esta crónica sólo referir lo complacido que quedó S. Eminencia Reverendísima con la muy grata velada que en su honor se organizó en el Salón de Actos del Seminario y que fue amenizada por la popularísima interprete de boleros y corridos mejicanos “Paquita la del Barrio”. Tengo a bien reproducir aquí el conocido bolero “Tres veces te engañé” que la cantante le dedicó emocionada (y sudada) a nuestro querido Cardenal.

 

(para escuchar la bonita canción, desactivar la música de fondo

en el reproductor de la izquierda, bajo el niño del megáfono)


 

 

 

El Cardenal Martínez, hijo adoptivo de Bañalbufar – 12/09/2008

Coincidiendo con sus fiestas patronales de septiembre el municipio de Banyalbufar situado en la zona costera de la mallorquina Sierra de Tramontana concede el título de hijo adoptivo de la villa a nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo. El evento es anunciado en la web de nuestro Arzobispado. El motivo de tal distinción no es otro que recordar los veraneos de la familia Martínez Sistach en la “Isla de la Calma”. Eran los años de posguerra, media España se rascaba los piojos de la miseria y hacia lo posible para no morirse de hambre haciendo cola en las tiendas con la cartilla de racionamiento o a las puertas del Auxilio Social. Pero aquel comerciante de “vetes i fils” (cintas e hilos) que fue el augusto padre de nuestro Cardenal se trasladaba con su familia en barco a Mallorca donde arrendaba una casita para su familia y poder así concederles un merecido tiempo de descanso y asueto. El joven Lluiset acababa sus cursos en los Maristas del Colegio de la Inmaculada de la calle Valencia con holgado aprovechamiento y esperaba con ilusión el advenimiento del periodo vacacional. En Banyalbufar pudo gustar por vez primera las delicias de la cocina payesa mallorquina: las ensaimadas y las empanadas de carne, las cocas de “trempó” y “amb pinxes” (sardinas) y las sobrasadas de matanza, y como no, los aromas del “frit” mallorquín aunque parece ser prefería los refinados “escaldums” de pavo, por no ser mucho de su gusto ni las asaduras de cordero ni cualquier otro tipo de despojos.

¡Qué inolvidables puestas de sol desde los acantilados de la Torre del Verger! ¡Qué dulces paseos con el “papa i la mama” y también con algunos compañeritos de infancia! Por cierto, ¿llegó a invitar a su “amiguet” Matabosch a sus veraneos baleares?

Sabemos que sí lo hizo años más tarde, cuando ya sacerdote y juez del Tribunal Eclesiástico, este cerraba por vacaciones iniciando el largo periodo estivo. Mientras muchos compañeros sacerdotes se rompían “les banyes” (cuernos) haciendo bodas y bautizos y cubriendo misas de aquí y de allá, él iniciaba su estación balnearia

Posteriormente en aquellas mismas aguas conocería al que más tarde sería su primer secretario personal como Arzobispo de Barcelona, y con quien entabló una estrecha amistad: el insigne Robert Baró (Bobby) que aún seminarista , ¡oh caprichos del destino!, también pasaba sus veraneos en la pequeña población balear.

Es muy necesario, queridos lectores y para concluir esta crónica que no confundamos la etimología de la toponimia del hermoso municipio. Su nombre deriva del árabe “bani-al-bahar” y que significa “construido cerca del mar” y nada tiene que ver con el malintencionado “Banya al bufar” (“Cuerno al soplar”) que algunos quieren atribuirle, pues nada sabemos ni de cuernos (banyes) ni de soplido alguno a no ser el que algunos le meten al “palo”, popular licor mallorquin a base de algarroba.

Hoy contemplamos una vez más la imagen de nuestro n.s.b.a. Cardenal como la del “perfecto eclesiástico” que a lo largo de toda su vida únicamente ha puesto sus horizontes en sólo una cosa: en sí mismo y en su propia carrera. Testigo de esa absoluta centralidad de su persona es su agenda personal detallada en la susodicha web del Arzobispado y que, como si de la agenda del mismísimo Emperador Francisco José se tratase, nos hace elenco de todos y cada uno de los rincones que Su Eminencia pisa durante el estío con su graciosísimo pie.

Desde aquí le deseamos a nuestro Cardenal una feliz recepción de la nueva distinción que hoy recibe de manos del Ayuntamiento balear en su salón de actos. Un no menos solemne almuerzo en su honor ofrecido por las autoridades, tal vez en el “Restaurante Pegasón y el pajarito enmascarado” o en cualquier otro establecimiento del lugar. Y un buen espectáculo de “boleros y fandangos baleares” como suele ser típico en los agasajos que los isleños ofrecen a sus huéspedes e hijos adoptivos.

A partir de hoy, me comprometo a añadir de vez en cuando, a sus muy merecidos títulos y distinciones, el de “hijo adoptivo de Banyalbufar”.

Ad multos annos!

 

Allons enfants de la patrie, le grand Sistach est arrivé! – 14/07/2008

No, no es que en este 14 de julio, fiesta nacional francesa, me sienta especialmente gabacho y quiera recordar como efemérides aquella memorable “toma de la Bastilla” donde por cierto, él único preso liberado fue un viejo verde miembro de la nobleza que cumplía condena por estupro.

Es que aunque n.s.b.a Cardenal esté tan lejos de nuestras latitudes, no nos vamos a ahorrar las críticas a un “carta de bienvenida” que más que una carta pastoral dirigida a los turistas es un panfleto nacionalista de propaganda cultural y política.

El tríptico en cuestión ha sido enviado a todas las parroquias junto con un díptico de horarios de misas donde por cierto constatamos que no hay ninguna misa en italiano en ningún sitio durante todo el verano y ninguna en inglés, alemán o francés durante el mes de agosto. Lo único que se ofrece es una misa en francés, alemán e inglés en el mes de julio en tres parroquias (dos de ellas, la de Lourdes y de San Alberto son las parroquias personales de lengua alemana y francesa) que se encuentran en los extremos más alejados del norte de la ciudad. Es decir que todas “las acciones pastorales dirigidas al campo del turismo” que ha acometido la Delegación Diocesana de Pastoral del Turismo presidida por el ultranacionalista Mn. Josep Colomer y un equipo formado por profesionales del turismo y sacerdotes con cargo pastoral son nulas, son la más absoluta nada. Eso sí presentarnos un tríptico en 6 lenguas (inglés, alemán, francés, italiano, catalán y castellano). Pero además, las traducciones plagadas de incorrecciones ortográficas y fallos gramaticales en todos los idiomas que son para desternillarse de risa (salvo en alemán por cierto, lengua al que la carta está traducida impecablemente).Ejemplos de ello el “che passiate dei giorni piacevoli” o el “En tout premier” , expresiones que en italiano y francés son de juzgado de guardia y de lesa ignorancia. Señores: los italianos no pasan días sino que los trascurren (non passiate ma trascorrete) y el “en primer lugar” en francés se dice “tout d´abord” y no “en tout premier”, igual que es incorrecta esa “communité” que nos recuerda la canción de La Trinca “La guerra de la verdura” (Entrez, entrez a la comunité...”). Burros, que sois unos burros iletrados, que ni el diccionario ni el traductor de Google sabéis usar: en francés es “communauté”. Y como éstas, tan básicas, muchísimas otras más.

Pero todo quedarían en simples anécdotas casi folclóricas si no fuese por el fondo del panfleto: un memorando de “ identidad de pueblo y de país” no ya sin ninguna mención a España sino sin ninguna exhortación a participar fervorosamente en la Santa Misa, a dedicar durante el verano un tiempo más intenso y relajado a la oración y a la lectura espiritual, a aprovechar el tiempo de asueto para examinar la propia conciencia y quizá recibir el sacramento de la Penitencia o planificar un plan de vida para el nuevo curso con buenos propósito y renovado compromiso cristiano. Identidad, pueblo, país, catalán y cultura en cambio son los vocablos más usados. Lo demás para ellos son monsergas y ñoñerías. ¡Todas las acciones pastorales van encaminadas a promocionar nuestro talante e idiosincrasia!

¡Ay si conociesen el talante y la idiosincrasia de ese Delegado de Turismo!

Pues bien Sr. Cardenal en condición de “responsable de la comunidad católica” que es como usted se identifica, decirle que es usted un irresponsable y su pastoral del turismo un autentico fraude a todos los turistas, católicos o no, que nos visitan.

Con esta carta usted ha concluido este curso luciéndose con esta medalla de gloria. Cuando usted haga inventario de actividades sepa que el informe está lleno de lamparones y de borrones indignos de esta gran Archidiócesis de Barcelona, de su gente y de su historia.

 

Hundimiento del Seminario Menor – 07/07/2008

En cualquier empresa del ámbito público o privado, no ya la descapitalización de la misma, sino la simple pérdida de ganancias o beneficios conllevaría la destitución del director general o el relevo del gerente de esa sociedad. Por incapaz, por mal gestor, por defraudar culpablemente o no, las expectativas de ganancia que estaban en él depositadas. En una palabra: por inútil.

En la archidiócesis de Barcelona, la de peor gestión y la de más ínfimos resultados pastorales , eso no sucede así.

Si al acabar el curso, a cualquier rector de Seminario se le marchasen la mitad de los chicos del Seminario, la destitución sería fulminante. Si cabe, aún más pensando en todos los apoyos y apuntalamientos que su persona y cargo han recibido de parte de un Arzobispo que ha intentado dos veces promocionarlo a obispo auxiliar. Pero aquí somos diferentes. En la archidiócesis de Barcelona nos gobierna la lógica del nepotismo absoluto. Por múltiple razones personales e innumerables presiones de los sectores progresistas de la diócesis, que ejercen el control absoluto del gobierno de esta Iglesia, el Cardenal Martínez Sistach ha decidido obviar la cuenta de resultados del Seminario Menor. Absolutamente todos menos uno, de los chicos del Seminario Menor, lo han abandonado al acabar este curso. Se han marchado a su casa. Han decidido no continuar con el proceso de maduración de su posible vocación. Sencillamente, han arriado velas y las han plegado…

Y nadie se escandaliza, y nadie protesta, y nadie cuestiona nada. ¿Para qué si para el rey-sol y monarca absoluto de esta diócesis eso no tiene ninguna importancia? Pero es que ni le interesa ni le preocupa, ya que eso cuestionaría la figura de su “intocable” protegido: el rector Turull y su nefasto equipo de formadores. Y entre todos ellos la del “perpetuamente residente” y padre espiritual del mismo, Don José Antonio Arenas que, por cierto, ya está preparando uno de sus viajes veraniegos, esta vez al Monte Athos junto con el obispo de Gerona Mons. Soler y una camarilla de amigos. ¡Ojalá se quedaran allí para siempre! Pero no lo creemos, porque aquellos monjes barbudos de hábitos raídos son más listos de lo que pueden parecer a primera vista.

Y lo peor de la situación del Seminario es que ningún padre con dos dedos de frente, un par de ojos y un poco de sentido común, pondría a su hijo adolescente en las manos de una institución, la de nuestro Seminario, con un equipo humano de formadores con tantas deficiencias y con perfiles pedagógicos tan bajos. Por no hablar de algunos rasgos psicológicos de sus integrantes con trazos más que preocupantes.

Pero a nuestro Cardenal todo esto se la trae al pairo. El ha comenzado sus tres meses de andanzas vacacionales. Viene de Lourdes, ahora se va a la Guadalajara mexicana, después a Sydney, después a sus vacaciones privadas, suponemos que este año a Corfú para no estar lejos de “Sissi Emperatriz”, y finalmente en septiembre de nuevo a Lourdes a hacerle de “cohorte nubia” al Papa cuando vaya a celebrar el 150 aniversario de las apariciones…

Una postal, lo que se dice una postal. No para que nos la mande, sino para verse retratado…

 

La sartén tiznada – 23/06/2008

Viernes 20 de junio. Palacio Arzobispal de Barcelona. Vigilia del “santo l´obispo” como dicen en Teruel. (Por cierto, hablando de Teruel y de sus comarcas e hijos, felicidades a nuestro n.s.b.a. Arzobispo por sus entrevistas y movimientos tácticos y estratégicos para echar al de Orihuela del Tremedal de la COPE: resultado efectivo cero patatero).

Pero volvamos a la Recepción. Dejemos a parte la calidad del catering y de las viandas. No voy a reiterarme en ello como el año pasado. Vayamos al mensaje García, como dirían los buenos publicistas. Y el mensaje García del San Luis 2008 fue éste: no nos sintamos mal de cómo están las cosas, la sociedad civil también tiene problemas y también adolece de falta de personal y de ilusión. En el fondo, nuestra Archidiócesis, como toda la Iglesia, no es ajena al clima que se vive en la sociedad en la que estamos inseridos. Tenemos que estar contentos por las muchas cosas que van bien. Y de entre ellas ¿cuál funciona súper-requetebién? El Seminario, si señor. Y ¿quién es el niño mimado de su “papi” el Cardenal? Turull, Turull, Turull, susurraban silenciosamente desde platea. Mn. Josep-María Turull, como no. Que para la ocasión anunció la entrada de 7 vocaciones en septiembre. Aunque después se queden en 2 evidentemente. ¿Y qué más da?  

¡Duce!,¡duce!,¡duce!,¡duce! se intuía casi en el fondo del salón….

Aunque con más recato, porqué aquí somos más sosos e inexpresivos, los curas allí presentes (salvo la excepción de algunos que tienen sentido de la vergüenza y el decoro) parecían aquellas masas populares que llenaban Piazza Venecia para escuchar a Benito (me refiero a Mussolini). Estoy seguro que si n.s.b.a. Cardenal les hubiera pedido, como hizo en una ocasión el Duce, las sortijas de oro (no todos las lucen, pero muchos las tienen junto con algún par de pendientes a juego) sin duda las hubieran ofrecido gustosos en el “Altar de la Autocomplacencia”.

Yo no sé donde estos curas de izquierda dejan el discurso hegeliano-marxista de la autocrítica. Y es que cuando de lo que se trata es de chupar poltrona no hay principios que valgan.

¡Y mal de muchos, consuelo de tontos! Expresión castellana que tiene un equivalente aún más ácido en nuestra lengua catalana: “La paella emmascarada no vol ser sola”. “La sartén tiznada no quiere ser la única”. Tizna a todos los que la tocan. Así es nuestro n.s.b.a. Cardenal. Tizna a todos los que, interesados y bien pagados, le hacen el juego simplón en el tablero de la mediocridad.

Suerte tenemos de tener a un obispo auxiliar tan irónico y socarrón, que en medio de tantos agasajos y parabienes, se despachó con una puya de tomo y lomo. Tras la constatación general de que todo va tan bien y que tenemos de todo, nuestro auxiliar “aún no emérito” afirmó con esa “sorna” tan suya que, ya que tenemos de todo, a ver si alguien podía encontrar algún auxiliar en algún sitio para que pueda “jubilarse en santa paz”. Sin duda, el mejor y el más agudo de todos. Gràcies, “bisbe Joan” i per molts anys a vostè en la diada del seu sant.!

 

“Sin nuestros lemas y nuestra divisa no somos nadie” – 13/06/2008

Hoy soy yo, aquel que habéis conocido hasta el presente con el nombre de Prudentius de Bárcino, el que desea explicarse. Hasta ahora son muchos los que me han pedido explicaciones. Unos, los más, porque me reprochaban “mi porte canalla” y me amenazaban con callarme por la fuerza. Me descubrirían, me identificarían, conseguirían encontrar mi punto débil y usar cualquier cosa contra mí hasta obligarme a callar. Otros, los menos, pero creyéndose los más juiciosos, en el inicio de Germinans deseaban saber del proyecto, de sus objetivos, de sus medios, de sus componentes, de sus dificultades: deseaban seguridades.

Yo únicamente contaba con un nombre que había consolidado en una tenaz y simpática batalla, la del “De Bello Pallico”: Prudentius de Bárcino. Nunca expliqué porqué escogí ese pseudónimo, el de Prudentius, asociado al nombre de mi querida Barcelona, a decir verdad, la ciudad que a lo largo de mi vida y en todos los lugares que he recorrido, he tenido por mi única y autentica cuna. Allí donde he ido siempre he dicho: soy de Barcelona. No hacía falta más. Para mí “ser de Barcelona” es mi manera de ser. Tanto la amo, tanto la llevo en mis venas.

Aún no tenía quince años, cuando en una de las primeras clases del curso que entonces se llamaba “5º de Bachiller” (de letras, claro está) me tocó traducir en público, así a bote pronto, el segundo Prefacio de la “Apotheosis” de Aurelio Prudencio Clemente, nuestro gran literato hispano. El texto comenzaba así:

“Est vera secta? Te, Magister, consulo
rectamne servamus fidem
an viperina non cavemus dogmata
et nescientes labimur?

Son los cuatro primeros versos de un conjunto de 55 en los que el poeta se pregunta retóricamente, y a la vez pregunta a Cristo Maestro, si es verdadera la doctrina que acaba de exponer. La lectura de este II Prefacio en medio de las tempestuosas preguntas sobre la fe que un joven puede plantearse en la adolescencia dejó una marca indeleble: Prudentius sería un buen compañero de camino. A partir de aquel momento él me enseñaría a conocer “los granos de cizaña que matan la mies” (quae messem necant zizaniorum semina).

No fue difícil pues para mí, asignarme un tan concreto pseudónimo.

La segunda imagen que me viene a la mente es la de un hombre honesto y buen militar, un capitán que arengando a mi Compañía en el transcurso de unas maniobras durante el servicio militar nos espetó convencidamente: sin nuestros lemas y nuestra divisa no somos nadie. Aunque no voy a precisar más, es evidente que nuestro Regimiento era de aquellos que son conocidos como “regimientos históricos” ennoblecido desde hacía siglos con divisa y lemas propios. A mi todo ese lenguaje militar me decía bien poco y creo que me atraía aún menos, pero lo de la divisa y los lemas, trajo a mi mente unas escenas inolvidables. Debía tener 14 años cuando, a punto de concluir el Bachiller Elemental, se me otorgó la medalla de oro. La única medalla que he recibido en ésta vida y que substituía al emblema de aluminio del Colegio que todos llevamos en la solapa y que constituía el lema del mismo: “Labor prima virtus” (El trabajo es la primera virtud). La medalla de oro, con su sobresaliente lema en esmalte grana, rezaba: “Constantia omnia vincit” (La constancia todo lo vence). No hace falta decir que los fundadores de aquella institución escolar eran unos auténticos fans de Virgilio, ya que ambas frases están sacadas del Libro VII de las Geórgicas del gran poeta latino. Desde entonces siempre fui un chico de lemas, adagios, proverbios y refranes. Haciendo todo lo posible, eso sí, por no convertirme en uno de aquellos “empollones redichos” que tanto detestaba.

Es por eso que a la hora de dar a luz a Germinans, no podía negar mi idiosincrasia. Nuestra página, el escudo bajo el cual lucharíamos, debía mostrar una hermosa divisa a cuatro cuarteles con un sencillo pero definitorio lema. Y así surgió la cabecera. Un sencillo cuadrilátero, sin blasones ni coronas, que en esta vida nada valen y que sólo un día nos otorgará Cristo en su misericordia, con cuatro sencillos conceptos: Meritum, Constantia, Fortitudo y Fidelitas.

Hoy, a punto de concluir el curso y lanzando una mirada sobre nuestro presente, me es grato volverlos a recordar.

El mérito se refiere a nuestra voluntad de no condescender ante la mediocridad, a no alimentarnos en el camino con la carnaza que los escándalos nos pueden proporcionar. Necesitamos reflexión madura sobre los acontecimientos, repensar ideas y clarificar conceptos. Lo que en periodismo se denomina nivel.

Necesitamos a la vez constancia. De nada sirve lo que en catalán llamamos “fuego de virutas” (foc de encenalls): una llamarada que en pocos instantes se convierte en nada. Nosotros no debemos destruir sino construir. Ahora, sobre las cenizas a las que muchos han reducido la Iglesia, hay que edificar los pilares del futuro. Y no debe ser necesario, como nunca lo ha sido, orientar o dirigir la temática a tratar. Desgraciadamente, la empobrecida realidad eclesial en la que nos encontramos es tan precaria que cualquiera de nosotros, creo que poseedores de una gran riqueza interior, somos capaces de maduras reflexiones que se traduzcan en bien trabados escritos.

Pero para ello hacen falta unos nervios bien templados, una gran fortaleza interior (Fortitudo) que resista a los muchos embates que arremeten contra nuestras metas espirituales y nos hagan permanecer serenos ante las tentaciones del desánimo o de ese fácil “bajar a la arena” con métodos del todo inapropiados para nuestra causa.

Y finalmente “Fidelitas”, la doble fidelidad: en primer lugar y en el más sublime, la fidelidad a la Iglesia. La fidelidad al Papa y a su Magisterio y la leal colaboración con el ministerio episcopal de los pastores por él puestos al frente del rebaño. Aunque eso no signifique ausencia de crítica. Es por la crítica constructiva que somos fieles y construimos fidelidad. Es porque nos sentimos implicados y “corresponsables”, como dirían algunos, que elevamos nuestra voz manifestando nuestra permanente voluntad de consenso, aunque tantas veces estamos obligados a disentir.

Si, somos disidentes del progresismo en el que hemos nacido, crecido y vivido durante largas décadas. Muchas veces, aún sin quererlo, nos ha contagiado, otras nos ha inmunizado, otras nos ha destruido. Pero aún estamos aquí y si queremos estarlo por más tiempo y cumplir la misión que llevamos entre manos, o cumplimos los lemas de nuestra divisa o mejor desaparecemos. Sin ellos no somos nada.

 

Discursos programados para “los hombres de nuestro tiempo” – 09/06/2008

Una de las afirmaciones de Mons. Martínez Sistach que más me chocaron hace cuatro años cuando, recién llegado éste, realizó un aterrizaje controlado en las reuniones de sacerdotes para darse a conocer, fue el manifestar su voluntad de ir intercalando “temas de Iglesia” y “temas para el mundo corriente” en sus escritos que constituyen una especie de mensaje semanal publicado ya únicamente por “La Vanguardia” en su edición del domingo, a excepción hecha de la Hoja Dominical Diocesana.

Esa voluntad tan detalladamente explicitada pone de relieve una mentalidad que se construye a partir de una serie de presupuestos filosóficos y teológicos. Una reflexión sobre este tema la leí hace unos meses en el volumen “Teologías deicidas”  que el prestigioso sacerdote y profesor P. Horacio Bojorge, consagró íntegramente al estudio del pensamiento del P. Juan Luis Segundo, ambos miembros de la Compañía de Jesús.

Uno de los aspectos que Bojorge resalta en la divulgación teológica del P. Segundo es su propuesta de hacer “teología para laicos-en-crisis-de-fe” y que en el fondo postula la incomprensibilidad de los contenidos de la revelación y de la fe para “el hombre corriente”, es decir que nuestras afirmaciones teológicas, lo que Sistach denomina “los temas de Iglesia” son absolutamente incompatibles con una mentalidad moderna.

En esta mentalidad de presupuestos se reflejan los principios modernistas de la transfiguración y de la desfiguración. La fe, penetrando el fenómeno de la vida humana, de cierta manera lo transfigura, lo eleva sobre su condición natural y lo adapta a recibir la forma de lo divino. Pero al mismo tiempo que la fe transfigura el fenómeno, lo desfigura y lo deforma, porque lo sustrae a sus condiciones de espacio y de tiempo y le atribuye aquello que en realidad no tiene, especialmente si se trata de hechos sucedidos en épocas remotas. De ahí proviene la doctrina modernista acerca de la necesidad que tiene el hombre de “pensar o interpretar su fe”.

De esta concepción participaba plenamente Mn. Manuel Bonet, fundador de la Unió Sacerdotal de Barcelona, al servicio del cual permaneció como “fámulo” el joven sacerdote Luis Martínez Sistach durante sus estudios en Roma.

La mentalidad en cuestión, no se refiere a la incomprensibilidad intrínseca de los misterios revelados y creídos, sino a la dificultad para aceptarlos que surge de que estén en contradicción con la “mentalidad moderna”. Se trata pues de justificar la fe ante el pensamiento moderno – como bien examina el P. Bojorge- pero aludido este con el término “mundo”, presentándolo así como un hecho objetivo y no como una interpretación y una filosofía.

Se trata pues, de interpretar de tal manera la fe, que se haga aceptable al mundo, que no sea antipática para el hombre corriente o que le dé las respuestas que busca.

Ese planteamiento, a mi entender, reposa en una confusión. Es cierto que la fe responde a preguntas que el hombre lleva en su corazón. Pero estas preguntas son las preguntas eternas, que son validas en todas las épocas. Son precisamente aquellas preguntas que el paso de las edades de la historia no puede alterar porque pertenecen a la naturaleza misma del hombre y de su relación con Dios. En realidad, propiamente hablando, la fe no está destinada a responder a aquellas preguntas que son producto del cambio de los tiempos y dependientes de las mutantes visiones del mundo.

Como afirmaba Giacomo Biffi en su texto “La Bella, la Bestia y el Caballero” en su “Ensayo de Teología inactual” publicado por Ediciones Encuentro en 1987: “si se desea hablar eficazmente al hombre y no al envoltorio efímero que lo contiene, hay que hablar al hombre en cuanto al hombre; y por lo mismo, si se quiere llegar al “hombre de hoy”, hay que apuntar al “hombre de siempre”. Los discursos programados para los hombres de nuestro tiempo no calan más allá de la cáscara y no llegan a la verdadera sustancia del hombre.

En este sentido y respecto a las tendencias actuales, la Revelación de Dios no trae respuestas sino que plantea preguntas de Dios que el hombre de todos los tiempos está llamado a responder. No es la fe ni la Iglesia las que tienen que justificarse ante el hombre moderno, y “hacerse atractivas, civilizadas y humanas” ante el pensamiento moderno dominante o ante el hombre corriente, sino que el hombre de hoy (el corriente y moliente) tiene que justificarse ante el Dios eterno de la fe. Por lo que cualquier otro planteamiento en la acción evangelizadora, falsea, de entrada, el planteamiento del problema. De estas premisas sólo pueden salir los resultados que están a la vista: una actitud evangelizadora que nace de un pensamiento en busca de la aprobación del mundo. No por nada, por ejemplo, nuestro n.s.b.a. Cardenal no deja de repetir en las últimas semanas y en todos los foros lo contento que está que el presidente de la Generalitat el honorable José Montilla Aguilera, manifestara con su presencia y sus palabras en el 40º aniversario de la Facultad de Teología de Barcelona, la positiva aportación de la de la Iglesia y de sus instituciones a la cultura y a la vida del “país”. Con este infantilismo uno se convierte en cómplice del orden establecido, y como reza el pensamiento de Chesterton que desde hace semanas encabeza nuestra página, “solo la Iglesia católica puede salvar al hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo”.

 

 

“¡Un Cardenal, lo que se dice un Cardenal!” – 28/05/2008

Esta semana, después de varios meses de sequía informativa proveniente de la Ciudad Eterna, hemos constatado la esperada apertura de compuertas que empieza a dar paso a un generoso caudal de noticias que nos atañen.

En primer lugar, y como eco de un rumor que cada vez era más difundido, el famoso vaticanista Paolo Rodari recogía en su blog la hipótesis del nombramiento de Mons. Agostino Vallini como substituto al frente del Vicariato de Roma de Mons. Camillo Ruini, lo que dejaría vacante la presidencia del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, que hasta ahora ostentaba como Prefecto.

Como consecuencia de todo ello, nuestro n.s.b.a. Cardenal Martínez se perfilaría como el mejor candidato a ocupar ese significativo cargo, lo que nos alegraba sobremanera, según dejábamos patente ayer desde primera hora de la mañana, en la noticia que publicábamos en cabecera.

A última hora de la jornada de anteayer martes, aún nos llegaba otra noticia no menos dichosa: la ya inminente beatificación del que fuera Secretario de Estado y gran apoyo del Papa San Pío X, el Cardenal español Rafael Merry del Val.

¡Un Cardenal, lo que se dice un Cardenal! La exclamación viene espontánea a los labios cuando se pronuncia el nombre de Merry del Val, de este Príncipe de la Iglesia que fue el mejor colaborador de la inmensa obra restauradora de Pío X, acostumbrado a verlo todo bajo una luz sacerdotal: desde la responsabilidad de su alto cargo hasta la misión extraordinaria en el Canadá, pasando por la custodia de los muchachos del Trastevere.

Hostil a toda forma de exhibición, enemigo de las propias fotografías, no ponía nunca en evidencia su inmensa cultura, sus dotes excepcionales de mente y de corazón; en torno a sí amaba el silencio y la sencillez, la vida escondida en el trabajo para la salvación de las almas. Era grande, pero él no se daba cuenta de su grandeza, rehuyendo los elogios personales o cualquier manifestación pública o privada que fuese reconocimiento de sus insignes méritos. Aristócrata de alma más aún que de la sangre y del nombre…

Era el siervo de Dios que fijaba en el papel, entre los pensamientos ascéticos, esta oración: “Cambiad mi corazón, oh Jesús, aniquilado de amor por mí. Descubrid a mi espíritu el exceso de vuestra santa humillación y haced que, iluminado por vuestra luz, empiece hoy a destruir esa parte del “hombre antiguo” que vive todavía en mí. Este es el fondo principal de mis miserias, el obstáculo que continuamente opongo a vuestro amor.”

En pocas frases él mismo en vida expuso su línea de conducta: “Dad todos los días en vuestro corazón el primer puesto al Señor. No actuéis nunca mirando a los placeres del mundo; ¡nada de respeto humano! Con tal de que Dios esté contento, ¿qué importa lo demás? Haced bien todo lo que hagáis: hacedlo por Dios, únicamente por Dios, y vuestra vida será la primera estrofa de un cántico eterno, la aurora de una felicidad que jamás tendrá ocaso. El éxito de la labor poco importa. Lo que importa es hacer lo que Dios quiere, como Él quiere y hasta que Él quiera.”

Sacerdote de horizontes sobrenaturales, Merry del Val fue maestro de almas como pocos: práctico, positivo, vigoroso y paternal, las comprendía en sus luces, en sus sombras, en sus angustias, con el difícil arte del saber escuchar y consolar.

Docto, experimentado y piadoso, si hubiese tenido tiempo para escribir habría dado a la ascética una luminosa aportación. Mirando más allá de las apariencias de una vida ordenada, metódica, desbordante de ocupaciones, se presentan a la vista panoramas y horizontes de virtud de un grado tal que producen asombro, tanta fuerza tienen de santidad.

Su jubileo cardenalicio, el 9 de noviembre de 1928, tuvo resonancia mundial, con una grandiosidad de manifestaciones de afecto, de estimación de reconocimiento.

A los setenta y cuatro años cumplidos, el Cardenal Merry del Val estaba aún en pleno vigor de sus fuerzas. Al verle transitar por las calles de Roma, a pie, con paso seguro; al verle majestuoso en las funciones litúrgicas de la Basílica Vaticana; al verle conversar con los jóvenes del Trastevere, se hubiera dicho que estaba destinado a una gran longevidad. Por el contrario, su vida estaba próxima a extinguirse. Un ataque de apendicitis determinó la intervención quirúrgica de urgencia. Y la muerte sobrevino rápida y fulgurante, pía y santa, en silencio…pero no inesperada para él, preparado como quien tiene las manos rebosantes de bienes, tranquilo, sereno e imperturbable como quien acostumbra a decir: “Estoy en las manos de Dios.” Murió el 26 de febrero de 1930

La España católica, con mano generosa, quiso que de un modo magnífico, aunque sencillo, los venerables restos de su hijo reposaran en una tumba de ónice de las Baleares. Allí yace, en Roma, en la espera de la resurrección bienaventurada, y por expreso deseo suyo, junto a la que fuera tumba de Pío X, Pontífice “a cuyo lado sufrió, combatió y esperó, más que ministro ejecutor, colaborador leal e íntimo de su gobierno”. Son palabras del cardenal Pacelli, palabras del futuro Papa Pío XII en el templo máximo de la Cristiandad, “ a donde miraba su laboriosa fe, donde se sublimaba su esperanza, donde su caridad iba a beber del fervor de las almas que le devoraba, para levantarlas todas en un abrazo infinito y elevarlas por encima de la cúpula de Miguel Ángel hasta el trono de Dios”

En el año 2003, con ocasión del centenario de su arribo a la secretaria de Estado, el cardenal Ángelo Sodano le dedicó elogiosas palabras en su Homilía, durante la ocurrente celebración eucarística.

Hoy nosotros, esperando ver ya pronto el día glorioso de su beatificación y posterior canonización, saludamos la más que probable y certera decisión del Papa Benedicto XVI de agilizar él mismo el proceso y sin demora elevar a los altares a ese gran cardenal español que fue Don Rafael Merry del Val.

 

Bloggers por el “tercio sindical”- 28/04/2008

Sirva este artículo para los que por razón de edad y formación les resultan totalmente desconocidas las peculiaridades del Régimen político vigente en España hasta 1978, ahora se cumplen 30 años. Pero no sólo. Sirva también para aquellos que haciendo gala de ser “licenciados en Ciencias de la Comunicación” y pues presuntamente periodistas no son más que uno de los tantos y tantos bloggers que circulan por la red. Como yo mismo lo era hasta hace un año, un simple autor de blog. De un blog. Me refiero al De Bello Pallico, que llegó a convertirse, eso sí, en el blog revelación de temática religiosa en lengua española. Así lo calificó la prensa en su momento. Lo digo con orgullo pero sin la más absoluta vanagloria. Pero sí con profunda tristeza para los que acusándome en su día de sensacionalista, llegado su turno, han convertido su blog en un singular ejercicio de amarillismo. Todo vale por intentar salir del socavón, del precipicio.

A esos autores me gusta denominarles “bloggers por el tercio sindical”.

Hay que saber que las Cortes Generales franquistas, órgano capital de representación en la llamada “democracia orgánica” que instaurara el anterior Jefe del Estado en 1942, estaban constituidas por tres tercios de procuradores (hoy llamaríamos diputados) correspondiente cada uno de ellos a los ámbitos del Municipio, de la Familia y del Sindicato.

Por la ley de unidad vertical en 1940 se aprobaba la constitución de una Organización Sindical que representase a los diversos Sindicatos Verticales. Estos a su vez agrupaban en una misma corporación a empresarios y trabajadores según las diversas ramas de producción (gremios), debiendo velar junto con la Magistratura del Trabajo por el progreso social y económico del Estado.

La realidad era que la Organización Sindical imponiendo una afiliación obligatoria y controlada absolutamente por el Estado, se convertía en lo que era conocido como sindicato amarillo. Y no por sensacionalista, sino por defender ante todo los intereses patronales. La Organización Sindical designaba a sus representantes en las Cortes, los llamados procuradores por el tercio sindical. De entre todos ellos, los sindicales, a diferencia de los procuradores corporativos o familiares, eran los más odiados. Solían ser los más jóvenes y trepas, los menos preparados profesionalmente, pero con una adhesión inquebrantable al Movimiento realmente admirable. Muchos habían obtenido la designación tras llevar a cabo con esmerado acierto su función primordial en el seno de la Organización Sindical, a saber: ejercer de topos, chivatos y esquiroles en las empresas y en el Sindicato. Pero todo ello subrepticiamente sin que se “tomase cuenta de ello” ni los “camaradas” se apercibiesen de la acción.

Así obran actualmente algunos jóvenes bloggers en la red, y especialmente, como siempre, en Cataluña. Desean pasar por jóvenes y frescas promesas del periodismo y de la renovación de una Iglesia que desean más plural, a la par que actúan como aquellos jóvenes y odiados procuradores por el tercio sindical de las Cortes franquistas, mostrando sin descaro alguno una “adhesión inquebrantable al Régimen” se llame Ordinario del Lugar, Jefe de Publicidad de la única empresa que les sufraga la única revista que imprimen o Conseller de Presidencia. Cualquier componenda por salvar el pesebre que les da de comer. Y todo ello sin exigirles más esfuerzo ni reclamarles más mérito que la inclinación de cabeza y el besamanos de rigor.

Para lucirse así más valen sombras.

 

Reaccionarios y refractarios – 21/04/2008

Ayer domingo por la tarde a las cinco, la hora más torera, un buen amigo sacerdote me llamó por teléfono mientras él permanecía retenido por un atasco a la altura de la plaza de las Glorias. La retención era debida a la casi habitual manifestación que los antitaurinos realizan con frecuencia ante La Monumental para abroncar a los aficionados que dejan de ser “el respetable público” para convertirse en “vergonzosos asesinos” según podía leerse en algunas de las pancartas exhibidas. Mi reacción instantánea fue mostrar mi perplejidad por unas acusaciones provenientes de una multitud que aposté, de bien cierto no sólo serían incapaces de manifestarse contra el genocidio de niños si no que, al contrario, ciertamente se mostrarían partidarios de la “interrupción voluntaria del embarazo”, eufemismo legal utilizado como bien sabemos en las sociedades contemporáneas para denominar al aborto terapéutico que es el ejecutado con cobertura legal.

Ante mi respuesta casi refleja, mi buen amigo afirmó con contundencia e ironía: “Tu sí que eres el perfecto reaccionario”. No es que él dé su apoyo en manera alguna al aborto, pero como tantos otros considera las actitudes contundentes de afirmación radical y pública de valores como “actitudes reaccionarias” casi rayanas a lo que es conocido por integrismo.

Existe en Cataluña una porción considerable de sacerdotes y de obispos a los que no podríamos imputarles ninguna apuesta personal ni con la heterodoxia ni con el laxismo o relajación moral. Pero dicen abogar por un tono tolerante, moderado, más positivo, en una palabra lo que ellos apostillan como actitud “profundamente liberal”. Para ellos todo está sujeto a una “profunda relatividad” porque el contexto y las situaciones amortiguan sobremanera la responsabilidad ética de los individuos, que se encontrarían tan envueltos en los “condicionantes” que su libertad personal en el obrar quedaría muy desdibujada.

Sé que mi buen amigo sacerdote no comulga con esta manera de ver las cosas y conozco de primera mano su integridad en materia de “fe y costumbres” pero como tantos otros es víctima del acomplejamiento al que siempre ha pretendido reducirnos el pretendido progresismo. El resultado es una obsesión continua por no aparecer como un integrista, como un reaccionario, sino como un moderado.

El tono de la conferencia que el jueves pronunció nuestro n.s.b.a. Cardenal Martínez Sistach en el Club Siglo XXI pertenece al elenco de esas posiciones. El texto de la conferencia, como siempre en Sistach, lleno de “lugares comunes”, pudiera haber sido escrito hace 30 años por el Cardenal Jubany o por Elías Yanes, por citar dos cabezas mitradas consideradas “liberales” por sus contemporáneos. Pero es que las circunstancias, el marco contextual en el que se encuentra la Iglesia española es bien otro. Sólo una tímida referencia de Sistach al peligro de echar a perder el patrimonio moral de la Transición ha sido digna de ser resaltada en las cabeceras periodísticas.

Nuestro Cardenal es el Cardenal del silencio y del “aquí no pasa nada” ante los escándalos como el que ha representado para algunos medios católicos españoles la entrevista a Mn. Manel Pousa realizada hace dos meses por el Periódico de Cataluña pero ahora sacada a relucir en tono laudatorio por la izquierda eclesial más radical en su blog “L´agulla” .

¿A quién quieren dañar los chicos y las chicas progres de Mn. Quim Cervera, uno de los ideólogos del Centre d´Estudis Pastorals (C.E.P.), al resaltar la apuesta de Pousa por el aborto de muchas mujeres a las que ayudó para tal objetivo? Pues a Sistach sin duda alguna. Es que ellos están convencidos de que la “brunete mediática del integrismo” dentro y fuera de Cataluña pondrá entre las cuerdas a Sistach. De esta manera le clavan una primera puya de manera elegante a aquel que consideran ya inepto para la consecución de sus máximos objetivos. Y es que las listas para consultar la idoneidad de algunos candidatos al episcopado en Cataluña circulan ya por Barcelona. Y aunque nosotros estamos convencidos de que se trata de una muy bien orquestada “cortina de humo”, lo cierto es que la izquierda eclesial vuelve a estar nerviosa como lo estaba en junio de 2004.

Es el progresismo que arrincona a una Iglesia acomplejada, recluida en templos vacíos, muchos de cuyos ministros, no se sienten a gusto defendiendo su propia doctrina y prefieren basuras ideológicas foráneas, para halagar los oídos de los que detestan su credo y su moral.

Yo estoy convencido de que en Germinans no somos ni integristas ni reaccionarios. De todas maneras me consuela el hecho de saber por muy buena fuente que ese es el calificativo que Sistach otorga a personas de tan reconocido valor como por ejemplo Miró i Ardèvol. Reaccionario e integrista, compartiendo opinión con el progresismo. Todos ellos tan liberales, plurales, ponderados y moderados.

Nosotros sí, continuaremos refractarios a esas posiciones prefiriendo la más incomoda de la denuncia y la resistencia.

 

¿Letargo prolongado o estado vegetativo crónico de la Iglesia en Cataluña? – 03/04/2008

Nadie podrá negarnos que el compás de espera al que se están viendo sometidas tres importantes diócesis catalanas a la espera de la debida provisión episcopal, afecta al conjunto de las realidades pastorales de Cataluña. Quizá ninguna otra realidad eclesial, ni siquiera el País Vasco, es tan susceptible a verse toda ella implicada en el conjunto de los nombramientos episcopales que se realizan en cada una de sus sedes y a sufrir, en su conjunto, las consecuencias de todo ello. Por desgracia para nosotros y creemos que también para el resto de España, resulta difícil dibujar cualquier relevo episcopal con protagonistas no oriundos de estas tierras y por “efecto dominó”, que cualquiera de los obispos que por aquí pastorean puedan atisbar ningún otro destino que no pase por el traslado a otra sede también en Cataluña. Realidad eclesial que nos resulta sórdidamente empobrecida y empobrecedora.

Los nombramientos de los que serán los nuevos pastores de las diócesis de Lérida y Gerona poseen en estos momentos una capital importancia para el futuro del catolicismo en Cataluña. Pero no tiene menor relevancia el nombramiento al menos de un obispo auxiliar para Barcelona en sustitución del obispo Joan Carrera, aún en activo, hasta la provisión de ese destino. En estas tres últimas semanas se han acelerado las consultas realizadas en Barcelona y parece ser que los movimientos van concretándose. No se trata de que alguien haya depositado en el próximo auxiliar o auxiliares de Barcelona ninguna esperanza de solución a los problemas que el pontificado de Martínez Sistach plantea. Pero al menos se dilucidarían las incógnitas que deben despejarse antes de que éste acabe dentro de cuatro años exactos. Estos meses están siendo de una exasperante mediocridad y de una falta de lucidez asombrosa. El cardenal Martínez Sistach se encuentra festejando y agasajando a todas aquellas instituciones eclesiales que habiendo visto la luz hace 40 años, en 1968, continúan presentándose como el paradigma de la renovación conciliar y del futuro de la Iglesia en Cataluña. Y nada más lejos de la realidad. Son instituciones encerradas en un endogámico circulo de agotamiento ideológico, incapaces de generar ni la ilusión ni el proyecto de reforma que la Iglesia en Cataluña necesita. Ni el nefasto Centre d´Estudis Pastorals, ni la más que mediocre Facultad de Teología de Cataluña, ni por supuesto el decrépito Consejo de Justicia y Paz, promotor del izquierdismo eclesial más contestatario por no decir también del político más radical, pueden ser las instituciones por las que pase el futuro de la Iglesia en Cataluña.

Desgraciadamente ignoramos si este impasse cada vez más pronunciado, demuestra o no que el Nuncio Monteiro es consciente de ello.

Subrayar únicamente que se nos revela especialmente injusto tener que prolongar en demasía esta espera. Hay mucha más vitalidad de la que se cree en nuestras realidades eclesiales, algunas sin embargo, viven sometidas a un largo letargo atendiendo el paso decidido y alentador de obispos que como Saiz y Casanova e incluso Pujol y Cortés, todos ellos en sus respectivas diócesis, lleven adelante con entusiasmo la Nueva Evangelización de Gérona, Lérida y como no la siempre importantísima Barcelona.

El cardenal Martínez Sistach no ha previsto pasar a la historia como el factor reactivador de la fe en la aún gran diócesis de Barcelona. Y nosotros lo lamentamos. Pero ¿lo lamenta Roma? ¿Lo lamentan el cardenal Re y Mons. Monteiro? ¿Lo lamentan todos y cada uno de los obispos del resto de España? Si así no lo hicieran, se verían también ellos sujetos al juicio inapelable del Altísimo por tantas omisiones con las que condenaron al futuro del catolicismo en Cataluña.

Todos los agentes deben poner de su parte para que la Iglesia en Cataluña pueda demostrar que ese aparente estado vegetativo al que se encuentra reducida no es crónico. Hay esperanza de futuro y cura para nuestros males endémicos. Pero esa sanación pasa por la inmediata provisión de los cargos episcopales esperados para esta primavera. De otra manera aún hemos de aguardar un letargo si cabe más paralizador de energías.

 

Germinans: un privilegiado observatorio – 17/03/2008

Conservan muchos templos la antigua costumbre, jamás abolida por la reforma litúrgica del 69, de “velar” las imágenes y las cruces durante el tiempo de Pasión. Según nuestro muy querido amigo Dom Gregori María, tan entendido en la materia, el simbolismo místico de este uso, antaño preceptivo, era subrayar como durante la Pasión del Señor queda velada su divinidad a nuestros ojos y aparece su humanidad en toda su crudeza. Realmente al contemplar la figura de Cristo, por ejemplo en el relato de la resurrección de Lázaro que leemos en estos días, descubrimos una humanidad que se nos impone desnuda y cercana. Descubrimos a Jesús que se conmueve, que solloza y llora por la muerte de su amigo, que se compadece de la tribulación de aquellas dos hermanas, pero a la vez que hace resplandecer, en medio de tanto dolor, su absoluto señorío sobre la vida y la muerte al ordenarle que salga fuera y camine. Descubriremos la “humanidad decepcionada” de Jesús, digamos el drama del aparente fracaso del Señor, llorando sobre Jerusalén –Dominus flevit- que no ha sabido reconocer el tiempo de la venida de su Salvador y que ahora, rechazándolo, se dispone a conducirlo como cordero al matadero, atrayendo sobre ella misma la ruina que la destruirá.

En las puertas de la Semana Santa, la contemplación del drama de la humanidad sufriente de Jesús nos hace acercarnos a la cruda realidad de nuestra humanidad sufriente. Sufriente, herida por nuestros dramas personales, como no, pero especialmente herida por nuestras infidelidades, por nuestros miedos, por nuestras mediocridades, por nuestro pecado.

Durante estos diez meses de singladura de Germinans, este que os escribe habitualmente cada lunes, velado bajo el seudónimo de Prudentius de Bárcino, también ha tenido la oportunidad de contemplar su propia realidad humana y contemplar la de los demás. La de sus compañeros de página, la de muchos que nos han escrito exponiéndonos sus sentimientos e ideas, la de muchos que nos han rechazado frontalmente, la de otros tantos que se han sentido representados por nuestras palabras...

Nunca como en el fragor de la lucha más encarnizada, cuando te estás jugando todo por un alto ideal, te das cuenta de tus debilidades, sí, pero también de los ideales que están dando sentido a tu vida. Germinans pasa a ser para ti un auténtico ejercicio espiritual. Mientras procedes a una denuncia, aunque sea a través de la sátira, te estás poniendo delante de un espejo que es imposible distorsione tu realidad: te estás sometiendo a la luz diáfana de tu conciencia humana, cristiana y sacerdotal.

Y si no eres impermeable a la acción de la gracia, esta te va modelando el corazón: empiezas a darte cuenta de tus muchas infidelidades y empiezas a aspirar a sacar lo mejor de ti mismo y a rendirte ante la grandeza de una vocación que de esta manera rejuvenece, se eleva, maravillosamente vuelve a ponerse en cercana sintonía con Cristo.

También, nunca como en esta etapa de su vida sacerdotal, este que os escribe, ha estado tan en contacto con el alma y la vocación de tantos compañeros sacerdotes. Los sacerdotes tendemos a la incomunicación y al hermetismo entre nosotros, quizá por ese natural distanciamiento que tu ministerio concreto te impone, excepto claro está ese “mínimo indispensable” que el trato con los compañeros de tu arciprestazgo te exige, o quizá por esa tendencia al aislamiento que uno mismo se marca tratando de ese modo evitar sufrimientos o decepciones mayores a las ya habituales.

Estos diez meses, en cambio, han sido a la vez un privilegiado observatorio sobre la conciencia de muchos compañeros, sobre la humanidad sufriente y herida de muchísimos compañeros. Sufriente por sus dramas personales, sus inquietudes frustradas, sus tristes soledades, sus ilusiones encadenadas. Herida por sus miedos, sus vacilaciones, por el mundo de solapadas ambiciones que percibes, por la falta de valentía de la que muchos hacen gala, por el conformismo en el que se han instalado. Pero también por el coraje de otros tantos, por el trabajo callado que realizan, por las muchísimas fidelidades que ornan su vida cual galardón intachable, por las heroicas renuncias y los sacrificios con que ennoblecen su ministerio.

A todos vosotros dirijo mi pensamiento, en la vigilia de la Misa Crismal que mañana nos reunirá a todos en la Catedral entorno a nuestro legítimo Pastor, para renovar las promesas de nuestra ordenación. A todos vosotros mi cercanía y mi fraterna oración.

 

 

Santa María del Mar 12 de abril: gran patum juvenil de lucimiento - 10/03/2008

La montaña de Queralt es un macizo agreste que se levanta cerrando las tierras bajas de la provincia de Barcelona y sirviendo de cabecera a la ciudad de Berga. Allí se encuentra el santuario de su Madre y Patrona. Entre las muchas fiestas que se solemnizan especialmente en Cataluña y que forman parte de sus raíces profundamente católicas, destaca la solemnidad de Corpus que en Berga además se ve adornada con los festejos popularmente llamados de “La Patum”.

Debe la Patum su nombre al sonido (pa-tum, pa-tum) con que un gran tambor llamado el Tabal anuncia la fiesta unos 20 días antes, el jueves de la Ascensión. Durante el discurrir del periodo que va desde la vigilia de Corpus a su antigua Octava, en total poco más de una semana, una serie de “entremeses medievales” van alegrando con su música y singular coreografía lo que será una catequesis sobre la victoria del bien sobre el mal, de la fe sobre la impiedad, de Dios sobre el Maligno: y como centro de todo ello la Solemne Procesión Eucarística de la tarde de Corpus. Bailes de caballeros cristianos contra turcos, de gigantes y cabezudos, del Águila Real que simboliza el poder real que acompaña la manifestación de piedad eucarística, de San Miguel que derrota al demonio, de diablos que desencadenan su furia en forma de bengalas y petardos (los famosos “plens” ): realmente un conjunto escénico sin parangón. No toda esa “parada infernal nocturna” es apta para niños, tanto por la peligrosidad de la pirotecnia como por el horario en el que tiene lugar el despliegue demoníaco. Por esa razón, es costumbre realizar una representación destinada a los más jóvenes y justo al punto de las 12 en la misma plaza de San Pedro, donde se encuentra la Casa Consistorial y que los oriundos llaman cariñosamente y con razón “la Plaça Cremada” (la plaza Quemada). A esa parada juvenil que precede a la demoníaca y nocturna se la denomina “Patum de Lucimiento”.

 Pues bien queridos amigos y lectores, en otro orden de cosas, nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo, cual gran Tabal de la Patum diocesana, esta semana nos ha anunciado la celebración, el sábado 12 de abril, de una Patum de lucimiento destinada muy especialmente a los jóvenes que precederá a la otra Gran Patum, no quiero decir demoníaca pero sí parada escénica sin parangón que se quiere representar el próximo año como colofón del primer trienio del Plan Pastoral Diocesano.

Para coordinar el evento nuestro Cardenal ha elegido a ese “gran gigante” de la organización diocesana que es Mn. Joan Galtés Pujol, gran “Áliga” representativa de la altura de la nombrada Comisión Preparatoria entre los que se encuentran, como no, ese gran “músico y cura” (músic i capellà, así se presenta) que es Mn. Xavier Morlans.

Antoninus Pius en el artículo del pasado miércoles 5 de marzo, nos daba detallada cuenta de las preguntas que ha dirigido el Cardenal destinadas a los grupos de jóvenes de las parroquias a la espera de encontrar cumplida respuesta en una especie de misivas a consignar durante el “Festival” de 3 horas (de 10 a 13 horas) que piensa durar el “show” juvenil, amenizado como no por la batería, las guitarras y las flautas traveseras de Morlans y sus cuatro chicos treintañeros. Eso sí, todo con mucha “calidesa” (calidez)…

Y mi pregunta es esta: aunque por ver el espectáculo montado algunos de nosotros acudamos al sarao, ¿no pretenderá que enviemos a ninguno de nuestros grupos de jóvenes a ese montaje, verdad? Hay que saber que nuestros chicos y chicas no están acostumbrados a “Misas Jóvenes”, a gritos y aplausos dentro de la Iglesia, a corros de pañuelos y globos, a coloridas pancartas atravesando el presbiterio, y lo que es más importante a un vacío completo de auténtico contenido cristiano en los mensajes.

Nuestros jóvenes están siendo educados por nosotros en la libertad y la responsabilidad y no aceptan ser manipulados con la facilidad con la que en esta ocasión, como en tantas otras, se les pretende utilizar.

El 12 de abril será un decorado para esconder la ineficacia de una Delegación de Familia que en el último encuentro desestimó invitar explícitamente a aquellos movimientos y congregaciones que sí que realmente trabajan por la Familia y la Vida, pero que obviamente no son de su agrado. El acto de Santa María del Mar será una Patum de lucimiento, detrás de la cual se intenta camuflar la inoperancia de Toni Román, ese “irresponsable” puesto al frente de un objetivo pastoral que supera sus parámetros de “agente desacralizador” empeñado en hacer de los postulados “jocistas” la meta de sus esfuerzos.

No, Sr. Cardenal, no verá a nuestros jóvenes en ese acto, no los pondremos al alcance de las más que bengalas, bombas de relojería que usted ha colocado al frente de la acción diocesana. Junto a usted estará Galtés, ese “perfecto curial”, así perfectamente definido por muchos, y al que usted prontamente pretende investir como Vicario General, claramente por su gran “experiencia pastoral y formación jurídica” en substitución del más que amortizado Riera.

Pero esté atento y vaya con cuidado con que el evento no pase a ser, más que colorida Patum, una grotesca carnavalada o aún peor, se degrade hasta convertirse en una de aquellas “charlotadas” con las que el bombero-torero cada año nos alegraba la verbena de San Juan en la plaza de toros de las Arenas.

 

 

¡Se busca Obispo benévolo y generoso! – 03/03/2008

De diócesis no-catalana, claro está. No hay que poner enfrentamientos entre los que se tienen que ver las caras a menudo. Y menudo es nuestro cardenal con las cosas de comer. Es por ello que no nos sirve Terrassa: porque no hay que complicarle los papeles a Mons. Saiz, pero muy especialmente porque sus seminaristas siguen bajando a estudiar a esa penosa Facultad de Teología (que sigue siéndolo aunque cumpla 40 años y vaya Montilla a decir que es muy buena) pero también porque no nos fiamos del rector Cristau. Colaboró activamente creando el vacío a Don Ricardo en momentos delicados que requerían de él absoluta fidelidad y ello en favor de Vives y sus tentáculos. Y con las ganas que tiene este de suceder a Sistach, únicamente podemos augurar malos presagios.

Se ha demostrado por activa y por pasiva que nuestro n.s.b.a. Cardenal no va a cambiar nada. Quiere un resto de pontificado cómodo y fácil. Sin sobresaltos ni complicaciones. Para qué liarla si la mayoría desea seguir medrando. Cuatro o cinco añitos de “ir tirando” y después, si Dios le da salud, cinco añitos de retiro púrpura en Roma. Hasta los ochenta, que para eso tiene una salud de hierro. Cálculos humanos, no hay nada que hacer. Genio y figura hasta la sepultura. Sólo esperamos que no intente ofender demasiado nuestra inteligencia como cuando se envía a la Agencia Veritas la crónica del 25 aniversario de la revista del Seminario “Portal Obert” presentándola como buen instrumento para no sabemos aún muy bien qué.

La tradición de enviar vocaciones fuera es de larga trayectoria en Barcelona. La inventó el progresismo a final de los 50 y principios de los 60, cuando las vocaciones adultas sin estudios tenían que subir al Seminario Menor de la Conrería a acabar el Bachillerato. Les parecía un agravio insoportable mezclarlos con niños y adolescentes en un mismo régimen de vida.

Secundaron también la estrategia de enviar vocaciones fuera aquellos sacerdotes progres de los 60 con los seminaristas que los Operarios expulsaban: decían que el motivo era su “catalanismo” o su visión “avanzada” de la Iglesia. Carcassona o el Seminario de Saint-Sulpice en Paris fueron destinos señeros: siempre ha tenido mucho predicamento la “France” entre la progresía barcelonesa. Evidentemente antes Francia que la España obscurantista. Alguno de los exportados incluso llegó a obispo.

Después vino la larga “travesía Jubany” (1972-90): dos nefastos rectorados, el de Ventosa y el de Prat. No fue goteo, fue estampida de vocaciones hacia Seminarios y obispos benévolos que acogían a los vocacionados: Orihuela, Sigüenza, Cuenca, pero muy especialmente Toledo fueron los destinos preferidos.

Y se ordenaron todos sin excepción, progres y conservadores, guapos y feos, excepto los infumables, claro está. Y como es de lógica, pasaron unos años de ministerio agradeciendo a la diócesis la formación recibida y la ordenación sacerdotal. Más los de las Españas que los de la France, que se pasaron la gratitud por el Arco de Triunfo y los Campos Elíseos. ¡Menudas piezas!

Y la más que inmensa mayoría volvió. Algunos llegaron a obispos como D. José Ángel Saiz. Otros a Cancilleres o a Vicarios Generales. Ostentaron cargos de confianza y predicamento. O se les nombró Rectores de Seminario, como Mn. Salvador Cristau que aún va predicando que se fue a Toledo no sabemos por qué casualidades y no por carca. Que lo pregunten en la parroquia de Corpus Christi de la calle Bailén cuando era cursillista “de colores”, más rancio que el betún. Muchos para conseguir sus justas aspiraciones y sus ya menos justas ambiciones personales traicionaron su pasado con ósculo sacrílego. O se hicieron pasar por tontos haciéndose el “longuis”. Prototipo y protomodelo de todos ellos, Juan Martínez Porcell, nacido y cultivado en el seno de la Unión Seglar del P. Alba y Mn. Ricart. Más a la derecha ni el codo. ¡Y donde saca “pa´tanto” como destaca! Pero con su “menda y lerenda” allá cada cual. Nosotros a lo nuestro.

¿Cuáles requisitos buscamos para la formación de los chicos que van a pasar por la diáspora? Esencialmente: buena formación espiritual y litúrgica, calidez humana de un obispo muy cercano (si vive con ellos mejor) y alejamiento de las principales facultades de Teología de España que son la estación de llegada del progresismo de los 70 y 80 que ha reconvertido en “vacas sagradas” a los cabecillas de la oposición a Juan Pablo II, ahora claro está con un hermoso clergyman gris y una más que sospechosa sonrisa de “bien pagados”. Zaragoza y Valencia los ejemplos más diáfanos. Seguramente a pesar de Ureña y Garcia Gasco pero no sin su intervención y consenso. Lo sentimos, no podemos perder el tiempo. A vino nuevo, odres nuevos. La fina diplomacia, para la Secretaría de Estado y la ya menos fina para el Nuncio luso del Albariño y el Protos. Con o sin champagne francés. Para Barcelona es tiempo de sequía, pero no vocacional.

¿Y que ofrecemos? Aparte de la oración y la calidez de nuestra amistad, por supuesto financiación. El subsidio de los benefactores que lo fueron y ya no lo son. De los que nunca lo fueron y lo serán. Y de las piedras que convertiremos en pan. Nolite timere, Deus providebit. (No temais, Dios proveerá). Y nos vamos a dejar la piel en ello, creedlo. Los de Germinans no mentimos, lo sabe todo el mundo. Sólo decimos inconveniencias normalmente incómodas. Proponemos soluciones aunque algunas nos duelan como esta de hoy. Pero inevitables cuando no se avienen a conciertos.

Y al acabar el trayecto del exilio haremos todo para que a los jóvenes sacerdotes del mañana no les falte parada y fonda. Con Sistach ya no, nos habrá dejado y estará con el Señor. Por la inexorable ley de la vida y el discurrir del tiempo sus restos mortales reposarán, probablemente, en la cripta de la Catedral. Los nuestros quizá perdidos en alguna vía sin salida de los cementerios de Montjuich o Collserola. Tanto da: ad expectandam resurrectionem mortuorum et vitam ventura saeculi.

Pero no hablemos de muerte sino de vida y vida en abundancia. La que Dios dará como recompensa al buen obispo que por amor a la Iglesia y al sacerdocio abrirá de par en par las puertas de su corazón y de su Seminario a las vocaciones barcelonesas. ¡Y van a ser tantas y tan buenas! Y llevarán en su corazón el talante sacerdotal de San José Oriol y del beato Peris, del beato Casas Ros y de los demás seminaristas mártires de Barcelona cuyos nombres no están en el calendario pero están inscritos en el cielo.

Amunt germans que és nostre Guia! Jesús Rei nostre ens va al davant!

 

Sacerdotes para la Iglesia: los seminarios que necesitamos (y II) – 25/02/2008

De todos es bien conocido el apoyo y la amistad que Santa Teresa encontró en una de las más notables damas de la nobleza abulense de su tiempo: doña Guiomar de Ulloa. En sus salones se daban cita, con elevado espíritu y celo reformador, personajes tan destacados como San Luis Beltrán, San Pedro de Alcántara, San Francisco de Borja, el maestro Juan de Ávila y otros muchos y piadosos caballeros y damas que abogaban por llevar adelante y en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia, una tan saludable como necesaria Reforma. No debía confundirse su anhelo con los desvariados ataques que infringían a la Iglesia luteranos, calvinistas y hugonotes en el resto de la Europa del XVI.

A un cierto punto, Santa Teresa insiste en recuperar la genuina y vieja regla, propuesta ante la cual algunos desconfían:

-¿Ir hacia atrás? ¡Qué locura!

-No, responde la santa abulense, no se trata de ir hacia atrás, sino de saber de donde venimos para no olvidar hacia donde queremos ir.

Era necesario servirme de tal anécdota para defendernos, ya de entrada, de los más que seguros reproches de involucionismo del cual van a ser objeto nuestras propuestas. Nada más lejos de nuestro ánimo que la nostalgia de unos Seminarios del pasado que ni hemos conocido ni creemos deba atisbarse en el horizonte de nuestras perspectivas.

Aquí lo que es imprescindible es hacer nuestras las directrices conciliares que a través de los documentos del Vaticano II, de las dos Ratio institucionales, la del 1970 y la del 1985, y de la Exhortación “Pastores dabo vobis” han de constituir el eje binario de nuestra meta.

Los ensayos y experiencias del inmediato post-Concilio en Barcelona, no son especialmente halagüeños. Sólo basta recordar la lacerante crisis del Seminario y el cambio de equipo de formadores en el año 1968, así como la clausura del edificio de Diputación como residencia estable de los candidatos al sacerdocio. Crisis que desembocó en la creación de las tres residencias estables: la de la Sagrera, la del Guinardó y el antiguo Convictorio de Las Corts. A los diez años, en marzo de 1978, el entonces Rector del Seminario Mayor, Mn. Ramón Prat Pallarés, escribía en el suplemento de la Hoja Dominical consagrado al Día del Seminario:

“Lo que realmente ha cambiado en los últimos 25 años ha sido el marco y el estilo de vida del Seminario. (sic) Ya no sigue los ritmos propios de la vida monástica o de la vida religiosa en un sentido estricto. El tiempo del Seminario es un tiempo de formación que incluye todo aquello que puede ayudar a las personas a madurar cristianamente, con el objetivo de hacerlas aptas para el servicio ministerial que exige la situación pastoral de una diócesis como la de Barcelona. De esta manera el periodo de formación puede comprender, según la condición particular de cada candidato (y el caprichoso arbitrio ideológico de los superiores, añado yo), etapas muy diversas, como por ejemplo, el servicio militar, estudios civiles complementarios, el aprendizaje profesional y su ejercicio, etc.

Con estos presupuestos y bases en aquel curso 1977-1978 entraron 7 seminaristas. En el posterior los ingresos se redujeron a 2, para finalmente contemplar como ni siquiera una vocación tocaba a las puertas en el curso 1979-80. Los sacerdotes más celosos enviaban las vocaciones a Toledo, a Orihuela, a Sigüenza o allí donde se terciase.

En el mismo suplemento, y ya casi al final, unos seminaristas afirman que “los obstáculos a la respuesta vocacional pueden venir determinados por el hecho de plantearse algunas cuestiones básicas: el celibato, el compromiso para toda una vida, la falta de modelos atrayentes en el ejercicio del ministerio y una estructura envejecida de la Iglesia que no facilita la creatividad.” Entonces no estaba de moda como hoy en día (p. ej. en la revista del Seminario “Portal Obert”) el hecho de individualizar el testimonio personal de cada vocación, incluso con foto al margen. Pero todos sabemos quienes eran los seminaristas-modelo que estaban en el candelero ideológico del momento. La mayoría se han secularizado. Otros están compartiendo, codo a codo con el Sr. Cardenal, el actual gobierno de la diócesis. Y sus descendientes ideológicos, la marcha del actual Seminario.

No habrá resurgir vocacional ni rescate del Seminario hasta que se superen los presupuestos ideológicos que nos han llevado hasta donde estamos y relevados de sus puestos de mando los que aún hacen gala, de manera más o menos encubierta, de la mentalidad desacralizadora que generaron.

En otro orden de asuntos, habría que dar un rápido destino al antiguo Convictorio de Las Corts y a las Residencia de la Sagrera. La incuria y el paso del tiempo los están llevando al traste. La creación de dos Residencias masculinas de universitarios católicos, de los de verdad, con celebración de la Fe conjunta (laudes y misa por la mañana, vísperas por la tarde) y vida comunitaria de familia, asistidos por un joven sacerdote convencido de su misión, sería un magnífico proyecto. No cabe duda que gestionados con ilusión, tales Colegios serían una fecunda fuente de vocaciones para el apostolado seglar y estoy seguro que también a la vida religiosa y sacerdotal. Todo dependería de quien estuviera al frente del proyecto. Los hasta ahora delegados de Juventud, Pastoral Universitaria y movimientos afines, evidentemente no. Hay que pensar en los jóvenes movimientos de la Nueva Evangelización, no en los caducos organigramas del pasado.

En este sentido, y aunque comprendemos las necesidades que la Fundación Pere Tarrés puede tener para su movimiento de Esplais, vistas las prioridades y considerados los frutos, creo convencidamente que hay que dar otro destino a las instalaciones del Antiguo Seminario Menor de Tiana. Es muy posible que el Cardenal Carles se precipitara al clausurar la Conreria. Ciertamente los obstáculos parecían insalvables. Pero el tiempo ha demostrado que los resultados han sido letales. Su traslado al Convictorio de Las Corts y su ubicación definitiva junto al Seminario Mayor en la calle Diputación no han dado los frutos esperados. Al contrario, el seminario menor agoniza.

La Conreria (así se llama el enclave propiedad de los Cartujos, dentro del municipio de Tiana donde se ubicaba el seminario menor) tiene que volver a ser Seminario. Su historia lo exige, su magnifica situación geográfica también.

Y si Don Ricardo se precipitó en clausurarlo como sede del Menor, creo que nuestro n.s.b.a. Arzobispo el Cardenal Martínez Sistach también se precipitó al no dar una respuesta afirmativa a la petición que en su día le manifestó Kiko Argüello de fundar un Seminario Redemptoris Mater en nuestra diócesis.

Y creo que establecerlo en la Conrería sería una buena decisión. Novedosa, rompedora e insólita ciertamente. Pero de una inimaginable fecundidad. No para el Camino Neocatecumenal, sino para Barcelona, ya que de todos es bien sabido que las vocaciones aunque proceden de las comunidades del Camino son y tienen razón de ser en tanto en cuanto se ordenan como auténticos sacerdotes diocesanos a la plena disponibilidad del Ordinario del lugar y con un fervor misionero absoluto. En el mundo son ya 67 los Seminarios de este tipo. Y siete en España: Madrid, Castellón, Córdoba, Granada, Murcia y León. ¿Por qué no Barcelona? ¿Somos tan indignantemente diferentes?

El actual reto es romper esa supuesta “diversidad” que nos aísla de las grandes corrientes por las que caminan los seminarios de las diócesis más significativas de Europa. Como en un día ya afirmé con contundencia: tenemos que fijar nuestra mirada en Seminarios como los de Milán, Munich o Lisboa (elimino la referencia al Seminario de San Dámaso de Madrid para no ofender a los castos oídos nacionalistas). En sus formas y en su fondo. En la formación que allí se imparte y en su estética, nada desacralizada por cierto. En su labor con las más jóvenes vocaciones, con los chicos de los Menores y fijar especialmente nuestra atención en el entusiasmo unánime que suscitan entre el clero.

Y hay que atender a la formación intelectual: y si hay que dejar de acudir a la Facultad de Teología porque esta no otorga una correcta formación a los candidatos, no pasa nada. Suficientes sacerdotes y laicos bien preparados tiene Barcelona para asegurar una adecuada y recta preparación intelectual a los chicos. Tome nota Terrassa en este sentido si quiere que su Seminario dé frutos duraderos.

Pero hay que ir alejando prejuicios ideológicos y esquemas preestablecidos: los seminaristas no deben abandonar el Seminario los fines de semana para acudir a unas parroquias que más que formarles tantas veces los deforman o ponen obstáculos a su formación. Raro es el caso de unos jóvenes que necesitan aterrizar en el “mundo” y en las realidades concretas de las parroquias. Provienen de ellas, saben muy bien que hay más allá de los muros del Seminario. En cambio los chicos deben vivir plenamente la Liturgia y la vida comunitaria que el Seminario debería ofrecerles para que el tiempo de su formación fuese útil. Hoy, a diferencia de lo que pasaba hace decenios, en los que irse a un convento o a un Seminario era una “huida del mundo”, abandonar el Seminario los viernes por la tarde para volver los domingos por la tarde o los lunes, constituye una huida de su propia realidad formativa.

Finalmente, y sin perjuicio de posteriores propuestas, hay un aspecto a mi entender enormemente descuidado: la formación espiritual de los seminaristas, y con ella su maduración psico-afectiva y la de su específico carácter sacerdotal. Creo convencidamente que un sacerdote es lo que ha sido su formación en el Seminario. Y que su Seminario va a ser lo que haya sido ese Año de Espiritualidad que debería colocarse como preludio y antesala de todo sus estudios. No se trata de un año propedéutico a los estudios como lo era el famoso “Curso Introductorio” de hace algunos años. Debe ser un año en el que la iniciación a la Vida Espiritual, a la Sagrada Escritura, a la Liturgia y al Canto Eclesiástico y como no, a la consolidación de una muy buena base de latín y griego para conocer las Actas de los Padres y del Magisterio de la Iglesia, debería primar sobre cualquier otro objetivo. Una buena tanda de 9 días de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y buenos retiros mensuales deberían ser un privilegiado medio de discernimiento para los jóvenes que se acercan al Seminario. Y al frente de ese Año de Espiritualidad, un sacerdote de absoluta confianza y sentido de la responsabilidad. ¿Cree realmente su Eminencia el Cardenal, que las características del actual Director Espiritual, Mn. Arenas lo encuadran en este perfil?

Sin un paso decidido en esa dirección no hay futuro para el Seminario de Barcelona. Se pondrán parches y remiendos, pero no habrá ningún porvenir.

A los cuarenta años (1968-2008) de la gran crisis que revolucionó nuestra primera institución diocesana ¿estamos dispuestos, sin perder de vista el camino recorrido, a dirigir nuestros pasos hacia un futuro más prometedor que pasa por la absoluta reforma de las estructuras?

De la altura de miras en la respuesta y en la medida en que se aplique dependerá la marcha de nuestra Archidiócesis de Barcelona.

Como afirmaba en 1978 el entonces Rector del Menor, Mn. García-Die: “No es cierto que haya pocas vocaciones. Mejor sería decir que no las sabemos descubrir o no somos capaces de guiarlas y se nos pierden…” O se envían a otros Seminarios, claro está. ¿Cuál será nuestro camino?

 

Sacerdotes para la Iglesia: los Seminarios que necesitamos (I) – 18/02/2008

Durante estos primeros nueve meses de singladura de Germinans hemos recibido algunas cartas y escuchado no pocas voces reclamándonos una actitud más honesta que no se dejase llevar tanto por la crítica sistemática y que fuese capaz de elaborar propuestas concretas de solución a los problemas reales. El tema del Seminario y la formación sacerdotal siempre ha sido el ejemplo paradigmático. Al mismo tiempo siempre hemos temido que siendo nuestro principal objetivo un estado de cosas beneficioso para el presente y futuro de la diócesis, la presentación de esas líneas de actuación, por el mero hecho de provenir de nosotros, sería rechazada frontalmente. Solo por aquello del “animus litigandi”, ya sabéis.

A las puertas del inicio de la Campaña del Día del Seminario, que actualmente debería tener como objetivo no tanto la cuestación diocesana para el incremento de las ya más que rebosantes arcas y las herencias que están por venir (para poner marmolitos por el caserón de Diputación y libreas con escuditos a los porteros del susodicho), sino ser una verdadera Campaña Vocacional que, aunque debería durar todo el año sí que es cierto que en la fiesta de San José tiene su especial cumbre celebrativa.

Sería de imperiosa necesidad que este mes fuese el momento de un mayor contacto con aquellas familias y parroquias que durante todo el año cuidan y forman a los chicos que expresan su deseo de ser sacerdotes.

La pastoral vocacional no tiene que inserirse en ningún otro lugar sino en la pastoral familiar y en la pastoral de juventud. Por eso los responsables de ambas delegaciones y el Rector del Seminario deberían caminar al mismo paso seguidos muy de cerca del Arzobispo en primera persona. Las personas que asuman esos cargos deben no solo estar convencidas sino vivir en primera persona en sintonía con la Iglesia. Aquí sí que se hace necesario aquel principio ignaciano del “sentire cum Ecclesia”.

¿Qué deben creer y vivir pues estos sacerdotes? En primer lugar que la vocación del cristiano es cristocéntrica, es decir que debe orientar toda su vida hacia Él como principio y fin. En segundo lugar, que la Iglesia ha recibido la misión de llevarnos hacia Dios a través de los Sacramentos, y muy especialmente de la Eucaristía, centro y culmen de toda la vida cristiana, como afirma el Concilio. En esta dimensión se perfila la importancia del sacerdocio ministerial como lugar donde reposa toda la economía de la salvación. Esto es Concilio Vaticano II puro y duro. Es “Presbyterorum Ordinis” limpia y llanamente.

Si esto se lo cree el Pastor de la Diócesis, buscará entre las personas que se lo crean y que lo vivan en primera persona, a los responsables de la Familia, la Juventud y el Seminario. Pero han de ser entusiastas y que sean capaces de contagiar ese entusiasmo. Para los jóvenes -en contra de lo que se podría suponer- resultan atrayentes los aspectos que no tratan de mundanizar el sacerdocio. Hay que evitar la desacralización en lo interno y en lo externo. Pero ¿cómo pueden resultar atrayentes un delegado de la Familia con esa alcachofa de corbata que nos lleva o un delegado de Juventud vestido “a lo Camacho” y rapado como un inclusero? Hay que rechazar como depositarios de esa responsabilidad a todos aquellos que crean que ser sacerdote es “anunciar la Buena Nueva” o “sembrar la semilla del Evangelio” (eso es misión de todos los bautizados) o como afirmaba el nº 4 del “Llença´t” : “trabajar por aquella paz y el amor entre los hombres que solo Dios puede dar”. Se trata de un reduccionismo cursi y de bajas miras. Con leyes de mínimos no se va a ninguna parte. A desterrar “ipso facto” todos los que crean que el sacerdote es “ser animador de las comunidades” (tipo Cervera el del Punxó y Romeu de Can Picafoc).

Y aún peor los que quieran insertar en la vocación sacerdotal cualquier elemento de coloración política, intramundana, inmanente y antropocéntrica. El sacerdocio católico únicamente tiene un color: el trascendente y sobrenatural. Quien quiera ser agente de cambio y promoción social que lo haga desde una buena formación laical, preparándose en una buena Universidad católica (si la encuentra, claro está) y desarrollando su vocación cristiana como seglar en el mundo, que para eso principalmente se convocó el Vaticano II. Para tomar conciencia que el bautizado es levadura en la pasta.

Claro está que cuando has dejado todo esto bien claro y has trabado una acción unitaria en los ámbitos de la familia, de la parroquia y de los movimientos de juventud, el fruto es inmediato. ¿Cree el Cardenal, ahora que es tiempo de renovación de los Vicarios Episcopales, que estos que ahora tiene van a secundar esa labor? Y es que si los más cercanos colaboradores del Arzobispo convencidamente le apoyaran en tal línea no harían falta ni “fulletons” ni nada que se le parezca. La gracia actúa sola y florece el entusiasmo que tú en primera persona has contagiado y crece rápida la generosidad de unos chicos impulsados a un compromiso definitivo y radical: SER SACERDOTE DE CRISTO AL SERVICIO DE LA IGLESIA.

¡Qué belleza, qué sublimidad, qué maravilla, qué regalo la vocación! Y todo te parece nuevo, con una luz especial y hasta lo más arduo parece excelso! El trabajoso camino de la santificación personal, el celibato y la soledad que conlleva, el ambiente social tan hostil que vivimos, las interpelaciones culturales de un mundo contrapuesto a la fe, todo resulta llevadero y carga ligera. Porque si Cristo está con nosotros ¿quién contra nosotros? Y además bendecidos y consagrados en su nombre.

Y os puedo asegurar que no son palabras e ideas mías. Que aunque no he querido llenar este artículo de citas (cosa que nunca me ha gustado, porque creo que malogra la calidez y obstaculiza la cercanía del discurso con mediaciones innecesarias) os puedo aseverar que esto es el decreto conciliar “Optatam Totius” y la exhortación apostólica “Pastores dabo vobis” de Juan Pablo II en estado natural.

Si nuestras Diócesis y Seminarios van por aquí su camino será acertado. Si se alejan, yerran y los responsables se engañan a sí mismos y a las familias y muchachos que siguen recibiendo la llamada a entregar su vida al servicio de Dios y de la Iglesia. Y Dios nos pedirá cuentas.

Dios mediante, y como segunda entrega, el próximo lunes 25 de febrero, trataré de presentar el perfil de formación espiritual e intelectual que debería tener nuestro Seminario, así como algunas propuestas para el Edificio de Diputación, la Conrería, el Convictorio de Las Corts, y como no, la residencia de la Sagrera.

 

 

¡Ahora es un buen momento para empezar, Eminencia! - 04/02/2008

Quiero traer a la memoria el clima que especialmente desde enero del año 2004 vivíamos en nuestra querida Archidiócesis de Barcelona. Estábamos en el segundo curso de prolongación del pontificado del Cardenal Carles. Así se lo había pedido el Papa. El clima creado por el conjunto del progresismo era casi irrespirable. Habían viciado el oxígeno de la diócesis con el veneno de una acusación: el Arzobispo vive enrocado y aislado de la realidad diocesana. No recibe a los sacerdotes. No departe con ellos. No comparte con nadie. Encerrado en su Palacio conspira contra el bien de Barcelona preparando una sucesión malsana.

Era los días de la Campaña “Derribos Ureña”, encomiable empresa constructora, cuyo nombre sin embargo se aprovechaba para hacer alusión al prelado valenciano, de la Vall d´Albaida, que presuntamente Carles proponía no tanto como el continuador de su obra sino casi como “la pérfida sombra que prolongaba su malvada figura”.

Así estaban las cosas. Una vez suficientemente asfixiados por tales males que se cernían sobre nuestras cabezas nos hacían llegar una bocanada de aire fresco: es mejor que llegue Sistach. Él nos dará lo que este no nos da. Será bueno, acogedor, paterno, escuchará a todos. Será un pastor prudente y equilibrado capaz de atender en su episcopal corazón las justas aspiraciones y deseos de sus sacerdotes. Estará en grado de hacer suyos los sufrimientos de todos los curas sin excepción; estos que ahora gimen y padecen en este valle diocesano de lágrimas.

Y llegó junio. Y la división de la diócesis. Y todos los manifiestos en Palacio, Turull megáfono en mano protestando por la decisión de Roma. Y todo lo sabido y archiconocido. Pero no llegó la sangre al río. Había llegado la Paz. Bueno, ellos decían el “Pacificador”. Y con él, las promesas.

¡Ahora, poquito a poco y por Arciprestazgos, irá recibiendo a todos los sacerdotes para conocerlos y escuchar sus anhelos!

¡Cuatro!. Cuatro años se cumplen en este 2008 y aún estamos esperando. Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Este es un buen momento para empezar y cumplir las promesas de la campaña electoral de los que Usted, Eminencia, tiene a su lado en el gobierno de la Archidiócesis.

Empiece por donde quiera y de la manera que quiera. Le voy a sugerir todas las alternativas que me pasan por la cabeza:

Calculando que somos unos 350 sacerdotes diocesanos vivos y que solo tiene trato asiduo y constante con unos 50, demos por buena la cifra de 300.

1º Si dedica los lunes por la mañana empezando a las 9 y acabando a las 2 de la tarde (con un cuartito de hora para un break a media mañana y 5 minutitos para el Ángelus) y dedicando unos intensos 45 minutos para cada sacerdote, puede Vd. recibir a 6 curas cada lunes. En un año se los acaba. Si en un ejercicio heroico añadimos 3 horitas por la tarde, es decir 4 curas a 45 minutos, rebajamos el periodo de entrevistas a 9 meses. Como un parto. Para Navidad todos conocidos y escuchados. Ya verá que hermoso es contactar con sus más cercanos colaboradores. No olvide eminencia: ¡un general se debe a su tropa!

2º Empiece por los sacerdotes mayores o los jóvenes, tanto da. Por los Arciprestazgos foráneos o por el centro de la Ciudad. Coja una lista y convóquenos por orden alfabético. Hágase una pizarra de corcho con los nombres de las parroquias y tire dardos a voleo. Legítima libertad de hacerlo como quiera. Pero llámenos. A todos sin excepción. A los que están en el stablishment  y a los marginados. A los que a Vd. le caen simpáticos y a los que le resultan antipáticos. A los renovadores como nosotros y a los recalcitrantes pseudo-progres, como ellos. A los que para usted “no existimos” y a los que lleva más cerca de su corazón. Háganos sentar y sentir confortablemente a su lado. No vamos a desestimar el esfuerzo. No desdeñaremos el sacrificio.

3º No hace falta que nos haga de director espiritual, pero pregúntenos como estamos de salud, si viven nuestros padres, si comemos bien, si tenemos quien nos planche la ropa. Interésese por lo que leemos y pensamos. No hace falta que nos diga que “podemos hablar en libertad porque no tomará represalias” porque “excusatio non petita accusatio manifesta”. Comportémonos con naturalidad y familiaridad. Sea franco y le seremos francos. Muestre ese corazón de buena persona que debe llevar por dentro.

No se deje llevar por lo que le han dicho de nosotros. Nosotros aparcaremos prejuicios, apárquelos también usted.

4º Demuéstrenos que nos ama. Todos sus sacerdotes estamos necesitados de afecto. No somos pesimistas ni estamos desilusionados. Estamos solos, faltos de la calidez del regazo de nuestro Pastor. Recuerde que sus sacerdotes representan en el mundo la tierra de reposo donde Dios y el hombre se encuentran. Recuerde que tanto a Usted como a nosotros, Dios nos ha arado el corazón para que de los surcos abiertos el amor se convierta en consoladora amistad. Ofrézcanosla. Nosotros se la brindaremos, estamos seguros.

5º No vea en nosotros nombres y apellidos, destinos y ocupaciones. No intuya en nosotros problemas o soluciones a los suyos. Descubra personas, vea hijos.

Y si hace todo esto con ilusión va a vivir una de las más gratas experiencias que el episcopado le va a procurar. Intuirá paradojas pero vislumbrara en la heroica soledad de sus sacerdotes un maravilloso misterio de fidelidad. Incluso en las deshonras del sacerdocio que usted acertará a presentir verá la grandeza divina del sacerdote. En nuestros sufrimientos palpará el testimonio de muchas vidas que darán si cabe mayor sentido a la suya.

Levántese hoy, Eminencia y diga valerosamente: “NUNC COEPI: AHORA EMPIEZO”. Y a mayor gloria de Dios.

 

Primera razón por la que Turull debe ser relevado: Sectarismo – 21/01/2008

A la hora de titular este artículo, mi buen amigo Dom Gregori Maria con quien comparto buenos momentos de trabajo y amistad, aboga para que sustituya “sectarismo” por “partidismo”. No desearía que en estas semanas que preceden a las Elecciones Generales fuese confundido el término.

No se trata de que Turull tome partido por unas siglas políticas u otras en vísperas de la contienda electoral, lo cual realmente desconozco.

Aquí se trata del sectarismo manifestado por Mn. Turull, a partir de una toma de partido ideológica que evoluciona en manifiesta enemistad y acciones hostiles hacia sacerdotes y obispos con los que debería conservar una relación, al menos formalmente, cordial.

El relato de los hechos, que son de una gravedad absoluta, nos exige un cierto detenimiento y una actitud concentrada para poder captar los detalles de la historia.

Todo comienza en el mes de diciembre: como tantas otras entidades corporativas, CiU (Convergencia i Unió) celebra una cena de partido con los miembros de las juntas locales de una comarca barcelonesa perteneciente eso sí, a una diócesis vecina y colindante a la Archidiócesis de Barcelona. A esa cena acude Josep Torrents, el conocido miembro de Església Plural y que en aquel preciso momento, al tomar la palabra, se refiere a sí mismo como “portavoz de Església Plural”. Comenta algunas cosas más o menos intrascendentes y después en privado se dirige a una miembro de junta local de CiU de un municipio muy concreto preguntándole sobre su párroco en cuestión. Presencia la conversación una diputada de CiU al Parlamento de Cataluña. Ante el asombro de la susodicha señora que le responde que no hay nada particular que subrayar sobre el sacerdote, Torrents responde con cierto tono contrariado que el personaje en cuestión es “harto conocido ya desde el Seminario y que de ello le ha hablado con detalles, el Rector Mn. Turull”.

La señora en cuestión, que siempre ha colaborado de manera muy cercana con la parroquia de su pueblo, se dirige al sacerdote y le cuenta, con el asombro de este, la conversación mantenida con Torrents y el tono desafiante y entrometido con que este ha querido hurgar en cuestiones anodinas. Acostumbrado este a las críticas y ataques, mantiene una prudente actitud de silencio ante ese encuentro.

Días más tarde, por razones que no vienen al caso, se dirige a una institución diocesana alojada en el edificio de la calle Diputación. En tal institución se le subraya que por orden de Mn. Turull se le ha restringido el uso de un determinado servicio. Ante la perplejidad de las mismas secretarias que no saben dar razón de la causa de esa orden, hacen referencia a una afirmación del mismísimo Turull que habría afirmado que en los próximos días verían un artículo revelador en la página de Església Plural sobre el sacerdote en cuestión.

Dicho y hecho: el vergonzoso artículo, anunciado proféticamente por Turull, aparece en Església Plural.

La abogada del sacerdote llama al número de contacto que aparece en la web de Esglesia Plural. Le atiende un secretario. La letrada le comenta lo infundado de ciertas afirmaciones que figuran en ese artículo y los riesgos a los que se exponen manteniéndolo. Airado el secretario responde que todas las afirmaciones están siempre contrastadas y, oh cielos, que de ese caso “hasta el mismísimo rector de Seminario” ha dado fe de ello.

Las piezas del rompecabezas empiezan a encajar. Turull mantiene con Església Plural no únicamente vínculos de amistad con los miembros de ese movimiento, o de simpatía ideológica, cosa más que evidente desde siempre (aunque ciegamente el Cardenal Martínez no quiera admitirlo), sino de íntima colaboración en la campaña de acoso y derribo a ciertos sacerdotes. Y además no todo queda aquí. En el caso que nos ocupa la campaña concreta contra este sacerdote, llena de difamaciones y calumnias, es una pieza más de la estrategia de acoso y derribo contra un legítimo obispo de una diócesis vecina, que ellos juzgan como enemigo acérrimo y obstáculo para sus objetivos.

Vergonzoso. A esto lo llamamos Sectarismo. Toma de parte, y de manera vil y rastrera, cargado de odio e inquina, de alguien que como un rector de Seminario está llamado a manifestar neutralidad en todos los asuntos que en la diócesis sean de discusión, más si los asuntos en cuestión forman parte del acontecer particular de una diócesis vecina.

Pero todo vale para destrucción de ciertos obispos.

En cambio a nosotros, que jamás hemos utilizado ni armas sucias, ni golpes bajos, ni difamaciones insidiosas (en caso contrario, que se pruebe) sobre asuntos o personas, sino únicamente razonamientos objetivos y públicos, se nos niega el pan y la sal de nuestra existencia. Nosotros somos los malos y perversos.

Los que estamos obligados por la promesa sacerdotal, deberíamos manifestar nuestro respeto al obispo simplemente callando (aunque mejor sería no existiendo).

Para nuestro Cardenal, Germinans es un desafío. A ellos en cambio les permite testimoniar su pluralidad de pensamiento. Incluso desde cargos que, como el de Rector del Seminario, deberían ser eminentemente (nunca mejor dicho) neutrales.

Pues nuestro n.s.b.a. Cardenal se equivoca. Germinans no es un desafío sino un testimonio de que estamos aquí. Del orgullo con el que defendemos nuestra posición. De la valentía, bajo la presión de tantos riesgos, con la que permanecemos en pie abogando por una Iglesia más evangélica, más humana, más igualitaria y más justa especialmente con los desheredados de la bondad episcopal.

Aquí, los “anawim” de Jahveh, el “pequeño resto de Israel” en Barcelona, somos los laicos y sacerdotes que, contrariamente a toda lógica, queremos permanecer más cercanos al legítimo magisterio de la Iglesia, al Concilio rectamente interpretado por el Santo Padre, y a la Tradición, todo ello en mayúsculas.

El rector del Seminario, por esta primera razón de peso, debe ser relevado inmediatamente a final de este curso.

En las próximas semanas expondré otras causas de no menos envergadura y que esperemos sirvan de reflexión a todo el conjunto de la familia diocesana.

 

Romeu: nuestra versión del pensamiento débil – 11/01/2008

Circunstancialmente, y por culpa de un flemón que me obliga a dosis nocturnas de Amoxicilina y Paracetamol, esta madrugada pasada di con la repetición del nº 39 del programa ESPAI PUBLIC de BarcelonaTV, primero de los emitidos en este año 2008. ¿Tema?: “La Iglesia Española, ¿en cruzada?”. Lo suficientemente atractivo como para no dejarte seducir durante 56 minutos con el coloquio presentado por la agresiva Cristina Vicente y ese Saturno mediático, con camisa roja y cabello graso, que es su director, Antonio Franco. (Franco, ese hombre con caspa, como le llama Federico en La Mañana)

¿Y los invitados? Un circo de no perderse: el profesor de penal en la UB, Juan José Queralt, el profesor de esa institución jesuítica llamada ESADE, foro actual de todas las ideologías de desmembración, Luis de Sebastián, la escritora y feminista Gemma Lienas, el escritor progre socialista y amiguete de obispos Álex Masllorens y por supuesto, el que parecía iba a ser el convidado de piedra pero no lo fue, nuestro insigne periodista y sacerdote, Francesc Romeu, arcipreste de Pueblo Nuevo, y portavoz mediático de Església Plural.

El coloquio no podía discurrir desde su inicio por senderos más agresivos contra “los obispos de Madrid” (se referían a los que estuvieron en Colón o lo apoyaron explícitamente). Comenzaron afirmando que estamos ante la tercera oleada de secularización (¿mejor laicista?) de la España contemporánea: la primera, la agresiva de la II República, la segunda, la que en la transición situó al catolicismo únicamente como marco cultural de una generación que así se entendía y se consideraba: herederos de una cultura católica, y la actual, la de una generación que niega cualquier vínculo con la cultura católica.

Continuaron con un bombardeo de cifras estadísticas sobre la disminución no sólo de la práctica religiosa sino de la confesionalidad religiosa de la población (acentuadísima en el País Vasco y Cataluña), así como el descenso de matrimonios canónicos, exequias cristianas y bautizos en Cataluña. Sobre lo injusta de una situación en la que el Gobierno de Zapatero se muestra débil y pactista con una Iglesia que no se merece ninguno de los privilegios que se le han otorgado en los últimos tiempos (paso del 0,52% al 0,7% en la recaudación del IRPF, pago del concierto económico a los colegios de la Iglesia, mantenimiento de sueldos del clero en hospitales, ejercito, y demás, sueldos a religiosas en Hospitales, en una palabra: se ha de despojar a esta Iglesia que “no respeta el pluralismo democrático” de todos los restos de un pasado confesional.

¿Y nuestro ínclito periodista y sacerdote Romeu? Callado en todo momento como el invitado de piedra, asintiendo en la mayoría de los argumentos y acabando de completar con sus estadísticas “sociológicas” los datos y los argumentos que circulaban por la mesa. Eso sí, hablando de la tercera vía religiosa, la de aquellos que, siguiendo una moda proveniente de EEUU (el demonio ideológico) se elaboran su religión personal a la carta usando de sus postulados a conveniencia.

Y nada más. Al contrario, después de denigrar lo que pasa con la Iglesia de España, y dejar claro que aquí tenemos una Iglesia “moderada y dialogante” que no nos apuntamos a esos actos, si no que abogamos por postulados que no se defienden en la calle, sino que se viven en la intimidad, pasó a afirmar que aún a pesar de esto, los obispos de Cataluña no trabajan “tan unidos como hace 20 años”. Lo que Masllorens aprovechó para decir, uniendo el tema de la COPE, que a los obispos que te afirman en privado algunas cosas, les falta valentía para defenderlo en público y coraje para hacer algo positivo para cambiar las cosas. ¡Menudo retrato de aquellos que les aúpan y sostienen! Asintiendo velozmente Romeu, como no podía ser de otra manera.

Este es nuestro representante del “pensamiento débil”, este el  Gianni Vattimo de nuestro país. Este el portavoz defensor de la “verdad” de la Iglesia. No tardó en arremeter contra todos los nuevos movimientos que, según él, en época de secularización no son más que una manifestación de la búsqueda de seguridades. Como los “neocons” dijo Masllorens. Son los “teocons” afirmó él. Y entre estos desde los “lefebvristas” hasta el Opus Dei, pasando por Neo-Catecumenales, Carismáticos, Comunión y Liberación, y lo que haga falta. Todos al mismo saco. Más bien Romeu, con todo ello, es el representante del pensamiento “bleda” (acelga) de una Iglesia (la Plural, claro) que se avergüenza de la Iglesia-Institución y que sin embargo mendiga una silla presencial en el “consejo de los cínicos”, en el “ròdol burleta dels descreguts” (asamblea de los impíos) de todos los programas televisivos en los que se hace caldo gordo no solo con el  anti-clericalismo sino con el ataque frontal al catolicismo. Pero es que “nosaltres no som d´eixe món”… ”No somos de este mundillo”. Romeu y su Església Plural, son la Iglesia encarnada en el Evangelio, defensora de la igualdad de las mujeres en la Iglesia y la dignidad de los homosexuales en línea de paridad…

Una de las primeras cosas que debería hacer nuestro Cardenal Arzobispo es afirmar que es injusta esa división-distinción que los mass-media realizan sobre el conjunto del Episcopado. Que nunca como en este momento de crisis cultural, los obispos de España junto con el Papa, han estado tan unidos. Que no pudo asistir por causas ajenas a él, pero que personaliza su asistencia con su adhesión, junto a todas las familias y obispos allí presentes.

Como hizo Mons. Fernando Sebastián en una magnifica entrevista en La Tarde de la COPE esta misma semana.

Pero no esperemos esas declaraciones de nuestro Cardenal, que son las mismas que hubiéramos debido esperar de Blázquez ante los piropos lanzados por Zapatero a su persona: no hay división entre mis hermanos en el episcopado y yo mismo, en las cuestiones fundamentales de fe y costumbres. Yo estoy al lado de mis hermanos Rouco, Garcia Gasco, Cañizares y junto al Papa, a favor de la familia. Y si hubiera sido posible, decirle a Pepiño Blanco, que quién se cree que es él para pedirle explicaciones al Papa sobre el concepto de familia tradicional.

Pero es que son tantas cosas. Y “lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta” (o on no hi ha, no raja -donde no hay no mana-).

Siento que este artículo cause una nueva depresión a Mn. Francesc Romeu, hombre de temperamento ciclotímico, muy sujeto a esos baches cuando le plantan cara, pero, “si no quiere polvo, que no vaya a la era” como se dice en Lérida. Por cierto, diócesis a puntito de ser proveída, la primera de las vacantes catalanas, en las próximas semanas. Los nombres ya están en Roma. Don Javier Salinas, ha dado su opinión y se prepara para el momento. Comienza el “ball de rams” que esperemos no sea “de bastons”. ¿O quizás si? Buen provecho a todos.

BENE VALETE

 

Seguiremos elevando la voz, pero limpiamente… - 07/01/2008

Y lo haremos porque nos interpela nuestra conciencia cristiana. Porque no podemos permanecer insensibles ante el daño moral causado a nuestros niños, en las escuelas laicistas donde les es inculcada la “moral del Estado” con una visión sesgada del hombre y su destino. Porque nos duele el ambiente de corrupción moral en que crece nuestra juventud, fomentado y alimentado desde las oscuras instancias que sostienen a los medios de comunicación. Sufrimos porque Cristo no es conocido y ni amado por tantos jóvenes a los cuales se les ha privado de la dicha de la predicación evangélica. Sufrimos porque se ha desarraigado de tal manera la fe en las conciencias que en Cataluña ya solo una minoría de parejas, únicamente un 37% contraen el sacramento del matrimonio a la hora de fundar su familia. Y porque ante eso no podemos permanecer indiferentes. Nos duele en el alma ver tantas almas que se pierden porque viven y mueren sin conocer a Cristo ni a su Iglesia. Porque son arrastrados hacia sectas y falsas religiones sin que nadie dé la voz de alerta y proclame con valentía la verdad de la fe católica.

Pero aún se nos quiebra más el alma al ver que los medios ordinarios de la Iglesia que deberían servir como instrumentos de la salvación, son neutralizados en su eficacia por la acción negligente y destructiva de aquellos que deberían ser transparentes administradores de la doctrina y la pureza de los sacramentos y de esta manera, agentes de la acción evangélica.

Nuestra conciencia sangra al contemplar como instituciones que deberían estar al servicio de la propagación de la fe, entre ellas instancias académicas de la diócesis como la Facultad de Teología, cobijan a profesores cuyas doctrinas están en flagrante contradicción con la doctrina oficial de la Iglesia. Con esas lagunas, por no decir deformaciones doctrinales, son formados nuestros futuros sacerdotes. Deformaciones que se añaden a las de orden espiritual y ascético en el seno de la primera institución diocesana, el Seminario.

No vamos a cansarnos en reclamar y con procedimiento de urgencia el inmediato relevo del rector del Seminario, Mn. José María Turull y todo el equipo que él sostiene. Pero fundaremos ese proceder en cuestiones de orden objetivo que aconsejan ese camino no cayendo jamás en campañas de descrédito moral de orden personal. El equipo de los que hacemos posible Germinans condena cualquier proceder que a partir de descalificaciones personales, conduzca a la difamación como instrumento de desgaste moral. La campaña de panfletos que circula por la diócesis atacando la integridad moral del rector del Seminario no cuenta ni con nuestro apoyo ni con nuestro beneplácito. Hemos sido sabedores de ella de la misma manera que cualquiera de vosotros. Y lamentamos el método. Quién conozca Germinans con una mínima profundidad sabrá que no estamos detrás de todo ello.

Nuestra lucha es limpia, cuerpo a cuerpo, iluminada por la luz de la razón y la reflexión coherente que emana de nuestra conciencia, creemos que rectamente formada. Rechazamos la baja catadura moral de quien usa del lodo para la venganza personal. En ese cuadrilátero no nos encontrarán.

Durante el transcurso de la Jornada Sacerdotal de hoy volveremos a escuchar la obsesiva llamada a hacer piña entorno a nuestro pastor y a abandonar toda crítica que lleve al desgaste de las instancias de poder que sustenta nuestro Cardenal Arzobispo con su acción de gobierno. ¡Qué lástima que esa llamada únicamente valga para estos momentos y no para aquellos en los que el objeto de la crítica era otro Cardenal! Siempre la “llei de l´embut”: l´ample per a mi i l´estret per a tu (la ley del embudo: lo ancho para mi, lo estrecho para ti)

Pero ya cansan. Esperemos escuchar pronto alguna otra cantinela más divertida y original.

Mientras tanto manteneos a la espera de ver pronto publicadas unas conexiones un tanto reveladoras entre los elementos más señeros de Església Plural y algunos altos cargos de la Diócesis. Conexiones que evidentemente trataré de presentaros con todo lujo de detalles, y sin duda añadirán un poco de sustancia a la panorámica diocesana…

 

De los que se van del corro… - 31/12/2007

Imponente y conmovedora la concentración a favor de la familia de ayer domingo en Madrid. Jovialmente ovacionada y agradecidísima la videoconferencia del Santo Padre al punto de las 12 desde la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico durante el Ángelus de esta fiesta de la Sagrada Familia. Las palabras del Papa, breves y claras, las justas y las precisas, como siempre. Papa Ratzinger se explica como un libro abierto. Como las de cada uno de aquellos obispos que por su especial rango, y comprendiendo la especial responsabilidad que sobre ellos recae, han tomado la palabra: diáfano Blázquez, transparente Cañizares, insobornable García Gasco, solemnemente clarificador Rouco, el anfitrión.

No os voy a hacer la crónica del evento. La leeréis en decenas de foros y artículos de más alta rúbrica que la mía. Sólo dar gracias a Dios por tantas familias sanas y buenas que aún nos quedan en España y que allí estaban, aguantando el frío, bendecidos por un tibio sol invernal que llegaba a alegrarles el cuerpo que no el espíritu… Por todos los movimientos apostólicos que la han hecho posible y que son la esperanza de nuestra Iglesia en este gélido invierno de la fe entre los nuestros.

Hemos sido representados ostensiblemente por e-Cristians que allí estaban, como no podía ser de otra manera, a la espera del acto que, si no de iguales características si de muy similares, tendrá lugar el domingo 27 de enero en Montjuich. Será la pista de lanzamiento de Joves Cristians segle XXI. Esperemos que los fríos de enero no cojan desprevenido a Su Eminencia el Cardenal Martínez y la gripe lo deje postrado en cama como según parece ha sucedido en esta jornada. Ojalá ningún virus de cepa de última generación nos prive el día 27 de su palabra también diáfana, transparente, insobornable y clarificadora.

Y si por si pudiese llegar el caso, le ofrecemos anticipadamente, ya en el día de hoy, las recetas de algunos de los “chutes” que sus sacerdotes de a pie nos tenemos que “meter” cuando, enfermos y sin posibilidad de encontrar sustitutos, encaramos nuestras obligaciones ministeriales para no dejar huérfano de Eucaristía al pueblo de Dios.

1.- Opción Paracetamol (no mezclar con alcohol- Se recomienda ser muy comedidos con la vinajera del vino al ofertorio, especialmente si tienes 4 misas seguidas):

- chute matutino de Efferalgán 1gr. / 2 comprimidos de golpe, después de un tazón de leche, miel y avena. Seguidamente un Flumil Oral Forte si tiene mucosidad en el pecho y tos seca. A todo eso un Bisolgrip si le caen candelas por la nariz y dosis de Vicks Vaporub en el pechito, ¡y… arreando que es gerundio!

2.- Opción Acetilsalicílico (no mezclar ni con cafeína ni con codeína: el estado de borrachera puede ser proverbial y el sermón, de crónica negra):

-Tazón de pan migado con leche hirviendo y coñac (o Ron Pujol, si lo desea, aunque a mí me sienta como un purgante). Dos aspirinas cada 4 horas (pero sin el coñac, porque si no la homilía se convertiría en fervorín y acabaría en el Club de la comedia…) Posteriormente trancazos intermitentes de poleo-menta o tomillo con limón, no como gárgaras, sino como infusión bien caliente. ¡Y… a mí la Legión!

3.- Opción Antibiótica (Ni cafeína, ni codeína, ni alcohol, ni nada bueno y divertido que se le parezca):

Supositorio de Momentol, 1 comprimido de Clamoxil 1 gramo y otro de Amoxicilina (también un gramete). Todo eso no cada 8 horas como reza en el prospecto sino cada 4: si así se sigue a pies juntillas, se nos va a poner de bueno que… ¡ni las natillas!

Estos remedios sapienciales han de compaginarse con sorbos de Primperán o Almax para evitar alteraciones gástricas.

Y yo le puedo asegurar, que si anteayer o ayer mismo hubiese tomado alguna de estas tres opciones con el fin de erradicar esa plaga gripal que padece, hoy a mediodía no hubiera a acabado en la Casa de la Iglesia de la Calle Añastro comiendo verdurita y carne a la plancha con compota de manzana de postre sino metiéndose unos “huevos estrellaos” en Casa Lucio, quizás acompañado del simpaticote de Labordeta y cantando la jota que nos ofreció en la cena anual de la Prensa:

“De los que se van del corro,
aquí se quedan los guapos,
y nos marchamos los buenos,
y allá va la despedida”

Lo vemos así, y nos gana para siempre. ¡Y con lo que nos queda por delante en este año 2008!

Nosotros ya y por adelantado, vamos dando gracias….

Te Deum laudamus,
Te Dominum confitemur…….

 

El celo del Cardenal Arzobispo de Barcelona – 17/12/2007

Que no cunda el pánico. No se trata evidentemente de ninguna muestra de aquel celo al que en estos días finales de diciembre están sujetos nuestros felinos. Aunque si que estamos contemplando a nuestro Arzobispo haciendo acrobacias por los tejados del poder: pisando cautelosamente las movedizas tejas en la cúspide a la cual se siente, y con razón, encumbrado. Quiere tantear hasta que punto son sólidos los equilibrios ideológicos de la cúpula episcopal española. Porque esa ahora es su meta: hacer sentir la firmeza de su posición en el conjunto de un episcopado, que lo mínimo que podemos decir, ha recelado hasta el momento de su figura. Y eso cuesta caro.

El Dr. Martínez hizo suyo el adagio de su maestro Jubany según el cual “de cardenal a cardenal va cero”, es decir que nadie pretenda ahora pasarle la mano por la cara y ningunearlo en un colectivo que él íntimamente juzga sumido en la mediocridad.

Su valoración personal sobre la gestión de hombres como Cañizares y Rouco es extremadamente crítica, así como la de todos aquellos que se han situado en la elipse orbital de los susodichos. Por ello, y revestido de un cierto mesianismo, quiere ahora “enriquecer” con su idiosincrasia pretendidamente liberal, a sus hermanos en el episcopado. En una palabra: quiere aleccionar con su talante a la Conferencia Episcopal Española en la que, según él, emergen demasiadas actitudes cerriles e intransigentes. Quiere Sistach de esta manera postularse en el seno de la C.E.E. como una figura emergente y Blázquez, y cuanto él representa, le servirá más de pedestal que de aliado. Entretanto hace como si respaldara su reelección. En el fondo es él el que se postula. No sabemos si directamente como presidente pero sin duda quiere demostrarse a sí mismo y a los que antes del cardenalato le tomaron como una anécdota que él puede dejar huella, que él puede hacer historia.

No se equivocaba nuestro compañero Puente Mílvio, cuando en su columna “Crónicas ibéricas” paragonaba la estrategia Sistach con la llegada de Zapatero a la Moncloa. Ahora el perfil de los pasos del Dr. Martínez va adquiriendo también ese estilo “montillesco” que consiste en  demostrar que él puede acabar con el frentismo entre Cataluña y España.

Pero para moverse con soltura por Madrid, con voluntad de impronta, debe dar algún juguete a sus “niños malos” nacionalistas con las declaraciones de funambulismo ideológico de ayer acerca de la licitud de sus postulados políticos. En el fondo viene a afirmar la misma teoría que defendió en Roma ante Martínez Camino, en un enfrentamiento dialéctico de tonos privados pero que se ha publicitado hasta la saciedad, rebatiendo así, la postura “intolerante” del ala derecha del episcopado: la “fe y las costumbres” (fides et mores) quedan a salvo en esas contingencias humanas.

Únicamente el tiempo dirá si el pulso que quiere librar Sistach se sustenta en una base sólida. Puede resultar oneroso tener que recordar una aparente obviedad: los recovecos del episcopado español están llenos de secretos bien guardados y de zonas oscuras. Y sobre ese terreno Sistach sabe pisar con acierto y conocimiento de causa. Nadie mejor que un “eclesiástico de escalafón”, como lo definía Casabella en el Periódico, para escurrirse por esos tablones de andamiaje: como un felino sagaz.

A mi entender el Arzobispo se equivoca. Como se equivoca en derrochar su “celo pastoral” en renovar su decisión de establecer alianzas civiles para librarse del lastre que supone para el resto de su pontificado tener que librar una batalla mediática en las cloacas de la información (Internet y Germinans, of course). Es posible que lo intente. Y que le lluevan promesas de parte de Pipo Carbonell y de todos los periféricos o los nucleares del poder. Pero contra los hechos no hay argumentos (contra facta non sunt argumenta) y la Ley es dura pero es la ley, y desde Germinans también hemos sabido conservar los equilibrios funambulistas y no se han trasgredido los preceptos del código civil en cuanto al derecho al honor y a la veracidad de las informaciones. Nos movemos en los tejados de la libertad de información y del derecho a la libre opinión y a la crítica.

Mayor celo, esta vez sí que pastoral, debería mostrar nuestro Arzobispo con nuestra agonizante Diócesis, “archi-postrada”  con tantas dolencias en un lecho de incuria que clama al cielo. Comenzando en primer lugar por la autoestima de unos sacerdotes abandonados a su propia suerte y por unos fieles que perciben clarísimamente que con poner caras de “Pepa Maca” (famosa payesa catalana, la lozanía de la cual vino dibujada en la letra de una sardana homónima) no se aportan soluciones a los problemas del catolicismo en estas latitudes.

No es verdad que de cardenal a cardenal “vaya cero”. No empatan Bagnasco de Génova con Sistach en cercanía paternal a su clero. No empata Ricard de Burdeos con el de Barcelona en respeto a la pluralidad eclesial. Ni lo hace con Amigo de Sevilla en cercanía espiritual a su pueblo. Ni Martínez Sistach con Tettamanzi de Milán o el parisino Vingt-Trois en lucidez intelectual. Es que esos cardenales están revestidos de un celo por la Iglesia que los agiganta en la perspectiva de la historia…

 

¡Dejad en paz a nuestros jóvenes! – 13/12/2007

Anoche, queridísimos amigos, me tocó cumplir una de las misiones que más me enorgullecen como sacerdote aunque es a la vez una de las más delicadas. Me refiero a la ayudar, con mi consejo y ayuda, a un compañero a defender su propio rebaño de la garra de aquellos que quieren perturbar el ánimo de nuestros jóvenes. Y no se trata de algún agente externo que por culpa del ambiente laicista y descreído, de una sociedad materialista y racionalista, haga mella en nuestros chicos. No, esta vez, no se trataba de eso.

Lo que estaba en cuestión era defender a nuestros jóvenes de un adversario interno: el progresismo. El sacerdote estaba desolado porque en su territorio, su parroquia, se estaba significando como “diferente” y corría el riesgo de ser excluida y ser tildada de auto-marginada. Ya había empezado a suceder cuando decidió emprender una reforma valiente de la estructura catequética. El fruto, a largo plazo, estaba avalando su opción: las catequistas estaban mejor formadas, su provecho espiritual más neto y los niños salían muy bien preparados. Además las celebraciones de Primera Comunión eran una lindeza.

Ahora se trataba de los grupos de jóvenes. Él, como responsable de aquella parroquia, había decido “aislar” definitivamente a sus jóvenes, con la intención de protegerlos. Yo creo que obra rectamente y así se lo sugerí.

Y pasé a narrarle la experiencia de otro compañero nuestro, relato que pareció iluminarle.

Hace algunos años, le contaba a este compañero sacerdote, uno de los grupos de jóvenes más bien formados y con conciencia apostólica de su parroquia, la mayoría jóvenes ya universitarios o inseridos en la vida profesional, fue invitado a participar en una Coordinadora de Jóvenes Arciprestal. El primer encuentro fue uno de aquellos encuentros formales en los que todos los miembros se dan a conocer uno por uno y explican cual es la idiosincrasia de su grupo.

Eran los meses posteriores a la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica por el Papa Juan Pablo II y aquel grupo había emprendido una metodología de análisis y estudio del texto. Las reuniones –expusieron- estaban siempre presididas por el párroco, que se desvivía por explicarles y hacerles llegar de manera accesible y sencilla la doctrina de la Iglesia. Acabadas la parte de estudio, en las que todos exponían sus propias dificultades de comprensión y también aquello que más les había gustado aprender, todos pasaban a la Capilla del Santísimo y concluían con un cuarto de hora de visita y oración a Jesús Sacramentado. Finalmente, mi compañero impartía la bendición, les entregaba la Hoja Dominical de ese fin de semana y se sentaba en el confesionario donde siempre acudía alguno que otro a recibir el Perdón o a pedir consejo espiritual. Los chicos en cuestión, expusieron su metodología tal cual era.

La cosa quedó ahí. Los otros chicos representantes de grupo escucharon con atención, un tanto sorprendidos por las características de método al parecer inusuales en los grupos de juventud de aquella zona (como de tantas otras también), pero seguramente admirados por la consistencia de ese grupo y por el fruto que estaban dando. Los demás relataron sus experiencias: unos MIJAC, otros JOC-JOBAC, MUEC, etc.

Y ahí quedó la cosa la primera vez. Pero no fue así en la segunda ocasión: al comenzar la reunión se leyó el acta de la primera reunión. En aquel resumen ya se tildaba a aquellos jóvenes de un grupo más “piadoso”, lo cual no sentó nada bien a los chicos, que habían visto colocarse una etiqueta incomprensible para ellos. Pero lo más asombroso es que en esa segunda reunión se pretendía lo siguiente: 1º.- Constatar que en las parroquias faltaban jóvenes (sería en las de ellos, porque en aquella parroquia se llenaba el templo de juventud todos los fines de semana entre misas y actividades). 2º.- Que a los jóvenes les cuesta creer en Cristo porque están decepcionados de la Iglesia. 3º.- Que había que pensar cómo y qué había que cambiar de la Iglesia (sic) 4º.- Unos de los sacerdotes-consiliarios allí presentes afirmó que se debía renovar la Iglesia según el espíritu del Concilio y ponerla al día. 5º.- Los jóvenes empezaron a hablar de cómo está la Iglesia de desfasada (anticonceptivos y SIDA, homosexualidad, curas que no pueden casarse, mujeres que no pueden ser sacerdotes, etc…) Todo ello contó con el beneplácito del cura-consiliario en cuestión y con el asombro de mis chicos.

Pero uno de los jóvenes de la parroquia en cuestión mejor preparados y más valientes tuvo la “santa desvergüenza” de pedir la palabra al final y protestar: no querían que les diesen gato por liebre.

No hace falta decir como tomaron los otros jóvenes esas palabras (a mi juicio más por ignorancia y por la manipulación de la que habían sido objeto que por maldad) pero sobretodo como reaccionaron los curas en cuestión. Me contaban que parecían los gerasenos tirándose por el precipicio (no los porqueros de Gerasa sino los poseídos que fueron los tocinos).

Más se incrementó la desesperación cuando al final de la reunión y habiendo acordado “preparar una Eucaristía” de jóvenes y empezando a decir ¿qué podríamos preparar?, los “chicos extraños” respondieron: “nosotros no estamos acostumbrados a pensar ¿qué podríamos hacer?, más bien ¿qué toca hacer? Es decir lo que nos dice la Liturgia que hay que cantar y leer. Y nada más. Es que eso de hacer pancartas y carteles interactivos durante una misa, inventar signos de perdón al inicio, moniciones explicativas, larguísimas, filas de individuos con una oración preparada para las Preces Universales, inventar un gesto para la Paz y Fraternidad, y otras cosas parecidas, no está en nuestro estilo, antes bien puede afectar nocivamente el sentido sagrado de la Misa. Preferimos el silencio y el sosiego”.

Y se armó la de Dios es Cristo. Cosa que no comprendieron los chicos. A partir de aquel momento decidió que defendería a sus jóvenes a capa y espada contra el progresismo y que no dejaría que nadie pusiera su mano sobre ellos para que los destruyeran o desviaran. Ellos, los jóvenes, tan de acuerdo y tan a gusto.

Y aquí acabé la narración ante ese buen amigo y compañero. El comprendió muy bien lo que tenía que hacer.

Hoy en día, queridos amigos, hay muchos jóvenes desconcertados (empezando por los de la mayoría de colegios religiosos y las parroquias) porque les han ocultado el rostro de su verdadera Madre la Iglesia y los han echado en manos de una falsa “madre” que ni les ha dado la vida en su alma ni los ha alimentado, velado, curado, educado y querido como lo hace la Santa Madre Iglesia.

Una de las causas de la ruina moral de muchos jóvenes está ahí: les hemos prostituido el mensaje de la Fe, suplantándola por ideología. Así creo que lo creemos todos mis compañeros de Germinans, sea en el trabajo apostólico con los jóvenes como con las vocaciones.

Me comentaba un párroco que este año ya ha enviado dos vocaciones al extranjero y otro que ya son tres las vocaciones de su parroquia que él mismo ha dirigido y acompañado fuera de la diócesis. Y así pasa con otros chicos…

Creo que no podemos seguir así en Barcelona. El delegado de Pastoral Juvenil, Toni Román, desaparecido (y quizás sea mejor así), el de Pastoral Vocacional, el insigne Turull, tres cuartos de lo mismo.

Tenemos que encontrar nuevas vías, nuevos caminos, releer la situación histórica presente en nuestra diócesis, interpretando los signos de los tiempos.

Espero francamente que en el Capítulo de Germinans a celebrar en los próximos días y del cual os daremos surtida cuenta, podamos tomar las directrices adecuadas para sanar estas heridas y emprender un firme apostolado al servicio de nuestros jóvenes y de las vocaciones sacerdotales que como semillas y promesa de fecunda cosecha Dios sigue sembrando en las almas de nuestros chicos. Entretanto: “Dejad en paz a nuestros jóvenes”

 

José María Turull: las aristas de una ambición – 03/12/2007

Anoche me acosté especialmente contento y feliz. Como muchas de las tardes de domingo nos encontramos algunos compañeros, después de la brega pastoral del fin de semana, trabajo bendito que Dios carga sobre los débiles hombros y en las indignas manos de cada uno de sus sacerdotes, para solazarnos un poco en fraternal encuentro y ágape.

Mis compañeros y yo no formamos un grupo especialmente homogéneo, ni en nuestra trayectoria vocacional, ni en cuanto se refiere a nuestros encargos ministeriales. Ni siquiera en nuestra manera de vestir ni en nuestros gustos o manías. Pero nos une un profundo amor a Cristo y a su Iglesia, a nuestro sacerdocio y un gran respeto mutuo.

Entre alguno de nosotros y algunos de nuestros amigos y condiscípulos se dio el caso de un gran gozo por el nombramiento de José María Turull como sucesor de Mn. Francisco Prieto como rector del Seminario. Sólo Dios sabe que puede pasar por la cabeza de un cura en ciertos momentos de su vida. Yo siempre juzgué desaforado el cambio. Era un ir de Guatemala a Guatepeor, pero en fin, como reza el adagio: “de gustibus non est disputandum” (sobre gustos no hay disputa).

Pero todo lo acontecido en Roma desde finales de octubre con la ceremonia de la Beatificación de los Mártires hasta los actos unidos al Consistorio, han abierto los ojos a más de uno de aquellos que se prestaban como incondicionales de Turull.

En pocas palabras, sencilla y claramente, contemplando a Turull y sus maneras en Roma en el transcurso de los dos viajes en cuestión, han podido percibirse con transparencia del tipo de personaje con el que la diócesis, el Seminario y el Presbiterio diocesano se juegan su futuro.

Y no he ido yo a describirles las hazañas y correrías: las han visto ellos y muchos de los “peregrinos” viajados a la Ciudad Eterna en estos días.

Así, me comentaban que no fue el Dr. Martínez quién dio orden de vestir de sotana o clergyman a los seminaristas, fue Turull, pero no por convencimiento, sino para ganar puntos. Uno de los seminaristas había confesado a este sacerdote su malestar por la manipulación de la que habían sido objeto con el ya famoso desfile de sotanas prestadas. “Si alguien se atreviese –añadía el seminarista- a mostrarse aquí en Barcelona, en alguna ceremonia en la Catedral o donde sea, con el traje talar y roquete, lo masacraría vivo”.

Otro joven seminarista confesaba: “Ha llevado a cabo hasta un límite inusitado su estrategia: “No patiu: nosaltres guanyarem a la dreta amb les seves mateixes armes” (No sufráis: ganaremos a la derecha con sus mismas armas).

Lo malo es que ha sido a costa de la dignidad de nuestros pobres seminaristas. No es de extrañar que ya este curso las vocaciones hayan empezado a marchar fuera de la Diócesis, y no precisamente a Terrassa.

Otro compañero, que nada tiene que ver con Germinans ni con nuestra línea, comentaba que sentía vergüenza por la imagen irreal de “carcundia” (así opinaba él) con que se ha presentado Barcelona estos días en Roma. La tesis: se los ha hecho hacer el ridículo por culpa de la ambición de Turull. “Se ha pasado de rosca”.

La misma opinión hemos recabado de parte de algún estudiante del Colegio Español de San José en Via Torrerrossa, especialmente en lo que se refiere a sus devaneos con algunas figuras episcopales españolas allí hospedadas estos días y a los que ha vivido pegado como una lapa.

Pero lo más substancioso ha sido el comentario unánime que ya forma escuela de opinión en Roma: “este chico, con sus maneras, no puede ser un modelo y ejemplo para sacerdotes”. Y este sentir, podéis creerlo, es unánime en Roma.

Y como habéis visto, comienza a serlo también en Barcelona, y no especialmente entre los de la cuerda de Gérminans sino también entre los que hasta ahora le eran favorables o sencillamente indiferentes.

Y además, lo más importante, es que la gestión habla por sí sola….

Y eso es lo que debe importar por encima de fobias o simpatías: los frutos.

 

 

Un séquito de “Papitu va de curt” - 26/11/2007

Sin duda debe resultar difícil a los que no conocen la singularidad de algunas de las más clásicas expresiones catalanas, poder llegar a comprender el fuerte contenido sarcástico de la mayoría de ellas. No sucede tanto con frases castellanas, al menos si conoces el campo semántico o histórico del que parten. De esta manera, el comprender la frase “¡A buenas horas, mangas verdes! (en alusión a la tardanza con la que siempre llegaban los guardias que como un cuerpo de vigilancia había instituido la reina Isabel II y que llevaban como uniforme una chaqueta de fieltro con mangas giradas de color verde) es más sencillo que comprender la expresión “ir de Papitu va de curt”.

A principios del siglo XX vieron la luz en Barcelona dos revistas humorísticas que tuvieron una gran difusión. Ambas dignas de pasar a la historia mundial por su maravilloso diseño y su modernísimo grafismo.

Una de ellas era “En Patufet”, revista conservadora, de derechas y católica, que llegaba a un grandísimo público, pero que iba muy especialmente dirigida a la juventud. Narraba las aventuras de un personaje, Patufet ( algo así como Pulgarcito), vestido siempre a la manera de los antiguos rabadanes montañeses catalanes, con zuecos y barretina larga, divertido y singular, que había nacido bajo una col y que por ser tan pequeñito a veces era engullido por algún buey distraído. Entonces él gritaba aquello de: “Sóc a la panxa del bou, on no neva ni plou” (Estoy en la panza del buey, donde no nieva ni llueve).

La otra era la anticlerical, la de izquierdas, la que se presentaba como más moderna y europea. Su nombre era “Papitu” y había visto la luz en 1908 de la mano de un crítico teatral de renombre: José María Pascual. Su personaje principal, el Papitu (manera grotesca de decir y escribir el diminutivo de José -Papitu por Pepito-) solía salir al campo o bajar a la playa con atuendos ciertamente modernos para la época: traje de paño de Cheviot, de “Príncipe de Gales” o de “Pata de Gallo” (todo lo que se refiere a tipos de paños textiles es muy conocido en Cataluña) con calzón corto hasta la rodilla, un poco como los ingleses cuando van a jugar a cricket. Entonces todo el mundo sabía que aquella era una historia de cuando “Papitu va de curt” (de Papitu yendo de corto).

Y vosotros os preguntareis ¿y a que viene a cuento toda esta disquisición sobre las revistas humorísticas barcelonesas de principios del XX?

Pues sencillamente para que comprendieseis la “charlotada” comenzada y vivida esta semana en Barcelona, orientada hacia los actos públicos y ceremonias del Consistorio Cardenalicio.

Nuestro Arzobispo, el Dr. Martínez, sabiendo a la perfección qué se cuece en Roma y cómo se desarrollan los actos del Consistorio, ordenó que los sacerdotes y seminaristas que le acompañarían como séquito (sic) fuesen vestidos de sotana. Lo malo de todo ello es que hace 40 años que en el Seminario no veían una sotana y, que por lógica, evidentemente nuestros escasos 14 seminaristas no tenían sotana. Tampoco la tenía ninguno de los sacerdotes que acompañaban a Su Quasi-Eminencia.

Solución ofrecida desde el Palacio Arzobispal: “En la Catedral las monjas guardan muchas sotanas de sacerdotes difuntos. Pedidlas también de prestado a algún sacerdote mayor”.

En esta perspectiva el primero en ser asaltado fue el pobre de Mn. Francisco Nicolau, sacerdote bueno y querido por todos donde los haya (además de una gran eminencia en todos los campos de las ciencias y de las letras). Como nuestros seminaristas conocen el profundo amor de Mn. Nicolau hacia el Seminario, al cual ha dedicado la mayor parte de su ministerio, él fue la primera víctima. Pero su armario tiene un límite, y además la talla del mosén en cuestión es la que es…

Total, que nuestros seminaristas después del acopio hecho en la Catedral y en el armario del buenazo de Nicolau, se dieron cuenta que parecían fantoches.

Pero la solución estaba por llegar. Nuestro gran hombre de mundo, el rector del Seminario D. José María Turull, inspirándose quizás en los dibujos de aquel tocayo suyo y crítico teatral que fue el Sr. Pascual, les propinó la siguiente frase en público: “No os preocupéis demasiado si vais de “Papitu va de curt” lo importante es que el rector vaya decente, lo de vosotros se entenderá. Y no olvidéis que sois el “séquito” (sic) de nuestro Arzobispo”.

¡Y dale que te crió y en Roma falta gente!

Y ahí tenéis al séquito de Papitu va de curt cogiendo el portante para Roma.

En el Palacio Arzobispal estaban preocupados porque la organización oficial del viaje únicamente había podido reunir a un grupo de unas 120 personas, tal como aseveró Turull el jueves 22 de noviembre a las 13.30 y en perfecto castellano en el programa de desconexión local de la COPE, “Cataluña a la palestra”.

Afortunadamente, entre gente que viajaba por su cuenta y residentes en Roma se pudo congregar a un grupo de unas 500 personas.

Todos ellos pasaban los controles policiales de la Colonnata antes de las 8.30 del sábado, según nos refieren nuestros hombres en Roma. Y tanto seminaristas (de sotana y raído roquete o sobrepelliz) como sacerdotes (excepto alguno, claro está, que llevaba sotana de paño fino de Cachemir) parecían que llevaban la bata de la Inclusa, inveterada institución de huérfanos hoy desaparecida. Todos a excepción del “amiguet” Matabosch (amigo de la infancia de nuestro Cardenal) y por supuesto del “romanísimo” Salvador Pié, que se debieron negar en redondo.

La ceremonia, como todos visteis, fue maravillosa. El cambio del Maestro de Ceremonias Papales se hizo notar. A nuestro entender, mejor Don Guido que Don Piero.

El Santo Padre con un pluvial gótico de seda dorada con los Santos Apóstoles en bordado polícromo, asistido por dos ceremonieros (uno de ellos Don Guido), dos Diáconos asistentes y cuatro portainsígnias.

Una maravillosa mitra dorada a juego, perteneciente al pontificado del beato Pio IX y por primera vez en una ceremonia litúrgica, un hermoso trono papal elaborado para el gran León XIII hace poco más de un siglo.

Y lo más importante: el crucifijo por fin en el centro, de tal manera que ocupa el centro visual de todos los fieles. Un gran acierto sin duda.

He de confesar que me emocioné al escuchar el eco del “Aloysium Martínez Sístac (sic), Archiepíscopum Barcinonensem” por la navata de la Basílica Vaticana. ¡Es que tengo un orgullo tan grande de ser hijo de ésta tierra y de ésta diócesis que no lo puedo remediar! ¡Y además de labios del sucesor de Pedro!

De todo corazón, Eminencia, que sea enhorabuena y en fin de bien para nuestra Barcelona, para Cataluña y toda España, como usted acertadamente dijo.

La tarde transcurrió más relajada aunque no menos apretada. Era la “visita di calore” que no sé porque se empeñan en traducir por el gélido “visita de cortesía” cuando en castellano y también en catalán ese acto se llama Besamanos, aunque no se llegue a besar la extremidad en cuestión.

Nuestros seminaristas ya se pusieron camisa con alzacuellos (clergyman) y el ambiente fue más distendido en el Aula Pablo VI (Aula Nervi, la de las audiencias generales) donde le toco recibir a nuestro Cardenal.

Unos ruidosos mariachis alborotaban la entrada, llegados como acompañamiento del arzobispo de Monterrey el cardenal Francisco Robles, con el séquito más numeroso. En el mismo espacio el Cardenal Navarrete, D. Agustín García Gasco con un número enorme de acompañantes y nuestra más discreta representación barcelonesa. Lo bueno de la ocasión es que existe “condivisión de bienes” y un cierto transfuguismo de séquitos y que, de esta manera, nuestro Arzobispo Su Eminencia el Cardenal Martínez estuvo calurosamente arropado en todo momento y hasta se bebió unos vinos que bien le debieron sentar en medio del ambiente gélido de esa novembrina tarde romana.

Ad multos annos vivas, Aloysie!

 

 

Visitando la tres veces inmortal Gerona – 19/11/2007

El pasado jueves 15 de noviembre, y concluyendo de esta manera la visita que durante una semana hemos recibido de nuestro queridísimo amigo Máximus Itálicus, (como dirían algunos: “uno de nuestros peones en Roma”) al cual acompañamos al aeropuerto, Dom Gregori Maria y yo mismo, el que os escribe, realizamos una breve visita por la Inmortal Gerona.

Bueno, quiero seguir empeñado en usar ese apelativo otrora merecidísimo refiriéndome a la Ciudad del Ter y del Oñar, aunque una mirada realista sobre la realidad eclesial gerundense pueda resultar decepcionante: Gerona está eclesialmente trinchada. Pero nosotros nos resistimos a darla por muerta. No podemos dar por perdida a Gerona aunque resulte de pesadilla pensar lo que tendrá que sufrir el nuevo obispo para enderezar el rumbo de un clero y un laicado que ha sufrido gravísimas desviaciones, tanto en lo doctrinal como en lo litúrgico, amen de todos los embrollos adulterinos con la política que allí se han consumado. Si a ello añadimos todas las manipulaciones que parten desde los medios de comunicación no podemos sino intuir una tan difícil como auspiciada necesidad de reconducir el rumbo de la diócesis gerundense.

El clero gerundense en una muy considerable porción (Forum Alsina) es como el encharcado estanque que de manera artificial y para salvar los reflejos de las casas sobre sus aguas, el ayuntamiento ha proyectado y realizado aprovechando el exiguo caudal sobre el lecho fluvial del Oñar: putrefacto.

Sobre la putrefacta charca no puede reflejarse la belleza de las antiguas casas colgantes gerundenses policromadas con vistosos colores. Son necesarias aguas más cristalinas para obtener el juego de colores antaño contemplado.

Pero Gerona hoy se eleva sobre aguas turbias. Y es urgente sanear esa cloaca y aportar caudal nuevo y renovador. Y para ello, ante todo y en referencia a lo eclesial, el futuro obispo no es conveniente que sea gerundense. Hay que oxigenar la charca, la endogamia del poder que existe en Gerona: y si lo es de nacimiento u origen que no lo sea de formación y ministerio, sería muy nocivo para la salud de esa Iglesia hermana.

Gerona es bellísima. Bellísimo lo que queda de sus heroicas murallas y puertas, armonioso y sobrio su centro histórico, su Plaça del Vi, su judería (Call) y sus Baños Árabes, sus elegantísimo románico (San Daniel, San Pedro de Galligants, etc…) su magnífica e imponente Catedral gótica con fachada barroca con su campanario, la no menos maravillosa Iglesia de San Felio (o San Félix) con su no menos magnífico y originalísimo campanario ahora en proceso de restauración.

Y su Seminario…. Cuanto nos entristecimos al llegar a este punto de la visita. Un magnífico edificio ahora solo, vacío, abandonado…

Casi tanta tristeza como la deplorable y reveladora estética del Altar Mayor de la Catedral: un presbiterio ocupado por unos enormes y vetustos sillones aterciopelados que flanquean una Cátedra que ocupa el centro del mismo (sugieren que es reproducción en madera del Trono de Carlomagno). A sus espaldas y eliminado por completo el antiguo Altar Mayor, el maravilloso paño central del Antiguo Retablo Gótico como suspendido y sin base, apoyado en dos horribles soportes de hierro negro a la manera de panel o cabezal. Y lo más monstruoso: una tarima de tres peldaños realizada en una moqueta estilo “Cadena Los Tigres” de color gris ala de mosca sobre la cual reposa un cuadrilátero de madera, recubierto de un mantel de color crudo cuyos cuatro extremos tocan el suelo ( estilo la Kaaba o Roca Negra de la Meca), atravesado por un centro de tela indígena, seguramente guatemalteca, sobre el que se encontraba colocado un potus (planta decorativa) en un extremo y dos ciriales de cera liquida de Belloso en el otro extremo. Dom Gregori Maria, tras el espasmo inicial, calificó el monstruoso invento colocado ya en la nave a dos metros de los primeros bancos como el Altar de Pinypón.

Rezamos en la Capilla del Santísimo, un Aula Gótica sobria y de gran belleza, pero decorada seguramente por Domènec Fita o por cualquier otro de sus arquitectos secuaces, con otro gran armatoste de hierro negro sobre el que reposa el Sagrario en metal dorado.

Pusimos en las manos del Señor de los corazones esa porción de nuestra Iglesia y nuestra Patria, le pedimos que no abandone a tantas almas buenas que allí viven y trabajan “ad majorem Dei gloriam”

De la misma manera, le rogamos al Señor que Roma no crea imposible un mejor futuro para la Iglesia de San Narciso y de otros tantos santos que ennoblecieron la por siempre “tres veces Inmortal” Gerona.

 

 

Fórum Oriol: ¡Señor, qué tropa! - 12/11/2007

No sabemos porqué se empeñan nuestros hermanos del FÓRUM ORIOL en hacernos “regalitos” como el que, a toro pasado, nos acaban de hacer con su “Nota Explicativa”, publicada tarde y mal, este primer fin de semana de noviembre en la página web de Església Plural. Queremos entender que al encontrarse privados de una página web propia y tener que someter todas sus decisiones a plebiscito asambleario a la manera de cómo lo hace Esquerra Republicana, esa dilación crónica puede perdonárseles. Como de hecho puede perdonárseles también que debido a su avanzada edad y a los pocos conocimientos informáticos que por lógica poseen no puedan diseñar una suya. No sabemos muy bien de qué les sirve pues el fichaje de Mn. José Luis Calvís (vulgo dicto “Yuyu”) para su causa si este no les contribuye con sus conocimientos informáticos. Y es que la presencia como miembro de ese Fórum del párroco de San Antonio de Llefiá y Arcipreste de Badalona-Sud no es que precisamente les aporte medalla alguna, más bien “medallones y lamparones” que, a nuestro entender ensombrecen el dilatado y vistoso expediente del resto de los miembros del Fórum…

También y con la finalidad de tener un elemento de generación intermedia y un peón en la diócesis egarense, se empeñaron en fichar al párroco de la Sagrada Familia de Tarrasa, Mn. Josep Esplugas que, como Calvís, también es para “echarle de comer a parte”. Pero allá ellos con sus amistades. Dios los cría y ellos se juntan… y para muestra, un botón.

En el prolegómeno de la susodicha nota (casi asumiendo y contestando, frase por frase, la Carta Dominical que publicó nuestro Arzobispo el Dr. Martínez) destacan la presencia entre los beatificados del seminarista Josep Casas, hermano de Mn. Xavier Casas Ros (“por ellos bien conocido” dicen). Como si aquellos a los que ellos no conocieran no fuesen dignos de consideración. ¡Habrase visto tamaño egocentrismo! Justamente las beatificaciones y las canonizaciones se realizan para dar a conocer y aprovechar el testimonio de fe de nuestros hermanos, no para poner su nombre como en el cuadro de honor del mes o la orla universitaria de nuestra licenciatura (muchos de ellos, siguiendo el nefando uso de tiempos clericales pretéritos que aborrecía cualquier tipo de licenciatura civil, únicamente tienen alguna licenciatura o doctorado eclesiástico.)

Destaquemos, antes de entrar en el meollo de la cuestión, el error semántico-sintáctico-gramatical que realizan al utilizar el hoy muy reiterado pero no ello menos incorrecto “los-las mártires” (como el lehendakari vasco usa aquella muletilla tan cursi de “los vascos y las vascas”). Nuestro ilustre Corominas, grandísimo etimólogo, aborrecería sin paliativos ese uso, aseverando como más de algún miembro del Fórum sabe pues antaño ejerció como profesor de latín y catalán en La Conreria, que el uso en masculino en las lenguas romances de muchos vocablos (catalán y castellano) asume el valor del neutro latino. De esta manera, al decir “los mártires”, comprendemos tanto a ellos como a ellas… (Te martyrum candidatus laudat exercitus…) Ahora bien, como la lengua está viva, si ellos quieren implantar lo de “mártires y mártiras”, con su pan se lo coman….

En otro orden de cosas encontramos pueril el ejercicio que hacen de supuesta moderación ideológica al incluir en el primer punto una frase de la Conferencia Episcopal Española, asumiendo su valor. Hasta en la Cochinchina saben lo abominable que resulta para ellos esa Asamblea. Ahora hacen mención de manera laudatoria de una frase del Documento para, de esta manera, desmarcarse del desaforado discurso del P. Raguer (en la intimidad lo tildan de “eixelebrat” –algo así como descerebrado-)

¡Que buena filosofía clásica estudiaron ya en aquellos remotos días de su juventud en el Seminario! ¡Que buen profesor de Retórica debieron llegar a tener! Pero tanto mejor fue por lo menos el mío. ¿A quién quieren engañar con ese uso en la argumentación de la “captatio benevolentiae”?

¡La captatio benevolentiae no se utiliza en los puntos de la defensa de la tesis! Todos los latinistas sabemos que ese es un uso burdo y vulgar, propio de los comerciantes de las diversas “tabernae” ciudadanas (tiendas), pero no de una argumentación polémica clásica. ¡Ay que tomarse el Gerovital, hermanos!

Pero vayamos al quid. Dicen que la beatificación les causa desconcierto. Nos abruma tanta moderación dialéctica. Lo que todos sabemos es que les causa repugnancia y rechazo frontal…Pero deben querer parecer moderados ante el neo-Cardenal (por cierto, compañero de Seminario si no de curso de la mayoría de ellos). Piensan –dicen- que la memoria de los mártires puede ser “malinterpretada y manipulada” en contra de la sociedad laica, plural y secularizada que a instancias del Concilio Provincial Tarraconense “han de amar” (sic).

¿Dónde está la fidelidad a aquel “no os amoldéis al mundo presente”? (Romanos 12,2) ¿O es que eso de “ser proféticos” únicamente sirve para denunciar las estructuras opresoras del capitalismo y a los deleznables regímenes dictatoriales que las sostienen en los países hispanoamericanos? (Ellos dicen latinoamericanos, claro está. En este punto, con tal de no nombrar Hispania, prefieren aceptar los “latines”). Majora videbitis. (¡Cosas más grandes veréis!)

Aquí los tiene, Sr. Cardenal: sus curas, los que aún ocupan cargos y responsabilidades de confianza, aman con locura el carácter laico, plural y secularizado de nuestra sociedad. Pero lo malo no es que sean ellos, esos 15 que dan la cara, sino todos los curas satélites que giran alrededor de ellos, sirviendo a su ideología, comiendo en el pesebre que ellos han preparado para sus ambiciones, y llevando la voz cantante y la mano rectora en los diversos Consejos e Instituciones Diocesanas y, evidentemente, gobernando “codo a codo” con Vd. Después no se sombre de por qué nos rebelamos contra ese estado de cosas.

Nosotros, no reivindicamos una unidad política ensamblada a una unidad religiosa. Nosotros no añoramos un pasado que no hemos conocido ni ganas tenemos.

No abanderamos ninguna posición retrógrada en estos “tiempos modernos de la Historia” (sic) (Ni estos ni los años del siglo XX son o fueron los tiempos modernos de la Historia, unos y otros constituyen la edad contemporánea. ¡Como se nota la ausencia de licenciaturas civiles, Señor!)

¡Qué vergüenza insinuar que la posición de la Iglesia durante la República alimentó el anticlericalismo y contribuyó a la persecución religiosa! Ese discurso es como el que mantienen los nacionalistas vascos (radicales y no…) cuando asesinan con dos tiros a alguien en la puerta de su casa: “Algo habrá hecho”. Si afirmásemos lo mismo en otros casos, circunstancias y latitudes, veríais como se presentaban querellas por injurias en los juzgados y denuncias en los mass-media.

Finalmente, deslegitiman una supuesta reivindicación de la “memoria histórica” del episcopado con estas beatificaciones, por ser parcial y sectaria.

Nunca ni el episcopado ni la Santa Sede ha usado el proceso de estas beatificaciones como bandera de ninguna supuesta memoria histórica. Ese discurso pertenece a otro foro. Y nunca mejor dicho.

Aún nos estiramos los pelos de asombro, al contemplar como en el uso falaz de sus argumentaciones mentan a los “laicos cristianos y curas vascos “que fueron ajusticiados por el régimen dictatorial” (se refieren a Franco).

Todos sabemos que fueron ajusticiados (no sabemos si justamente o no, suponemos que algunos si y otros no) no por su condición de creyentes o sacerdotes sino por causas políticas y sin ninguna referencia a su confesión religiosa.

Es como si afirmásemos que aquella monja que fue condenada a prisión por ladrona de pobres e indefensos viejecitos en un Asilo o aquellos curas pederastas (estadounidenses y no…) que lo fueron por sus nefandos vicios contra la integridad moral de los adolescentes, hubieran recibido condena no por sus delitos si no por ser “testigos de la Fe”. Y un huevo de avestruz…Tras un proceso judicial, los metieron en el talego por pispas y violadores, no por ser católicos de “pro” precisamente….

Finalmente, y como conclusión, arguyen que se haya desaprovechado una vez más, esta privilegiada ocasión para ser agentes de una sociedad “española reconciliada y fraterna”. ¿Otra captatio benevolentiae, que no se creen ni ellos, al final de las argumentaciones?

Vomitivo, simplemente vomitivo. Repugna a la humana inteligencia.

De una cosa sí que sentimos envidia, hay que reconocerlo: de la impunidad de la que gozan esos hermanos sacerdotes ( de la B a la P, desde Boix hasta Portabella. Son tan demócratas y tan poco jerárquicos que se elencan por orden alfabético...)

Si todos los que hacemos posible Germinans pusiéramos nuestros nombres de la A a la Z (nosotros sí que tenemos “as” y “zetas”...) dad por seguro que a las pocas horas recibiríamos las consiguientes llamadas telefónicas de los arciprestes y las requisitorias de los Vicarios Episcopales para que abandonásemos “sin demora ni rémora” nuestro empeño. Y casi con certeza metafísica una exhortación de nuestro Arzobispo y Cardenal el Dr. Martínez a abandonar ese esfuerzo, seguramente afirmando que con nuestro grupo no hacemos otra cosa que “sembrar división en la Diócesis”.

¡Anda que baje Dios y lo vea!

 

 

El futuro debe perfilarse con nitidez – 05/11/2007

Muy a menudo escojo ejemplos aleccionadores muy inteligibles con los que suelo introducir el tema sobre el que debe versar un artículo. Es una manera catequética que aprendí de niño en la cercanía de muchos y muy buenos sacerdotes con los que tuve la suerte de poder educarme.

Hoy, y siendo fiel a ese consuetudinario estilo, voy a utilizar también un relato parenético como introducción. No constituye propiamente el tema de hoy, pero no resulta baladí hacer unas consideraciones también sobre el mismo.

Durante el rectorado de Mn. Vives Sicilia, actual obispo de Urgel y co-príncipe de Andorra, el Seminario vivió grandes dislates. La mayoría de ellos obedecían a una estrategia concebida al detalle que trataba, por una parte, de contentar al Cardenal Carles con una realidad numérica bastante satisfactoria pero a la vez intentando modelar ideológicamente las vocaciones, no tanto a base de formación, sino de la coacción y las presiones de todo tipo. Obedeciendo a esta estrategia Vives abrió las puertas del Seminario a todos aquellos que habían huido o estaban a punto de huir de Barcelona para buscar lugares de formación más idóneos con el sentir de la Iglesia (fue la época del retorno del exilio toledano p. ej.) pero manteniendo una línea ideológica en el equipo de formadores del todo deleznable. Y muy especialmente controlando lo más importante: la Facultad de Teología. El Cardenal no realizó en ella más que un tímido lavado de cara. Más a fondo no quiso o no pudo ir.

Nadie se daba cuenta de que así el futuro no se perfilaba con nitidez, a pesar de la aparente reconciliación que se intentaba mostrar. Era como construir una casa sobre arena.

Paradigma de esos errores fue la empresa de construcción y destrucción de una buena parte del edificio del Seminario.

Los hechos se nos imponen contundentes: se desalojó al I.C.E.S.B. para alojar el Seminario Menor que abandonaba La Conreria, se habilitó un monstruoso e inútil parquing, y se afectó una de las alas estructurales del Seminario de más de 500 metros cuadrados para construir un convento para las Carmelitas Misioneras que ya se intuía del todo desproporcionado.

Ahora los hechos aseveran la tesis.

No se trabajó con perspectiva de futuro. Y además se pusieron en juego enormes cantidades de dinero que de manera injustificada se elevaron a la categoría de necesidades perentorias.

Todo ello resulta moralmente de una gran gravedad.

Ahora las dos últimas religiosas dejan el edificio de Diputación y su apostolado al servicio de la comunidad formativa (la situación era más que previsible) y el pabellón construido para el Seminario Menor se encuentra infrautilizado por un grupo exiguo de seminaristas menores (creo que son únicamente 5).

Faltó visión, faltó ponderación, faltó previsión...

En otro orden de cosas, y siguiendo la fuerza del razonamiento anterior, creo que los hechos que deben consolidarse en la realidad concreta de la Iglesia en Cataluña en los próximos meses no pueden dimensionarse de manera similar. No puede faltar visión, ni justa ponderación de la realidad ni previsión.

El nombramiento de los nuevos obispos de Gerona y Lérida (no muy lejano está el de Solsona) como el de los auxiliares para Barcelona no puede adolecer de los mismos defectos con que fue orientada la "estrategia Vives" en relación con el Seminario.

En Roma se empiezan a barajar nombres, se inquiere sobre unos, se insinúan aspectos concernientes a otros...

Sin duda hemos de esperar que pasen los fastos del Consistorio de noviembre en el que se concederá el birrete a nuestro n.s.a. Arzobispo y Cardenal el Dr. Martínez para empezar así a vislumbrar horizontes claros.

Pero lo que sí es necesario e imprescindible subrayar por nuestra parte en estos momentos es, por una parte, la suma importancia que deben adquirir todos y cada uno de estos nombramientos en vistas al futuro de la Iglesia Católica en Cataluña por un espacio no inferior a 25 años y por otra, que aquellos a los que se llamará para el ministerio episcopal no pueden sino representar un futuro que se perfile con nitidez y claridad. Los candidatos no pueden presentar tal diversidad de matices (“sfumature” dicen los italianos) que puedan hipotecar la salvación de la fe en estas latitudes.

No valen aquí compromisos, no valen pactos, no valen medias tintas...

Por ese motivo creo que ahora sí que podemos ejercer nuestra más alto sentido de la responsabilidad, sincerándonos con nuestro Pastor, no con vistas a indisponer contra algún candidato, ni siquiera con miras a proponer a ningún otro, como continuamente hacen los sectores llamados progresistas, sino contribuyendo con nuestra opinión y nuestro parecer libremente expresado, a que sus decisiones resulten lo más ecuánimes posibles y lo más esperanzadoras para el devenir de la Iglesia.

Aquí, en Germinans, encontrará nuestro Cardenal, el subsidio de opinión y las reflexiones que juzgamos necesarias para ese cometido.

Esa será nuestra misión en los próximos meses. Ojalá sepamos llevarla por buen cauce y a buen destino.

Y siempre con la gravedad necesaria pero sin que nos falte el sentido del humor, claro está .

 

Versos satíricos contra el odio y la inquina - 29/10/2007

¿Quién acusa de integrista?
¡A la vista!
¿E inquisitorial señala?
¡Ay la fama!
¿Y quién sin piedad condena?
¡Ay qué pena!

Las argucias quedan claras:
quedando en cruda evidencia
que apelar a la conciencia
no es falacia de las raras.

¿Quién acusa de impiedad?
¡Maldad!
¿Quién en el pecado nada?
¡Monada!
¿Quién ofende "carrinclón”?
¡Matón!

De este modo yo recelo
de quién tacha de "achulado"
a este estilo refinado
que usamos con desvelo.

¿Quién acusa de alcahueta?
¡Puñeta!
¿Quién de "ultras" es muleta?
¡Rabieta!
¿Quién acabará este duelo?
¡Oh cielo!

Don Albert alto anuncia:
"destruirlos es mi meta"
¡Ay qué hijo de poeta!
quien así el "mal" denuncia.

¿Quién lo trató como hermano?
¡Villano!
¿A quién clavaste la daga?
¡La paga!
¿A quién el odio empuja?
¡La bruja!

Quién a Carles persiguiera
con mentiras y patrañas
quién a él montó campañas
con su lengua pendenciera.

Quién antaño detestaba
al mundillo "integrista",
por usar la "negra lista"
ahora otra proclamaba.

Para Alberto esta saeta
¡quédate con la coplilla!
Y no seas tan cotilla
¡Tú, heredero de… poeta!

 

 

Lamentamos disentir de Mons. Carrera – 08/10/2007

Y espero que esta disidencia de opinión que deseamos manifestar al menos la juzgue lícita y correcta, porque realmente nosotros no deseamos otra cosa que eso: manifestar esta disparidad de opiniones sin perjuicio de la dignidad de las personas. Dicho esto procedamos a la argumentación.

El pasado lunes 1 de octubre en la lección inaugural del C.E.P., que este año cumple 40 años desde su fundación, Mons. Carrera hizo una defensa a ultranza de la generación de sacerdotes barceloneses a la que pertenece, saliendo al encuentro de los ataques del sector integrista (así da la noticia Tribuna Catalana y su amigo Albert Manent que es el que elabora la noticia sin firmarla, por supuesto).

No poseemos el texto íntegro de la Conferencia en cuestión y ciertamente cuando nos llegue podremos salir al encuentro de cada una de las tesis que allí supuestamente defendió. Pero deseamos hacer unas puntualizaciones metodológicas al respecto.

Por desgracia o por suerte no está en nuestras manos, ni en las suyas ni en las nuestras ni en las de ningún contemporáneo, hacer ni el balance de una época ni el juicio histórico de unos acontecimientos de los que hemos sido protagonistas.

Nos falta, por una parte, la suficiente perspectiva histórica de sus logros y de sus errores y por otra parte un más perfilado conjunto de datos que aún desgraciadamente en este caso no poseemos.

Por otra parte, y aunque Mons. Carrera esté convencido de ello, su muy peculiar compromiso ministerial con las barriadas más necesitadas no es sintomático ni de todos ni siquiera de la mayoría de los sacerdotes que él dice defender.

Si va pormenorizando detalladamente se dará cuenta de que la mayoría de los ideólogos de la Unió Sacerdotal no llevaron a la praxis sus manifiestos teóricos: se cuentan con los dedos de la mano lo que se involucraron como él lo hizo con los sectores más desfavorecidos. La mayoría se quedaron en las parroquias burguesas del Ensanche y la Zona Alta de la ciudad y en las instancias de poder del Obispado.

En esta página, y de manera provocativa, a veces hemos realizado un examen “simplista” de una generación sacerdotal, pero lo manifestado forma parte de una más honda reflexión ni improvisada ni casual que estamos dispuestos a mantener en eclesial diálogo si así le parece bien. Pero….

No es a esa generación a la que criticamos de manera indiscriminada, sin hacer distinción de los “viri probi” (hombres probos) que en ella hubieron y en el conjunto de los cuales estamos convencidos se encuentra él mismo, sino en todo caso a los que de manera doctrinalmente desviada, muchas veces desleal con la confianza y las esperanzas que la Iglesia había en ellos depositado, y siempre de manera sectariamente reduccionista se convirtieron en autócratas del poder.

Y aún siendo así, tampoco es a ellos que va dirigida nuestra crítica, sino a la nueva generación de ideólogos de una eclesiología que juzgamos errónea y demoledora para el futuro de esta diócesis.

La pregunta ahora se vuelve directa y contundente ¿ha leído Mons. Carrera con profundidad todo lo referente a esa eclesiología que forma la columna vertebral de la doctrina del C.E.P.?

¿Es consciente de todas las sandeces que a través de su particular ciencia sociológica imparte Mn. Joaquin Cervera en sus cursos de agentes de pastoral dirigidos a ese laicado que debe asumir responsabilidades en las supuestas futuras “comunidades en ausencia de presbíteros”?

¿Se atreverá Mons. Carrera a pedir los esquemas de docencia a manera de fichas (otra cosa no son) de Mn. Fontbona donde las fuentes de autoridad en las que apoya toda su “eclesiología” (y de manera obsesiva) son el protestante Paul Tillich y el patriarca ortodoxo de Pérgamo Johannis Zizoulas?

De la misma manera que Mons Carrera nos lee a nosotros atentamente cada día, ¿se ha molestado en leer el editorial de Església Plural de esta semana, meditar sobre él y en el fondo reconocer la mano de Mn. Romeu, el mismo al que el Arzobispo en el Consejo Presbiteral de hace algunos meses dirigió un mònitum (suave y delicado, claro está) después de una intervención en la misma línea del susodicho editorial, diciéndole: “per aquest camí no ens trobarem” (por este camino no nos encontraremos)? Usted, lo recordará pues estaba presente en esa reunión.

Y por último capítulo en esta argumentación: ¿Se da cuenta que atacándonos públicamente de esta manera en esa lección inaugural del C.E.P. no está haciendo otra cosa que apuntalar a los actuales dirigentes del instituto, su ideología y sus métodos? ¿Percibe la gravedad de esa actitud? ¿No se da cuenta que en el fondo lo más importante del caso es que han conseguido manipularle para sus fines?

Nosotros lamentamos que nos juzgue y considere tan simplistas y reaccionarios como él gusta representarnos en su imaginario ideal. De hecho le debe resultar más cómodo “fer de tota herba un feix” (hacer un haz con toda suerte de hierbas, es decir, ponernos a todos en un mismo saco).

Cuanto agradeceríamos sin embargo y a estas alturas, escuchar a Mons. Carrera en conferencias de otro nivel, desvelándonos las respuestas a muchos interrogantes en suspenso; respuestas que sí podrían iluminar capítulos importantes de nuestra historia colectiva.

He aquí algunos:

¿Qué tipo de compromiso le llevo a estar en los albores de la fundación de Convergencia? En ese momento ¿priorizó su compromiso por los pobres y desfavorecidos o su compromiso “por el país”?

Si creía que los instrumentos puramente pastorales y eclesiales no bastaban para el cambio de estructuras y la construcción del Reino ¿por qué no optó por adherirse a la estructura demócrata-cristiana de Unió, heredera de Carrasco Formiguera? ¿Por qué no le pareció bien aquel camino que resultó adecuado para otros amigos suyos como Antón Cañellas?

¿Qué aborrecía de la ideología de hombres como Alcide de Gàsperi, Maurice Schumann o Konrad Adenauer? ¿Tanta inquina le causaban hombres como D. Joaquín Ruiz Jiménez o Gil Robles?

Casi la inmensa mayoría de sus compañeros optaron por instrumentos de izquierda como Comisiones Obreras, el PSUC o “Cristians pel Socialisme”, de esas opciones ¿le asustaban la teoría o la praxis marxista?

Consideraciones como estas si que nos serían de gran provecho pues forman parte del devenir sacerdotal de una generación que, a bien decir, realmente no constituye el centro neurálgico de nuestras preocupaciones, sino única y exclusivamente en la medida que sigue sirviendo de apoyo logístico a otra generación menos preparada intelectualmente pero con un nivel de sectarismo aplicado con mayor virulencia.

Ese es el problema. Estas son las cuestiones. Esta es la honesta dialéctica que le plantea esta impresentable patulea de “reaccionarios e integristas” que somos.

Realmente bisbe Joan, lamentamos disentir y que no haya espacio para nuestra disidencia en su corazón de pastor.

 

No somos ni retrógrados, ni anacrónicos, ni nostálgicos del pasado - 01/10/2007

Y ya me tenéis de nuevo haciendo pedagogía, queridos amigos. Tratando de distinguirnos y perfilar nuestra silueta entre ese cúmulo de acusaciones inverosímiles que lanzan contra nosotros y con que pretenden asustar a los pocos laicos que pululan en su entorno vital, que por cierto suele ser la ciénaga mediática (véase El Triangle, Església Plural, Foc Nou, Pregó, Tribuna Catalana, y otros de esas mismas características).

Nos califican de “ultras”, usando aquel calificativo acuñado en nuestro país en los años del tardofranquismo y la Transición, para designar a los elementos más reaccionarios del Régimen contrarios a todo cambio y proclives a una involución política que obviara todos los cambios sociales y económicos de la nación y la trasladara ideológicamente al pasado. Los ultras eran auténticos nostálgicos de aquel ambiente de fuerte y autoritaria presión ideológica que caracterizó la inmediata posguerra pero que resultaba del todo anacrónico ya al final de la década de los 60.

Así calificándonos de ultras se nos pretende tildar de inmovilistas. Nada más erróneo. Nosotros queremos cambios y cambio de régimen. De ese régimen autoritario que hace ya más de 40 años como una dictadura oprobiosa los tiene a ellos, a la Unión Sacerdotal y a todos sus múltiples satélites ideológicos, como autoritarios guardianes ideológicos de esta Archidiócesis de Barcelona, usando las Instituciones como bunker de su irreductibilidad ideológica. Exigimos a “nuestro nunca suficientemente bien amado” Sr. Arzobispo el Dr. Martínez que los expulse del control que detentan de las instituciones diocesanas más importantes. Sin ellas, el Pueblo de Dios se ve privado de aquellos rectos y adecuados instrumentos de formación y apostolado que obligatoriamente necesita para su crecimiento: Facultades, Seminario, CEP y CPL, y demás organismos pastorales.

Precisamente porque no queremos volver al inmediato pasado ni tampoco al más lejano, sino abrir un camino hacia delante, con nuevas caras, con nuevas ideas, con nuevos estilos, con savia joven, con estilos renovadores, con más fresca vitalidad, que necesitamos del apoyo del Arzobispo.

Su gobierno pastoral en este momento no tiene más opciones: o sigue manteniéndoles en sus cargos prolongando aún más la agonía y la destrucción de la Diócesis (empezando por el presbiterio, siguiendo por el laicado) o se planta de una vez, coge aire y nos devuelve a todos la ilusión de contemplar a un Arzobispo derrochando energía y desgastándose junto a todos nosotros que permaneceremos fidelísimamente a su lado en la tarea de reformar y renovar esta Iglesia diocesana.

Renovarse o morir esa es la diatriba que se le presenta al Dr. Martínez. O dejar que el progresismo le acabe destartalando aún más y rompiendo el juguete o poner punto y final a esa etapa y ponerse en manos de Roma, no para ser cardenal que no le hará ninguna falta a la hora de presentarse delante de Dios en el Juicio Final, sino para construir y ser lo que debía haber sido desde un principio, un Arzobispo con un par de cánones bien puestos a la hora de sembrar la semilla del Evangelio, abonarla y hacerla crecer en Barcelona. Pero ¡ojo! no débil con los fuertes y fuerte con los débiles, como acostumbra a hacer él, sino Padre de todos ellos, en un intento de unidad en la Verdad, diversidad en lo accidental, y en todo cristiana caridad.

Mayores batallas se han librado en la historia y éxitos más enormes hemos presenciado. ¿Por qué no va a ser posible este milagro de la gracia en Barcelona y en su Arzobispo Martínez Sistach?

Es cierto que, como decimos en Cataluña, tenemos “mala pieza de ropa en el telar”, pero no hay que desesperar, jamás hay que desesperar.

Si se convirtieron hombres como Aurelio Agustín (el de Hipona), Ignacio (el de Loyola), Francisco (el de Javier) ¿porqué no se va a poder convertir Luis (el del Guinardó)?

¡Ánimo, por Jesucristo y su Iglesia, con el Papa y con todo el orbe católico, adelante!

BENE VALETE

 

¡Aún está a tiempo Sr. Arzobispo! - 28/09/2007

Y a cuantos hombres y mujeres llegados a un callejón sin salida en su vida les gustaría escuchar esta afirmación. ¡Aún tienes una posibilidad! ¡Aún puedes recuperar tu dignidad! ¡Aún puedes dar un sentido a tu existencia, a tus días, a tu persona!

Es la mano tendida que se te ofrece cuando te das cuenta que sinceramente te estás convirtiendo en uno de esos hombres lúgubres, intransigentes, falsos y en ocasiones malvados que pueblan los guiones de las novelas y películas sobre ambiciosos eclesiásticos que abundan en las programaciones televisivas de nuestros días.

Muchas veces yo mismo me estudio el rostro y el rostro de mis amigos en busca de cambios, voy tanteando nuestras miradas buscando indicios de que yo o ellos nos hayamos vuelto más agresivos o cautelosos de lo que éramos antes. Empiezo a examinarme a mí mismo en busca de esas cosas y trato de comprender la naturaleza de la ambición que abrasa tantos corazones. Y es que a veces nuestros perjuicios ideológicos están tan firmemente asentados que nos cuesta trabajo ver lo obvio.

Lo obvio en este momento en esta diócesis, y crea realmente Sr. Arzobispo que en eso convenimos todos los sectores del clero, es que su pontificado, si una decisión ultimísima no lo remedia, pasará a la historia como un nefasto periodo en la vida de esta Iglesia. Y para explicar esta realidad todos partimos de una explicación: esgrimimos su ambición personal como causa mayor y última que explica la mayoría de sus reacciones y conductas.

Pero la sola ambición no es suficiente para explicar su enrevesada personalidad. Sea cual sea el manojo de motivos, tanto sagrados como profanos, que le han empujado a convertirse en la concreta persona que es, con esa resolución obsesiva que todos resaltamos y que tantas veces exhibe, muchas de ellas ignorando su propia salud, su equilibrio y su dignidad. Y eso no es algo de lo que deba sentirse plenamente orgulloso. Al menos simplemente no sería normal.

Ni la ambición ni la determinación, sin embargo, bastan para explicar la conducta de nuestro Arzobispo el Dr. Martínez Sistach. Le acompaña otra emoción, quizás más penetrante y ciertamente más destructiva, una emoción que, cuando remite el vértigo que sientes esperando el anuncio de la fecha del consistorio que puede llevarte al cardenalato, te aferra rápidamente y no te abandona hasta el día después. Esa emoción es el miedo. No sólo el miedo a no conseguir lo que anhelas –aunque eso ya es de por sí bastante malo– sino miedo a la humillación total y absoluta. Ese miedo y no una simple y obstinada terquedad es lo que explica la ciega huida hacia delante de nuestro Arzobispo.

La mayoría de los defectos en el gobierno de Sistach derivan de ese pecado principal: la necesidad de ganar, pero también la necesidad de no perder de no reconocer los fallos.

Y sin embargo el tiempo se le acaba, Sr. Arzobispo, porque los mal llamados sectores progresistas de esta diócesis, actualmente son victimas de un mal congénito, propio de la cultura hodierna: la inmediatez en sus propósitos. Para ellos ya no hay largos plazos. Todo esta bañado de esa impaciencia de quien no tolera más dilación en sus metas. Como los adolescentes inmaduros a quienes imitan. Les falta sentido divino del tiempo, porque les falta una fe lo bastante fuerte como para estar dispuesto a soportar el proceso moralmente enaltecedor y sublime, pero a sus ojos ridículo, que te proporciona una mirada de eternidad sobre los hechos y las personas.

Es muy posible que leyendo estas reflexiones muchos nos juzguéis unos idealistas nostálgicos, encerrados en una soledad absoluta y victimas de la desesperación de quien sabe nada va a conseguir en su lucha. Pero no es así. Esta reflexión ciertamente es fruto de quienes saben va a morir quizás sin ver el fruto de sus entregas y luchas, pero que desean que ya que han de morir, sea pues después de haber vivido no como unos viejos románticos, solos y desesperados, sino como hombres y mujeres híbridos del ser mortal e inmortal que somos.

Hoy, Sr. Arzobispo, yo de usted estaría orgulloso de tener unos sacerdotes y laicos como estos que formamos Germinans, que sin duda tanto le traen de cabeza pero que quizás al final le ayuden a forjar la más hermosa corona de gloria que merezca lucir en la eternidad de los tiempos.

 

Toda Vich al lado de su joven obispo – 24/09/2007

Embebidos de un espíritu mundano, muchos creen convencidamente que son necesarios muchos títulos y diplomas académicos para ser un buen pastor de almas. Sin duda, la santidad de vida que más que nunca hoy es necesaria en los pastores que deben regir los pasos de la Iglesia no está reñida ni se contrapone en modo alguno a una adecuada y exigente formación académica, pero la reforma integral que necesita toda la Iglesia y muy especialmente en Cataluña no sabe pasar por diplomaturas si antes no pasa por altos grados de exigencia y perfección evangélicas.
 
Este es el caso de nuestra querida y siempre cercana diócesis de Vich (o Vic, según se prefiera) que ha recibido una auténtica bendición del cielo en la persona de su joven obispo Don Román Casanova. La maquinación contra Mons. Casanova ha sido orquestada desde el primer día de su entrada en la diócesis por un grupo de presión movido por una serie de perjuicios progresistas que lo han tachado de conservador por su cercanía personal al cardenal Carles y que no han cesado de mediatizar su persona de manera negativa en todos los medios de propaganda progresista, tanto eclesiales como civiles. El rápido y sibilino enjuiciamiento negativo que le dirigiera su inmediato predecesor y obispo emérito Mons. Guix, sin duda no ayudó en manera alguna a prepararle un camino fácil en el gobierno pastoral de la diócesis vicense.

Sin embargo Don Román se mostró parco y comedido en declaraciones mediáticas y prudente en su gobierno pastoral. Quería conocer en profundidad a su pueblo y a su clero antes de emprender las grandes líneas de reforma que Vich necesita. Y en este mes de septiembre, aunque firmado el documento a finales de agosto, hace llegar a sus diocesanos una espléndida CARTA PASTORAL con motivo del II Centenario del nacimiento de San Antonio María Claret (1807-2007) que constituye un don espiritual para su diócesis y que debe marcar un hito en el proceso de reforma y rejuvenecimiento de la Iglesia en Cataluña. Escrita con lenguaje cercano y sencillo, sin aquellas grandes y frías ampulosidades que acaban haciendo de ese tipo de textos documentos sin vida, Mons. Casanova repasa las coordenadas de la vida del Padre Claret y las pone de relieve comparándolas con las concretas exigencias y problemas de nuestro tiempo. No rehuye enfrentarse a todos los tópicos ideológicos que con enconada resistencia al cambio aún subyacen en muchas mentalidades clericales especialmente en lo que a muchos llegan a llamar “nuevos modelos de Iglesia”. La familia, la importancia de la educación católica, la dedicación a la formación de la juventud en valores cristianos, la importancia de la parroquia como tal, la vida de piedad y devoción como columnas para la santidad de los creyentes, ninguna reflexión es ahorrada por obvia que nos parezca.

Pero aún a pesar de ello, de esas magnificas muestras de discernimiento y buen juicio en la guía pastoral de su diócesis, a Mons. Román Casanova no se le escatiman los ataques ni cesa entorno a él una organizada estratagema de acoso y derribo.

Hoy lunes 24 de septiembre a las 20 horas en la Parroquia de la Merced de Manresa, tendrá lugar la Misa de despedida a la comunidad de frailes capuchinos que han regido pastoralmente la Parroquia en las últimas décadas. Tras las tristes defecciones de algunos frailes no exentas de escándalo, ésta comunidad diezmada y empobrecida, no puede sostenerse por sí misma. Ahora parten de Manresa y en diciembre o enero serán substituidos por miembros del INSTITUTO DEL VERBO ENCARNADO que de este modo iniciaran su presencia en la diócesis y su tarea pastoral. Hasta entonces dos sacerdotes diocesanos se ocuparan temporalmente de la parroquia. El obispo de la Diócesis presidirá lógicamente en la Festividad de la Madre Redentora de Cautivos, que hoy día 24 se celebra, el acto litúrgico con tal motivo.
 
Pero he aquí que los empecinados enemigos de Don Román y su tarea pastoral de reforma le han preparado una de órdago: llevan semanas tirando panfletos, difundiendo pancartas, han previsto abucheos y silbidos, en fin, toda la pataleta que de natural le suelen montar desde el primer día de su consagración episcopal y toma de posesión de la sede vicence. El pasado sábado 22 en el diario local Regio 7, aquel joven e irreverente dibujante independentista llamado Manel Fontdevila, imputado ya por la portada ofensiva de “El Jueves” contra los Principes de Asturias, dedicó su chiste ácido en el “Corral del Seny” contra Mons. Casanova y su tarea pastoral. Este es el único joven que podremos ver en la prevista manifestación contra el obispo al acabar la Misa en Manresa.

Pero esta vez no van a estar solos: movidos de un sentimiento de caritativa solicitud iremos nosotros. Acudiremos con miembros de la Cruz Roja y un equipo de voluntariado juvenil (muchos de ellos creo que procedentes de los cada vez más numerosos grupos de juventud auténticamente católica que lenta pero admirablemente están naciendo y siendo puestos al día) para sostener, no a Mons. Casanova que ya se sostiene por sí mismo, sino para apuntalar la labor sanitaria del SEM 061 (el SAMUR versión catalana) en su misión de asistencia a los previstos manifestantes muy ancianos y deteriorados físicamente todos ellos. Los músculos de brazos y antebrazos creemos pueden sufrir lesiones graves y contracturas mientras portan sus pancartas, para lo cual hemos preparado especiales dosis de REFLEX uso tópico y de Linimento SLOAN (el de los bigotes). Para la voz quebrada de muchos de ellos (ancianos y maltrechos) un reconstituyente ponche de huevo y coñac (aunque en dosis mesuradas para evitar trastornos en los que reciben tratamiento antidepresivo con Diazepán). Máscaras de oxígeno para los que no pueden soportar el humo del incienso que sin duda no faltará en tan especialísima solemnidad, cabestrillos y muletas para los de extremidades más maltrechas y como no, refuerzo de lentes visuales y sonotones para la miopía y la sordera de la que hacen gala la totalidad de ellos.
 
Porque de miopía y sordera espirituales hemos de hablar refiriéndonos a un colectivo laical decrépito (azuzado por un viejo contingente de curas eméritos) que no quiere reconocer el torrente de gracia y de vitalidad eclesial que como agua de mayo les ha llovido en Vich, en la figura humilde y trabajadora de su legítimo pastor, su obispo Don Román Casanova y Casanova.

 

Obispos de Cataluña en la diáspora – 10/09/2007

En este domingo de septiembre, abrir las páginas 42 y 43 de “La Vanguardia”, por no decir el principal sí el más emblemático diario de Barcelona, resulta realmente desolador. Son las dos páginas que aún generosamente el rotativo barcelonés dedica semanalmente a los asuntos religiosos. Entre ellas casi siempre descubrimos la columna de Tribuna  del Dr. Saranyana, teólogo de la Prelatura del Opus Dei que por erudita creo no interesa más que a los eruditos, siempre políticamente correcta, barajando disquisiciones histórico-teológicas o jurídicas, siempre en la orilla de la más estricta ortodoxia y cómo siempre cabe esperar en los miembros de la Prelatura, barriendo para casa al publicitar algún acto de la Universidad de Navarra o alguna publicación que de ella salga. Y como es de suponer, jamás entrando en el cuadrilátero de las autenticas luchas eclesiales que aquí se lidian. Ellos no están para embarrarse con esas cosas. El fango y la ciénaga para otros.

La pastoral (o lo que sea) de nuestro “nunca suficientemente amado” Arzobispo el Dr. Martínez es una autentica desfachatez. La titula “Evangelizar Cataluña” y no es más que un “resumito” a manera de subrayado de párrafos de aquel documento que pretendidamente los obispos de Cataluña hicieron presentando las necesidades pastorales de las diócesis catalanas y que en el fondo no fue otra cosa que la pataleta de los pastores de “aquí, de nuestra tierra” para contrarrestar el documento que precedentemente publicó la Conferencia Episcopal Española (recordemos que la mano de Mons. Carrera sobresalía en su redacción). Triste y lamentable.

Pero lo más deplorable han sido las consideraciones que ha dirigido a su diócesis el por ahora aún obispo de Gerona, Mons. Soler Perdigó, hablando de no sabemos bien qué sobre “el modelo medieval que ya no existe”, sobre los sacerdotes que deben salir de no sabemos qué sacristías, pisar no sabemos qué calles, para que entren no sabemos bien qué vientos del mundo…” Es de alucine. Un discurso “progre” en boca de un obispo más rancio que el tocino de puchero, con el ánimo de captar la benevolencia de su clero más izquierdoso en vista a una despedida de la diócesis con vítores y aplausos. Porque hay que recordar que lo más “progre” que ha tenido en esta vida el obispo Soler son los viajecitos veraniegos que se pegaba con su diácono Salvans cuando estaba de párroco del barrio del Congreso. Por cierto, es únicamente comprendiendo el affaire “Salvans” y todo el circulo vicioso de desencantos y traiciones, acusaciones y denuncias vividos en aquellos días en la relación Soler-Salvans que podemos comprender el complicado expediente que explica por entero su llegada al episcopado. Y Carles en la luna de Valencia.

Pero a estas alturas, por favor, mejor nos ahorre ciertos discursitos “pijo-progres” mezclando citas del cardenal Danneels. Lo malo de todo esto es que una vez aceptada su renuncia por Roma y pues su jubilación (lo cual esperamos llegue inmediatamente) tendremos al personaje pululando por Barcelona y campando a sus anchas. Entonces y sólo entonces os demostrará a todos cómo a imitación del Buen Pastor “sabe encontrar espacios para orar y dar la cara”.

Pero lo que nosotros realmente esperamos es que Roma, “dejando los envejecidos esquemas doctrinales y sociales de la cristiandad” adentre al obispo Soler en la diáspora y le pida pase sus últimos días en este mundo no en la Ciudad Condal sino en Tierra del Fuego o en las Islas Galápagos, es decir en lo más al sur del hemisferio sur.

 

El Dr. Martínez Sistach o de cómo brillar por la ausencia de todo (I) - 03/09/2007

Hace unos meses, concretamente el 25 de febrero, el periodista Jordi Casabella dedicaba un "elogioso artículo" tratando de promover a nuestro Arzobispo al Cardenalato desde la prensa de izquierdas (EL PERIÓDICO DE CATALUNYA) y dar así muestras ante la Santa Sede de que nuestro nunca suficientemente amado Arzobispo era un hombre ponderado que suscitaba consenso y admiración hasta en las filas del nuevo gobierno de izquierdas de la Generalitat. La foto que acompañaba el artículo era una foto "oficialista" de nuestro Arzobispo entre un grupo de Mossos de Esquadra (Policía Autonómica de Cataluña) "aparentemente" rindiéndole honores en su visita al recién "entronizado" presidente Montilla (la verdad es que la Compañía de Mossos los honores se los rendía a Montilla, claro está). Es decir, una de aquellas fotos que pretendidamente encandilan a Roma: las de un entendimiento cordial y dialogante entre el poder civil, sea del color que sea, y la Autoridad Eclesiástica correspondiente.

Lo más divertido de todo el artículo es la tesis final con la que sostiene doctrinalmente la necesidad de ese capelo cardenalicio para el Dr. Martínez y el derecho de prelación de su persona por encima de cualquier otro candidato español: el gobierno de Martínez Sistach brilla por la ausencia de sobresaltos.

Era una manera inteligente de la izquierda eclesial barcelonesa de contrarrestar la fuerza que iba adquiriendo De Bello Pallico y la presión que sus artículos desenfadados, simpáticos, divertidos pero cáusticos iba ejerciendo en la ciberesfera y que pronto iba a llegar a Roma. Fue necesario "civilizar" el De Bello Pallico (estoy contento de que así fuera) y convertirlo en algo de mayor envergadura y seriedad hasta ver nacer a GERMINANS para oponer resistencia al progresismo barcelonés configurando una "acies ordinata", una legión bien dispuesta y ordenada a la batalla.

El progresismo eclesial barcelonés que siempre ha sido la punta de lanza de todo el progresismo catalán, es uno de los más ideológicamente preparados y estratégicamente organizados. No actúa jamás de manera improvisada. Nada es casual, nada es fruto del azar. Su perversión es tal que se alimenta de lo más vil y corrompido en el orden moral y material de las personas e instituciones. Nada ahorra, nada perdona, sacude con la fuerza de su maldad a sus enemigos y destruye a los que se cruzan entre él mismo y sus metas.

La elección del Dr. Jubany, con todo lo que conllevaba su compleja personalidad y expediente, como obispo auxiliar de Barcelona en 1955 fue sin duda un hito importante que ellos bien supieron aprovechar. El Dr. Jubany sin duda podría convertirse en un magnifico instrumento a capricho de sus intenciones. Su nombramiento para Gerona en 1964 como sucesor del Dr. Cartañá, en medio del clima conciliar, una etapa más (y suponían que breve) para afianzar sus objetivos. Pero llegó el nombramiento inesperado de Don Marcelo, justo acabado el Concilio, en el 66, para enrarecer el ambiente y poner obstáculos a sus metas. La culpa no era de Pablo VI, pensaban, era de Franco y del maldito privilegio de presentación de obispos del que gozaba el Dictador. Nada que una estudiada estratagema y enconada lucha no pudiese superar. Campañas publicas, difamaciones, calumnias, vergonzosos insultos, la quema del automóvil del prelado…, minucias sin importancia en aras de sus horizontes. Poco más de cinco años y listos.

Y por fin, Jubany a Barcelona con su nombramiento a finales del 71 y el plan libre de obstáculos.

Ahora había que dar un esqueleto doctrinal a la subversión: primero empezando por el clero, después continuando por el laicado. El esquema usado en la ASAMBLEA CONJUNTA DE OBISPOS Y SACERDOTES, recién concluida en Madrid podía ser muy útil. Además el dúo binario Madrid-Barcelona, Tarancón-Jubany, podía ser novedoso para la perspectiva romana y de gran provecho político. Lo que supuso la muerte de Carrero Blanco en diciembre del 73 y la de Franco en noviembre del 75 fueron, más que dificultades, peldaños donde apoyar los pasos de la estrategia. Las parroquias y el movimiento popular de agitación que podía propagarse desde ellas en medio de la agonía del franquismo y el inicio de la Transición, iban a ser un buen revulsivo.

Y llegó el 77. Y con él la Assemblea de preveres (asamblea de presbíteros). Ahora se acaban de cumplir los 30 años. Toda la UNIÓN SACERDOTAL (la U) tenía en sus manos el poder diocesano, así como sus más jóvenes cadetes, aunque no propiamente miembros fundadores: los Batlles, Bigordà, Saumell, Totosaus, tenían a los Alemany, Hortet y estos, a la vez, a jóvenes sacerdotes, como cachorros preparados para ser los infanzones de artillería desde los flancos periféricos. Nunca el progresismo eclesial en Barcelona tenía su éxito más asegurado. Era la hora de poner las cartas sobre la mesa. Jubany no rechistaría, aguantaría todo por la cuenta que le traía. Sólo era necesario conservar las apariencias. Dejar claro ante Roma que nada se hacía a sus espaldas, que él seguía y moderaba todo el proceso. Preservar con respeto su honra y su vanidad personal. A cambio, muchos silencios…

Las contribuciones desde los arciprestazgos y entidades a manera de trabajo de grupo sobre unas propuestas elaboradas por un equipo de relatores eran calcadas del proceso conciliar. Después, llegar a votaciones y elaborar finalmente unas conclusiones, expuestas turno por turno en una reunión asamblearia propiamente dicha que tuvo lugar en el espacioso teatro del Colegio de la La Salle Bonanova. La mesa presidencial de esos días, con la figura hierática e impasible del Dr. Jubany, con los codos apoyados holgadamente sobre la mesa y su plateado bolígrafo golpeando nerviosamente sobre los dedos, más parecía la estatua de Ramsés II en Abú Simbel que la de un Cardenal de Santa Romana Iglesia.

Más tarde llegaron las actas oficiales, y la aplicación de las determinaciones asamblearias (a decir verdad, nada del otro mundo). Pero lo importante era el proceso, la acción, la praxis que se instauraba. Nunca jamás de los jamases se iba a gobernar la diócesis a espaldas de la recién instaurada "colegialidad". El Seminario, con Mn. Ramón Prat al frente, en sus más desoladores momentos. Ahora había que preparar un nuevo capítulo: la Asamblea Diocesana que implicaría a laicos y religiosos en el proceso. Era el nacimiento en vivo y en directo del principio de CORRESPONSABILIDAD. Las líneas programáticas de la acción pastoral en la diócesis serían decididas de manera asamblearia por el laicado. Este tenía mucho que decir. El proceso de la Asamblea Diocesana, más multitudinario y complicado, iba a durar casi dos años (1980-1981). Al final, para poner de relieve todo lo que el laicado tenía que decir y aportar, la Asamblea "pidió" en una declaración muy aireada por los medios de comunicación que se elaborara una Ley Civil del Divorcio. Majora videbitis. (Mayores cosas aún veréis.)

Pues si, mayores cosas aún veréis y leeréis la próxima semana si tenéis paciencia para seguir el hilo de este relato. Continuará…

BENE VALETE.

 

Enfermo, me han recogido y sacado de un hospital… - 27/08/2007

Dicho así es como para que muchos se froten las manos, pensando que los médicos me han desahuciado y tengo a la Hermana Muerte a las puertas de mi casa. Eso ninguno de nosotros lo sabe. Pero por ahora, en mi caso, parece ser que no. Lo que sí es cierto, y que explica al menos que el lunes pasado, día 20 de agosto, dejase de publicar por vez primera en tres meses, es que he estado enfermo. Y que mi buen amigo Pauper Maestus, me viniese a buscar al Hospital y llevarme a casa. Y es que un sacerdote cuando está enfermo, al menos en esta Diócesis, se siente más sólo y desamparado que nunca. Bueno, siempre nos sentimos desamparados y solos. Desasistidos y cómo no importando muy bien a nadie. Muchos sin más familia que la buena gente de las parroquias, que siempre disponen algo de su tiempo para hacerte una visita y tenderte la mano en lo que puedan. Pero poquito más. No se entera el Arzobispo, y aunque se enterara no vendría a verte. Bueno, quizás en mi caso sí. Si le dicen: Sabemos que Prudentius de Bárcino, está solo en las Urgencias del Hospital "Talycual”… Mucho me temo que nuestro nunca suficientemente bien amado Arzobispo, el Dr. Martínez, dejaría todo lo que se trae entre manos y vendría él en primera persona o enviaría a alguien "de confianza" para que me "visitase". Pero creo que lo haría con nocturnidad y alevosía, aprovechando quizás el cambio de turno de médicos y enfermeras, y me temo que con un resultado no muy alentador para mi supervivencia.

Por eso mejor prescindir de esa posibilidad. Los Vicarios Episcopales creo que están todos de "picos pardos" y los Arciprestes de "parranda", y aunque no fuera así, de ellos poco esperamos. Así que suerte tenemos del brazo secular, es decir del laicado, seglares o cristianos de a pie, llámese como se quiera. Con todo, pues, agradezco a mi amigo Pauper Mestus, el cabezal logístico de esta página, que pachucho como estaba él, con un catarro veraniego que arrastra durante todo agosto, dejara a su esposa e hijos, y a unos amigos que tenía en casa de cena, y a altas horas de la noche (al menos para mí lo eran) me viniera a recoger y sacar de las Urgencias del Hospital.

¿Que qué he tenido? Pues aún no lo sé. El médico dice que es el estrés del síndrome post-vacacional, otros me aseguran que estoy en periodo de duelo por haber jubilado aquel viejo ordenador que me facilitaron para escribir cómodamente los artículos desde mi casa y que ahora he cambiado por un maravilloso ordenador portátil de última generación que Pauper Maestus en mi nombre ha adquirido para que pueda escribir "donde quiera y con holgura" (¡Tierra, tiembla!). Yo tengo otra teoría.

La teoría es que he somatizado todo el dolor que me producen todos los capítulos de la historia contemporánea de esta Diócesis de Barcelona y que en estos días he tratado de recordar, paso a paso, año tras año, con la finalidad de ponerlos "negro sobre blanco" en los artículos que ya programo para los próximos meses. Si Dios me da salud para ello, claro está.

Lo que creo que me ha producido mayor trastorno es el recuerdo de un episodio que causó profundas heridas en mí y en muchísimos sacerdotes y del que ahora se han cumplido 30 años: la Assemblea de Preveres de Barcelona (Asamblea de Presbíteros de Barcelona) que, a los cinco años del comienzo del pontificado del Dr. Jubany, fue el portal de la revolución progresista que trastocó, que puso de "patas p´arriba" la Diócesis y que fue el preludio de lo que después llevaron a cabo al comienzo de la década de los 80: la Asamblea Diocesana de Barcelona.

Pero de ello os escribiré, si Dios quiere, y voy recuperando la salud, el próximo lunes que será el primero de septiembre, día 3.

Y no olviden amiguitos, vitaminarse y supermineralizarse… ¡Contra el mal, la Hormiga Atómicaaaaaa!

BENE VALETE.

 

 

Sin acritud ni resentimiento: sólo espero 56 meses y medio - 13/08/2007

Hoy tengo presentes tres sacerdotes. Esta podría ser el "cuento" de los 3 sacerdotes. Como diría nuestro genial escritor y "bestia negra" de la progresía nacionalista Josep Pla: un amigo, un conocido y un saludado. Así distinguía el literato ampurdanés las clases de personas con las que trataba: "amics, coneguts i saludats". Pues bien, dicho esto, volvamos al hilo del relato. Tengo presentes a los tres...

El amigo, inteligente, prudente y sagaz al mismo tiempo, de tanto en tanto tiene a veces lo que yo llamo “accesos del beneficio de la duda”. Reflexiona concienzudamente sobre todo lo que nos sucede en esta bendita Diócesis de Barcelona con nuestro amado Arzobispo el Dr. Martínez y quiere creer en él, quiere esperar en él, quiere amar en él la imagen de Cristo Pastor. A veces más que accesos intelectuales lo que tiene son accesos místicos. Quiere afianzar su fe, su esperanza y su caridad cristiana y sacerdotal y quiere guiarme por el sendero de una santidad sacerdotal forjada con "actos ciegos e irracionales" en el ejercicio constante de esas tres virtudes que logren afianzar en mí una sujeción firme e inmediata a todo lo que propone y dispone nuestro nunca suficientemente amado Arzobispo. Le agradezco los esfuerzos. Los escucho complacido. Trato de emularlo con espíritu de superación y con los tres grados de la obediencia ignaciana. Lo asevero en conciencia. Pero como diría el beato Papa Juan XXIII:"Ma non attacca" ("Pero no cuaja"). No me da resultado.

Después tengo un sacerdote conocido que sé dedica una hora de oración "extra" de rodillas todos los jueves delante del Santísimo Sacramento implorándole al Divino Maestro que toque con el dedo de su Divina Gracia el corazón sacerdotal de nuestro Arzobispo. Los Jueves en su parroquia siempre son Jueves Eucarísticos, siempre son Jueves Sacerdotales, siempre hay Hora Santa con Exposición Mayor del Santísimo. Él hace dos Horas Santas, una por esa intención otra por las Ordinarias intenciones. También a éste he tratado de imitar al menos en algo. En septiembre se cumplirán 3 años que a la tradicional oración por el Santo Padre y sus intenciones, la "Oremus pro Pontifice nostro" añado como él hace, la de "Oremus pro Antístite nostro".

De hecho en el Breviario, también como él hace, tengo una "chuletita" con la plegaria en cuestión para ser añadida cada mañana en el rezo de Laudes. Si cuaja o no cuaja aquí ya no puedo decir nada. Resultados visibles no es que se vean mucho, pero yo "sigo regando la rama seca en el huerto". Y a rezar por "Aloysio" dale que te crio.

Saludo a veces a un sacerdote, la verdad sea dicha con una cierta distancia, del cual sé por buenas fuentes que se coloca un cilicio lleno de pinchos que se compró en las Carmelitas, cada viernes durante 3 horas, únicamente ofreciendo ese sacrificio por nuestra Archidiócesis y nuestro Obispo. La verdad sea dicha es que a ese sacrificio dicen añade una especial intención, un poco a la manera de una buena parte del clero romano en tiempos de León XIII, para que el Arzobispo se "convierta o se marche". Creo que aunque está un poco "trufado", se trata de un santito. Al menos porque lo que pide en la oración no es realmente lo que pedía el clero romano más radical en la segunda parte de la plegaria...

A éste, lo confieso avergonzado, no lo puedo imitar. No tengo ya mis rodillas para estas penitencias ni mi cabeza para esas, que yo juzgo, excentricidades místicas. Dios a cada uno da unos carismas especiales y una vocación determinada.

Yo ofrezco al Señor la penitencia diaria de tener que soportar este PC viejo que me han proporcionado para poder escribir sin tener que ir, como antaño, de cibercafé en cibercafé, componiendo mis humildes redactados y composiciones.

Bueno, si queréis amigos que sea sincero, es que realmente tampoco esto "ATTACCA". Tampoco cuaja en mí este ascetismo. Que si queréis que sea leal con mi conciencia y con cada uno de vosotros, y lo siento por esos TRES SACERDOTES que tengo en el horizonte de mi pensamiento, lo único que espero son 56 MESES Y MEDIO. Los que le quedan al Excelentísimo Arzobispo de Barcelona Dr. Don Luis Martínez Sistach para presentar su dimisión en plazo requerido por el Derecho Canónico. Para que voy a mentiros. Nunca lo he hecho, menos ahora.

BENE VALETE, CARISSIMI

 

En el Tabor se transformó – 06/08/2007

Os equivocáis de entrada, de hecho es una trampa, si pensáis que me estoy refiriendo a la escena de la Transfiguración del Señor, que hoy celebramos en la Liturgia. De hecho no podríamos incluir como cita escripturística la referencia al Monte Tabor, colina en la que solo la Tradición cristiana sitúa tal sorprendente y maravillosa escena.

Es el Monte Tabor (HAR TABOR) una, diríamos, redondeada colina de 575 metros de altura sobre el nivel del mar, al este del Valle de Jezreel y a no más de 17 km al oeste del Mar de Galilea. El libro de los Jueces en su capítulo IV versículos 1-24 coloca ese monte como el lugar de una batalla que TRANSFORMÓ la suerte de Israel en tiempos de la profetisa Débora, mujer de Lapidoth. El ejército del rey Jabín, capitaneado por el general Sisera (o Sisara) se cernía sobre el pueblo de Israel como negros nubarrones que nada bueno presagiaban. El futuro del pueblo de Dios dependía, como en otros tantos momentos, de una batalla, de una victoria. Y he aquí que el Señor Dios de los Ejércitos (cuanto disgusta a los exegetas esa literal traducción, por Jahvé) suscitó la intrépida valentía de Débora que llamó a su fiel general Barak para que le plantase cara con un pequeño ejército. Barak estaba dispuesto pero pidió a Débora le acompañara so pena de ser juzgado como un cretino por el hecho de hacerse acompañar por una mujer. Pero es que Débora era mucha Débora. Era una de esas mujeres fuertes, una de esas "virago" de las cuales la Escritura nos canta las virtudes, y no precisamente los femíneos encantos... Pues allí tenéis a Barak y Débora a los pies del Tabor, plantando cara a Sisera y al rey Jabin, revestidos si no de fuertes corazas sí de la fuerza del Espíritu de Dios.... Ya os podéis imaginar como acabó la batalla: VICTORIA TOTAL Y ABSOLUTA de Israel sobre sus enemigos. Canto de júbilo y alabanza del pueblo a su Dios y Señor. Con esa victoria, la suerte del pequeño Israel se trocó, se transformó, varió, se alteró, se metamorfoseó, se modificó, se mudó, cambió, se reelaboró, SE TRANSFIGURÓ. Todos estos verbos que he conjugado y que preceden a TRANSFIGURAR, son los que la Real Academia de la Lengua nos da como sinónimos del principal.

Yo me digo, que quizás por esa razón, el Señor se escogió ese Monte Santo para Transfigurarse ante sus discípulos y aparecer rodeado de los profetas en aquella visión de Gloria que les daría fuerza para encajar más o menos serenamente, mas o menos esperanzadamente el Misterio de Pasión que estaba a punto de acontecer y que iban a presenciar también con mayor o menor distancia.

Ignoro si en su Peregrinación a Tierra Santa, nuestro nunca suficientemente amado Arzobispo el Dr. MARTÍNEZ, habrá peregrinado con esos jóvenes y con sus dos "profetas" Toni Román y Roberto Baró a la colina galilea, sufragados los gastos por aquella otra "virago" no de nombre "Débora" sino "Begoña" (a mí, todos los nombres femeninos vascos me parecen de virago). Lo que si rezo, como hacen otros sacerdotes, es para que allí producido alguna mudanza, algún trueque, alguna transformación, alguna variación, alguna alteración, alguna metamorfosis, alguna modificación, algún cambio, alguna reelaboración, alguna TRANSFIGURACIÓN. Ignoro el resultado.

Quiero tener FE. Yo por si acaso, con mis mejores votos y deseos, sigo cantando aquella machacona canción de Lluís LLACH, tan cantada en los Ofertorios de los años 7O: "FE NO ÉS ESPERAR, FE NO ÉS SOMNIAR, FE ÉS PENOSA LLUITA PER L´AVUI I PEL DEMÀ". (Fe no es esperar, fe no es soñar, fe es penosa lucha para hoy y para mañana)

BENE VALETE.

 

Congregati sunt et convenerunt in unum - 30/07/2007

O de cómo Dios los cría y ellos se juntan. Así va se va configurando el triste futuro de algunas parroquias de nuestra Archidiócesis que se van conformando a la manera de avisperos pijo-progres o de madrigueras ideológicas y reductos numantinos de los sectores progre-nacionalistas. Ha llegado la hora de la jubilación de buena parte de los sacerdotes que entraron en el Seminario en aquel clima religioso eufórico de la inmediata postguerra e inicios de los 50. Forman la generación más nutrida de vocaciones de las que se dieron en nuestra diócesis. El ambiente de fervor encendido (de piadoso triunfalismo, dirían ellos) hizo que en tantas familias de todas las clases y segmentos sociales, el hecho de enviar un hijo al Seminario, y que este subiera las gradas del altar para cantar Misa, fuese de un singular prestigio social y reconozcamos de digno orgullo. Fue también la generación que también quiso singularizarse en su "distanciamiento" del franquismo y en el proceso de acentuación, en primer lugar de un "catalanismo culturalmente militante", después en un exacerbado nacionalismo político. Es la generación que tomó en sus manos las riendas del post-concilio en nuestra Iglesia diocesana, interpretando casi siempre torticeramente los textos conciliares, en nombre del "espíritu" del Concilio que ellos poseían de manera singular y exclusiva.

Ahora, poco a poco. van jubilándose, no porque deseen dar paso a las nuevas generaciones, que haberlas haylas, sino porque se impone la lógica inexorable de la edad y los achaques y dolencias con que esta se hace acompañar. ¿Y donde se nos van estos eméritos sacerdotes? ¿Quizás a nuestra Residencia Sacerdotal San José Oriol, en la calle Juan Güell ? Imposible porque el famoso "Secadero" de Las Corts está a reventar de lleno y no cabe ni un alfiler. Lleno el barco hasta la bandera. Y además a nadie se le va ocurriendo la idea de hacer una ampliación adecuada o acondicionar alguno de esos conventos de monjas que van desapareciendo como tales y que tan necesario sería acondicionarlos como segunda Residencia para sacerdotes jubilados.

El ecónomo Matabosch no está por la labor. ¿Por qué razón? Al menos por dos razones. Por una razón de ineptitud gestora y por otra razón de raíz ideológica. De ambas, la más grave es la segunda. Desea la izquierda pijo-progre que la mayoría de estas eméritos sacerdotes (y no por ello, necesariamente meritísimos) vayan a pasar sus últimos días acogidos en algunas parroquias donde juntamente con los sacerdotes de su línea y los laicos preparados para convertirse en Agentes de Pastoral vayan configurando el rostro de la "nueva Iglesia del mañana". Son las llamadas "parroquias piloto" del Mapa Pastoral Diocesano. Así Bada se nos va a vivir con Boix y sus agentes de Pastoral a la Basílica de San José Oriol en el Ensanche, Martí Visa estará con Brustenga en Collblanch, Mateu Tarrats con Jordi Carreté en el Turó de la Peira, Pere Vivó vivirá en su casa en St. Andreu pero "hará piña" con Pep Soler. Y así en progresión geométrica infinita. Por una parte les sacarán las castañas del fuego con parte de las misas, y por otra parte con su "sabiduría y experiencia postconciliar" serán como el Komintern del progresismo en los arciprestazgos. Todos excepto claro está, algunos que como Mn. José Antonio Arenas Sampere, nuestro canónigo preferido y dilecto, y hasta este preciso instante aún Director Espiritual del Seminario, se está acondicionando la Rectoral del Seminario (sea dicho que a expensas propias, excepto a lo que el Aire Acondicionado se refiere) para quedarse allí hasta que lo saque Pompas Fúnebres con los pies por delante. Otro caso: Ventosa, otro affaire Mansilla, otro más que no lo mueve ni la Guardia Civil una vez ponga su pica y sus "picos" ($$) en Flandes.

Espero que desde Tierra Santa nuestro amadísimo Arzobispo, tenga la lucidez y la cautela de seguir muy de cerca, como de hecho hace casi cotidianamente, esta nuestra página y todos los aconteceres diocesanos. No se dé el caso que a su regreso más que una diócesis se encuentre un motín de jubilados OKUPANDO las casas parroquiales de nuestra diócesis amparados y cobijados por ese gran segmento de curas ANTI-SISTEMA que la progresía va colocando en las parroquias PILOTO de ese engendro que llaman el NOU MAPA PASTORAL. De todas maneras y cómo él no se cansa en repetir machaconamente, ya sabemos que en la Agenda del Dr. Martínez no existe el mes de Agosto. Pero tranquilo, que ya se encontrará con Septiembre. ¡Y le va a coger cuesta arriba! ¡Y no sabe cómo!

 

Desde Vich, la mejor noticia del año - 23/07/2007

Se la denominó "Capital de la Montaña" por ser antaño el centro económico, cultural y religioso de la Cataluña Central. Parece haber sido desplazada en esa centralidad por la siempre pujante ciudad de Manresa. Se la llama y se llamará eternamente la "Ciutat dels Sants" (Ciudad de los Santos) no sólo por custodiar las reliquias de sus santos protectores Luciano y Marciano, sino por haber sido la cuna de multitud de santos, beatos y venerables hijos e hijas de Dios, que con su vida y testimonio han extendido la Verdad evangélica cual faro luminoso por todo el mundo católico. Son muchos los Institutos Religiosos que, especialmente en el siglo XIX, nacieron y dieron sus primeros pasos evangélicos alentados y bendecidos por tantos Santos Obispos que presidieron la Sede del Vicus Ausonensis.

Fuertemente arraigadas las mejores y más nobles tradiciones de nuestra Cataluña payesa en una religiosidad profunda y seria, otro no podía ser el fruto. Desde la cátedra episcopal ausonense se difundió como un manantial de gracia y de fortaleza, la palabra preclara del que llegara a ser el Patriarca Espiritual de Cataluña, el venerable TORRAS Y BAGES, aquel que con rotundidad afirmara: "CATALUÑA SERÁ CRISTIANA O NO SERÁ" Pues en el albor de este siglo XXI, nos llega la noticia de la llegada a VICH, a instancias de su joven y celoso Obispo Mons. Román Casanova, del INSTITUTO DEL VERBO ENCARNADO. Sobre qué misión les tiene asignada el Pastor diocesano aún no podemos concretar nada. Pero únicamente el hecho de esa acertadísima decisión entorno a un Instituto de increíble vitalidad y juventud, de abundantes vocaciones en todos sus diversas ramas y de tan admirables frutos de gracia y santidad en tantos lugares ya del mundo, nos hace congratularnos y felicitar de corazón a D. Román. Sabemos que arrecian las críticas y las calumnias sobre su persona, especialmente la más vil e insidiosa hasta ahora oída y difundida, mostrándolo implicado en primera fila de la vida política, junto a PLATAFORMA PER CATALUNYA. Sólo quien todo lo ignora de D. ROMÁN puede colgarle ese "sambenito".

Entretanto todo lo que permanece en manos de la furibunda progresía que lo denosta y ataca va desmoronándose y cayendo por su propio peso. En estos días, nos informa nuestro contacto vicense, ha dimitido la Junta Local de Cáritas-Manresa enturbiada por asuntos que merecerían ser destacados en un más amplio artículo. Lo que si pronosticamos es que el futuro católico de la queridísima Diócesis de VICH no va de la mano de los que la arruinaron sino que el Señor la ha puesto en las manos de su legítimo e incansable Obispo D. Román, en la de los sacerdotes que quieran ser sus fieles colaboradores, en la de los Institutos y Ordenes Religiosas que leales a su carisma fundacional no quieran tener otro empeño que suscitar en el pueblo cristiano, seglares de todo segmento social y cultural, un entusiasmo evangélico que transforme poco a poco, pero decididamente esa hermosa porción del pueblo de Dios que es la antiquísima y venerable DIÓCESIS DE VICH.

Que la Virgen Santísima de la Gleva, patrona insigne de la Plana, les dé fuerza, ingenio y vitalidad.

 

Porque te quiero te “aboñego” - 09/07/2007

Recoge el Instituto de Verbología Hispánica en su relación de vocablos aragoneses publicada en 2006, el infinitivo "aboñegar" y aunque no nos facilita el contenido semántico preciso de esa acepción, en Cataluña sabemos muy bien lo que significa ese verbo pues es afín a nuestra lengua catalana. Aboñegar significa deformar a base de golpes o bien golpear hasta causar "boños" es decir "chichones". Lastimosamente estos dialectismos aragoneses, como de otras regiones, o se van perdiendo o van corrompiéndose hasta asimilarse a otras palabras fonéticamente parecidas pero de otro campo semántico. Algunos maños de ciudad dicen ahora que al niño que ha caído al suelo le ha salido un "bollo". Pues vamos bien con la confusión: yo no me hartaría de golpear a los niños hasta llenar un saco de bollos, panecillos de Viena y chuscos de pan si así fueran de efectivas las contusiones sobre las seseras.

La frase "Porque te quiero te aboñego" forma parte del refranero popular aragonés. Y se utiliza cuando a la par que dices querer a una persona lo que haces es golpearla sin mesura ni conciencia, argumentando que así demuestras tú el cariño.

Eso es lo que ha hecho nuestro tan queridísimo como olvidadísimo Jordi Llisterri Boix en su blog "Laeto Animo". Le salta en la yugular a S.E. el Dr. Martínez porque éste, en una Conferencia organizada por el GRUP D´ENTITATS CATALANES DE LA FAMILIA ha hecho una exposición correcta y conforme a la doctrina de la Iglesia sobre la institución familiar y su importancia cara a las nuevas generaciones. Aunque al final le alaba: porque él normalmente no es como los de la "caverna", tiene un estilo más parecido a "Benedicto XVI" (majora videbitis!!) El texto está disponible y como no cabía esperar otra cosa ante una institución como el GECF es de contenido más que laudable, encomiable. Felicitaciones pues por una parte a la labor incansable del GECF y por otra al Dr. Martínez en esta Conferencia.

Ahora hace falta que lo que dice en "petit comité" y a "sotto voce" para estos grupos e instituciones, lo proclame a pleno pulmón en los medios de comunicación públicos y privados, en las homilías en la Catedral o en los eventos diocesanos y ante los miembros de Consejos Pastorales Diocesano y Parroquiales, Arciprestal y Presbiteral, en las Parroquias y en los periódicos y la TV.

La estrategia de cumplir el protocolo bajo ley de mínimos y según el auditorio que tiene delante, ya fue subrayada por mi ínclito amigo y columnista Antoninus Pius en su columna SPLENDOR VERITATIS (Sistach: mirando a derecha e izquierda - 20/06/2007). El Arzobispo se mueve según el viento que sopla y toca al son que más le conviene en cada momento.

Nosotros, también como Llisterri pero de manera más auténtica y menos farisaica y jesuítica (me perdonen los S.I.), es decir sin menos restricciones mentales, cuando tenemos que decir por algo al Dr. Martínez "Te quiero", se lo decimos y cuando hay que "aboñegarle", pues lo aboñegamos, sin en el fondo esto es un "porque te quiero te aboñego".

Felicidades, Sr Arzobispo.

BENE VALETE

 

N.R.: Sin ánimo de desautorizar a nuestro ínclito y admirado Prudentius de Bárcino, pero para la mejor información de nuestros lectores, apuntaremos que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, en su vigésima segunda edición, recoge en la palabra “bollo” lo siguiente


bollo 1.
(Del lat. bulla, bola).


1. m. Pieza esponjosa hecha con masa de harina y agua y cocida al horno; como ingredientes de dicha masa entran frecuentemente leche, manteca, huevos, etc.
2. m. Cierto plegado de tela, de forma esférica, usado en las guarniciones de trajes de señora y en los adornos de tapicería.
3. m. chichón (‖ bulto en la cabeza).
4. m. coloq. Lío, alboroto, confusión. Se armó un gran bollo.
5. m. coloq. Cuba. vulva.
6. m. Méx. Pan en forma de cubilete.
7. m. Méx. Pasta hecha de cacao molido y pinole.
8. m. Pan. Pasta de maíz tierno.

Y además:


bollo 2.
(De abollar 1).


1. m. coloq. abolladura.
2. m. coloq. Arg. trompada (‖ golpazo).

De lo cual se deduce que tal vez los maños de ciudad no estén tan equivocados.

 

Rusticatio - 01/07/2007

Mis compañeros me echan en cara que los títulos de mis artículos parecen los enunciados de las tesis de Santo Tomas en la Summa. Con cariño. Pero me lo echan. Especialmente persistente en ello, mi ínclito e inseparable amigo Pauper Maestus. Me he quedado con la martilleante copla y hoy intento corregirme. Hoy como título, una sola palabra. Rusticatio. Y es que ese ha sido el gran evento interno a destacar esta semana pasada en el seno de nuestra familia. Y digo familia, porque cada vez nuestro grupo de colaboradores se va pareciendo a eso: a una gran familia. Una familia de sacerdotes y laicos, unidos por un mismo ideal, por una misma lucha.

Todas las familias deben tener momentos relajados de encuentro, de fraternidad, de asueto y diversión, especialmente al concluir una etapa en su camino. Es el CONVIVIUM, el ÁGAPE cristiano, lo que en las comunidades monásticas y seminarios siempre se denominó con el clásico apelativo de "rusticatio". Salir fuera del ámbito habitual, escoger un lugar alejado, rodeados de la belleza de la naturaleza creada por la bondad del Señor, peregrinar con los hermanos hasta él y compartir, simplemente compartir. Compartir la amistad, las impresiones, la genialidad de cada uno, poner en común las propias inquietudes e ilusiones, motivar la gratitud hacia el Señor y hacia los hermanos y compañeros comprometidos en un mismo camino. Y finalmente, compartir el alimento. Eso traba el carácter, liga los ideales de un grupo, despierta afectos, afianza objetivos."Fa pinya". El concepto latino "rusticatio" implica fuego, brasas, comida festiva y extraordinaria. Nosotros no nos íbamos a quedar atrás.

Concertados el día y el lugar (no os lo vamos a facilitar por razones de seguridad), me tocó convocar a todos por razones de veteranía. Pauper Maestus, nuestro cabezal logístico, hizo el resto enviando mensajes formales a todos. Todos fueron confirmando finalmente la asistencia. Un día esplendoroso. Fueron llegando unos, mientras resituábamos a otros. Cantamos el ANGELUS DOMINI en una hermosa Capilla, digámoslo también, un tanto destartalada, pero hermosa. Volvimos a cruzar las miradas, a sentir el calor de la amistad. O QUAM BONUM ET QUAM JUCUNDUM HABITARE FRATRES IN UNUM. ¡Oh qué gozo y que alegría vivir juntos como hermanos! Pauper Mestus recitó "La oración de un seglar por los sacerdotes". Original y emotiva.

La benignidad del clima nos acompañó hasta el final. Lucía esplendoroso el sol.

Compartimos visiones de manera relajada, aquilatamos consideraciones, perfilamos juicios, establecimos objetivos, nos sentimos muy unidos. Profundamente unidos y agradecidos al Señor por los logros y victorias que este año ha puesto en nuestras manos. Mejor, que nosotros hemos tratado de poner en sus manos. Porque es al Señor de la Gloria al que servimos. Y a su Iglesia. ¡No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria!

Finalmente y con las brasas de la amistad encendidas en el fuego del Espíritu, encendimos los carbones de la barbacoa (cumplimos las normas de seguridad establecidas por la Generalitat incluso para los recintos privados). Se bendijo la mesa cantando. No hicimos falta ninguna subsidia litúrgica del C.P.L. para ello. BENEDICITE. Todos: BENEDICITE. Benedic, Domine, nos et haec tua dona, quae de tua largitate sumus sumpturi. La maravillosa y dulce esposa de Pauper Maestus, Dorotea de Maestus, la única fémina entre todos y que no anda muy ducha en latines me miró al escuchar "dona" pensando que iba por ella. Un poquito también. También para ella imploramos la bendición. MENSAE CAELESTIS PARTICIPES FACIAT NOS REX AETERNAE GLORIAE. El rey de la Eterna Gloria nos haga partícipes de la mesa celestial. AMEN. Comimos bien, reímos, brindamos por dos veces: con vino y con cava. A mi juicio nos merecíamos eso y más. Hoy, desde esta columna, quiero también brindar por ellos, me hicieron muy feliz, salimos muy satisfechos. Hubo mucha complicidad y una cierta conciencia de pequeñez e indignidad por la misión que Dios está poniendo en nuestras pobres manos. Quieren mis ojos ver más días como estos: quiero ver más a menudo el rostro de mis compañeros, de mis amigos, de mis hermanos en la fe y en el sacerdocio. Quiero dar gracias porqué el Señor me los ha puesto en el camino. AGIMUS TIBI GRATIAS ...

 

 

¡Hay que organizar la resistencia y armar al clero! - 25/06/2007

Algunos pensaran que me he vuelto más loco de lo que estoy. Que la exhortación que como arenga sirve de título a este articulo es desaforada. No os preocupéis, no es más que un recurso y una cita histórica. La escribió hace casi dos siglos el canónigo Alzina, la secundó su compañero de Cabildo el canónigo Tallada. ¿El lugar de la publicación? El Diario de Manresa. Mayo de 1808.

Los ejércitos de Napoleón habían cruzado la frontera española por los Pirineos y había ocupado Cataluña con un ejercito de suizos, valones y mercenarios italianos. Al mando el general Schwarz. Napoleón estaba convencido que Cataluña recibiría a los franceses como a sus salvadores y que nuestra tierra sería la primera piedra y joya más preciada en la corona que pretendía ceñirse con el dominio de España. Poco nos conocía el Malaparte. Es cierto que un pequeño grupo de intelectuales y algunos burgueses dispuestos a hacer buenos negocios con el gobierno del francés dieron respaldo al invasor. Pero el grito fue unánime: "LA PÀTRIA ESTÀ EN PERILL: VISCA ESPANYA i VISCA NOSTRE REI". Desde Gerona a Igualada, desde Lérida hasta Tortosa, desde la Seo hasta Vich: un sentimiento heroico unánime. Las noticias volaban. Gerona con Álvarez de Castro estaba dispuesta a resistir. ¡Gerona, la tres veces Inmortal!.En Junio los somatenes de Manresa e Igualada en el Paso del Bruch habían detenido a Schwarz. Un joven timbal, Isidre Llussà, no sólo había redoblado su tambor: había hecho redoblar la heroica determinación del pueblo catalán: ¡FORA EL FRANCÈS!

En Manresa nace un periódico, sencillo, humilde, casi insignificante, pero que bajo la pluma bien mesurada y aguerrida de dos canónigos, Alzina y Tallada, va a ser la voz de la conciencia en la Resistencia de Cataluña. Van a ser 6 largos años de lucha.

EL ARZOBISPO DE BARCELONA Dr. MARTÍNEZ SISTACH, hace 3 años que ha entrado en Barcelona. El pensó ser recibido como el Libertador de no sabemos aún bien de qué opresión. Quería ser aclamado como el PACIFICADOR por nuestro clero y pueblo. Es cierto que el PROGRESISMO que lo aupó esperando recibir prebendas y dádivas de poder está obteniendo sus fines (aunque no todos ni los más codiciados y bien sabéis todos la responsabilidad que en ello hemos tenido) pero está siendo a costa de un gravísimo daño para la Iglesia en Barcelona y Cataluña. ¡CATÓLICOS: HAY QUE ORGANIZAR LA RESISTENCIA DEL LAICADO Y ARMAR MORAL Y DOCTRINALMENTE AL CLERO!. A los ojos de Napoleón España era una nación zafia y adormecida, no sabía qué sangre corría por nuestras venas. A los ojos de SISTACH somos una compañía de cobardes que se esconde en el anonimato de esta página, ávidos de cargos y de poder. Se equivoca, Su Excelencia: NO SABE QUÉ ANIMO MARTIRIAL NOS ALIENTA. Aunque al final nos fusilen como al canónigo Tallada los constitucionalistas en el 22. Como al teatino Padre GALLIFA y a Mn. Pou, Mártires de la Independencia junto a puñado de héroes resistentes que refugiados en los fuelles del órgano de la Catedral, recibieron la promesa de ver respetada su vida si se entregaban. Pero les esperaba el garrote, más vil e impío que nunca. Pensaban matarlos, lo que hacían los invasores era inscribir su nombre en el cielo y su memoria en la eternidad.
Cual DIARIO DE MANRESA redivivo, GERMINANS está siendo el altavoz de las conciencias. Ahora lo será de la RESISTENCIA COMBATIVA. El progresismo no va destruir la Fe de nuestros padres, no va a demoler la IGLESIA EN CATALUÑA, vamos a COMBATIRLO, esté Vd. o no a nuestro lado. Sabemos que no luchamos únicamente con enemigos externos. Como afirmó el filosofo e historiador WILL DURANT: "Ninguna gran civilización se puede conquistar si antes no se ha destruido a sí misma por dentro". La analogía sirve maravillosamente para nuestra Iglesia. AHORA, COMPAÑEROS E HIJOS DE DIOS, es hora de RECONSTRUIRLA DESDE DENTRO, es la hora del rearme moral y doctrinal, es la HORA DE LA SANTIDAD HEROICA. No os acobardéis. Como gritaban los santos del Medioevo: "DEUS LO VULT", "Dios lo quiere. Nos espera la gloria del cielo. "NO ANTEPONGÁIS NADA A CRISTO”. Ni vuestros intereses personales, ni vuestros miedos. CEÑIREMOS UNA CORONA INMARCESIBLE: para ello fuimos bautizados, para ello consagrados SACERDOTES DE CRISTO.

Pasaron los Godoy, los Carlos IV, los Fernandos VII, los que tenían que defender ESPAÑA y traicioneramente la vendieron. Quedaron escritos los nombres de DAOIZ y VELARDE, de ESPOZ y MINA, del alcalde de Móstoles, de AGUSTINA DOMENECH, la barcelonesa de todo Aragón y de España entera, quedaron grabados en la historia los de ÁLVAREZ DE CASTRO y los Mártires del Complot de la ASUNCIÓN, los de ALZINA y TALLADA.

Como cantábamos en el Himno de Perseverancia: ¡AMUNT GERMANS QUE ÉS NOSTRA VIA, JESUS REI NOSTRE ENS VA AL DAVANT!

 

 

El Abad Soler, grave peligro para la Iglesia en cataluña - 18/06/2007

Tome nota la Congregación Subiacense, pero si cabe aún más el correspondiente Dicasterio Romano. En la conferencia pronunciada el pasado miércoles día 13 de junio en el anfiteatro Guizot de la Sorbona, la laica Universidad de Paris, como respuesta a la invitación que el verano pasado le cursó el rector Jean-Robert Pitte, el abad de Montserrat Dom Josep María Soler, dibujó magistralmente junto a la historia contemporánea de dicho monasterio, el esbozo de la eclesiología que, en su concreción práctica, resume todo el programa del progresismo catalán: el silogismo es el mismo que el contenido en la tesis que sostienen y defienden la implantación de los AGENTES DE PASTORAL en la archidiócesis de Barcelona: admitir que el "reclutamiento de los monjes" (sic) no es tan próspero como antaño y, como respuesta a ese problema y a los retos de la institución en la sociedad actual, HAY QUE REPENSAR LA ACTIVIDAD MONÁSTICA. El excursus, casi gracioso, sobre su "ir replanteándose" la forma de incorporar niñas a la Escolanía no es tampoco inocente. Es un corolario y a la vez una cuña. Es el mismo principio, repito e insisto, que sostiene la supuesta "LICITUD Y URGENCIA" de formar y colocar al frente de parroquias sin sacerdote (por la más que evidente escasez de ellos) a los AGENTES DE PASTORAL formados en el C.E.P. (Centre de Estudis Pastorals), mascarón de proa del progresismo barcelonés y catalán.

Si el abad quiere repensar la vida monástica que vaya a Sainte Marie de FONTGOMBAULT y sabrá lo que tiene que hacer. Y si todos queréis saber como nace, florece y se expande un auténtico monasterio benedictino entre en la web de Sainte Madeleine du BARROUX en la Provenza francesa y verá como florecen las vocaciones monásticas entre el olor a romero y espliego de la garriga provenzal, al canto monocorde de las partituras gregorianas, del duro trabajo bien hecho y en silencio de cada día, de la hermandad vivida en auténtica caridad cristiana y en el entusiasmo por ser cosecha privilegiada del florecer de la santidad monacal benedictina. Ese monasterio ya fue enaltecido en sus últimos años de vida por Juan Pablo II (veréis las fotos) y actualmente es presentado como prototipo de renovación monástica por el mismísimo BENEDICTO XVI que, como todos sabemos, lleva en su corazón un acendrado amor a San Benito y a su obra, ensamblado a su mismísimo nombre de elección papal. (Veréis, en el apartado HISTORIE de la communauté, en la penúltima foto de la izquierda con casulla verde al CARDENAL RATZINGER presidiendo la SANTA MISA en 1995.....)

P.S.:Para las féminas mirad: l'Abbaye Notre Dame de l'Annonciation .

BENE VALETE

 

 

Una única solución: promoveatur ut removeatur, Dr. Martínez- 11/06/2007

Ya sabemos que los tiempos que Roma y la Nunciatura se toma para decidir los asuntos es un tiempo "con mirada de eternidad". Conocemos la existencia de los tres cajones de escritorio en las Congregaciones Romanas donde, por orden de prioridad, son distribuidas las diversas cuestiones a resolver. Un cajón para las cuestiones que exigen rapidez y determinación por la urgentísima prioridad del asunto en cuestión. Otro cajón donde son situadas las actuaciones que requieren sistematización orgánica y colaboración con otros Dicasterios y, por lo tanto, una prudencial espera para que se cumplan los plazos y las contestaciones. Y otro cajón, el último, donde son aparcadas aquellas cuestiones que el tiempo por si mismo solucionará. La cuestión BARCELONA no puede estar en este último cajón. Y no puede estar porque tras tres años de gestión episcopal y visto el enfoque y la dirección que toman las cuestiones de primera línea nos arriesgados a que se malogren las posibilidades de rescate de la Diócesis en un futuro próximo.

En la mudanza y traslado de S.E. el Dr. Martínez desde Tarragona a Barcelona ya se han roto demasiadas piezas de la vajilla. Ya se han hipotecado en demasía las vías de escape a esta situación de letargo, decadencia y descontento general. Ciertamente, no podemos acusar al Dr. Martínez de haber comprometido ningún punto de doctrina o moral en su gobierno pastoral, ni siquiera de haber contravenido "por acción " directa ninguna de las prescripciones jurídicas de la Iglesia.

Pero sus OMISIONES son tantas y tan graves, ya enumeradas de manera amplia y concreta en este primer mes de vida de esta página, que no podemos imaginar que nuestra Diócesis pueda resistir CINCO AÑOS más con esta tónica pastoral.

Se hace urgente un CAMBIO RADICAL, y no sólo de imagen. Y ello únicamente puede llegar si Roma se conciencia, por una parte, de cómo en estos tiempos actuales todos los plazos se aceleran asombrosamente y, por otra, de como puede seguir con plena vigencia aquel adagio curial romano: PROMOVEATUR UT REMOVEATUR es decir QUE SE PROMUEVA PARA QUE SE REMUEVA.

Nuestro Arzobispo S.E. el Dr. Martínez Sistach puede estar necesitado de una conveniente PROMOCIÓN a no importa cual Dicasterio o Comisión, si es necesario con rango cardenalicio, con el fin de liberar a la Archidiócesis de Barcelona de tan oneroso lastre como viene siendo su gobierno pastoral.

Es cierto que esta PROMOCIÓN tiene que estar ligada a una SOLUCIÓN, es decir, a un tener muy claro el PAPEL y los PROTAGONISTAS del cambio.

Si la promoción de Martínez a cualquier ministerio curial en Roma implica un desenlace que pase por la vía VIVES SICILIA como alternativa de cambio MEJOR es no tocar nada. Iríamos de GUATEMALA a GUATEPEOR. De hecho este es el perverso plan orquestado por el progresismo barcelonés al que colaboran ingenuamente muchos.

El cambio en Barcelona no puede conllevar meras SUBSTITUCIONES, el cambio en la buena dirección, en la línea de fidelidad a Roma, pasa por UN NUEVO GUIÓN, con nuevas ideas y nuevos protagonistas. En Cataluña hay que dejar de mover piezas, mudándolas de casillas, de aquí para allá, de adelante hacia atrás. Es necesario CAMBIAR TODO EL JUEGO.

Ahora, queridos compañeros, es necesario IR A ROMA Y A POR TODAS. Monseñor MARTÍNEZ SISTACH insiste en público, cual " EXCUSATIO NON PETITA" que en Roma están contentísimos por todo. Pues eso lo vamos a tener que ver.

Por todo ello desearía invitaros a que no convirtáis esta página en una simple ventana a la realidad, un espacio que os aboque a la contemplación pasiva de todo cuanto, mis compañeros y yo, os relatamos y os apuntamos para vuestra reflexión. Es necesario hacer posible el cambio a base de acciones positivas. Es necesario el compromiso por parte de todos, en la medida de nuestras posibilidades.

Es muy posible que todos recordemos aquellos slogans (eslóganes, dicen ahora) de las manifestaciones de los años 70 y 80, cuando inicialmente un pequeño grupo reivindicaba una cosa u otra ante la contemplación pasiva del público, desacostumbrado a cualquier acción reivindicativa por un régimen que propiciaba la APOLITICIDAD por encima de todo. Entonces se oía gritar unánimemente: "NO NOS MIRES, ÚNETE" "NO NOS MIRES, ÚNETE". Pues ahí está el quid de la cuestión: no te conformes con mirarnos, únete a nosotros y de una manera u otra HAZ POSIBLE EL CAMBIO (en homenaje a DON ADOLFO SUAREZ que en este mes de 1977, hace ahora 30 años, propició la TRANSICIÓN democrática en España, pasando de la Ley a la Ley)

BENE VALETE

 

La camiseta de Kuxumuxu y las entrevistas con el Doctor Martínez - 04/06/2007


Lo siento por el estucado veneciano de mi despacho. Lo siento porque después de lo que me costó decidirme en hacerlo lo he destrozado. Si, si, lo he destrozado. Y lo he hecho dándome cabezazos hasta desconchar el efecto" aguas-marinas" creado con ese polvo de mármol que me costó tan caro en la Súper-Cadena Los Tigres. (Con lo cara que está la vida y con el sueldo tan precario que tenemos sólo puedes hacer una reforma comprándote tú los materiales y empleando algunos buenos operarios ecuatorianos que te ejecuten la faena.)

Y os preguntareis ¿se habrá lastimado el hueso frontal nuestro amigo Prudentius? ¿acaso los parietales o esfenoides? No, no temáis amigos, tengo la cabeza muy dura desde pequeño cuando, con poquísimos años, me acostumbré a protestar dando patadas desde la trona a la mesa del comedor y creando con estas una palanca que me propulsionaba hacia atrás para golpear directamente con los occipitales en el suelo, lo que creaba una sensación dramática en mi madre, evidentemente. Aprendí mucho en aquellos tiernos años. Pero no lo suficiente, por desgracia. Mi santa madre durante toda su vida no dejó jamás de repetirme: "Ai, fill meu, sembla que vagis amb el ciri a la ma!" ("Ay, hijo mío, pareces que vayas con el cirio en la mano", lo que es sinónimo de ser un cándido iluso.) Y eso es lo que sigo siendo.

¿Recordáis cuando hace dos semanas os decía que parecía ser que nuestro nunca suficientemente amado Arzobispo S.E. el Dr. Martínez estaba llamando a sacerdotes para preguntarles si estaban bien, si se sentían queridos y qué consideraciones podían dar sobre su gobierno diocesano? ¿Os acordáis que nos felicitábamos por eso? Pues era un espejismo, una quimérica ilusión, queridos amigos. Lo que está haciendo es llamar a los sacerdotes a los que desea catapultar para un cambio. Y cuando digo catapultar digo catapultar y ello no implica ningún concepto de ascenso o promoción, únicamente hacer cambios de un modo dispositivamente rápido y veloz. No porque el Dr. Martínez esté convencido de la utilidad de esos cambios, sino por pura estrategia "mariposa", es decir, como el vuelo de aquellas mariposas que poseen en sus alas dos grandes círculos concéntricos negros que simulando unos grandes ojos atraen la atención y a la vez asustan a sus posibles depredadores representando bichos de mayor fortaleza de lo que en realidad son esos débiles lepidópteros. Es decir, para que el clero hable de los cambios y él y su nefasto gobierno dejen de ser el tema de conversación preferido de los sacerdotes. Es la misma estrategia utilizada en aquel mes de junio de su llegada. Ahora además sirve a los intereses de lo que los obispos llaman "la rueda de cambios": véase, estos solo pueden consolidarse si todos los implicados aceptan ponerse en movimiento. Si uno falla, se les fastidia el invento: ¿la ley suprema es el bien del conjunto? Ni mucho menos, sólo el interés de unos pocos que se benefician de los traslados, los otros le importan un comino.

Juega con algo a su favor: la docilidad y disposición obediente con que nosotros solemos aceptar las disposiciones episcopales. Pues esto debe acabar.

Deseos concienciaros compañeros sobre LA NECESIDAD DE NEGAROS a aceptar esos traslados cuando esos tienen un EFECTO NEGATIVO sobre vuestras personas. Es posible que piensen que eres diferente, que te consideren un egoísta o un rebelde, es posible que te aíslen o te excluyan. Muchos te dirán: "¿Qué pasará si los curas decidimos obedecer únicamente lo que se nos antoje?”. Esa propensión que tenemos a no rechistar y a ver la mano de Dios en todos los caprichos del Ordinario, debe acabar. Lo que os estoy sugiriendo es liberarnos de la mentalidad "servil" que nos impulsa a acomodarnos siempre a los "debes". Es cierto que a menudo es más fácil seguir, más fácil hacer ciegamente lo que te "mandan", tratando de descubrir en eso los designios de Dios. Pero cuando te das cuenta que las prescripciones no están para hacer de ti un "sirviente", entonces podrás empezar a eliminar el comportamiento "deberizador".

¿Cuál debería ser el baremo para sopesar la conveniencia o no de esa aceptación? Pues sencillamente el siguiente: no aceptéis trasladaros a una Parroquia donde el Consejo Parroquial y casi por consiguiente el Consejo Arciprestal esté formado por unos laicos clericalizados que controlan y subyugan la parroquia y el arciprestazgo a la manera de estos que están formando como AGENTES DE PASTORAL y que más que seglares que colaboran en el Apostolado y la marcha de la Parroquia son como el COMITÉ DE SALUD PÚBLICA de la Revolución Francesa. ¿Y sabéis porqué? Porque ante cualquier disensión o enfrentamiento, primero el Arcipreste, después el Vicario Episcopal y finalmente el Arzobispo, les van a dar a ellos la razón dejándote a ti como el gallo de Morón. Y pienso que a estas alturas, compañeros, ya habéis aprendido aunque seáis muy jóvenes, que a vosotros nadie os va a cuidar ni nadie se va a preocupar de vosotros si no lo hacéis vosotros por cuenta propia.

Ahora bien, llevad a cabo esa resistencia al traslado tomando vuestra propia decisión y llevándola a cabo de la manera más eficiente y serena posible. Nada de demostraciones hostiles que no surtirán ningún efecto. Simplemente encogeos de hombros. No arméis un lío que casi siempre es la mejor manera de atraeros la ira y crearos obstáculos.

Y si, como Paulov y los psicólogos experimentales sugerían, queréis crearos un "refuerzo" a vuestra posición daos un paseíto por el barrio de Ribera, junto al muro izquierdo exterior (lado Evangelio para entendernos) de Santa María del Mar. Veréis una tienda de camisetas, abierta ahora para el turisteo hasta tarde muy avanzada, y encontrareis una amplia gama de camisetas KUXUMUXU. Entre ellas adivinareis una que me hizo harto pensar (y reír, evidentemente): un lobo con clergyman arengando a cuatro temerosas ovejitas que lo escuchan impávidas (el fondo de la camiseta es verde oliva, color Tiempo Ordinario). Su precio no llega a los 20 Euros. Vale la pena y....

BENE VALETE

 

 

El Arzobispo Martínez, el Consejo Presbiteral y el polvo zombi (cum mica salis) - 28/05/2007


Esta semana ha vuelto a la programación de TV3 la serie "Afers exteriors" que el locutor (dejémoslo así) Miquel Calzada había interrumpido meses atrás. En este capítulo dedicado a Haití conocíamos de primera mano el testimonio de una campesina familiarizada con el vudú explicándonos en qué consistían los zombis. Sin embargo, todo cuanto ella explicaba había sido ya recogido de manera científica por el investigador de Harvard el Dr. Wade Davis que realizó hace algunos años un estudio sobre el tema publicado en su libro "La serpiente y el arcoíris". En él narraba la experiencia de una campesina haitiana que vio morir a su hermano Clairvius Narcisse en 1962 y cómo 18 años más tarde lo reencontró vivo en la plaza del pueblo. Este, al parecer, se había sometido a un hechicero vudú que le inoculó el llamado "polvo de zombi" que lo condujo a una "muerte aparente", y tras ser enterrado por espacio de 48 horas, le administró otra substancia tóxica que lo reanimó, pero con un perfil bajo en su capacidad de reacción, y por lo cual, podemos decir, lo tuvo sometido y esclavizado a su antojo.
Junto con el psiquiatra Dr. Nathan Kline, que conocía la existencia de la reserpina, droga extraída de una planta india, y la serpentaria, utilizada para pacientes en psiquiatría, llegaron al conocimiento del uso por parte de los hechiceros haitianos de una substancia extraída del hígado y de los órganos sexuales del "pez globo", la tetrodotoxina (TTX) capaz de paralizar el sistema nervioso. Los japoneses conocen hace cientos de años el poder letal de esa substancia extraída del "fugu" o pez globo y como tras su extracción se puede reanimar a la víctima.

Los hechiceros narran que trascurridos los efectos del "polvo de zombi" (entre 36 y 48 horas) es administrada otra substancia extraída de otro animal marino, el "pepino zombi" que no es otra que el "stramonium datura", que contiene dos elementos psicoactivos: la atropina y la escopolamina. Ambos causan: DESORIENTACIÓN, CONFUSIÓN, AMNESIA, ESTUPOR y demás comportamientos anormales. De hecho la escopolamina es llamada "suero de la verdad" por su poder de desorientación y como calmante. Después de absorberla el sujeto no tiene energía mental para fabricar una mentira, responde con aserciones simples: "si o no". Acerca de todo esto se puede leer un artículo publicado hace algún tiempo en la prestigiosa revista científica inglesa The Lancet, referido a un suceso acaecido en Singapur tras la ingestión por un individuo de un pez globo mal cocinado, así como lo relativo a la necesidad de la ingestión de sal (cloruro de sodio) para neutralizar los efectos de la tetrodotoxina (TTX) *.

Tras estas puntualizaciones, vayamos a nuestro caso. Este jueves 24 de mayo ha tenido lugar la reunión del Consejo Presbiteral de Barcelona presidido por nuestro arzobispo el Dr. Martínez. Lo acaecido allí no nos puede pasar por alto. La voz cantante, los de siempre, que para eso son inmensa mayoría en el Consejo. Las propuestas, desalentadoras. La reacción pedagógica y correctora de S.E. el Dr. Martínez, más que tímida, NULA. Ya advertí hace meses (ver de Bello Pallico del 11 de enero en VOX NON CONCORDAT ) que llegaría la hora en que la "serpiente" que él salvaba con la actitud proclive y condescendiente con sus postulados, le mordería un día, y ese día llegó. Y lo ha hecho en el seno del Consejo Presbiteral como lo rematarán el miércoles con la conferencia de Boff en Santa María del Pino. Saben que en el proceso de promoción del Dr. Martínez que ellos capitanearon, desde la sede de Tarragona hasta la sucesión de Mons. Carles, le inocularon el "polvo de zombi" y que con su promesa de aparente pacificación, que no era otra cosa que de "segregación" de los sectores de mayor fidelidad a Roma en el gobierno diocesano, suministraron la suficiente dosis de escopolamina para tener SOMETIDO, REHÉN y CAUTIVO a su victima.

Este, el Dr. MARTÍNEZ, nuestro Arzobispo, ni siquiera tiene capacidad para reaccionar con aquella viveza y aparente desparpajo con que simulaba llevar por sí mismo las riendas de la Diócesis: se limita a simples y asombrosas aserciones a todo cuanto oye. Sólo podemos esperar un milagro. No hay más. O una casualidad providencial: que en medio de ese proceso alguien le suministre la suficiente cantidad de SAL como la que recibiera el día de su bautismo cuando se le dijo: "Luis, recibe la sal de la Sabiduría, que te lleva a la VIDA ETERNA".

Más no podemos decir, pues entre libertad y gracia no hay más espacio que el que le otorgamos cada uno con nuestro libre albedrío. Ojalá toda solución pasase por suministrar aquellos pedruscos de sal que los payeses de la Cerdaña dan a sus vacas campando a sus anchas por los valles y montañas del Pirineo. Propondría una peregrinación a Cardona para trasladar rocas de sal si fuese útil...

Bene valete (cum mica salis)

 

 

Dr. Martínez: la bondad y la verdad van de la mano - 21/05/2007

Estamos asistiendo en las últimas semanas a un lento y tímido proceso de acercamiento, parece ser más afectivo que efectivo, de nuestro amado Arzobispo hacia un sector de clero que manifiestamente tenía de lado y desatendido. No sabemos si S.E. se ha impuesto este cometido como línea rectora e inspiradora de eso que él llama el próximo trienio. De entrada no estamos muy convencidos que una diócesis deba ser regida por planes trienales, cosa que nos recuerda a los Planes Quinquenales de Desarrollo de épocas pretéritas. Pero demos por buena una actitud positiva que, de entrada, representa para él un esfuerzo meritorio.

S.E. el Dr. Martínez, sabe que buena parte de su clero está desanimado, desalentado y aburrido y que quizás la solución al problema pasa por dar un paso adelante. Esperemos que no sea producto de una máxima ideológicamente voluntarista como aquella receta política que el dictador Honnecker aplicó en la DDR (RDA para las lenguas romances) en los últimos años de la década de los 80, llegada ya la decadencia del régimen: "La solución al problema pasa por un paso adelante". De todos modos y de cualquier manera bienvenido sea el intento de recibir, escuchar e inquirir en sus sacerdotes el estado de su situación personal, cerciorando el aprecio, el reconocimiento y el cariño que estos denotan en su Pastor con respecto a ellos.

Nos gustaría saber la respuesta que le habrá dado nuestro no menos amado Mn Robert Baró, su secretario personal (antaño paje), y ahora desaparecido de combate en acto de servicio desde hace unas semanas al parecer a causa de algún roce o refriega personal no precisamente leve.

Desde aquí, y haciéndonos eco de muchas voces, y sin preguntar capciosamente ¿donde está Bobby? (Bobby es el diminutivo cariñoso de Robert en inglés y nada tiene que ver con aquella famosa respuesta que la genial Mary Sampere dio hace muchísimos años al locutor Bobby Deglané cuando este le preguntó si los "catalanes cuando hablan lo hacen como los perros cuando ladran: ¡Au! ¡Au! ¡Au!”, a lo que ella respondió rauda y veloz: " ¿Se refiere Vd. a esta Cataluña donde la mayoría de los perros se llaman Bobby?" ). Nosotros, insisto, haciéndonos eco de muchas voces sí que clamamos con todos ellos: ¡Liberad a Bobby!, y lo hacemos porque es necesario cancelar esa condena que siempre supone para un joven sacerdote ejercer un servicio que cualquier mileurista laico medianamente capacitado podría llevar a cabo. Nuestra sugerencia se convierte en un ruego: envíelo a una parroquia de pastor, que siempre hace muchísimo bien, además te templa el animo y te modula el tono de la voz.

Dejada de lado esta digresión, recordarle una cuestión importantísima a S.E. el Dr. Martínez, y es que aún siendo de capital importancia sentir la calidez sincera de su bondad paternal, para nosotros es fundamental que el desarrollo de esa bondad (paso de potencia a acto, y pues llamémosla "actuación") vaya unido al servicio de la Verdad. La bondad debe ir unida a una conformidad ontológica con la verdad, y eso se opera poniéndose al lado de las luchas contra el error y los abusos, que en el anuncio del Evangelio y en el ejercicio ministerial de nuestro sacerdocio, nosotros sus sacerdotes tenemos que llevar a cabo, encontrándonos tantas veces sin apoyo, no sólo de nuestros arciprestes y Vicarios Episcopales, sino hasta del propio Arzobispo. No puede haber caridad si no se edifica sobre la Verdad. Recuerde con Santo Tomás de Aquino, el Dr. Angélico (al Aquinate, nos referimos) que : "bonum et verum convertuntur ad unum". Y si la solución del problema pasa por un paso adelante, ésta es la dirección adecuada y no, como algunos le susurran desde las instancias de poder que él ha asentado y consolidado en su gobierno, por "cambiar el concepto de sacerdocio". A Dios gracias, S.E. el Dr. Martínez no se atreverá ni a recoger ni a insinuar esas premisas ideológicas, como él bien sabe, por la cuenta que le trae.

Bene Valete.

 

De cuando éramos conejos deslumbrados - 14/05/2007

Muchas y repetidas veces circulando de noche por carreteras de montaña me he encontrado con dóciles conejitos que al destello de las luces de cruce se me han quedado tiesos y deslumbrados delante del vehículo con ojos como platos y a la vez temblando acobardados por su más que incierto futuro. Movido por un sentimiento de compasión que aún reside en mi y seguramente, como diría Nietzsche, como resquicios del hombre débil engendrado por el cristianismo, he descendido sibilinamente del automóvil y, so pena de perder una excelente presa fácil de capturar con un simple garrotazo paragüero, lo he espantado tildándolo del bobo y lerdo.   Esta actitud del conejo ( no olvidemos que Spania en lengua íbera significa "tierra de conejos")  fue muy propia de cierto clero post-conciliar en Barcelona en los años 70 y siguientes. Enfermos de muchos complejos y de un cierto piadosismo casi servil, sometido a las reglas de la obediencia y la disciplina férrea en la que habían sido educados y en el acatamiento mudo de todo lo que provenía de instancias de gobierno, obedecían a todos los "ordeno y mando" que desde la jerarquía les llegaba.

Es necesario aquí denunciar una incomprensible "papolatría" de la que tantas veces hemos sido victimas el clero español. Aquello que veían no solo era el post-concilio, sino que era, oían, el espíritu del recién concluido Concilio. Observando con ojos como platos lo que el propio cardenal arzobispo Dr. Jubany consentía y promovía, considerando las personas que encumbraba en los cargos diocesanos, no cabía ni siquiera rechistar.
El Dr. Jubany sabía de esa debilidad educacional de los sectores llamados "conservadores". A partir de esa conciencia consolidada con su propia experiencia como Pastor y con un profundo conocimiento del clero barcelonés, el Dr. Jubany siempre gobernó para la izquierda progresista y nacionalista. Sabía que los otros, acobardados, acomplejados, deslumbrados y servilmente dominados, nunca jamás se organizarían ni opondrían resistencia.

Cuando S.E. el Dr. Martínez, nuestro amado Arzobispo, llegó a nuestra Archidiócesis (no voy a usar jamás otro apelativo que su propio apellido con los tratamientos de cortesía merecidos) pensó que podía usar la misma estrategia que su maestro y, hasta el último momento, retiscente mentor al episcopado.

Pero la diócesis que ha encontrado el Dr. Martínez no es la que dejó en el 90, ni Barcelona es ni Tortosa ni Tarragona, aquí todo va mucho más veloz, tenemos el "descaro" y la vertiginosa rapidez de reacción de las grandes metrópolis, aunque ahora seamos sólo una sombra de lo que fuimos.

Y la criada le salió respondona. Y ahora son ellos, los que por espacio de decenios han dispuesto de personas y haciendas sin la más absoluta oposición, los que llevan meses con los ojos como platos y el porte, aunque aún tieso, no muy sereno.

El Dr. Martínez alega que debe gobernar para todos. Pero es falaz (he borrado mentira). Sigue gobernando con los instrumentos del Dr. Jubany, colocando los centros de decisión en una izquierda progresista que, a Dios gracias, ya no es ni siquiera un reflejo tenue de lo que llegó a ser. Pero sigue mandando por obra y gracia de la inicua estrategia de gobierno de S.E. el Dr. Martínez. Una estrategia permisiva de todos los abusos, y digámoslo claro, sandeces con los que el "progresismo" quiere seguir  "revolviendo las cerezas" ("remenant les cireres" es casi intraducible).

Hay una cosa que juega a favor de nuestra esperanza y optimismo: lo que yo tildo de "imposible progresismo" y que, apreciados amigos y adversarios lectores (y estos últimos son legión) será el tema de la próxima semana si Dios no lo remedia y las noticias, como no debería ser, no se nos aceleran. Y es que Junio está muy cerca y va a ser un mes si no cálido, sí muy caliente...

Bene valete.

 

Salutem plurimam - 09/05/2007

Muchas veces a lo largo de los siete meses del "De Bello Pallico" me complací en saludaros con este saludo clásico un tanto arcaizante, aunque a mi juicio jamás anacrónico: Salutem Plurimam. Hoy recae sobre mi persona de nuevo el ónere de saludar el nacimiento de esta nueva plataforma de expresión y reflexión que ojalá llegue a ser de referencia para todo nuestro clero, como lo fue aunque a regañadientes de muchos, mi blog personal. Y hago hincapié en lo de personal, porque aunque fuisteis muchos los que con vuestra ayuda y apoyo hicisteis posible tal cometido, fue y permaneció una iniciativa personal que mantuve con mayor o menor acierto hasta que en conciencia creí que había agotado sus posibilidades. Los motivos creo que llegué a explicarlos con suficiente detalle y no voy a insistir más en ello.

En primer lugar hoy recae pues sobre mí la carga, y es un honor y un orgullo, de explicaros los detalles "sui generis" de este diario. Procedamos a ello. El nombre: Germinans Germinabit. Si buscásemos algún lema que a la vez sugiriera la historia de nuestra espiritualidad sacerdotal, tan arraigada en la Liturgia, y la voluntad de ser provechosos en nuestra contribución al nacimiento de nuevos frutos en nuestra Iglesia diocesana, no encontraríamos ningún otro como el Canto de Entrada o Introito del Propio de la Solemnidad de Nuestra Señora de Montserrat, tomado del capitulo 35 de Isaías: Fructificará copiosamente. Es un deseo de aportar y ver nacer nuevos frutos entre nosotros, frutos que quizás nuestros ojos no lleguen a ver pero que esperamos germinen y fructifiquen con el paso del tiempo: queremos ser, y puede parecer un exceso de voluntarismo un tanto irreal, esperanzados y optimistas. Además no queremos otra protección y amparo que el de la Virgen Santísima bajo cuyo nombre e invocación ponemos esta obra.

Nuestro logotipo, que no escudo heráldico, es toda una declaración de intenciones. Posee cuatro cuarteles o divisas, cada uno de ellos relacionados con un lema: la estrella del Méritum, porque más allá de aquel conjunto de comentarios un tanto pueriles y a veces malintencionados que pulularon y aún pululan por otros ámbitos, requerimos el esfuerzo de colaboraciones elaboradas y meritorias siempre a la medida de nuestras humildes personas que son el barro con que el Divino Alfarero cuenta.

Las abejas de la Constantia, fueron ya divisa del perseverante Padre de la Iglesia y Doctor San Ambrosio de Milán, incansable y robusta columna de la Fe y la Liturgia. Es una llamada a la perseverancia y a no cejar en nuestros empeños sacerdotales y en nuestro esfuerzo por construir el Reino de Cristo en la tierra, antesala y preludio de la gloria eterna.

La torre de la virtud moral y a la vez don de la Fortaleza es una exhortación a utilizar los medios e instrumentos morales y éticos que en conciencia juzguemos más adecuados y proporcionados siguiendo aquel sencillo lema "Fortiter in re, suaviter in modo": Fuerte en los argumentos y la materia, suave y dulce en las maneras y formas. Pienso que no tenéis necesidad de más precisiones. Trataré de ser el primero en aplicarme el cuento.

Finalmente, y quizás el cuartel y la divisa más querida, las tres lagrimas de la negación con las llaves de San Pedro, símbolo de la fidelidad absoluta a Pedro y a sus sucesores los Romanos Pontífices. Y con ella, la atención a todo su Magisterio, Ordinario y Extraordinario, así a como todos los detalles y signos de su carisma y talante, siempre fuente de alimento para nuestra fe y nuestro sacerdocio.

Porque aunque no todos los columnistas y obviamente los que dirigiréis vuestras cartas y escritos somos sacerdotes, si que nos une un gran amor al sacerdocio católico. No somos "capellans", palabra que históricamente en Cataluña siempre tuvo un tono despectivo y un tanto insultante, y que tanto gustan en utilizar algunos, empezando por obispos y formadores de Seminarios en su afán de contemporaneizar y ser más cercanos, directos y "atractivos". Al hacer eso, más consciente que inconscientemente, desvirtúan el sacerdocio católico, reduciendo nuestro ministerio a un oficio de liderazgo como "animadores de las comunidades”. Somos sacerdotes "in persona Christi", nuestra razón de existir es ser "alter Christus" no monitores de esplai (colonias y campamentos) al antojo de la presión ideológica de unos consejos pastorales deformados más que formados por laicos. Unos laicos, por otra parte, profundamente clericalizados. Pero es harina de otro costal, anticipación de lo que será mi inevitable y mordaz estilo. Genio y figura hasta la sepultura.

Y aquí el sentido del titulo de mi columna, Non Omnis Moriar, tomado del Libro de las Odas Horacio, en concreto la 3ª y sugerido como expreso deseo por uno de los comentaristas más fieles a mi antigua página. ¿Su traducción? Tan ambivalente como doble declaración de intenciones: No todo en mí morirá o No moriré del todo, lo dejo a vuestro gusto y capricho.

Bene valete.