DESDE LOS ÚLTIMOS BANCOS

Por Oriolt

 

 

Y Sistach se fue a Madrid (29/12/2009)

Se lo decía la semana pasada: Sistach solo irá a la eucaristía de las familias del 27-D, si acuden otros cardenales europeos. Así fue: estaba el vicario de Roma, Vallini; el Presidente del consejo pontificio para las familias, Monseñor Antonelli; los curiales Rylko y Cordes; el cardenal de Lyon y el cardenal de Berlín. No podía faltar. Para él no se trataba de un evento por las familias, sino de una magna concentración de purpurados. Sin embargo, se fue de estranquis. Tan de estranquis que no existen ni tan siquiera testimonios gráficos. Únicamente la foto que encabeza este artículo, en la que se adivina al arzobispo de espaldas. Tan de estranquis, que ni tan siquiera se anunció en la mejorable web de la archidiócesis, que informa de todos y cada uno de los actos a los que acude Sistach, en una sección titulada “Agenda del Cardenal”. Tan de estranquis, que no se decidió hasta el último momento, cuando le confirmaron, por todos los conductos, que habría pleno de cardenales europeos. Tan sumamente de estranquis, que no fue acompañado por ningún fiel de la diócesis, pues la delegación de la familia, ni tan siquiera se dio por enterada de la invitación al acto.

Sin embargo, acudió. Eso que el día era gélido y desaconsejable para personas propensas a la gripe, como nuestro cardenal. Acudió y el premio se lo llevó el cardenal Rouco, al que se veía henchido de satisfacción por haber podido congregar al cardenal-vicario de Roma, a tres purpurados curiales y a los dos cardenales españoles, que le habían intentado boicotear los dos años anteriores. Con nulo éxito. Cual es de ver.

Atrás han quedado los inoportunos catarros o la patética contraprogramación, de la que ya nadie se acuerda. Todavía me sonroja recordar la polémica del año pasado, cuando los medios cercanos al arzobispo defendían que en Barcelona se prefería una eucaristía con el pastor diocesano que una celebración multitudinaria. Era “mes nostrat”. ¿Nostrat? Puro eufemismo que esconde su nulo poder de convocatoria. Sí a día de hoy, el cardenal de Barcelona pretendiese celebrar un acto público, no llena ni la Plaza de Sant Felip Neri.

También resulta sintomática la ausencia absoluta de noticias respecto a su asistencia. Ni loas, ni críticas, ni tan siquiera la reseña. ¿Se imaginan, un suponer, qué le hubiesen dicho al Cardenal Carles, sí hubiese actuado de igual forma? Cavernario, vendido a Madrid, integrista, apocalíptico, anti-catalán,etc. Por el contrario: prietas las filas, sí lo manda Sistach.

En todo caso, ha sido una presencia vergonzante. De tapadillo. A hurtadillas de su propia feligresía. El típico quiero y no puedo, consistente en tener dos velas encendidas, una a Roma y otra al establishment eclesial catalán.

Pero ha tenido que pasar por el aro de Rouco. A la tercera ha sido la vencida. El arzobispo gallego se sacó de la manga un encuentro europeo, con la carambola de que Sistach y Amigo se quedasen sin excusa para no comparecer. Tuvo que ceder, con lo poco que le gusta ceder a nuestro prelado. De ahí viene el tremendo sigilo que ha rodeado su viaje a Madrid.

Ahora a esperar al año próximo. Otra vez imperará el suspense y la incertidumbre. Otra vez imperará la ocultación y el misterio. Cree así Sistach que puede jugar con todos. Pero, al final, han jugado con él. Y hasta ha tenido que pasar por delante del Santiago Bernabeu. Demasiado para un acérrimo culé.


¿Irá Sistach a Madrid el 27-D? (22/12/2009)

actofamilia.jpgCada año tenemos la misma película de suspense con la participación del cardenal Martínez Sistach en el encuentro de las familias que se celebra en Madrid. Hagamos memoria. En el año 2007, una inoportuna gripe impidió que acudiera al acto, a pesar de hallarse prevista su asistencia. El año pasado, junto con el Cardenal Amigo, contraprogramaron el acto de Madrid y organizaron cada uno en su diócesis una misa por las familias. Lo único que está claro, en este 2009, es que esa misa por las familias –que se instituyó hace solo un año- no va a volver a celebrarse en Barcelona. Pero, curiosamente, la agenda del cardenal para ese día se halla libre, según se puede comprobar en la web del arzobispado. Los únicos actos anunciados para ese día son los siguientes:

Por tanto, no existe tampoco confirmación oficial de la archidiócesis de Barcelona de que el Cardenal asista al acto de Madrid, a pesar de que la organización del mismo ya ha confirmado su asistencia. María Rosa de la Cierva ha anunciado que estarán presentes todos los cardenales españoles, “incluido el de Barcelona”, con especial énfasis. Se supone que porque el de Barcelona se lo ha notificado. Resultaría muy aventurado que se prestase a revelarlo, sin tenerlo asegurado por el conducto oficial.

Como es usual en él, nuestro arzobispo está jugando a dos barajas. Sabedor de que el acto del 27-D se ha convocado este año como un encuentro europeo, está esperando a ver qué prelados europeos asisten, para decidirse al último momento. Especialmente está aguardando a ver sí viene algún cardenal. Ya se sabe que su máxima es “que de cardenal a cardenal va zero”. Si vienen purpurados y, sobre todo, si viene algún purpurado curial, allá estará Sistach. Sí no hay cardenales europeos, no irá Sistach. Se admiten apuestas.

Lo que sí es seguro es que, sí acude nuestro prelado, irá absolutamente solo. A diferencia  de otras diócesis, en Barcelona no se ha efectuado ninguna convocatoria. Por ello, no podrá presumir el Cardenal de ir arropado por sus fieles, como si van a hacer otras diócesis europeas.

Ello se debe primordialmente a la errática política de Sistach, pero también debe apuntarse a la nula labor que se viene desarrollando en la Delegación de Pastoral Familiar, presidida por el Doctor Claret Nonell, que despreció el acto del 2007, calificándolo de “españolada”.

En un principio, podría parecer cómico este auténtico juego de disparates, pero ello nos conduce al lamentable y caótico estado de la diócesis barcelonense. Un arzobispo que juega al gato y al ratón “pro domo sua”, burlándose de sus feligreses y de sus propios compañeros en el episcopado. Una delegación de pastoral familiar absolutamente estéril, sin ningún poder de convocatoria, presidida por un sacerdote que se mofa del acto convocado en Madrid. Añádase a ello que Sistach ha cortado todas las vías de comunicación con e-cristians que son los únicos que han demostrado que dominan el “share” entre las familias cristianas. El año pasado tuvo que recurrir a ellos para gozar de una asistencia mínimamente decente a la misa de la Sagrada Familia que contraprogramó al acto de Madrid.

Este es el trágico estado de la diócesis de Barcelona. Y mientras tanto, el periodista que todavía se encarga de la información religiosa de La Vanguardia hablando de toros. Demencial.
 


Crece el clamor contra Oriol Domingo (15/12/2009)

En los últimos días se han multiplicado las protestas contra la orientación de las páginas religiosas de La Vanguardia, a cargo de Oriol Domingo. Ya no es solo Germinans, ni e-cristians (que desató las iras del periodista, cuando logró que el Cardenal Rodé interviniera en el affaire Forcades), sino que el último domingo se publicó una airada carta al director de una lectora indignada por el tratamiento que había dado a la Balmesiana. También se ha unido a ellos, un artículo demoledor del sacerdote Joan A. Mateo García, miembro de la curia de la diócesis de Urgel y arcipreste del Pallars Jussà. Añádase a ello que los pocos comentarios que recibe su blog no suelen ser precisamente laudatorios.

Pero como Oriol Domingo es terco como una mula, acaba de rizar el rizo con un artículo en el que no solo defiende la astracanada de las consultas independentistas del 13-D, sino que se permite defenderlas a la luz del magisterio de la Iglesia. Dejando aparte que su forzada interpretación se nutre de un cúmulo de falsedades, convendría preguntarle al periodista sí no resulta más cristiano promover las tesis de quienes abogan por lo compartido, por mantener los lazos de unión entre los ciudadanos, en lugar de resaltar unas mínimas diferencias, para elevarlas a la máxima categoría. ¿A qué viene incentivar la división entre hermanos, en base a una pretendida quimera nacional? ¿Es justo que se aproveche la esplendida plataforma que le otorga La Vanguardia para lanzar estas soflamas? ¿Cómo puede calificarse a quien se aprovecha de la pátina de una página de religión, pretendiendo apoyarse en una distorsionada interpretación de la doctrina eclesial? ¿Por qué no nos habla Domingo de esos precedentes segregacionistas católicos, cuyo recuerdo nos retrotrae a la Croacia de los Ustachis o a la Irlanda del IRA? ¿Ha perdido el sentido de la proporción? Mejor no meneallo.

Ahora bien, la tesis de Domingo se incardina en la ofensiva nacionalista que se ha desatado particularmente en la diócesis de Barcelona. Se inició con las palabras del cardenal Martínez Sistach en el Consell Pastoral en defensa del Estatut. Era una posición típicamente sistachiana que no iba a contentar a nadie. Pero para ello ya estaba La Vanguardia y l’amiguet Matabosch para publicar el domingo siguiente un artículo, mucho más preciso y concreto, en el que venía a defender el nacionalismo catalán, a la luz de la doctrina del Papa Juan Pablo II, si bien con la poca delicadeza de no citar al autor de esta peculiar tesis que no es otro que el sacerdote opusdeísta Joan Costa Bou. Para culminar las tres patas del banco se agregó al grupo Aymar, otro de los Sistach-macoutes, publicando el editorial conjunto contra el Tribunal Constitucional en Catalunya Cristiana. La misma Catalunya Cristiana, por cierto, en la que sigue escribiendo el Doctor Joan Antoni Mateo. La misma Catalunya Cristiana que se ha convertido ya en una marca de clara división entre los cristianos catalanes, una vez ha quedado claro que se ha desmarcado por el desfiladero progre, mientras Radio Estel fenece en la más absoluta de las miserias, sin que ni tan siquiera sus programas puedan contar con una mínima producción propia. Potenciar Catalunya Cristiana y dejar morir a Radio Estel es el objetivo de Sistach y Aymar.

Sistach no ha sido nunca un nacionalista. El porqué se ha decidido a liderar (con los paños calientes al uso) esta deriva supone un arcano indescifrable. No se me ocurre otro motivo que hallar el calor y el cariño de esa parte de su feligresía, sabedor que la otra inmensa parte le ha girado definitivamente la espalda. Probablemente ha encontrado la manera de auparse en un cierto liderazgo, habida cuenta que la absoluta totalidad de los demás prelados catalanes (incluido Vives) se han negado a secundar estas aventuras. Incluso con el riesgo de ser criticados de forma desaforada, cual le ha ocurrido al excelente obispo de Gerona, que ha visto como se ha desenterrado el hacha de guerra mediante la publicación de un artículo en El Punt, por la subdirectora General de bibliotecas de la Generalitat. Se le ha acabado la pax olímpica al bueno de Monseñor Pardo. A partir de ahora va a saber como las gastan.

Obviamente los periódicos de papel –y de forma destacada La Vanguardia- no pasan por su mejor momento, pero el papel de los periódicos (sea en forma impresa o digital) sigue vigente. Puede que para La Vanguardia carezca de utilidad su página religiosa, pero desconozco que beneficio le puede reportar tenerla en manos de un periodista que crea división. En el último ERE alguien le salvo al último momento. Siempre están a tiempo. Después de 35 años en la empresa se iría con el riñón bien forrado.


Status parroquiales. Todavía hay clases. (9/12/2009)

El destino de los tres maduros presbíteros recientemente ordenados  ha vuelto a poner sobre el tapete que en Barcelona existen diferentes clases de parroquias. Especialmente ha cundido la indignación por el hecho de que la minúscula parroquia de Lourdes (en la que –en un hipotético lleno- caben escasamente cien personas) goce de un vicario, un sacerdote recién ordenado (el más joven, 41 años, aparece en la fotografía entre Cabot -a la izquierda- y el cardenal) y un párroco, también joven, aunque de modales sesenteros, con 47 años de edad.

Contrasta vivamente esta injusticia diocesana con otras parroquias prácticamente abandonadas, ya sea porque han sido absorbidas por otras o porque la edad del párroco precisaría, cuanto menos, la colaboración o ayuda de un vicario joven.

Vamos a enumerar unas cuantas de estas parroquias, algunas muy cercanas a la pequeña parroquia de Lourdes.

San Salvador de Horta: Atendida únicamente por Mossèn Foraster. 80 años. No han encontrado ningún cura joven que le ayude, porque no les ha dado la gana. Esperan que se muera, porque él no se piensa jubilar y cerrar la coqueta parroquia, cuyo actual templo fue inaugurado en el año 1978. Solo celebra una misa dominical, los domingos a las 10 de la mañana. Un caso lacerante.

Santo Domingo de Guzmán: Uno de los agravios más terribles. Se vende el solar donde se hallaba el antiguo templo en pleno boom inmobiliario, con una plusvalía extraordinaria para el obispado. El antiguo rector, Mossèn Vilaró, aprieta a correr en plenas obras. Se inaugura el nuevo templo en 2007 y desde entonces están a la espera de párroco. Lo comparten con la de la Preciosísima Sangre, Mossèn Duch Fumadó, que está diciendo a todo el mundo que ya no puede más y se jubila el próximo año.

Sant Ferran: Es un caso tremendamente parecido al de Sant Salvador d’Horta. Su párroco, Amador Roig Santacana, es otro santo varón. 77 años y los achaques típicos de la edad. Ha tenido que suprimir una de las misas dominicales, porque sus fuerzas ya no dan para más. Cada vez que le han enviado a un diácono para ayudarle, se lo han llevado a los cuatro meses. Sigue solo. Terriblemente solo.

Santa Dorotea: Supongo que recordarán al talibán Vergés, el cura que remitió una carta al Avui  , pidiendo que no se pusiese la cruz a favor de la iglesia en la declaración de la renta. Sigue con su parroquia. 81 años. Una parroquia que no celebra misas cada día. Le ayuda un jesuita un año mayor que él.

Las cuatro parroquias citadas son limítrofes con la de Lourdes. Las cuatro se hallan en un estado comatoso, pese a la buena voluntad de sus sacerdotes. Simple y llanamente porque sus rectores (incluido Vergés) no forman parte de la camarilla que rige hoy los destinos de la diócesis. A esa camarilla se ha incorporado Cabot, que a día de hoy ya posee los siguientes cargos: Arcipreste de Ramblas-Poble Sec; miembro del secretariado del Consejo Presbiteral; miembro del Consejo Pastoral; del Colegio de Consultores y de la Comisión pastoral de inmigración. Parece la mujer de Montilla, Ana Hernández (en la fotografía)

En su parroquia se celebra una misa diaria y dos los domingos. Para tan ardua tarea, Sistach le ha proveído de un vicario. A los otros cuatro casos relatados, ni un triste diácono.

Se extraña nuestro Cardenal de su falta de popularidad entre el pueblo fiel. ¿Qué pregunte en las parroquias mentadas? Qué visite otra vez Santo Domingo de Guzmán y escuche las quejas de sus feligreses. O visite por primera vez Sant Salvador d’Horta y Sant Ferran.

Y solo he hablado de las parroquias colindantes a la privilegiada de Lourdes. Pero, además de los casos relatados, hay otros muchos. Es cuestión de clases. Los Sistach macouts y el lúmpen clerical. Los dos extremos. El perjudicado final: el sufrido feligrés.

P.S.:

Cargos de esta señora a fecha 1 de Noviembre de 2009. El día de mañana pueden aumentar.

-Primera Teniente de Alcalde y concejal delegada de Urbanismo del Ayuntamiento de Sant Just Desvern.

-Gerente del Consorcio de la Colonia Güell.

-Consejera del Consorcio del Parque Agrario del Bajo Llobregat de la Diputación de Barcelona.

-Consejera de Fomento de Ciutat Vella de la Diputación de Barcelona.

-Consejera del Túnel del Cadí, Concessionaria S.A.

-Consejera del Barrio de la Mina.

-Consejera de la Comisión Catalana de Tránsito y Seguridad Viaria.

-Delegada del área de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda de la Diputación de Barcelona.

-Consejera de la Caixa.

-Consejera del Consejo Comarcal del Bajo Llobregat.

-Vocal del Consorcio Sanitario Integral.

-Vocal de la Fundación Caviga.

-Consejera de Area de Salud del Area metropolitana de Barcelona.

-Presidenta PROMUNSA

-Presidenta de PROECSA


Taltavull ya tiene mitra, aunque sigue sin báculo (31/11/2009)

En mi artículo del pasado 15 de septiembre de 2009, les daba cuenta de que había asistido a una celebración presidida por nuestro obispo auxiliar, en la que se había presentado sin mitra, ni báculo. El pasado día 27 de noviembre, festividad de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, acudí, como cada año, a la parroquia que lleva su nombre para participar en su misa solemne. Este año contaba con la presencia de Monseñor Taltavull. Cuando de lejos observé el cortejo procesional, pude ver que nuestro prelado auxiliar ya llevaba mitra, pero -¡oh, sorpresa!- seguía sin báculo. Resulta ciertamente peculiar el uso anárquico de los símbolos episcopales por parte del sucesor de Monseñor Carrera. Nunca he visto nada igual. Existen obispos progres que han prescindido del solideo, de la mitra, incluso del pectoral. Pero el uso de la mitra y la omisión del báculo carecen de precedente. Consultado nuestro experto en liturgia, Dom Gregori María, me indica que en las misas privadas es plenamente lícito el uso de solideo, prescindiendo de la mitra y el báculo,  los cuales se hallan reservados exclusivamente para las pontificales y misas concelebradas. Pero el estilo Taltavull no tiene parangón. Él se excusa diciendo que se lo están arreglando en Menorca. Desconozco cual es la obra artesanal que precisa el cayado, pero seis meses largos para que se halle a su talla, merecería ya una denuncia ante la oficina del consumidor.

Prefiero pensar que la demora en su llegada obedece a la calma menorquina propia de sus paisanos. No tiene otra explicación, porque, dejando aparte la sintomática anécdota de un obispo que no posee todos sus atributos episcopales, la celebración eucarística del pasado viernes reveló que, poco a poco, se está haciendo con un sitio en la diócesis. Pude descubrir un Taltavull dinámico, entusiasta, que transmite con notable eficacia en sus homilías. Homilías, por cierto, que improvisa genialmente, no esos tostones  insípidos, que siempre lee Sistach. Un día de éstos empezará su alocución con la frase: “La reina y yo”, al estilo de otro que siempre lee.

Pero Taltavull no dio solo una perfecta lección homilética, sino que supo tocar puntos actuales y absolutamente sensibles. Por cierto, íntegramente en castellano, cosa inhabitual por estos pagos. Así es de subrayar que nos habló de la absoluta necesidad de la oración, no solo ante el sagrario, sino por la calle, en el metro o en el autobús. Nos recordó la doctrina de la Iglesia sobre la defensa y protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y pudimos verle incluso emocionado, cuando relataba que el fin de semana pasado había presidido la Adoración Eucarística desde la basílica del Tibidabo, bendiciendo toda la urbe con la Custodia. Todo ello con las dosis de amenidad, afabilidad y simpatía de las que carecen la mayor parte de nuestros obispos.

El gozo del párroco de la Miraculosa, Mossèn Xavier Pagès Castañer, quedó patente en su capítulo de agradecimientos. Pero Mossèn Pagès, que es otro tipo simpático, sabe bien por donde va y le dejó claro al obispo que se hallaba ante una parroquia que se distinguía por su calor y vitalidad. No solo eso, sino que le hizo hincapié en que durante toda la semana que había durado la novena, habían tenido la colaboración del movimiento carismático y del movimiento de Schönstatt. 

Y es que esta parroquia es uno de los templos barceloneses que se ha decidido a tener el templo abierto todo el día. Con unos resultados extraordinarios. Siempre hay alguien rezando en la capilla que han habilitado en el atrio. Cuantas personas que, por motivos de trabajo, deben comer fuera de casa, se acercan al mediodía a hacer un rato de oración, aunque sea bien cortito. Solamente para agradecerle algo al Señor o pedirle ánimos o fortaleza. ¡Cuánto bien hace esa iglesia abierta todo el día! Tendría que haber cuanto menos una en cada arciprestado para facilitar la necesidad de la oración.

Cuenta esta parroquia con otra particularidad. En su demarcación se halla el Centro Médico Aragón. Una de los principales centros abortistas. El día 25 de cada mes se manifiestan allí un grupo de cristianos convocados por el movimiento “Veladas 25”. En muchas ocasiones, Mossèn Xavier se ha unido a ellos y han rezado juntos el rosario.

Son dos de las realidades de nuestra iglesia en Cataluña. Un sacerdote joven y dinámico, que tiene su parroquia a rebosar y un obispo en la buena línea, al que solo le falta el báculo. Algún día llegará.


Un obispo joven para Solsona? (24/11/2009)

Parece que el nuevo Nuncio, Monseñor Renzo Frattini, ha venido con ganas de trabajar y podrían acelerarse los relevos de las diócesis vacantes o con obispo que ha cumplido los 75 años y ha presentado su preceptiva renuncia al Papa. Entre ellas se encuentra Solsona. Monseñor Jaume Traserra los cumplió el pasado 11 de Julio. Se halla ya avanzado el período de consultas y es cuestión de días que se remita la obligatoria terna a la Congregación de Obispos. Entre los candidatos mejor posicionados se hallaría una auténtica sorpresa: el sacerdote Xavier Novell Gomà, vicario episcopal de la diócesis celsonense, encargado de los asuntos económicos y mano derecha y hombre de la absoluta confianza del actual prelado. Mossèn Xavier Novell nació el 20 de abril de 1969 y se ordenó sacerdote el día 6 de julio de 1997. Hasta el año pasado fue secretario-canciller de la diócesis, donde ya sufrió las invectivas del Forum Ondara (minoritaria agrupación de sacerdotes de la diócesis, al estilo del moribundo Forum Alsina ). En dicho cargo fue relevado por otro jovencísimo presbítero, Mossèn Lluis Tollar Puig .

La inclusión de Xavier Novell en la terna para suceder a Traserra significaría un justo espaldarazo a la renovación de la Iglesia en Cataluña. Desde Germinans no nos hemos  cansado en subrayar que los clérigos más jóvenes van a liderar ese cambio y que, entre ellos, existen numerosos casos  brillantes, preparados y extraordinariamente capaces, tanto en su coherencia doctrinal como en su eficacia pastoral.

La reciente designación de dos obispos jóvenes para diócesis tan importantes y complejas como Oviedo y San Sebastián propicia esa decidida voluntad de cambio. Además, en Cataluña, las fechas de jubilación de nuestros obispos obligan a dar la alternativa a una generación nueva de sacerdotes, absolutamente ajena a la distorsión del Concilio Vaticano II, de la que tan tributario ha sido el establishment eclesial catalán.

Efectivamente, las fechas en que van a cumplir 75 años nuestros obispos se dividen en dos grupos:

A) Sistach y Piris que cumplen 75 años en 2012 y 2014, respectivamente y

B) Pujol, Pardo, Cortés, Salinas, Vives y Taltavull que los cumplen entre 2019 y 2023.

Solo quedarían Saíz Meneses y Romà Casanova. Urge, pues, que en la parrilla de salida contemos con sacerdotes jóvenes, pero ya bregados en las tareas pastorales, para que asuman el relevo con el vigor y el dinamismo necesario. Terrassa y Vic ya han sido prueba de ello. El relevo generacional está dando en aquellas diócesis unos frutos inesperados.

Es indudable que hay cantera. No vamos a hacer una lista de sacerdotes, pero los últimos vicarios generales designados en las diócesis de Tarragona y Vic , son, por ejemplo, dos de los candidatos a liderar la Iglesia en la Cataluña del siglo XXI.

Como barceloneses debemos, por eso, hacer una reflexión. Parece que no tengamos cantera en nuestra diócesis. Falso. La hay y muy abundante. Sin embargo, existe un tapón llamado Turull. Me llegan noticias de que nuestro Cardenal está maniobrando para que su fámulo se vea incluido en la terna para obispo de Solsona. También es joven. Ciertamente. Pero aparte de su estéril y penosa labor como Rector del Seminario, que ya le invalidarían de raíz, está absolutamente mediatizado por la carcundia que ha venido dominado la diócesis desde años ha. Joven en edad, pero anciano en cuanto a actitudes y propuestas. Cuidado nuevamente con Turull, que pretenden colarlo como un “jasp” más de esta nueva “Iglesia catalana”. No. Turull no cabe en esta acepción. A pesar de que Sistach vuelva a mover cielo y tierra para ver a su predilecto alumno y verdadero “alter ego” con la mitra de Solsona.


La obsesión contra Germinans lleva a censurar al mismísimo Abad de Montserrat (17/11/2009)

No se pierdan el video de Tele Gracia. En la joven singladura de Germinans habíamos sufrido episodios grotescos, pero ninguno como el que se descubre en la grabación de la conferencia del Abad Soler en “El Centre de Gràcia”. La primera sorpresa se produce cuando se elimina la voz de “Can Capadòcia” del Abad mitrado, acelerándola un 33%, al estilo de los anteriores tocadiscos de vinilo, cuando se pasaba a 78 r.p.m.

Pero este detalle es anecdótico sí se repara en el único corte que se produce en la grabación. Pueden verlo entre el minuto 14:03 y el 14:04. ¿De qué hablaba el Abad en aquellos momentos? ¿Se lo imaginan? Pues de aquellos grupos que se amparan en el anonimato y que efectúan una crítica destructiva a la Iglesia catalana. ¿Cuándo se produjo la censura y la emisión en Tele Gràcia? Justamente después de la publicación de nuestro Directorio (30-10-2009)  titulado “El Abad Soler nos ataca desde Gracia”.

La obsesión contra Germinans del establishment eclesial catalán resulta auténticamente patética. Invitar al Abad Soler para hablar del estado de la Iglesia catalana, para luego censurar al propio Abad, cuando se refería veladamente a Germinans constituye uno de  los episodios más burdos que se hayan podido contemplar. Ya no se trata de silenciarnos, de practicar la más pura “omertà”, de hacernos desparecer de la foto (como hiciera Stalin con Trotsky), sino que se atreven a cortar y suprimir las manifestaciones de todo un Abad de Montserrat. Justamente en el momento que nos ataca. ¿Acaso porque nos ataca? No hombre no, porque nos alude. Simplemente por ello, pues ni tan siquiera nos menta expresamente.

Es obvio que estas tiernas criaturas siguen pensando que nos hallamos en la época del vinilo. De ahí su afán por revolucionar el sonido. Pero sí alguien tiene la paciencia de seguir atentamente el video, podrá contemplar que toda la cena-coloquio está impregnada de una estética “chopped”. El agua en botella de plástico, el vino sin marca, los platitos de patatas  “pringles”, la cara circunspecta de los concurrentes, los ataques de bronquitis del señor con cara de vinagre que se halla a la izquierda del Abad, todo ello nos muestra un conjunto rancio y decadente que chirría estrepitosamente. La estética “chopped”.

Es la misma sensación de miseria que siente uno cuando le llega un ejemplar de “El Pregó” de Totosaus a sus manos. Esa estética de fanzine, de hojas ciclostiladas, como si estuviéramos todavía en los años 60, en los que Totosaus repartía de tal guisa el fanzine “Vida del Concili”. No han evolucionado.

Nulla ethica sine aesthetica”. Les viene el brocardo como anillo al dedo. No solo han perdido el sentido de la belleza, de la alegría, de la excelencia o del mérito; sino que han perdido el más mínimo rubor. Ni estética, ni ética. Porque hay que carecer de ésta para censurar nada menos que al Abad de Montserrat, en un alarde de ser más papista que el papa. En este caso, más “solerista” que Soler. Increíble, pero una vez más cierto. No se pierdan el video. Su obsesión está alcanzando cotas ridículas.


Vuelven las presiones (11/11/2009)

Debe tener un carácter estacional, como el primaveral “temporal de les faves” planiano, pero cuando acontece la caída de la hoja, se reanudan las presiones e intentos de censura contra Germinans. Esta vez se han unido ámbitos cercanos al Abad de Montserrat al tradicional cerco de Sistach. Al Abad Soler no le sentó nada bien que se infiltrara un colaborador de Germinans en la conferencia en El Centre de Gràcia, de la que se hizo eco - raudo y preciso- un Directorio del último 30 de octubre. Igual de raudo se puso a contestar, con cajas destempladas, un efímero ex-Director General d’afers religiosos de la Generalitat, Jordi López Camps (en la fotografía) que ostenta hoy el chollo de ser Presidente de la Comissió Executiva del Patronat de la Muntanya de Montserrat. El artículo resulta ilegible por sus innumerables faltas de ortografía (ahora se entiende porque al autor le tuvieron que reescribir en su día el programa electoral de Pascual Maragall que perpetró), pero vuelve a amenazar con denuncias y averiguaciones de servidor. Nada nuevo. Sin embargo, en el post panfletario se formula una acusación que no puede pasarse por alto: L’atac a l’abat de Montserrat és un atac a Montserrat” (Sic) ("El ataque al abad de Montserrat es un ataque a Montserrat")

No hay nada más falso. Germinans es una web montserratina. Desde que era muy pequeño, yo iba cada año a pasar quince días a Montserrat en las "cel.les de Nostra Senyora". Mi abuela me inculcó el cariño y la devoción a la "Moreneta" y cada año he vuelto al Monasterio y he transmitido esa devoción a mis hijos. Montserrat no es el Abad Soler. Montserrat no es el nacionalismo catalán. ¡Basta de apropiarse de nuestros símbolos! De los símbolos cristianos de una tierra que son muy anteriores a las vicisitudes actuales. ¿Cómo puede decirse que atacamos a Montserrat? ¿Acaso desconocen que el nombre de nuestra página está tomado del introito de la misa de Nuestra Señora de Montserrat que se cantaba los sábados en la misa de la escolanía? Pocas bromas con ello.

Aparte de la novedad del Padre Abad, siguen las presiones desde la sede archidiocesana barcelonesa, como se han efectuado desde que Germinans vio la luz. Con el mismo carácter intimidatorio. Siempre he pensado que este ánimo delator y chantajista es tributario del “Sodalitium Pianum” , que, a pesar de ser abrogado en el año 1921, seguía operativo en el Seminario en el que se formó el Cardenal Martínez Sistach. Al igual que nuestro prelado era un estimable fámulo de sus formadores, el Doctor Cipriano Montserrat y el Doctor Isidro Gomà Civit, cree ahora que los curas y laicos de su archidiócesis pueden despeñarse por las mismas sendas. De ahí la urdimbre que va tejiendo, con la finalidad de qué alguien delate a alguien. Sabe que siempre puede hallar algún interesado al que reportar importantes beneficios de su delación, a pesar de que la misma pueda ser guiada por motivos espurios o, incluso, intereses auto-exculpatorios. 

Me resulta francamente descorazonador pensar en cuantos sacerdotes y laicos se han visto inmersos en estas pesquisas de la Stasi sistachiana, sin comerlo ni beberlo. Pero es que la obsesión de nuestro Cardenal y de su camarilla se ha vuelto enfermiza. Nuestros colaboradores han podido poner la oreja en cualquier acto al que concurran los Sistach macouts y escuchar como alguno de ellos habla de Germinans. Y hablan escandalizados. ¿Por no saber quiénes somos? ¡Quiá! Eso es la excusa. Les molesta enormemente nuestro éxito. Que nuestro grupo de lectores (y cada vez más de colaboradores) sea tan nutrido y fiel. Que se esté gestando una corriente de opinión sólida, moderna y estructurada que dinamite la univocidad del establishment eclesial catalán. Saben que el cronómetro está en marcha y no hay vuelta atrás. Son conscientes de que las nuevas generaciones de sacerdotes y laicos (incluso la de los próximos obispos catalanes) no comerán de su mano. Les repele y por eso piensan defenderse a dentelladas. Sin ningún argumento. Solo con el propósito de silenciarnos. Por ahora (¡por ahora!) no lo están consiguiendo.


La semana negra de Joan Rigol (3/11/2009)

Hay semanas en que todo sale mal. Sin lugar a dudas, esto habrá pensado Joan Rigol. Primero ha tenido que ver como sus ex - compañeros de mesa en el gobierno de la Generalitat, Macià Alavedra y Lluis Prenafeta, ingresaban en prisión, por orden del Juez Garzón. Después ha visto como la Audiencia Nacional desestimaba el recurso presentado por la Junta Constructora del Templo de la Sagrada Familia, que él preside, para suspender  los trabajos del túnel del AVE a su paso por la Calle Mallorca. Esta es la tercera vez que los jueces deniegan la suspensión de las obras. El empecinamiento de Rigol en la paralización de las obras del AVE le está llevando a un ridículo tan extremo que no ha tenido el menor rubor de involucrar en él al Cardenal Martínez Sistach. Los hechos que acontecieron ante el templo el pasado día 23 de septiembre constituyen uno de los episodios más grotescos que ha tenido que sufrir nuestro Arzobispo. Respondiendo al ruego de Rigol, el prelado compareció para hacer el “rendez-vous” a la comisión judicial compuesta por cuatro magistrados de la Audiencia Nacional junto con los peritos judiciales. Mientras Sistach y Rigol se hallaban en la puerta del templo, todos los representantes de la Audiencia pasaron delante de sus narices, sin dignarse a saludarles, no en una, sino en dos ocasiones. Causó rubor ver a todo un Cardenal alargando la mano, sin ser correspondido. Pareció un remedo de la película “Bienvenido Mister Marshall”. El desprecio fue tan llamativo, que el Cardenal puso pies en polvorosa con aquel enojo que conocen – y sufren- solo los que lo padecen muy de cerca. ¿Pero cómo se le ocurre a Rigol embaucar a Sistach para qué se halle presente en lo que no es más que una prueba pericial, a cuya presencia no había sido citado? ¿Alguien se imagina, por ejemplo, al Cardenal de París presentándose ante el templo del Sacre Coeur mientras se realiza una diligencia judicial? ¡Seamos serios! 

Aunque a decir verdad, a Sistach ya le estuvo bien. El ha sido quien ha confiado a ciegas en Joan Rigol. Fue decisión suya  designarle Presidente de la Junta Constructora del Templo de la Sagrada Familia. Como decisión suya fue también nombrarle consejero de Cáritas Diocesana. O tenerle por uno de sus más influyentes consejeros áulicos. Y es que Rigol gozaba de un valor que, por aquel entonces, cotizaba al alza: la sociovergencia. Solo hablo de hace cuatro años. Pero la semana pasada esa sociovergencia acabó con los huesos en la cárcel. PSC y CIU compartiendo sumario y furgón policial.   

Joan Rigol i Roig (sacerdote secularizado) lo ha sido casi todo desde el restablecimiento de la Generalitat: Conseller de Treball, entre los años 1980-1984; Conseller de Cultura entre el 84 y el 85; Vicepresidente del Senado entre el 95 y el 99 y President del Parlament de Catalunya entre el 1999 y 2003. Durante todos estos años - con esta plétora de cargos- jamás se enteró de la corrupción galopante que ahora explota. En sus diferentes responsabilidades desarrolló como nadie la teoría del oasis catalán, que se ha revelado tan inconsistente como falsa. Sin embargo, haciendo gala de una insuperable hipocresía y un evidente cinismo, sigue dando lecciones de ética a la clase política. ¡Eso que estuvo 23 años ostentando cargos, sin que se le ocurriera decir esta boca es mía! 

Este es el político profesional Joan Rigol. Antes había sido un pequeño empresario fracasado (la ruina empresarial de los miembros de la sociovergencia también es un lugar común, al igual que su paso por el seminario) que, con anterioridad, al cargo de Conseller de Treball, fue secretario de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa y miembro de la Junta Directiva del Fomento. La patronal catalana. Fracasó como empresario y fracasó como político. Eso sí, como tantos prohombres de la marchita sociovergencia goza de una aureola de persona respetada. Nadie sabe por qué. Debe ser por esa voz propia de “Can Capadòcia”, que tanto predicamento tiene en el ámbito clerical barcelonés. 

Porque al igual que ha existido una sociovergencia política, existe también una sociovergencia eclesial, igual de influyente. Su predio dominante se halla en la Fundació Joan Maragall, Cristianisme i Cultura, que preside Antoni Matabosch y de cuyo patronato forma también parte (¡qué curioso!) Joan Rigol i Roig. Son siempre los mismos (las 400 familias de las que hablaba Félix Millet) en la política y en la iglesia. No solo se han repartido los cargos y las prebendas, sino que obstaculizan el paso a quienes no son de los suyos. Todos aparecen cortados por un mismo patrón, han bebido de las mismas fuentes y se han pasado los últimos treinta años en las diferentes Consellerías y Ayuntamientos, sin rubor de repartírselas como se repartían las recalificaciones urbanísticas y las comisiones.  Ahora parece que el invento se les está hundiendo bajo sus pies, pero en la esfera eclesial siguen mandando. Por obra y gracia de Sistach. Aunque algunos sean tan inútiles como Rigol. Un ejemplo más de la decadencia. 


Hace 20 años (27/10/2009)

El próximo 9 de noviembre van a cumplirse 20 años de un hecho que cambió la vida de millones de personas. Todo empezó en una rueda de prensa rutinaria de un oscuro funcionario del Politburó del partido comunista alemán: Günter Schabowski.  Se le escapó (sin haber sido aprobado oficialmente) que todas las restricciones para viajar al extranjero –incluido Berlín Occidental- habían sido derogadas con carácter inmediato. Esta declaración meramente accidental de un simple funcionario provocó que una multitud de berlineses irrumpiera cerca de los puestos fronterizos. Se inició en el de Bornholmerstrasse, a las nueve y veinticinco de la noche, cuando una muchedumbre, cada vez más compacta, ejerció una presión creciente sobre la verja, provocando que los guardias tuvieran que abrir las barreras e interrumpir los controles de identidad. Después sucedió lo mismo en los demás puestos: Sonnen Allee, Invalidenstrasse, Chaussestrasse, Checkpoint Charlie, Heinrich-Heinestrasse, Oberbaum Brücke. Los berlineses habían forzado una a una todas las puertas del Muro. Después ya solo quedaba doblegar el icono: una catarata de ciudadanos procedió a invadir la zona prohibida bajo la Puerta de Brandeburgo. En una noche se derribó el muro de Berlín y el comunismo se disolvió como un azucarillo.

Con ello no solo cayó un régimen político, sino que se desmoronó una estafa descomunal, un mito que no se aguantaba por ninguna parte. Pero este timo había sido apoyado y patrocinado por mucha gente; muchas de ellas personas informadas, cultas y sensibles y, entre éstas, sacerdotes y creyentes laicos. En Barcelona tuvimos bastantes. Algunos  militantes. Otros propagandistas. Y no solo de la facción del PSUC, sino del PC(I), del PTE o de la ORT maoísta. Hubo incluso un cura que fue alcalde del PSUC, otro fue un sacerdote que ahora ha cumplido sus 50 años de presbítero y que vegeta en la muy abandonada parroquia de Santa Madrona de Poble Sec. No me olvido de los hermanos Sayrach, sobre los que escribí un artículo el día 5 de agosto de 2008. Ninguno de ellos pidió disculpas. Al revés, cruzaron mirada oblicua y se fueron a  abrazar otras opciones. Siempre se halla una excusa que edulcore un fracaso personal.

Pero en el extraordinario hecho del colapso del comunismo existió un inductor clave: el Papa Juan Pablo II. La elección de un purpurado del este como primer papa no italiano en siglos supuso un aldabonazo al totalitarismo soviético. Su especial, audaz e inteligente apoyo al movimiento de Solidarnosc provocó que la pieza polaca fuera la primera a caer en el tablero. Luego vino una tras otra hasta el festival berlinés. Los ya ex - comunistas clericales nunca perdonaron al magno papa polaco. Para ellos,  no era más que un aliado de Reagan y Thatcher.

Esta oposición fue particularmente intensa en Cataluña. Ya había empezado con el solapado boicot de una parte del clero a la visita papal del año 1982. Pero tras caer el Muro de Berlín, desde la Santa Sede se iba a intentar franquear otro pequeño muro: la restauración de la archidiócesis de Barcelona. Efectivamente, el próximo día de San José Oriol de 2010 también hará 20 años que el Papa designó a Don Ricard María Carles como sucesor del Cardenal Jubany. Pero aquí el muro no cayó. Especialmente por el carácter timorato (y a veces poco hábil) del Cardenal Carles. Sin embargo, se construyeron los cimientos para que aquel muro claudicase. Durante los catorce años de su pontificado se ordenaron un buen número de sacerdotes “jasp”. Igualmente la presencia del laicado y de los nuevos movimientos alcanzó una considerable presencia en Barcelona, beneficiándose del impulso wojtyliano.

Solo faltaba la piqueta para que cayese aquel muro opresor, pero la misma no solo no llegó, sino que el muro se ha apuntalado. Y lo ha apuntalado el sucesor de Carles. Sistach ha dejado de contar con los sacerdotes “jasp”,  ha denigrado a los movimientos laicales (especialmente a e-cristians),  se ha rodeado de la banda de los cuatro (Matabosch, Turull, Romeu y Aymar),  ha protegido insospechadamente a los curas desarrapados (Cabot, Cervera, Cussó),  ha tenido todavía menos valor (y habilidad) que Carles para dar una verdadera impronta a esta diócesis. Con un agravante: al desgajársele la demarcación de Terrassa las comparaciones resultan abochornantes.

Y al parecer no existe propósito de enmienda. Ya quisiera aplaudir algunos rasgos de sus protegidos, que los hay: en los últimos días, por ejemplo, la excelente disertación de Bacardit en el homenaje al obispo Carrera  o el buen – y sorprendente -inicio de Termes como rector de Sant Josep Oriol. Pero los nubarrones siguen acechando. El próximo que se cierne es que Cabot va a ser premiado con un vicario en su minúscula parroquia, que no será otro que el diácono que tiene asignado y al que ordenarán sacerdote el próximo día 15 de noviembre. De ser cierto, constituiría un agravio inmenso a todas aquellas parroquias regentadas por sacerdotes (algunos ancianos y enfermos) que no gozan ni de un mísero colaborador.

De todo se cumplen 20 años. Unos muros cayeron y otros –no tan noticiosos- siguen en pie. Pero siempre puede ocurrir lo que sucedió con Schabowski. Que un desliz accidental provoque la ruptura de un sistema que parecía indestructible. Torres (o muros) más altos han caído.


El patetismo de Oriol Domingo (20/10/2009)

Nuestro querido Oriol Domingo se ha alzado contra el Papa  por no hablar en catalán en la ceremonia de canonización de Francesc Coll Guitart. No me dirán que no resulta grotesco que critique al Papa en castellano (¡en castellano!) por no hablar en catalán. La contradicción es  evidente: ¿Por qué no escribe Oriol Domingo en catalán, cual exige al Papa? Simplemente, porque jamás ha escrito en la lengua de Pompeu Fabra. Toda su vida la ha pasado en La Vanguardia. Y en La Vanguardia nunca se ha escrito en catalán. Ni siquiera en sus blogs, bajo cuya manta se cubre el periodista.  Desde el año 1974 está a sueldo de la familia Godó. Empezó como redactor local, preferentemente dedicado a la vida universitaria; pasó a redactor de Cataluña; luego a redactor encargado del seguimiento de la actividad de Esquerra Republicana, hasta que en el año 2002 recaló en la sección de religión (sin otro título que el de ex - seminarista), merced a la influencia del Cardenal Carles, cuyo ojo clínico en la selección de personal resultaba manifiestamente mejorable.

Pero la exigencia de que el Papa hable en catalán es una mera anécdota en los disparates en que suele incurrir Oriol Domingo. Recuérdese cuando informó de que un ponente (que era él mismo) de la Fundació Joan Maragall había solicitado la censura a Germinans por parte del arzobispo de Barcelona. Tanto sus artículos dominicales como su blog redactado esquemáticamente suelen resultar auténticos monumentos al esperpento. El penúltimo (no se preocupen, que habrá más)  ha sido uno desprestigiando  la manifestación contra el aborto del 17-O. Sin embargo, La Vanguardia ha demostrado ser mucho más inteligente que el periodista y ha sabido captar la tremenda importancia de la manifestación del pasado sábado. En palabras del rotativo: “la mayor manifestación contra el gobierno Zapatero”. Claro que para informar de la impresionante manifestación se ha encargado Enric Juliana. Ya se sabe que Enric Juliana está para las noticias importantes y Oriol Domingo para las menudencias. Por eso el primero fue el único que supo predecir que Sistach sería designado Cardenal, sin dejar participar al segundo en la noticia. La división de poderes entre ambos todavía ha quedado mayormente ejemplificada este fin de semana. Por un lado, Juliana impresionado con el tremendo poder de convocatoria de la manifestación contra el aborto. Por otro lado, Oriol Domingo reseñando el acto íntimo (así lo refirió Sistach) o familiar (así lo califica Llisterri) de la conmemoración del año de fallecimiento del obispo Carrera. Mira que avisamos desde Germinans que la elección del día 17 de Octubre mermaría la concurrencia al acto. La asistencia resultó pobrísima, con el agravante de una nula presencia de juventud. De ahí los calificativos de íntima y familiar. ¡Pobre bisbe Joan!

Es indudable que resulta especialmente penoso que el único diario catalán que tiene dos páginas fijas (dominicales) dedicadas a religión esté bajo la responsabilidad del personaje Domingo. Nadie comprendió como bajo el patronazgo del Cardenal Carles alcanzó aquel cometido. Nadie comprendió tampoco como en el pasado mes de Marzo no acompañaba a sus compañeros de quinta que fueron prejubilados en La Vanguardia. Nada menos que 24 de una tacada. Algunos de ellos tan conocidos como Eugeni Madueño, Mercè Beltràn, Enric Tintoré, José Ramón González Cabezas o Josep María Orta. Inexplicablemente alguien salvó a Oriol Domingo en el último minuto. Chevalier servant como es no movió ni un dedo, ni una tecla, en defensa de sus compañeros. Tampoco lo hizo –él que presume de  la opción por los más necesitados- en defensa de los 90 trabajadores despedidos en La Vanguardia el pasado verano.

Pese a todo, ahí sigue Domingo.  Puede ser que a La Vanguardia cada día le importe menos  su sección de religión y por eso la ha dejado en manos del errático periodista. Pero lo último es caer en  la contradicción manifiesta entre su línea y la información que nos proporciona Enric Juliana. Creemos que esto último no deja en buen lugar a La Vanguardia. Desconocemos porque no lo prejubilaron, pero realmente habrían salido todos ganando. Incluso Oriol Domingo que, con el riñón bien cubierto, habría podido escribir su blog en catalán. Libre de las ataduras lingüísticas de La Vanguardia.


Martí Alanís, un aperturista outsider (14/10/2009)

El recientemente fallecido Monseñor Martí Alanís fue uno de los obispos catalanes que fueron nombrados a finales de los sesenta-principios de los setenta del siglo pasado. En cinco años, cambió la cuasi-totalidad de los prelados catalanes. Arriba y Castro, Modrego, Del Pino, Moll Salord e Iglesias Navarri - obispos designados casi todos en los años 40- fueron sustituidos por Pont i Gol, Marcelo González (después por Jubany, que estaba en Gerona y que, a la vez, fue remplazado por Camprodón), Malla, Carles y Martí Alanís. Menos Pont i Gol, que ya había sido elegido obispo de Segorbe en los años 50, todos ellos eran obispos muy jóvenes, entusiastas absolutos de los nuevos tiempos que debía marcar el Concilio Vaticano II y designados en la época del Nuncio Dadaglio.

Martí Alanís se incardinaba plenamente en este talante. Designado obispo de Urgel  con 42 años recién cumplidos, había sido hombre de confianza del Cardenal de Tarragona, Monseñor Arriba y Castro, que le había encomendado la dirección del Colegio Episcopal Nuestra Señora de la Merced (1957-1966) y del Colegio Diocesano San  Pablo (1966-1971), a la par que ostentaba la vicaría episcopal de enseñanza y doctrina de la fe.

Sustituía en la diócesis a Monseñor Iglesias Navarri, que ya contaba con 81 años y llevaba 28 años de prelado. En sus inicios, sorprendió por su juventud y deseos innovadores. Conducía su propio seiscientos;  hacía encuestas a sacerdotes, religiosos y seglares y renovó de arriba abajo toda la curia diocesana.

En fecha 30 de noviembre de 1974, ante la renuncia por motivos de salud del obispo de Solsona, Monseñor Bascuñana, fue designado Administrador apostólico “sede plena” de la diócesis. Estuvo tres años en dicho cargo (en el que la demarcación solsonense volvió a estar en tela de juicio) hasta que fue reemplazado por el obispo Moncades.

Si bien era un obispo nacionalista, ello no le impidió jamás participar de forma destacada en la Conferencia Episcopal Española, entre cuyos cargos fue Presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones (1984-1987) y de la de Medios de Comunicación Social (1987-1993). Incluso estuvo a punto de ser elegido secretario general de la CEE en el año 1988, saliendo derrotado por el hoy Cardenal García Gasco, en aquel entonces auxiliar de Madrid.  Entre  los años 1989 y 1998 fue miembro del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, merced  a lo cual tuvo un buen acceso a la curia vaticana.

Tan tremenda actividad le debería haber proporcionado un ascenso episcopal y a fe que, al menos en tres ocasiones, estuvo a punto de conseguirlo. Estuvo presente en la terna de sucesores de Monseñor Pont i Gol, como arzobispo de Tarragona, siendo elegido Monseñor Torrella. También estuvo en la de sucesores de Jubany, junto con Teodoro Ubeda y el elegido Ricard María Carles. Y para mayor inri, volvió a aparecer en la terna de sucesores de Torrella, junto con Guix y el elegido Martínez Sistach. Como tarraconense que era, no hace falta decir que le hacía especial ilusión ser arzobispo de su diócesis natal.

Se quedó en la demarcación pirenaica nada menos que treinta y tres años. Cuando ya vio que no iba a salir de allí, solicitó de Roma que se le designase un coadjutor. Así se hizo en el año 2001, en que el Cardenal Carles soltó lastre y le envió a Monseñor Vives. Al mismo tiempo, la Santa Sede le honró con el inusual nombramiento de arzobispo “ad personam”. Sin lugar a dudas influyeron sus muchos años de pontificado y su sacrificio, al no verse aupado a mayores responsabilidades.

Pero el nombramiento también hacía justicia a la integridad doctrinal del arzobispo-obispo. Ya hemos dicho que fue fruto de un tiempo inmediatamente post-conciliar, pero Monseñor Martí Alanís siempre fue por libre de otras inclinaciones progresistas y nacionalistas.  Así podemos recordar, entre otros hechos, la ordenación en su seminario de once sacerdotes colombianos, con indignación expresa de los más catalanistas del lugar; el que abriera una cripta en la Catedral en memoria de los 113 sacerdotes asesinados en la guerra civil; sus declaraciones siempre tajantes en contra de los anticonceptivos y el aborto; su expresa negativa a admitir las absoluciones colectivas o, incluso, su manifestación en contra de la incineración de cadáveres y del abandono de ancianos en geriátricos. Era un aperturista. Sí. Pero un aperturista “outsider”. Seguramente por ello y por sus pésimas relaciones con el obispo Deig, no consiguió alcanzar la archidiócesis tarraconense que anhelaba.  Juan Pablo II le recompensó con el arzobispado a título personal.

Tras su retiro en el año 2003, no entorpeció para nada la labor de Vives y se retiró a Barcelona. Aquí colaboraba en cuanto se le llamaba, siendo habitual su presencia en confirmaciones, a las que -hasta este año- no solía acudir Sistach. Las dos últimas veces que le vi fueron en el Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y en la última novena de la Inmaculada, en la parroquia de la Concepción. Su aspecto era estupendo. Cuentan que una rápida enfermedad, detectada a principios de este verano, se lo ha llevado a la casa del Padre. Fue un obispo de su tiempo, pero fue un obispo digno y recto. Al cel sía.


La agenda del Cardenal (6/10/2009)

El pasado sábado, nuestro Cardenal fue entrevistado por su periodista de cámara, Oriol Domingo Pamies. Las declaraciones de Sistach son de una maestría equilibrista verdaderamente memorable. En primer lugar, confiesa y proclama su apoyo a la manifestación contra el aborto del 17-O en Madrid. No podía ser de otra manera, pues el día anterior había asistido a la Permanente de la Conferencia Episcopal, que había efectuado esta expresa declaración:  

“Entre las iniciativas para la defensa del derecho a la vida y para la justa promoción de la maternidad, numerosas asociaciones han llamado a los ciudadanos a expresarse en favor de estos fines con una manifestación convocada para el 17 de octubre en Madrid. Los obispos consideran legítima y conveniente tal convocatoria y la participación en la misma.”

Pero en segundo lugar, nuestro prelado equilibrista, en la entrevista pactada, nos descubre el porqué no podrá acudir a la manifestación. Por un simple problema de agenda. Concretamente, nos dice el muy cuco:

¿Cuál es su agenda para el próximo día 17?

Desde hace mucho tiempo tengo llena mi agenda para este 17 de octubre con diversos actos pastorales. Entre ellos, está la conmemoración, en Barcelona, del primer aniversario de la muerte de monseñor Joan Carrera, que fue mi obispo auxiliar.

El querer tener un pie en cada orilla provoca no solo la pura distorsión física, sino la más elemental distorsión de la realidad. Nuestro Cardenal falta a la verdad:

La manifestación del 17-O fue convocada con mucha anterioridad a la conmemoración del fallecimiento del obispo Carrera. Nada más y nada menos que el 2 de junio de 2009. El acto en memoria del obispo Carrera fue convocado el 9 de septiembre de 2009. Tres meses después.

Pero el grotesco recurso a la agenda es todavía más grave y escandaloso. La agenda de nuestro Cardenal es pública. Se supone que por expreso deseo suyo, pues todas sus actividades se anuncian en la web del arzobispado; de la cual, por cierto, no tenemos noticias de su nuevo diseño, que se anunció para el día de la Merced. Como dice nuestro insigne Prudentius de Bárcino se da cuenta de todos sus fastos, cual si fuere el mismísimo Emperador Francisco José. Todo el mundo sabe (incluso Sistach) que el obispo Carrera falleció el día 3 de Octubre de hace un año. En este 2009, ese día caía en sábado y era el día indicado para rendirle el merecido homenaje. Homenaje que, recuérdese, organiza el propio arzobispado. ¿Qué había en tal fecha en la agenda del Cardenal? Nada. Podía ser un día de asueto o de visita  “als renebots”. Obviamente se lo merece. Pero podía celebrarse el día siguiente, domingo 4. ¿Qué había ese día en la agenda del Cardenal? Este simpático acto:

Agenda

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• Diumenge, 4 de Octubre de 2009

Activitats del Sr. Cardenal

 

       A les17h, administra la confirmació a fidels xinesos a la parròquia de Corpus Christi.

Está clarísimo que la conocida agenda del arzobispo estaba más que libre para ese fin de semana. Curiosamente, cuando no estaba libre era el fin de semana siguiente, ya que acude a Roma a la canonización del beato Francesc Coll. Por tanto, en la agenda de Sistach solo había dos opciones: la lógica, conmemorar al obispo Carrera al año justo de su fallecimiento y la ilógica, hacerlo coincidir con la manifestación del 17-O, que el decididamente apoya. Como es natural, Sistach escogió la más ilógica.

Algunos consideran que con ello nuestro Cardenal pretende boicotear la manifestación contra el aborto. Yo no lo creo. Al revés, nuestro Cardenal está boicoteando el acto de homenaje al obispo Carrera. Me explicaré: Sistach no quiere que muchos de los que guardamos un gratísimo recuerdo del Bisbe Joan asistamos al acto. Sabe que ya tenemos comprometida nuestra asistencia a la manifestación desde antes del verano. Un acto descafeinado con poca gente, dirigido por Bacardit, Termes y Turull en comandita, con la asistencia del bruto de Brustenga, el periodista Domingo (¿quién le habrá salvado del ERE de La Vanguardia?), Romeu, Llisterri y cuatro más, será una cosa mucho más “nostrada”, que compartirla con los ortodoxos de e-cristians, los sacerdotes jóvenes y exitosos de la diócesis, matrimonios jóvenes, estudiantes católicos o incluso algún infiltrado de Germinans. No, en el fuero interno de nuestro Cardenal, Carrera no se merece ser el obispo de todos. Sin embargo, lo era.

Y es que la historia no la puede remover nadie. Carrera ostenta el record de prolongación de mandato en los obispos españoles más modernos. Se tenía que jubilar en Mayo de 2005 y no se jubiló jamás, ya que el Padre le llamó a su casa un 3 de octubre de 2008. Carrera no se pudo retirar por el empecinamiento de Sistach en promover a Turull como su sustituto. Carrera (al que ahora llama su obispo auxiliar, cuando lo fue de Carles, no de él) no se llevaba precisamente muy bien con Sistach. Su falta de “feeling” se ilustra en el libro-entrevista que le publicó Romeu, que acaba con el siguiente párrafo:  

“El arzobispo Lluís Martínez Sistach tiene muchas dudas y siempre tiene miedo de perder dinero, o sea que no se qué pasará…Pero, bueno.” 

No es precisamente una forma muy elogiable de hablar de Sistach, al que, por cierto, es la única ocasión en que se le invoca. Luego vinieron las prisas en nombrar a Taltavull (el obispo sin báculo)  con el que curiosamente congenia tan poco que ahora ya quiere promocionarlo a Solsona y sustituirlo por Sergi Gordo.

Solo le queda una opción, señor Cardenal, cambie el día de la conmemoración del obispo Carrera y podrá ver una nutrida concurrencia al acto. Estará orgulloso. Intente por una vez contentar a todos. Como hacía el obispo Carrera. Eso sí, siempre y cuando su apretada agenda se lo permita.


Las parroquias de los dos últimos rectores del Seminario (29/09/2009)

Con anterioridad al advenimiento de Turull al frente del Seminario barcelonés, fueron sus rectores el Doctor Ramón Corts Blay (1997-1998)  y Mossèn Francisco Prieto Rodríguez (1998-2005). No es motivo de este artículo analizar sus mandatos al frente de aquella institución, aunque un día les explicaré, con calma y tranquilidad, la repugnante maniobra que la alianza U-progresía urdió para apartar al doctor Corts del Seminario. Traigo a colación a estos dos sacerdotes, que en su día fueron bestias negras de las huestes que hoy mandan en la archidiócesis, para significar la extraordinaria labor que desempeñan en sus actuales parroquias.

El Doctor Ramón Corts es rector de la Parroquia de la Purísima Concepción desde el mes de Octubre de 1998. No se trata de un sacerdote cualquiera. Además de sus cargos de delegado episcopal de enseñanza y arcipreste de la Concepción, es un eminente historiador, que se ha sumergido en los archivos secretos del Vaticano y que ha publicado numerosísimas obras de historia eclesiástica. Entre ellas merece destacarse “L’arquebisbe Fèlix Amat (1750-1824) i l’última il.lustració española” y, como co-autor, el Diccionari d’història eclesiàstica de Catalunya.  Pero su talento no va asociado a una indolencia pastoral. Al revés, la parroquia que regenta es una de las parroquias más vivas de Barcelona. En el barrio del Ensanche existen dos parroquias emblemáticas, las que, además, dan nombre a  cada uno de sus arciprestados. La de la Concepción para la derecha del ensanche y la de San José Oriol para su izquierda. No me gusta el maniqueísmo, pero comparar una con la otra arroja un balance brutal a favor de la Concepción. No en vano muchos la denominan la Catedral del Eixample. Y es que el eminente historiador saca tiempo de donde sea para atender su parroquia. Famosas son sus conferencias cuaresmales, en las que siempre se anota el tanto de invitar a algún prelado de alto nivel. Por citar las de los últimos años, ha tenido a Fray Raniero Cantalamessa o a Monseñor Blázquez entre otros. Con no menos celo y brillantez, se dedica a hacer la novena de la Inmaculada o la procesión del Corpus o una de las Semanas Santas más participadas de Barcelona. En un barrio en el que hoy en día casi todo son oficinas, cuenta con numerosos niños, jóvenes y matrimonios que no se ven en otros pagos. Igual podemos decir del culto diario, la dignidad de sus celebraciones o la categoría de los sacerdotes que le ayudan. Debo destacar entre ellos a otro célebre historiador eclesiástico: Fra Valentí Serra de Manresa. Que nadie piense que están en la parroquia como “patums”. Celebran diariamente en ella, no tienen rubor en dedicar horas al confesionario y tienen tiempo más que suficiente para atender su actividad investigadora y docente. ¡Qué maravilla!

Mayor mérito sí cabe tiene la parroquia de San Isidro Labrador, a cuyo frente se halla Mossèn Francisco Prieto. Sí la parroquia de la Concepción es un templo histórico de Barcelona, la de San Isidre es una parroquia moderna. Fue erigida en el año 1946 y se halla entre el barrio barcelonés de Sants-La Bordeta y el de Santa Eulalia de L’Hospitalet de Llobregat. Entre los rectores que ha tenido en su corta historia (tan solo cuatro) debe significarse especialmente a nuestro querido Obispo Carrera, que lo fue entre los años 1976 y 2001. Esta parroquia es otro ejemplo de vitalidad eclesial, pero especialmente debo destacarla porque me atrevería a decir que es la iglesia más limpia y luminosa de Barcelona. Es un templo que no solo da gozo verlo, sino pasar un rato en él. Se lo recomiendo. Cuantas iglesias vemos oscuras, sucias, hediondas, con las paredes desvencijadas, normalmente pintadas de un color “de gos como fuig”. La de San Isidro es blanca, límpida, clara y recoleta.

Además esta parroquia ha tenido una enorme suerte. Detrás de ella se ha construido la actual Ciudad de la Justicia de Barcelona. Han de pasar por delante de ella todos los que acuden a los tribunales, ya sean imputados, declarantes, testigos, jueces, letrados, procuradores o funcionarios. Siempre está abierta la iglesia y siempre se encuentra a alguien rezando en ella. Creo que se trata de una verdadera recompensa a la excelente labor de Mossèn Prieto.

Son dos ejemplos más de cómo suelen tener sus parroquias los sacerdotes más denostados por la progresía barcelonesa. Al contrario de los curas militantes en esa socialdemocracia gandul que normalmente no tienen tiempo de atender su parroquia, delegando en algún pobre diácono, que incluso tiene que celebrar la misa diaria, en aquello que denominan “celebració de la paraula”. Otros dos sacerdotes que no se verán reconocidos por este magma aprisionador en el que están los de siempre. Aquellos de los que habla Oriol Domingo en La Vanguardia dominical y que ahora han descubierto  internet. Qué gracia tenía la última información de Domingo: nos hablaba de todas las webs religiosas de Cataluña y obviaba la que más repercusión ha tenido. ¿Te han obligado a silenciarnos nuevamente, Oriol?


La descafeinada procesión de la Merced (22/09/2009)

En el año 2003, después de 52 años sin celebrarse, el Cardenal Carles decidió recuperar la procesión en honor de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona, coincidiendo con la conmemoración de los 800 años de la primera redención de cautivos por San Pedro Nolasco. No es una procesión que destaque por su belleza. Al revés, la Virgen es portada en una especie de mesa con varas, sin tan siquiera un paso, ni revestida con mantos, ni bajo palio. En los siguientes años del pontificado de Martínez Sistach (2004-2009) la procesión ha ido languideciendo paulatinamente. Sin embargo, nunca había llegado a los extremos de las presentes fiestas. En primer lugar, si siempre salía a la calle como colofón de las mismas, este año se ha celebrado el día 20, con anterioridad a que se hayan ni tan siquiera iniciado (el pregón oficial tendrá lugar el día 23). Además ha recortado su recorrido. Anteriormente, salía de la Basílica e iba por la Calle Ample hasta Vía Layetana y por ahí se dirigía hacia la Catedral. Este domingo abrevió por la Calle Avinyó hasta Ferrán. Así la veía menos gente. Total, todavía no estábamos en fiesta mayor.

Con estos mimbres, evidentemente la participación fue paupérrima. Eso sí, estaba Turull. ¡Cómo iba a faltar!

Pero hay más. En esta diócesis siempre hay más. En la explanada de la Catedral no estaba ni nuestro Cardenal, ni su obispo auxiliar para recibirla. Ahí delegaron en el vicario episcopal Joan Galtés.

Y no será porque en otros años no la hubiesen recibido. Aquí tienen el video del 2006 con un Sistach pre-cardenalicio, revestido solo con sotana y con mala cara. En los dos años siguientes ya delegó en nuestro querido obispo Carrera, que la recibía como obispo con báculo que era.

Este domingo el Cardenal Sistach prefirió acompañar a Termes en su toma de posesión como nuevo párroco de Sant Josep Oriol. En cuanto a Taltavull, nadie lo sabe. Debe de estar buscando el báculo.

Parece todo ello un auténtico juego de despropósitos, pero es un ejemplo más del abochornante estado de nuestra diócesis, en la que ni tan siquiera sus dos prelados se dignan recibir la Virgen que tienen como patrona. Eso sí, el día 24 Sistach celebrará la misa en la Basílica. Claro que ahí estarán Montilla y Hereu. Y esa misa no la recuperó el Cardenal Carles. Qué triste, pero que cierto.


Taltavull, un obispo sin báculo (15/09/2009)

El pasado día 8 de septiembre, fiesta de la natividad de Nuestra Señora (conocida popularmente en Cataluña, como “la festa de les marededeus trobades”)  asistí a la misa que se celebraba en la parroquia barcelonesa de la Virgen de Núria, por la que siento especial devoción. Presidía la eucaristía nuestro obispo auxiliar. Pero -¡oh, sorpresa!- al iniciarse la procesión hacia el altar, observé que Taltavull iba sin báculo, ni mitra. Sus únicos símbolos episcopales eran el solideo y el pectoral, por fuera de la casulla. Raro, raro, raro. Ingenuo de mí, pensé que el auxiliar habría tenido algún despiste o algún problema de última hora y había comparecido con sus ornamentos a medias. ¡Qué va! He preguntado en alguna de las parroquias a las que ha asistido y todos me confirman que acude siempre sin báculo. Iluso que soy.

Dicen que Taltavull alega que se lo están arreglando en Menorca. Cierto es que es conocida como la isla de la calma, pero, realmente, me parece que desde el 21 de marzo en que fue consagrado obispo (obviamente con su báculo) hasta ahora, ha habido plazo más que suficiente para el ajuste del cayado.

Desconozco sí esta es la razón, pero lo que sí está claro es que la imagen del prelado sin báculo ilustra a la perfección cual es el verdadero poder de nuestro obispo auxiliar. Taltavull ha iniciado sus días barceloneses absolutamente inmovilizado por Sistach. Tanto que algunos en Barcelona todavía se están preguntando sí existe Taltavull. Entre ellos Oriol Domingo que va detrás de él como loco para que se digne a ser entrevistado. Desde que llegó hace seis meses, solo ha realizado una entrevista para Catalunya Cristiana y otra para el programa de TV3, Signes dels Temps. No solo eso, sino que está siendo verdaderamente insignificante su actividad pastoral. No se le ha encomendado ninguna confirmación, solo ha acudido a aquellas parroquias que se lo han pedido directamente. Nunca como en este año, había confirmado Sistach en tantas ocasiones. Eso que otros años había llegado a delegar en Malla y Martí Alanís. Es más, tampoco como en este año, se habían llevado a cabo tantas confirmaciones por vicarios episcopales. Taltavull se mueve poco del despacho. Ejerce más como vicario general que como obispo auxiliar. Tampoco se le ha habilitado ninguna estancia en el Palacio episcopal, teniendo su aposento  junto con los sacerdotes ancianos de la Residencia San José Oriol.

Tantos desvelos y complicaciones para que se designara obispo auxiliar, para acabar encomendándole tan nimias funciones. Todo ello confirma que el proceso de nombramiento de auxiliar fue un verdadero despropósito. Ya se lo dije en mis artículos del 3-2-09 (“El parto de un auxiliar con fórceps”)  o del 31-3-09 (“Talatvull empieza maniatado”). También lo dijo mi admirado Antoninus Pius, en su artículo de 4-2-09 (“Don Sebastiá Taltavull: Historia de un nombramiento complejo”).  Todos aquellos temores se han visto plenamente confirmados. Taltavull fue una solución de compromiso, para salir del paso de la injustificada prolongación del mandato de nuestro llorado obispo Carrera (que falleció un 3 – y no un 17- de Octubre de hará un año). Pero Taltavull no fue jamás el obispo querido por Sistach. Añádase a ello que nuestro Cardenal es poco amante de delegar y escaso dador de confianzas.

Por otra parte, al clero progre local no le inspira Taltavull mucho convencimiento. Aunque tiene muchos amigos en Barcelona de sus tiempos del inter-diocesano, no es uno de los suyos. No es de aquí. Esto se nota particularmente en los distintos ambientes de camarilla: el uniano, el de los excomunistas o el de los jóvenes cincuentones. Por cierto, ellos sí reciben el aliento y los honores de nuestro Cardenal. Fíjense sino a que sacerdotes acompaña en su toma de posesión. Este último domingo a  Romeu en Santa Maria del Taulat y a Jordi Farré en la Mercé. El próximo domingo a Termes en Sant Josep Oriol y a Jordi Illa (fichaje de la diócesis de Solsona) en la del Patriarca Abraham. Realmente no podía resultar el mensaje más claro de por dónde van los tiros. No sabemos sí va a ver más acompañamientos, incluso sí se va a atrever a acudir a la toma de posesión de Oriol Garreta en Esplugues, después de que este se negase a las soluciones de cambalache que se le ofrecían.

Este es el lamentable estado de nuestra diócesis. Con un arzobispo que se ocupa de todo (de casi todo mal) y con un obispo auxiliar que sintomáticamente carece de báculo. Ya sea como símbolo de pastor o como símbolo de poder. Confiemos únicamente en que la fenicia sabiduría menorquina le permita navegar hacia buen puerto. Aunque tenga cuidado con que esta manera de ser excesivamente pausada termine con adormecernos a todos. A lo mejor antes de que le llegue el báculo.


La lluvia fina de Tarragona (8/09/2009)

No es Tarragona una zona lluviosa, ni mucho menos cae el líquido elemento de forma fina y continuada. Al contrario, las lluvias suelen surgir de forma torrencial, en especial en estas fechas septembrinas, en el que raro es el día en que los truenos y relámpagos no amenazan las vendimias, aunque la mayor parte de las veces solo llega a caer aquello que en sus comarcas se conoce como “tupullot”. Mucho ruido y pocas nueces.

En los cinco años que lleva Monseñor Pujol Balcells como arzobispo de la diócesis, no ha habido ni un rayo, ni un trueno, ni siquiera un “tupullot”. Al revés, su actuación se puede comparar mejor con un chirimiri norteño que con las torrenteras propias de estos parajes.

La designación de Monseñor Pujol Balcells cayó en Tarragona como un jarro de agua fría. Un sacerdote del Opus Dei, que había pasado toda su vida sacerdotal entre Roma y Pamplona, que era preconizado arzobispo, sin haber sido obispo de una diócesis menor, que no tenía ascendente alguno entre el clero catalán, ni tan siquiera con los miembros de la Prelatura en Cataluña. Su único nexo de unión era un hermano sacerdote en la diócesis de Urgel, miembro de la curia episcopal tanto en tiempos del obispo Martí Alanís como del obispo Vives.

Sin embargo, el nuevo arzobispo se hizo enseguida con la diócesis y consiguió un milagro: hacerse bien con todo el mundo. Cuando le conocieron (y le conocí) descubrieron un hombre afable, simpático, cercano y especialmente didáctico y pedagógico en sus charlas, pastorales y homilías. Además, en estos cinco años ha llevado a cabo una labor incansable. Ha visitado todas sus parroquias en varias ocasiones, ha escuchado a todo el mundo, de todas las tendencias y con todos se ha portado de manera paternal y comprensible. Nadie puede decir que Monseñor Pujol no se haya comportado como un verdadero pastor.

Pero que nadie se crea que esa calidez humana y esa riqueza espiritual e intelectual podían provocar que con el arzobispo pudiera hacer todo el mundo lo que quisiese. Al revés, Monseñor Pujol no tiene ni un pelo de tonto y es por ello que supo desde el primer momento que, al no poder entrar en la diócesis como un elefante en una cacharrería, debía realizar una labor de hormiguita, que fuese calando en sus feligreses y sacerdotes. La lluvia fina.

Probablemente sus antecesores en el cargo se lo habían dejado fácil. Dejando aparte al Doctor Pont i Gol,  prelado típicamente post-conciliar, pero que dejó profunda huella por su humildad y sencillez, no se puede decir lo mismo de Torrella y de Sistach. El primero fue un obispo antipático, distante, enfermizo y muy pagado de sí mismo. De Sistach qué les vamos a contar. Pasó por Tarragona como un grado más en su escalafón. Ya sabemos que cuando estaba en Roma estudiaba para Cardenal. Pocos les guardan buen recuerdo. Por eso la llegada de Pujol representó una bocanada de aire fresco, después de dos pontificados tristes y huraños.

Pero en la archidiócesis existía un poder fáctico, con nombre y apellidos: Mossèn Miquel Barbarà Anglés. Lo había sido todo en Tarragona. Secretario y Canciller de Monseñor Pont i Gol, vicario episcopal con Torrella y vicario general con Martínez Sistach. Llevaba treinta y tres años manejando la diócesis a su antojo, viendo pasar obispos e incrementando su poder. No iba a ser fácil desembarazarse de él. Obviamente, Monseñor Pujol no lo pretendió, ni mucho menos. Pero supo esperar a su debido tiempo y en este año 2009 halló el momento justo y la persona ideal para acabar con aquel poder omnímodo. Y el acierto ha sido pleno. Un vicario general que va a dar mucho juego en la Cataluña del siglo XXI: Mossèn Joaquín Fortuny Vizcarro. Desde que fue designado el pasado mes de Marzo está llevando a cabo una actividad frenética. Le conocen en todas las parroquias y  tanto su afabilidad personal como su riqueza espiritual se igualan a las de su arzobispo. Incluso tiene su número de teléfono móvil en la web del arzobispado, disponible para quien quiera llamarle a todas horas.

Están formando un gran tándem Pujol y Fortuny. Espero que lo formen muchos años. Y si no lo consiguen es porque, sin lugar a dudas, Mossèn Fortuny será uno de los nuevos obispos de esta Cataluña renovada. Se irá él antes que su arzobispo. Porque Pujol Balcells no espera salir de Tarragona. Muy equivocados están aquellos que lo preconizan como sucesor de Sistach. La labor de Pujol es lenta. Lenta pero segura. Por ello necesita de un pontificado largo, que no se vea interrumpido a medias, como le pasó a Martínez Sistach.

Los pontificados cortos suelen ser contraproducentes. Parten la actividad de las diócesis por la mitad y suele ocurrir –como ya pasa en Barcelona- que a mitad del mandato ya se hable del sucesor del obispo. No, Pujol Balcells se quedará en Tarragona y relanzará la diócesis, como ya lo está llevando a cabo. No solo con su vicario general, sino con otros mimbres en los que ha puesto el ojo y que no le van a defraudar.

Fortuny y las nuevas generaciones versus Barbarà. La iglesia joven y renovada frente a una iglesia decrépita y periclitada. Sin embargo, Barbarà se aburre y quiere morir matando. El artículo –este sí anónimo- publicado por Tribuna Catalana, ha nacido en su factoría. Estaba claro que después de tantos años de poder, no se iba a quedar relajadito en casa.

Pero a pesar del carácter insidioso del artículo de marras, no se trata de nada más que de los últimos coletazos de un animal moribundo. Tarragona se está renovando completamente y Barbarà (o sus acólitos) ya solo gozan de una presencia testimonial. La lluvia fina seguirá produciendo sus efectos beneficiosos y de aquí unos años podremos comparar los números de Barbarà con los números de Pujol y Fortuny. A ver si va a pasar como en Terrassa.


Solo una cuarta parte de los párrocos de Terrassa tienen más de 65 años (1/09/2009)

En mi último artículo les comentaba que casi la mitad de los párrocos de la archidiócesis de Barcelona son mayores de 65 años. Concretamente en 91 de las 208 parroquias.

Voy a examinar hoy qué pasa en la diócesis sufragánea de Terrassa. Los números difieren enormemente: Solo una cuarta parte de ellos alcanzan aquella edad. 29 de las 119 parroquias. De ellos 12 mayores de 75. Una décima parte, cuando en Barcelona eran la quinta parte del total.

La diferencia es substancial. Pese a todo, si dejamos de compararla con Barcelona, sigue siendo un porcentaje importante, aunque existen otros matices que es preciso analizar, para darnos cuenta de cómo se encara el  futuro en la demarcación egarense.

De esos 29 rectores hay 8 en poblaciones muy pequeñas. Algunos de ellos, párrocos de toda la vida, que disfrutan del reconocimiento de los lugareños y a los que no se puede apartar de su casa-rectoría de toda la vida. Entre ellos deben destacarse a Mossèn Antoni Pujol Xisquens, Rector de Samalús (2.375 habitantes) desde el año 1957 o a Mossèn Daniel Montserdà Triedú, Rector de Sant Fost de Campsentelles (8.141 habitantes) desde el año 1960, entre los más antiguos.

Otra cifra importante de párrocos mayores se da en la ciudad de Sabadell, concretamente 9 de los 29 (parroquias de la Mare de Deu de Gràcia, Sant Feliu, Sant Oleguer, Sant Vicenç, Santissim Salvador, Santíssima Trinitat, Mare de Deu dels Dolors, Sant Antoni de Padua y Santa Creu). Algo debe pasar allí, que no se ha efectuado renovación alguna.

A la vez existe otro dato trascendental, quizás aún más significativo. De las 119 parroquias, 15 son atendidas por párrocos menores de 45 años. Muchas de ellas importantes por número de población. Son las siguientes: Cardedeu (Jordana); Mare de Deu del Roser de Terrassa( Pallàs); Sant Cristofol de Terrassa (Lázaro); Sant Esperit de Terrassa (Fidel Catalán); Sant Pau de Terrassa (Montford); Parets del Vallés (Ballbé); Sagrada Familia de Sabadell ( Cáceres Pérez); Caldes de Montbui (Fluriach); Santa Eulalia de Ronçana ( Xavier Blanco); Lliça de Vall ( Valentí Alonso); La Llagosta (Ricardo Calderón) ; Llinars del Vallés (Ignasi Condal); Sant Celoni (Ignasi Fuster); Santa María de Palautordera (Prakash Chao) y Mare de del Roser de Cerdanyola (Marcos Aceituno). Hay más párrocos menores de 45 años que mayores de 75.

Los números son inapelables. Y las diferencias con Barcelona también. Una diócesis joven frente a una diócesis envejecida. Una diócesis en la que se ha afrontado el relevo, frente a otra en la que no se atreven ni a jubilar a los rectores. Realmente la labor del obispo Saiz Meneses en Terrassa es espectacular. Los medios progres siguen reticentes a reconocérselo, pero tarde o temprano se verán obligados a dar su brazo a torcer. Se trata de cifras. De matemática pura y dura. Ya no solo es la  hazaña de abrir un seminario  (¡y llenarlo!) en pleno siglo XXI; ya no se trata de la inmensa labor que desarrolla Caritas de Terrassa (que ya fue destacada en otro artículo), sino de responsabilizarse de uno de los principales problemas que sufren todas las diócesis: el envejecimiento del clero. Se  ha enfrentado a él con audacia, con decisión, con inteligencia, con seriedad. De aquí a unos años, cuando Barcelona tenga a dos terceras partes de su clero en edad de jubilación o deba cerrar alguno de sus templos, mirará con envidia como su diócesis vecina puede presumir de tener atendidas todas sus parroquias y de hacerlo con un clero “jasp”. Y además se ha venido produciendo ese relevo sin ninguna protesta, sin ninguna crisis, sin un deterioro de la armonía diocesana. Eso que la diócesis de Terrassa se desgajó de la de Barcelona y, por tanto, poseía un clero que había bebido de las mismas fuentes, que había sido regido por los mismos pastores, que había estudiado en el mismo seminario. ¿Pasó algo? Nada. ¿Por qué no se han atrevido a hacerlo en Barcelona? En el Cardenal Martínez Sistach está el debe. Lo grave es que de aquí unos años lo pagaremos sus diocesanos.


Casi la mitad de los párrocos de Barcelona tiene más de 65 años (26/08/2009)

En la archidiócesis de Barcelona hay 208 parroquias. De ellas, 91 son regidas por sacerdotes mayores de 65 años. El 45% del total son rectores que ya estarían jubilados en la vida civil. Sí solo atendemos a la edad de jubilación canónica, fijada en los 75 años, nos encontramos con 31 párrocos que ya la han cumplido. Casi una quinta parte del total.

Vamos a repasar únicamente a éstos:

Parroquias                                Párroco                            Edad párroco

Santa Anna                               Mn.Joan Arán                           80

Sant Agustí                               Padre Casañas Galofré              80

Preciossima Sang-St.Domingo      Mn. Duch Fumadó                     75

María Medianera                         Mn. Muñoz Resano                   76

Sant Salvador d’Horta                  Mn. Francesc Foraster               80

Sant Ferrán                                Mn. Amador Roig                      77

Espíritu Santo                             Mn. Miquel Venque                   75

Sagrada Familia                           Mn. Bonet Armengol                 78

Sant Oleguer                               Mn. Joaquim Trias                    76

Sant Joan d’Horta                         Mn. Ignasi Corominas               76

San Pio X                                    Mn. Lladós Pastallé                   80

Santa Eulalia Vilapiscina                Mn. Miquel Bada                       76

San Carlos Borromeo                     Mn. Joan Cortina                       76

Sta. Teresita                                Mn. Joan Escala                        80

Josepets                                      Mn. Ricard Masclans                  78

Mare de Deu de Nuria                     Mn. Arturo Martín                     77

Sant Ildefons                                Mn. Lluis Saumell                     77

Basílica Tibidabo                            Padre Oriol Oliveras                 75

Sant Joan de la Creu                       Padre Conrad Martí                  79   

Santa María de Vallvidrera               Mn. Josep Sendra                     77

Santa Tecla                                    Mn. Joaquín Monasterio            78

Les Planes                                     Mn. Pere Grau                         77

Santo Angel Custodio                       Padre Francesc Nolla               76

Santa Dorotea                                 Mn. Francesc Vergès                81

Verge Desamparats                          Mn. Valentí Balaguer               78

Verge Lourdes de Badalona                Mn. Miguel Pareja                   79

Sant Cebrià de Tiana                         Mn. Joan Ballús                      78

Sant Pere de Premià de Dalt              Mn. Josep Colomé                    76

Santa María de Mataró                      Mn. Joan Barat                        76

St. Vicenç de Montalt                        Mn. Vicenç Roig                       78

31 sacerdotes esperando una merecida jubilación. La mayor parte con sus naturales achaques físicos (más de uno, no solo con achaques, sino con dolencias gravísimas) que les impiden llevar la parroquia como desearían. ¿Se ha hecho algo durante el pontificado de Sistach para paliar esta grave situación? Absolutamente nada. Al revés, se demoran las jubilaciones, se insiste a los párrocos en que han de seguir, mientras el cuerpo aguante; todo ello sin la más mínima atención moral y personal a estos sacerdotes mayores, que se ven privados de su ganado retiro. Con el agravante de que en la Residencia Sacerdotal san José Oriol ya no cabe ni un cura más. Tienen que dejar salir antes de entrar. Por el contrario, hay parroquias con dos, tres y cuatro sacerdotes, algunas con rector y vicario jóvenes, cuyo nexo de unión suele ser la ortodoxia. Sistach ha dividido el mapa de las parroquias barcelonesas entre corrientes sacerdotales, pero tiene un grave problema: casi no tiene curas jóvenes progres. La causa de esta errática política se observa en la descomunal proporción de párrocos mayores. El absoluto envejecimiento de los rectores.

Esto configura un panorama desolador. ¿Qué pasará de aquí diez años? ¿Se van a cerrar la mitad de las parroquias de la diócesis? ¿Ha pensado Sistach en ello? Parece claro que sí ha pensado, no se ha atrevido a tomar una decisión. Ya quedará el problema para el que venga. El ha preferido la supuesta paz diocesana, antes de encarar los escollos del futuro. Pero lo pagaremos todos. Y entonces, pensaremos porque –cuando se podía- no se acometió la verdadera reestructuración de la diócesis y se confió en los sacerdotes más jóvenes. Simplemente por temor al progresismo eclesial. No podía verse el mapa parroquial dominado por clergymans. Por evitarlo, tendrá el mapa parroquial dominado por iglesias cerradas. Ahora están semivacías. De aquí a diez años, selladas a cal y canto. ¿Alguien lo duda?


¿Qué hacer con Solsona? (18/08/2009)

Tras la presentación de la renuncia por edad del obispo Traserra, se vuelve a plantear la cuestión del obispado de Solsona. La diócesis con menos habitantes de Cataluña y, con anterioridad a la creación de las de Terrassa y Sant Feliu, la diócesis más moderna. La demarcación episcopal fue erigida en el año 1593, bajo el reinado de Felipe II, con la intención de crear cerca de la frontera una serie de diócesis que representasen una barrera contra la penetración de los hugonotes. Contemporáneas a Solsona son las diócesis de Jaca y Barbastro así como la adscripción de la de Elna a la provincia eclesiástica de Tarragona.  Poco después, entre los años 1644 y 1655, estuvo ocupada por Francia, sin que ningún obispo pudiera tomar posesión. La sucesión episcopal continuó el año 1656 ininterrumpidamente hasta el año 1838. El Concordato de 1851 suprimió la diócesis, pasando la catedral a la categoría de colegiata y su territorio a la diócesis de Vic. En el  año 1895 la reina María Cristina decretó la creación de una administración apostólica de Solsona independiente de la de Vic. Entre sus administradores apostólicos estuvo Monseñor Vidal i Barraquer entre 1913 y 1919. En 1933, el Papa Pio XI restauró mediante bula la sede episcopal de Solsona, siendo reconocida por el gobierno de Franco en 1945, designándose a Monseñor Tarancón como obispo.

Este breve relato histórico demuestra que la diócesis solsonense ha estado en cuestión en múltiples ocasiones, hallándose suprimida de hecho y regida por administradores apostólicos durante más de cien años. Nunca fue un obispado preeminente, hasta el punto de que se cuenta que cuando el obispo Bascuñana sucedió a Monseñor Tarancón, proveniente de Ciudad Rodrigo, su hermana, que vivía con él, se enojó porque en Solsona no podrían departir ni con un Gobernador Civil, ni con un Gobernador Militar.

Con la renuncia del obispo Traserra se vuelve a plantear el futuro de la demarcación episcopal de Solsona. ¿Tiene sentido en pleno siglo XXI una diócesis con solo 120.000 almas? No se ha querido abordar en España la supresión de diócesis y es cierto que el temor a que se produzca otro litigio como el de Lérida con Barbastro, intensifica la reticencia a toda alteración de los límites episcopales. Solo existen en España nueve diócesis más pequeñas que Solsona: Ibiza, Barbastro-Monzón, Teruel-Albarracín, Huesca, Jaca, Tarazona, Osma.Soria, Menorca y Ciudad Rodrigo. Se da la coincidencia que todas estas diócesis han quedado vacantes en los últimos años y se han designado nuevos prelados, sin afrontar la supresión de la demarcación. Pero sí existe un precedente: en el año 2003, aprovechándose que estaban  vacantes los obispados de Huesca y Jaca, se designó a un nuevo prelado para las dos diócesis, quedando unidas bajo su persona, con el agravante de que Huesca era –y sigue siendo- de la provincia eclesiástica de Zaragoza y Jaca de la de Pamplona. Es decir, existen precedentes para todos los gustos.

Entonces, la pregunta es: ¿Con quién unir la diócesis? ¿Con Lérida? Difícil, iniciar otro problema de límites, después del trauma con Barbastro. ¿Con Urgel? Mayor problema, por el tema del co-principado. Solo queda Vic. Sería una continuidad histórica. Además, casi la mitad del territorio de Solsona se halla dentro de los límites de la provincia de Barcelona y, por ende, supondría un reconocimiento expreso a la extraordinaria labor que hace el obispo Casanova. Crear una gran diócesis central en Cataluña significaría un contrapeso importante a las demarcaciones de Barcelona, Tarragona y Gerona.

No sabemos qué va a pasar, porque el tema va a tener que ser afrontado por un nuevo Nuncio, pero de una manera o de otra va a tener que solucionarse el dilema. No veo ningún problema para unir Solsona a la diócesis de Vic, al revés, solo le veo ventajas. Pero, en todo caso, va a ser una de las decisiones importantes a tomar en el nuevo curso. Lo que es seguro es que no se va a producir una sustitución inmediata del obispo Traserra. Tiempo hay para ver por dónde se dirige la tradicional “decantazzione” vaticana. 


“La iglesia del Concilio" (11/08/2009)

El Santo Padre Benedicto XVI, en la carta que dirigió a los obispos en fecha 10 de marzo de 2009, dijo lo siguiente:

“A algunos de los que se muestran como grandes defensores del Concilio se les debe recordar también que el Vaticano II lleva consigo toda la historia doctrinal de la Iglesia. Quien quiere ser obediente al Concilio, debe aceptar la fe profesada en el curso de los siglos y no puede cortar las raíces de las que el árbol vive”.

Traigo a colación estas sabias palabras del Papa, porque muchas veces he escuchado la frase “la iglesia del Concilio”. Es más, incluso he llegado a oír quien presume de “ser cristiano del Vaticano II”

No vengo a hablar en este artículo de las tergiversaciones del Concilio. Mucho se ha escrito ya de ello. Si voy a hablar, a la luz de las palabras del Santo Padre, de la frustración de las expectativas que tenían aquellos que vinieron a entender que el mismo suponía un punto y aparte en la historia de la Iglesia Católica. Para muchos parece que desde las míticas primeras comunidades cristianas hasta el Vaticano II hubiese existido un auténtico desierto, que- salvo algunas y contadas excepciones-  no merece ser tenido en cuenta. Especialmente, el Vaticano II supone para estos hollygans una ruptura absoluta con la doctrina de los últimos pontífices, especialmente para con los papas del siglo XIX y de la primera mitad del XX.

Pero el mayor de los atropellos supone considerar (y despreciar) como anti-conciliares a aquellos que han venido defendiendo el celo litúrgico; las tradiciones devocionales o la llamada religiosidad popular, por poner solo tres ejemplos.

A mi modo de ver, una de las trascendentales innovaciones conciliares fue la afirmación de la libertad religiosa, asociada a la propia libertad de conciencia del cristiano. Dios nos hizo libres y es en esa libertad, donde cada uno –individualmente- puede acoger la llamada del padre. Fruto de esta libertad de conciencia, las encíclicas papales posteriores al concilio han puesto el dedo en la llaga respecto a la defensa que hace la Iglesia de los Derechos Humanos y la participación democrática.

En estos momentos, en pleno siglo XXI, el fruto del Concilio está precisamente ahí: se puede afirmar que la totalidad de los católicos defienden la democracia y la libertad y rechazan cualquier tiranía.  Pero no por ello, esos católicos defensores de la libertad, han de renegar del celo litúrgico. Es más ¿es incompatible con la libertad de conciencia, el celebrar la misa por el modo extraordinario? ¿Y la participación en procesiones? ¿O el rezo del Santo Rosario? ¿O la adoración eucarística?  ¿Va contra la libertad de conciencia que un sacerdote vista con traje talar o clergyman? 

Avancemos un paso más: la inmensa mayoría de los católicos-defensores de la libertad, condenan el crimen del aborto. ¿Es más democrática la despenalización del aborto que la defensa del derecho a la vida, desde la misma concepción? ¿Perjudica a la libertad la defensa absoluta de la cultura de la vida, desde la concepción hasta la muerte?Pues tanto en una como en otra vertiente, se ha criticado a muchos católicos llamándolos pre-conciliares. No. Todos estos católicos asumen y aceptan el Vaticano II y, especialmente, asumen y aceptan la defensa de la libertad de conciencia que efectuó el Concilio. Nunca más deberían oírse estas expresiones de menoscabo (cuando no de escarnio), realizadas por quienes no solo no han entendido absolutamente nada, sino que llevan años manipulando las propias disposiciones conciliares.

Decía al principio de este artículo que todos estos partidarios de “la iglesia del concilio” incurren en la contradicción de sostener que se trata de un punto y aparte en la iglesia católica, pero luego no admiten que, en base a la libertad de conciencia, que promulga el Concilio, nadie ose pensar diferente a ellos.

El Papa Benedicto XVI lo ha dejado bien claro en su carta a los obispos: “Quien quiere ser obediente al Concilio, debe aceptar la fe profesada en el curso de los siglos y no puede cortar las raíces de las que el árbol vive”.

El Concilio no es un punto y aparte. No existe la Iglesia del Concilio. No pueden cortarse las raíces de las que el árbol vive.   


Otro sorpasso de Terrassa, esta vez en Cáritas (4/08/2009)

La memoria 2008 de Cáritas Diocesana de Barcelona, Sant Feliu y Terrassa ha destacado el tremendo incremento de las personas atendidas durante el año en que estalló la crisis económica. En aquel ejercicio, la actividad de los profesionales y voluntarios de esta delegación diocesana ha resultado insustituible en la atención a aquellas personas más vulnerables: parados que ya no cobran subsidio, niños, inmigrantes, personas que malviven en pisos realquilados, familias mono-parentales, ancianos que viven solos, personas sin hogar, familias que ya no pueden pagar la hipoteca o que corren el riesgo del desahucio. La crisis es tan brutal que golpea y afecta a numerosísimos sectores sociales. La actividad de Cáritas Diocesana  nos debe llenar de orgullo a todos los católicos y nunca serán suficientes los donativos (tanto económicos como de propia entrega personal) que les podamos conceder. Ciertamente es una de las instituciones de la Iglesia mejor valoradas y más eficaces en su labor social.

El terrible impacto de la crisis económica ha provocado que este año se haya hablado más que nunca de aquella Memoria, una vez efectuada su presentación. Sin embargo, ha habido un dato que ha pasado desapercibido: la increíble aportación de la diócesis de Terrassa.

 

Veamos sus números:  

Habitantes totales de la diócesis: 1.208.563

Total de parroquias:                              124

Voluntarios:                                          774

Personas atendidas:                          19.477

Sí se comparan estas estadísticas con las de Barcelona (que también son excelentes) se puede comprobar que Terrassa ha atendido a más familias que Barcelona, con menos voluntarios. En la diócesis egarense 774 voluntarios han ayudado a 19.477 familias, mientras que en la barcelonense 1.544 voluntarios han atendido a 15.246 familias.

Que nadie entienda la constatación de estos datos como una minusvaloración a la actividad de Cáritas en la archidiócesis barcelonesa, pero es justo reconocer la magnífica labor que se está llevando a cabo en Terrassa.Porque todos los datos de Terrassa son extraordinarios: Su Seminario  ya cuenta con más seminaristas que el de Barcelona, con el añadido de que éste último abarca también la diócesis de Sant Feliu de Llobregat. Un seminario con solo tres años de existencia. Además cuenta con un clero joven, motivado, audaz, dinámico y entusiasta.

Este impensable y espectacular hito tiene nombre y apellidos: José Angel Saiz Meneses. El pasado día 19 de Julio celebró sus 25 años de sacerdocio. Se puede decir que la misa de conmemoración fue un homenaje a este obispo que ha revolucionado la actividad eclesiástica catalana, en todos sus ámbitos. La presencia de prelados que le acompañaron por dicho motivo también fue reveladora y sintomática: El Cardenal Carles, los obispos de Solsona y Gerona y Monseñor Taltavull. Fue realmente sorprendente que faltase su metropolitano, el Cardenal Martínez Sistach,  y el obispo de la otra diócesis de su provincia eclesiástica, Monseñor Cortés Soriano.

No puedo entender los celos que causan el auge y esplendor de Terrassa en la curia barcelonesa.  Los frutos egarenses redundarán en beneficio de todos. Tenemos que estar satisfechos y esperanzados por esta fecunda actividad. En los actuales tiempos no podemos evolucionar mediante compartimentos estancos. Al revés, las interrelaciones son tantas, que, a buen seguro, el extraordinario rendimiento vallesano hará mella en Barcelona.

No se olvide que, tras la división eclesiástica del 2004, la diócesis de Terrassa es una demarcación verdaderamente importante. Posee 1.208.563 habitantes frente a los 2.623.279 en que se ha quedado Barcelona. Es la segunda diócesis de Cataluña y la novena de España. No es, por tanto, un territorio fácil y simple. Mayor valor ha de otorgarse a este admirable resurgimiento.

Algo tendremos que aprender de ellos. Solamente la obcecación de unos cuantos sacerdotes y laicos barceloneses respecto al obispo Saiz Meneses les lleva a seguir ninguneándolo. Pero los números son tozudos. Ahora ya no es solo el Seminario. También es Cáritas. Llegará el día en que no tendrán más remedio que reconocérselo. 


Del megáfono a la canonjía (28/07/2009)

¡Quién se lo iba a decir a aquel joven y protestatario sacerdote que, megáfono en mano, encabezaba una manifestación contra la división de la archidiócesis de Barcelona! Al cabo de tan solo cinco años, ya es miembro del Capítulo catedralicio. Y eso que la canonjía solo ha sido un premio de consolación, pues los desvelos de su arzobispo habían ido encaminados a nombrarlo obispo auxiliar. Haciendo abstracción de su implicación manifiesta en la protesta anti-romana, Sistach puso sus ojitos en el bueno de Turull. Solo llegar le nombró vicario episcopal. Al año, ya lo encumbró como Rector del seminario. La penosa sustitución del obispo Carrera no perseguía otra finalidad que la promoción episcopal de Turull. En él contemplaba Sistach a su alter ego. Sí nuestro actual arzobispo fue, en su día, el fámulo del Cardenal Jubany; Turull debía ser el doméstico de Sistach. Era su absoluta reencarnación.

Pero la oposición que producía aquel disparatado nombramiento y la salida a la luz (¡cómo te lo agradecemos, Casabella!) de la incómoda fotografía, provocaron que Roma parase el despropósito. Turull tuvo que cambiar la mitra episcopal por la muceta capitular.

Obviamente es un premio menor. Pero Turull es hombre agradecido y así se le pudo ver el pasado día 25 de Julio (festividad de Santiago Apóstol) en el acto de toma de posesión como Canónigo de la Catedral de Barcelona. Sudoroso y exhausto, pero repartiendo besos y abrazos por doquier. Entre sus amigos que no quisieron perderse tal encumbramiento de Turull no podía faltar Jordi Llisterri (foto de la derecha) contento y satisfecho mostrando "tripita".

Probablemente no era el día grande esperado, pero solo tiene cuarenta y tres años y la acumulación de cargos empieza a ser abultada: Rector del Seminario mayor y del Seminario menor de Barcelona; Delegado de pastoral vocacional; miembro del Consejo Presbiteral y de los Colegios de rectores y de consultores de la archidiócesis. Y por si faltaba poco, ahora miembro del capítulo catedralicio.

Por eso me extrañó sobremanera la alocución que hizo el deán catedralicio Guiteras, cuando hizo hincapié a los nuevos canónigos que el nombramiento debía llevar implícito una expresa dedicación de tiempo a su nueva función. ¿De dónde lo sacará Turull? ¿Del Seminario? ¿Del mayor o del menor? ¿De la delegación de pastoral vocacional? ¿De los múltiples encargos que recibe del Cardenal? Inexplicable. A lo mejor era una indirecta del Deán acerca de la seriedad del capítulo catedralicio, que no puede tomarse como compensación de anhelados cargos que no llegaron a puerto.

Pero si Turull estaba feliz con su enésimo cargo, no menos lo estaba nuestro Cardenal.

Ya tenía a su más fiel sacerdote en el capítulo catedralicio y aunque fueran turistas que, a pleno sol de un mediodía canicular, se paseaban por el barrio gótico barcelonés, él se retrataba con quien se le pusiera a tiro. La lástima es que los visitantes extranjeros, a lo mejor, se lo tomaron como una atracción turística más. Aunque él, para disimularlo, iba diciendo: “Soy el Cardenal, soy el Cardenal”. Lamentable, pero cierto. Ahí están las fotos.

 

 

 


  Un año esperando al Forum Alsina (21/07/2009)

El pasado 16 de Julio se cumplió un año de la designación de Francesc Pardo como Obispo de Gerona. El balance de este primer año de pontificado no puede ser más esperanzador. Su inicio ya fue sorprendente: una alocución en su consagración episcopal, con guiños elocuentes al obispo de Terrassa y a su seminario (textualmente dijo: “a ver sí se nos pega algo del seminario de Terrassa”) y una mención especial al Cardenal Marcelo González Martín y al Cardenal Carles y un silencio, también muy especial, respecto al Cardenal Martínez Sistach. Posteriormente, se ha ido haciendo con la diócesis, fruto tanto de su bonhomía, como de su incansable amor al trabajo. En un año ha visitado más parroquias y se ha entrevistado con más sacerdotes que en los seis años del mandato de Soler Perdigó. Relevante también fue su participación en la procesión de viernes santo, que hacía más de cuarenta años que no presidía el obispo y, después de un año,  ha llevado a cabo sus primeros nombramientos, donde se evidencia ya un nítido cambio de estilo. El más importante, quizás, sea la jubilación de Mossèn Modest Prats Domingo, que ha venido siendo el alma mater de la diócesis en los pontificados de Camprodón y Soler Perdigó y que hasta ahora era rector de la parroquia de Santa Susanna del Mercadal. Fruto de su interés por el rejuvenecimiento de la diócesis, se halla el nombramiento como secretario particular de un sacerdote de 29 años, ordenado hace solo tres, Mossèn Jordi Callejón Ferrer. Son pequeños pasos. Que nadie piense que Monseñor Pardo va a entrar en la diócesis como un elefante en una cacharrería, pero esas oscilaciones van en una sola dirección: la renovación de una diócesis que languidecía inexplicablemente. Notable importancia tiene también el acento puesto en la evangelización en los colegios religiosos y el interés palpitante en la juventud y en los nuevos movimientos.

Pero la noticia más extraordinaria de este año de pontificado ha sido la ausencia absoluta de oposición, especialmente ejemplificada en la desaparición del Forum Joan Alsina. No se olvide que el citado foro (que decía- con notable exageración- que contaba con setenta sacerdotes diocesanos) se había convertido en un poder fáctico en la diócesis. A día de hoy, esa corriente opositora se ha disuelto como un azucarillo. Este grupúsculo, incubado durante los años del obispo Camprodon,  nació en el año 1999, como una reacción a la desautorización vaticana a las absoluciones colectivas. Enseguida tuvo un notable eco mediático, por su demanda de una iglesia más democrática o por ser partidarios de la abolición del celibato obligatorio para el sacerdocio así como de la ordenación femenina. Pero nunca pasaron del mucho ruido y pocas nueces. Lo único que consiguieron fue un injustificado temor a sus tomas de posición. Pero el Forum Alsina no era más que los últimos estertores de una progresía que ya no aportaba nada. No tenían vitalidad pastoral, no gozaban de seguimiento juvenil y sus parroquias se hallaban en caída libre. Por el contrario, tanto los nuevos como los antiguos movimientos (especialmente la Comunidad de San Egidio, el movimiento de Schönsatt y el Opus Dei) se hacían cada vez más presentes en Gerona. Con mayor empuje, con más entusiasmo, con notable audacia. A día de hoy, el Forum Alsina se halla prácticamente muerto. Ellos que tanto habían predicado el signo de los tiempos, no han sabido adaptarse ni  al mundo cibernético. Pueden entrar en su web  y comprobar que su última actualización es de 21 de mayo de 2008. Desde que fue nombrado el obispo Pardo, ni tan siquiera han podido hacer ni un triste artículo. Están en trance de disolución.

La fáctica liquidación del Foro nos debe llevar a dos conclusiones. La primera es que muchas veces se da pábulo mediático a determinadas formas opositoras en la iglesia, que no tienen poder real, ni vínculo alguno con la feligresía. La segunda es la importancia de un obispo que posea la suficiente personalidad, capacidad e inteligencia para distinguir lo relevante de lo irrelevante. Es la diferencia entre Gerona y Barcelona. Pardo ha ignorado totalmente al Forum Alsina. No se ha sentido tributario de sus hipotéticas reclamaciones, no solo por ser las mismas contrarias a la doctrina de la Iglesia, sino porque no quiere perder el tiempo, ni hipotecar el futuro de la diócesis, atendiendo a fracciones minúsculas, cuyo ascendiente es totalmente irreal.

Monseñor Pardo es uno de los representantes de la renovada iglesia catalana. Una iglesia que se está reformando profundamente y que, probablemente, solo tenga, a día de hoy, el escollo de Barcelona. Pero, tiempo al tiempo, porque a lo mejor hasta su obispo auxiliar, el hoy maniatado Taltavull,  también será, en un futuro, un adalid de esa renovación. Por ahora, haciendo gala de su calma menorquina, va dando  minúsculos pasos. En su día, ya les informé que había presidido la procesión de María Auxiliadora, en la iglesia de los Salesianos de Rocafort, una de las parroquias del ranking. Este fin de semana ha podido confirmar en la Parroquia de la Miraculosa, una de las iglesias más dinámicas de nuestra diócesis. Escoge bien, Monseñor Taltavull. Allí donde le dejan escoger, porque él no va a llevar la contraria jamás a Sistach, ni tan siquiera a sus vicarios episcopales, que por no molestar, casi ni respiran, y acuden a confirmaciones en sustitución del Cardenal. Taltavull da pequeños pasos. Ahora que estamos en tiempo de conmemoración lunar –y salvando las distancias- esperemos que sean, en su día, un gran paso para la humanidad. Al menos, para la humanidad de los católicos catalanes. 


Enredándose en la madeja Pousa (14/07/2009) 

  El día 21 de febrero de 2008 se publicó una entrevista a Mossèn Manuel Pousa en El Periódico de Cataluña  que dio la vuelta al mundo.

  En ella, el mentado sacerdote declaraba lo siguiente:

 “Cierto es que hay unos principios éticos, pero hay razones que, por ejemplo, llevan a determinadas mujeres a abortar. Yo he pagado abortos. Y la Conferencia Episcopal Española no se da cuenta de que el Evangelio no condena, sino que ofrece medidas liberadoras” 

  El día 25 de abril de 2008, el arzobispo de Barcelona emitió la siguiente nota:

Comunicació de la Delegació de Mitjans de Comunicació de l’Arquebisbat de Barcelona  

Aquests últims dies, s’han difós per alguns mitjans digitals unes declaracions de Mn. Manuel Pousa relatives a la seva actitud en l’ajut a algunes persones sobre el problema de l’avortament. 

A petició de Mn. Pousa, aquesta Delegació vol matisar el sentit de les anteriors declaracions, com ja ho ha fet l’interessat en conversa personal amb el seu bisbe, el cardenal Lluís Martínez Sistach. 

Mn. Manuel Pousa vol deixar constància amb aquesta declaració que no es va expressar amb suficient precisió i que en el seu treball social amb persones de molt diversa condició ha procurat fer-ho en comunió amb el pensament de l’Església sobre el respecte a la vida humana des de la seva concepció fins a la mort. 

Mn. Manuel Pousa també  lamenta que, en molts casos, les estructures socials estiguin en contradicció  amb el degut respecte a la persona que és imatge de Déu i finalment vol testimoniar el seu sentit de comunió amb l’Església en la seva tasca pastoral i desitja evitar qualsevol motiu d’escàndol o de divisió.” 

El día 23 de abril de 2009, la Generalitat concedió la Creu de Sant Jordi a Mossèn Manuel Pousa.

El 30 de abril siguiente, la revista Catalunya Cristiana (dependiente de un patronato que preside el Cardenal Martínez Sistach) llevaba en portada la concesión de la Creu de Sant Jordi a Mossèn Pousa, con una entrevista en su interior. Obviamente en la entrevista no se atrevieron a preguntarle sobre el tema del aborto, a pesar del escándalo producido.

Obsérvese que ya llevaban un año hablando de Pousa, sin que el sacerdote hubiera dicho esa boca es mía en relación a sus declaraciones, salvo las que hizo mediante persona interpuesta, aunque la misma ostente la purpura cardenalicia.

   Pues bien, no contentos con seguir con el culebrón, el pasado día 7 de julio, el delegado de medios de comunicación social de la archidiócesis, Mossèn Jordi Piquer Quintana, remite una carta al blog de La Cigüeña de la Torre, con el siguiente texto:

“ Sr. Francisco José Fernández de la Cigoña

Blog Periodista Digital

Muy señor mío:

Con fecha 13/06/09 usted ha calificado de hipócrita en su blog a nuestro Cardenal Arzobispo porque ?para decirlo con las palabras de usted- "mantiene en su cargo a uno de sus sacerdotes que, según manifestó públicamente, dedicaba sus dineros a pagar abortos". Y concluye usted que "mientras mantenga a ese cura o, por lo menos, no le desautorice públicamente, reparando el escándalo que causó, no puede hablar del aborto".

A este respecto, puedo informarle que el sacerdote en cuestión compareció en el despacho del Sr. Cardenal y manifestó lo siguiente: "Las ayudas que la Fundación por mi constituida distribuye son para solventar las necesidades de personas y familias que se encuentran en situaciones de miseria y pobreza, para que puedan comer, pagar alquileres de la vivienda, vestirse, aliviar la vida de algunos presos, etc, pero no para pagar abortos".

Le agradeceríamos mucho que quiera actuar en consecuencias con estas declaraciones hechas bajo juramento de decir la verdad, respetando así el derecho a la buena fama y a no ser acusados injustamente tanto el Sr. Cardenal como el sacerdote en cuestión.

Con respetuoso saludo,

Jordi Piquer Quintana

Delegado de Medios de Comunicación Social.

Arzobispado de Barcelona “ 

Es ya la segunda ocasión en que el arzobispado de Barcelona publica una nota disculpando y exonerando a Mossèn Pousa.

Lo que no sabemos (dado el críptico lenguaje de Piquer) es sí el juramento de Pousa se ha producido en la reunión a la que se aludía en el comunicado de 25 de abril de 2008. En aquel comunicado no se mencionó ningún juramento. Puede ser, por ello, que se haya producido otro encuentro (se dice que Pousa acudió al despacho del cardenal, cuando en la primera ocasión solo se habla de una conversación personal), en el que declaró bajo juramento, sin que tampoco tengamos claro si Sistach le obligó a declarar o fue un juramento voluntario de Pousa. Más bien parece esto último, sí el sacerdote se presentó voluntariamente.

El problema es que el juramento está clarísimo:

 "Las ayudas que la Fundación por mi constituida distribuye son para solventar las necesidades de personas y familias que se encuentran en situaciones de miseria y pobreza, para que puedan comer, pagar alquileres de la vivienda, vestirse, aliviar la vida de algunos presos, etc, pero no para pagar abortos"

Por el contrario, sus declaraciones a El Periódico decían:

 “Yo he pagado abortos”

  El yo se refiere a Manuel Pousa Engroñat, no a la Fundación Pare Manel, respecto a la que juró el sacerdote.

El matiz nos lleva a la confusión. La nota del 25 de abril de 2008 decía que se le había malinterpretado   (“Mn. Manuel Pousa vol deixar constància amb aquesta declaració que no es va expressar amb suficient precisió”) pero no se hablaba de su fundación, ni tan siquiera se desmentía tajantemente que hubiese pagado abortos, ni se hacía mención a juramento alguno.

  Del resultado de todo ello solo se pueden extraer las siguientes conclusiones:

1.- Pousa afirma haber pagado abortos (Entrevista a El Periódico).

2.- Pousa manifiesta al Cardenal que no se expresó con la suficiente precisión, pero no desmiente claramente que pagase abortos (Nota de 25 de abril de 2008).

3.- Pousa jura ante el Cardenal que su Fundación no ha pagado abortos (Carta de Piquer al blog de La Cigüeña de la Torre). 

  Salvo que se produzca otra reunión entre Sistach y Pousa o se emita otra nota por Jordi Piquer, solo está clara una cosa:

  La Fundación Pare Manel no ha pagado abortos.

  Lo otro cada día está más oscuro. Fantástica labor la de la delegación de medios de la archidiócesis. A remolque del tempus que le marcan los medios y hasta el propio Pousa. Un eslabón más en la hecatombe del pontificado de Sistach. Me gustaría decir lo contrario, pero los hechos son muy tozudos. 


El vicario episcopal Segis (7/07/2009) 

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.   Segismundo (en los carteles Segimón y para los amigos Segis) García Ramiro es una sacerdote nacido en Rollán (Salamanca) el día 21 de enero de 1941. Estudió en el Seminario barcelonés y fue ordenado por el Doctor Modrego, en fecha 19 de diciembre de 1964. Ha sido vicario de la parroquia de San Luis Gonzaga (cuando participó en la manifestación de sacerdotes de la Vía Layetana de 1966) y párroco de Sant Pere Ermengol, San Paulino de Nola, Sant Ambròs y Sant Pere de Masnou. En el año 2004, al inicio del pontificado de Sistach, fue designado vicario episcopal de la zona del Maresme. En el año 2008 fue nombrado rector de la parroquia de Sant Josep de Mataró, en sustitución de Mossèn Jordi Cussó Porredón (de la Casa de Santiago), que llevaba nueve años de párroco.

  En su último artículo, mi admirado Antoninus Pius   nos daba la noticia que el pasado día 27 de Junio, en su parroquia se invitó a la excéntrica monja Teresa Forcades a celebrar una cena-coloquio. El tema de debate era sugerente: ni más ni menos que “El placer”. Ya conocen las estrambóticas teorías de la religiosa mediática. Recordemos que, según ella, la relación entre la madre y el feto es tan singular, que solo la madre tiene poder de decisión sobre aquél. Bajo el eufemismo de ese omnímodo poder de decisión, no se esconde otra cosa que una “comprensión” de la profesa Forcades ante el aborto. Aunque más inocuas, no dejan de ser  extravagantes sus peregrinas teorías acerca del inmenso poder de las empresas farmacéuticas, convertidas en una serie de expendedores de cicuta. No llego a entender como esas descomunales dislocaciones pueden ser producto de una fluida capacidad en un ser racional, no digamos ya en una religiosa meramente alfabetizada, pero, en definitiva, son las opiniones propias y personales de Teresa Forcades. Es obvio también que los medios de comunicación tiendan a resaltar y dar pábulo a una monja con pantalones, que defiende el aborto. Lo grave, lo inusitado, lo intolerable es que la acojan los católicos de a pie y le monten saraos “ad maior gloria Forcades”. Pero lo que ya resulta inadmisible, a la par que nos conduce a la desazón, es que la invitación a la monja mediática se celebre en la parroquia de un Vicario episcopal de la diócesis.

  Ya no se trata ahora de pedir que el obispo de Sant Feliu de Llobregat entre en un conflicto jurisdiccional con la superiora del convento de Teresa Forcades; ahora se trata de que un vicario episcopal del Cardenal Martínez Sistach ha acogido en su parroquia a la monja que defiende el aborto. ¿Es coherente, entonces, que nuestro Cardenal haga múltiples esfuerzos condenando el aborto, cuando en la parroquia de uno de sus vicarios episcopales se invita a una persona, en este caso religiosa, que lo defiende? ¿No se contradice la clara y contundente postura de nuestro prelado con que en la parroquia de un vicario episcopal se ampare a la monja díscola? Recuérdese, además, que ya no se trata de cuestiones teológicas o discusiones sobre el gobierno de la iglesia, se trata, pura y simplemente, de la defensa de un crimen y no solo (según la doctrina Forcades) en unos supuestos legales y tasados, sino en una suerte de aborto libre, habida cuenta que la madre es la dueña del feto.

Podrá  entender nuestro Cardenal que estas tremendas incoherencias causen escándalo entre muchos creyentes. Pasó con el asunto Pousa. Pasa ahora con el asunto Forcades. El primero se intentó solucionar con una mísera y confusa nota del arzobispado. El segundo no solo no se ha intentado solucionar, sino que a los pocos días de la polémica entrevista televisiva, se celebra la conferencia en la parroquia de Mossèn Segis, sin que el vicario episcopal se atreva a suspenderla. Estoy seguro que García Ramiro debía armarse de valor para desprogramar el acto. No en vano, la parroquia de Sant Josep está fiscalizada desde hace años por un coordinador general, que, muchas veces, manda más que el párroco. Este comandante es Ramón Salicrú, miembro del PSC y coordinador  del grupúsculo Cristianisme Segle XXI. A nadie se le escapa que Salicrú y sus adláteres han sido quienes han invitado a la hermana Forcades. Seguramente - prefiero pensarlo así- han puenteado a su párroco. No sería la primera vez. Existen parroquias en que se ha conferido tanto poder a unos laicos (solo a unos y de una determinada orientación) que cuando viene un rector nuevo no puede ni chistarles. Cuantos sacerdotes se han visto amargados por unos feligreses que se consideran los amos de la parroquia.

Pero esto no puede pasarle a todo un vicario episcopal, porque es evidente que, entonces, no tiene el suficiente carácter, ni la suficiente personalidad para ejercer eficazmente los poderes que le ha conferido el obispo. Si no puede gobernar su parroquia, como va poder regir la zona episcopal.

En Mossèn Segis, lamentablemente, se cumplen estos parámetros. Él ya no quería ser vicario episcopal, incluso ha amenazado en más de una ocasión con que deja un cargo, que le supera a todas luces.

No es culpa suya, existe una tremenda responsabilidad “in eligendo” en nuestro cardenal. El caso Forcades lo ha ejemplificado.


Romeu se queda en Pueblo Nuevo (30/06/2009)

En mi artículo del pasado día 26 de mayo, dedicado al penoso estado de la parroquia de Sant Josep Oriol, les avanzaba que nuestro arzobispo iba a admitir la jubilación de su rector, Mossèn Boix, que ya había cumplido 80 años y que se estaba haciendo sonar con fuerza, desde la propia parroquia, que su sucesor sería Francesc Romeu. En mi artículo de la semana siguiente, me seguí haciendo eco de esos rumores y advertía que   pasar a Romeu de una parroquia sencilla y menestral como Sant Francesc d’Assis a una parroquia emblemática (aunque en estos momentos se halle en franca decadencia) suponía un premio en toda regla. Al fin han salido los nombramientos parroquiales y en Germinans (como casi siempre) no íbamos desencaminados: Sistach ha jubilado a Mossèn Boix, pero no ha promocionado a Romeu. O al menos no lo ha promocionado tanto, como algunos pretendían. No sé si algo habrán influido nuestras alarmas.

Pero la carambola del asunto Boix-Romeu ha tenido su intríngulis. Al sacerdote-periodista se le había quedado pequeña su parroquia de Sant Francesc d’Assis en Pueblo Nuevo, la que, por otra parte, tenía en un estado comatoso. Tras su frustrado ascenso, no podía quedarse en ella. Iba a ser un feo en toda regla. Solución: darle la parroquia más emblemática del barrio de Pueblo Nuevo, Santa María de Taulat (en la fotografía). Pero la jugada tenía un precio: su párroco, Mossèn Oriol Garreta. Rector de la misma desde hace 14 años y con 71 años de edad, cerca de su jubilación canónica. ¿Qué hacer con él?  Un ascenso dorado. Pero, hete ahí, que Garreta es un sacerdote progresista, pero independiente de los enredos curiales y con personalidad suficiente para no admitir la tropelía, por lo que se negó en redondo a trasladarse a una de las llamadas parroquias burguesas. Al final, se ha tenido que conformar con tres pequeñas parroquias de Hospitalet de Llobregat y Esplugues. El dolor de Garreta es lógico y comprensible. Lo han utilizado de comodín para saciar las ansias de Romeu.

   Por su parte, en Sant Josep Oriol no se quedan huérfanos de progresía. Una iglesia semi-cerrada, pero con un lustroso equipo de laicos que cogestiona con el rector, merecía una continuidad en esa línea. Se ha designado a Mossèn Enric Termes, Delegado de catequesis y hasta ahora rector del Patriarca Abraham, en la villa olímpica. Ahora veremos sí es capaz de levantar la parroquia o va a significar su puntilla.

  A todo ello, la decepción mayor de los nombramientos parroquiales para el próximo curso ha sido la escasa jubilación de párrocos. Solo cuatro. Uno de ellos, Mossèn Leandre Gassó, con ochenta y ocho años de edad. No voy a cansarles con el sinfín de rectores que ya han sobrepasado los 75 años de edad y tienen ganado su retiro, pero, es que de ellos hay ocho sacerdotes con más de ochenta años: Mossèn Aran Suriol (Parroquia mayor de Santa Anna); Padre Casañas Galofré (Sant Agustí); Mossèn Francesc Foraster (Sant Salvador d’Horta); Mossèn Lladós Pastallé (San Pio X); Mossèn Joan Escala Mitjans (Santa Teresita); Mossèn Ignasi Armengou (Santa Creu d’Olordre); Mossèn Vergés (Santa Dorotea) y Mossèn Canalías (Sant Feliu de Cabrera de Mar).

  Sigue nuestro arzobispo sin apostar por el relevo generacional. Eso sí, ha designado al muy ilustre Caballero de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, Mossèn Jordi Farré Muro, como rector de la basílica de la Merced. También se ha dado prisa en jubilar a Mossèn Pascual, como párroco de Santa María de Badalona. Lamentamos lo poco que le habrá ayudado la carta que enviaron sus feligreses a Germinans. Unos sí y otros no.

  Y no será porque no hay cantera. Qué nadie se crea que en Barcelona no existen excelentes y eficaces sacerdotes. Se lo he repetido muchas veces: los que tienen las parroquias más llenas, los que más celebraciones efectúan, los que tienen más primeras comuniones y confirmaciones, los que recaudan mayores colectas, no entran en los planes de nuestro Cardenal. Él prefiere atender las ansias de Romeu y premiarle, aunque sea un poquito, con la parroquia más importante del barrio. Premiarle no sabemos por qué, por cuanto su anterior parroquia tenía un estado tan claudicante, que ha quedado incorporada ya como accésit a la del Patriarca Abraham.

  Y les repito: no será porque no haya iglesias que da gozo verlas. En estos últimos días, he podido comprobar la realidad de una de ellas: la del Roser. ¡Qué maravilla! El templo ha quedado precioso con la última reforma. Hasta han puesto confesionarios nuevos. ¡En los tiempos que corren! Y cuando vas a la iglesia –llena todos los domingos- se respira una bocanada de vitalidad y juventud. Mi enhorabuena a su rector: Mossèn Joan Costa Bou. Pero es que además les ha caído un regalo del cielo. Un vicario recién ordenado, Mossèn Jordi Moya Ródenas, que celebra la misa, con una devoción, un fervor y una dignidad que ha provocado que, en cinco meses, se hable y no se pare de él. Además, tienen una página web  realmente magnífica con una sección de historia de la parroquia  excepcional. No entiendo el nulo fervor cibernético de nuestras parroquias. No cuesta tanto. Un rector y un vicario excelentes. Como los de la Miraculosa. Otro excelente dúo, que tiene la iglesia llena. Por cierto, vecina de la de Sant Josep Oriol. Una iglesia abierta todo el día y otra que abre a las 7 de la tarde. No todas las comparaciones son odiosas.

  Llevamos cinco años de pontificado de Monseñor Martínez Sistach y la tónica sigue siendo la misma. Resulta que los sacerdotes más ortodoxos  son los más renovadores y los más activos. Los más progres se han convertido en los más carcas y los más incapaces. Por sus frutos les conoceréis. Salvo para nuestro cardenal. 


Los obispos catalanes y el acto del Cerro de los Ángeles (23/06/2009)

En esta web somos simples narradores de hechos eclesiales y debemos contar las noticias como son, sin aditivos, ni colorantes. Viene ello a cuento porque a algunos ha sorprendido la presencia del obispo de Urgell, Monseñor Vives, en el acto del domingo en el Cerro de los Ángeles. Que no se equivoque nadie, el copríncipe acudió al acto en representación de la llamada Conferencia episcopal Tarraconense, que no es nada más que las reuniones de los prelados de las diócesis de las provincias eclesiásticas de Tarragona y Barcelona. Los otros prelados le comisionaron y él los representó a todos. No existe otra explicación. Además, no le tocó a Vives por ninguna gracia especial, sino porque es el secretario de aquella pseudo-conferencia episcopal.

Dicho lo anterior, debe ponerse de relieve que nuestros obispos se cuidaron de enviar a Vives como representante, pero ahí finalizó su ahínco. El acto del Cerro de los Ángeles fue retransmitido en directo por televisión para toda España, menos para Cataluña. Aquí se practicó la desconexión con el circuito catalán de televisión y se vio la misa de cada domingo que celebra Mossèn Manuel Valls.  Obviamente, esa misa dominical se retransmite siempre que no hay otro evento religioso singular, que entonces tiene preferencia. No les digo las celebraciones desde la Santa Sede. Aquél día no hay desconexión.

  Cuento todo esto, porque parece que la presencia de Vives (recuérdese como representante de los demás obispos) suponga un reconocimiento especial a la celebración del nonagésimo aniversario de la consagración de España al Sagrado Corazón. Pues no. Esa celebración fue censurada por televisión española en Cataluña, con el consentimiento de los obispos catalanes. Se ensombreció Cataluña respecto al acto del Cerro.

  Fuera de Cataluña no se entenderá esta tropelía, pero los que somos de aquí comprendemos perfectamente que ello viene a ser consecuencia natural de un  determinado estado de cosas. Solo hace falta contemplar las chanzas y mofas que se han venido vertiendo sobre el acto del domingo. Ya sea con la insistencia machacona de Enric Juliana en La Vanguardia, que suele repetir gustándose siempre los mismos mantras y que realizó tres crónicas previas al acto, con tan nula información, que decía que el único representante de los obispos catalanes sería Saiz Meneses, hasta que en la de hoy ha tenido que rectificar. Esa es la tónica habitual de Juliana. Un periodista que se las da de muy bien informado, que repite sonsonetes a machamartillo, pero que no suele dar pie con bola. Solo debemos recordar su terquedad en repetir la idea del “català emprenyat”, que debía significar un fiasco electoral para el PSOE en las últimas elecciones generales y que, en cambio, tuvo una victoria electoral arrolladora en Cataluña. Fino olfato, el de Juliana.

  A él debemos unir los habituales Llisterri, El Triangle et allí, formando todos una mezcolanza en aras a ridiculizar el acto, por retrogrado y español. En mi opinión, sobre todo por lo segundo. La alergia a lo español es sumamente contagiosa por estos pagos. Que nadie piense que se trataba de un menosprecio al Sagrado Corazón. Sí se celebrase una efemérides similar a la catalana, se habría llevado a cabo con la misma pompa y retransmitida por televisión. No, se censuró el acto simple y llanamente porque decía: “Renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús”. Lo que molestaba era la palabra España, no la palabra Sagrado Corazón de Jesús.

  Ahora bien, nuestros obispos son tan equilibristas que ponen un pié en cada acera. Se potencian los sarcasmos e incluso las vilipendias, pero se envía a un obispo en representación. Siempre jugando a dos barajas. ¡Qué cucos son!


i ha una parada de xurros al carrer Urgell cantonada Borrell” (Dedicado a El Pregó y Esglèsia Plural) (16/06/2009)

Cuando llegó a mis manos el último El Pregó (ya saben que lo leo todo), me encontré que en su interior habían incluido un díptico de Esglèsia Plural que convocaba a la “VIII Diada pel respecte a la pluralitat dins l’esglèsia ‘09”. El acto –según se anuncia- se celebrará el próximo 29 de junio, en la sede de Cristianisme i Justícia sita en: ¡Pau Claris-Llúria!. En aquellos momentos me vino a la memoria una canción infantil, típica de esplai, que se cantaba con la melodía de “Tous les garçons et les filles” y que acababa con el siguiente estribillo:

no hi ha parada de xurros al carrer Urgell cantonada Borrell 
no hi ha parada de xurros al carrer Urgell cantonada Borrell 
Perquè són paral·lels 
Perquè són paral·lels 
i la gent al passar
 
No els podia comprar...

  Con la supuesta sede de Cristianisme i Justicia pasa lo mismo: Las calles Pau Claris y Llúria son paralelas.  Por tanto, no habrá ni acto reivindicativo, ni parada de churros. En esto se han convertido Església Plural y El Pregó en una canción infantil, en una antología del absurdo, en puro sainete.

Pero el surrealismo del último número de El Pregó no se detenía en el díptico de Església Plural. No, había más. En su sección “Accent” se nos daba cuenta de que en la última reunión del Consejo Presbiteral un grupo de sacerdotes había leído una comunicación de condena de Germinans.

Les traduzco del catalán estos dos párrafos significativos de su texto:

“Desde hace tiempo, corre por los medios modernos de comunicación un producto “Germinans Germinabit”, que se dedica de manera continua y sistemática a denigrar, insultar y calumniar a diversos miembros del presbiterio de Barcelona, empezando por el señor Cardenal “.

  “Un numeroso grupo de sacerdotes de Barcelona reivindicamos la honorabilidad de las personas que reiteradamente son objeto de críticas zafias (textualmente dice “barroeres”) y desaforadas, así como censuramos los procedimientos que son norma de la web Germinans Germinabit”

  La escritura del texto también es de canción infantil de esplai. Por ahora, quédense con lo de “medios modernos de comunicación” y “producto Germinans Germinabit”, pero lo grave es que su contenido es falso.

  En la última reunión del Consejo Presbiteral solo hubo una intervención (¡una sola intervención!) del sacerdote Salvador Torres Romeu, que intentó leer aquel comunicado y fue raudamente interrumpido por el señor Cardenal, con la frase: “passem a una altra cosa”. A partir de ese despeje de balón, se hizo un significativo silencio y nadie más osó tomar la palabra. Hasta ahí llegaron las aguas de la indignación de un numeroso (¿) grupo de sacerdotes.

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.  El único que demostró valentía fue Mossèn Salvador Torres. Este septuagenario sacerdote, párroco de las iglesias de San Paulino de Nola y San Pedro Ermengol de los barrios de Besós y de La Mina, se ha distinguido siempre por ser un sacerdote progresista, pero coherente con su modo de pensar y actuar. Toda su vida ha sido rector en los barrios más marginales y en su día se distinguió por su actividad política clandestina. Ineficaz política clandestina, pero, al menos, demostró su osadía y su coraje. Pero en esa reunión lo dejaron solo ante los caballos. Porque habló Salvador Torres, habló el Cardenal Sistach y se quedaron mudos los muy ofendidos Turull, Matabosch, Francesc Romeu, Cabot, Muñoz Cortés (el vicario de Brustenga) Miquel Bada o Morlans; todos ellos miembros del Consejo.

  Eso sí, al salir corrieron a contarlo a El Pregó. Tan absurdo como la canción. Tan hilarante como la convocatoria de Esglèsia Plural. Tan triste como el estado de esta diócesis. Todos pendientes de Germinans, pero solo al compás de lo que dicte Sistach. “Hi ha una parada de xurros al carrer Urgell cantonada Borrell…” Solo me queda la duda de cómo asistirán a un acto en Pau Claris/Llúria. Necesitarán un GPS. Aunque sí para ellos internet es un medio moderno de comunicación, no sabemos cómo denominarán a un navegador. Se han quedado en los tiempos de la Leica y el vinilo. Así les va.


El Vives canónigo (9/06/2009)

De tanto hablar del nombramiento de Turull como canónigo de la catedral de Barcelona ( por cierto, adelantado en esta web, por Prudentius de Bárcino el pasado día 25 de mayo), ha pasado desapercibida la designación de los otros tres miembros del capítulo catedralicio y, muy especialmente, de uno que me ha causado una enorme satisfacción: Mossèn Josep Vives Trabal. Por dos circunstancias: la primera –y más importante- por tratarse de un nombramiento merecidísimo, para quien se ha pasado media vida (todavía es joven) al servicio del culto de la catedral barcelonesa y la segunda, por paradójica -al menos, en esta diócesis-, por tratarse de un sacerdote ordenado en la diócesis de Toledo.

Mossèn Vives (voy a distinguirlo del otro Vives, como el canónigo; pues supongo que esto no es ofensivo, ahora que tenemos que cuidarnos de los disparos de fuego amigo) es un sacerdote barcelonés, nada menos que de la gótica Calle del Duque de la Victoria (hoy llamada, Carrer del Duc, al objeto de menospreciar al  liberal General Espartero), que lleva más de veinte años como sacerdote en la catedral de Barcelona, teniendo la responsabilidad de su culto diario desde más de doce años. Durante esta etapa se ha distinguido tanto por su sencillez personal como por su extraordinario celo en el cuidado de la devoción y el rito. Cura que no solo viste de sacerdote, sino que se cuida mucho de ir perfectamente ensotanado por el principal templo de la ciudad y que no tiene ningún reparo en pasar horas confesando, a pesar de sus múltiples ocupaciones. Cuando lo he visto en la catedral (siempre y a todas horas) con su extraordinaria humildad y sus evidentes dotes de servicio, siempre he pensado: ¡Aquí tenemos a un hombre de Dios! A ello se une el esmero en la liturgia que se practica en la catedral, que es uno de los templos barceloneses donde se lleva el culto con mayor dignidad. Como, por otra parte, es obligado que sea en la primera de sus iglesias. Pero en Barcelona pasan tantas cosas raras…

No voy a discutir que habría otros sacerdotes con más títulos para ser designado canónigo y que, sobre todo, a muchos otros les habría hecho mayor ilusión que al bueno de Mossèn Vives, pero se trata de un justo y apropiado nombramiento, para quien se ha desvivido por el culto y la dignidad de la iglesia catedralicia.

  Tampoco ha de pasar desapercibido que se trata de un cura de Toledo. Català de socarrel e hijo de un "senyor" de Barcelona, pero que, como otros muchos, prefirieron estudiar en el Seminario de Don Marcelo, antes que pasar por un desacreditado seminario barcelonés. ¡Cuanto se mofaba nuestra intocable progresía de los curas de Toledo y ahora los tienen que ver a unos como prelados y a otros como canónigos!

Ha sido un nombramiento ejemplar, por el cual no me duelen prendas en felicitar y agradecer a nuestro arzobispo. Igual que le doy mi enhorabuena por haberse negado a asistir a la encerrona del programa de TV3, El Club. Efectivamente, nuestro cardenal estaba invitado a ese programa de TV3 (que no es otro que aquel en que Pepe Rubianes perpetró sus conocidos insultos contra España) y, una vez en sus estudios, se negó a ser entrevistado, al no presentársele cuestionario previo. Nuestros lectores de fuera de Cataluña podrán pensar que se trata de un acto de cobardía o de censura de nuestro arzobispo, pero los que conocemos el talante de este programa (que suele usar la sátira contra la religión católica) sabemos que de no hacerlo así, Sistach habría caído en una trampa. Pues no, nuestro cardenal supo tener la personalidad suficiente para no ser objeto de la burla y el sonsonete de siempre y los dejó plantados y sin novia.

Son dos buenas noticias. Y es de reconocer que Sistach ha tenido el acierto que, de tanto atraerse el sector progre, ahora éstos no le dicen ni mu. ¿Se imagina alguien lo qué habrían dicho de Carles sí planta a un programa de TV3 o nombra canónigo a un sacerdote de Toledo? Evidentemente, hay que saber caer en gracia y, en esto, Sistach ha sido un maestro. Esperemos no lo estropeé cambiando de parroquia a un tal Romeu. 


El cambio de rumbo es incompatible con Romeu (2/06/2009) 

Mucho se está hablando de un cambio de rumbo en la segunda parte del pontificado del Cardenal Martínez Sistach, y es cierto que se están observando algunos cambios, no solo en la orientación doctrinal, sino también en la propia manera de ser y en la actitud de nuestro arzobispo. Pueden parecer detalles nimios, pero un encuentro con madres de sacerdotes o el interés que se ha tomado el cardenal por el estado de salud de Mossèn Pere Muñoz, fundador del Instituto del Oasis de Jesús Sacerdote, eran impensables hasta ahora. También es motivo de satisfacción que nuestro prelado haya refinado sus gustos y no solo tenga el fútbol como afición, sino que en una semana asista a dos conciertos, uno en el Palau de la Música y otro en el templo de la Sagrada Familia. También es destacable su afán por acercarse a las parroquias (nunca, como en esta primavera, había acudido a tantas confirmaciones) y, en su punto de vanidad personal, debe destacarse el hecho de que el Santo Padre le haya recibido en audiencia personal en su último viaje a Roma y que, últimamente, forme una pinza con el Cardenal Cañizares, cuya amistad cultiva con denuedo, hasta el punto de haber conseguido que el actual Prefecto romano fuera entrevistado en el programa de Josep Cuní en TV3, en plena celebración de la Champions blaugrana.

Todos estos datos son bastante positivos. Sin embargo, una negra nube se cierne sobre la diócesis: Cuentan y no callan de que este año habrá grandes novedades en los nombramientos parroquiales para el próximo curso. Por fin, se van a aceptar jubilaciones que Sistach se negaba a cumplimentar y se va a autorizar el retiro de párrocos enfermos, que, por diversas causas, siguen al pie del cañón. Sería el momento de ejemplificar con esos nombramientos aquel cambio de rumbo. Pues, por los rumores que corren no va a ser así. El nombramiento de Francesc Romeu como rector de Sant Josep Oriol o de Sant Ildefons supondría una quiebra de toda posibilidad renovadora. Porque a nadie se le puede escapar que pasar a Romeu de una parroquia sencilla y menestral como Sant Francesc d’Assis a una parroquia emblemática (aunque en estos momentos se halle en franca decadencia) supone un premio para el caballero y un ascenso en toda regla.

Pero este premio no casa con el supuesto cambio de rumbo de nuestro Arzobispo, no solo porque Romeu se ha distinguido por defender posturas absolutamente contrarias a la Doctrina de la Iglesia como las que ha defendido en artículos y tertulias radiofónicas; sino porque Romeu ejemplifica claramente un fracaso eclesial. Romeu es sacerdote y periodista, pero ni en una faceta ni en otra, hasta ahora, ha llegado muy lejos. Que nadie se crea que Romeu es un periodista todo terreno. Iniciado en la cantera de El Ciervo, donde el bueno de Lorenzo Gomis, acogía a todo aquel que tuviese una pátina progresista, se supo colocar después en Radio Estel, para ubicarse definitivamente en El Periódico y Catalunya Radio. Pero siempre habló de religión. No piensen que Romeu era como esos cultos sacerdotes que, a la vez, eran excelentes profesores de matemáticas o física y química. No, Romeu es unidireccional. A Romeu el periodismo solo le ha servido de cobertizo, bajo el que se ha hallado amparado, a la espera de alcanzar cotas eclesiales. Conocedor de sus limitaciones, sabe que no posee alas para crecer más en los medios y que su actividad se encuentra ya absolutamente encasillada. Por ello, necesita hacer carrera eclesial y ahora parece que le llega su oportunidad. Aunque tenga otra partida en el debe: Su parroquia de Sant Francesc d’Assis es de las que peores números presenta, con lo que volvemos a una preocupación insistente, en estos tiempos de crisis económica : Las parroquias más ortodoxas son las que de una forma más comprometida y eficaz están colaborando a mitigar sus efectos. En los medios están saliendo estos días: ya sea la actividad de la parroquia de San Félix Africano (por cierto, vecina de la parroquia de Romeu); la de la Parroquia de la Mare de Deu de la Llum de Hospitalet de Llobregat  la de María Reina  ¿Saben por qué ninguna parroquia progre se distingue en esa actividad? Simple y llanamente porque les faltan efectivos, les faltan colaboradores, les faltan feligreses.

Entonces, por qué nuestro Arzobispo va a premiar a los sacerdotes más ineficaces y no va a tener consideración alguna con los más eficaces. No tengo la respuesta, pero es evidente que, de ser así, no va a merecernos confianza ni seriedad alguna su supuesto cambio de rumbo. Con Romeu va a ser imposible.


Sant Josep Oriol, una parroquia en absoluta decadencia (26/05/2009) 

El pasado día 20 de mayo se celebraba el primer centenario de la canonización de mi santo patrón: San José Oriol. Un santo eminentemente barcelonés. En la parroquia que tiene dedicada en la ciudad de Barcelona, se anunciaba la conmemoración de la efemérides, mediante el anuncio de una misa solemne. Llegué con antelación al templo y mi primera sorpresa recayó en el poco movimiento que se observaba. Temí haberme equivocado de día, pero no, era 20 de mayo y, por tanto, la fecha señalada. Sin embargo, el altar mayor no aparecía engalanado, ni se había encendido su iluminación. Al poco tiempo, me percaté que la misa “solemne, tal como se anunciaba, se iba a celebrar en el altar del Santísimo, situado en el extremo norte de la iglesia. Para quienes no conozcan el templo (que goza del título de basílica menor) deben saber que el precioso altar mayor, se halla cubierto por un baldaquino y que, detrás de él, en la girola que rodea el ábside, se halla un pequeño altar, donde se halla permanentemente expuesto el Santísimo, con cinco bancos destinados a la oración. Allí se celebró la “solemne conmemoración”. Cinco bancos que, claro está, se hallaban llenos, pero que –me entretuve a contarlos- no albergaban ni a sesenta personas. Como sea que el altar se halla pegado a la pared y no se iba a cometer la tremenda fechoría de celebrar la misa por el rito extraordinario, se habilitó como altar  una pequeña mesita, en la que se suele colocar la hoja dominical y la información parroquial. No cabe decir que el párroco Mossèn Josep Boix Puig (que presidía junto a otros tres co-celebrantes) no se revistió de casulla y ni tan siquiera se dignó a hacer una genuflexión al presentarse delante del sagrario.

  Pero a estas ridículas transgresiones litúrgicas ya estamos acostumbrados. No fueron lo que más pena me dio, sino el nulo poder de convocatoria de esta parroquia en la celebración de una conmemoración tan importante. 60 personas, sin tan siquiera poder celebrarla en la nave principal del templo, ante el temor de que aquello pareciera un auténtico desierto. Porque la parroquia de Sant Josep Oriol no es una parroquia cualquiera. Aparte de su monumentalidad (único templo del Eixample barcelonés de planta basilical romana) siempre ha sido la iglesia mayor de uno de los barrios más típicos de Barcelona y tiene el honor de llevar el nombre de uno de los arciprestazgos de mayor dimensión. Pero a la par de ello, su rector, Mossèn Josep Boix Puig, que regenta la parroquia desde el año 1977, ha sido uno de los más típicos adalides de la progresía clerical barcelonesa. Vicario episcopal con el Cardenal Jubany y conspicuo detractor del Cardenal Carles. Tan opositor fue del anterior arzobispo, que hasta uno de los grupúsculos que le hicieron la vida imposible se llamaba Fórum Oriol, por haber nacido en aquella parroquia. Además, cuentan con el “privilegio” de poseer un equipo pastoral de tres laicos, designados por el Arzobispo, como colaboradores del rector. Es una de las pocas parroquias que ha llevado a cabo el invento de los equipos de pastoral, que no gozan, precisamente, de un éxito muy relevante. Tampoco es que sus miembros posean mucho predicamento, pues ni han sido escogidos, ni designados, para su presencia en el Consejo Pastoral diocesano.

  Esta es la obra que queda de un sacerdote progresista y un equipo pastoral “comprometido”: una iglesia convertida en un erial. Porque no solo es notoria la tremenda falta de convocatoria a sus celebraciones más importantes, sino que el templo se halla cerrado todo el día hasta las 19 horas de la tarde. A pesar de hallarse en la céntrica calle Diputación. Me ocurrió hace un par de años: era el día de mi onomástica y quise acudir a orar en su templo. Eran las 9 de la mañana. La iglesia cerrada a cal y canto. Tuve que rezar a mi santo desde la calle. ¡Qué diferencia con otras iglesias del barrio! ¡Qué diferencia con las iglesias del ranking! Es como aquellas líneas de autobús que se suprimen. Justifican su eliminación con el hecho de que ya no las utilizaba nadie. ¡Claro, sí pasaba un autobús cada hora, quien iba a esperarle! Lo mismo ha pasado con esta iglesia, de tanto tenerla cerrada, ya no le queda feligresía.

  Pero la causa de este lockout eclesial también tendrá algo que ver con la insistencia en las líneas progresistas. ¿A qué se debe que este progresismo eclesial no dé fruto alguno y en cambio las orientaciones más ortodoxas llenen sus templos y hacen florecer las vocaciones? Es una realidad incontestable. Sin embargo, la progresía no entona jamás el mea culpa, ni tan siquiera un humilde propósito de enmienda. Con un agravante en la situación actual. En el anuncio de la misa solemne en Sant Josep Oriol se decía que, en honor del santo patrón que daba todos sus bienes a los pobres, se iba a realizar una colecta especial a favor del Casal del Raval. ¿No sería mucho  mayor la recaudación, si hubiesen podido convocar a más gente? ¿No podrían colaborar más con los pobres, sí no tuviesen la parroquia tan abandonada? ¿Cómo es que las parroquias más ortodoxas están colaborando mucho más a mitigar la terrible crisis económica actual que las más progresistas? Simplemente, porque a éstas les faltan efectivos.

  Este es el terrible estado de una parroquia en caída libre. Pero, cuidado, que siguiendo la Ley de Murphy, la situación puede empeorar más. Parece ser que nuestro arzobispo va a admitir la jubilación de Mossèn Boix, que ya ha cumplido 80 años. Se está haciendo sonar con fuerza, desde la propia parroquia de Sant Josep Oriol, que su sucesor será Francesc Romeu. El último mohicano de la progresía. Otras lenguas dicen que Romeu sería el nuevo párroco de Sant Ildefons. En todo caso, parece que Romeu va a ser premiado con una parroquia de postín y que dejará el templo de Sant Francesc d’Assis en Pueblo Nuevo. Tiempo habrá de hablar de ello y de la figura de este peculiar sacerdote. Su único mérito ha sido ser el estandarte de la actual progresía y compatibilizar el periodismo y el sacerdocio, normalmente en crítica abierta a los postulados de la iglesia. Consustancial a ello, su parroquia de Sant Francesc d’Assis también se halla bajo mínimos. Esperemos que nuestro arzobispo no se atreva a cometer este despropósito. Sí en el artículo anterior, creía que podíamos tener esperanzas en la segunda parte de su pontificado, el ascenso de Romeu pesaría bajo una losa y podría representar una auténtica puntilla. Sería mucho peor, que el intento de promocionar a Turull. Entre Romeu y Turull, me quedo con este último. Imagínense como debe ser el primero. 


Las canas de nuestro Cardenal (19/05/2009) 

Aunque no lo parezca, entre las dos fotos solo han pasado cinco años. La primera es la foto oficial de nuestro arzobispo, al inaugurar su pontificado en la diócesis. La segunda es una foto reciente. Salta a la vista la conversión de su cabello lacio y azabache en un pelo entrecano, con ribetes níveos. Las malas lenguas aducen que se trata de un abandono del tinte capilar. Otras consideran que se trató de una promesa, de dejar la anilina, al recibir la púrpura cardenalicia. Incluso hay quien lo demora al nombramiento de auxiliar. Yo no me lo creo. Las canas de nuestro Cardenal son debidas a las numerosas preocupaciones que le asolan como Pastor de Barcelona. Siempre he pensado que lo peor de Sistach no es él, sino su camarilla: los Sistach-macoutes. Nuestro arzobispo inició su pontificado, con la obsesión de terminar con la división de la diócesis barcelonesa, que tanto daño había hecho en la era del cardenal Carles. Para ello pactó con los sectores progresistas y entregó su confianza a un hombre de su generación (Matabosch) y en quien veía que era su alter ego (Turull). Con ellos al frente, tendió puentes a la antaño belicosa Unió Sacerdotal y se congració con los pocos jóvenes progresistas que quedaban (Romeu y Cabot, no hay más). Estaba convencido que dominando el avispero progresista, no iba a tener el menor problema y que el sector más ortodoxo no le iba a causar ningún peligro. Pensaba que a la Barcelona que regresaba era la misma que dejó para ir a Tortosa. Pero habían pasado quince años. Y en estos quince años había surgido una generación de sacerdotes jóvenes, trabajadores y eficaces que no estaban dispuestos a ver languidecer la diócesis. Asimismo la fuerza laical se hallaba incardinada a través de los nuevos movimientos. No los conocía y a ambos no solo los ignoró, sino que los despreció olímpicamente. El resultado está a la vista: Una diócesis partida en dos, absolutamente dividida en dos mitades, que no pueden ni verse. Esta es la realidad que ha hecho encanecer a nuestro mitrado. El intenta despistar culpando a Germinans, pero esta reacción es similar a la del niño que cuando trae malas notas a casa, culpa al profesor de que le tiene manía. Es una reacción infantil, propia del que señala el dedo y no la luna.

  Lo he repetido muchas veces. En Germinans somos hijos de esta diócesis. La queremos y la amamos. Y con ese amor, queremos lo mejor para ella. Nos duele verla en este estado de anquilosamiento y postración. Sabemos que a nuestro Obispo también le duele. Con toda probabilidad, Sistach se halla en el ecuador de su mandato. De aquí tres años va cumplir los 75, pero Roma no suele cambiar sus costumbres y es seguro que le concederá una prórroga de dos años. Más otro año para buscar sustituto. Que no será fácil. Le quedarían seis años de mandato. La primera parte de su pontificado se halla en los umbrales del desastre, pero la segunda parte no ha de ser igual. Sabemos que este es el deseo de nuestro Pastor. Incluso se le adivina en sus últimas declaraciones, en sus últimas cartas, en sus últimas homilías. Solo le falta la verdadera audacia para llevarlo hasta sus últimas consecuencias, rodeándose de un equipo competente y entusiasta.

Además, ahora ya tiene obispo auxiliar. Cierto es que, desde el primer momento, ha aparecido maniatado por los Sistach-macoutes. Incluso nuestro Cardenal lo ha relegado en exclusiva a la figura de Vicario general, procurando que saliera lo mínimo de la Curia. Su idea es que Taltavull sea un auténtico calco del Sistach auxiliar de Jubany. Aquel Sistach era otro curial-vicario general, con poco contacto con las parroquias. Pero Taltavull es menorquín y, por tanto, un buen fenicio. Jamás se enfrentará a Sistach, ni le va a contradecir en nada, pero tiene la suficiente cintura para avanzar pasito a pasito. Por de pronto, por sí alguien se había preguntado dónde estaba, el próximo domingo día 24 presidirá la procesión de María Auxiliadora en el Santuario de los Salesianos de Calle Sepúlveda. Uno de los templos que con más dignidad llevan los salesianos en Barcelona. Una de las iglesias del ranking. Por cierto, beneficiada por el éxodo de los feligreses de Cabot, que dejaron su parroquia y suelen acudir a ella. Allí estará nuestro Obispo auxiliar, que, muy lentamente, se va dejando conocer en la diócesis.  En él podrá apoyarse nuestro Cardenal.

  Sabemos que con el inexorable paso del tiempo, todos acabaremos peinando canas, pero es evidente que las frustraciones y preocupaciones desmedidas favorecen su surgimiento. También es indudable que el cariño y amor de tus seres más queridos favorece un envejecimiento apacible. Espero y deseo que lo consiga nuestro Cardenal y que esas canas solo sean reflejo de la sabiduría y buen juicio de la segunda parte de su pontificado. Aunque al final luzca un cabello ensabanado y albahío.


Dos años. 250.000 visitas (12/05/2009)

Cuando iniciamos esta web, jamás pudimos pensar que un ejercicio de ciberdisidencia eclesial, tan local y casi circunscrito a la archidiócesis de Barcelona, pudiera obtener tanta resonancia. Empezamos de forma humilde, 20.000 vistas en nuestros tres primeros meses. Al cumplir, un año teníamos 90.000. A finales de Junio de 2008, alcanzamos la mítica cifra de 100.000. Luego el crecimiento exponencial ha desbordado las expectativas más optimistas. Ese número se dobló en Febrero último (100.000 visitas en 8 meses), pero en solo tres meses –de Febrero a Mayo- ya hemos conseguido la mitad de esas 100.000. No hemos podido tener mejor regalo de aniversario: La visita número 250.000, al cumplir dos años de vida. Nunca mejor dicho: la popularidad ha sorprendido a la propia empresa.

¿Dónde radica el éxito de Germinans? Indudablemente en nuestros lectores. Ellos han hallado en esta web a un medio que canalizase un modo de entender la Iglesia, que hasta ahora se hallaba recluido y cuasi-clandestino. Especialmente, en Cataluña. No se trata solo de que expresemos –cada articulista con un estilo determinado- una corriente de opinión que no suele salir a la luz pública, sino que esa corriente de opinión goza de un nutrido predicamento. Muchas personas nos han hecho llegar su gratitud y su reconocimiento, por tener a mano un medio de comunicación que ocupase un hueco que hasta este momento se hallaba libre. Añádase a ello que se ha ejecutado gracias a la rapidez, limpieza, eficacia y gratuidad de esa magia que se llama Internet.  Sin internet (y, por tanto, sin Germinans), los medios de comunicación se hallaban absolutamente dominados por una visión eclesialmente progre, sin fisura alguna. Una visión uniforme, gris y sin incentivos. En Cataluña, esta visión copa de una manera absoluta la información eclesial. Desde Germinans se ha suplido esta anomalía y, a lo que se ve, con un auge irrefutable y un acogimiento espectacular.

Cierto es que las innumerables campañas que hemos tenido que soportar desde nuestros más tiernos inicios, han contribuido enormemente a la divulgación de Germinans. Les estamos muy agradecidos. Tanto a los que hicieron correr cartas anónimas macarthystas, como a los que nos han dedicado webs ad hoc, como a Oriol Domingo que metió la pata en La Vanguardia y provocó que se abortara el cierre de Germinans. Sin embargo, a ninguno de nuestros numerosos perseguidores les ha interesado un debate dialéctico, al objeto de contrastar opiniones abiertas y francas. Solo nos han dedicado burdas calificaciones ”ad hominem” y el recurrente y consabido latiguillo que escribimos bajo pseudónimo. Su reacción ha sido tan torpe y desproporcionada, que han conseguido que nuestras tomas de posición conciten mayores simpatías. Tampoco han podido desmentir ni una sola información. Siempre las hemos expuesto con el respaldo de pruebas contrastadas.

Tampoco se nos puede escapar que el fuego se ha avivado notablemente desde la sede episcopal. Ya es público (porque así lo ha dejado por escrito su interlocutor) que el Cardenal Martínez Sistach presionó para que nuestra página desapareciera. También es público (porque así lo ha dejado escrito un párroco barcelonés) que nuestro arzobispo le obligó a entrar en esta página delante suyo. No son públicas –todavía- otras terribles coacciones que se han ejercido desde el Palacio Episcopal. Tarde o temprano se acabarán conociendo. Una de las cosas que más mal me sabe desde que participo en Germinans, son las presiones e insinuaciones que han padecido terceras personas, que no tenían nada que ver con nosotros. Desde aquí - sí les sirve-, solo puedo presentarles mis humildes disculpas. Obviamente, no estaba en nuestro ánimo.

Pero lo que se trasluce detrás de todo ello,  es que ya sea en las esferas periodísticas como en las clericales, no soportan una voz crítica. Se han acostumbrado durante tantos años a considerarse genuinamente representantes y monopolizadores de la verdad y la bondad, que no toleran la más mínima disidencia. Han hecho gala de una intolerancia brutal y desaforada.

Por último, debo hacerles una confesión. En todos mis escritos en Germinans, jamás he mantenido una posición o escrito unas líneas que no pudiere sustentar con mi nombre y apellidos. El recurso literario del pseudónimo fue escogido, al inicio de esta web, para proteger, especialmente, a nuestros articulistas sacerdotes. Al inicio, yo no lo tenía claro. Vistas las presiones que hemos sufrido, reconozco que estaba equivocado. Sin pseudónimos, Germinans ya no existiría. Y nuestros numerosos lectores no nos lo habrían perdonado. Hoy en día ya nos debemos a ellos.  


Vives ya no cuenta para nada (4/05/2009)

Mucho se ha hablado y escrito sobre la última reunión de la plenaria de la Conferencia Episcopal, especialmente de la derrota del arzobispo electo de Toledo, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, en las votaciones para el Comité ejecutivo y la Presidencia de la Comisión de medios de comunicación social. Sin embargo, han pasado notablemente desapercibidas las circunstancias que rodearon la elección de Presidente de esta última comisión. Aunque no es obligatorio, es normal que sea elegido uno de los miembros de la Comisión para el cargo. Hasta la salida del anterior Presidente, Monseñor Del Rio, la comisión la formaban por orden de antigüedad: el emérito Monseñor Antonio Montero; el obispo de Urgel, Monseñor Vives; el de Lérida, Monseñor Piris y el auxiliar de Oviedo, Monseñor Raúl Berzosa. Sí se elegía como Presidente a un miembro de la comisión episcopal, el más antiguo era Vives, pues los eméritos no pueden presidirla. Sin embargo, nadie pensó en él. ¿Por qué? Simple y llanamente porque sí se trataba de derrotar al candidato de Rouco, presentar a Vives no garantizaba la victoria. Por eso, se decidieron por Piris. Un candidato de la nueva iglesia catalana. Un obispo renovador y absolutamente alejado del periclitado talante Vives.  El actual obispo de Urgel se halla ya completamente amortizado. No cuentan para nada con él. Representa, de forma palmaria, la derrota de una manera de concebir la iglesia catalana absolutamente en desuso. En un año ha sufrido dos ninguneos episcopales considerables. Y en ambos ha sido derrotado por representantes de la orientación renovadora catalana: en primer lugar, vio como Saiz Meneses le sucedía como Presidente de la Comisión de Seminarios y ahora ha sido Piris quien se ha alzado con la de la de medios de comunicación.

  Hace unas semanas lo escribía en esta web: Vives debe pasar a la historia en la Seu d’Urgell. La anhelada promoción de Vives como sucesor de Sistach o, en su caso y como premio de consolación, suceder al sucesor de aquel, resulta, hoy en día, absolutamente descabellada. No ya por el triste historial del actual copríncipe, ni por su pasado contestatario, cuando formó parte del Forum “Home i evangeli”, que decía representar, en el año 1984, al sector progresista católico de la archidiócesis de Barcelona, sino porque jamás se recuerda la promoción de un obispo de una diócesis pequeña a un arzobispado sin una mínima presencia en la conferencia episcopal o, al menos, con la consideración de los demás prelados.

   Se lo vengó diciendo desde hace ya tiempo: El cronómetro está en marcha y no hay vuelta atrás. La iglesia catalana se está renovando y otras personas portan su estandarte. No solo obispos, como recordaba en La Vanguardia este domingo nuestro buen amigo, Albert Manent Segimón (Premià de Mar, 1930). Existen sacerdotes ejemplares que llenan sus iglesias y los pujantes nuevos movimientos están formados por muchísimos laicos. Tan catalanes como Manent. Aunque más jóvenes. Pero es que los que seguro que no la van a transformar son este grupo tributario del Forum “Home i Evangeli”. Recordemos sus promotores, además de Vives: Angel Alcazar, Joan Bada, Joaquim Brustenga (¡como no!), Josep María Carbonell (el del CAC), Gaietà de Casacuberta (el Tano), Joaquim M. Cervera (el cura de Iniciativa per Catalunya), Joan Cuadrench, Jaume Dantí, Miguel Elhombre, Josep Farràs, Josep María Fisa, Joan N.García Nieto, Joaquin Gomis, Daniel Guixé, Josep Hortet (no hay boda sin la Tia Juana), Teresa Huguet, Jesús Lanao, Jordi López Camps (el que presume de Director General d’afers religiosos, aunque solo estuvo tres meses), Carles Mascaró, Angel Mena, Jesús Moreno, Xavier Morlans, Gloria Olivé, Francina Planas, Raimon Ribera, Eulalia Ribot, Rovira Belloso, Mercé Sala, Josep Soler y Maria Pau Trayner. De esto hace 25 años. Y siguen siendo los mismos. 25 años de fracasos, que nos han llevado al absoluto conformismo, a las recetas incoloras, insípidas e indoloras que venimos ingiriendo desde hace demasiado tiempo.

   Ha llegado el momento de hablar claro, pues dicen que sí no se habla claro, el pensamiento se atrofia. Estos grupos ya no representan nada. Ya no aportan nada. Ni tan siquiera el copríncipe. Solo les queda una exigua cuota dominical en las páginas de La Vanguardia, donde domingo tras domingo muestran su patetismo con una alusión eufemística a Germinans.

  Fuera de allí casi no tienen vida. No han entendido la moderna sociedad de información y solo pueden airear a sus viejas patums, como “el fill de poeta”, pero se rasgan las vestiduras, sí alguien osa contradecirles.

    Este es el mapa actual de la iglesia catalana. En la que Vives queda recluido en la alta montaña. Y al maniatado Taltavull se le sigue esperando. Pero de esto ya hablaremos otro día, sí es que no aparece antes 


Perlas ocultas del libro “Què pensa Joan Carrera” (28/04/2009)

Al fin he podido comprar el libro-entrevista de Francesc Romeu a Monseñor Carrera. Parece que han solucionado su raquítica tirada inicial y el libro ya puede adquirirse en las principales librerías. Al menos en Barcelona. El libro de Romeu es sumamente interesante acerca de la personalidad rica y compleja del obispo Carrera. Pero lo más escandaloso es la interpretación parcial y sesgada que se ha venido realizando de las respuestas de nuestro anterior obispo auxiliar.

Sí uno se asoma únicamente a las frases entrecomilladas que, a título de reclamo, aparecen en la contraportada del libro, se encontrará con un Carrera unidireccional, que se declara nacionalista, que solo destaca a Juan XXIII y que se posiciona contra la COPE.

  Veamos:

 “Me vi obligado a ser nacionalista, porque mi país era atacado, y lo tenía que reivindicar y defender. Pero no me era grato. Sí Cataluña hubiese gozado de lo mismo que cualquier otro país, yo me habría preocupado de otras cosas”

“Tenía compañeros que como no entraban en política, todo lo ceñían a la prédica. Precisamente, yo consideraba más sano tener un canal político, a través del cual realizar esas cosas, pero no mezclar a toda la comunidad. No me gustaba juntar la política de partido con la pastoral. Cada cosa en su lugar”.

“Cuando he hecho declaraciones sobre la COPE, he recibido llamadas de la Secretaría de la Conferencia Episcopal. Y he tenido que defenderme.”

“Me gustaría que aquello que inició Juan XXIII finalmente sucediera. Me refiero a eliminar la apariencia de lujo, aires de grandeza y ambiciones políticas en la cúpula de la Iglesia”.

“En estos momentos, la perdida de la fe avanza. Mucha gente aparece como no-creyente, y es muy consciente que no es creyente y que no quiere saber nada. Cada vez se celebran más bodas civiles, más niños no celebran la primera comunión o no son bautizados”.

Busquemos las perlas ocultas, que no destaca Romeu: 

Sobre Don Marcelo (pag. 23):

“Don Marcelo, personalmente me  quería mucho, cosa que siempre le agradecí. Era un hombre que conmigo tuvo –hago una especie de divagación- un trato personal exquisito”. 

Respecto al Cardenal Jubany (pag. 30):

“Puede que me equivoque, no querría hacer un juicio duro del doctor Jubany –ni mucho menos, porque le debemos mucho- pero siempre creí que no supo aprovechar sus grandes cualidades de manera suficiente y que-a veces- orientó su inteligencia en sentido propio, por el hecho de no crearse dificultades y ser hábil, más de lo que podía ser. Creo que en nuestra diócesis se habían de corregir cosas, y si él lo hubiese hecho, habría obtenido la confianza de muchos. Creo que no supo afrontar las situaciones a fondo, en este sentido, yo lo tenía por demasiado pragmático, rehuía las responsabilidades”. 

En relación a la  liturgia post-conciliar (pag. 124):

“Creo que con la liturgia sí que hubo algunos excesos, sobre todo con el reduccionismo y la falta de pedagogía.  Doctrinalmente, que uno no haga una genuflexión delante del sagrario no tiene mayor importancia, pero pedagógicamente, sí que la tiene. Existen extremistas que dejan las hostias que sobran de la misa, de cualquier manera…. Todo esto, al final, crea un clima desolador, frio y cuando llegas a esas parroquias, que han sido deseducadas, te cuesta mucho encontrar una finura espiritual”. 

Sobre el Papa Juan Pablo II (pag. 135):

“Lo que más me gustaba era su genialidad junto con su capacidad de comunicación. …. Tenía una clarividencia social. Este sí que fue un don irrepetible. Juan Pablo II tampoco fue un hombre de partido, fue de doctrina, como lo es ahora Benedicto XVI” 

Acerca de las absoluciones colectivas (pags. 153 -154):

“En mi parroquia jamás concedí la absolución comunitaria. Y confieso que no lo hice porque siempre sospeché que esto acabaría mal. Y  siempre tuve recelo, quizás por orgullo, de echarme atrás de una decisión parroquial” 

Y por último, en la página final, la perla más oculta. Sobre el Cardenal Martínez Sistach (pag. 157):

“La emisora (se refiere a Radio Estel) necesita unos directores potables y conseguir un patronato nuestro, de otra manera yo no le veo salida. Lo peor es que con el nuevo arzobispo no han mejorado las cosas. Estoy a punto de jubilarme y es la única cosa por la que pienso luchar: por la salvación de Cataluña Crsitiana y Radio Estel. El arzobispo Lluís Martínez Sistach tiene muchas dudas y siempre tiene miedo de perder dinero, o sea que no se qué pasará…Pero, bueno.” 

No es una relación exhaustiva, hay más perlas, pero sí se comparan ambos grupos de párrafos parece que hablen personas distintas. No, Carrera, era así: poliédrico, transversal, pero absolutamente libre. Por  eso no se puede extraer una visión tan fragmentaria e incompleta como interesada. Porque tergiversador e interesado es destacar el Carerra que critica las decisiones del Cardenal Carles acerca de Radio Estel y omitir arteramente las que efectúa en relación al Cardenal Martínez Sistach. Porque en el libro no existe ni un solo elogio respecto al actual arzobispo de Barcelona. Ni uno. Ello explica el inmisericorde olvido de mencionarlo en la consagración episcopal del obispo Taltavull. También explican los miedos del obispo Carrera sobre el no lejano cierre de Cataluña Cristiana y Radio Estel.

Lean el libro. No hagan caso de  lecturas sesgadas. Las respuestas retratan fielmente la persona del Obispo Carrera. En Germinans sí nos acordamos de él. En gloria esté. 


Se renueva la Iglesia catalana (23/04/2009)

Algo se ha puesto en movimiento y el cronómetro está en marcha. El detalle del obispo de Gerona de volver a participar en la procesión del Viernes Santo y recuperar la costumbre de que la misma fuere encabezada por la Cruz procesional del siglo XIV, que se  guarda en el tesoro de la Catedral, es tremendamente significativo. No solo por el gesto de Monseñor Pardo, sino por la absoluta ausencia de oposición al mismo. Bueno, absoluta no, pues tuvo una nota de protesta. ¡Solo una! Bajo el epígrafe Església Plural de Girona, pero quien la conoce sabe que es más “Església singular” que plural, dado que el supuesto colectivo solo tiene un miembro: Jaume Rocabert i Cabruja, miembro de Esquerra Republicana de Catalunya. Él solito protestó y enmarañó a un par de periódicos para qué titulasen que el obispo Pardo había recuperado una procesión de los tiempos de Franco. De tiempos de Franco, dice el muy indocto. Una procesión que nació en el siglo XVIII y que, en cuanto a la participación del obispo, se eliminó por el Doctor Jubany a mediados de los años 60. Cuando a Franco le quedaban todavía diez años para morir en la cama. Justamente, en tiempos de Franco, fue cuando dejó de participar el prelado. Siguiendo el razonamiento Rocabert, podríamos decir que Franco eliminó la presencia episcopal en la procesión. Obviamente, no tuvo nada que ver. Ello fue fruto de aquella inútil moda post-conciliar que consideraba que la llamada “religiosidad popular” contrariaba la pastoral ordinaria. Aquella absurda manía no llevó a ningún puerto, pero sí provocó que la procesión gerundense languideciese, hasta convertirse en un mero reclamo turístico. Tuvo que ser el propio Ayuntamiento socialista de la ciudad el que revitalizase “la processó dels “manaies” durante los años 80, ante la terrible desidia de la curia diocesana, presidida en aquel entonces por el obispo Camprodón.

Pero Monseñor Pardo, que se está haciendo con la diócesis sin ningún problema, fruto tanto de su bonhomía, como de su incansable amor al trabajo, participó en la procesión y la misma fue un éxito, a pesar de que la lluvia tampoco se la quiso perder.

Ciertamente es una anécdota, pero revela que la tan temida línea maginot gerundense se ha disuelto como un azucarillo. Solo queda Rocabert i Cabruja. En anteriores artículos ya me pregunté por qué no iba a ser posible la renovación en la diócesis de Gerona. No podía haber un microcosmos que empezase en Arenys de Mar y acabase en La Jonquera. Ahora se ha visto. Era puramente virtual. Era producto de los complejos de un par de obispos ante una línea supuestamente beligerante, que ni gozaba de sacerdotes jóvenes entre sus filas, ni poseía base real. Ha llegado el campechano Pardo y les ha ganado, sin bajarse del autocar. Como Helenio Herrera.

A ello debe unirse el milagro de Terrassa, evidenciado, primeramente en un seminario  que, en tan solo cuatro años de historia, ya ha superado en seminaristas al de Barcelona. ¡Cómo se reían de Saiz Meneses, cuando el Cardenal Carles le nombró secretario-canciller! Todavía le dura el rencor a su antecesor, el Padre Enric Puig. Pues, el “cortito “de Saiz Meneses ha conseguido, en pleno Siglo XXI, que el seminario de su diócesis tenga un seminarista por cada 37.200 habitantes, cuando el de toda la vida de Barcelona (unido a la diócesis de Sant Feliu) posee uno por cada 88.000 habitantes. Solo por eso el obispo egarense merece los máximos laureles. Abrir un seminario, con tremendo éxito, en la Cataluña del año 2000. No se preocupen, nadie le propondrá para la Creu de Sant Jordi.

Y no solo es Gerona y Terrassa. Allí están también Vic y Tarragona, avanzando lentas, pero seguras.

Es la nueva iglesia catalana, en la que se nota la mano invisible del Cardenal Carles. Puede que no fuese el mejor pontífice de Barcelona, pero la historia le reconocerá su valiosísimo papel en los nombramientos de obispos catalanes. Incluido Taltavull. Salvo Sistach  (y en menor medida Pujol Balcells, que fue un capricho del Nuncio) el resto de obispos actuales en Cataluña han sido auspiciados merced a la “longa manu” de Don Ricardo.

Queda Barcelona. La linea maginot ha pasado de Gerona a nuestra archidiócesis. Pero también va a caer por las mismas razones que en la ciudad del Onyar y del Ter. Solo le falta un prelado que le dé el empujón. Sistach no se ha atrevido. Sigue pensando y hablando en clave de pasado, cuando los tiempos son otros. Su tiempo se paró en el blanco y negro, con un posibilismo caduco, que no lleva a ninguna parte. Una fuente que no da agua. Le falta imaginación y coraje. La imaginación y coraje de Pardo, Saiz Meneses, Casanova y Pujol. El cronómetro está en marcha. No hay vuelta atrás. 


Conceden la Creu de Sant Jordi al cura que pagó abortos (12/04/2009)

  El año pasado, por estas fechas, les informaba que la Generalitat de Catalunya no había concedido la Creu de Sant Jordi a ningún eclesiástico, a pesar de haberlo hecho así desde el año 1982.

  Desempolvando aquel artículo, me encuentro con este párrafo: 

 “Ello refleja el ocaso del progresismo eclesial: ya no encuentran a quien distinguir. Han concedido tantos laureles, que ya no queda a quien condecorar. Se han acabado.   Los pocos que quedan ya no acumulan ningún mérito, ninguna aportación, ningún decoro. Se imagina alguien que se condecorase al Picafoc, o a Toni Nel.lo, o a Brustenga, o a Mossén Pousa. Sería la puntilla definitiva a la Creu de Sant Jordi.” 

  Pues bien, como nuestro gobierno tripartito suele ser famoso por sus boutades, se han atrevido este año a condecorar ni más ni menos que a Mossèn Pousa. Sí, sí, a Mossén Pousa, el mismo que no solo confesó haber pagado abortos, sino que se jactó de ello en una entrevista en El Periódico de Cataluña que dio la vuelta al mundo.

  Este sacerdote que causó escándalo, al manifestar: Cierto es que hay unos principios éticos, pero hay razones que, por ejemplo, llevan a determinadas mujeres a abortar. Yo he pagado abortos. Y la Conferencia Episcopal Española no se da cuenta de que el Evangelio no condena, sino que ofrece medidas liberadoras” 

Este sacerdote, al cual el arzobispo de Barcelona mantiene en su ministerio y en su destino y al que solo se atrevió a exculpar con esta nota farisaica: 

“Comunicació de la Delegació de Mitjans de Comunicació de l’Arquebisbat de Barcelona 
 
Aquests últims dies, s’han difós per alguns mitjans digitals unes declaracions de Mn. Manuel Pousa relatives a la seva actitud en l’ajut a algunes persones sobre el problema de l’avortament. 

A petició de Mn. Pousa, aquesta Delegació vol matisar el sentit de les anteriors declaracions, com ja ho ha fet l’interessat en conversa personal amb el seu bisbe, el cardenal Lluís Martínez Sistach. 

Mn. Manuel Pousa vol deixar constància amb aquesta declaració que no es va expressar amb suficient precisió i que en el seu treball social amb persones de molt diversa condició ha procurat fer-ho en comunió amb el pensament de l’Església sobre el respecte a la vida humana des de la seva concepció fins a la mort. 

Mn. Manuel Pousa també lamenta que, en molts casos, les estructures socials estiguin en contradicció amb el degut respecte a la persona que és imatge de Déu i finalment vol testimoniar el seu sentit de comunió amb l’Església en la seva tasca pastoral i desitja evitar qualsevol motiu d’escàndol o de divisió. 

Barcelona, 25 d’abril de 2008” 
 

Sí fue terrible comprobar que un sacerdote de esta diócesis presumía de haber pagado abortos y no era amonestado por ello, nuevamente surge el escándalo cuando este cura es distinguido con el galardón de la Creu de Sant Jordi.

Cuando mayor es la polémica en nuestro país en relación a la legalización del aborto, nuestro gobierno autonómico nos da el golpe bajo de premiar a un miembro de la Iglesia que se jacta de haber pagado abortos, cuando es la propia Iglesia la que mayor empeño está mostrando en condenar el crimen del aborto. Entre ellos, el propio Cardenal de Barcelona en la misa del día de la Sagrada Familia.

No sabemos quién acompañará a Mossén Pousa el día 23 de abril en el que reciba el galardón. Solo esperamos que no vaya con él ningún cargo diocesano así como esperamos fervientemente que desde todos los sectores antiabortistas (especialmente e-cristians) se condene la concesión y se invite a Mossèn Pousa a rechazarla. Ya existen precedentes: fue retirada a Enric Marcó, por haberse inventado su estancia en campos de concentración nazis y Albert Boadella se negó a recibirla porque: Vaig agrair al tripartit que se'n recordés de mi, però els vaig fer veure que no era la persona adequada per rebre un premi que Jordi Pujol va inflar fins al punt que l'únic que ens podem preguntar avui és qui no té la Creu”

Resulta indignante que el único miembro de la iglesia católica al que se concede la distinción  sea Mossèn Pousa. Y nuestros prohombres de iglesia dedicados a condenar los foros de internet. Sin internet, del escándalo Pousa no se habría enterado nadie. Así nos va. 


 

Germinans asistió a la presentación del libro ”Qué pensa Joan Carrera" (7/04/2009)

El Directorio de Germinans me encomendó que me desplazara el pasado jueves 2 de abril a la Casa del Libro, donde tuvo lugar la presentación del libro-entrevista de Francesc Romeu al obispo Carrera. Los que nos vienen leyendo saben que Monseñor Carrera fue uno de los obispos más queridos de Germinans y que las penosas vicisitudes que rodearon a su jamás aceptada renuncia, constituyeron uno de los motivos por el que nació esta web. No podía faltar.

En la mesa que presidía la presentación se hallaban el editor Xavier Cambra (uno de los 8 directivos que le dimitieron a Laporta este verano), el autor Francesc Romeu y el ex presidente Jordi Pujol. El acto, como tal, fue un auténtico rosario de despropósitos. Un Jordi Pujol, que cada vez parece más una burda imitación de Joan Capri, glosó la figura de Carrera, con tantos errores, que hasta tuvo que ser rectificado por parte del público, cuando afirmó que Carrera fue designado obispo en tiempos del Cardenal Jubany. La “avara povertà” consustancial a Romeu provocó que la tirada de libros fuese tan reducida, que más de la mitad de los concurrentes se quedase sin ejemplar. Ello provocó las críticas airadas de parte del público; incluso un grupo, en el que se hallaba Enric Puig Jofra, reprocharon a la salida dicha circunstancia al editor Cambra. La pequeñez del local y su ubicación en la misma librería, hacían inaudible la conferencia a quienes no se hallaban cómodamente sentados. Incluso se tuvo el feísimo detalle de no sentar en los primeros bancos, a la fiel Mercé, secretaria de toda la vida de Monseñor Carrera, a la que, una alma caritativa, le prestó una silla, si bien la ubicaron al final de la sala.

Entre el público asistente se hallaba (¡cómo no!) nuestro querido Rector del Seminario, quien junto a Jaume Aymar (capitán actual de un barco a la deriva, llamado Radio Estel) tuvieron el pésimo detalle de abandonar el acto a medias, aunque ya se sabe que son tantas sus ocupaciones diocesanas, que no escatiman esfuerzos para hacer posible el don de la ubicuidad. Debe estar tan al borde de la quiebra Radio Estel, que  Aymar grababa la conferencia desde su móvil. Se hallaban presentes también algunos de los vigilantes jurados de las esencias progre-nacionalistas: Enric Puig Jofra, Marcel.li Joan, Teresa Pou. Toda la sala de banderas de la que tuvo que prescindir en su día el Cardenal Carles.

Otro de los pésimos detalles del acto, fue que nadie tuviese un recuerdo hacia el Papa Juan Pablo II, cuando era el día en que se cumplían los cuatro años de su fallecimiento, máxime cuando es notoria la atracción que sintió el obispo Carrera por el anterior Pontífice, hasta el punto de haber afirmado que conocer a Juan Pablo II fue uno de los hechos que le cambió la vida. Resulta lamentable también que Jordi Pujol no recordase al Papa polaco, pero sí se declarase montiniano confeso. No más penoso fue lo mal que dejó Pujol al Cardenal Carles, aunque ciertamente vino a decir lo que todos sabíamos, que a los nacionalistas les sentó como un tiro que se nombrase a un prelado valenciano como arzobispo de Barcelona.

El hoy curial Francesc Romeu  excusó la presencia del Cardenal Martínez Sistach, por hallarse en el Comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal. Lo que calló Romeu (suponemos que no le engañaron) es que a esa hora (las 7 de la tarde), Sistach ya se hallaba de vuelta a Barcelona y que sus pensamientos estaban más cerca de Benicarló, a donde se dirigiría al día siguiente. Dijo Romeu que el señor Cardenal se hallaba representado por el vicario episcopal Joan Galtés. Puede ser, pero yo no lo vi.    

Como he dicho anteriormente, más de la mitad de los asistentes no pudimos comprar el libro, por cuanto al inicio del acto ya no quedaban ejemplares. No esperamos que Romeu nos envíe uno, tan solo  deseamos que el libro tenga una tirada decente y que pueda encontrarse en todas las librerías. Cuando sea así, les prometo una crítica del mismo, pues no puedo fiarme de la recensión que efectuó Oriol Domingo Pamias en La Vanguardia del domingo, dado que el periodista (ahora salvado por los pelos del ERE) no es una fuente muy imparcial.

Aparte de la lectura del libro, que algún día podré realizar, una de mis mayores ilusiones era que Romeu de Cal Picafoc me firmase el ejemplar y lo dedicase a Germinans. No pudo ser. Otra vez será, Cisquet.

 

Taltavull empieza maniatado (31/03/2009)

Decía Juan Belmonte que el parar, mandar y templar de la tauromaquia se podía aplicar a todos los órdenes de la vida; de tal suerte que no podía haber mando, ni temple, sí previamente no se había parado. Esta lógica belmontina le ha sido aplicada a rajatabla a Monseñor Taltavull, desde el primer día de su consagración episcopal. Nuestro nuevo obispo auxiliar pudo notar enseguida quién manda en esta diócesis y como manda en ella. Le han parado los pies desde un inicio. Al menos, no podrá llevarse a engaño. Antes de la ceremonia, ya tuvo que presentar su discurso de bienvenida al nihil obstat sistachiano. Para tremenda sorpresa de Taltavull, los cinco folios de su alocución se vieron reducidos a dos. Existía verdadero pavor en el Carrer del Bisbe a que se repitiese la polémica del sermón inaugural de Monseñor Pardo como obispo de Gerona, en el que tuvo menciones de agradecimiento para todo el mundo (¡incluido Don  Marcelo!), salvo para Sistach. La cura de adelgazamiento de las alusiones de Taltavull fue tan radical que hasta quedó sacrificado - cual bien recordaba Antoninus Pius – nuestro llorado obispo Carrera. A pesar de ser su inmediato predecesor y haber fallecido hace solo cinco meses.

  ¿Cómo pueden haber tenido la osadía de desaprobar una mención al obispo Carrera? Muy simple: Era un auxiliar que iba por libre. Libertad que jamás implicó deslealtad. Al revés, tuvo una lealtad tan extrema que no pudo gozar de las mieles de la jubilación, porque no se designó nuevo auxiliar, durante los tres años y medio que transcurrieron desde su renuncia. Tres años y medio en los que siguió ejerciendo su cometido episcopal, hasta el punto de sufrir el mortal derrame cerebral mientras impartía ejercicios espirituales.

Taltavull no debe ser un nuevo obispo Carrera, por eso debe borrarse rápidamente su recuerdo. Sistach quiere un auxiliar que no vuele libremente, que no goce de ninguna autonomía, hasta el punto de que, a diferencia de Carrera, no le ha conferido  mandato sobre una demarcación territorial, sino que lo ha designado vicario general de la diócesis. Será el número dos. Aunque muy, muy, muy número dos.

  Un número dos al que, además, van a vigilar muy de cerca. Taltavull conoce mucha gente en  Barcelona, pero sus amigos son ajenos al círculo de poder de Sistach. Era sintomático ver que, una vez ya consagrado, al ocupar su nuevo puesto al lado de nuestro Cardenal,  el nuevo obispo auxiliar tenía inmediatamente detrás suyo a tres de los más significativos miembros de los Sistach macoutes: Turull, Matabosch y Cabot. Los tres juntitos. Y Taltavull notando su aliento en el cogote. Francamente revelador.

Cierto es que Taltavull no ha ofrecido resistencia alguna. No solo omitió un recuerdo a Carrera en la ceremonia  de su consagración, sino que tampoco lo efectuó en la homilía que pronunció en la misa del domingo en Santa María del Mar. Parece que nuestro nuevo prelado ha comprendido perfectamente el mensaje y sabe que Sistach ha estratificado a la perfección esta diócesis y que el que se mueve no sale en la foto. Qué se lo pregunten al Doctor Pie Ninot, que en la ordenación de Taltavull no le dejaron sitio en el presbiterio y tuvo que conformarse con aposentarse en los últimos lugares del coro, con el clero raso. ¡Qué manera de ningunear a nuestro representante en el último Sínodo de la Palabra! Me dio que pensar ver la diferencia entre las dos personas que podían estar ocupando el lugar de Taltavull. Turull en los lugares preeminentes; Pie en el fondo del coro. Está clarísimo: La lógica sistachiana prefiere la adulación  a la preparación intelectual. Se pueden poner muchas objeciones a las tesis de Pie, pero es indudable que gana por goleada a Turull. ¿Cuántas obras ha publicado Turull? ¿Cuándo aprobó su tesis doctoral? Temor a la independencia intelectual, sea del color que sea. Probablemente, por ello, Pie no es obispo auxiliar de Barcelona. Por eso se le veía triste y compungido, mientras Turull se mostraba ufano y jactancioso.

   Nuestro obispo auxiliar ha empezado absolutamente tan maniatado que ni siquiera ha concedido una entrevista a un medio de comunicación. Y no será porque no le van detrás. Sobre todo nuestro amigo Oriol Domingo. Sabemos que llegará el momento de ofrecérsela, pero se la está demorando, aumentando el sufrimiento del periodista de La Vanguardia, que no pasa por buenos momentos. Yo espero la entrevista, en especial para conocer el talante de un Taltavull, sin los Sistach macoutes al lado. Por ahora, todavía no lo hemos visto. Es tu momento, Domingo.

 

Memoria histórica (24/03/2009)

El cómico seudónimo A. de Folguera Alta va publicando raquíticas deposiciones semanales en la enésima página web  dedicada a Germinans. En la última de sus evacuaciones, el nick. Folguera Alta pretende hacer un ejercicio de memoria histórica, al descubrir que el Cardenal Carles ensalzó la figura de Franco, al morir el anterior Jefe del Estado. Visto así parece que el predecesor de Sistach en la archidiócesis de Barcelona fuese un conspicuo franquista. O el único conspicuo franquista. Lo que obvia Folguera Alta es que manifestaciones de igual (o peor) índole las realizaron la totalidad de los prelados catalanes.

Vamos a refrescar la memoria, aportando los links de los palimpsestos, pues si algo nos distingue de Folguera y sus antecesores es que desde Germinans no acostumbramos a discutir sin pruebas. 

Agua va: 


El Cardenal de Barcelona, Narcís Jubany:

“Hemos constatado su gran espíritu patriótico y hemos admirado su total dedicación al servicio de España. Ahora, el alma del egregio difunto ha traspasado ya los umbrales de la eternidad, llevando consigo el gran bagaje de su trabajo, de sus solicitudes, de sus esfuerzos, de sus decisiones, de sus actos, muchos de ellos de gran trascendencia histórica para este país” 

Por cierto, la homilía sobre el egregio difunto se realizó ante 10.000 personas, que abarrotaban los exteriores de la Catedral.

 

El obispo de La Seu d’Urgell, Monseñor Martí Alanís :

“Franco, en todo momento, buscó el loable esfuerzo, la paz y la justicia para su pueblo y por ello brota espontánea la oración del pueblo para él”. “Franco ha sido un ejemplo de fe cristiana, que se glorió en proclamar en todo momento y hasta el final de su vida, haciendo profesión de ello de forma clara y explícita en sus últimos momentos” 

El obispo de Lérida, Monseñor Malla Call :

“La utilidad del obsequio del Caudillo, su uso adecuado a favor de quien se recibe, es la recompensa mayor para el espíritu de quien le es deudor”. 

El obispo de Gerona, Monseñor Camprodón Rovira :

“Franco, desde su responsabilidad, le ha prestado un alto servicio a la patria”. 

Son solo un esbozo. Hay muchas más. Las he puesto para demostrar cómo se pueden hacer trampas con la memoria. Pero (¡Ah, Folguera!) ahora existe internet y las tenemos a nuestra disposición. Pulcras, goggleadas y golosas. Un poco de rigor. Hasta la próxima.

 

Vives merece pasar a la historia. En La Seu d’Urgell. – 11/03/2009

La diócesis de Urgel posee dos características primordiales: la primera es que su obispo es a la vez copríncipe de Andorra y la segunda es que, desde el año 1920, es la única diócesis española que solo ha contado con cuatro prelados. Es decir, contemporáneamente, el cargo de copríncipe va absolutamente unido a pontificados largos. Así fue con los tres antecesores del actual pastor: Monseñor Justí Guitart Vilardebó (1920-1940); Monseñor Ramón Iglesias Navarri (1942-1969) y Monseñor Joan Martí Alanís (1970-2003). No sé si es por el hecho de ser el único obispo que tiene categoría de jefe de estado (aunque sea compartido con el Presidente de la República francesa), pero la Santa Sede, en la última centuria, ha preferido que el copríncipe andorrano permaneciese como tal hasta el día de su renuncia. Y ya sabemos que el Vaticano no es amigo de quebrantar tradiciones. Tanto ha privilegiado Roma al titular de la sede de Urgel, que a Monseñor Martí Alanís, al final de su mandato, tuvo a bien designarle arzobispo-obispo, a título personal. Una distinción merecida para aquel mitrado que permaneció treinta y tres años como ordinario de la sede. Por cierto, Monseñor Martí reside actualmente en la ciudad de Barcelona y he podido verle recientemente con un magnífico aspecto, pese a sus 81 años de edad. No sé si fue solo por los 33 años de copríncipe que recibió aquel rango, o porque tuvo múltiples oportunidades de ser removido a otras diócesis, de superior población e importancia, sin que jamás tuviera lugar el cambio. Recuérdese que el hoy arzobispo-obispo emérito sonó como sucesor de los arzobispos tarraconenses Pont i Gol y Torrella y asimismo se rumoreó con insistencia como sucesor del cardenal Jubany en la archidiócesis de Barcelona.

Un caso similar puede suceder con el actual obispo de Urgel. Su nombre ya suena (a cuatro o cinco años vista) como sucesor de Sistach. Sería además el obispo preferido por los “Sistach macoutes”. Vives es un hombre de esta diócesis. Hijo del barrio de Pueblo Nuevo, fue rector de las parroquias de Santa María del Taulat y del Sagrado Corazón de su propio barrio natal en los años 1974 a 1987. A la vez fue un sacerdote especialmente mimado por el cardenal Jubany: Consiliario de la JOBAC (1975-1987); Delegado episcopal de Justicia y Paz (1978-1993); Secretario del Consejo Presbiteral (1978-1993) y Vicedecano de la Facultad eclesiástica de filosofía de la Universidad Ramón Llull (1989-1993). Fruto de la errática selección de personal del cardenal Carles fue designado Rector del seminario en el año 1991 y obispo auxiliar de Barcelona en el año 1993 hasta que, en el año 2001, fue designado obispo coadjutor de Urgel.

Un perfecto curial. Tan similar a nuestro Cardenal Sistach. E incluso a su “puer haeres” Turull. Eso que, a diferencia del actual rector del seminario, Vives no se puso el clergyman hasta que fue designado obispo auxiliar.

En un principio, Vives estaba encantado con su cargo de copríncipe. Su minuto de gloria lo tuvo en las honras fúnebres del Papa Juan Pablo II, cuando asistió al acto, ocupando el lugar protocolario entre los jefes de estado. Aquel sacerdote progre de Pueblo Nuevo junto a Reyes y Presidentes de la República. ¡Qué diferencia entre el desaliño del antiguo rector del Seminario y el empaque del copríncipe!

Pero Vives es todavía joven. Solo tiene 59 años. Nadie sabe cuando seremos llamados a la casa del Padre, pero no está desencaminado pensar que podrá asistir a otras exequias fúnebres de un Romano Pontífice, otra vez como jefe de estado. Probablemente le gustaría cambiar y asistir como purpurado barcelonés. Pero debe pasar a la historia y hacer honor a ella. Y que no piense en ser un nuevo Cardenal Casañas, pues este ya vino a Barcelona como purpurado, desde la diócesis pirenaica. Eran otros tiempos. Haciendo honor al último siglo, merece acabar como copríncipe y conseguir el record de una diócesis con tan solo cuatro prelados en un siglo. Confórmese con ello. Los aires pirenaicos le sientan de maravilla.

 

 

Oriol Domingo salva a Germinans – 03/03/2009

Germinans estaba a punto de fenecer. A lo mejor, solo parcialmente, pero íbamos a ser heridos de muerte. Una maniobra certera, precisa y envolvente nos iba a dejar con poco aire. La petición de desaprobación de la Fundación Joan Maragall solo era un eslabón más del acto que se iba a perpetrar. Sin embargo, el disparatado artículo de Oriol Domingo en La Vanguardia del domingo 22 de febrero provocó un letal efecto boomerang. El absurdo razonamiento del periodista dominical (recuerden la falacia del argumento lefebvrista o la burda manipulación de la figura de Lombardi, entre otras lindezas), unido a su inequívoca pretensión censora, provocaron una catarata de adhesiones en favor de Germinans y de la libertad de expresión. A partir de entonces, los que habían urdido la letal trama retrocedieron en su intento. No habían previsto un revuelo semejante. Sin quererlo, Oriol Domingo nos insuflaba nueva vida.

Como suele suceder en estos casos, el periodista Domingo tuvo que pechar con su penitencia. En esta semana ha tenido que escuchar de todo de aquellos a quienes pretendía defender. Le han llamado imprudente, indiscreto, inoportuno, irreflexivo, atolondrado, incauto, lenguaraz, etc. Hasta ha tenido que leer que vuelva a la facultad de periodismo, pues su artículo ha tenido el efecto contrario que buscaba.

Después del ridículo, Oriol Domingo ha emprendido una desnortada huida hacia adelante. Examinemos su blog. En su primer post, quizás movido por un intento de arreglar el desaguisado, se permite afirmar que:

“También utilizan la mentira. Porque no es verdad que la FJM pida al episcopado que se pronuncie sobre esta web anónima. Fue un ponente, que no es de la FJM, quien planteó la necesidad de que el episcopado se pronunciara”.

Compárese este párrafo con este del domingo precedente:

“Al mismo tiempo, en Barcelona, se pide al episcopado catalán que se pronuncie sobre una web "española y católica" que, ocultándose en el anonimato de internet, intenta dividir a los obispos y fieles de la Iglesia en Catalunya. Así se ha planteado en la última sesión mensual de reflexión de la actualidad cultural y religiosa que organiza la Fundació Joan Maragall (FJM).”

¿Cómo se puede desmentir uno a sí mismo, con solo dos días de diferencia? ¿O es verdad –La Vanguardia- que se pidió al episcopado catalán que se pronuncie sobre esta web o no es verdad –su propio blog- que la FJM pidiera al episcopado que se pronuncie?

El matiz, según explica Oriol Domingo, es que no lo solicitó la FJM, sino un ponente.

Ah, el ponente. El ponente del que no se hablaba el domingo. ¿Y quién era el ponente? Ni más, ni menos que el propio Oriol Domingo. El se lo calla. Dice textualmente “fue un ponente”, como sí hablase de Maradona, pero en la blogosfera quedan las huellas.

Vean que nos dice Jordi López Camps:

“La Fundació Maragall no va decidir, com diuen els de Germinans Germinabit, demanar a l’espiscopat català que es pronuncii sobre la seva web. Això ho va dir l’Oriol Domingo, ponent de la seva sessió mensual d’anàlisi de l’actutalitat informativa. Fou ell el que pronuncià aquestes paraules”

(“La Fundación Maragall no decidió, como dicen los de Germinans Germinabit, pedir al episcopado catalán que se pronuncie sobre su web. Eso lo dijo Oriol Domingo, ponente de su sesión mensual de análisis de la actualidad informativa. Fue él quien pronunció estas palabras”)

En resumen: El domingo era la FJM quien por unanimidad había solicitado al episcopado catalán que se pronunciase sobre Germinans; el martes solo era un ponente y el miércoles el ponente era el propio Oriol Domingo. El mismo que había sacado la noticia a cuatro columnas. Sus vergüenzas quedaban al descubierto.

Pero como la predisposición a hacer el ridículo parece insaciable en Domingo, luego continuó la semana como pollo sin cabeza. Tres posts más. El día 26 el 27 y el 28 de febrero. A cual peor. Si se analizan sus textos parece claro que Oriol Domingo es ya un juguete roto, que va dando tumbos.

No lo podían hacer peor. Pretendieron cargarse a Germinans y el único que ha salido escaldado ha sido el periodista de La Vanguardia. Eso sí, merced a Germinans, su blog y otro blog amigo han visto incrementados sus magros comentarios cotidianos.

Llegados a este punto, es de justicia señalar que nada de ello habría sido posible sin el aluvión de apoyos incondicionales que hemos recibido. Mi enorme gratitud a todos ellos. Empezando por ese par de cracks de la blogosfera que son PacoPepe y Luis Fernando y otro sinfín de páginas web. Siguiendo con la precisa filípica que les dedicó César Vidal en La Linterna y -como no- por esos miles de seguidores, que nos han hecho llegar un grito que ya se ha convertido en lema: “Yo también soy Germinans. Jo també soc Germinans”. Espero no defraudarles, si bien debo confesarles que la rudeza y el despropósito de quienes nos critican, me desazona especialmente. Ni un solo argumento. Solo peticiones de silencio y argumentos “ad hominem”. Muy triste. Pero, al menos, nos queda el consuelo de que, gracias a esa fenomenal reacción, una maniobra perfectamente orquestada se ha abortado. Hasta la próxima, que ya la están tejiendo.

 

 

Matabosch nos quiere censurar – 23/02/2009

La Fundació Joan Maragall, cristianisme i cultura, que preside Antoni Matabosch (contable de la archidiócesis barcelonesa) ha adoptado un acuerdo sin precedentes: solicitar al episcopado catalán que se pronuncie expresamente sobre esta web. Dicho en román paladino, que los obispos catalanes condenen públicamente a Germinans. Este ha sido el ruego unánime de los miembros de la FJM en su última reunión mensual. Desconozco que alcance puede tener la condena solicitada, si va a ser el inicio de un proceso canónico o civil, pero lo que es indiscutible es que la Fundació Joan Maragall (presidida por Matabosch y de la que es miembro el hasta hace muy poco Presidente del CAC, Josep María Carbonell) se muestra manifiestamente partidaria de silenciar esta modesta voz disidente. Nunca en los últimos 40 años había sucedido un hecho igual. Una declaración expresa y terminante a favor de la censura de un medio, aunque sea un medio tan sencillo y artesanal como esta web.

Para aderezar el atentado a la libertad de expresión postulado por los miembros de la FJM, la noticia vino tortuosamente explicada por el amigo de Albert Boadella (recuerden la historia del fax de Madame Mamalú) en las páginas de religión de La Vanguardia del pasado domingo. La información, a cuatro columnas, venía presidida por una foto del director de prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi. Sin tan siquiera dignarse a citar el nombre de esta página, sino aludiendo a una web española y católica (¿doble epíteto peyorativo?), la información-artículo resultaba tan tergiversadora de la realidad, que si no se leía con detenimiento parecía que había sido el propio Lombardi el que se hubiese mostrado a favor de la censura de Germinans. Por otra parte, la información no es más que un cúmulo de disparates, en los que nos llega a acusar a los que escribimos en Germinans de sintonizar con los obispos ordenados por el arzobispo Marcel Lefebvre, cuando en esta web jamás (¡jamás!) se ha defendido ni en una sola línea a los lefebvristas. Ciertamente, como no tienen argumentos mínimamente consistentes que les permitan rebatir ninguna de las noticias que hemos venido facilitando se dedican al burdo argumento “ad hominem” y a la zafia manipulación de documentos episcopales.

Pero la torpeza del artículo de La Vanguardia no nos debe hacer obviar el órdago de la Fundació Joan Maragall. Un grupo de poder de esta diócesis, particularmente muy cercano al Cardenal Sistach (los Sistach macoutes), ha instado simple y llanamente la censura de este medio.

Llegados a este punto, debo hacerles una reflexión personal. Al iniciar esta aventura de Germinans, jamás llegué a pensar que pudiéramos molestar tanto. Que toda una institución diocesana (como lo es la FJM) pudiera perder su tiempo en propugnar que se nos tapase la boca, revela su particular forma de entender la democracia y la libertad. No admiten voces discordantes. No asimilan que haya quien piense diferente a ellos. Y especialmente, les desborda Internet. En su mentalidad dictatorial no pueden concebir que sucesos que antes solo se comentaban en petit comité, puedan ser objeto de debate público. Añoran la época analógica y les repele la contradicción.

También les debo revelar que los métodos mafiosos que se han seguido contra Germinans (algunos entenderán ahora el disfraz de carnaval de “El Padrí”) me han llevado muchas veces a pensar si no era mejor abandonar este barco, en especial, para dejar de perjudicar a personas que no tienen nada que ver con Germinans, pero que se han visto perjudicadas por la caza de brujas macarthysta iniciada desde las cercanías de Sistach. Pero la constancia machacona de sus ataques, me impide dar el brazo a torcer. Obvio es también que nuestros cada vez más numerosos y fieles lectores internautas no merecen verse privados de este ejercicio de disidencia, por muy fuertes y sucias que sean las maniobras que pretenden callarnos.

Ahora ha sido la FJM. Anteriormente fueron los miembros de la Unió, con Brustenga, a la cabeza. Disparan por todos lados. Y no se mezclan, pues entre ellos también hay rivalidades. Quieren la cabeza de Germinans, como en aquella película de Sam Peckinpah querían la cabeza de Alfredo García.

Esperemos que no se la lleven, pero que nuestros lectores tengan presente que cada vez van apretando más tuercas y que no les importa nada que puedan ser tildados de enemigos de la libertad. Les importa un rábano su evidenciado fascismo. Solo quieren nuestro silencio. El silencio de una minúscula voz discordante en la diócesis. Tan sencillo. Y tan cruel.

 

 

Cabot y el Pastor diocesano – 17/02/2009

El pasado día 11 de Febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes, se celebró en nuestra Catedral la misa correspondiente a dicha solemnidad mariana, en la que cada año participan, de forma muy digna y concurrida, los abnegados voluntarios que colaboran con la Hospitalitat de la Mare de Deu de Lourdes. La eucaristía fue presidida por el cardenal Martínez Sistach y finalizó, de manera emotiva y participada, con la procesión de los antorchas. Hasta aquí llegan las aguas de los elogios. Al iniciar la misa, nuestro obispo saludó a los miembros de la parroquia de la Virgen de Lourdes de Barcelona “que s´han volgut unir a la celebració amb el seu Pastor diocesà”. Sistach tenía a un lado al Consiliario de la Hospitalidad, Mossèn Andreu Oller y al otro lado a Mossèn Joan Cabot Barbany, rector de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes. La reciente historia de dicha parroquia ya fue objeto de un artículo anterior. Quienes tienen la paciencia de leerme, podrán recordar que Mossèn Cabot fue el que eliminó la procesión de las antorchas, que se realizaba, desde hacía muchos años, por las calles del barrio de Pueblo Seco, en la festividad de la virgen de Lourdes. Este es el sacerdote que aparece con pañuelo azul, junto a su diácono (el de la barba) y junto al Sr. Cardenal (hasta que fue distinguido por la purpura, el bisbe Lluís). El Pastor diocesano (sí hubiese sido Carles, hablarían de “la jerarquía”) se complació mucho en tenerlo en la misa de Lourdes. Lo que quizás no sabe el Pastor diocesano es que ese día no hubo misa de las 8 de la tarde en la parroquia y que los feligreses que no pudieron trasladarse a la Catedral (es un barrio con una población notablemente envejecida), se quedaron sin poder participar de la tradicional eucaristía del día de la patrona. Otros muchos, que desde varios puntos de Barcelona, se trasladan ese día hasta el templo de Lourdes en Barcelona, también se encontraron con que ese día no había misa, porque al señor rector le había dado por celebrarlo junto “al Pastor diocesà”.

Estos sacerdotes progres son geniales en su doble rasero. Muy recelosos de toda jerarquía, pero acuden solícitos como polluelos al manto de la gallina clueca y dejan desamparada su parroquia. Ni procesión, ni misa.

Este es Cabot.

El de la estola étnica. El muy progre, pero muy considerado (¿) Cabot. Miembro del secretariado del Consejo Presbiteral de la diócesis, miembro del consejo Pastoral diocesano y de la comisión pastoral de inmigración, entre otros cargos curiales. Este es uno de los protegidos de Sistach. Con su parroquia vacía y sin celebraciones, pero eso sí abierta a los latin kings. Porque esta es otra de las particularidades de Cabot: ha sido el principal impulsor del reconocimiento de los latin kings como asociación cultural, aunque ciertamente con escaso éxito.

Los latin kings tienen las llaves de los locales parroquiales y celebran sus ritos, con sus gritos de ¡Amor de Rey! y ¡Amor de Reina!.

De ello se vanagloria Cabot públicamente.

No es más que otro ejemplo del estado actual de la diócesis barcelonesa. Quien quiera ver más sobre las actividades de Cabot, puede hacerlo aquí.

Lo que descorazona es que estos sacerdotes sean mimosamente acogidos por el Pastor diocesano. A otros, ni tan siquiera les conoce su nombre.

 

 

Los delirios de “El Triangle” – 10/02/2009

Hacía tiempo que no teníamos noticias de nuestros amables y simpáticos amigos de El Triangle. Creía yo que ello se debía a los graves problemas económicos que padecía la publicación, que habían llevado a la escisión de la web El Debat, y a la creación de un portal nuevo en Internet, junto con una paulatina postergación de su alma mater Jaume Reixach.

Pero parece que una vez solventados aquellos escollos, El Triangle (al menos en su edición impresa) ha vuelto a sus mejores tiempos. Con el título, poco delicado, de “Cristogros a l’Esglèsia”, inserta una información, a toda página y a cuatro columnas, firmada por Pep Martí, con un contenido verdaderamente alucinante. Aparte de una confusa y mareante aplicación del principio “embolica que fa fort”, acumula y mezcla en una sola información tanto el levantamiento de la excomunión a los cuatro obispos consagrados por Monseñor Lefebvre, como la visita a España del Cardenal Bertone. El artículo parece dedicado a ellos, pero la mayor parte del mismo se centra en Germinans. Nuevamente se centra en Germinans, podríamos decir. Pero ahora no se trata de averiguar quiénes somos (quizás lo hayan dado por imposible), sino de elucubrar una historia disparatada.

Según El Triangle, resulta que el Cardenal Martínez Sistach habría intentado establecer contacto con nosotros, al objeto de llegar a algún tipo de acuerdo. Y tratándose de un verdadero proceso de alto el fuego, las huestes de Germinans le habrían exigido paz por territorios. Ni más ni menos que una purga en la curia diocesana, que se llevase por delante al Rector del Seminario Turull; al delegado de la familia Dr. Claret y al delegado de Juventud, Toni Román. Abracadabrante.

Poco caso merecen estas teorías conspiratorias, que suele pergeñar con notable entusiasmo el libelo El Triangle, pero ciertamente revelan una increible paranoia con respecto a Germinans.

Realmente, ignoro que fuentes han nutrido a Pep Martí este absurdo desvarío. Ya se me escapan y no es mi estilo dar palos de ciego. Pero esta historia no sabemos cuándo se va a detener: hemos sufrido informes de detectives; amenazas de querellas; listas macarthystas de sacerdotes de la diócesis; circulación de anónimos por las parroquias y hasta la creación de un par de páginas web exclusivamente dedicadas a Germinans. La penúltima vuelta de tuerca es la información de El Triangle: tras la “longa manu” del Cardenal Rouco y de Jiménez Losantos, hemos participado en una tregua trampa, que pretendía que el cardenal de Barcelona sacrificase a tres cargos diocesanos. ¡Qué poco nos comprenden! En esta página se ha repetido hasta la saciedad que nos duele la realidad diocesana, nos apesadumbra su desértico y catastrófico estado, pero, de forma humilde y artesanal, solo nos dedicamos a la denuncia. Un ejercicio de ciberdisidencia eclesial. Nada más. No le den más vueltas. Solo párense a pensar si su éxito (se halla a las puertas de alcanzar las 200.000 visitas) no se deberá a que hay muchísimas personas que piensan como nosotros. Analicen el estado de la diócesis, emprendan su renovación con audacia, busquen aquellos sacerdotes o laicos más eficaces y guarden definitivamente en el armario las ropas apolilladas que evidencian su fracaso.

Somos hijos de esta diócesis, la amamos y la queremos y nos da una infinita pena contemplarla en su estado abúlico y mortecino. Ese es el problema. No despisten con necedades.

 

 

El parto de un auxiliar con fórceps – 03/02/2009

El período comprendido entre el 12 de mayo de 2005 (fecha en la que Monseñor Carrera presentó su renuncia) y el 28 de enero de 2009 (en que se designa como auxiliar a Sebastià Taltavull) ha dejado la diócesis absolutamente agotada. Y como no podía ser de otra manera, el primer rostro de la fatiga lo podemos contemplar en nuestro Cardenal. Observen las imágenes de la rueda de prensa en el Palacio arzobispal que encabezan este artículo. Se observa un Sistach tremendamente empequeñecido. No es que nuestro Cardenal posea una altura baloncestística, pero tampoco es tan minúsculo como aparece en la grabación. Parece que nuestro Arzobispo haya quedado capitidisminuido por el cansancio de casi cuatro años en busca de un auxiliar. Su aspecto también ha quedado afectado por el hastío. Ya no tiene aquel rostro jovial y risueño; en su antaño cabello lacio y zaino, han aparecido las canas de forma súbita; su esqueleto se nos muestra cada vez más huesudo. Ya no luce con el porte y la galanura de sus tiempos tarraconenses. Y es que nuestro Cardenal ha sufrido enormemente con un embarazo agotador y un alumbramiento complicado.

Un embarazo de casi cuatro años. Un período que no va a pasar a la historia como una de las mejores páginas de la archidiócesis. Un triste rosario de despropósitos, que fueron minando la salud de nuestro queridísimo Obispo Carrera, que no pudo disfrutar de las mieles de la jubilación. Tras la presentación de su renuncia por edad, no tuvo mucha prisa Sistach en promover un nuevo auxiliar. Su afán por controlarlo todo, en los inicios del pontificado, postergaba la necesidad de un nuevo auxiliar, pese a los insistentes requerimientos de Carrera en pro de su relevo. A mediados del 2006, nuestro Arzobispo utiliza a Oriol Domingo para iniciar el proceso de decantación vaticana. Aparecen cuatro nombres: Bacardit, Galtés, Aymar y Turull. Las ternas ya habían sido remitidas al Vaticano e iban y venían, siendo rechazadas todas ellas. Nuestro antecesor De Bello Pallico hizo continua referencia a esta circunstancia. En esas ternas de ida y vuelta siempre se repetía un nombre: Josep María Turull. Era el auxiliar que quería Sisatch. Solo deseaba a Turull. Los demás acompañantes eran puro atrezzo. Nombres a rechazar para que la Santa Sede escogiera al fámulo. Pero Roma no se dejó seducir e incluso tuvieron a bien avisar a nuestro arzobispo de que no insistiera con su candidato. Pero la tenacidad de Sisitach no tiene límites. El asunto de la designación de Turull era un todo o nada. O Turull o no hay auxiliar. Y así este despropósito se convertía en un Guadiana. El Guadiana de Turull.

Pero después de este último verano empezaron a suceder nuevos acontecimientos. La insistencia de Vives y Soler Perdigó en preconizar a Taltavull como nuevo obispo de Gerona no llegó a buen puerto, designándose al egarense Pardo. Sistach también se implicó algo en ese inútil intento y, tras el fracaso, pensó que, quizás, Taltavull también podía ser un buen candidato a obispo auxiliar, aunque seguía pensando en Turull. Quería colocarlo como acompañante. Dos auxiliares: Turull y Taltavull. En la terna colocaba también al Dr. Pie Ninot, al que ahora ya se le ha escapado definitivamente el tren a un obispado.

En Octubre falleció el obispo Carrera y es entonces cuando los hechos se precipitan. Nuestro Cardenal decide que tiene que tener un auxiliar, sea el que sea. No puede quedar sin obispo auxiliar. Sacrifica por fin a Turull e intenta la designación de Pie. Roma le vuelve a dar portazo.

Tras este rechazo llega el pacto. Un pacto a tres bandas. Sistach, Rouco y el Cardenal Carles. Sistach propone a Taltavull como solución definitiva y Rouco y Carles le facilitan la labor ante la Santa Sede. Sistach tiene auxiliar. No es el auxiliar que prefería, pero será un obispo aceptado, en principio, por el sector más progre y avalado por el sector más institucional, con el imprimatur de Rouco y Carles.

Entonces se produce el alumbramiento de Taltavull. Un parto con fórceps. Por eso había esas caras de fatiga y abatimiento en la rueda de prensa de la mañana del día 28 de enero. Después han querido disimular y parece que Taltavull sea el preferido por todos. Pero en Taltavull no pensó nadie hasta este verano. Taltavull ha sido elegido porque Roma no aceptó a Turull y a Pie Ninot. Taltavull ha sido designado merced a la intercesión de los cardenales Rouco y Carles. Y así ha surgido la carambola del primer auxiliar foráneo. El primer obispo auxiliar que no ha tenido ningún destino en la diócesis. En el Seminario de Barcelona habían estudiado todos los auxiliares anteriores (Jubany, Capmany, Torrella, Guix, Daumal, Martínez Sistach, Soler, Carrera, Tena, Traserra y Vives): El único que no lo había hecho era Saiz Meneses y todos pueden recordar el pollo que le montaron. Por haber estudiado en Toledo, a pesar de estar incardinado hacía años en la diócesis. Es el increíble doble rasero de la progresía. Ahora aceptan un auxiliar extraño a la diócesis solo como mal menor.

Pero el precio ha sido altísimo y su aceptación guarda un notable disimulo. Se han sacrificado muchos nombres, han quedado frustradas muchas aspiraciones y, en especial, se ha dejado en muy mal lugar a los sacerdotes de la diócesis, pues no puede ser que ninguno cumpla con los parámetros para ser designado obispo auxiliar. Todo ello explica los rostros cansinos y el hastío de un proceso agotador.

 

Rankings – 27/01/2009

Siempre insisto en el tema de las iglesias barcelonesas que más misas celebran, que más horas permanecen abiertas, que más vida tienen, que más primeras comuniones dan al año, que más confirmandos aportan, que más colaboran con Cáritas. Siempre son las mismas y cumplen con creces todos estos parámetros.

Me he entretenido en desgranar el único dato público de estas particularidades: La celebración de misas dominicales.

¿Qué iglesias y templos barceloneses merecen estar en el cuadro de honor?

Con 11 misas, incluyendo también las de las vísperas de los sábados, se hallan la iglesia de Santa Gema de los padres pasionistas y el Santuario-Monasterio de San Antonio de Padua, que llevan  los franciscanos en la Calle Santaló.

Con 10 celebraciones dominicales encontramos al Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de los misioneros de dicho nombre en Calle Roselló 175.

Con 9 misas dominicales se encuentra la primera parroquia, la de la Purísima Concepción, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de los padres dominicos en la Calle Ausias March y la parroquia de Santa Tecla.

Con 8 celebraciones ya encontramos otras tres parroquias: San Juan María Vianney, una de ellas por el rito tridentino; la Iglesia de Belén en las Ramblas y San Pedro Nolasco en la Plaza Castilla, encomendada a los padres mercedarios. También con 8 celebraciones observamos al santuario de Pompeya de los capuchinos en la Diagonal.

Luego ya hallamos a varias con 7: La iglesia del Pí; las iglesias del Opus (Montalegre y la Bonaigua); San Vicente de Sarrià; la parroquia de María Auxiliadora; Santa Inés; el templo de la Sagrada Familia y la iglesia del Carmen de los carmelitas descalzos.

¿Algún rasgo en común en todas ellas? En ninguna hallamos a un hombre de confianza de nuestro arzobispo.

¿Alguno más? Salvo alguna excepción, suelen ser las más tradicionales y ortodoxas.

¿Otra cosa? Son las que más misas celebran en castellano.

Este último dato no es baladí. El incremento inmigratorio de los últimos años ha traído a Barcelona a una numerosa población latinoamericana. Profundamente católica. Esta población prefiere oír las misas en su lengua, que también es lengua oficial en Cataluña, quiere rezar en castellano y es lógico que se dirija a aquellas iglesias que celebran en dicho idioma. Toda esta población, joven y con un índice de natalidad todavía alto, puede ser el futuro de esta diócesis. Desdeñarlo, ponerle trabas con el idioma, puede contribuir a su desafección. En el mundo actual, en el que el fenómeno religioso no se halla precisamente de moda y no resulta cómoda su adhesión, alejar a estos católicos sería imperdonable. Si se van, no vuelven.

Este ranking ha querido ser positivo. No he pretendido hacer la clasificación por la cola, pero en la cola están algunos de los hombres de confianza de Sistach que ocupan, por ejemplo, el secretariado del Consejo Presbiteral (Brustenga, Romeu y Cabot), así como todos aquellos que han sido los sacerdotes más transgresores en la liturgia, los más progres, los hasta hace poco comprometidos con partidos de izquierdas. No digamos en qué estado comatoso (prácticamente cerrada) se halla alguna de las parroquias (Sant Josep Oriol) que tanta cancha dieron a la guerra contra el Cardenal Carles.

Sus parroquias son un erial. Pocas celebraciones, poca actividad, escasísima aportación económica, tanto a la diócesis como a los más pobres.

Si uno observa la actividad de las parroquias destacadas, también puede comprobar su incalculable labor social. Su trabajo cerca de los más débiles y marginados, especialmente en estos tiempos de dura y larga crisis económica. Ellos son la salvación de la diócesis. Prestan asistencia material y asistencia espiritual. Sus iglesias están abiertas, la gente acude a rezar, (siempre hay alguien rezando, a todas horas), nunca falta un sacerdote para confesar, ni un cura o un laico presto a ayudar al necesitado.

También existen otras parroquias con sacerdotes muy mayores y enfermos, que no pueden dar más de sí. Muchos de ellos, todavía párrocos. Sus templos van languideciendo también, muy a pesar suyo.

Tanto el Cardenal como sus vicarios episcopales conocen estas estadísticas. El por qué de su caso omiso es ciertamente indescifrable, pero es una de las causas por las que esta diócesis se despeña. Es un fiel ejemplo de lo que no hay qué hacer.

Ahí tienen el ranking. Tratado por los poderes de la diócesis como una suerte de lumpen sacerdotal, pero merecedor del éxito y el aprecio de la feligresía. ¿Lo entenderán algún día en el Carrrer del Bisbe?

 

 

Oriol Domingo prefiere el fax – 20/01/2009

Oriol Domingo es un periodista obstinado y contumaz. Venga o venga o no venga a cuento, sus artículos siempre hacen referencia a “esos individuos o grupos que actúan en el anonimato de internet”. Su profilaxis es ejemplar: Jamás nombra a Germinans, aunque se refiera a Germinans y todo el mundo entienda que se refiera a Germinans. Está claro también que a Oriol Domingo no le molesta el anonimato (aunque, en realidad los que escribimos en Germinans, utilizamos algo tan viejo como el pseudónimo o tan moderno como los nicks), sino que lo que le enerva es el éxito de la web. Oriol Domingo, aunque añore la época del vinilo, también tiene su blog. Bajo el manto protector de La Vanguardia, no vaya a coger un resfriado. El audaz Domingo. Pese al prestigio del medio, su blog es un auténtico fracaso en visitantes, comentarios y repercusión.

Dejando aparte su escaso apego internáutico, su artículo en la edición impresa del pasado domingo en La Vanguardia alcanza el súmmum del delirio. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, vuelve a hablar “de los individuos o grupos que actúan en el anonimato de internet y cuentan con el apoyo de ultraconservadores, católicos o no, españoles”. El matiz de la última línea revela el pensamiento Domingo. Fíjense en los dos epítetos despectivos: ultraconservadores y españoles.

La información que nos aportaba Oriol Domingo se refería al documento que va a presentar el episcopado catalán, con motivo del año jubilar paulino, que se dará a conocer el próximo miércoles. ¿Qué tiene que ver el asunto con Germinans? Absolutamente nada. Al revés, el esbozo del texto es perfectamente asumible por los que escribimos en esta web. No dice nada que sea especialmente criticable. Indudablemente, tampoco nos sentimos aludidos por los párrafos que transcribe el periodista de La Vanguardia. Germinans no ha venido a levantar muros, sino a derruirlos, en especial aquellos muros que separan la iglesia catalana de la iglesia universal. Cuando pueda leer el texto en su integridad, será analizado de forma pormenorizada y exhaustiva, aunque ya intuyo que no va en la dirección que, sesgadamente, señala el periodista de La Vanguardia.

Todo ello no viene a ser sino una muestra más de la “obsesión Germinans”. Esta obsesión se ha convertido en un fenómeno enfermizo. Empezando por nuestro Cardenal, que tiene una verdadera paranoia con nosotros (ya es público que, al menos, a uno de los sacerdotes de la diócesis, le obligó a entrar en la web en su presencia); continuando con el Obispo emérito Tena (que brindó por nuestra pronta desaparición -se supone que solamente a efectos dialécticos-); siguiendo por un gran número de curiales y finalizando por Oriol Domingo. Se ha convertido en una monomanía. El fenómeno Germinans les ha superado. Lo han intentado todo, desde detectives, a prestigiosos bufetes que estudiasen querellas, pasando por webs “ad hoc” contra nosotros. No han logrado nada. Al revés, las visitas a esta página se han multiplicado, alcanzando unos registros descomunales. Lo que se inició de forma artesanal y rudimentaria, limitada al minúsculo ámbito eclesiástico catalán, ya tiene una dimensión mundial. No lo entienden. No comprenden que mucha gente piense como nosotros. Que muchísimos de ellos sean catalanes. Dice uno de los puntos del documento que nos avanza La Vanguardia: “No tendríamos que criticar o fiscalizar los dones y los carismas de los hermanos en la fe, sino ver en ello una forma laical y eclesial propia, capaz de expresar la misma fecundidad en la fe”. ¿Ahí no cabe Germinans, ni los que piensan como Germinans? ¿Nos van a recluir en un lazareto? No conciben que haya mucha gente que se identifique con lo que escribimos y no saben desentrañar las causas del éxito.

Olvídese Oriol Domingo de repetir a machamartillo su consabido sonsonete de “los individuos o grupos que actúan en el anonimato de internet”. Olvídese y baje al día a día. Al día a día de las iglesias que más celebraciones ofrecen, que más concurrencia tienen, que más vida aportan. Olvídese de tener a internet como la bicha o el 666. Sabemos que añora los tiempos del fax, pero desde Germinans jamás le haremos una broma como la que, por ese medio, le remitió Albert Boadella, cansado de otra campaña inquisitiva y reiterativa hasta la extenuación del periodista de La Vanguardia. El fax ya es historia, aunque a nuestro buen amigo le causara en su día un gran disgusto.

 

 

¿Habrá auxiliar en 2009? - 13/01/2009

El 12 de Mayo de 2005, el entonces obispo auxiliar de Barcelona, Monseñor Joan Carrera Planas (¡cómo lo echamos a faltar!) presentó su renuncia, al haber cumplido 75 años. En Septiembre de 2006, nuestro inmediato antecesor, De Bello Pallico, empezó a ocuparse de su sucesión, al presentarse las primeras ternas para nuevo auxiliar. En Mayo de 2007, inició su singladura esta web, hablando regularmente del asunto. El pasado mes de Octubre de 2008, nuestro bisbe Joan (el obispo querido por Germinans) falleció, tras el calvario que le supuso tres largos años, sin aceptársele la renuncia. Hemos empezado 2009 y no hay ninguna noticia sobre el nombramiento de obispo auxiliar de Barcelona. Se paró la desnortada iniciativa Turull; parece olvidada la posibilidad de Tià Taltavull y duerme el sueño de los justos la hipotética designación del Dr. Pié Ninot.

¿Se designará auxiliar en este año? Solo acaba de comenzar y aunque parezca que el tiempo pasa deprisa, en un año pueden ocurrir muchas cosas. Sin embargo, la política de nombramiento de obispos del Papa Benedicto XVI no casa mucho con los candidatos que le ha ido presentando el Cardenal Sistach. El problema, para nuestro arzobispo, es que, en un futuro, esas posibilidades pueden ser todavía más remotas. Un interesantísimo artículo publicado en la web francesa Golias nos hace llegar el rumor de que al Cardenal Re le sería aceptada la renuncia, inmediatamente a cumplir los 75 años, el próximo mes de Febrero de 2009. Según esta web, su sustituto sería el Cardenal Pell, Arzobispo de Sydney. Según Golias, un “ultraconservador”. El motivo son las disensiones entre el Papa y el cardenal Re sobre el nombramiento de obispos. Si ya parece ilusoria la designación de Turull, Taltavull o Pie con el cardenal Re; con el cardenal Pell resultarían inverosímiles.

Si todo ello se confirmara (y algún otro vaticanista, sin apuntar a Pell, pero dando por cierta la aceptación inmediata de la renuncia de Re, lo da por seguro) es evidente que nuestro Cardenal ha de modificar sus candidatos.

Estoy convencido de que lo hará. Sus cuatro inmediatos antecesores (Modrego, Don Marcelo, Jubany y Carles) tuvieron uno o varios auxiliares. No va ser menos, nuestro Cardenal. Además, desde el fallecimiento de Carrera, se halla vacante el cargo de Vicario general, ocupándolo provisionalmente el Dr. Riera Rius, de 82 años de edad.

Les decía que estoy convencido de que modificará sus candidatos, porque conoce suficientemente Sistach los vientos romanos. También ha podido comprobar, en esta primera parte de su pontificado, la absoluta inutilidad del equipo de gobierno del que se ha rodeado.

El grado mayor de ineficacia lo ostenta el delegado de la familia, Dr. Claret Nonell, que ni tan siquiera le pudo garantizar que hubiera matrimonios en el acto del pasado 28 de Diciembre, teniendo que ocuparse e-cristians deprisa y corriendo del éxito de la convocatoria.

Es más, la excelente homilía de nuestro arzobispo, unido al infrecuente hecho de que la misma fuera equilibradamente bilingüe, nos dan motivo de esperanza. (Por cierto, en Gerona, el prometedor obispo Pardo también ha tenido a bien hacer bilingüe la hoja dominical. Un buen dato) Si a ello se une su rápida reacción a la astracanada de la publicidad atea en los autobuses, nos permite vislumbrar una rendija de luz en los inicios de la segunda mitad de su pontificado.

Pierda el miedo, Sr. Cardenal. Reforme su equipo de gobierno de arriba abajo. Cese de inmediato a su ineficaz delegado de familia. Proponga una buena terna de candidatos a obispo auxiliar, que merezca la aceptación de las nuevas orientaciones vaticanas. En su diócesis hay excelentes sacerdotes, preparados, jóvenes, aptos y eficaces. Incluso, los tiene- sí así lo desea- con matiz nacionalista. Pero olvídese de esta carcundia uniata (y de sus herederos) que maniata esta provincia eclesiástica desde hace decenios. Usted sabe quien son estos excelentes sacerdotes: Los que tienen llenas sus parroquias; los que las mantienen abiertas casi todo el día; los que más cooperan económicamente; los que más niños tienen de primera comunión; los que más confirmandos aportan.

Acaba de empezar 2009. Puede ser su año. Está en sus manos.

 

 

Lo Dan Brown lleidatà – 06/01/2009

Mi incesante curiosidad y una irreprimible voracidad lectora me han llevado a leer el libro El Complot, del periodista ilerdense Eugeni Casanova. El libro se anuncia como una completa y novedosa información sobre la segregación de la diócesis de Lérida y el litigio sobre las obras de arte. A quien haya seguido mínimamente la información durante estos años –de por sí, ya copiosa- el libro no le va a aportar mucha novedad. Quizás, para destacar algo, las declaraciones que se ponen en boca de “Il Maestro”, el catalán Valentí Miserachs Grau, Director del Pontificio Istituto di Musica Sacra que, de ser ciertas, nos lo presentan como un inútil abanderado de la causa catalana. Inútil, por cuanto sus lamentos y quejas de la anticatalanidad de la curia romana, jamás son considerados. Parece evidente que la labor de “Il Maestro catalano” fuera del canto gregoriano, no goza de ninguna eficacia. Aparte de ello, el aspecto que mayor curiosidad me ha atraído del libro del periodista Casanova- por cierto, muy pobremente editado- es la sucesión que nos presenta de anticatalanes. Porque el periodista-autor del libro ya no solo encuentra anticatalanes en Madrid, sino que ha descubierto una ciudad eterna repleta de ellos. Anticatalán, obviamente, lo es el Cardenal Rouco; también el Cardenal Cañizares (ça va de soi); pero es que, en Roma, lo son el Cardenal Martínez Somalo, el Cardenal Herranz, el hoy Nuncio López Quintana y hasta el mismísimo Cardenal Re. Todos ellos, cada mañana cuando se levantan, no tienen otro propósito que fustigar a Cataluña. Tanta unanimidad revela un caso inaudito. Todos, todos, todos, contra Cataluña. La Conferencia Episcopal española, los dicasterios y congregaciones vaticanas,y como no –no podía faltar- el Opus Dei. Porque el Opus Dei, a pesar del enorme predicamento que tiene en Cataluña, también es anticatalán. Parece mentira, pero es así. Según Casanova, claro. A mí, este rosario de anticatalanes ya me tenía con la mosca detrás de la oreja. ¿Cómo puede haber tanta gente que nos odie? Tanta gente y tan importante. Y todos a la vez. Y no han encontrado otro motivo para flagelarnos que idear la segregación de la diócesis de Lérida y reclamarle una colección de obras de arte. Francamente, para ser tan anticatalanes, podían haber escogido un daño mayor.

Pero, claro, la ocasión de ser un Dan Brown, aunque sea lleidatá ,(en tal caso Lo Dan Brown), siempre puede ser tentadora. Es entonces, cuando me percaté que el periodista Eugeni Casanova también escribe en El Debat (que viene a ser la edición digital de El Triangle) y en esa web publica un alucinante artículo, titulado “Marietes al Vaticà”.

Ahí lo entendí todo. No contento con el tema menor de los bienes ilerdenses, nuestro Dan Brown local ha hallado una trama homosexual en el Vaticano. Primero, el Opus, ahora, los homosexuales. ¡Qué mejor cocktail para una conspiranoia!. Pero el artículo, no se para en barras. No. Acusa a la Curia Vaticana de ser “el haren de los homosexuales”. Y en ese totum revolutum, incluye al propio Santo Padre, a su secretario, a la Guardia Suiza, al fundador de los Legionarios de Cristo y a Angel Acebes. Están todos. Homosexuales, Opus y el Pp. No iba a faltar el Pp.

Este delirante artículo nos da la talla del autor del libro. Un paranoico, que halla enemigos en todas partes. Un Dan Brown de pacotilla, que solo encuentra tramas anticatalanas y tramas homosexuales, dirigidas por la mano negra del Opus Dei.

Lo grave es que al autor de este libelo amarillista le han dado toda la publicidad del mundo en el lanzamiento de su libro. Indudablemente, han aportado su granito de arena, el inefable Llisterri y nuestros queridos amigos de Esglèsia Plural. Nunca fallan. Todos tienen la misma seriedad que el artículo “Marietes al Vaticà”.

 

 

E-Cristians salvó a Sistach – 30/12/2008

En la semana previa a la misa de la Sagrada Familia, al Cardenal Martínez Sistach no le llegaba la camisa al cuerpo. Su Delegado de la familia, el Doctor Claret Nonell no le garantizaba la presencia de matrimonios, jóvenes y niños en la celebración. Las instancias diocesanas no los habían cuidado durante estos años y no sabían de donde sacarlos. Una misa de la familia sin familias, podía resultar un escándalo mayúsculo, un ridículo estrepitoso. Es verdad que la misa no se había anunciado en ningún sitio y solo se podía hallar en una minúscula convocatoria en la mejorable web de la archidiócesis. Más cierto es que aquellas familias que podían salvarle el acto se hallaban encaminadas hacia la misa de Madrid. Pero algo que había que hacer. Sistach había sido el primero en desmarcarse del acto de la Plaza de Colón y su fracaso iba a ser el hazmerreir del orbe católico. Ni tan siquiera podía contar con obispos eméritos co-celebrantes (al final solo pudo rescatar a Martí Alanís). No se lo podía permitir. Por ello, nuestro Cardenal –por una vez- se bañó de humildad y decidió acudir a e-cristians, para que le salvaran los muebles. Ciertamente no estaba muy confiado en su respuesta, pero sabía que, cuanto menos, la catedral no iba a verse poblada únicamente de abuelos, turistas y gente de paso y aquello –aunque fuese mínimamente- podría parecerse a una misa de las familias. Era el 22 de diciembre, día de la lotería y Sistach se decidió a probar suerte. Sin encomendarse a su delegado diocesano, llamó a las puertas de Miró Ardèvol y se puso en sus manos. Les garantizó –como no podía ser de otra forma- una dura y rotunda homilía contra el aborto y desde e-cristians se inició la operación salvamento.

Al día siguiente, 23 de Diciembre, las redes informáticas de e-cristians remitían este mensaje a las direcciones de correos asociadas:

Convocatòria urgent!!!! Us cridem a participar en l’Acte Litúrgic per a la Família del dia 28 de desembre, a les 12h. a la Catedral de Barcelona. Us demanem que difongueu aquesta invitació al màxim número de persones possible, especialment a aquells que no es traslladin a Madrid

Convocatoria urgente. Se había convocado el 12 de Diciembre y hasta el día 23 no se acordaban en e-cristians. Estaba clarísimo que era una llamada desesperada. Para mayor inri de Sistach se decía claramente en el mail que se convocaba a aquellos que no se trasladasen a Madrid. Era una convocatoria subsidiaria. Que el que no fuese a Madrid, se personase en la Catedral. Y así fue, a la Catedral acudieron Miró Ardèvol, Daniel Arasa e, incluso, Jorge Fernández Díaz, habitual asiduo del oratorio de la Bonaigua. No es que la misa fuese un acto multitudinario, ni mucho menos, pero había familias. Convocadas por e-cristians. Sin aquella convocatoria, el desastre habría tenido proporciones homéricas.

Al final y a regañadientes, Sistach salvó los muebles. De una manera no muy honrosa, pues un acto apoyado por Esglèsia Plural, tuvo que ser salvado por e-cristians, pero nos debemos congratular de ello, a la par que elogiar la impecable homilía de nuestro Cardenal y su contundente e irrebatible condena del crimen del aborto.

Ha podido ver nuestro Arzobispo en quien se ha de apoyar para salvar la diócesis. Ha podido observar la absoluta inutilidad del delegado diocesano de la familia. Sabe quien le responde y quien tiene poder de convocatoria. Todo ello le debe hacer reflexionar. Por un desquite al Cardenal Rouco, se desligó del acto de Madrid, pensando atraerse al sector progre de la diócesis y el sector progre le aplaudió la ocurrencia, pero ni por asomo pensó en acudir a ella. Le salvaron aquellos a quienes llamó integristas y con quienes tuvo el feo de apartarse del acto que celebraron el año anterior. A la próxima, no tiene excusas.

También se habrá dado cuenta el Cardenal del escaso eco mediático que ha tenido la celebración. No puede contraprogramarse un acto de un millón de personas al frio madrileño, con una misa en la catedral. Ni siquiera pudo contar con la presencia de Llisterri, que tan presto y solícito anunció el acto, para después irse a ver Els Pastorets. Solo ha gozado de la cobertura mediática de La Razón, tan cercana a e-cristians y de una pequeña reseña en La Vanguardia, de Oriol Domingo, el amigo de Boadella.

Esperamos que haya tomado buena nota.

 

Sistach obtiene un apoyo: El de Esglèsia Plural – 24/12/2008

A pesar de lo que nos pueda parecer a los que escribimos y leemos temas eclesiales, la iniciativa del Cardenal Martínez Sistach de desmarcarse de la misa ya convocada para el día 28 de Diciembre en la Plaza Colón de Madrid ha pasado absolutamente desapercibida en Barcelona. Sin embargo ha recibido un curioso apoyo público: el de nuestros buenos amigos de Esglèsia Plural.

El texto del comunicado de apoyo es una muestra clara del tradicional doble pensar de nuestra progresía. Porque Esglèsia Plural, a pesar de apoyar el acto, no pide que nadie acuda a él. Al revés, leámosles: "En primer lloc l’alta probabilitat que l’acte de Madrid esdevingui un cop més un acte polític disfressat de cerimònia litúrgica, on s’aprofita l’esdeveniment per desqualificar als qui han escollit altres models familiars" (fíjense bien: ¡otros modelos familiares!). O esta otra perla preciosa: "Tot i que la Institució catòlica defensa un determinat model de família, hi ha molts homes i dones, catòlics i catòliques, que han escollit altres models de convivència familiar sense que això representi una contradicció amb la seva fe". Maravilloso: Estos llamados “otros modelos de convivencia familiar” (ejemplo de tortuoso eufemismo) no suponen contradicción alguna con la fe. Aunque lo mejor es el epílogo del comunicado. Vale la pena enmarcarlo.

"Tot i això volem demanar a l’arquebisbe de Barcelona prudència en els continguts de l’acte que ha convocat a la catedral de Barcelona el mateix dia 28. Pot existir la temptació de voler compensar la tensió que pugui generar la decisió de desmarcar-se de l’acte de Madrid amb un discurs radicalitzat sobre el model de família catòlic, que impliqui una actitud excloent i condemnatòria d’altres models. Aquest no representaria el tarannà majoritari dels fidels catalans i tampoc es diu amb l’esperit amb que Jesús abordava els conflictes."

Son geniales. Le apoyan públicamente, no piden que acuda nadie a él, ni piensan acudir ellos y encima le piden al Cardenal que no siga un discurso radicalizado, en defensa de la familia, pues ello va contra el “tarannà” catalán y contra el espíritu de Jesús. Ay, animalitos. Plurales, pero pretenciosos. Ellos son fieles intérpretes no solo del sentir de los catalanes, sino del mismo Jesucristo.

Este es el apoyo que ha recibido el Cardenal Martínez Sistach. El apoyo de un grupo que defiende el matrimonio homosexual (“altres models de convivencia familiar”) y que incluso en su página web se permite enlazar con grupos que no solo defienden el sacerdocio femenino, sino que participan (y publican ufanos las pruebas ) en unas -por ellos llamadas- eucaristías celebradas por sacerdotisas.

Este es el triste sino en que está derivando el golpe de mano contra Rouco. La misa de Barcelona es una misa más del domingo. No existe ningún cartel convocatorio, no se ha hecho publicidad en ninguna iglesia, no se va a suspender ninguna misa a esa hora, ni siquiera ha aparecido publicado en la Hoja Dominical. Obviamente, no se ha intentado hacer un acto “ad hoc”, como los que efectuaba el Cardenal Carles en el Palau Sant Jordi. Clausurados inmediatamente tras el advenimiento de Sistach. Tampoco se ha aprovechado del poder de convocatoria de e-cristians o de otros movimientos. Las familias acudirán a misa de doce, pero a la de su parroquia. Nadie les ha convocado a otra.

Ya se lo decía la semana pasada. La misa de la Catedral de Barcelona no es un acto en defensa de la familia, es un acto contra Rouco. Por eso, lo apoya Esglèsia Plural. Por ahora, solo Esglèsia Plural. Una misa en defensa de la familia que solo recibe el aplauso de aquellos que no creen en ella. No le podía salir peor al Cardenal

 

 

El golpe de mano de Amigo y Sistach – 15/12/2008

Cuando un buen amigo me comunicó que Sistach había anunciado –mediante pública convocatoria- la celebración de una misa, al mismo día y hora en que se había convocado a todos los católicos españoles en la Plaza Colón de Madrid, le dije que allí había gato encerrado. El Cardenal de Barcelona no tiene la suficiente personalidad para desmarcarse él solo de la totalidad de los prelados españoles. Le dije a mi interlocutor: Cuando Sistach ha efectuado ese anuncio, se ha cuidado bien de hallarse respaldado. Efectivamente, a las pocas horas se anunciaba otra misa en la Catedral de Sevilla. Al día siguiente, se convocaba otra en la diócesis de Santiago de Compostela. Incluso en La Vanguardia, se decía que todas las diócesis catalanas (en especial, se hacía mención a Tarragona) celebrarían una misa solemne en sus catedrales. Todo cuadraba: No se trataba de una iniciativa personal de Sistach, sino de un “coup de forcé” en toda regla contra el Cardenal Rouco. Una iniciativa desleal de una parte del episcopado español, encabezada por los purpurados de Sevilla y Barcelona.

Evidentemente, tanto Amigo como Sistach le tienen verdaderas ganas al Cardenal de Madrid. No han podido con él, ni en las últimas elecciones a Presidente de la CEE, ni en la reelección de Monseñor Martínez Camino como secretario general. La presencia de Rouco en la Congregación de Obispos y su papel determinante en el nombramiento de coadjutor de Sevilla o en el rechazo a todos los candidatos a obispo auxiliar de Barcelona que ha presentado Sistach son otra de las gotas que colman el vaso. La venganza es un plato que se sirve frio y han hallado su oportunidad en el boicot al acto del 28 de Diciembre.

Lo que hace un especial daño a los ojos es que se utilice la familia de coartada. En el singular caso de Barcelona, jamás se le había ocurrido al Cardenal Martínez Sistach organizar un acto el día 28 de Diciembre. En sus cuatro años de pontificado, no se le recuerda ninguna celebración pastoral en defensa de la familia y de la vida. Incluso el año pasado acudió de mala gana al acto que convocó e-cristians, celebrando la misa y apretando a correr, una vez finalizó, sin quedarse al resto del acto, haciendo gala –cuanto menos- de una tremenda descortesía.

Nada podría objetarse al Cardenal de Barcelona, si hubiese convocado la misa, con anterioridad a la citación a la Plaza de Colón. Pero su anuncio a remolque tardío de aquella, apesta a vendetta que tira p’atrás. Utilizar la defensa de la familia como sujeto de los malos rollos entre obispos es una de las afrentas más abyectas que pueden recordarse. Aprovecharse de las nobles causas y de las iniciativas más limpias y desinteresadas para apuñalar por la espalda al Cardenal Rouco no es precisamente un homenaje a la decencia. Es más, llegados a este punto, debemos recordar donde estaba el cardenal Martínez Sistach cuando un grupo de católicos pro-vida se manifestaba delante de la clínica del Doctor Morín. Tres años estuvieron manifestándose y el arzobispo de Barcelona llamando a andana. Cuando surgió el escándalo entonces salió Sistach (¡siempre a remolque!) con una nota de protesta fría y aséptica. No digamos cuando saltó el escándalo Pousa y el arzobispo canonista sacó una forzada y patética carta explicatoria. Eso sí, manteniendo al sacerdote en su destino. ¡Y ahora se acuerda de la familia y de la defensa de la vida! Justo ahora.

También es cierto que estas múltiples celebraciones nos permitirán comparar el poder de convocatoria de cada uno. Por de pronto, en Barcelona ya se han apresurado a decir que no son amantes de actos multitudinarios. Ya se sabe que hay quien prefiere vivir en un entresuelo sórdido y húmedo antes que en un ático con vistas. Germinans tendrá corresponsales en todos los actos y les comentará las ausencias y las presencias. Quien está y quien deja de estar. Quien acompaña a Rouco y quien a Sistach. Quien se acuerda de la defensa de la vida en Barcelona y quien en Madrid. Y sobre todo sí alguno de esos que no se han acordado jamás de la familia y de la defensa de la vida, tiene el rostro de hacerse presente en la Catedral de Barcelona, solo para estar al lado de Sistach. A ver sí en lugar de un acto de defensa de la familia y de la vida es una acto de defensa de Sistach y menosprecio a Rouco. Me temo que sí.

 

 

¡Qué bien se va en AVE, señor Cardenal! – 09/12/2008

El otro día me estrené en el Ave Barcelona-Madrid. ¡Qué maravilla! Dos horas y 38 minutos. Entras en el tren y… propera parada: ¡Puerta de Atocha! Adiós a las colas de los controles, a levantarte y sentarte en las salas de espera, a los largos recorridos por los pasillos del aeropuerto. Con una puntualidad matemática. Y garantizada. Se lo recomiendo vivamente. En especial, se lo recomiendo para que pueda asistir a la misa que se va a celebrar el día 28 de Diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, en la Plaza Colón de Madrid. Al acto estarán presentes la inmensa mayoría de los obispos españoles. El Papa Benedicto XVI saludará a los congregados mediante videoconferencia. Además, probablemente, en esa fecha, será Vd. junto con los Cardenales Rouco y Amigo, los únicos purpurados con el cargo episcopal vigente en España. El Cardenal Cañizares parece que ya habrá sido designado para presidir la Congregación para el culto divino y, a lo mejor, al Cardenal García Gasco ya se le habrá aceptado la renuncia.

El año pasado, una inoportuna gripe le impidió asistir a la concentración. Tampoco había Ave. Al revés, nos hallábamos inmersos en el terrible problema de los socavones. Este año no tiene excusa. Coge usted el Ave de las 7 de la mañana y a las 9,38 se planta en Madrid. A las 17 horas coge el de vuelta y a las 19,40 en Barcelona. Con el tren, está más cerca Madrid que La Seu d’Urgell y mira que el obispo Vives se harta de venir desde allí hasta Barcelona. Además, sabemos que le encantan los viajes. Últimamente se ha desplazado, entre otros destinos, a Guadalajara (México), Sevilla y Burgos. Comparado con el viaje inacabable a Guadalajara, ir a Madrid con Ave es un paseo. Estamos seguros que nos complacerá con su presencia y podrá ver cómo en Germinans lo destacamos y lo alabamos como se merece. Aquí no hay manías persecutorias, ni juicios preconcebidos.

No escuche, por tanto, esas voces maldormidas y desafinadas que ya le piden que se desmarque. La nueva iglesia catalana va a estar presente en el acto y qué menos que se halle presidida por el único Cardenal catalán que existe en la actualidad. Ya ha podido ver como los obispos de esta nueva iglesia catalana no han efectuado actividad alguna tendente a oponerse a la reelección de Monseñor Martínez Camino como secretario de la CEE. Primer secretario que repite mandato en la Conferencia Episcopal. Igualmente ha podido observar cómo se han venido equivocando todos aquellos que creían que el poder del Cardenal Rouco se estaba debilitando, por consecuencia de las polémicas de la Cadena Cope.

Ese rápido viaje en Ave le vendrá bien, Eminencia. Y podrá contentar a esa parte de la diócesis que necesita su apoyo y su cariño y que está deseosa de hacérselo recíproco. Empiece el día 28 y después todo será más fácil.

 

Carbonell hace trampas – 02/12/2008

Una vez elegido President de la Generalitat, Pascual Maragall pensó en Josep María Carbonell i Abelló como Conseller de Cultura de su primer gobierno. Pipo lo daba por hecho y solo le faltó imprimir tarjetas de visita. Sin embargo, por uno de esos azares de la vida, Maragall se dio cuenta de que le faltaba una mujer en su equipo gubernamental y- ni corto, ni perezoso- decidió sacrificar a Carbonell, designando en su puesto a Caterina Mieras. El disgusto de Pipo fue enorme. Sacrificado él, por una maragallada. Postergado por una desconocida Caterina Mieras. Sin embargo, la “repartidora” suele ser siempre generosa y a Carbonell le llegó la compensación en forma de presidente del CAC. No fue miembro del gobierno catalán, pero obtuvo la lotería de un cargo remunerado con 130.000 euros anuales. Un salario superior al del propio Presidente del Gobierno.

La reciente historia de Carbonell como Presidente del CAC es harto conocida y no hace falta insistir en ella. Sin embargo, hay un par de facetas sobre las que no se ha incidido casi nada y que nos revelan suficientemente la catadura del personaje.

Josep María Carbonell es íntimo amigo del Doctor Antoni Matabosch (hoy contable de la diócesis) y, con él, forman el alma mater de la Fundació Joan Maragall, Cristianisme i Cultura. No es una ocurrencia mía. Entren en la web de la Fundació, hagan click en su archivo de fotografías y comprobarán cuales de sus miembros aparecen en las fotos: Carbonell y Matabosch. Solo ellos. Dicha Fundación es una de las joyas preciadas del Cardenal Martínez Sistach y no hace falta decir que tanto Matabosch (amigo de la infancia) como Pipo Carbonell, son hoy en día dos arietes insustituibles en el equipo de los Sistach macouts.

Una de las preocupaciones recurrentes del cardenal Martínez Sistach es el mantenimiento de la comunión diocesana. Ya sabemos que a un grupo de sacerdotes barceloneses les prohibió expresamente que creasen el Foro Juan Pablo II, porque ello atentaba contra la comunión. Ese es uno de los epítetos que dedica a los que formamos Germinans: “¡Van contra la comunió; van contra la comunió diocesana!”. Se supone que el delito de lesa comunión, que tanto enoja a nuestro Pastor, tiene lugar independientemente de quien sea el prelado de la diócesis.

Viene ello a cuento porque Pipo Carbonell, ya atentó contra la comunión diocesana, tal como la entiende hoy Sistach, en el anterior pontificado del Cardenal Carles. Cuando la visita del Papa Juan Pablo II a España en Mayo de 2003, fue uno de los firmantes de una carta, en la que se tuteaba al Pontífice y en la que se le pedía un nuevo obispo de Barcelona, catalán y dialogante. Se supone que el anterior no lo era. Ni catalán, ni dialogante. Lo curioso de esa carta es que Josep María Carbonell la firmaba como Vicepresidente Internacional de Pax Romana. No era un simple cristiano de base. Y si quieren otra manifestación de comunión diocesana, practiquen el deporte de sumergirse en la hemeroteca de La Vanguardia, concretamente el día 19 de Junio de 2004 y verán que Pipo Carbonell participó personalmente en una manifestación contra la decisión vaticana de dividir la diócesis, que se acababa de decretar. Magníficos ejemplos de comunión. Claro está que esos caminos torcidos se enderezaron, una vez Sistach fue el nuevo arzobispo de Barcelona. Y a la vez, Carbonell logró la prebenda del CAC.

Otra cuestión en la que no se ha reparado suficientemente es que Carbonell, en plena polémica abierta tras retirar dos licencias a la COPE y otorgar siete nuevas a Radio Estel, no ha tenido el menor empacho en presentar el libro que ha pergeñado. Se titula El primer poder y ha sido lanzado a la venta, justo después de la polémica por la concesión de nuevas licencias. Aprovechando la marea. El cuco Carbonell. Y como nuestro amigo va lanzado, en el acto de presentación del libro no se le ocurre otra genialidad que proponer la limitación al libre acceso a Internet. Es otra de sus obsesiones. Lo que sucede es que esta es de más difícil ejecución. Por ahora. En el particular caso de Germinans, ya han existido intentos de Carbonell (a ruegos de altas instancias diocesanas) de estudiar la eliminación de esta página, que transgrede la comunión diocesana (esa que él tanto respetó), pero -temeroso que es- sabe que sí cerrase Germinans, se abrirían seguidamente cuarenta Germinans más. No se pueden poner puertas al campo.

Para quien no lo conocía suficientemente este es Pipo Carbonell El que firmaba contra el Cardenal Carles; el que se manifestaba contra las decisiones de Roma; el que aprovecha para vender su libro. Suerte que existe la hemeroteca. No se pueden hacer trampas permanentemente.

 

 

Turull se acerca a Terrasa – 25/11/2008

El pasado día 15 de Noviembre, Mossèn Josep María Turull Garriga abandonó, por unos instantes, sus múltiples ocupaciones de Rector del Seminario mayor y del Seminario menor de Barcelona; Delegado de pastoral vocacional; miembro del Consejo Presbiteral y de los Colegios de rectores y de consultores de la archidiócesis, para acercarse a la vecina diócesis de Terrassa. El motivo era bien comprensible: La  entrada de un nuevo párroco en su localidad natal de Parets del Vallés, perteneciente a la demarcación episcopal egarense. Mossèn Turull concelebró la misa junto con el obispo Saiz Meneses y el nuevo rector Mossèn Iñaki Ballbé. No es que el cargo de rector del Seminario de Barcelona (junto con sus otras muchas responsabilidades eclesiásticas) corresponda a un rango preeminente, ni aunque sea como hijo de la villa, pero sí que es destacable que, entre los Turull de Parets, se halla un diputado al Parlament de Cataluña y el secretario de organización de la cúpula convergente. Por tanto, Turull acudió al acto como poder fáctico. Aunque sea en la minúscula escala paretense.

Pero bendito acercamiento. Bendito y dichoso porque representa que las huestes convergentes aceptan sin ambages la realidad egarense. Saiz Meneses ha pasado de ser “el integrista de Toledo” al futuro líder de la nueva iglesia catalana. Los periodistas religiosos más alejados del conservadurismo ya lo designan como figura emergente de la iglesia catalana. La realidad es incontestable y no entiende de ideologías. El asombroso éxito de su seminario; su hiperactividad pastoral; su labor con la juventud; su capacidad de diálogo unida a su impecable ortodoxia lo avalan firmemente. Debe añadirse, además, que todo ello lo ha logrado sin ninguna oposición. Ha logrado la paradoja que la anhelada pacificación de la antigua archidiócesis barcelonense solo se vislumbre en Terrassa. Sant Feliu de Llobregat no la ha alcanzado, por el momento y, en el actual territorio de la diócesis de Barcelona, la división entre sus feligreses y sacerdotes es tan notoria como lacerante.

Pero aparte de su carácter familiar respecto a los próceres de Parets del Vallés, Turull no se desmarca jamás de sus cargos diocesanos. Es lógico también que participe de los reconocimientos al Obispo Saiz Meneses. Puede que ello haya causado algún disgustillo a su señor Cardenal, pero su eficacia como fámulo hoy en día es insustituible. Lo que sucede es que Turull también ha echado cuentas. Por el momento sus ansias de ser obispo auxiliar se hallan paralizadas, pero su juventud (nació en el año 1966) permite albergar esperanzas. Quién sabe si un día nos podemos encontrar con lo que hoy parece impensable: Turull, obispo auxiliar de Saiz Meneses. A Turull no le disgustaría.

 

Jocs Florals 2008 – 18/11/2008

Los miembros de Germinans Germinabit hemos decidido recordar anualmente a nuestros principales detractores y conceder un premio anual a aquellos poetas que mejor nos han cantado, reconociendo especialmente su derrame literario y su impagable labor intelectual y cívica. No tenemos en cuenta, pues no es objeto de este certamen literario, sus escasos logros en tareas de investigación, pero una vez reanuden su enésimo intento inquisitorial, les animamos fervientemente a que no decaigan en sus loables propósitos, a ver si antes del día del juicio final ven colmados sus deseos y consiguen descubrir el arcano de nuestras identidades.

 

Tras una ardua deliberación, dado el extraordinario nivel y competencia de los concursantes, hemos procedido, por unanimidad, a otorgar los siguientes galardones:

 

Flor natural (a la mejor poesía amorosa)

A Albert Manent i Segimon. Fill de poeta, al que algunos malvados llaman también “la bruixa pixanera”, por el verdadero apasionamiento y amor intenso con que se distingue al hablar de Germinans.

 

Englantina d’or (a la mejor poesía patriótica)

A Mossèn Joaquim Brustenga i Miquel por su ímpetu épico y su derroche de energías, que le han convertido en el verdadero almogávar de la diócesis, distinguido por su agresividad en la batalla.

 

Viola d’or (a la mejor poesía religiosa)

A Mossèn Francesc Romeu i Torrents, por la fuerza expresiva y exquisita sensibilidad que emplea siempre que se refiere a Germinans.

 

Como ya les he dicho anteriormente, por causa de la excelente calidad poética de nuestros panegiristas, nos hemos visto obligados a conceder los siguientes premios especiales:

 

Accésit a la flor natural (o flor de neu)

Al alto-pirenaico Jordi Llisterri Boix por las enormes dotes literarias e informativas desplegadas en su blog Laeto Animo.

 

Accésit a l’englantina d’or

A Mossèn Joaquim Pla i Gallart, también  conocido por el burxeta, por haber sabido cambiar oportunamente de bando .

 

Accésit a la viola d’or

Al periodista de La Vanguardia Oriol Domingo por la verdadera preocupación y trascendencia de sus crónicas dominicales, en especial, cuando habla del apocalipsis.

 

Tratándose de los primeros jocs florals que celebramos, no podemos otorgar todavía el título de Mestre en Gay Saber, pues la tradición manda que dicho honor solo se reconozca a aquel que haya sido galardonado con tres premios ordinarios. Pese a ello, como sabemos que, en tres años, no habrán averiguado “qui es al darrere dels brètols de Germinans”, esperamos que uno de los seis premiados actualmente pueda verse recompensado con el lustre de la Gaia Ciència. ¡No s’adormin!

 

 

¡Qué vachaché! – 11/11/2008

Una de las connotaciones que caracterizan el pontificado barcelonés del Cardenal Sistach es la incoherencia. La diócesis podría estar mejor (o mucho mejor) pero al menos hallarse regida por un criterio congruente. Al contrario, el mandato de Sistach se parece muchas veces al tango “Qué vachache”.

Cada semana brota el “ya murió el criterio” del tango. Tanto en lo menor como en lo mayor. En lo anecdótico como en lo fundamental. Pero ¿cómo va a tener criterio nuestro Cardenal sí una semana abraza al Cardenal Amigo y a la siguiente al Cardenal Cañizares? O en los viajes que se pega, en los que no declina invitación alguna, ya sea en Sevilla para hablar de las hermandades o en Burgos para hablar de las morcillas. Esto en lo anecdótico, porque en lo fundamental, no solo tiene al Muec congelado, sino que a su propio contable y amigo de la infancia, Antoni Matabosch, le ha entrado un ataque de tiritera al vislumbrar que la diócesis entra en ruinas el próximo 2009. Obviamente, Matabosch no tiene soluciones. Lo suyo solo es recaudar y mirar de no gastar. Pero, el contable sabe qué parroquias (dentro de una misma zona y poder adquisitivo) recaudan más y cuales menos. Sabe qué parroquias o santuarios o templos tienen más feligreses. Curiosamente son los templos llevados por los sacerdotes más ortodoxos. Pero, no, prefiere tirar pelotas contra su propio tejado, que reconocer una realidad dura y palpable: El inmenso fracaso de aquellos sacerdotes más progresistas y más nacionalistas. La pena que dan muchísimos de sus templos. Existen mil ejemplos. Matabosch los tiene en los números que recauda. Que no se queje de lo que se avecina.

Otra mayúscula falta de criterio se puede observar en las jubilaciones de párrocos. Acaban de aceptar la jubilación a Mossén Esteban Arrese Beltrán, como rector de la parroquia de San Jerónimo, sin haber cumplido los 75 años todavía. Lo sustituye Mossén Guillem Brossa Tort, párroco de Alella y sacerdote de la Casa de Santiago. Últimamente la Casa de Santiago se está trasladando a marchas forzadas del Maresme a Barcelona capital. Mossén Arrese no era un cura cualquiera. Restauró la parroquia de San Carlos Borromeo y la convirtió en una de las más concurridas del barrio de Gracia. Las envidias y zancadillas diocesanas lo hicieron fracasar después en la iglesia del Espíritu Santo y el propio arcipreste de la Sagrada Familia, el uniano Mossén Bonet Armengol, lo vetó como párroco de la parroquia del Roser, a favor del opusino (pero muy nacionalista) Mossén Costa Bou. Es otro ejemplo de incoherencia. Se acepta la jubilación de Mossén Arrese, pero no se jubila a su sucesor en San Carlos Borromeo (Mossén Cortina) un año mayor que él y que desmontó su ingente labor. Igual que no se jubila al talibán Vergés (con 80 años) o sigue de Vicario Mossén Pousa (el buen samaritano que reconoció haber pagado abortos) o a Mossén Portabella (el otro buen samaritano) etc, etc.

Son muestras de la absoluta falta de criterio diocesano, aunque lo cierto es que sí existe una preocupación concurrente en nuestros delegados: Acabar con Germinans. ¡Viva la libertad de expresión! Y con la COPE. ¿Por qué se creen si no que quien preside el CAC y quita licencias a la COPE es Josep María Carbonell, miembro del Patronato de la Fundación Joan Maragall, Cristianisme i Cultura, que preside el contable Matabosch? Sin embargo, nuestro cardenal –miembro del Comité ejecutivo de la CEE- renueva a Jiménez Losantos. ¡Qué vachaché!

 

A pesar de los apocalípticos, el MUEC cierra sus puertas – 04/11/2008

Oriol Domingo iniciaba su artículo dominical en La Vanguardia con la siguiente entradilla: “A pesar de los apocalípticos, la diócesis sigue adelante”. Es evidente que existe la consigna de aparentar actividad y pregonarla a los cuatro vientos, por medio de los voceros habituales. Ya se sabe que una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad. Pero pese a los fingimientos del equipo médico habitual, los hechos son muy tozudos y el aspecto de la diócesis es desolador. Una de los últimos movimientos en caer ha sido el MUEC (Moviment d’ universitaris i estudiants cristians). Han cerrado sus puertas, aunque se despachen  con este curioso eufemismo:

Congelado, dicen. No sabemos hasta cuando, ni sí va a sufrir proceso de hibernación. Lo cierto es que el MUEC está inactivo, por falta de efectivos. Es lo que reconoce la nota que les transcribo, aunque sea puro circunloquio, en fondo y forma.

Y eso que el MUEC tuvo sus años de esplendor en los 70 y en los 80. ¡Para acabar así! Congelado. Qué frio deben tener sus ilustres fundadores. El oratoriano Padre Serramona. El sacerdote Toni Nel.lo. El ex – conseller socialista de la Generalitat y hoy concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi William Carnes. La prestigiosa doctora Cori Casanova Barberà. Incluso, nuestro querido Llisterri, que, en su día, fue coordinador diocesano del MUEC.  Hasta ahora –nunca mejor dicho- habían aplicado la política de paños calientes: Calditos, mantitas, gasas limpias sobre la piel congelada; pero la hipotermia ha avanzado tanto, que tras los temblores, torpeza de movimientos, desorientación y estado de semiinconsciencia, se han vuelto pálidos y sus labios, orejas y dedos son ya de color azul. Por eso, ante el riesgo de gangrena, han tenido que cortar por lo sano y clausurar el MUEC. Aunque, como todo muerto que se precie, sus deudos presumen de  fotos y  recuerdos. La que encabeza este artículo se corresponde con su último minuto de gloria: La celebración de sus 35 años. No es que los 35 sean una cifra muy redonda, que se preste a grandes celebraciones. Ahora se comprende. Ya sabían que no llegaban ni a los 40.

El que preside la celebración es el Doctor Pie Ninot, que también fue co-fundador del MUEC y consiliario general del año 1976 al 1983. Su evidente entusiasmo mitinero no es un arrebato juvenil. La foto del aniversario solo tiene tres años.

Este teólogo mitinero parece que será el definitivo obispo auxiliar de Barcelona. Roma ha rechazado definitivamente los nombres propuestos por Sistach de Turull y Taltavull y ha aceptado al profesor de la Gregoriana. Probablemente sea la solución menos mala. El profesor Pie (aunque oriundo de Banyeres del Penedés, donde ya tuvieron un prelado, Don Ramón Sanahuja Marcé, que fue obispo de Segorbe y Cartagena-Murcia) nació en Barcelona, el 22 de Junio de 1.941. Tendría por delante ocho años de obispo. Irremediablemente se quedará como auxiliar de Barcelona, por lo que, al no ser una apuesta de futuro, no va a tener ninguna influencia en la nueva iglesia catalana. Esa nueva iglesia que parte de Terrassa y ya aposenta sus tentáculos en la inmortal Gerona. Una nueva iglesia audaz, dinámica, atrevida y exitosa frente a una vieja iglesia caduca, bloqueada, entumecida y carente de iniciativa. O como ellos mismos reconocen: Congelada.

Sin quererlo han acertado plenamente con la palabra: Congelados. ¡Premio para el caballero!

 

Se fue Josep Torrens – 29/10/2008

A primeros de septiembre, escribí un artículo titulado “Necesitamos a Esglèsia Plural”. En él aludía al estado de postración en que se hallaba la asociación, comandada entonces por Josep Torrens. Han intentado solucionarlo. Deo gratias. En una asamblea celebrada el pasado mes de septiembre, Torrens dimitió como Presidente de Esglèsia Plural y se escogió una nueva Junta, que coordinará Salvador Sol y que, además, se halla integrada por la licenciada en teología Adelaide Baracco Colombo, Lluis Mujol, Jaume Rocabert y Francesc Bragulat. Mi enhorabuena a los elegidos. Están todos. Solo falta la combativa Sefa Amell, últimamente no muy activa. Además, parece que han entrado con renovados bríos y han vuelto a dar contenido a su mortecina página web. Es un consuelo. No me he cansado de repetir que no podemos quedar huérfanos de referentes progres. Solo nos faltan los artículos de Mossén Romeu. Esperemos que su problema sea pasajero. Desconozco si la renovación alcanzará también al Forum Alsina, que va dando tumbos descoordinados.

Todos ellos forman una tira cómica impagable. Si alguien quiere una terapia de risa y observar hasta donde han llegado aquellos progres, que creíamos peligrosos, solo tiene que acudir a la renovada web d’Esglèsia Plural.

Reproduciré un par de párrafos de la carta de despedida de Josep Torrens:

“En uns moments, que per diversos motius, el fet religiós revifa i crea expectatives en diversos sectors de la societat, cal que, els cristians i les cristianes que fem una lectura oberta i actual del llegat de Jesús, donem testimoni de la nostra fe i del compromís que implica, especialment oberts als més febles de la societat. Una oportunitat per donar a conèixer el model de vida de Jesús com a camí per superar les limitacions humanes i orientar-nos vers Déu, Creador, Pare/Mare i Amor infinit de tot el què és”

¡Qué tortura de sintaxis! Para acabar diciendo que Dios ya no es Padre, sino Padre/Madre. Ignoro, por qué no es Creador/Creadora.

Otra perla, es el artículo dedicado al sacerdote Portabella, involucrado en una red de bodas falsas. Lo denominan “El buen samaritano” y podemos entresacar este fragmento majestuoso:

“Els homes i les dones cristianes, no només els clergues, hem d’actuar sempre pensant en les persones i no pas en les lleis. Vol dir això que no hem de fer cas a les lleis? No , en absolut, les lleis són un element indispensable per regular la convivència i defensar els drets dels mes febles. Sempre hem d’estar a favor de la Llei i complir-la, o si no és justa treballar per canviar-la. Però quan ens trobem cara a cara amb el sofrent, amb el que pateix, amb els més petits de tots, la persona passa per davant de la llei. La llei mai pot anar contra la persona ni aturar-nos de fer el be que en consciència considerem que hem de fer”

Son unos fenómenos. Colaborar con una mafia que arregla matrimonios se blanquea con la apelación a los más pobres. Sí se trata de defender a uno de los suyos (Portabella), cabe cualquier argumento, por muy forzado que sea.

Son solo dos pequeñas muestras, porque la web no tiene versión en castellano y tampoco se trata de cansar al lector con párrafos en catalán. Pero lo cierto es que son candorosos. Hace tiempo que se han convertido en una graciosa anécdota. Y pensar que todavía hay quien le considera un problema. Ya veremos como el “temido” Forum Alsina queda reducido a su insignificante círculo con la impronta apenas apuntada del pontificado de Monseñor Pardo.

Estos últimos estertores progres quedarán en simple curiosidad. Pero nos vamos a reír. ¡Lo que nos vamos a reír!

 

El sorpasso de Terrassa – 21/10/2008

Por primera vez, en su cortísima historia, el Seminario de Terrassa ya cuenta, en este curso, con más ingresos que el de Barcelona. Once nuevos seminaristas en Terrassa. Siete en el de Barcelona, con el añadido de que éste último abarca a dos diócesis: la barcelonense y la de Sant Feliu de Llobregat. Incluso, este año, han abierto tanto la veda en el de Barcelona que han admitido a un muchacho que proviene de la iglesia ucraniana (católica de rito oriental). Un seminarista sin celibato obligatorio. Ni por esas.

Si miramos los números globales, el de Terrassa, con solo dos años de existencia, cuenta ya con 31 seminaristas. El de Barcelona, con una antigüedad superior a quinientos años, tiene a 36. Y de esos 36, hay más de uno y más de dos, que siguen los cursos fuera del Seminario. Con toda seguridad, en el curso venidero habrá ya más seminaristas en la diócesis egarense que en la de Barcelona.

El hito es verdaderamente espectacular y tiene nombre y apellidos: José Angel Saiz Meneses. Este anterior obispo auxiliar de Barcelona, del que todos se reían y todos denostaban, cuyo pecado imperdonable era haber estudiado en el Seminario de Toledo, que tuvo que compatibilizar la cancillería con el obispado auxiliar, porque el Cardenal Carles no encontraba a quien se hiciese cargo de ella. Pues este obispo, que en su día fue el pim, pam, pum, de la progresía ha conseguido, en pleno siglo XXI (¡en la laica y agnóstica Cataluña del siglo XXI!) fundar un Seminario y conseguir más vocaciones que en el clásico Seminario de toda la vida: el de Barcelona. Obviamente, la respuesta de nuestras mentes bien pensantes y nuestros gobernantes -civiles y eclesiásticos- ante la epopeya ha sido la de mirar hacia otro lado. Pero los números cantan y ya no pueden seguir ciegos.

Tanto cantan los números y tan inenarrable es el éxito del Seminario de Terrassa, que el nuevo Obispo de Gerona, Monseñor Pardo (partícipe también de la gloria egarense), el pasado domingo, en su ordenación episcopal, no solo felicitó públicamente al que hasta ahora había sido su obispo, sino que haciendo gala del buen humor y campechanía que tiene, le dijo que “a ver si le dejaba algún seminarista para Gerona”.

Cuentan y no paran que esta observación sentó como cuerno quemado al Cardenal Martínez Sistach. Mentar el seminario de Terrassa descompone a nuestro arzobispo. Nadie osa tocar el tema ante su presencia. En tal caso, su mirada se transforma, su rostro se congestiona, le entra uno de esos ataques de ira que hacen temblar a todos los que tiene cerca. Y es que como dice la juventud: ¡Es muy fuerte! Dos años de seminario: 31 seminaristas. 4 más en este curso que en Barcelona. Un verdadero milagro. El milagro de Terrassa. Una novísima diócesis, que cuenta ya con seminario y con un nuevo obispo, el de Gerona, fruto también de la buena semilla plantada por Monseñor Saiz Meneses. Qué feliz se veía al obispo egarense en la ordenación episcopal de su hasta ahora colaborador. Y con qué finura se portó el nuevo prelado en el capítulo de agradecimientos y recordatorios: Nombró a Saiz Meneses, al Cardenal Carles, a Don Marcelo (¡Don Marcelo!), al doctor Jubany, a Monseñor Pujol Balcells, a los ya fallecidos Torrella, Capmany, Daumal y Carrera, a sus maestros, a Rovira Belloso. Y me dejo varios de una lista interminable. Interminable se le debió hacer también a nuestro Arzobispo Sistach: Venga a ver pasar nombres y el suyo que no aparecía. Y no llegó. Monseñor Pardo ni le nombró, ni le agradeció nada. Eso que, junto a Don Ricardo, era el otro Cardenal presente en la ceremonia. Y no será porque no mentase obispos. Hasta a Don Marcelo.

Pero el prodigio egarense no debe hacer mella en nuestra diócesis de Barcelona. Al revés, nos congratulamos enormemente de ello, sabedores que estos frutos redundaran en beneficio de todos. De ellos es el futuro, como lo es también de los excelentes sacerdotes barceloneses. Que los hay, aunque no estén –salvo alguna excepción- en los círculos de poder diocesano. Que en Barcelona también surgen hechos asombrosos: Iglesias que quedan pequeñas, parroquias que baten records de primera comunión y de confirmación. Incluso hay una, la de la Miraculosa, que tiene todo el día abierto. Han adaptado una capilla en el atrio y, aunque cierran el templo, esa capillita permanece abierta. Una iglesia que abre al mediodía, con la gente que ahora come fuera de casa y puede hacer unos instantes de oración. Pues siempre hay alguien rezando. Otra bendita iniciativa.

Caminos que llevan claramente al éxito y caminos que llevan inexorablemente al fracaso. ¿Por qué hay ciegos que no lo quieren ver?

 

Portabella bebe su propia medicina – 14/10/2008

El sacerdote Lluis Portabella d’Alós, Rector de la parroquia de San Cosme y San Damián de El Prat de Llobregat se ha visto implicado en una trama de bodas de conveniencia para la consecución de permisos de residencia y de trabajo a extranjeros. Según información de El Periódico de Catalunya, el Juzgado de El Prat ha abierto una investigación y la policía considera que el párroco formaba parte de la red (se dice como autor o cooperador necesario), pues sin él no habría habido matrimonios, teniendo pleno y absoluto conocimiento de la simulación de dichas bodas.

No pretendo hacer valoración jurídica alguna sobre tal hecho, ni civil, ni mucho menos penal, donde al cura Portabella le ampara –como a todo el mundo- el derecho a la presunción de inocencia. Pero sí me han sorprendido enormemente las declaraciones del sacerdote en el sentido de que no notó nada raro en el súbito aumento de enlaces entre albaneses y gitanas en su parroquia. Y digo que me resulta inverosímil la excusa porque Portabella ni es un imberbe, ni es un primerizo, ni es un profano en las diversas materias que inciden en el asunto.

Lluis Portabella d’Alós nació el dia 5 de Febrero de 1936. Estudió en los Jesuitas de Caspe y después en el Seminario, siendo ordenado en 1960. Una vez ordenado se licenció en derecho por la Universidad de Barcelona. En la diócesis de Barcelona ha ostentado numerosos cargos diocesanos: Director de Caritas (1969); Delegado de Economía (1971); Vicario Episcopal (1986-1991) y Presidente del Patronato de escuelas Parroquiales (1991-2002). Asimismo, entre sus numerosos destinos parroquiales, pueden destacarse los de Rector de la Parroquia de Sant Pere i Sant Pau de El Prat; de San Ramón Nonato de Barcelona y ahora en la de San Cosme.

Por tanto, ni su formación jurídica (imbuido de tradición familiar en este ramo), ni su larga experiencia pastoral, nos pueden hacer creer que Portabella no fuera consciente que estaba bendiciendo matrimonios manifiestamente nulos. Todo ello, repito, sin hacerle partícipe de ningún complot, ni emitiendo juicio alguno, más allá del mero punto de vista eclesial.

Es indudable que, a raíz de la información de El Periódico de Catalunya, el nombre de Lluis Portabella ha corrido de boca en boca. El mero título amarillista de la noticia, que da más importancia a la implicación del párroco que a la propia red de bodas delictivas, habrán desasosegado al sacerdote. El uso ciertamente grosero y obsceno de las noticias en las que se ven involucrados curas, puede que haya hecho meditar a Portabella.

Viene todo esto a cuento porque en Barcelona todos recordamos su actitud en los últimos años del Cardenal Carles. Porque Lluis Portabella no es solo el señor, con cara de mal vino, que aparece al lado del Turull que se manifestaba megáfono en mano contra el Cardenal Carles, en manifestación que coordinó el propio Portabella, sino que él y Brustenga (Patacot y Mandinga en la parroquia de San Ramón Nonato) abastecieron de noticias durante aquellos años a El Triangle y luego a Tribuna Catalana, para difamar a todo aquel que gozaba de la confianza de Don Ricardo. Entre las calumnias más graves podemos recordar las que se vertieron contra Rafael Méndez Hellín, su sucesor al frente del Patronato de Escuelas parroquiales. ¿Qué curioso, no?

En esta pequeña diócesis nos conocemos todos y todos sabemos de qué pie cojea cada uno, por eso resulta irritante, cuando no manifiestamente hipócrita, que unos cuantos sepulcros blanqueados se lamenten de los titulares periodísticos solo cuando les afectan a ellos. El cinismo puede resultar saludable, si va en todas direcciones, pero si solo va en una, se convierte en hipocresía miserable. Hipocresía de la que gozan en esta diócesis algunos missaires que son auténticos especialistas en predicar una cosa y hacer exactamente la contraria. Y esto no va solo por Portabella.

 

Los últimos años de Carrera – 07/10/2008

Monseñor Carrera presentó su renuncia, al cumplir 75 años, el día 12 de Mayo de 2005. No hacía ni un año que Monseñor Martínez Sistach había sido designado nuevo arzobispo de Barcelona, a la par que se había producido la división de la diócesis, con la creación de las nuevas demarcaciones episcopales de Terrassa y Sant Feliu de Llobregat. Desde tiempos del Doctor Modrego siempre hubo obispos auxiliares en Barcelona. Hubo cuatro (Capmany, Guix, Torrella y Daumal) en tiempos de Don Marcelo González Martín o cinco (Carrera, Soler, Tena, Traserra y Vives) en tiempos del Cardenal Carles. Tras la promoción de Soler, Traserra y Vives a residenciales  de Gerona, Solsona y Urgel; a finales del año 2001 se designó a Monseñor Saiz Meneses como nuevo auxiliar de Barcelona. Así acabó el pontificado de Carles con tres auxiliares: Carrera, Tena y Saiz Meneses. Al designarse a Sistach y dividirse la diócesis se aprovechó para aceptar la renuncia de Tena, que había cumplido los 75, un año antes. Como sea que Saiz Meneses fue nombrado obispo de Terrassa, quedaba Carrera como único auxiliar, aunque, sus 74 años de entonces, auguraban una presencia testimonial. Así fue, testimonial, pero indefinida. Tan indefinida en el tiempo, que el bueno del bisbe Joan murió con las botas puestas, tras sufrir un derrame cerebral, mientras dirigía unos ejercicios espirituales.

El destino solo está en manos de Dios y Él solo sabe lo que nos espera, pero es difícil imaginar que en aquel año de 2.004, el Obispo Carrera imaginase morir en activo y con 78 años. Él que esperaba su retiro como agua de mayo. Quería dedicarse a su pasión de escribir y opinar,  quería alejarse del día a día de la diócesis. Un merecido descanso. No lo consiguió. A pesar de haber proclamado hasta los cuatro vientos, que quería –y necesitaba- ese retiro. Nunca hubo un caso tan palmario de una persona nada apegada al cargo, que se ve obligada a mantenerse en él. Las razones de su permanencia en el cargo las conoce todo el mundo: La obsesión contumaz de Sistach para que Turull fuese designado obispo auxiliar. No ha habido otro motivo. Pero es que ese torpe empecinamiento tampoco fue seguido de una mínima actividad del Arzobispo al objeto de que Roma le aceptase la renuncia, sin designar nuevo auxiliar. Por ahí no pasaba Sistach. El no iba a quedarse sin auxiliar. Aunque Carrera tuviese que seguir años y años. Aunque perdiese la vista – como la perdía- a marchas forzadas. Privado incluso de un chófer que le trasladase de parroquia en parroquia. Así se tuvo que quedar Carrera. Con una encomiable dignidad. Realizando sus funciones (ya testimoniales), como las había llevado a cabo siempre. Acudiendo a las confirmaciones, a las que no iba Sistach; alentando a sus sacerdotes del Maresme y del Besós. Reconociendo los errores de un tiempo pasado y hablando a todo el mundo de la experiencia que supuso en su vida conocer a Juan Pablo II. Esa que ya empezó a explicar en el magnífico libro que escribió en 1994: “Del postconcili al postprogressime”

Y todo ello sin entrar jamás en la camarilla del Cardenal Sistach. Una camarilla que se halla encomendada al celo y las siete llaves del chevalier servant Josep María Turull Garriga, que ha gozado de un protagonismo inusitado, tanto en los días de agonía del Obispo Carrera como en el mismo funeral. Carrera no formaba parte de aquel círculo. No había ni tan siquiera química entre él y Sistach. Carrera fue un  auxiliar de Carles. A lo mejor, no se acabaron de entender, pero despachaban y colaboraban. Con Sistach no hubo despacho, ni colaboración. Pero tampoco le puso Carrera ni una traba, ni un problema, ni tan siquiera un desdén o una palabra desabrida. El no solía poner obstáculos. Y eso que Carrera también era un hombre de Carles. A su manera, incluso con los encontronazos que tuvieron. Por eso extraña sobremanera la mezquindad de la nota publicada en la web de la archidiócesis, donde se destaca incluso la presencia del arzobispo castrense, Monseñor del Rio y se omite cualquier mención al Cardenal Carles. Una nota que -fruto de la disparatada egolatría de Sistach- se titula “El Sr.Cardenal ha presidit les exequies del bisbe Joan Carrera”. Parece que de cardenal solo hay uno. Cuando en realidad, en el funeral había dos: Carles y Sistach.

Qué lejos se hallaban los mundos de Sistach y Carrera. Se adivinaba incluso en los artículos publicados este fin de semana. La falta de un obispo sencillo, humano, ejemplar. Así era el Obispo Carrera. Tras su fallecimiento, el Cardenal Martínez Sistach decía que era un hombre “que mai tenía un no”. Efectivamente. Ni para él lo tuvo. Por no tener un no, falleció como obispo en activo, tras tres años suspirando un retiro.

 

¿Sabe Tià donde se mete? – 30/09/2008

El nombramiento de Sebastià Taltavull como obispo auxiliar de Barcelona es cosa hecha. La demora en hacerse público solo obedece a la siempre enigmática conjunción de los tiempos romanos con los del Nuncio; aunque, esta vez, también va a tener su incidencia el estado de salud de nuestro querido obispo Carrera (el obispo amigo de Germinans, como nos contaba ayer Prudentius de Barcino). Por tanto, aún puede tardar semanas, incluso meses, pero “està dat i beneït”. Sistach lo ha pactado con la Congregación de obispos y con los Cardenales Rouco y Cañizares. Los sectores progremente correctos ya lo saben e incluso han obedecido sin rechistar las órdenes de recibir con los brazos abiertos al nuevo obispo de Lérida, que bastante ha tenido que ver con el nombramiento de Taltavull, aunque haya manifestado con una claridad meridiana que no va a mover un dedo para que los bienes de la Franja se queden en Lérida. Tanta tabarra con los dichosos bienes y ahora se los tragan por un Taltavull de auxiliar.

Pero hay una cosa que sí me preocupa: ¿Sabe Tià Taltavull donde se mete? ¿Es consciente que va a ser un auxiliar honorífico? ¿Creé que Sistach va a delegar en él alguna otra función, que no sea la meramente protocolaria? ¿Le han avisado qué se va a hartar a confirmar? ¿Alguien le ha dicho que ni siquiera va a tener poder territorial delimitado, como tenían los auxiliares del cardenal Carles? ¿Le han contado como acabó de los nervios el anterior Secretario, Robert Baró? ¿Intuye que solo es auxiliar, porque Sistach no quiere ser menos que sus predecesores o que los arzobispos de Madrid y Valencia? Además, tampoco va a resultar su nombramiento un trampolín para ascender en nuevas diócesis catalanas. El relevo de Traserra, que se produce el año que viene, le pilla muy cerca y el relevo de Sistach, una vez agotadas las prórrogas que seguro obtendrá, va a derivar en una batalla por la sucesión entre Vives y Saiz Meneses. Salvo sustituir a Piris en Lérida, de aquí unos siete años cuando se jubile, no se atisba otra promoción. Los demás obispos (Pujol, Salinas, Cortés, Pardo) son más o menos de su misma quinta. Es decir, puede tener la completa seguridad de ser un vasallo de Sistach hasta que éste se retire. Y –prevengámonos- Sistach no permanecerá jubilado con la misma discreción que el Cardenal Carles; ni tan siquiera en el encomiable segundo plano en que se puso voluntariamente el Cardenal Jubany. No. Sistach conoce a demasiada gente, es muy de aquí y, aunque retirado, será un auténtico poder fáctico.

Taltavull cree que conoce mucho Barcelona, por los tiempos pasados en el Secretariat Interdiocesà de Catequesis, pero, aunque se sienta querido, nunca será uno de aquí. Será el de Menorca. El que vino porque en Roma no aceptaron a Turull. Llevará ese hierro candente, como marca, para siempre y encima tendrá que ejercer de fiel siervo de Sistach, sin gozar de la eficacia aduladora y sumisa del actual rector del Seminario.

No tendrá, en su consecuencia, un papel de lucimiento. Será obispo, eso sí, aunque auxiliar de Sistach, que será un cargo muy, muy, muy auxiliar. Por eso le pregunto ¿Sabe donde se mete? ¿Sabe lo que le espera? Que vos sois mucho más que Turull, para acabar de comparsa.

 

 

Octavi Sánchez, el último de los diez negritos – 23/09/2008

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Eran nueve y faltaba el décimo para completar la lista. Fueron saliendo los nueve, uno a uno:

1.- Salvador Cristau (Secretario General y Canciller) sustituido por Sergi Gordo.

2.- Jaume González-Agápito (Delegado de la familia) sustituido por Manuel Claret Nonell, aunque no defienda la familia cristiana.

3.- Felip Juli Rodríguez Piñel (Delegación de catequesis) sustituido por Enric Termes, uno de los firmantes de manifiestos contra el Cardenal Carles

4.- Joan Baptista Martínez Porcell (Vicario episcopal). Refugiado en su cátedra de filosofía.

5.- Joan Benito (Delegación de economía) sustituido por el amigo de la infancia de Banyalbufar, Antoni Matabosch.

6.- Nuria Gispert (Cáritas Diocesana) sustituida por Jordi Roglà, un absoluto desconocido en la diócesis

7.- Mercè Lajara (Delegación de Juventud) sustituida por el ineficaz Toni Román.

8.- Francesc Prieto (Rector del Seminario) sustituido por el ínclito Turull.

9.- Rafael Méndez Hellín (Escuelas parroquiales) sustituido por el propagandista de Esglèsia Plural, Ignasi García Clavel.

Los hombres de Carles, rápidamente suplidos por los Sistach macouts.

Pero faltaba una pieza. Tardaron en cobrarla, pero, al fin y pese a la resistencia inicial del Obispo Carrera (de cuyo precario estado de salud se aprovecharon), cuadraron el círculo: Octavi Sánchez, director de Cataluña Cristiana y Radio Estel.

¿Sus pecados? Vestir con clergyman. Celebrar una misa en su parroquia por el rito extraordinario. Tener ochenta niños de primera comunión, cada año y más de veinte confirmandos. Celebrar seis misas cada domingo en San Juan María Vianney. La envidia. Pecado nacional.

Además, tenía a los trabajadores de Catalunya Cristiana y Radio Estel como una balsa de aceite. Querido por todos.

Un sacerdote joven. Y periodista. Había hecho sus pinitos en el Diari de Barcelona, en Radio Molins de Rei y en el Full Dominical.

No tenía otros pecados, que los que he apuntado y haber sido designado por el Cardenal Carles. Como los otros nueve.

Se lo cargaron. Algunos sepulcros blanqueados, aducen las bajas audiencias. Vamos a ver como las supera el Premi Ciutat d’Olot, Jaume Aymar Ragolta.

A su favor tiene que solo utiliza el clergyman en Roma, aquí no lo lleva nunca.

Aymar no es periodista, de hecho ahora era delegado de Apostolado Seglar. Veremos que hace, pero seguro que el Doctor Joan Antoni Mateo, así como otros colaboradores y redactores temen ya por su cabeza. Antiguos miembros y colaboradores de la extinta Casa de Santiago ya deben estar haciendo las maletas para el desembarco.

Desde Germinans no cejaremos en denunciar cualquier propósito de demolición de la obra de Octavi Sánchez.

El Doctor en bellas artes, Jaume Aymar ostenta el privilegio de haber sustituido al décimo negrito. Con los nueve anteriores, no existía Germinans. Ahora sí. Cosas que pasan.

 

Renovación en la U – 16/09/2008

La Unió Sacerdotal de Barcelona (conocida en todos los ámbitos como la U) ha iniciado el curso con nuevos bríos. Sabedora de los tiempos que corren, sus miembros han decidido adaptarse a las nuevas situaciones y emprender un relevo generacional. Por ello han sustituido a Mosén Joan Arán por el joven sacerdote de la foto, Joaquim Brustenga i Miquel. Es natural, el bueno de Mosén Arán ya ha cumplido 79 años y aunque no ha sido jubilado como Rector de la Parroquia mayor de Santa Ana, sus amigos de la U han considerado que ya no es edad para soportar la presión del cargo. Mosén Brustenga es mucho más joven, nació en 1935 y, por tanto, solo tiene 73 años. Una edad inmejorable para presidir la U. Además, cual puede observarse, Brustenga se conserva muy bien. Su aspecto rollizo, fresco, sonrosado y un tanto sanguinolento nos permite aventurar un mandato sin más achaques que los de una hipertensión bastante controlada.

Pero el joven Presidente de la U no es precisamente un desconocido. Insigne miembro uniano, se le recuerda en los últimos años, como la bestia negra del Cardenal Carles. Inspirador de todas las conspiraciones, promotor de recogidas de firmas, propagador de las más viles calumnias contra el Cardenal, urdidor de las tramas más sórdidas y de las insidias más rastreras sobre los fieles colaboradores del anterior Arzobispo, en especial la que le costó el cargo de Rector del Seminario al Doctor Corts. Nuestro amigo Pep Martí de El Triangle se abastecía de noticias gracias al “bocamoll” de Brustenga.

Tras sus maniobras anticarlistas y anti prelados valencianos (a pesar de esa apariencia horchatera que le delata), fue uno  de los primeros en abrazar al hoy hijo adoptivo de Banyalbufar, al inicio de su pontificado barcelonés. En justa recompensa, en el año 2005 entró en el Consejo Presbiteral, haciéndose cargo de su secretariado junto con los tan progres- como indolentes- Francesc Romeu y Joan Cabot. ¡Vaya trío!

En aquel entonces, Brustenga era rector de la parroquia de la Sagrada Familia de Mataró, a donde había sido trasladado en el año 2002 por el obispo Carrera, para apartarlo un poco de los roces con los hombres de Carles. En la vecina Iluro, nadie recuerda su paso como párroco (leer el estupendo especial de Marcello Investigator sobre Mataró) pero siguió con sus técnicas combativas, con sus prácticas coactivas, tendentes a disparar contra todo lo que fuere cercano a Don Ricardo.

Tras su inútil periplo por el Maresme, en el año 2006, Brustenga volvió a su parroquia de toda la vida de san Ramón Nonato, en el barrio de Collblanch. Allí se ha rodeado de un grupo de momias unianas como Mosén Marti Visa, Mosén Tort o Mosén Quadrench. A pesar de tantos sacerdotes, tampoco es que la parroquia  presente gran vitalidad.

Pero hizo el viaje de ida y vuelta, como lo ha hecho en la U, que la preside por tercera vez. Un hombre reincidente, contumaz y tesonero. El reincidente y malévolo Brustenga.

El revival Brustenga ejemplifica dos de las características del estado actual de nuestra diócesis: La falta de relevo en los círculos progres y la acumulación de cargos de estos miembros en el pontificado de Sistach.  Porque en este último caso no se limita a Brustenga, ahí tenemos a Jaume Aymar Ragolta, que, sin otro título que Premio Ciutat de Olot de Reportaje Histórico en los años 1977,1978 y 1979, por ahora, acumula los cargos de Arcipreste de Badalona Norte; Delegado diocesano de apostolado seglar; del movimiento de cristianos adultos; miembro del Consejo Presbiteral; de la fundación de Catalunya Cristiana y de la "Fundación Missatge Humà i Cristià", Radio Estel. Siempre los mismos. Peor que el ajo.

"Roda el món i torna al Born" (Gira el orbe y vuelve al Borne*). Vuelve Brustenga. Vuelve Aymar. Si es que alguna vez se habían ido. A eso se le llama renovación.

*Antiquísimo mercado central de abastos de Barcelona, desaparecido como tal en la década de los 60. Úsase esta expresión para dar a entender que al final, después de tantas vueltas, siempre volvemos a lo mismo.

 

Necesitamos a Església Plural - 09/09/2008

Nos estamos quedando sin referentes progres. Progres, de verdad. No esos sucedáneos, tipo Llisterri o escolapio frustrado. No. Me refiero a aquella tropa peleona, irreductible, ducha en montar campañas y ataques, que en Cataluña lideraba Església Plural. Hace un par de años que se hallan en caída libre. Se puede comprobar fácilmente en su página web. Hablan de una convocatoria a una manifestación que ya se celebró, por cierto con un fiasco absoluto o sobre la renovación de Jiménez Losantos, de la que ha pasado ya un trimestre. Sin casi comentarios, ni participación. El último artículo es del 1 de Septiembre y, además de estar pesimamente redactado, contiene un sinfín de errores, como llamar Sánchez Meneses al obispo de Terrassa. No se sabe nada del algodonoso Torrens, que demostró sus notables dotes de estratega, en las campañas  contra el Cardenal Carles. Ya casi ni aparece Mossén Francesc Romeu, que era más lastre, que provecho. Están languideciendo con una rapidez inusitada. Cierto es que no se habían sabido amoldar a los nuevos tiempos, no solo los eclesiales, sino a la propia idea de globalización, pero un fenecimiento tan precipitado, resulta sorprendente, cuesta de entender.

Igual ha pasado con el Forum Alsina gerundense, cuya última actualización es de 21 de Mayo de 2008. Ni están, ni se les espera. Ni siquiera han podido tomar una posición ante el nombramiento del nuevo obispo Pardo. Con la matraca que habían dado tiempo ha.

¿Por qué motivos nos hemos quedado sin estos referentes?

En primer lugar, por la inexistencia de relevo. No han sabido conectar con la juventud, carecen de militancia joven y ni tan siquiera se han adaptado a las nuevas tecnologías.

En segundo lugar, porque los que quedaban han sucumbido ante el ofrecimiento más prosaico: El cargo. Ello se puede comprobar en la diócesis de Barcelona. Desde que Sistach los acogió bajo su manto protector, se acabó el “agit prop”. Ya no hay ruido. En Gerona pasó lo mismo. El que es admitido en la curia, ya no protesta contra su obispo. Le es leal. Eso sí, esa fidelidad al sucesor de los apóstoles desaparece, cuando no hay prebenda por en medio.

Tanto ruido para acabar fagocitados por la misma jerarquía. Se han convertido en más jerárquicos que nadie. Ha quedado demostrado que, tras su odio visceral al Cardenal Carles, no se escondía otro móvil que recuperar los cargos que siempre habían detentado.

¿Y ahora qué queda? Una diseminación de blogs que se agrupan bajo Foc Nou, de escasa repercusión y el estrambote de La Agulla, en el que asoma su patita el lobby rosa. Quizás sea éste el último reducto genuinamente progre, pero carece de cualquier veleidad contestataria. La presencia de sacerdotes tan incardinados en el poder de la diócesis como Quim Cervera o Josep María Jubany le aleja de aquel cariz.

Este es el panorama actual de la iglesia catalana y, en especial de la barcelonesa. El verdadero pacto del capó: Tendréis cargo, si elimináis vuestras actitudes rebeldes. Sistach lo ha conseguido. Pero, acostumbrados a ellos, los echamos a faltar. No vayamos a comparar Església Plural con La Agulla. ¡Qué aún hay clases!

 

Los 13 (que no 15) de Milán – 02/09/2008

El Cardenal Sistach y su fámulo Turull han tomado una iniciativa. ¡Por fin!, diría alguno. Tampoco se trataba de un gran empeño, más bien de una empresa modesta: Un viaje con el Cardenal y el Rector del Seminario abierto a todos aquellos sacerdotes ordenados los últimos siete años. Remontarse nada más y nada menos que siete años atrás no es baladí, pues una cifra inferior reportaría unos resultados paupérrimos. En los últimos siete años se habrán ordenado en el seminario de Barcelona una treintena de sacerdotes. Guarismo más bien modesto, tratándose de esta diócesis. Pero de esta treintena larga, solo acudieron trece. Los trece, junto a su obispo y el rector del seminario, se fueron a Milán del 4 al 8 del pasado mes de Agosto. Lo que resulta cómico –cuando no, un poco chusco- es que en la web del arzobispado nos digan que el grupo lo formaban “15 joves capellans” , cuando, sin disimulo alguno, el artículo va encabezado con la foto que les he pegado al inicio de éste. Sí la observan bien, verán que son 13. Serían 15, sí contasen a Sistach y a Turull, pero es obvio (sobre todo en el Cardenal) que no han sido ordenados en los últimos siete años.  Salta a la vista también que de los 13 supuestos jóvenes sacerdotes, más de uno dejó la juventud en tiempos pretéritos. Uno de los 13 –viudo, de vocación tardía- nació en 1.939. Tres más lucen generosa calva o peinan canas que no denotan precisamente edad de merecer. Sí se fijan en la indumentaria, resulta tan variopinta como la propia composición (en edades y razas) del grupo. Unos que utilizan clergyman siempre y de tal guisa van; otros que no se lo ponen nunca pero esta vez sí, aunque sea el nuevo vicario de Brustenga; los tardo-vocacionales, grises y discretos y el del extremo derecha, en camiseta, sarró en bandolera y bolsa de supermercado en la mano. La foto refleja a la perfección el extremo centrismo del pontificado Sistach. Su cuota ortodoxa, su cuota sesentera, su cuota de doble juego y su cuota más progre. La última se halla representada por el desaliñado sacerdote de la samarreta. Un fiel discípulo de Mossén Josep María Domingo (director del C.E.P), que lo tuvo de seminarista en su parroquia de El Prat de Llobregat, donde lo modeló a su imagen y semejanza; si bien con la división de la diócesis, tuvo que dejar a su maestro, con notable pesar.

  Siempre hay fotos que perjudican (díganselo a Aznar con la de las Azores) pero cuando Turull se junta con Sistach, siempre salen fotos chocantes. Sí antes era una peregrinación de ensotanados, ahora parece una reunión de Procuradores de las Cortes franquistas, incluyendo el llamativo atuendo del Procurador saharaui de turno.

  La curiosa fotografía y el desafortunado artículo que le encargaron a Bruno Bérchez, no tendría mayor relevancia, si no fuese porque el viaje a Milán fue un absoluto fracaso. Se anunció que iban a ir 17, cuando fueron 13. No les recibió el Cardenal Tettamanzi (eso que “de cardenal a cardenal va zero”), ni tan siquiera pudieron visitar La última cena de Leonardo de Vinci en Santa Maria della Grazie, ya que deben reservarse  las entradas con notable antelación.Y con antelación nadie sabía los que iban a ser. Al final, casi obligaron a ir a los ordenados en los últimos dos años, que ya son la mitad de los 13 de Milán.

Puede todo ello parecer anecdótico, pero es el fiel reflejo de la política de Sistach. Tanto por su eclecticismo absoluto y grisáceo, como por el chasco que obtiene a cada una de sus propuestas. Ni le responden los grupos más progres, ni los más ortodoxos. Nadie le secunda. Solo el fámulo Turull. Con los magros resultados que son de ver.

 

¿Por qué no nombran obispos catalanes? - 26/08/2008

Se habla mucho últimamente del elevado número de obispos valencianos y de la mengua de obispos catalanes. Solo quedan siete obispos catalanes, incluyendo a Saiz Meneses que, aunque nacido en Cuenca, vino a Cataluña con un año. Curiosamente, algunos no lo consideran catalán por haber estudiado en el seminario de Toledo, pero de su Cuenca natal no se acuerda nadie. Hay un octavo obispo, el auxiliar Monseñor Joan Carrera Planas, con sus 78 años de edad ya cumplidos. 7 obispos para 10 diócesis. Las otras tres (Sant Feliu, Lérida y Tortosa) están a cargo de prelados valencianos. En el resto de España no hay un solo obispo catalán. Los últimos lo fueron Ciuraneta en Menorca y Cases Deordal en Segorbe. Fuera de las Baleares y la Comunidad Valenciana, el último fue Monseñor Briva Mirabent, obispo de Astorga hasta su fallecimiento en 1.994.

Se trata de un hecho nuevo. Siempre ha habido obispos catalanes fuera de Cataluña. Si recordamos únicamente los últimos 70 años, podemos nombrar, además de los anteriormente mentados, a los siguientes:

- Cardenal Isidro Gomà: Obispo de Tarazona y Arzobispo de Toledo.

- Cardenal Pla i Deniel: Obispo de Avila, Salamanca y Arzobispo de Toledo.

- Monseñor Font Andreu: Obispo de Zamora y de San Sebastián.

- Monseñor Sanahuja Marcé: Obispo de Segorbe y de Cartagena-Murcia.

- Monseñor Pont y Gol: Obispo de Segorbe.

- Monseñor Castelltort Soubeyre: Obispo de Astorga.

- Monseñor Buxarrais Ventura: Obispo de Zamora y de Málaga.

Como puede verse era una práctica común, contando incluso con dos importantes Primados, como Gomà y Pla i Deniel.

Habían muchos más obispos catalanes que valencianos.

¿Por qué se invirtió esta tendencia? En primer lugar, por la campaña “volem bisbes catalans”. Desde entonces, como solo se designaban obispos catalanes o de habla catalana (mallorquines o valencianos), el cubrimiento de las sedes quedaba relegado a esos obispos locales.

En segundo lugar, porque a los propios obispos (o candidatos a obispos catalanes) no les ilusionaba nada salir a una diócesis fuera de Cataluña. Recuérdese que se ofreció a Monseñor Tena sustituir a Monseñor Azagra, como obispo de Cartagena y rehuyó el nombramiento, prefiriendo quedarse como simple auxiliar.

Y en tercer lugar, porque en los últimos cuarenta años se han formado sacerdotes, en la mayor parte de Seminarios catalanes, con una preparación y una base que no es la mejor vista por Roma.

Esperemos que esté próximo el día en que podamos ver a un obispo catalán en otra diócesis del resto de España. No sabemos lo que tardaremos en contemplarlo, pero estoy seguro que el nuevo Seminario de Terrassa o la excelente labor del Obispo de Vic, posibilitará que pueda haber candidatos a obispos que ya no tengan los prejuicios de sus mayores.

Obispos catalanes en toda España y en Roma, donde tampoco tenemos representación. Los últimos fueron Torrella y Tena, con cargos ya menores. Obviamente, no eran ni el Cardenal Albareda, ni el Cardenal Vives i Tutó.

La iglesia catalana se ha convertido en una iglesia cerrada, que solo mira para sus adentros, para su pequeño país, sin casi influencias en el resto de España y sin presencia alguna ante la Santa Sede. Por su propia culpa. Exclusivamente. Esperemos que no se demore el día en que se acabe esta inexplicable práctica.

 

Agrupémonos todos, pero agrupémonos bien – 19/08/2008

No se trata del canto de la Internacional. No vamos en pos de la lucha final. Se trata de la agrupación de parroquias. El envejecimiento del clero ha traído como consecuencia inmediata la agrupación de parroquias. Este hecho ya lleva consumándose hace años en el mundo rural. Un sinfín de sacerdotes tiene a su cargo cuatro, cinco o seis parroquias de diferentes pueblos. Han de simultanear las misas dominicales, los despachos parroquiales, la comunión a los enfermos, etc. Otros pueblos se han quedado sin oficio dominical y tienen que trasladarse 15, 20 o 25 kilómetros. Muchas veces por carreteras de montaña. En otros, se celebra la misa de forma itinerante, cada domingo en una localidad. Los principales perjudicados son los más débiles: Niños y ancianos. Otro perjudicado es el cura, que atiende a cuatro o cinco parroquias a la vez. Y no hablamos de aldeas despobladas del pirineo. Ya es normal en las diócesis medianas (Vic, Lérida, Gerona, Tarragona), que haya sacerdotes que agrupan, a su cargo, pueblos de 1.500 o 2.000 habitantes. A veces, cuatro o cinco pueblos. E irá a más. El hecho biológico avanza inexorable.

Pero a estas alturas, la agrupación de parroquias ya no es solo un hecho rural; ha llegado a la metrópolis. En la diócesis de Barcelona, ya existen varias agrupaciones de parroquias (se comparten mesas, como en los bares de escopeta y perro), con una tremenda particularidad: estas agrupaciones parroquiales, se encomiendan a los sacerdotes más ancianos, en lugar de a los curas más jóvenes, con mayor fortaleza física, cuanto menos.

Vamos a repasar las agrupaciones parroquiales barcelonesas:

Parroquias
Párroco
Edad párroco
Sant Jaume-Santa María del Pí
Mn.Gaietà Casacuberta
68
Betlem-Santa Mónica
Mn. Joan Rodríguez
59
Preciossima Sang-St.Domingo
Mn. Duch Fumadó
74
Sant Sebastià-Sta.Mª Magdalena
Mn. Cuadrench Aragonés
66
Santa Bernardeta-Sant Marc 
Mn. Elhombre Trallero
66
Sant Crist-Santo Tomás Moro
Mn. Olivella Mitjans
64
Sant Gervasi-Mare de Deu de Nuria
Mn. Sauró Calzada
73
Mare de Deu del Port-St.Bertomeu
Mn. Hortet Gausachs
71
Verge Pilar-Sant Ildefons
Mn. Casas Miguel
59
Sant Joaquim-Sant Jaume
Mn. Viñas Reixach
64

Ni un sacerdote menor de 59 años. ¿Por qué? Simplemente, porque Sistach no se fía de su clero más joven. Nuestro Cardenal prefiere a los de su quinta, a los que conoce de toda la vida, a los que le van a estar eternamente agradecidos. Este es el verdadero drama del pontificado de Sistach. Ha potenciado al clero más senil y más políticamente correcto. Ha arrinconado al clero más joven, por temor a una renovación. El más conservador de todos es Sistach. No busca una iglesia progresista, busca un clero callado, obediente, que no cause problemas. Pero el precio ha sido altísimo. Todas estas agrupaciones parroquiales que hemos relacionado son parroquias mortecinas, sin ilusión, sin iniciativa, sin futuro. Todo por temor al clero joven. Por pánico a lo desconocido. A una iglesia que no conoce, que se diferencia mucho de la que él ha vivido. ¡Qué caro lo pagaremos en un futuro!

 

¿Todavía tiene sentido el híbrido de la Tarraconense? - 12/08/2008

Me refiero a la Región eclesiástica tarraconense, pendiente de aprobación por la Santa Sede desde años ha. No hablo de la llamada Conferencia episcopal Tarraconense, que no es nada más que las reuniones de los prelados de las diócesis de las provincias eclesiásticas de Tarragona y Barcelona. Estas reuniones se iniciaron, nada más y nada menos que en el año 1.969, presididas por el entonces Arzobispo de Tarragona, Cardenal Arriba y Castro. No. A lo que me estoy refiriendo es a lo dispuesto en el Concilio Provincial Tarraconense del año 1.995, concretamente en su Resolución 142, que establece:

“El Concilio insta a que las Iglesias que tienen su sede en Cataluña alcancen una comunión inter-diocesana y una acción pastoral más coordinada, y después de estudiar las diversas posibilidades y ventajas, según la legislación eclesiástica vigente (cf.cc. 431-434; 447 y 448) procuren hallar, de acuerdo con la Conferencia Episcopal Española, la correspondiente solución jurídica, en aras a una acción evangélica y pastoral más eficaz y a una presencia más significativa en Cataluña, en el bien entendido que se mantenga la relación institucional con la Conferencia Episcopal Española”

Esta resolución, repleta de adversativas y eufemismos, es un verdadero híbrido. Ser y estar. Sí, pero no. Un auténtico “manqué”. Habla de “solución jurídica”, cuando se refiere a una región eclesiástica propia, pero, como no se atreve, a introducir la cabeza dentro del agua, se limita al surfeo. ¿Una región eclesiástica catalana dentro de la región eclesiástica española? Es evidente que no existen naciones eclesiásticas, a lo sumo regiones y, en base a esas regiones, actualmente identificadas con los estados, se reconoce personalidad a las Conferencias episcopales, si bien, la autoridad de la diócesis es de cada obispo. Única y supeditada al Santo Padre. No hay otra. El Obispo se debe a Roma, no a su conferencia episcopal.

Entonces ¿Qué fin perseguía esta melangé? Acentuar el hecho diferencial catalán, hasta en el terreno eclesial. Ni más, ni menos. Efectividad, nula. Posibilidades de éxito: Irreales. Un mito nacionalista más. Otra ocasión para ejercer el victimismo.

Actualmente, el híbrido se halla en cualquier cajón de Roma, debajo de una pila de papeles. Nadie se acuerda de él y desde Cataluña nadie lo reclama. Pasará a la historia como un hecho anecdótico más. Como otra expresión del quiero y no puedo.

Por eso me preguntaba por su sentido actual. En la presente época de auge de la globalización resulta bastante chocante seguir poniendo fronteras y cerrando puertas, incluso en un campo con el eclesial, en el que la Iglesia es UNA, santa, Católica, Apostólica y Romana. Dejemos los experimentos y centrémonos en lo urgente: Revitalizar nuestras diócesis. Sacarnos de encima esa molicie senil que arrastramos. Necesitamos nuevos impulsos, nuevas ilusiones y no pasan ellas por la fantasmagórica Región eclesiástica tarraconense.

 

 

Jaume-Patrici nos explica su fracaso - 05/08/2008

Siempre me ha sorprendido –o más bien, me ha desconsolado- que personas informadas, cultas y sensibles abrazaran en sus días al comunismo. Una de esas personas es Jaume-Patrici Sayrach i Fatjó dels Xiprers. Más conocido como Jaume P., pues un buen día decidió abdicar del Patrici, y dejar únicamente esa P., más snob. Jaume P. era un buen hijo de la alta burguesía catalana. Su padre, Manuel Sayrach Carreras, arquitecto y escritor, tiene entre sus grandes obras la llamada casa Sayrach de la Diagonal barcelonesa. Su aristocrático segundo apellido proviene de la masía Can Fatjó dels Xiprers, actualmente en el término municipal de Cerdanyola. Su madre, Montserrat Fatjó dels Xiprers, falleció cuando Jaume P. tenía solo dos años de edad. Su padre moriría cinco años después. Quedaron cuatro hermanos huérfanos: Manuel y Narcís, que se dedicaron al mundo editorial y Jaume-Patrici y Abelard, que ingresaron en el seminario y fueron ordenados sacerdotes. A partir de los años 60, tanto Jaume-Patrici como Abelard fueron enviados a barrios extremadamente pobres. El choque evidentemente fue brutal. Dos niños bien de la Diagonal, hijos de “Senyors de Barcelona” aterrizaban en Pueblo Nuevo (conocido como el Manchester catalán) y después fueron destinados a dos barrios en embrión, como eran el Fondo de Santa Coloma y Trinitat Nova.

De sus vivencias en aquel período, Jaume P. Sayrach acaba de escribir un libro, titulado “L’esperança d’una església pobra i evangélica. Santa Coloma de Gramenet 1965-1980”. La obra es una recopilación de escritos y artículos publicados por Sayrach en aquel período, con una serie de acotaciones actuales y un epílogo.

Como he dicho al principio, Sayrach es un hombre cultivado. Escribe con tremenda pulcritud y el libro se lee muy bien. Tan bien se lee, que uno llega a comprender la frustración y el desencanto de Sayrach y los otros curas de aquellos ya lejanos 60. Son las memorias de un fracaso.

Desde el año 1.960 al 1.965, en el extrarradio barcelonés se crearon infinidad de parroquias. En un solo día, el Doctor Modrego erigió catorce parroquias. Uno de los lugares de mayor crecimiento demográfico era la población de Santa Coloma de Gramenet. Pasó de tener 2.000 habitantes a principios de siglo a más de 100.000 en los años 60. Se trataba, además, de una población emigrante, muy joven y con una tasa de natalidad altísima. Imagínense el número de bautizos que había. En los años 60 se crearon seis parroquias en Santa Coloma. A una de ellas fue Jaume P. Sayrach. En el barrio de les Oliveres se llegó a crear una parroquia, dedicada a San Ernesto, pero en realidad era dedicada a Ernesto Che Guevara. Su párroco fue Lluis Hernández, posteriormente alcalde comunista de la localidad. El elenco de curas se completaba con los ya secularizados Joan Morán y Antoni Antonijoan (hoy en día, feliz multimillonario) y por el cura comunista Josep Catà, que en su día se vanaglorió de haber quemado la sotana, cuando dejó de ser obligatoria.

En estos sacerdotes anidó la conciencia de transformar el mundo y a ello dedicaron los mejores años de sus vidas. Por lo que Sayrach pasa de puntillas es que esas pretensiones supuestamente revolucionarias tenían su fuente en el comunismo. Sayrach, Hernández, Catà eran activistas comunistas. Y no precisamente de su facción más moderada. El PSUC pasaba por un partido burgués y solían simpatizar con el PCI, con la ORT y la LCR. ¿Por qué soslaya Sayrach estos hechos? Lógicamente, porque el comunismo es hoy una ideología añeja y desprestigiada. El muro de Berlín no solo fue derribado de forma pacífica y espontanea, sino que sus cascotes impactaron encima de algunos conspicuos comunistas. Sin embargo, los muy vivos se dedicaron a mirar a otro lado y abrazar otras opciones. Hoy en día, Sayrach ya no es un internacionalista obrero, sino un nacionalista catalán. Cada día se le puede leer en su Dietari de Forum GramaWeb.

Es evidente que el mundo se transformó a pesar de ellos. Trabajando duro, pero prosperando gracias al “maldito” capitalismo, todos aquellos emigrantes de los 60 fueron dejando el Fondo; comprándose otras casas, mucho más confortables; dando estudios a sus hijos y éstos a sus nietos. Hoy en día, el Fondo es un barrio multirracial, donde la emigración interior española, ha sido sustituida por árabes, hispano-americanos, chinos, eslavos, etc.

Tampoco transformaron la iglesia. Al revés, la dejaron vacía. En su castillo encantado, relativizaron los sacramentos, eliminaron los registros parroquiales (no querían hacer papeleo), incluso no profesaban ser sacerdotes (decían que eran profesores, escritores o escultores) y se llenaron la boca con las comunidades de base. En un principio, la novedosa actividad gozó de un cierto predicamento. Pero, después, no quedó nada. El propio Sayrach se queja en su dietari de que a las conferencias que organiza no acude juventud. Hicieron una iglesia tan alejada de lo sagrado y lo espiritual, que la gente –una vez probado el experimento- renegó de él.

Es lamentable lo que ha pasado después. Salvo alguna experiencia fructífera y encomiable (ridiculizada por Sayrach como revival) el estado de las parroquias del extrarradio barcelonés es comatoso. Parroquias sin niños, sin jóvenes, sin matrimonios, sin ilusión, sin futuro. Parroquias arrasadas en las que es un milagro que vuelva a crecer la hierba.

Obviamente (el orgullo les puede) el libro de Sayrach no pide perdón, pero se le nota su punto de amargura. La misma por la que pasó la triste muerte (también contada en la obra) de su hermano sacerdote, Abelard, que falleció sin querer recibir los sacramentos. Un drama.

Por suerte, esa iglesia ya pasó. Vino el huracán de Juan Pablo II y se la llevó por delante. Vinieron otros movimientos, con más ímpetu, vigor y autenticidad que el suyo. Pero los que vivimos aquella época, debemos contarlo. Como se intuye en el libro de Sayrach. Solo se intuye. Se queda a un paso de reconocerlo.

 

 

Fiasco absoluto del Tots cap a Lleida - 29/07/2008

Llamaron a somatén: Tots cap a Lleida! Y no fue casi nadie. 500 personas, según los cálculos más optimistas. Eso que habían puesto todas las facilidades del mundo: Autocares desde Barcelona, Gerona, Mataró, Reus y Tarragona. Gratis. Solo la voluntad. Ni por esas. La representación política también fue exigua: Puigcercós y cuatro políticos locales. Por cierto, ninguno del PSC y ningún cargo municipal. Ridículo estrepitoso. Pero –cucos que son- han silenciado la manifestación “a posteriori”. Aparte de los medios ilerdenses, solo el Avui informó sobre ella. Silencio absoluto, sabedores del evidente naufragio.

¿Para eso tanto ruido? ¿Tantas energías despilfarradas? ¿Tanto tiempo que se podía haber dedicado a tareas más provechosas? Está claro que –como suele pasar en este país- por un lado van los medios y por otro lado va el personal de a pié. Se han cansado de hablar de la polémica sobre los bienes de La Franja y el Museu de Lleida, convocan una manifestación, a todos los catalanes (no solo los de Lérida) y van 500. Es lo que se llama arraigo popular.

No me he cansado de decir que el litigio entre las diócesis de Lérida y Barbastro-Monzón ha sido un rosario de despropósitos, cuya consecuencia inmediata ha sido la paralización de ambas diócesis, por un conflicto menor, exacerbado hasta la exageración. En ambas direcciones, que en la diócesis aragonesa también ha habido melodrama. No tiene el menor sentido. Roma ya ha hablado, los obispos se han puesto de acuerdo y seguiremos siendo hermanos de los católicos de Barbastro-Monzón, como ellos de los de Lérida. Independientemente de donde estén los bienes. Dejémoslo ya. Hagamos fácil la labor del nuevo obispo. No le recordemos constantemente por los bienes. Su pontificado (que será corto por razones de su edad) debe estar presidido por otros objetivos. Esencialmente, la renovación de la iglesia leridana, en pro de la ya iniciada renovación de la iglesia catalana. Monseñor Piris (al igual que el electo obispo de Gerona) pueden conducir a ese vuelco en nuestra iglesia local, que se ha iniciado en Vic, Terrassa y, en menor medida, en Tarragona. Este “sorpasso” que nos está devolviendo la ilusión y el entusiasmo juvenil. La presencia de nuevos movimientos, de órdenes religiosas también nuevas en esta zona e incluso del milagro de un nuevo –y exitoso- Seminario, pueden calar también en Lérida. Caladero hay donde pescar. Terrassa o Vic no son microclimas. Lo que ha sucedido en aquellas diócesis, puede repetirse perfectamente en Lérida. Solo debe plantarse el árbol y regarlo. A buen seguro, que su nuevo obispo va a procurarlo. Solo debemos dejarlo y no hacer sombra a ese nuevo árbol, ni bebernos el agua que va a él destinada. Para ello es imprescindible olvidarnos del conflicto con Barbastro. La gente lo tiene tan postergado, que no siente la necesidad de manifestarse. Sabemos que ni los políticos, ni los medios lo van a arrinconar. Pero sin el enraizamiento necesario estas cosas van languideciendo. El ridículo de la última convocatoria lo demuestra.

 

 

Pastissería Can Pardo – 22/07/2008

En el tranquilo y agradable pueblo del Penedés de Torrelles de Foix vino al mundo, un 26 de Junio de 1.946, el recién designado obispo de Gerona, Mossén Francesc Pardo Artigas. Esta simpática localidad, rodeada de viñas y olivos, famosa por la Font de Les Dous y por el “ball dels paperets” de su fiesta mayor, cuenta también con una de las pastelerías más famosas y preciadas en la comarca: Can Pardo. No solo los habitantes de Torrelles conocen la calidad de sus dulces y tartas, sino que sus clientes provienen de las vecinas Sant Martí Sarroca o Pontons y de la mismísima Vilafranca del Penedés. Niños, jóvenes y adultos golosos gozan de las maravillas de la pastelería artesanal de Torrelles de Foix. “Per pastissos a Can Pardo” suelen decir en la zona.

Lógicamente no hemos venido a hablar de pasteles. Tampoco podemos afirmar que el orondo, ufano y quasi-abacial aspecto de Mossén Pardo se deba exclusivamente a los bollos y hojaldres de su pueblo natal. Aunque lleve su apellido, tampoco es suya la pastelería, sino de un primo hermano de su padre. No es cierto tampoco que el logotipo que aparece en el encabezamiento de este artículo vaya a suponer el escudo episcopal del nuevo obispo gerundense. Pero sí queremos prevenir al preconizado obispo Pardo de la posibilidad de que su pontificado sea recordado con el nombre de la pastelería torrellenca. Sus primeras declaraciones, tras conocer el nombramiento, denotan una cierta tendencia al pasteleo. Los que conocen bien el talante de Pardo, saben que su personalidad huye de la intransigencia y el apasionamiento, buscando más bien el acomodo y la contemporización. Ahora bien, tampoco hace falta que esa natural idiosincrasia vaya pareja de una cierta necesidad de hacerse perdonar una mácula egarense. El intentar quedar bien con todo el mundo; el presumir –con un innecesario hincapié- de ser discípulo de Rovira Belloso o resaltar por encima de todo su participación en el llamado Concilio provincial Tarraconense, nos albergan un cierto temor pastelero.

Desde el primer momento en Germinans hemos saludado con esperanza la elección de Pardo como obispo de Gerona. Sabemos que es un destino difícil y que no puede entrar en él como un elefante en una cacharrería. También hemos recordado en innumerables ocasiones que, aunque parezca que en Gerona solo existe el Forum Alsina, la fuerza de la diócesis se halla en la presencia pujante y ascendente de nuevos movimientos, en cuya juventud y audacia seguro que va a encontrar un valiosísimo punto de apoyo.

Somos conscientes, porque no decirlo, que lo mejor del nombramiento de Pardo ha sido que no ha venido Taltavull, el candidato de Soler, Vives y Sistach, También ha supuesto un reconocimiento indiscutible a la labor de Saiz Meneses en Terrassa, de quien Pardo era vicario episcopal y el arrinconamiento de Vives en su feudo pirenaico. No lleva un buen año el co-príncipe, que no puede contar con Pardo, que huyó de Vilafranca del Penedés, para no tenerlo como obispo territorial. Pardo viene auspiciado además por el Cardenal Carles, la auténtica bicha del progrerío eclesial catalán. Estos son los laureles del nuevo obispo gerundense. A partir de ahora, él deberá ganarse el reconocimiento de su labor. En Germinans no concedemos cheques en blanco. Solo le recordamos que su nombramiento es vital para la renovación de una anquilosada iglesia en Cataluña. Esperemos que no abuse de los planteamientos bizcochables y no debamos recordarle por “Pastissería Can Pardo”, por excelentes que sean los productos que elabora aquella pastelería.

 

El cura de Laporta - 15/07/2008

Cuando lo leí, no me lo creía, pero es cierto. Dos días antes a la votación de la moción de censura contra el Presidente del Fútbol Club Barcelona, tuvo lugar un acto de apoyo a Joan Laporta. Cuando observé quienes eran los intervinientes, supe que Laporta ya era un juguete roto e iba a perder la moción de censura. Así sucedió. Pero no estamos aquí para hablar de fútbol, sino de noticias eclesiales. Y es que en ese acto habló un cura. Sí señor. Ni más ni menos que el sacerdote Josep María Ballarín, el cual no tuvo el menor empacho en afirmar: “Han tirat merda a Laporta, però tot el que han dit es mentida. Ho dic com amic i capellà”(“Han tirado mierda a Laporta, pero todo lo que han dicho es mentira. Lo digo como amigo y sacerdote”). Al acabar de decir esas palabras, Laporta se emocionó y lloró en el pecho del Mossén. Genial. Mossén Ballarín es un modesto escritor, que no ha salido del ámbito local catalán y que nunca llegará a ser un catalán universal (como aquellos que aparecían en unas litografías que se hicieron famosas hace años, con ilustres personajes como Pla, Pau Casals, Montserrat Caballé, el Dr. Puigvert, etc.), pero cuando hace ostentación pública la hace como cura y no como escritor. Fíjense que Mossén Ballarín dice “com amic i capellà” y no “com amic i escriptor”. Obviamente, el socio culé hizo el menor caso al estrambote del sacerdote-escritor y la moción de censura ganó por un contundente 60-37%.

Han sido notables las relaciones del mundo eclesiástico catalán con el Barça. El Obispo Deig (por cierto, Ballarín es sacerdote de la diócesis de Solsona) fue un apasionado culé y solía hablar en numerosas tertulias futboleras. Sin llegar a eso, ya sabemos que su carácter es más “poruc”, el Cardenal Martínez Sistach también es un acérrimo culé y se ha sentado en más de una ocasión en el palco del Camp Nou. Lógicamente, el Cardenal no apoyó a Laporta, lo cual también era un índice de que la moción iba a ganar. Sistach nunca apuesta a perdedor.

Pero la ostentación pública de Mossén Ballarín (“com a capellà”, que es lo que aquí nos importa) obliga a la reflexión. En un artículo anterior les hablé de que existe una generación de curas, mayores de 70 años (Ballarín actualmente tiene 88), que siempre van con el diario Avui bajo el brazo. De los pocos lectores que tiene el Avui, seguramente existe una alta proporción de clérigos. Entre ellos está también Mossén Vergés, al que Sistach no ha jubilado, a pesar de tener ya ochenta años y muy a pesar –y esto es lo más grave- de haber recomendado públicamente que no se marque la x a favor de la iglesia católica en la declaración de IRPF. ¡Qué mal lo habrá pasado el talibán Vergés, viendo que delante de su parroquia se celebraba la victoria de la selección española! Esa generación de curas con el Avui bajo el brazo nunca ha entendido nada. Han creado un país virtual, alejado del país real. Por eso salen a la palestra en defensa de Laporta, acusando de manipulación a quienes va en contra de él (“li han tirat merda”) y luego no solo no les hacen caso, sino que su derrota es estrepitosa.

Ballarín, Vergés, Bada y un sinfín de curas con el Avui (o El Punt, en versión gironina) bajo el brazo son el vivo reflejo del fracaso. No solo nada les ha salido bien en sede eclesial, sino que no lo han asimilado. Por eso tampoco entendieron el ciclón que supuso el Papa Juan Pablo II y llamaron al boicot (eso sí, sin mancharse mucho) cuando visitó Cataluña en el año 1.982. Después quisieron que este país pequeño quedase libre de la renovación wojtiliana. No llegaron a conseguirlo entre la masa, pero su privilegiada posición mediática siempre supuso un freno.

Además de ese exagerado relieve mediático, gozan del manto protector de algunos obispos catalanes. En esto, Sistach lleva la palma, no solo manteniendo al desobediente Vergés en su parroquia de Santa Dorotea (aunque ver en la Plaza España de su demarcación parroquial, como la juventud gritaba “Yo soy español,español…”, ya le ha supuesto un buen castigo) sino que, como nos recordaba mi admirado Antoninus Pius en su último artículo, les privilegia con las parroquias compartidas. Aquí debe traerse a colación uno de los casos más lacerantes en la diócesis barcelonesa: La parroquia de Santo Domingo de Guzmán, que sigue sin párroco, después de haber favorecido un pelotazo inmobiliario a favor de la diócesis y debe compartir rector con la iglesia de la Preciosísima Sangre. Claro que el párroco de ambas es otro cura que va con el Avui bajo el brazo: Mossén Duch Fumadó. También mayor de 70 años. Todo menos confiar esas parroquias a los curas más jóvenes, aunque solo sea por el hecho lógico de que sus fuerzas físicas sean mayores. Pero Sistach no se fía de ellos. Las parroquias compartidas para los curas del Avui. Esos que suelen apostar a perdedor. Como Ballarín.

 

Taltavull solo ha cambiado de vestimenta – 08/07/2008

Miren las dos fotos de Sebastià Taltavull que presiden este artículo. No dista entre ellas un período muy largo. ¡Qué va! La primera es del año 2002 y la segunda es del 2007. Cinco añitos. Un lustro. Ni muy corto, ni muy largo, pero tremendamente significativo en la vida de Taltavull.

El primer Taltavull no era ningún desconocido. Cuando Monseñor Deig era obispo de Menorca, se fijó en el aquel entonces joven y activo sacerdote que ya había destacado en el movimiento escultista y en la actividad catequética. Lo nombró delegado de juventud y catequesis y después vicario episcopal de Menorca. Su sucesor, Ciuraneta, lo designó Rector del Seminario. Taltavull (conocido como Tià) lo era todo en la pequeña isla menorquina. Piris Frígola lo confirmó en los dos cargos. Como en Ciudadela tenía poco trabajo y su Seminario estaba –y está- bajo “mínimum minimorum”, nuestro buen Tià se introdujo en el experimento del Secretariat Interdiocesà de Catequesis de Cataluña y Baleares. Este invento que data ni más menos que del año 1973 se parecía a algo así como los estudios de TVE en Miramar, en los que también se hacía televisión para Cataluña y Baleares. El “Interdiocesà” no tenía ninguna razón de ser. Las diócesis catalanas no formaban parte de la misma provincia eclesiástica que las insulares, pero sí sirvió para que nuestro amigo Tià metiera la cabeza en Cataluña. La actividad de Taltavull en el Interdiocesà fue considerable, hasta que en el año 2005 supo reconocer que aquel experimento no llevaba a ningún lado y que si quería desarrollar mejor sus capacidades, más le valía alejarse de la fantasmal Conferencia Episcopal Tarraconense y acercarse a la Conferencia Episcopal Española. Ahí viene el Taltavull de la segunda foto. El Taltavull con clergyman. Eso fue en el 2005. A partir de entonces, se olvida del Interdiocesà y entra en la CEE, como secretario técnico de la Comisión Episcopal de Pastoral, cargo en el que ha sido renovado para el próximo trienio.

En esa comisión además coincide con el todavía obispo de Gerona, Soler Perdigó. El Taltavull con clergyman es el mismo que sin clergyman. Tiene las mismas ambiciones, el mismo estilo persuasivo, idénticos afanes. Ahora –ya con clergyman- no solo lo conocen en Cataluña y Baleares, sino en toda España. Pero sus máximos valedores siguen en Cataluña. Ante el inminente (se supone) nombramiento de sucesor de Soler Perdigó, hacen sonar el nombre de Taltavull. El primero que lo preconiza es el propio Soler. Quiere que sea su heredero. Ha convencido a todas las fuerzas progres de Gerona que va a seguir su línea. A él se le une Vives que necesita obispos fieles –y sin duda Taltavull lo sería- para suceder en su día a Sistach en Barcelona. Pero tanto Soler como Vives han convencido también a Sistach. Tener a un Cardenal como valedor siempre puede abrir alguna puerta. Y Sistach ha quedado encantado con Tià. Tan fascinado ha quedado con él, que hasta va diciendo por ahí que sería un buen obispo auxiliar de Barcelona. Genial. Sí no puede ser Turull, Taltavull. Incluso rima. Y son del mismo cariz. Los dos han cambiado de vestimenta. Todos tienen su pasado y su cambio de chaqueta presente.

Almas gemelas: Turull y Taltavull.

Este es el posible nuevo obispo de Gerona. Más bien el peligroso nuevo obispo de Gerona. Designar a Taltavull supondría una quiebra en los nombramientos de Benedicto XVI. Significaría premiar todo aquello que ha venido a dejar en estado comatoso a las diócesis catalanas. Representaría, a la vez, alejarse de los estilos de aquellas diócesis (Vic, Terrassa y, en cierta medida, Tarragona) más activas, pujantes y audaces. Taltavull no sería un obispo que aterriza desde Menorca. Desde sus tiempos en el Interdiocesano, Taltavull se halla plenamente incardinado en el clero catalán. Casi es más catalán que menorquín.

Germinans se ha propuesto, desde sus inicios, instar la renovación de la Iglesia catalana. Un obispo como Taltavull significaría un clarísimo retroceso en toda actividad renovadora. No hagan caso a su nuevo look. Es pura fachada. Es el mismo Tià de siempre. Esperemos que, por ahorrarnos a Turull, nos nos venga Taltavull.

 

¿Por qué prefirieron a Burke? - 01/07/2008

Que el Cardenal Martínez Sistach era uno de los candidatos para sustituir al Cardenal Vallini como Prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica era un hecho sopesado por los más reputados vaticanistas. Indudablemente la candidatura de nuestro “cardinale giurista” fue estudiada por las altas instancias vaticanas. Sin embargo, se decantaron por el arzobispo de Saint Louis (USA) Raymond Leo Burke.

¿Pero quién es Monseñor Burke? Este arzobispo norteamericano, de sesenta años, es una figura emergente y tremendamente sólida del episcopado católico estadounidense. Prelado de enorme celo pastoral, se halla en las antípodas de la corrección política de nuestro Cardenal. Gran amante de la liturgia tradicional, no ha tenido el menor rubor en revestirse de capa magna. Asimismo, se ha distinguido con negar la comunión en su archidiócesis a los políticos católicos que propugnen el aborto en sus programas. Pero no solo era reconocido su celo pastoral, sino que era reconocido el tremendo dinamismo de su diócesis, con un seminario repleto de jóvenes entusiastas.

Estos son algunos de los rasgos de Monseñor Burke. Frente a ellos se oponían los rasgos de nuestro “cardinale giurista” y las noticias que últimamente llegaban del gobierno de su diócesis a Roma eran absolutamente contrarias a la fotografía  que se obtenía del arzobispo de Saint Louis. Un seminario vacio, un cura que se jactaba de haber pagado abortos, otro sacerdote que remitía una carta a un periódico en la que recomendaba no marcar la cruz en la declaración de IRPF a favor de la iglesia católica o un autor de cantorales de misa dominical que hacía propaganda pública de su matrimonio homosexual.

¿Se imaginan que habría hecho un Monseñor Burke, que niega la comunión a los políticos que propugnan el aborto, ante el caso Pousa? ¿O que habría realizado con los cantorales de Josep Anton Rodríguez Collado? ¿O la que le hubiere caído a Mossén Vergés?

Es fácil de imaginar. Pues Roma ha elegido a Burke, no siendo Cardenal, y ha preterido a Sistach.

Obviamente, con ello han finalizado las ilusiones romanas de nuestro arzobispo. Se queda aquí. Hasta su jubilación. O mejor dicho, nos quedamos con él. Para cuatro, seis o siete años, si sigue la premiosidad en los nombramientos episcopales españoles.

Ignoramos si nuestro prelado habrá entendido el mensaje vaticano. No nos hacemos ilusiones. Observamos últimamente su aspecto avejentado, las canas que-por arte de magia-han surgido en su antaño lacio cabello, su mirada opaca, su poca atención en los temas que se le someten. Esperamos que este feo romano no signifique una frustración, ni venga a agriar su carácter. Sigue teniendo muchas responsabilidades, más de las que le convienen, aunque menos de las que desea. Los rumores que nos llegan de los nuevos nombramientos de párrocos no son nada esperanzadores, pero desde Germinans no cejaremos en reclamarle que revitalice esta lánguida diócesis.

Ciertamente, Roma se ha manifestado de forma expresa e inequívoca con la designa de Burke. Su nombramiento se incardina plenamente en la línea de los que viene efectuando Benedicto XVI. Solo anhelamos que las próximas designaciones de obispos de Lérida y Gerona no constituyan una excepción. Los nombres que se han dejado correr de Piris y, sobre todo de Taltavull, lo serían. Esperemos que pase como con Burke.

 

Lérida no se merece esto – 24/06/2008

La diócesis de Lérida se halla permanentemente hipotecada por el conflicto de los bienes con la diócesis de Barbastro-Monzón. Es injusto. No por el hecho en sí del litigio, que ya ha sido resuelto por Roma, sino por la absoluta parálisis que ha provocado en el día a día de la diócesis. El pasado 8 de Marzo se cumplió un año de la aceptación por la Santa Sede de la renuncia del Obispo Ciuraneta. Desde entonces, Lérida sigue vacante y nadie sabe si la Administración apostólica del Obispo Salinas va a dilatarse mucho más. Circulan últimamente rumores de que el Nuncio se ha sacudido la galbana y, al fin, va a haber nuevo Obispo. No lo sé. Esta inquietante y pasmosa lentitud me tiene perplejo. Lo que es irrebatible es que, con la excusa del litigio, se ha dejado a Lérida en segundo plano. Desmedido totalmente. Lérida es capital de provincia, ciudad universitaria, con más feligreses que sus diócesis vecinas de Solsona, Urgel y Barbastro-Monzón y con similar población a la colindante diócesis de Tortosa. Los católicos ilerdenses no se merecen este desprecio. Cierto es que, cuando se produjo la segregación de las parroquias aragonesas, quedó Lérida con una figura geométrica bastante rara, pero no empequeñeció mucho en número de fieles. Le representó una merma de alrededor de un 20%.

Es urgente que la provean de un nuevo Pastor. El conflicto con Barbastro no debe impedir que consideremos y valoremos la importancia de Lérida para la renovación de la iglesia catalana. Y debemos olvidar el tema de los bienes. Tan hermanos en la fe somos los de Barbastro, como los de Lérida, independientemente de donde estén las piezas de arte. Sí Roma ha dicho que son de Barbastro, allí han de estar y aquí paz y después gloria. Los catalanes y los aragoneses estamos en la misma iglesia y bajo los mismos tribunales. Y sí ahora se inmiscuye la jurisdicción civil, el administrador apostólico o el nuevo obispo (sí lo hay) deberá seguir los dictados romanos y punto.

Pero esto no ha de seguir siendo un impasse. No debemos seguir castigando a nuestros hermanos ilerdenses.

Contemplemos a Vic o a Terrassa. ¿No se hallaban en estado de permanente abulia? La sola presencia de un obispo joven, con personalidad, con ganas de trabajas las está convirtiendo en unas diócesis dinámicas, con una asombrosa-e impensada-capacidad de iniciativa. Se ha dejado atrás la apatía que sigue reinando en las demás diócesis catalanas. Se han emancipado de la rutina de los últimos cuatro decenios y están realizando una admirable renovación. Más que una renovación, una subversión del atávico orden eclesial políticamente correcto. Renovación insólita en la Cataluña actual.

¿Por qué no ha de ser posible en Lérida? ¿Por qué Lérida no ha de formar un triunvirato con las diócesis egarense y ausetana? ¿Por qué no puede beneficiarse de su impulso y de su energía?

Se necesita un excelente nombramiento, pero se necesita a la vez olvidarnos del conflicto con Barbastro-Monzón. Olvidarse en Cataluña y olvidarse en Aragón. Cosas más importantes hay en juego. Es nuestro desafío.

 

 

El agente doble Juliana – 17/06/2008

Enric Juliana fue corresponsal de La Vanguardia en Roma del año 1.997 al 2.000. Como nos ha pasado a muchos, vino subyugado por su experiencia italiana. Ya decía Billy Wilder, en su película Avanti, que Italia no es un país, es una emoción. Es lógica y comprensible su fascinación. Pero, como suele pasar muchas veces, de lo sublime a lo ridículo hay solo un paso. Con solo tres años de corresponsal italiano, Juliana pretende ser el vaticanista español por excelencia. El título le viene grande. Sin embargo, le ha servido para tener las puertas bien abiertas en el Palacio episcopal de Barcelona. Sistach ha encontrado en el periodista a su mejor agente. Agente doble, en este caso. Sirve a La Vanguardia y a Sistach. Agente en Madrid y en Barcelona. Incluso en Roma. ¡Menudo es Juliana! Pareja del año son él y nuestro Cardenal. “Patacot i Mandinga”, por no decir otra expresión catalana más escatológica.

Desde la famosa entrevista dominical a nuestro Arzobispo, el agente doble se nos ha mostrado incansable. No habla de otra cosa que no sea la COPE. Cuando no nos cuenta que Bertone se ha reunido con Rouco, nos habla de que L’Osservatore Romano ha fichado a De Prada, sino nos explica los intríngulis de la reunión del ejecutivo de la CEE que le ha explicado Sistach. Y si Sistach no le ha proporcionado noticias eclesiales, nuestro famoso agente doble publica un articulillo escandalizándose por las expresiones de Losantos. Si le llama Nostach, si cardenal acardenalado, si llamó masón al Nuncio. Juliana ejerce su papel a la perfección. Y prontitud. Además, se le nota que aunque no sea el vaticanista que se cree, en algo conoce a Roma. Ello se ha visto claramente en la perfecta poda que realiza de las expresiones de Losantos. Porque la frase de Losantos era: “Ese cardenal acardenalado que protege a un cura que paga abortos” El cuco Juliana solo recogió lo de “cardenal acardenalado”, nunca ha hecho mención al resto de la frase. No sea que en Roma se enteren de que en Barcelona hay un cura que se jacta de pagar abortos. Tampoco se ha escandalizado porque en el programa de Losantos se contase que el autor de muchos de los cantorales de la misa dominical que hay en iglesias barcelonesas, haga ostentación pública de su matrimonio homosexual. Sabe suficientemente Juliana que si algo temen en la Santa Sede es que se contagie a Italia la legislación española que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Manca finezza” dijo una vez el eterno Giulio Andreotti. Está claro que Juliana se impregnó de esa expresión tan italiana, cumpliéndola con esmero. Por ahora, está ejecutando su papel de agente doble a la perfección. Veremos hasta donde llega, aunque los que conocen a Juliana nos hablan de su infinita ambición, de sus múltiples amigos y de sus múltiples enemigos. Pese a su “finezza” es persona que cae muy bien o cae muy mal. En sus colaboraciones en Onda Cero, en el programa de Carlos Herrera, ya han tenido que cambiarle de día en tres ocasiones, pues, al menos, dos contertulios se han negado a compartir mesa con él. No lo aguantan.

Sí lo aguanta –y lo adora- el cardenal Martínez Sistach. Ha hallado en Juliana su hombre clave. Cierto contacto en Roma, cierto contacto en Madrid, cierta presencia en la iglesia, sin implicarse mucho, que en eso no hay que hacer sombra a nuestro arzobispo. Es el hombre perfecto. El agente doble. Días de gloría nos va a proporcionar. Es un tipo incansable. Un periodista político, no un periodista eclesial. Le encanta a Sistach. Sabe nuestro arzobispo que no acaba de caer bien a la progresía. Hablan de él como un cobarde. Si pudiere entregarles la cabeza de Losantos... En ello colaborará Juliana. No les quepa la menor duda.

 

Los acontecimientos podrían precipitarse – 10/06/2008

Para estar bien informado, uno ha de acudir a las mejores fuentes. La mejor información sobre la curia romana la tienen los llamados vaticanistas. Estos ya han irrumpido en la aldea global de internet. Allí están, a golpe de ratón, los más reputados: Paolo Rodari, Sandro Magister, Andrea Tornielli, Luigi Accattoli o Marco Tossatti. Últimamente los vaticanistas están acertando en todos sus pronósticos. El último de sus aciertos, al que venían refiriéndose desde hace días, ha sido el nombramiento del Cardenal Antonelli, hasta ahora Arzobispo de Florencia, como Presidente del pontificio consejo para la familia.

El siguiente pronóstico nos puede afectar más de cerca. Se da por segura la jubilación del Cardenal Ruini, como vicario de Roma y su sustitución a finales de este mes de Junio. Concretamente, nos dicen que esperarán hasta el próximo día 21 de Junio, fecha en la que va a celebrar los veinticinco años de su ordenación episcopal.

Para sustituir a Ruini, los vaticanistas nos aseguran que va a nombrarse al cardenal Vallini, hasta ahora Prefecto de la Signatura apostólica. Y para sustituir a Vallini, los mismos vaticanistas dan por probable a nuestro Cardenal Martínez Sistach.

Pero cuando digo que los acontecimientos podrían precipitarse es por el hecho de que el nombramiento de Vallini y el de Sistach fuesen simultáneos. El último traslado de un curial a una sede residencial, fue la designación del Cardenal Crescencio Sepe como arzobispo de Nápoles. Pues bien, el mismo día en que se designaba a Sepe, se cubría la vacante que dejaba en la Congregación para la evangelización de los pueblos, nombrándose al Cardenal Ivan Dias.

Parece que Benedicto XVI no es nada amante de dejar los cargos curiales vacantes. Eso explica también la celeridad en el nombramiento de Antonelli, al mes y medio escaso del fallecimiento del cardenal López Trujillo.

Por consiguiente, si Sistach es nombrado Prefecto de la Signatura Apostólica el nombramiento se produciría este mismo verano.

Pero el celo vaticano en el nombramiento de curiales no es similar –ni mucho menos- al del cubrimiento de vacantes residenciales. Si se designa a Sistach para Roma, podemos encontrarnos con la diócesis de Barcelona vacante durante meses y meses. Conocemos suficientemente la galbana portuguesa del Nuncio. El primer escollo será la designa de administrador apostólico. ¿Carrera? ¿No solo no le jubilan, sino que le encomiendan este marrón? ¿Saiz Meneses o Cortés Soriano? Sería más lógico, pero cuál de los dos.

Aparte de la interinidad, más o menos dilatada, vendría la madre de todas las batallas: La sucesión de Sistach. Aquí sí que Germinans va a hacer oír su voz. Ya no estamos en la misma situación de los terribles 2001-2004 en que se ventiló la sucesión del Cardenal Carles. La extrema resistencia del sector gubernamental de esta diócesis a que les viniera Ureña, acabó con la división de la archidiócesis, desgajando Terrassa y Sant Feliu, encomendándolas a Saiz Meneses y Cortés Soriano.

Los cuatro años de pontificado Sistach han sido una auténtica calamidad. Descenso alarmante de vocaciones, anquilosamiento en los cargos, falta de ilusión, inexistencia de dinamismo, administradores parroquiales por doquier. Los últimos escándalos (Pousa, Vergés, Rodríguez Collado el de los cantorales) no son más que el resultado del desgobierno Sistach.

Si nuestro Cardenal es honrado con un nombramiento en la curia vaticana, no deben repetirse estos cuatro años caóticos.

Si se confirman los rumores, será la hora de Germinans. Ahora no van a ser los de siempre los que hagan campañas en la prensa local como las de “Ureña no a Catalunya”. Ahora las campañas se van a hacer en el mundo libre y gratuito de Internet. Y ahí tenemos las de ganar. Solo debemos utilizarlas como hemos hecho, de forma brillante, imaginativa y audaz. Puede ser la última oportunidad de renovar esta diócesis. Aprovechémoslo.

 

El “ciutada pel càrrec” Alex Masllorens – 05/06/2008

La plataforma “Ciutadans pel canvi” (no confundir con el partido político Ciutadans) fue un invento de Pascual Maragall, al objeto de tener un grupo propio y cuasi-personal, que gozase de una cierta independencia del PSC. Esta plataforma fue siempre mal vista por la inmensa mayoría de los cuadros directivos y afiliados del partido socialista catalán, que la calificaban, despectivamente, como “Ciutadans pel càrrec” (Ciudadanos por el cargo).

Uno de los paradigmas del arribismo y la ambición en los miembros de esta plataforma política es el periodista Alex Masllorens. Diputado al Parlament de Catalunya de 1.999 a 2.006, ha ocupado los cargos de Director de la Agencia Catalana de cooperació al desenvolupament y actualmente es asesor de relaciones externas del departamento de Justicia de la Generalitat. No se trata de unas prebendas muy significativas, pero goza de las mieles del poder. Aunque sea en grado menor. Además, como no le reportan mucho trabajo de despacho, le queda suficiente tiempo libre para escribir articulillos-normalmente ramplones y de poca miga-, en el País y El Periódico de Cataluña. El último artículo que ha perpetrado se titula “Vuelve la santa Inquisición”. Es un ejercicio de estupenda profilaxis. Sin nombrarnos, arremete contra los que escribimos en Germinans y, a la par y sin nombrarlo también, sale en defensa del sacerdote Pousa que confesó haber pagado abortos.

Uno de los exabruptos que nos dedica es el siguiente: “Con actitud farisaica y mezquina, algunos carcas dicen defender a la Iglesia mientras se ocultan en el anonimato de una página web y firman con seudónimos sus secreciones intelectuales; insultan, descalifican y siembran dudas impunemente sobre todo aquel que sostenga algún postulado mínimamente progresista.”

De su lacrimógeno artículo, debemos reconocerle que hable de que usamos seudónimo. El uso del seudónimo es una práctica suficientemente arraigada en el mundo periodístico y literario, para que ahora vayamos a cargárnosla. No digamos el uso del Nick en internet y en el fenómeno blogger. Por consiguiente, Masllorens (a diferencia de algún que otro “picafoc”) no osa centrar ahí el argumento.

No haremos caso tampoco al manido argumento “ad hominem” de carca, pues ya hemos repetido incesantemente que este es un apelativo que proviene de carlista y carcamal y aquí en Germinans, ni somos carlistas, ni mucho menos carcamales. No hay ninguno más viejo que el joven Masllorens.

Omiso caso hacemos también a la falsa imputación del recurso al insulto, inexistente en nuestros artículos.

Todo eso son fuegos de artificio. No, la impudicia del argumento del ciudadano Masllorens reside en que, en Cataluña, desde hace más de cuarenta años, quienes han sido declarados herejes reincidentes e irreductibles, malas hierbas a extirpar, han sido todos aquellos que se han apartado de la progresía cristiana, de la que forma parte el exdiputado. Se llena la boca Masllorens con la santa inquisición, cuando los esbirros del Santo Oficio clerical catalán han tenido patente de corso para definir como impío, profano, indecente, abyecto e infectado por el más pernicioso tradicionalismo a quienes no se han sometido a sus dictados progresistas.

Eso sí, esa nueva Inquisición se había vuelto astuta. Arrinconaron los sayos con el capirote y se rodearon de un halo de hipócrita santurronería. Cambiaron de cara, pero su esencia permaneció inalterada. Si en Cataluña ha existido algún heredero de la Inquisición han sido todos aquellos progresistas que han venido –y todavía vienen- mandando en la iglesia catalana. Recordemos lo que dijeron de Carles, lo que le dicen a Saiz Meneses o a Romà Casanova o las insidias que dijeron de Méndez Hellín. Ejemplos a miles. No hace falta seguir.

Ahora les ha salido una criadita, modesta, pero respondona, que, además, ha sabido utilizar la fuerza de las nuevas tecnologías. Y no pueden con ella. Uno de los descubrimientos tras haberme adentrado en la figura del ciudadano Masllorens es que tiene un blog. Un blog al que no entra nadie, con 0 comentarios. Esta es la cara de su fracaso. Quieren estar presentes en el mundo libre y gratuito de Internet y nadie les lee. Nadie les quiere, porque no interesan. Masllorens sin comentarios, Germinans, 90.000 visitas en un año. Está claro.

Este país es tan pequeño que nos conocemos todos, querido Alex. Todos menos a los que hacemos Germinans, que sois tan indolentes que no lográis adivinar quién está detrás de cada uno de nuestros seudónimos. ¡Trabajad un poco! ¡Qué no fa mal!

 

 

El talibán Vergés – 27/05/2008

El signo distintivo de los talibanes es su fanatismo y cerrilismo ideológico. Entre algunas de sus monstruosidades, siempre se destaca la destrucción de los Budas gigantes de Bamiyán. Daba igual que fueran unos tesoros arqueológicos o que hubieran sido declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO; se sentenció su demolición y así se cumplió.

Salvando las distancias, me venía a la mente ese ejemplo de cerrazón talibanesca, al leer la disparatada carta al director del Avui de Mossén Francesc Vergés. El párroco de Santa Dorotea, aplicándose aquello del “antes muerta que sencilla” o “antes pobre, que española”, se tira piedras contra su tejado y hace un llamamiento a no marcar la x en la declaración del IRPF, al objeto de no hacer seguimiento a la Conferencia Episcopal Española. “No badeu”, dice textualmente. Ese curioso “badar”, de difícil traducción exacta, sino se quiere caer en el riesgo del “traduttore, traditore”.

Los que hemos tenido la dicha de conocer al talibán Vergés, no nos ha sorprendido el tosco argumento de su carta. Su montaraz nacionalismo, su obstinación en el catalanismo, unido a su personal carácter arisco y desabrido, se reflejan en ella. Es una opción personal. La opción Vergés. El problema es que Vergés hace 31 años que es rector de santa Dorotea; sigue siendo párroco, con ochenta años de edad y parece que no hay prisa alguna en jubilarle. Total, en el estado de abandono que tiene su parroquia, el día en que Dios lo llame, no se cubrirá su puesto y pasará a ser una más de las agrupaciones parroquiales. Es la política Sistach, que parece que este año se va a cumplir de forma exacta, a pesar de que ha sido un curso bastante malhadado en cuanto a fallecimientos: Puxan, Galbany, Dachs, entre otros.

Aunque también deben pensar que una parroquia que no celebra misas cada día debe ser una de las principales candidatas a ser agrupada con otra. Puede Vergés rasgarse las vestiduras, pero el estado actual de Santa Dorotea es bochornoso. Junto a un jesuita de 82 años (mayor que él) que le ayuda, no pueden celebrar misas más que en días alternos. La feligresía le ha abandonado e incluso muchos de ellos se han ido a la parroquia de San Isidro de Hospitalet, que lleva muy dignamente Mossén Francesc Prieto, debiendo cruzar la antipática Plaza Cerdà. Todo antes que aguantar al mal encarado de Vergés. Es evidente que, con estos antecedentes, jamás será parroquia de referencia.

Vergés es también uno de los curas que van con el Avui bajo el brazo. Si ya es alarmante la situación económica y financiera de dicho periódico, algún día habrán de agradecerles a una serie de sacerdotes, que hoy están entre los 70 y 80 años, que vienen comprándolo desde sus inicios. Entre ellos está nuestro indómito talibán. Camisa vieja del Avui. Me ha pasado ya en más de una ocasión, veo comprarlo en un quiosco y detrás está un sacerdote. Lo que jamás veo es a un sacerdote joven. Comprando el Avui, claro. A esta quinta de camisas viejas del Avui, sus deseos jamás se hacen realidad. Soñaron con el ideal de una conferencia episcopal tarraconense, independiente de la española y seguirán fantaseando. De fracaso, en fracaso, con el agravante de que el tiempo pasa y no perdona.

El problema de la carta de Vergés es que nos da la verdadera dimensión del caos que se ha instalado en la diócesis. Del ideal pacificador de Sistach hemos pasado al caos diocesano. Caos lógico, por otra parte, en una diócesis, cuyo Consejo presbiteral, está formado en su secretariado por el macarthysta Brustenga, el Romeu de Cal Picafoc y el elimina-procesiones Cabot. ¡Vaya reuniones deben hacer! Debían ser grabadas y colgadas en you tube.

Y va a más. El caos se agiganta últimamente. Cuando no se habían apagado los ecos del “puer haeres” de nuestro Cardenal fotografiado megáfono en mano, uno de sus sacerdotes confiesa haber pagado abortos y cuando se sigue hablando de este escándalo, el talibán Vergés le publica una carta en el AVUI, desautorizando la campaña de la x en la declaración de la renta, fomentada por la Conferencia Episcopal Española, de cuyo Comité Ejecutivo forma parte nuestro Arzobispo. Parece un sainete o una comedia de enredo, pero es la pura realidad. Ahora solo hace falta preguntar ¿Cuál será la próxima? ¿Chi lo sa? A lo mejor, lo sabe el propio Vergés. O su organista.

 

El último sacerdote tiroteado en Cataluña – 20/05/2008

Mucha gente lo desconoce, pero el último sacerdote catalán no fue tiroteado en nuestra  guerra civil, sino mucho después, concretamente el día 10 de Mayo de 1.981; curiosamente –simple coincidencia- el mismo día de San Juan de Ávila en que, años más tarde, viera la luz Germinans Germinabit. Aquel día, el claretiano P.José María Solé Romà sufrió un atentado en la Travesera de Dalt de Barcelona. También –pura casualidad- tres días antes del atentado en la Plaza de San Pedro contra Juan Pablo II. Mientras caminaba por aquella calle barcelonesa, el Padre Solé Romà fue herido de bala de pistola, únicamente por ser sacerdote, como denotaba su sotana. Nunca se supo quien le disparó. La bala le cortó un nervio del cuello y le afectó el brazo. Al Padre Solé, desde entonces, le acompañó un dolor físico terrible, continuo, agudísimo, que le impedía dormir. Pese a ello, siguió llevando la sotana, aunque ésta le causaba molestia física en el brazo maltrecho por el atentado, que debía llevar al aire libre, ya que no podía ni aguantar el peso de la ropa. Posteriormente, por deseo de sus superiores, se sometió a una larga operación quirúrgica, de la que ya no salió bien. Arrastró las consecuencias de aquella maldita bala y falleció el día 19 de Enero de 1.992.

El Padre Solé Romá había sido el primer párroco del Inmaculat Cor de María (parroquia sita en la Calle Sant Antoni María Claret 45 de Barcelona); superior de la comunidad; viceprovincial; director de la Asociación sacerdotal de San Antonio María Claret. Había nacido en Miralcamp, provincia de Lérida, diócesis de Solsona, el 5 de Agosto de 1.913. Durante la guerra civil pasó innumerables penalidades. Había sido ordenado sacerdote el 19 de Abril de 1.936 y destinado a Solsona, fue preso por el Comité de Mollerussa en 1938 y trasladado a un campo de concentración de Francia, de donde regresó moribundo, sin fuerzas, esquelético.

Podía haber sido mártir de la guerra civil y fue mártir del año 1.981. Un mártir de tercera división. Nadie investigó el atentado, ni tan siquiera lo reivindicaron, poco se publicó de él y solo la voluntad de unos cuantos fieles permitió la pervivencia de su recuerdo. Casi pasó como con la canción de Pedro Navaja: “No hubo preguntas, no hubo curiosos, nadie salió”.

Pero no solo se ocultó el atentado en los medios de comunicación, sino, lo que es más grave, su martirio fue ocultado por la propia comunidad claretiana, de la que formaba parte.

Los claretianos catalanes hacía tiempo que querían acumular méritos ante la progresía. Entre otras cosas, al bueno del Padre Esqué Montmany casi lo desahuciaron de su propio templo y le obligaron a buscarse unos bajos, donde promocionar la Obra cultural mariana, que hasta entonces desarrollaba en los propios locales de la iglesia.

Era la versión catalana de la deriva de los claretianos. Pero en Cataluña tenían una de las joyas de la corona: La Fundació Claret, con los colegios Claret y la librería Claret de Calle Lauria. Acababa de restaurarse la Generalitat y se iniciaba su política de subvenciones y enseñanza concertada. Pero para beneficiarse del manto subvencionador y del concierto educativo, debía pagarse un peaje políticamente correcto. Y a fe que los claretianos catalanes se aplicaron con el máximo esmero. Miren solo el primer punto de su ideario:

"A la Fundació Claret, més enllà de les creences religioses que ens guien i mouen, creiem en els valors humans com a motor social i de canvi envers una societat més sostenible, justa i fraterna per a tothom. I creiem que la família és l’espai privilegiat on es viuen i transmeten aquests valors."

Es difícil encontrar una atinada traducción a ese “Mes enllà” tan oportunamente colocado. Y subordinado. Ese párrafo es ejemplar. Tenemos creencias religiosas (todavía) pero no son ellas las que nos mueven, sino los valores humanos (importante aclaración) y la búsqueda de una sociedad más sostenible, justa y fraterna.

Esclarecedor. Este pequeño párrafo del ideario de la Fundació Claret representa a las claras en que se ha convertido esta pléyade de fundaciones y colegios religiosos. Un conglomerado de intereses, en los que las creencias religiosas son un mero añadido. Algo superfluo. Un “mes enllà”.

Sin embargo, a pesar de su presencia institucional y de que la Fundación está presidida por el ex - Conseller de CIU, Xavier Pomés, los claretianos catalanes van dando tumbos, de fracaso en fracaso. Para palparlo solo hace falta acudir al bello santuario del Cor de María de la Calle Padre Claret. O al vecino templo que también regentan en Santo Tomás de Aquino de la Calle Roger de Flor. A pesar de beneficiarse del colegio adyacente, son una de las iglesias que menos misas dan. Puede compararse con otras que tienen colegios como todas los de los salesianos o con la de los misioneros del Sagrado Corazón. Su actual rector, el Padre Sanz Vela, es un curioso personaje, más dado al teatro que a la pastoral. En sus misas, a veces, invita a la gente a relajarse y a respirar profundamente, antes de la celebración. Obviamente y  a pesar del tirón del colegio, la gente se le ha ido. Aunque, eso sí queda muy bien  con las fuerzas vivas (más bien muertas) del progrerío, hace propaganda de Foc Nou y es mimado por sus puntas de lanza. Mimado, pero sin ninguna iniciativa eficaz.

Todos forman entre sí un “totum revolutum”. Lo que es triste y lacerante es que en ese revoltillo no se admita ni tan siquiera el recuerdo al Padre Solé Romà. Un mártir de categoría inferior.

 

Felicitats, Bisbe Joan! – 13/05/2008

Ayer, 12 de Mayo, el obispo auxiliar de Barcelona, Monseñor Joan Carrera Planas cumplió 78 años de edad. ¡Felicidades! Dos días antes, Germinans cumplía un año de vida. Hace un año ya hablábamos de la sustitución de nuestro obispo auxiliar. Nuestro inmediato antecesor, el blog De Bello Pallico se cansó de dar noticias sobre su malograda y desbaratada sucesión. No es mi intención versar sobre la cadena de despropósitos en que se ha convertido, aunque parece irremediable que nuestro íter y nuestra suerte van unidas a la de Carrera. Incluso algunos se han sorprendido siempre que muchos de los articulistas de Germinans hayamos defendido al obispo auxiliar de Barcelona. A pesar de que él jamás ha comprendido Germinans, ya que, tributario como es de la galaxia Gutemberg, no ha llegado a entender plenamente el fenómeno de internet; si bien también es cierto, que a diferencia de otros, no se ha involucrado en la red. Resulta curioso que algunos petimetres que se dan pábulo en internet, luego critiquen que se hable a través de nicks. Quieren estar presentes en la red, pero solo quieren sus ventajas, no sus inconvenientes. Son así de vivos.

Monseñor Carrera es nacionalista y, como nacionalista catalán, ha unido su suerte al progresismo eclesial. Pero quedarnos solo con eso sería una visión muy simplista y estereotipada. De los cinco obispos auxiliares que designó el Cardenal Carles, Carrera era el obispo más progresista. Pero curiosamente también fue el obispo más tolerante con todos –absolutamente todos- los sectores de la diócesis. Fue asimismo el obispo menos sectario, menos intrigante y menos maquinador de aquel equipo de básquet que formaban los cinco auxiliares. También era el más culto y el más preparado de ellos. Cercano a todos sus sacerdotes, sin distinción de procedencias, ni hierros. ¡Qué distinto a Soler Perdigó! ¡ Y a Vives, el de la “esveramenta”! Reducido desde un inicio al sector del Maresme y del Besós, no oirán a ninguno de sus curas que hable mal de él. Curiosamente los tiene a todos de acuerdo.

Cierto es que no es el mismo Carrera el que hubo en Llefià y en la parroquia de San Isidro de Hospitalet que el Carrera obispo auxiliar. El mismo ha reconocido que Juan Pablo II produjo un cambio en su vida. Ello ya podía vaticinarse en el libro que escribió en 1994: “Del postconcili al postprogressime”

Junto al obispo Tena han sido los únicos del equipo de básquet, que quedarán como auxiliares eméritos. Pero a diferencia de Tena, que rechazó suceder a Monseñor Azagra como obispo de Cartagena-Murcia, Carrera jamás fue promocionado. Aquí se quedó. Con la paradoja de que fue mucho más auxiliar de Carles que auxiliar de Sistach. El actual arzobispo lo ha ninguneado siempre. Todavía tengo impregnada en mi retina la imagen de la salida del funeral del obispo Marcelo González Martín. Sistach, rodeado de Baró, Gordo y sus canónigos. Carrera, solo, cabizbajo, camino del palacio episcopal. Y eso era en el año 2.004. Todavía no había presentado su renuncia. Pero su pesadumbre mostraba que sabía lo que se le venía encima. Y la presentó puntual el 12 de Mayo de 2.005. Han pasado tres años y todavía no ha podido gozar de los laureles de una merecida jubilación. Pero ha soportado estoicamente el calvario de este trienio, aún a sabiendas de que la insistencia de Sistach en la promoción de Turull, le está retrasando su retiro. Y Carrera sigue callado, sin decir ni pío, a pesar de que ya se ha dado cuenta de la infinita ambición del actual Rector del Seminario. ¡Ay, si un día a Carrera le diera por hablar! ¡Qué sorpresas se llevarían algunos sepulcros blanqueados! Esa infinita ambición de Turull es la causa de esos tres años de inexplicable prórroga en su mandato, que lo han convertido en el decano de los obispos españoles. El único prelado en activo con setenta y ocho años. Por obra y gracia del empecinamiento de Sistach. Él ha sido quien no le deja retirarse a su pequeño piso de Bufalá, al cuidado de la fiel Mercè. Con todo, le reitero mi felicitación, Bisbe Joan: Per molts anys i a poguer ser, jubilat.

 

Las intrigas del Co-príncipe - 06/05/2008

Sabido es por todos que el Co-príncipe constitucional de Andorra se aburre como una ostra en la Seu d’Urgell. Mi admirado y querido Antoninus Pius nos relató, en dos magníficos artículos (Splendor Veritatis del 2 y 4 de abril de 2008), lo a menudo que suele bajar Vives a Barcelona a “remenar la cua” y su inagotable capacidad de medrar. Parecía que al co-príncipe lo habían dejado fuera de juego con su relevo en la presidencia de la Comisión de Seminarios de la CEE, pero el que es intrigante siempre, lo es de por vida. La máxima ambición del Obispo Vives es ser el sustituto de Sistach en la sede barcelonesa. Para ello necesita tener peones en el episcopado catalán. Con la pronta jubilación de Soler y Traserra ya no tendrá a ninguno de los suyos. La jugada -para la que no está escatimando esfuerzos- es colocar a dos hombres suyos para los futuros nombramientos de Lérida y Gerona. Y ahí ha  desplegado su inmensa capacidad de enredo.

Ya hace días que Vives estaba haciendo correr el nombre de su amigo Enrique Benavent, auxiliar de Valencia. Era su ideal para Gerona. Algo ha pasado que no ha cuajado la promoción, pero Vives es inaccesible al desaliento. Se ha sacado de la manga la carta Taltavull.

Sebastián Taltavull Anglada (Tià para los amigos) es un menorquín que ocupa el cargo de Secretario técnico de la Comisión de pastoral de la CEE. Fue designado vicario general de la diócesis balear por el Obispo Deig y Rector del Seminario por el obispo Ciuraneta. Ha seguido siendo el hombre de confianza del obispo Piris. Pero había que presentarlo en sociedad. Y presentarlo a la manera Vives. Noticia en los dos principales rotativos catalanes (La Vanguardia y El Periódico) con la lógica coletilla de un hombre dialogante y de talante abierto, que lo haga aceptable por la progresía local. Para familiarizarnos con su rostro, se rescata una foto del sacerdote con clergyman, aunque habitualmente no lo usa. Como antaño el propio Vives. Si además, algún representante del clero gerundense nos lo dejaba bien, bingo. Así lo hizo el Burxeta (por favor, no cierres tu blog, que es el único de la progresía que tiene nervio y fibra) que lo conocía personalmente de los movimientos escultistas. Y por fin, como no hay boda sin la tía Juana, el simplón de Llisterri recibió el encargo de redactar un artículo laudatorio en su blog. Artículo con algún error (dice que hace diecisiete años del último obispo salido de un seminario barcelonés, cuando hace quince) pero suficientemente ilustrativo de la capacidad intoxicadora del co-príncipe.

Añádase a ello que al Nuncio le encanta Taltavull y que, como también es Nuncio en Andorra, suele tener comunicación fluida con Vives. Menuda paradoja la del portugués rindiendo pleitesía a un obispo, en su calidad de co-jefe de estado, aunque lo sea de un minúsculo paraíso fiscal. Pero ya tenemos la cuadratura del círculo. “Ha de sortir rodó”

A la par de la presentación en sociedad de Taltavull, no ve Vives con malos ojos la designación de Piris para Lérida, aunque hay que decir que Piris ha aparecido en infinidad de quinielas (hasta sonó en su día como sucesor de Carles) y no se ha movido de Menorca.

De confirmarse estos rumores sería un golpe genial de Vives y un respiro para los agonizantes progres gerundenses, porque al co-príncipe ni le preocupa el estado de la diócesis, ni el Foro Alsina, ni la presencia de curas pro-aborto, ni el languidecimiento de aquella iglesia particular, ni nada de nada. Solo le preocupan sus ambiciones. No puede quedarse solo ante el duelo que va a tener con Saíz Meneses, para suceder a Sistach. Lo que pasa es que el obispo de Terrassa juega con una labor y unos números incontestables. Trabajo versus intriga. Por ahora se ha premiado el trabajo del egarense, pero la capacidad medradora del co-príncipe es inusitada.

Con todo hay que decir que si se nombrase a Taltavull o a Piris sería una pésima noticia. Constituiría una verdadera quiebra en el estilo de nombramientos que se están efectuando en este papado. La sola comparación con el País Vasco (donde se ha promocionado a hombres como Iceta o Munilla) sería frustrante. Que Cataluña fuese la excepción en esa línea de nombramientos resultaría inconcebible. Inconcebible y letal.

 

La cuota eclesiástica de la Creu de Sant Jordi – 29/04/2008

Acabamos de celebrar la fiesta de Sant Jordi, tan típicamente catalana. En la festividad del santo patrón, la Generalitat tiene la norma de condecorar “a aquellas personas que se hayan distinguido en la promoción de la lengua y cultura catalanas, así como por su proyección exterior”. La distinción es impuesta por el Presidente de la Generalitat, celebrándose la ceremonia el día de Sant Jordi.

La condecoración ha topado a veces con algunos patinazos, como cuando fue retirada a Enric Marcó, por haberse inventado su estancia en campos de concentración nazis o cuando el genial Albert Boadella se negó a recibirla porque: “Vaig agrair al tripartit que se'n recordés de mi, però els vaig fer veure que no era la persona adequada per rebre un premi que Jordi Pujol va inflar fins al punt que l'únic que ens podem preguntar avui és qui no té la Creu” (“Quiero agradecer al tripartito que se acordase de mi, pero les quiero hacer ver que no era la persona adecuada para recibir un premio que Jordi Pujol infló hasta el punto que lo único que nos podemos preguntar hoy es quién no tiene la cruz”).

La posesión del galardón concede el derecho a tener esquela gratuita a la muerte del condecorado. Por obra y gracia de la laicidad reinante, actualmente dicha esquela mortuoria carece de cruz. A pesar de distinguirse el premio con conceptos tan poco laicos como una cruz y de Sant Jordi. Así se ha podido ver recientemente, sin cruz, la esquela de todo un Abad emérito de Montserrat.

A pesar de estas graciosas coherencias, lo cierto es que desde el año 1.982, siempre ha aparecido entre los galardonados alguna persona o institución relacionada con la iglesia. Vamos a repasarlas:

1982: El jesuita padre Batllori.
1983: El obispo de Vic Ramón Masnou.
1984: Sor María de Sant Joan.
1985: Hospitalitat Mare de Deu de Lourdes.
1.986: El director de la escolanía de Montserrat Ireneu Segarra.
1.987: Mosén Joan Bonet Baltà, fundador de la parroquia de Sant Isidre de Hospitalet de Llobregat.
1.988: Mosén Pere Batlle i Huguet, director del Museo diocesano de Tarragona.
1.989: Solo hubo un premio (no volvió a pasar jamás).
1.990: El obispo Casaldàliga.
1.991: Dom Cassià María Just.
1.992: Casimir Martí Martí, fundador de la revista El Pregó y Sor Genoveva Masip.
1.993: Federació de cristians de Catalunya.
1.994: Mosén Batlles.
1.995: Mosén Ballarín, el benedictino Maur M.Boix.
1.996: Mosén Josep Dalmau.
1.997: El Padre Martín Patino.
1.998: El arzobispo Ramón Torrella.
1.999: El capuchino Padre Llimona y Mossén Rovira Belloso.
2000: Mosén Jarque, y los benedictinos Marc Taixonera y Anscari María Bundó.
2001: Junta constructora del templo de la Sagrada Familia.
2002: El obispo Antoni Deig.
2003: Centre catòlic de Sants.
2004 : Mosén Modest Prats.
2005: Monasterio de Poblet y Venerable congregación de la Mare de Deu dels Dolors de Besalú.
2006: Mosén Daniel Fortuny Pons.
2007: El catedrático de Derecho Canónico Bajet Royo y el Obispo Ciuraneta.

Como puede observarse, salvo alguna excepción, el perfil de los galardonados es idéntico. Todos se hallan dentro de la progresía clerical catalana. Sería inimaginable que se concediera la creu de Sant Jordi al Obispo Saiz Meneses, a pesar de haber fundado un seminario en la Cataluña actual o a Josep Miró i Ardèvol o e-cristians, aunque sea el movimiento católico de mayor raigambre nacido en Cataluña. No entran dentro de sus parámetros.

Pero si esto vino ocurriendo hasta el año 2.007, en el actual 2008 ya no aparece la cuota eclesiástica en ninguno de los premiados.

Ello refleja el ocaso del progresismo eclesial: ya no encuentran a quien distinguir. Han concedido tantos laureles, que ya no queda a quien condecorar. Se han acabado. Los pocos que quedan ya no acumulan ningún mérito, ninguna aportación, ningún decoro. Se imagina alguien que se condecorase al Picafoc, o a Toni Nel.lo, o a Brustenga, o a Mosén Pousa. Sería la puntilla definitiva a la Creu de Sant Jordi.

En esa encrucijada nos hallamos, ya no quedan progres a quien premiar, pero el establishment tampoco puede galardonar a aquellos eclesiásticos catalanes que sí cumplen con los requisitos de promocionar la proyección exterior catalana, pero desde las antípodas a la progresía. Claro que, en este caso, la Creu de Sant Jordi se la tendría que llevar Prudentius de Barcino, que, tras los aludidos Saiz Meneses y Miró i Ardèvol, es el eclesiástico catalán más conocido en el mundo que carece de la distinción. ¡Como se iban a rasgar las vestiduras aquellos que escriben artículos lacrimógenos por encargo¡ ¡Qué escalofríos iban a recorrer por sus espinas dorsales, tras su habitual llorera¡ Aunque, con Creu o sin ella, es una realidad incontestable que el futuro de la iglesia catalana está en esas manos. Por tanto: ¡Allá películas¡ ¡Y Creus de Sant Jordi!

 

 

Los nombramientos de Benedicto XVI - 22/04/2008

Los nombramientos de obispos españoles durante el pontificado de Benedicto XVI están empezando a tener una orientación clarísima. Veamos quienes son los designados durante el actual papado: Yanguas en Cuenca; Munilla en Palencia; Cerro Chaves en Coria-Cáceres; Carrasco Rouco en Lugo; Martínez Camino como auxiliar de Madrid; Mario Iceta como auxiliar de Bilbao. Y no sólo en España, los recientes nombramientos episcopales de dos sacerdotes que celebraban la misa por el rito extraordinario como son el francés Nicolas Brouwet, como obispo auxiliar de Nanterre y James Conley como obispo auxiliar de Denver siguen por similar dirección. En su mayoría se trata de obispos jóvenes, menores de 50 años y que se hallan en las antípodas de la progresía clerical, tan preciada en estos pagos.

La última guinda, además, no ha sido un nombramiento episcopal, sino la designación de Josep Miró i Ardèvol como miembro del Pontificio Consejo para los laicos. El nombramiento les ha sabido a rayos y lo han convertido en su nueva bicha, preconizado por el propio Vaticano, sin siquiera la intervención de Sistach, que lo considera “un integrista”. Se han puesto a temblar. Que un catalán haya fundado uno de los movimientos laicales más activos y fructíferos de los últimos tiempos, no casa en sus estereotipadas y esquemáticas mentes: si es catalán ha de ser progre. Pues no. Miró i Ardèvol les ha desecho el argumento. ¿O es que acaso me puede decir alguien que catalán moviliza, en nuestros días, un movimiento cristiano con más éxito?

Si a ello se une un silencio sepulcral, una ausencia absoluta de rumores, la eliminación de los más que retratados candidatos (Turull, el del megáfono; el tímido Bacardit o el curial y ya sesentón Galtés) junto con la premiosidad vaticana y la galvana portuguesa del Nuncio, explican que los nervios empiecen a desatarse. En Barcelona, en Lérida y en Gerona. Lo ven tan crudo que, a excepción de algún curial gerundense, que teme por su puesto episcopal, los demás se dedican a filosofar sobre la forma de nombrar obispos.

Ciertamente ha pasado su tiempo. Una generación joven, muy bien preparada, tanto académicamente como pastoralmente, está cogiendo las riendas, gracias al Papa Benedicto XVI.

Obviamente, Cataluña no va a ser una excepción. Sería inconcebible pensar que el Santo Padre apueste por un tipo determinado de obispos para todo el mundo, a excepción de Cataluña. El “fet diferencial” no llega al Vaticano. Excelentes sacerdotes hay, hoy en día en Cataluña, que cumplen con esos rasgos. El futuro estará en sus manos. Sus nombres se unirán a los de Saíz Meneses y Romà Casanova, nuestros más jóvenes prelados.

Realmente resulta curioso que un Papa anciano haya pensado en unos jóvenes mitrados para renovar una iglesia, que ha perdido comba, en la mayor de las veces por un progresismo fracasado. Desde Cataluña queremos participar de esta nueva renovación. Solo me queda una última petición: No tengan miedo a reacciones contrarias. Fíjense donde han quedado sus últimas campañas. Una: Del boicot a Mario Iceta, la nada más absoluta. Ni están, ni se les espera. Una maravillosa y concurrida celebración de ordenación episcopal, sin desentono alguno. Otra: la patética campaña de “volem bisbes cristians”, sigue con 1002 adhesiones desde el pasado mes de Febrero. Llevan casi un mes, sin conseguir ni una firma. Ni una.

Ya no les queda fuerza, ya no les queda ningún vigor; saldrán personajes anecdóticos, reacciones pintorescas, alguna extravagancia, pero el futuro ya no es suyo. Por eso están tan nerviosos. Es comprensible.

 

La foto que los delata – 15/04/2008

La foto de Turull megáfono en mano es ejemplar. No solo por el ya amortizado Rector del seminario, sino por los rostros que lo observan y parecen escucharle. Parece una foto de los seguidores del Barça-2008. Este Barça que lo pierde prácticamente todo y que, muchas veces, de su derrota hace virtud, exactamente igual que en nuestras inventadas derrotas patrióticas. Estos rostros ancianos, cansinos, decrépitos, que ya solo son capaces de tararear aquella cancioncilla del “Som gent pacífica i no ens agrada cridar”, no representan más que un teatro decadente. Mera figuración. Grotesca figuración. Pero el coro que escucha a Turull en su día fue joven. Y arrogante. Todo aquel que haya pasado por alguna de las parroquias que regentaron habrá conocido su prepotencia, su presunción, el escarnio que reservaban a todos los que no pensaban como ellos. Te consideraban un reaccionario, un troglodita, un cretino, te hacían la vida imposible y te colgaban el clásico sambenito de carca. Así se conocía al cura que iba con sotana o clergyman y al feligrés que comulgaba en la boca o se arrodillaba en la consagración. Carca era lo más suave que podía escuchar.

Pero todo pasa, incluso los años, y llegó un momento en que temieron perder su parroquia y, con su parroquia, los privilegios adquiridos, por eso se manifestaron y utilizaron al compañero de viaje Josep María Turull.

En aquel momento, el de la manifestación del 11 de Junio de 2.004, tenían miedo. No estaba claro que iba a pasar, la diócesis se dividía y los rumores apuntaban a Pujol Balcells y Saiz Meneses como nuevos obispos. Cierto que volvía Sistach a Barcelona, pero capitidisminuido y rodeado de un opusdeista y un hombre de Carles. Luego, el opusdeista fue enviado a Tarragona, se nombró a Cortés Soriano y se demostró que no había para tanto. Pero en aquel momento tenían pánico. Sus rostros les delatan.

Pero se reciclaron. No sé si fue el pacto del capó o el pacto del Palau, pero espantados como polluelos fueron a refugiarse bajo las alas de Mamá Clueca. Y Mamá Clueca que los conocía de sobras, les acogió con fraternal cariño y les concedió lo que buscaban: cargos, mando, poder. Ya no perdían los privilegios que temían, seguían con sus parroquias y con sus consejos, pero, a cambio, Mamá Clueca les exigió que no le hicieran ninguna oposición, que no hubiera ruido, que el silencio amparase la diócesis, pues –decía- la habían escogido como pacificadora.

Y lo consiguió. No solo no ha habido otra manifestación de curas, sino ni tan siquiera un manifiesto, incluso algunos de ellos han vestido clergyman y sotana y hacen flexiones y reverencias. Lo nunca visto. Sin embargo, Mamá Clueca se olvidó de acogerlos a todos. Les salió la criada respondona por donde menos lo esperaba. Y así se fundó en Terrassa un seminario que le hace la abierta competencia y una sencilla página web como ésta le quita el sueño, hasta el extremo de circular listas macarthystas de sus posibles inspiradores.

Pero a los otros ya los tiene en el redil. Con un precio muy barato. Para ellos, no así para la diócesis, que languidece por una pendiente caótica, dando bandazos por un lado y otro, sin saber a dónde se destina. Sin un rumbo claro. Tanto que un día se pone sotana y solideo y otro día clergyman, depende del auditorio al que se dirige. En eso se parece a su maestro, el Cardenal Jubany, si toca conservador, de conservador y si toca progre, de progre. Si me he de rodear del Opus, con el Opus; si me he de rodear de catalanistas, de catalanista. Digamos a cada uno, lo que quiere escuchar. Incluso llega a utilizar a los kikos, si tiene que conseguir presencia juvenil, como este último sábado en Santa María del Mar. Ellos siempre le responden y nunca le fallan. Ahí estuvo, presentando el Plan Pastoral, rodeado de chicos del Camino. Un día unos, un día otros. Y “qui dia passa anys empeny ».

Nadie puede llevarse a engaño, los de la foto tenían miedo, pero se les pasó rápidamente. Siguen mandando ellos. Los de siempre. Los del codazo cómplice. Los de la pose de fracasado. Menuda pose. Las fotos la delatan. Pero era pura ficción. Teatro. Del malo.

 

Casabella apuntilla a Turull – 08/04/2008


Vaya “esveramenta” la de este lunes por la mañana. Aparece en El Periódico de Cataluña, a toda página y en la sección “Cosas de la vida” la noticia de un nuevo retraso en la designación de obispo auxiliar de Barcelona. La noticia, firmada por el periodista religioso del rotativo, Jordi Casabella, en sí no presenta ninguna novedad y no viene sino a confirmar lo que venimos adelantando desde Germinans hace casi un año. Pero el gran valor de la noticia está en la foto. Encabeza la información, la fotografía de Turull, megáfono en mano, arengando a las masas sacerdotales que se manifestaron contra la división de la archidiócesis de Barcelona. El líder Turull enardeciendo a un nutrido grupo de curas, en los que, además de las caras de siempre, se pueden distinguir a Toni Román y a Josep María Domingo, posteriormente designados por Sistach como Delegados de Juventud y formador del Centre d’Estudis Pastorals (CEP). Desde Germinans hemos venido insistiendo siempre que el actual Rector del Seminario, tenazmente preconizado por Sistach como candidato a obispo auxiliar, encabezó la manifestación que se produjo, tras la aceptación de la renuncia del Cardenal Carles y el anuncio de la división de la archidiócesis, en el mismo patio del Palacio Episcopal. Como todo lo que contamos, era una verdad como un templo, pero nos faltaba el testimonio gráfico. La foto no circulaba por la red e incluso mucha gente dudaba de su veracidad. Decían: “No es posible, Turull no era. No lo habría protegido Sistach, como lo protege.” La prueba nos la ha proporcionado Jordi Casabella y el Periódico de Cataluña.

Pero la “esveramenta” duró toda la mañana. La foto apareció en la edición impresa de El Periódico. Alguien debió advertir que ello perjudicaba ostensiblemente a Turull y, por elevación, a nuestro arzobispo. El fallo ya se había cometido, pero debían hacerla desaparecer de la red, por eso la foto que acompaña la noticia en la edición digital de El Periódico ya no es la foto de Turull con el megáfono, sino que es una foto de él solo. Aséptica y tan políticamente correcta, que ni tan siquiera se puede distinguir si lleva clergyman o no. Indudablemente el Turull de Palacio episcopal no llevaba clergyman. Ahora ya hemos visto a Turull en tres versiones distintas: El Turull de manifestación, el de clergyman y el perfectamente ensotanado. ¡Qué personaje! Se quedaron cortos con el “cursi, llepa, manaire i garrepa”.

No creo que haya sido el propósito de Jordi Casabella, pero posiblemente hoy han dado la puntilla definitiva a las aspiraciones de Turull. Queriendo o sin querer la publicación de la foto, que a estas horas corre ya por toda la aldea global, pese a los intentos de censurarla, supone el arrinconamiento definitivo de la posibilidad de sustituir a Carrera.

También sorpresivamente, el mismo día en que las diversas fotos de Turull ya no circulan solo por el Germinans, sino por El Periódico de Catalunya, Sistach designa a Turull para un nuevo cargo: Representante personal del arzobispo en la Residencia sacerdotal Sant Josep Oriol. Esta es la residencia donde se acoge a los sacerdotes ancianos o retirados. Coloquialmente se la conoce en ámbitos eclesiales como “el secadero”. ¿Tan bajo cayó de repente nuestro querido Turull? ¿De posible obispo auxiliar a pastorear un geriátrico? ¿De ser el obispo más joven de España a tener que preocuparse de nuestros curas más ancianos? ¿De promesa en ciernes a ser el representante diocesano en la residencia fundada por Don Marcelo González Martín? Sabíamos que el currículo de Turull era vertiginoso: Párroco de San Raimon de Penyafort, Vicario episcopal y Rector del seminario con tan solo 42 años, pero ignorábamos que este frenesí y esta vorágine iban a ser coronados con el broche de representante de su eminencia en la residencia sacerdotal. El broche no pudo ser de oro, esto es la mitra y el báculo, sino que se va a tener que contentar con gestionar plazas libres para nuestros cada vez más numerosos sacerdotes ancianos y a transmitirles el afecto y cariño de nuestro Cardenal. ¡No le faltará trabajo!

Puede que este nuevo trajín, lleve a eternizar-todavía más- la sucesión del obispo auxiliar. Realmente todo el proceso ha sido un verdadero despropósito, por el empecinamiento personal del Cardenal Sistach en la persona de Turull. Las fotos nos retratan (nunca mejor dicho) al sujeto. Es aquello de una imagen vale más que mil palabras.

Sin embargo, aunque el nombramiento de auxiliar de Barcelona no parece culminar, si parece bastante avanzado el nombramiento de los obispos de Gerona y Lérida. Ya dije la anterior semana, que no soy amigo de las quinielas, pero se está comentando mucho que el Obispo Vives está promocionando al auxiliar de Valencia, Enrique Benavent. Valenciano, aunque con cercanías muy catalanistas, lo cual siempre está muy bien visto por el establishment.

Comprobaremos próximamente si las gestiones de Vives resultan eficaces, lo que ya podemos afirmar es que las ambiciones de Turull han sido cercenadas. En el seminario quedará, por obra y gracia de nuestro Arzobispo. También gozará de poder en la Residencia sacerdotal. No podremos olvidarnos de él.

 

¿Salinas a Gerona? – 01/04/2008

Con anterioridad a ser designado Administrador Apostólico de Lérida, el nombre del actual Obispo de Tortosa sonaba con insistencia como sucesor de Soler Perdigó. Casi podría decirse que era su sucesor natural. Con más de diez años en la capital del Baix Ebre y una edad que posibilitaría un pontificado de quince años en Gerona (ni muy corto, ni muy largo) parecía que la rampa de lanzamiento estaba lista. Sin embargo, se cruzó en su camino la administración de la diócesis ilerdense, que ya hace casi un año que lleva ejerciendo. Recuérdese que le obligaron a beber ese cáliz, tras ser rechazado por Pujol y por Vives. Muchos pensaron que esta administración apostólica iba a alargarse hasta dejar zanjado el tema de los bienes de las parroquias oscenses y, por consiguiente, Salinas quedaría sujeto a Lérida, sin posibilidad alguna de pasar a Gerona. Parece que no. Lo de Lérida va a seguir demorándose, ya que la disputa va a pasar del terreno eclesiástico al civil. Dicen que ello va a permitir que se designen nuevos Obispos de Lérida y Gerona para antes del verano, al objeto de que inicien sus mandatos con el nuevo curso. Entonces vuelve a circular el nombre de Salinas como candidato a Gerona.

No he sido nunca amante de quinielas, especialmente porque no acierto jamás ni una, por lo cual no debe interpretarse este artículo con tal afán, sino preguntarme si Salinas sería un buen Obispo de Gerona. No hace falta insistir en la tremenda importancia de los próximos nombramientos de Obispos, ya sea el de Lérida o el de Gerona. Un error podría ser fatal y un acierto renovador sería balsámico.

Desde medios de la progresía se ha venido pintando a Salinas como un conservador españolista, es decir, en su lenguaje, como el verdadero demonio. Pobre Salinas. Qué poco le conocen. Incluso la Sefa ha hecho artículos diciendo que está haciendo méritos para que lo nombren arzobispo de Valencia. Ay Sefa, ¡que ilusa! Pero si Salinas es un bendito… Buena persona; apocado; tímido; más bien falto de carácter; que por no molestar, ni respira. Conocido como el Netol, por su evidente similitud con el muñeco de este producto, en especial cuando sonríe y sus carrillos se expanden lo suficiente. Su labor en la diócesis ha sido más bien pobre. El número de vocaciones de su Seminario ha ido descendiendo hasta unos actuales registros paupérrimos. Y no hablamos de un Seminario cualquiera: Fundado en el año 1.951 por el Obispo Moll Salord, fue un auténtico vivero vocacional, seguido e incrementado en los veintiún años que estuvo Carles como obispo de Tortosa. Su sustitución por Sistach ya marcó un punto de inflexión pero este se ha venido haciendo más pronunciado con el Obispo Salinas.

Con este carácter y estos magros resultados, no parece que Salinas sea el coco que nos presenta la progresía. Al revés, podría ser para ellos un auténtico chollo. Lo que necesita Gerona es un obispo con personalidad, con imaginación, con audacia, con entusiasmo. Un pastor que incardine la diócesis con los actuales rumbos romanos. ¿Es posible? Indudablemente que sí. No me cansaré de repetirlo. El nuevo Obispo debe saber desembarazarse de esas grasas adiposas que se han pegado al gobierno de la diócesis en los últimos cuarenta años y rodearse de los nuevos movimientos que abundan en Gerona. Especialmente, el Opus Dei y San Egidio. No puede ser que una de las provincias con mayor renta per cápita de España esté umbilicalmente acordonada a una placenta incapaz de nutrir ya nada. Es una incoherencia.

Están pues cocinándose los nombramientos. Se oye hablar también de Pardo o de Pié Ninot, a quien esto le haría felicísimo. Se lo creé tanto, que se ha vuelto a poner el clergyman, no solo en Roma, sino en Barcelona. A él, que le desechó Carles, cuando iba en las ternas para auxiliar. Tiene unas ganas locas de ser Obispo, como aquel que dijo: “Ministro, aunque sea de Marina”; el Ninot sería Obispo, aunque fuere de Lérida. Lo que pasa es que ya tiene 67 años y es su última oportunidad. Su último tren. Se ha oído hablar también de un auxiliar valenciano, pero cuidado con los auxiliares valencianos, que no van del mismo palo que el cardenal García Gasco. Han votado a Blázquez y no a Rouco en las últimas elecciones, al contrario del auxiliado. Incluso uno de los auxiliares (Monseñor Enrique Benavent) tiene a un hermano como alcalde de su pueblo natal, Quatrehonda, por el Bloc Nacionalista Valencia, partido de cariz e influencias netamente catalanistas.

Con todo, suponemos que, a estas alturas, Roma ya está curada de cualquier prejuicio y tampoco la van a amedrentar con campañas tan patéticas como la de volem bisbes cristians que, por fin (¡Aleluya!) ha llegado a las 1.000 firmas. En la era de Internet. Mil firmas. Mil. Esperemos, pues, que acierten con el nombramiento y el nuevo Obispo tenga el dinamismo y la audacia que su misión va a requerir. Fíjense en las diócesis de Terrassa y de Vic. Lo están consiguiendo. Con campañas en contra. Obviamente. Campañas de mil firmas. No dan más de sí. El futuro es nuestro. Y a lo mejor me equivoco, pero no creo que pase por Salinas.

 

Contra Carles vivían mejor - 25/03/2008

¡Qué tiempos aquellos! Treinta de los cuarenta arciprestes de la diócesis firmando una nota contra su propio Arzobispo. Recogida de firmas contra el Cardenal. Manifestación de sacerdotes en contra de la división de la diócesis, en las mismas puertas de la Catedral. Concentración de sacerdotes en el Palacio episcopal, arengados por Turull, megáfono en mano. Dimes y diretes, en la prensa. Sal gruesa contra el chófer de Carles. Eterna sucesión de Don Ricardo y boicot permanente a Ureña, como sucesor. ¡Que bien se lo pasaban! Era como un rejuvenecimiento súbito. Los ya envejecidos curas progres de los 60 y 70 volvían a sus andadas veinticinco años después. Ya canosos, barrigones y con muchas recetas de la Seguridad Social, a sus espaldas, pero seguían practicando su juvenil disidencia, su aire combativo. Ya no iban a arreglar el mundo, simplemente la diócesis, pero, aunque fuere a una escala tan minúscula, seguían teniendo un motivo de lucha. Ello les mantenía jóvenes, les reverdecía viejos laureles, les transportaba a aquellos felices y utópicos años en que creyeron posible una nueva forma de Iglesia.

El nombramiento de Carles como Arzobispo de Barcelona les había sentado como una patada en la espinilla desde el primer momento. No sólo por su carácter poco progresista, sino porque no era de aquí. No por ser valenciano, sino porque no era de la diócesis. El Arzobispo quiso hacerse perdonar ese pecado original y promovió cinco auxiliares de la diócesis: Soler, Carrera, Traserra, Tena y Vives. Más o menos de un mismo taranná. Con diferencias de matiz entre ellos, pero asimilables por la progresía. Tampoco se lo perdonaron. Cuando acabaron todos peleados entre ellos y Carles los fue alejando, dando un golpe en la mesa, estalló la verdadera revolución. Boicot a Saiz Meneses y pancartas contra Romá Casanova. Pero fue su último momento de gloria.

¿Qué pasó después? Vino Sistach y fue arrinconando a todos los hombres de Carles. Saiz Meneses ya estaba en Terrassa; Cristau fue sustituido por Sergi Gordo; le quitaron a González Agápito la delegación de Familia y Vida; Prieto fue relevado del Seminario; Méndez de las escuelas cristianas; Martínez Porcell se fue a su cátedra. Además, incrementaron notablemente su presencia en el Consejo presbiteral y pastoral. Sistach les dio cargos. Los conocía muy bien. Y callaron. Como tumbas. Ya no se escucha a Brustenga, ni a Toni Nel.lo, ni a Hortet, ni al ex comunista Catà, ni a Mossén Tano. Tan activistas. El Romeu de Cal Picafoc se mantiene, aunque muy abstruso. Y el elimina-procesiones de Cabot ha quedado como especialista en latin kings. Alguna tenue voz se queja de los obispos catalanes. Pero hablan de ellos en su conjunto. Jamás se refieren a Sistach en particular. Ni tan siquiera acuden a los actos de protesta, que sin la capacidad de convocatoria anterior, han intentado prodigarse, en especial a raíz de la nota de la CEE ante las últimas elecciones. Incluso con el avance en medios telemáticos actual, llevan un mes con la campaña “Volem bisbes cristians” y no han llegado a las 1.000 firmas. Ellos que habían conseguido 6.000 contra Carles, sin internet.

Están feneciendo. Y todo por un plato de mongetes. Por los cargos diocesanos y por no molestar al cardenal Sistach. Qué ejemplo de coherencia. Aferrados al sillón. Han quedado como meros ex combatientes. Ironías del destino.

 

Vuelven los Via Crucis por las calles – 18/03/2008

En su artículo del pasado viernes, mi admirado Antoninus Pius realizó una espléndida disección del maltrato y menosprecio a las procesiones barcelonesas. El retrato era perfecto. La progresía eclesial catalana ha tratado durante los últimos cuarenta años con una displicencia y desconsideración (cuando no clara repulsa) a toda forma de devoción popular, que la ha reducido a simples muestras simbólicas. Con un agravante: El arrinconamiento partió de los propios curas, más que de un abandono por parte de los feligreses. Cierto es también que, fuera de la gran metrópolis, jamás se pudo llevar a cabo, pues la historia procesional catalana es rica, variada y compleja. No hablemos solo de La Passió de Esparreguera y Olesa; dels Manaies de Gerona; la dansa de la mort de Verges o la larga y rica procesión de Tarragona. Me refiero también a las innumerables procesiones del silencio que salen jueves y viernes santo por todos los pueblos catalanes. En ninguno falta su cruz por las calles. Recordemos que de ahí viene el dicho catalán “de treure el sant Cristo gros”.

Pero sí esa costumbre no pudieron arrumbarla de los pueblos, casi lo lograron en Barcelona. Al nulo interés de muchos sacerdotes se unía el éxodo vacacional. Casi, casi, habían desparecido las procesiones y los Vía Crucis por las calles.

Sin embargo, felizmente y a Dios gracias, esta tendencia se ha invertido de unos años a esta parte. Cuando parecía que la cruz ya no salía a la calle, ésta vuelve a salir, en especial el Viernes Santo.

Las parroquias de Sant Raimon de Penyafort y de los Ángeles hacen su Vía Crucis por la Rambla de Catalunya. La de San Eugenio y el Pilar por la Calle Londres. La de San Jerónimo hasta la ermita de San Cipriano. Otros Vía Crucis callejeros son los de la Parroquia de Santa María del Mar, San Vicente de Sarriá, San Juan María Vianney, la Concepción, el Remei, la parroquia de San Juan Bautista de Santa Coloma de Gramenet o la de San Félix Africano. Seguro que hay alguno más, que desconozco. Incluso agradecería para próximos años que nos lo hiciera saber alguno de nuestros amables lectores.

Todos estos Vía Crucis reencontrados tienen un denominador común: Los han recuperado en los últimos años los curas más jóvenes y activos de nuestra diócesis.

Especial mención debo hacer al de San Eugenio y El Pilar. Lo ha restablecido el nuevo Arcipreste de San José Oriol. Dicho arciprestazgo fue en los últimos años una de las puntas de lanza del progresismo eclesial. Con su nuevo arcipreste, conocido como Mossén Nino o con los nuevos párrocos de Sant Llorenç o de la Miraculosa, puede renovarse totalmente su faz. El limpiado de cara puede ser real.

Indudablemente que todo lleva su tempus y que este suele ser largo, incluso penoso, pero algo está empezando a cambiar en Barcelona. Existen motivos de esperanza para la renovación. Lo vengo repitiendo muchos martes. La renovación de la diócesis la van a llevar a cabo estos sacerdotes, mayormente jóvenes, que tienen sus templos llenos, que tienen más niños en primera comunión, que tienen más jóvenes confirmándose, que contribuyen más eficazmente con la economía de la diócesis. Ellos son también los que han sacado el Vía Crucis a las calles. Solo falta que hallen el aliento de su Arzobispo, que sigue orientado a la gerontocracia progresista. ¡Cuídelos, Eminencia! No vaya a pasar como con Mossén Deulofeu, que impulsó la procesión de la hermandad del gran Poder y la Esperanza Macarena y, con la división de la diócesis, apretó a correr a Terrassa.

 

Quina esveramenta! (*) - 11/03/2008

“Quina esveramenta, quina esveramenta, però quina esveramenta és aquesta!” se le oyó decir al Obispo Vives en una entrevista del locutor Antoni Bassas en Catalunya Radio, después de la nota de la CEE ante las elecciones generales.

Estaba muy nervioso el co-príncipe, al borde del síncope. Sus alaridos -a lo Gracita Morales- lo evidenciaban. Ahora se explica todo. Vives no quería ruido. Se jugaba su futuro. En la permanente de la Conferencia Episcopal y-quizás- en su anhelada promoción a Barcelona, cuando tocase sustituir al cardenal Sistach. Porque como discípulo aventajado de Jubany, hay un Vives en Cataluña y otro en Madrid y en Roma. Debe traerse aquí a colación el retrato perfecto (de Jubany) que efectuó un brillantísimo Monseñor González Agápito en TV3, a pesar del titular tendencioso de la propia web de TV3 y de Llisterri, que se debió limitar a copiar el título, sin ver la entrevista. De haber visto la entrevista, seguro que no habría ensalzado la mayor crítica que se ha oído en TV3 contra una determinada forma de entender la iglesia catalana. Justamente, la que preconiza el propio Llisterri. Aunque ya se sabe que hay artículos suyos que se entienden (cuando se los escribe Toni Nel.lo) y otros que no (cuando los escribe el propio Llisterri).

Pués si, esveramenta i grossa. Tan grossa que Vives ha desaparecido de la permanente de la CEE y ha sido sustituido por Saíz Meneses. La nueva bestia parda del progresismo católico catalán. Seguro que no lo considerarán un bisbe cristià, aunque haya creado un seminario de la nada y tenga la diócesis con los mejores números de la iglesia catalana. Y en paz. Sin esveramentes.

Se fue Vives de la CEE, pero la representación catalana en la Conferencia Episcopal ha vuelto por donde siempre había estado. Recordemos, cuales han sido los obispos catalanes en la permanente:

Trienio 66-69: González Martín y Jubany.

Trienio 69-72: González Martín y Jubany.

Trienio 72-75: Pont i Gol y Jubany.

Trienio 75-78: Pont i Gol y Jubany.

Trienio 78-81: Jubany,Guix y Martí Alanís.

Trienio 81-84: Jubany, Capmany y Martí Alanís.

Trienio 84-87: Torrella, Carles y Martí Alanís.

Trienio 87-90: Torrella, Carles y Martí Alanís.

Trienio 90-93: Torrella, Carles, Guix y Martí Alanís.

Trienio 93-96: Carles, Torrella y Guix.

Trienio 96-99: Carles, Tena y Guix.

Trienio: 99-2002: Carles, Sistach y Tena.

Trienio 2002-2005: Carles, Sistach y Pujol Balcells.

Trienio 2005-2008: Sistach y Vives.

Por tanto, el último trienio solo ha sido una excepción en los últimos treinta años. Desde 1.978 había tres obispos catalanes en la permanente. Ahora vuelven a estar: Sistach, Pujol Balcells y Saiz Meneses. Vuelve, pués, la iglesia catalana a tener la presencia que solía poseer en la Conferencia Episcopal Española y que no debió abandonar. Sin esveramentes, con plena asunción de la colegialidad de las decisiones, con representación de aquellas diócesis más dinámicas y pujantes, con ejemplificación modélica de la época que nos toca vivir. La renovación está en marcha. Desde Germinans la hemos anunciado sin cesar y la renovación de la iglesia catalana pasa hoy por Sistach, Pujol Balcells y Saiz Meneses. Ya no pasa por Vives. El quedará como secretario de la Tarraconense. Cargo tan carente de poder real como el antediluviano título de co-príncipe de Andorra. Quina esveramenta, quina esveramenta, però quina esveramenta és aquesta!

(*)Nota de la Redacción: La palabra "esverament" o la más coloquial "esveramenta" puede ser traducida como alarma y sobresalto, una especie de estremecimiento que expresa inquietud y espanto ante algún peligro que causa conturbación.. Si tuviéramos que traducirlo con una sola palabra la mejor sería "ALBOROTO".

Con permiso del autor.

 

Pinchazo en Calle Caspe – 04/03/2008

El viernes por la tarde eran 310 los adheridos a la campaña “Volem bisbes cristians”. Si 310 personas se habían molestado en adherirse por internet, pensé que serían muchas más las que se congregarían en el acto de “reconeixement de la pluralitat de veus en l’esglèsia” que se iba a presentar en la iglesia de los Jesuitas de Caspe.

Pues no. Cuando llegué (con la suficiente antelación para ocupar un buen sitio) ya me fui dando cuenta que en la calle no se notaba nada especial. Tampoco en la misma puerta de la iglesia, a excepción de una pancarta, bastante cutre, con el lema “volem bisbes cristians”. Al entrar pude observar que, efectivamente, estaban los 310. Pero ni uno más. Los pude contar. Había espacio más que suficiente. No se llegaron a llenar los bancos de la iglesia. Nadie estaba de pie. Cómodamente sentados, a razón de cuatro por banco. Los 310 de Caspe.

No me impresionó -esto ya me lo esperaba- la inmensa cantidad de cabezas canosas. Como tuve tiempo más que suficiente, pude sacar una media de edad de los convocados. Entre 60 y 65 años. La disminuía una leve representación juvenil, muy poco agraciada físicamente. Clamorosa ausencia de matrimonios o parejas de entre 30 y 50 años.

Otra sorpresa que me dejó más estupefacto fue que, al tiempo del acto, se estaba celebrando misa en la capilla del Santísimo. Quien conozca la iglesia de los jesuitas, podrá recordar que no se trata de una capilla en un lateral, sino que se halla al final del templo y goza de una amplísima cristalera, que permite que sea totalmente visible. Pues mientras el sacerdote celebraba la misa y alzaba a Dios, los 310 iban a su bola y hablando de sus cosas. Dios relegado y olvidado, por aquellos que reclaman obispos cristianos.

Me chocó también no advertir la presencia de ningún sacerdote. Religiosos sí había, pero sacerdotes diocesanos, ninguno. Ni tan siquiera los más militantes. No sea que se moleste el Cardenal Sistach y arriesguen su cargo en la diócesis los Picafoc de turno.

Empezó el acto, con el público “dempeus” cantando “Esglèsia de Deu, poble en marxa”. Los envejecidos rostros evocaban poca emoción por el momento. Los jóvenes poco agraciados tampoco se distinguían por un especial entusiasmo.

Les ahorro el comentario sobre los diez intervinientes. Discursos plúmbeos, tediosos, cansinos, carentes de toda novedad, políticamente correctos, siempre encabezados por un “tots i totes”, “cristians i cristianes”, “laiques i laics” repetido hasta la saciedad. Cada uno representaba a uno de los grupos convocantes. No es que quiera darles consejo alguno, pero creo que esta división en facciones infinitesimales no les ayuda nada. ¡Allá ellos!

Al término del acto, ya se habían marchado muchos. Eso sí, los que quedaban se pusieron a cantar el “Himno a la Libertad”. Fue el único momento en que les vi aflorar el nervio. Estaba claro: gozaban de glorias pretéritas. Es comprensible la nostalgia.

Cuando salí a la calle quise comprobar por mis propios ojos si, a pesar del fracaso de la convocatoria, al menos había tenido éxito el llamamiento que habían lanzado los 310, consistente en que se colgasen sábanas en los balcones con las letras VBC. Me fui andando hasta casa y solo veía las sábanas de “Se vende” o “Se alquila” o la de “AVE pel litoral”, campaña ésta con mucho más éxito de convocatoria, aunque tampoco nadie les haga caso. Pasé incluso por casa de Llisterri y el gato Pacià. No había sábana. Vista la nula influencia de la campaña, quise comprobar si la había colgado el algodonoso Josep Torrens. Res de res. Ahí ya constaté que esa campaña no funcionaba y me fui tranquilo a cenar.

A la mañana siguiente, observé el nulo eco mediático del acto, ni tan siquiera recogido por el amo del gato.

Sin embargo, me quedó una preocupación. ¿Por qué el énfasis en bisbes cristians? En si, no quiere decir nada. Todos queremos obispos cristianos. No los vamos a querer de la iglesia de la Cienciología. Es obvio. Ahora bien, ese mensaje parece indicar que hay obispos no cristianos. Eso ya es más grave. A eso no se ha atrevido nadie. Para los convocantes hay bisbes no cristians, incluso bisbes catalans no cristians (el bisbe no cátala i no cristià ya debe ser un embajador del maligno). Pero, en suma, no atacan determinada opinión, no critican determinada postura, los anatemizan como no cristianos, los califican de heresiarcas. Rescatan la Inquisición. Ellos tan plurales. Y tan tolerantes. Falsos. Y falsas. Suerte que son pocos. Y pocas.

 

Los amigos de Manent – 26/02/2008

Albert Manent y su habitual muñidor Marcel-li Joan han perpetrado una nota. Ello no debería ser noticia. Su contenido es previsible y su prosa tan enfática y engolada como su título: “Declaració amb motiu de la nota de la Conferencia Episcopal Espanyola sobre les eleccions generals”. Si el encabezamiento es retórico, resulta obvio que el contenido será redundante. Efectivamente, representa un uso y abuso de circunloquios. Ilegible.

Pero aparte de la sintaxis de folleto hotelero, la novedad radica en los abajo firmantes. Los 47 abajo firmantes. Dejemos a un lado a los inevitables Manent, el muñidor Marcel.li y el vocero Llisterri y nos quedan 44.

Entre esos 44 hay un grano u oveja negra. Eduard Fornés Gili, un cura secularizado, con algún muerto en su armario.

De los 43 restantes, diecisiete son políticos: Entre otros, el líder de la oposición, Artur Mas; el ex Presidente del Parlament, Joan Rigol; los alcaldes de Tarragona y Lérida; el primer Teniente de Alcalde de Mataró; el líder de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias; dos ex–directores d’afers religiosos de la Generalitat, uno de ellos (ver el artículo de esta misma sección del 25-7-2007), con cargo diocesano designado a dedo por el Cardenal Sistach; un diputado de Ciutadans del Canvi, hijo del fundador de Cristians pel socialisme o el inefable Pipo Carbonell, el amigo del contable Matabosch.

Nos quedan 26. Un ex-director general de la UNESCO, otro ex–director del Centre UNESCO Catalunya y tres representantes de Justicia i Pau.

Entre los 21 restantes, destacamos al Presidente de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (el mandamás de TV3); al Presidente de Tribuna Catalana, miembro fundador de CIU y flagelo permanente del Cardenal Carles; al Presidente de Omnium Cultural o al Rector de la Universidad de Lérida.

Todos ellos han engordado sus alforjas a sueldo de lo público. Poquísimos representantes del mundo privado. Únicamente cuento entre ellos a un compositor, a la nota pintoresca del actor Joan Pera y a dos personas respetables: El cardiólogo Antoni Bayés y Roser Bofill, la viuda de Lorenzo Gomis. Ambos respetables por sus canas y por su labor profesional.

Nada más. Tanto ringorrango para una declaración que se rasga las vestiduras ante la parcialidad de la nota de la CEE y un tercio de sus firmantes son políticos profesionales, en la órbita de CIU y PSC. Por el interés te quiero Andrés.

Además, como aquí todo ha de salir gratis, la Declaració solo la firman laicos. La consigna de Manent era que no la debía firmar ningún cura. Curas secularizados y seminaristas rebotados, los hay; pero ningún sacerdote, no fuera ser que, por un casual, se enervase el cardenal Sistach, les quitara el cargo y Manent se quedase sin enlaces en la curia. Ellos son así. Mucho ruido, pero no arriesguemos ni un pelo. Que con las cosas de comer no se juega. Aquí que no firmen ni los habituales Nel.lo y Picafoc. Eran las instrucciones de Manent. El fill de poeta. Ya no conservan las mismas agallas que tenían contra el Cardenal Carles. Primum vivere deinde philosophare.

 

Pendientes de Gerona, mientras nos olvidamos de Lérida - 19/02/2008

Creía que aquel estribillo que se oía en el Nodo de “las autoridades civiles, militares y religiosas” había pasado a mejor vida. Pues no. No sabemos sí está en trance de fenecer, pero este fin de semana ha expedido certificado de fe de vida, con motivo de la visita del Nuncio a Gerona.

Estuvieron todas las autoridades en la recepción a Monseñor Monteiro. Las civiles, en su vertiente autonómica, con todo un Conseller de la Generalitat en cabeza, más el delegado autonómico en la provincia; en su vertiente municipal, con el Teniente de Alcalde y el Presidente de la Diputación; en su vertiente estatal, con el subdelegado del gobierno. No faltó tampoco la autoridad académica, con la Rectora de la Universidad. Ni la autoridad militar, con el señor Coronel, con mando en plaza, jefe de la demarcación castrense. Y las policiales, con el jefe de los Mossos de Esquadra y el de la Guardia Civil. La religiosas, obviamente, estaban en pleno con el Obispo Soler Perdigó y el emérito, Monseñor Jaume Camprodón. Hasta quisieron imitar a Barcelona y algún curial se puso clergyman, por primera vez. Estaban todos. Las fuerzas vivas, como se las llamaba antaño. Hoy las llaman “el tot Girona”.

Sí se trata de constituir un lobby que impida que el nuevo obispo no sea de los suyos, las fuerzas vivas de Gerona se las dan de clericales y el ”que faci falta”. Que al Nuncio portugués le gusta comer bien, pues se le lleva a La Roca Petita. Como era día de vigilia, se supone que le sirvieron un buen suquet de peix, con escórporas, rapes, sepias y gambas, recién salidos de los anzuelos y redes de pescadores ampurdaneses. Total, el Obispo Soler también tiene buen saque, como demuestra su pinta lustrosa y lluenta. Cualquiera diría que está en edad de jubilación.

Todos contribuyeron, con absoluto descaro, a agasajar al Nuncio. Ignoramos si éste habrá atendido las presiones gerundenses, aunque si todas son tan hábiles como las de nuestro amigo Burxeta, no tenemos nada que temer.

Pero tanto hablar de Gerona, nos hace olvidar a Lérida. El próximo 8 de Marzo va a cumplirse un año de la aceptación por la Santa Sede de la renuncia del Obispo Ciuraneta. Lérida sigue vacante y nadie sabe si la Administración apostólica del Obispo Salinas va a dilatarse en el tiempo. Siempre dejamos a Lérida en segundo plano. Parece que solo sea noticia para hablar del conflicto por los bienes con la diócesis de Barbastro-Monzón. Pero Lérida es capital de provincia. Ciudad universitaria. Tiene más feligreses que sus diócesis vecinas de Solsona y Urgel. Con similar población a la colindante diócesis de Tortosa. Los católicos ilerdenses no se merecen este desprecio. Cierto es que, cuando se produjo la segregación de las parroquias aragonesas, quedó Lérida con una figura geométrica bastante rara, pero no empequeñeció mucho en número de fieles. Le representó una merma de alrededor de un 20%. Por ello es una lástima el continuo desprecio a que se la viene sometiendo. Deben proveerle de un nuevo Pastor con la máxima urgencia. La importancia de la diócesis lo merece. El conflicto con Barbastro no debe impedir que consideremos y valoremos la importancia de Lérida para la renovación de la iglesia catalana. Y si hay que llevar al Nuncio a La Fonda del Nastasi, desde Germinans empezaremos la campaña. Y sí le ha gustado la pompa y circunstancia que le han gastado en Gerona, tenga en cuenta que en Lérida está la División Urgel, con lo que tendrá fajín de general en la recepción y no un simple coronel.

Claro, que otros nos dirán, con razón, que mucho hablar de Gerona y de Lérida, pero en Barcelona existe un obispo auxiliar que, al paso que va, se convertirá en un record de longevidad. Ya es el obispo en activo más anciano de España. Pero es que el rosario de despropósitos en que se ha convertido su sucesión, nos hacen temer que el tema va para largo. Lo sentimos por él. Son notorias –y comprensibles- sus ganas de jubilarse, pero la insistencia de Sistach en promover a Turull le ha provocado esa jubilación demorada. Esperemos que se lo tengan en cuenta en un futuro y no le hagan como al bueno de Monseñor Daumal, recientemente fallecido, al que han recordado con una esquela mínima en La Vanguardia. Se vé que las rebajas del contable Matabosch en las tarifas necrológicas, afectan también a los obispos auxiliares. Dios quiera que tardemos mucho en verlo, pero seguro que no se ahorrarían gastos en una esquela cardenalicia.

Gerona y Lérida. Lérida y Gerona. Tan cercanas. Distintas en unas cosas y muy similares en otras. En ellas puede seguir el proceso de renovación de la iglesia catalana. A pesar de este ambiente de fin de época que ha acompañado al Nuncio el pasado fin de semana. Aunque no hayan reparado en gastos. Gastos de traca final. De fin de fiesta.

 

Protestas en Puig-reig – 12/02/2008

En el pueblo de Puig-reig, provincia de Barcelona, comarca del Berguedà y diócesis de Solsona, se ha celebrado la última reunión periódica de la “Associació de fòrums de la església catalana”. No se crean que tan pomposo nombre obedece a un encuentro de internautas, de blogueros o del movimiento cyberpunk. Ni tan siquiera se trató de una fiesta rave o de un aquelarre. Pregunté a mis amigos de Puig-reig por la conmoción que pudo suponer dicha reunión en la tranquila villa y me contestaron que nadie se enteró. ¿Ningún vecino? Ninguno. ¿Acaso se escondieron ante el bigbang que se avecinaba? Tampoco. No detectaron ningún temor.

No es baladí una reunión de la ”Associació de fòrums de la església catalana”. Si se reúnen los forums de la iglesia catalana se supone un nutrido poder de convocatoria. Máxime si se trata de mostrar su enérgica repulsa a la nota de la Conferencia Episcopal. Se supone que no serán cuatro gatos. Pues no sé si eran cuatro gatos, pero sí eran cuatro fórums: El forum Joan Alsina de Gerona, el forum Ondara de Solsona, el forum Oriol de Barcelona y el forum Transversal de Vic. Cuatro fórums que reúnen a cuatro gatos. Por ello no se enteraron en Puig-reig.

Dejando aparte al gerundense Forum Alsina que, al menos, goza de glorias pretéritas, aunque, actualmente, no está en sus mejores momentos y alguno de sus miembros anda profundamente despistado, el resto de los fórums son el patético ejemplo del quiero y no puedo. Los miembros del forum Oriol caben en un autobús y se pelean entre ellos por ver quien va a la ventanilla. El forum transversal de Vic será transversal, pero sigue en la época analógica. Ni tan siquiera tiene página web. El forum Ondara de Solsona es un poco más vanidoso. Ya han llegado a la época digital y nos dan cuenta de las reuniones que celebran. Esta vez en Torà. Ya no se atreven a molestar a los amables vecinos de Puig-reig. Sin embargo, a pesar de tener medios telemáticos, no han llegado a ponerse al día. Hagan click, queridos lectores, en el apartado “ultima reunió” y observen, al final, que la han fechado el día 5 de Febrero de 2.005. (¡2.005!). Es asombroso. Además, si leemos la crónica de la reunión, se ufanan en darnos cuenta que asistió el 12% del clero diocesano. El 12% -que precisos- del clero de la diócesis de Solsona. Si el clero diocesano solsonés lo forman 100 sacerdotes, según datos de su web resulta que, matemáticas puras, los asistentes a la reunión de Torà fueron doce. Los doce de Torà.

Y de Torà a Puig-reig y tiro por que me toca por las tierras antaño carlistonas. Por la patria del cura Tristany y del General Savalls. Por los predios dels malcontents y los curas trabucaires. Claro que, recordemos, la palabra carca viene de carlista, por eso la aprecian tanto. Carcas y carcamales. Porque este es su fruto. No tienen cantera. No hay hombres y mujeres capaces de subirse al primer equipo. Son los doce de Torà y pretenden que se les tenga en cuenta. Ya no les queda ni el legítimo orgullo de las generaciones futuras. Están en las últimas. Y en Puig-reig ni se enteraron.

 

El argumento “ad hominem” - 05/02/2008

Fachas, integristas, talibanes, ultras; son algunos de los epítetos que nos suelen dedicar a los que hacemos Germinans. Este recurso -pobre y puramente retórico- produce, como primera consecuencia, la banalización de los conceptos. Llamar facha, talibán o integrista a tanta gente y tantas veces al día, provoca que luego no se dé importancia al verdadero fascista o al verdadero talibán. Si llamamos talibán a cualquier grupo de católicos, que defiende la familia cristiana, cómo denominaremos, entonces, a los defensores de la ablación del clítoris o a los que derribaron a los budas de Bamiyán. Si llamamos facha a cualquiera que disienta del pensamiento políticamente correcto, qué nombre reservamos para un negacionista del Holocausto o para un antisemita.

Pero aparte de esta incoherencia, el manido recurso al argumento “ad hominem” revela la ausencia de cualquier otro razonamiento. Como no pueden decir nada contra Germinans, recurren al desgastado calificativo de ultra o talibán.

Pero ¿Qué van a decir en contra de Germinans?

¿Que el sarao de máscaras era falso? ¿Qué alguna de las informaciones que hemos proporcionado sobre el candidato a auxiliar cursi, llepa, manaire i garrepa eran mentira? ¿Qué el Doctor Claret no dijo su catalanada? ¿Qué se hizo correr una carta macarthysta por las parroquias de Barcelona? ¿Qué se encargó a un bufete de Abogados que iniciase acciones contra nosotros?

Ni una información falsa. Tan cierto es que, al parecer, aquel bufete de abogados no ha hallado asidero donde agarrarse para perseguirnos. Al menos, por la vía judicial. Ignoramos si van a recurrir a vías no tan legales, pero más expeditivas.

Además el éxito ha sorprendido a la propia empresa: Una media de cerca de 400 visitas diarias. Una web atrayente que recibe el elogio hasta de los medios más progres. Solo les queda el argumento “ad hominem”. Lo que no saben es que por ahí tampoco nos van a amedrentar. Todos los curas y laicos que colaboramos en Germinans nacimos en las postrimerías del franquismo. Ni probamos las “farinetes”, ni fuimos instruidos por el nacional-catolicismo. Todos (absolutamente todos) nos hicimos adultos bajo el pontificado de Juan Pablo II. Este gran Papa, que no solo ayudó a cambiar la faz de la iglesia, sino el rostro del mundo: Se puede hablar ya de iglesia pre y post-Wojtyla. Igual que de un mundo pre y post-Wojtyla.

Cuando murió este gran Papa, que lloraron todos (excepto el Romeu de Cal Picafoc y Mossén Bada, cosa que naturalmente preocupó mucho en Roma), nos vino el regalo de Benedicto XVI. Un Santo Padre diferente de Juan Pablo II, pero que venía a completar su gran obra. Un pontífice que, además, tiene la inmensa virtud de descolocarlos a todos. Se hicieron grandes ilusiones con su viaje a Valencia (no ha dicho nada contra ZP, apoya la línea Blázquez) y luego se les disolvió el azucarillo. Ni tan siquiera nombró Arzobispo a Blázquez como presagiaban.

Ahora vuelven a estar deslocados con la última nota de la Permanente de la CEE (¡Quina esveramenta!, ¡Quina esveramenta!, balbuceaba nervioso el Obispo Vives). Nunca entienden los aires romanos. La nota que ha producido tanto alboroto bebe sus frutos de la insistencia de Benedicto XVI en reclamar la presencia de los católicos en la vida pública. Eso ayuda a comprender la nota de los Obispos catalanes, que tanta impotencia y desazón ha causado en Picafocs y gateros.

Pero, bueno, siempre encuentran un clavo ardiendo. Y como no entienden a Benedicto, al menos entienden al benedictino. Al benedictino Soler. Y lo proclaman bisbe de Catalunya. Ya que nos falta Deig, aunque solo fuere bisbe de Solsona; ya que nos falla el Cardenal Sistach, al que querían convertir en un nuevo Vidal i Barraquer (parece que no lo conozcan), nos contentaremos con el Abad Soler. O con Godayol. Ciertamente van a menos. Solo les queda un Abad y un emérito. El que no se contenta es porque no quiere.

 

El algodón no engaña. Las fotos tampoco – 29/01/2008

La Plataforma d’Entitats Cristianisme al Segle XXI ha pretendido contrarrestar el acto de e-cristians y, en especial la asistencia del Cardenal Martínez Sistach, con una carta oberta a l’arquebisbe Cardenal de Barcelona, oponiéndose a su presencia en el acto.

En Germinans -pronta y oportunamente, como siempre- dimos cuenta de la panoplia de grupúsculos que forman esta Plataforma. Y de uno de ellos (dones d’esglesia),  colgamos las fotos de un simulacro de misa, celebrado en Gerona, por una sacerdotisa llamada Genevieve Beney, que pretendía consagrar pan bimbo.

Dejando aparte esta impostura, que se descalifica por ella sola, se puede observar que en estos actos siempre están los mismos. Se repiten sus caras en las fotos. Nos dan cuenta de reuniones multitudinarias de seis o siete personas, como máximo. Pero si reuniones de siete personas las hay cada día en cada parroquia. Presuntuosos.

¿Y estos grupos pretendían amedrentar al Cardenal?

Obviamente, no lo consiguieron. Monseñor Martínez Sistach presidió la misa inaugural del acto y contribuyó a darle realce eclesial. El éxito de la convocatoria resulta incontestable. Un auditorio con una cabida de 1.650 personas, lleno a rebosar. Once salas adyacentes más también repletas. Familias enteras por los pasillos. 6.000 personas en total. Y treinta sacerdotes (¡treinta!) concelebrando y distribuyendo la comunión por las distintas dependencias. Treinta sacerdotes barceloneses, más otros muchos que no pudieron asistir, por tener que hacerse cargo de su parroquia en domingo, pero que estaban espiritualmente también en Montjuic. Para que luego digan de los curas de Barcelona. Estos sacerdotes son el mañana de esta diócesis.

Los pudo ver a todos el señor Cardenal. Su joven y dinámica iglesia, tanto en fieles como en presbíteros.

Enfrentados a ellos tiene a los otros rostros. Envejecidos, decrépitos, desahuciados de toda belleza. Lo ha podido comprobar in situ. El por qué les tiene temor resulta, a estas horas, un arcano indescifrable.

Un elemental análisis de esta situación deja el artificio al descubierto. Todos estos grupúsculos encarnan lo más típico y tópico de un embuste generalizado, de un fracaso sin precedentes. Las fotos no engañan. Su incidencia real es insignificante. Y eso que la mayor parte de ellos, obtiene subvenciones de los poderes públicos. Léase que viven a costa del contribuyente. Subvencionados por la Generalitat  y por el Ayuntamiento de Barcelona. Y luego dicen que “som grups de base amb pocs recursos” Incapaces de obtener cualquier aportación económica, que no provenga del erario público. Y no les sirve para nada más que para pagar el triste pan bimbo de la Genevieve. Ni tan siquiera les llega para un buen pan de payés.

Además, todos pecan de endogamia. Afectados de la importancia de llamarse Ernesto. O Piua. O Sefa. O Magda. Tanto da. Se creen algo y no son nada, pero forman parte de la estirpe de buenos, que tanto prolifera. Se piensan que con su máscara beatífica están exentos de cualquier exigencia. Pero, eso sí, te inquieren desde una pretendida posición en el ranking de la diócesis y condenan cualquier escepticismo que ponga en duda sus dogmas.

Por eso salieron en tromba para evitar que Sistach acudiera al acto. Les ponía de los nervios que el Cardenal se acercase a esos grupos. No por lo que significan. O no solo por lo que significan, sino porque queda al descubierto su patraña. La juventud frente a la vejez. El futuro frente al pasado. El éxito de convocatoria frente a su páramo.  Incluso llegaron a utilizar a su fiel amanuense: El simplón de Llisterri. El cual ya pudo empastar su blog y dejarnos de hablar de su gato. Dicho sea sin ánimo de ofender. Al gato.

Ha quedado comprobado. Las fotos son el mejor testimonio. Ciegos habrá que no lo quieran ver. Allá ellos. Siempre hay quien disfruta viviendo engañado.

 

Evite otra gripe, Monseñor - 22/01/2008

Una gripe inoportuna impidió al Cardenal Martínez Sistach acudir al multitudinario acto de la Plaza Colón. Esperemos que aquella gripe esté bien curada y no impida su presencia el próximo domingo 27 de Enero en el acto que ha convocado e-cristians en el Palacio de Congresos de Montjuich, en defensa de la vida, la familia y las libertades. Los organizadores esperan la presencia del Sr. Cardenal, que presidiría la misa inaugural del acto. Sin embargo, su presencia no está confirmada. Además, una extraña campaña mediática, lanzada desde La Vanguardia, nos ha venido recordando este fin de semana que la presencia del Arzobispo no es segura.

La Vanguardia suele tener buena información. Que tanto el sábado, como el domingo, se haya lanzado a advertir que la presencia del Arzobispo no está ni mucho menos asegurada, debe perseguir algún propósito.

Efectivamente. Están preparando el terreno. El Cardenal habría decidido presidir la misa y abandonar seguidamente el acto.

Así con una campaña periodística previa, se pretende que Sistach quede bien con e-cristians y demás movimientos que apoyan el acto, pero, al involucrarse mínimamente en él, también queda bien con el sector progre, que no pueden ver al grupo de Miro i Ardèvol ni en pintura.

Son las medias tintas y el nadar entre dos aguas tan propio de Sistach.

El problema es que las aguas son distintas. Por un lado, tiene a una iglesia joven, dinámica y vigorosa que se moviliza eficazmente. Por el otro lado, un grupo de presión, eminentemente mediático y carente de apoyo real, que quiere regresar al pasado y al que, por ahora, Sistach viene protegiendo y amparando inexplicablemente.

Ha llegado el momento de elegir. O el entusiasmo, audacia e imaginación de unos fieles que van a llenar el Palacio de Congresos el próximo domingo o la paz mediática y eclesial, con el riesgo de perder para siempre toda magia renovadora.

No puede desilusionar a sus huestes más jóvenes. A las que se le mueven con más éxito. Incluso las que le sostienen económicamente la archidiócesis. A partir del domingo, puede haber un antes y un después en la iglesia catalana y ese antes y después puede -y debe- estar encabezado por nuestro Cardenal.

Atrévase. Goce del primer baño de multitudes de su cardenalato. Tenga el coraje de asumir algún riesgo mediático. No tenga miedo. Solo va sufrir leves pellizcos. Mire a Esglesia Plural: Tienen parado el reloj, siguen en adviento . Mire a Llisterri, hablando de su gato . Tanto temor para tan poca cosa.

Tenemos la esperanza puesta en usted, Eminencia. Puede que su presencia en el acto del domingo, le cueste algún articulillo en contra. Pero solo será de aquellos que intentan utilizarle políticamente. Eclesialmente se va a encontrar con el futuro de la iglesia de Barcelona. Futuro que quiere ir con su Cardenal a la cabeza. Compréndalo y no se vaya a la mitad del acto. Queda feo. Y evite otra gripe. Abríguese bien estos cuatro días que va a permanecer en Roma. Un constipado mal curado (no digamos dos) trae funestas consecuencias.

 

La catalanada del Dr. Claret Nonell – 15/01/2008

En la Cataluña oficial, el término españolista (no digamos españolada) se usa en tono de desprecio, para atacar y descalificar a alguien. Por el contrario, llamarle catalanista es un dulce elogio, una acepción comúnmente aceptada, que nadie se la tomaría como un insulto. Consecuentemente, nadie debe escandalizarse si hablamos de una catalanada.

Viene ello a cuento porque el sacerdote Manuel Claret Nonell, delegado diocesano de la familia y la vida de la Archidiócesis de Barcelona, calificó el acto de la Plaza de Colón de Madrid como españolada, negándose a hacer ninguna publicidad diocesana del mismo, ni tan siquiera la más mínima referencia. El Dr. Claret no hace campaña a favor de una españolada. Siguiendo la lógica claretiana, podemos afirmar que su postura es una catalanada.

El Dr. Claret Nonell, actual párroco de la Verge de la Pau, es el ejemplo típico de una época sacerdotal. Es el paradigma de aquellos curas que nacieron en la inmediata posguerra y fueron ordenados al albor del Vaticano II. Todavía se acuerdan de él en la parroquia de Santa María de Gracia (su anterior destino), cuando se encargó de vender imágenes, con el argumento de que “cal fer neteja”. Eran los desvaríos del entusiasmo post-conciliar.

Son curas llenos de prejuicios. Entre ellos se incluye el no admitir nada que venga de Madrid, nada que huela a español. Lo identifican como una españolada y ninguno de ellos se sorprende. Es normal.

El problema es que el acto del 30-D reunió a mucha más gente de la que esperaban. El problema de Claret (y los otros muchos Clarets) es que no pueden admitir que estas convocatorias tengan éxito. Por eso las acotan: Una españolada. En Cataluña resultarían imposibles. Puede ser. Lo que sí es absolutamente imposible es que el Dr. Claret (y sus sucedáneos) tengan poder de convocatoria. Eso está demostrado.

Sin embargo, hay una diferencia entre el Dr. Claret (y sus sucedáneos) y los curas de la siguiente generación que siguen aquella línea. El Dr. Claret goza de una excelente formación académica, es un hombre bien equipado, que ha estudiado y ha trabajado con rigor. Los nuevos clarets, no. Ni Turull, ni el Romeu de Cal Picafoc, ni Cabot, ni el yuyu Calvis, han publicado nada, ni se han doctorado en nada, carecen de todo perfil académico. Es la gran diferencia. Y preocupante. Los clarets son progres, pero leídos y escribidos. Sus hijos, son igual de progres, pero totalmente iletrados.

Detrás de la patochada del Dr. Claret, trasluce, por eso, el ansia nacionalista. Esa misma ansia nacionalista que está llevando a tensar la cuerda contra Sistach. Sí leen los últimos artículos de Salvador Cardus en La Vanguardia o de Vicent Sanchis en el Avui observarán que los más conspicuos nacionalistas han abierto la veda contra el Cardenal. Quieren que pase a la acción, no están dispuestos a admitir su perfil bajo en catalanismo. Suspiran por un nuevo Deig. Claro, que no lo van a encontrar. En la remota posibilidad de que exista, no tiene la suficiente preparación para que Roma lo tome en consideración.

Ahí está, Eminencia, el resultado de su política pacificadora: Recibe palos de todas partes. Y, encima, quiere gastar dinero y energías en poner puertas al campo al mundo de Internet. ¡No perdi el temps!

 

 

Tampoco tragan a la Comunidad de San Egidio – 08/01/2008

El sector progre-eclesial ha evidenciado claramente su rencor ante el tremendo éxito del acto de la Plaza de Colón del pasado día 30 de diciembre. Me han sorprendido especialmente los ataques que ha recibido Andrea Riccardi, el fundador de la Comunidad de San Egidio. Su presencia personal y su claro e inequívoco apoyo al acto, les ha sentado como cuerno quemado. Ni una inoportuna gripe, ni un acto en otro lugar, ni la dificultad en la fecha, le impidieron estar en Madrid y pronunciar un contundente discurso en defensa de la familia cristiana. Quiso estar allí y estuvo y no se limitó a mandar un mensaje o una intervención grabada.

Si existe un movimiento eclesial que tenga como norte la solidaridad con los pobres, la paz, el diálogo y el ecumenismo, este es el de la Comunidad de San Egidio. Estos valores se corresponden con los que normalmente llenan su boca nuestros amigos de la progresía. Debería ser, por tanto, el movimiento de Riccardi muy grato a sus orientaciones.

Pero no lo es. ¿Por qué?

En primer lugar, por su romanidad. La Comunidad de San Egidio, aunque va a cumplir este próximo año su cuarenta aniversario, fue alentada y auspiciada por el Papa Juan Pablo II. Su fidelidad y lealtad resultan verdaderamente ignacianas. Por ello la progresía no puede admitir que la solidaridad con los más pobres (valor que pretenden tener en monopolio) sea ejercida por alguien que les es ajeno. Mucho menos que fuera apoyada por quien fue tenido por un absoluto reaccionario.

En segundo lugar, por su eficacia. Hacen mucho más por los pobres, los miembros de San Egidio que el sector progre-eclesial, que cuenta cada vez con menos adeptos y los pocos que les siguen son de una indolencia apabullante. Como decimos en catalán “tenen un os a la esquena”. Una verdadera aversión al trabajo. Gestos y muecas, pero ni una buena acción, ni una buena obra.

Además, en Cataluña, no les aceptan porque pasan olímpicamente de toda reivindicación nacionalista. Uno de los hechos diferenciales del pais petit es que nuestro sector progre, es progre y nacionalista. Forman ambos conceptos una unión siamesa. Por ello, no pueden con la Comunidad de San Egidio. No conciben una punta de lanza que, a la par de los valores solidarios, no reclame una iglesia catalana. No se incorpore a ese delirio de proyecto nacional.

Romanidad, eficacia y alergia al nacionalismo son los tres escollos. A ello se ha unido la presencia personal de Riccardi al acto de la Plaza Colón. Ha sido la gota que ha colmado el vaso para que se abra la veda contra la Comunidad de San Egidio. Singularmente se observa en como se ataca a Mossén Armand Puig, que ha albergado a la Comunidad en su parroquia barcelonesa de Sant Just i Pastor. Probablemente a la par que se le ataca por su apoyo a San Egidio, se pretende cortar la posibilidad de que haga sombra a Turull como candidato a Obispo auxiliar.

Pero pese a esas desaforadas críticas, la incidencia de la Comunidad de San Egidio en Cataluña está siendo notable y, en especial en Gerona, donde pueden ser de estimable apoyo al nuevo Obispo. Además, participa en ella mucha gente joven, aquella que falta en otros ambientes. Obviamente, los ataques progres poca mella van a hacer en sus miembros, ni mucho menos van a quitarle el sueño a Andrea Riccardi, pero sí revelan cómo se las gastan algunos para defender sus últimas parcelas de poder. Esperemos que nuestro flamante Cardenal (ya recuperado de su inoportuna gripe) sepa valorarlas adecuadamente. ¿Por qué no? Se está cansando de repetir que la versión catalana del Credo, hace particular hincapié en la Iglesia católica, apostólica y romana. Aplíquelo en su diócesis, Eminencia.

 

Empieza un 2008 cargado de incertidumbre - 01/01/2008

Se inicia un año cargado de incertidumbre. En lo económico, sabemos que se avecina una crisis, pero desconocemos su verdadero impacto. En lo político, tendremos un año electoral, pero ignoramos sí va a haber nuevo gobierno o va a salir reforzado el actual ejecutivo. También va a ser un año electoral en la Conferencia Episcopal, con la posibilidad, por primera vez en su historia, que su Presidente no salga reelegido para un segundo mandato. En la diócesis de Barcelona, sabemos, con toda seguridad, que va a llegarle al Obispo Carrera su anhelada jubilación, aunque ignoramos si el juego de muñecas rusas en que se ha convertido su sustitución, nos deparará, al final, la última e indivisible muñeca del obispo llepa y cursi. Lo seguro es que, a pesar de los intentos censores del pío socialista Pipo Carbonell, Germinans va a ir a más y se va hablar de esta web (verdadera noticia eclesial del 2007), aún más si cabe. No defraudaremos a nuestra ya nutrida audiencia.

Acabamos de cerrar 2007 con el multitudinario acto en defensa de la familia en la Plaza Colón de Madrid. Una inesperada gripe ha impedido la asistencia del cardenal de Barcelona, pero la Iglesia catalana ha estado dignamente representada con el Obispo de Terrassa, Monseñor Saiz Meneses. Este dinámico obispo representa un futuro esperanzador. Los datos de su seminario y el vigor de sus parroquias lo avalan. Tampoco hemos de desdeñar la presencia de e-cristians. Un movimiento al que se quiso cortar las alas y que está reviviendo un nuevo albor. Se empequeñeció como los muelles, para volver a coger nuevo impulso. Por lo que sabemos también va ser su año. El acto del 27 de Enero en el Palacio de los deportes de Barcelona va a suponer su punta de lanza. Punta de lanza y paradoja del estado de la diócesis de Barcelona. Se comprobó el pasado día 30 de Diciembre en Madrid, la incuestionable fuerza de los nuevos movimientos. Estuvieron todos presentes en el acto y a ellos se debe, en gran parte, el incuestionable éxito de la convocatoria. Movimientos laicales, muchos de ellos. Como parte de los que hacemos posible el éxito de Germinans. Estos movimientos son orillados por parte de la jerarquía catalana, a pesar de que les aportan feligresía y una substancial contribución económica. No hablemos de la tremenda fuerza del Opus Dei en Cataluña o del e-cristians nacido en estas tierras. Reconozcamos también la significativa presencia de la Comunidad de San Egidio, cuyo fundador participó en el acto de Madrid con gran relevancia, y que está teniendo una singular incidencia en la diócesis de Barcelona y, sobre todo en Gerona, donde puede ser la palanca y el punto de apoyo de su nuevo Obispo. En ellos hallará  unos discípulos fieles, que le ayuden a renovar una diócesis anquilosada. Todos, en su conjunto, representan el futuro renovador. Esperemos que nuestros Obispos no cierren los ojos, se desprendan del temor a una costra mediática (pero sin apoyo real) e inicien este 2008, valorando la verdadera incidencia y el verdadero futuro de la iglesia catalana. Sin apoyo en todos estos movimientos (Germinans incluido), sin confianza en los laicos (Germinans incluido también), el futuro será muy negro. Esperemos que acierten.

Y a todos, Obispos, amigos, colaboradores y críticos los mejores deseos de un Feliz año 2008.

 

Todo el mundo lo sabía – 18/12/2007

Suele pasar en este pequeño país. Todo el mundo lo sabe, pero nadie dice nada, no pasa nada. Hasta que un día pasa y, cuando pasa, todos se rasgan las vestiduras. Viene  ello a cuento de la detención e ingreso en prisión de la trama abortista que giraba alrededor del Doctor Morín y la clínica Ginemedex. Porque el tema tiene su miga. El 13 de Octubre de 2.004 se publica un reportaje en el periódico británico Sunday Times, en el que se denunciaba que en Barcelona se practicaban abortos en cualquier momento de la gestación y que llegaban a esas clínicas chicas de toda Europa dispuestas a abortar. El 29 de Octubre de 2.006, en la televisión pública danesa, se emite un reportaje, con cámara oculta, en el que el reportero, acompañado de una mujer embarazada, consigue que el propio Doctor Morín le asegure que no hay dificultad ninguna para que aborte, aún tratándose de un feto sietemesino. El precio 6.000 euros.

Durante los dos años que van del 2.004 al 2.006, cada mes se produce una pequeña manifestación delante de la clínica Ginemedex. El 14 de Diciembre de 2.006 se lleva a cabo una manifestación mucho más nutrida, convocada por E-cristians. Pese a ello, el eco en los medios de comunicación es casi nulo.

En este período E-cristians formuló denuncias ante la Generalitat, ante el gobierno central y ante el propio Colegio Oficial de Médicos. Sin resultado. Se seguía abortando en las clínicas del doctor Morín.

En el mes de Julio de 2.007 y ante el caso omiso de los distintos gobiernos, sus fiscales y sus policías, E-cristians se decide a interponer Querella Criminal. La querella es admitida por el Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona y, tras el lento peregrinar burocrático-judicial, el pasado mes de Noviembre de 2.007 se producen las detenciones del Doctor Morín, su esposa y otros colaboradores.

Lo que se encuentra en las clínicas abortistas es dantesco. Se hallan trituradoras de fetos en los baños. Se comprueba que se abortaba incluso con fetos de nueve meses. Una verdadera carnicería.

Pero esta es su cara más hórrida. España se ha convertido en el paraíso del aborto. Y Barcelona en su capital. La capital abortista. No se trata solo del carnicero de Ginemedex. Existen otras carnicerías, probablemente no tan burdas. A lo mejor los abortos no son tan tardíos, pero son abortos también. Interrupciones del embarazo les llaman. Legalmente. Somos el país del eufemismo. Pero lo cierto es que, tras la última reforma legal, nos hemos convertido en el país más permisivo de Europa. Con la excusa del riesgo para la salud física o psíquica de la madre, se puede abortar en cualquier momento de la gestación. Hemos banalizado el aborto. Y todos mirando para otro lado. Solo se salva E-cristians. Ese colectivo al que pretendió cortar las alas nuestro Cardenal y que, gracias a su actitud, ha conseguido, al menos, que se haga justicia. Ni las autoridades civiles, ni las eclesiásticas (que tampoco movieron un dedo), ni los medios de comunicación hicieron caso. Era una cosa de carcas. Denunciar el aborto. Un derecho inalienable. Una conquista feminista. Quiá! Por eso se callaban, si en lugar del aborto, se tratase de un ataque a los animales o a las plantas, habrían rugido todos. Los derechos de los animales. La sostenibilidad. Antes que el derecho a la vida del que tiene que nacer. Y todo el mundo lo sabía. Pero no decían nada.

 

 

¡Vaya revuelo con las fotos! – 11/12/2007

La publicación de una carta al directorio titulada “Las fotos de la hipocresía”, el pasado día 5 de Diciembre, ha causado un enorme revuelo. El índice de visitas a esta web se disparó aquel día y, en fechas sucesivas hemos alcanzado ya la cifra de 50.000 visitantes. Los primeros cuatro meses tuvimos 20.000 visitas. Los tres meses siguientes, 30.000. Pero el alboroto no se contuvo ahí. A parte del fenómeno retro-alimentador de Internet y que, a día de hoy, las fotos ya las ha visto todo el mundo, los comentarios iban de boca en boca. Unos decían: “¿has visto a Turull? quina patxoca!”. Otros: “¿y a Arenas vestido de morado? ¡Qué porte!”. Y los de más allá: “¿y a Aymar?”, “¿y al Ninot?”. La repercusión iba por barrios, según el trato que tuvieras con uno o con otro.

A mí me hicieron particular ilusión un par de fotos.

Primero, la del contable Matabosch. Siempre tan atildado con su traje y corbata de dependiente de El Corte Inglés. Ya en la última presentación de las cuentas diocesanas, hizo de monaguillo del Sr. Cardenal, con un jersey de cuello cerrado, pero su conversión al clergyman me ha reconfortado.

La segunda es la de Yuyu Calvís. ¡Qué guay! Un cura tan enrollado y sonriente, que suele vestir de forma excéntrica, que se ríe de aquellos sacerdotes, que visten de tales y que se va a Roma (sin ser obligatorio), deja su parroquia badalonense por unos días y se calza un espléndido clergyman, únicamente para hacer méritos ante el Sr. Cardenal...

Por la senda de Turull. Él y el Yuyu. Vaya par de patas para un banco. Ya lo dijo aquel: “Llepa, cursi, manaire i garrepa”. Añado yo: vale para ambos. Son los jóvenes preferidos por el actual status. Gente que tenga mucho que perder. Que sin los cargos diocesanos, no serían nadie. Que no pueden aspirar a más.

Pero lo cierto es que al menos ha servido la consagración cardenalicia para ver al contable y al Yuyu vestidos de sacerdotes. Me fascina el poder de nuestro Arzobispo. También es verdad que me vienen a la cabeza unos cuantos sacerdotes barceloneses, a los que me hubiera gustado ver en Roma, vestidos de curas. No deben haber ido, por temor a vestirse como tales. Qué bueno habría sido ver al comunista Catà con sotana, él que se vanagloriaba de haberla quemado después del concilio. O al elimina-procesiones Cabot, vestido de clergyman. Aunque, si Sistach ha logrado vestir al Yuyu, pronto caerá Cabot. O al periodista Romeu, tan crítico en su día con el cardenal Carles y hoy tan modosito...

No me negarán que la cosa no tiene su qué. Sacerdotes que han renegado de la sotana y el clergyman, que se han reído y han hecho -y hacen- mofa y befa de aquellos compañeros que sí lo vestían y sin embargo, a la menor orden recibida desde arriba, se ponen el clergyman, “com si res hagués passat”.

“Lo que pasa es que el de arriba es de los nuestros. Es pata negra. Es de Barcelona. Y encima nos ha proveído (a los nuestros) de los correspondientes cargos diocesanos. Qué diferencia con Carles. Que venía de Tortosa y no conocía a nadie. Y encima pretendía mandar.” Porque este es el verdadero escándalo de la cuestión. No las fotos en sí, que son mera anécdota. Significativa, pero banal. No, el escándalo es el doble rasero, que se practica en esta diócesis. Si Carles o el anterior Rector del Seminario, doctor Corts, hubieran obligado a que todos los seminaristas vistieran el traje talar, aquí habrían caído chuzos de punta. Desde la plural web del periodista Romeu, pasando por el turbio y sinuoso Llisterri o por la sonrisa reprimida del Yuyu. Ahora no ha pasado nada. “Sistach es dels nostres. De los de toda la vida. No hay temor”.

Por último, quiero rendir desde aquí un homenaje a aquellos sacerdotes que se visten de sacerdote en Barcelona y que no necesitan ir a Roma para ello. Que no son pocos y muchos de ellos jóvenes. En estos momentos me vienen dos a la memoria, por acontecimientos recientes. El Doctor Manuel Valls, que, con gran dignidad, celebra la misa en catalán por la 2 de TVE y que, hace poco, ha cumplido los veinticinco años del programa. Desde aquí mi enhorabuena. Otro recuerdo es para Mossén Xavier Pagés, Rector de la Parroquia de la Milagrosa, a cuya misa patronal del pasado día 27 de Noviembre tuve el privilegio de asistir. Tenía el templo a rebosar, en día y horario de Champions, con presencia de mucha juventud y numerosos matrimonios. ¡Qué gran labor lleva a cabo este cura que viste de cura! Hay grandes y dignos sacerdotes en Barcelona. Muchos más de los que se merecen algunos cargos que los pastorean. Reciban el humilde testimonio de mi admiración.

 

 

La endeblez de la linea Maginot gerundense – 04/12/2007

En un anterior artículo, me preguntaba por qué no iba a ser posible la renovación en la diócesis de Gerona. Llegaba a una conclusión afirmativa: Es perfectamente posible. Pasados un par de meses, me reafirmo plenamente en ello. La línea Maginot, establecida básicamente alrededor del Forum Alsina, está más que tocada. El ejemplo más palmario de su decrepitud lo hallaremos en el curioso blog que mantiene uno de sus miembros más jóvenes: El sacerdote de 68 años, Joaquim Pla. Este blog denominado “Memòries del burxeta” es el fiel ejemplo de la debilidad actual de la progresía gironina. El joven burxeta está muy preocupado por el futuro nuevo Obispo de Gerona. Emprendió y propició un debate sobre quien debía ser el nuevo Obispo. Abrió la posibilidad de que se votasen candidatos. El éxito fue inenarrable: 8 comentarios. La mayor parte de los votos, favorables al Obispo de Vic, Romà Casanova. El ridículo ha sido tan estrepitoso que el propio Burxeta ha decidido cerrar y eliminar el foro y se despacha con esta valoración de los comentarios: Les que he rebut, gairebé totes eren en pla de "conya marinera". Eren 8 comentaris, la majoria una mica poca-soltes. No se ha movido nadie. Simplemente, porque no hay nadie al otro lado, son cuatro gatos que solo tienen cierto eco mediático. Por eso, no me cansaré de repetirlo, es posible la renovación en Gerona. Solo hace falta nombrar un nuevo Obispo, con la personalidad suficiente, para que devuelva la realidad a la diócesis y la aleje de fantasías que promueven cuatro y el de la guitarra.

Una vez se atrevan desde Roma a cruzar esa linea Maginot, sus representantes se quedarán a contarnos contes des de la vora del foc. El burxeta ya lo hace. Por eso su blog son unas memorias. Son el pasado. Y por eso nos relata, con verdadero éxtasis, el libro del Padre Yves Congar sobre el Concilio Vaticano II. Ahí se quedaron. Es un retrato perfecto. De los años sesenta. Ahora se niegan a abrir los ojos. No pueden permitírselo, porque eso destruiría sus últimas ilusiones. Prefieren recordar los viejos y buenos tiempos, cuando estuvieron a punto de cumplir un sueño. Pero no han despertado. El mundo sigue adelante. Sin ellos.

El blog del Burxeta es el perfecto retrato de esta fragilidad. Y de las demás campañas ridículas e incoherentes que se han iniciado. Como la de Esglesia Plural. Tan plural que pide un bisbe gironí. Ya no se trata del volem bisbes catalans, sino volem bisbes gironins. Lo que no sabemos si se refiere a la provincia o a la diócesis. ¿Podrán ser de Arenys de Mar que pertenece a la provincia de Barcelona, pero a la diócesis de Gerona? ¿Y de Ripoll que pertenece a la provincia de Gerona, pero a la diócesis de Vic? Tanto delimitar el terreno, ellos tan plurales, que no van a encontrar candidatos. Y es que ni les sobra imaginación, ni tienen audacia, ni tan siquiera ganas de trabajar. Sus foros están inactivos, sus webs más que muertas, sus clérigos ya ni se preparan las homilías, en sus parroquias casi no quedan niños de primera comunión, su contribución a la economía diocesana es paupérrima. Reconocen públicamente su depresión.

Es evidente que no pueden causar temor a nadie. Salvo a quienes tienen temor por cuatro pancartas delante de la Catedral o por tres artículos periodísticos. Pasará esta inocua marea y volverán a su sitio: A la nada. Y podremos contemplar la emergencia de Gerona. Como ha pasado en Vic, en Terrassa o en Sant Feliu. Está más que demostrada su inconsistencia. Lean al Burxeta y lo comprenderán fácilmente.

 

Se comparten parroquias – 27/11/2007

Siempre me llamó la atención aquel letrero que había en algunos bares de batalla o de escopeta y perro en el que se leía: “Se comparten mesas”. Ahora me ha venido a la memoria por la política que se sigue en nuestra diócesis de compartir parroquias. Parroquias de batalla, incluso de merendero, pues algunas comparten tres parroquias, sobre todo en el extrarradio de Cornellà, Hospitalet, Badalona y Santa Coloma. En otras se utiliza el eufemismo de compartir equipo, pero, en suma, todo es lo mismo: ante la evidente falta de sacerdotes, se agrupan dos o tres parroquias vecinas, bajo la dirección o autoridad de un solo párroco. A la iglesia más importante se la denomina “parroquia de referencia” y la otra u otras quedan supeditadas a ellas. En otros casos, se aprovecha la circunstancia de una vacante para nombrar Administrador parroquial. Lo cierto es que con esta última política, incrementada de forma vertiginosa en el actual pontificado de Sistach, el número de párrocos ha descendido en una cuarta parte en tres años. Realmente alarmante. Pero detrás de todo esto hay trampa: No es otra que la estructura paralela que viene preconizándose desde el CEP, con la idea de formar equipos de laicos, que se hallen preparados para llevar una parroquia. Esta trama viene siendo denunciada desde esta web y, recientemente, ha sido desenmascarada desde las fuentes que bebe del arzobispado de Poitiers. En mi opinión,  esta política nos llevará a otro inmenso fracaso: No van a encontrar ni a laicos que lleven parroquias. ¿Dónde van a reclutarlos? ¿Sustituirán párrocos achacosos con más de 75 años por asiduos de sacristía, también mayores de 75 años? ¿No ven que en aquellas parroquias donde pretenden instalar este sistema no hay jóvenes, ni tan siquiera matrimonios de mediana edad? Ya denunciamos en su día, que una de las parroquias pioneras de este sistema, solo había confirmado a dos jóvenes el pasado año. El sistema está condenado al fracaso.

¿Qué hacer? Lo contrario. Si uno va a despeñarse por el acantilado, tiene que girar inmediatamente el volante y no persistir en el suicidio. ¿Faltan curas? Cierto e incuestionable. ¿Hay parroquias con rector, vicario y más de un sacerdote? Evidente. ¿Hay ilustres sacerdotes con cargo, canonjía y doctorando que no se ocupan de ninguna parroquia? Más cierto aún. ¿Vienen  curas latinoamericanos- y vendrían aún más- que podrían llevar parroquias? Innegable y además no se hace nada para que se queden. Al revés, se les hace la vida imposible. Se les exige un perfecto conocimiento del catalán y el que no comulga con la progresía, huye a las primeras de cambio.

Al final de todo no nos quedará nada. Ni párrocos, ni laicos, ni estructuras paralelas. Y en el camino, habremos amargado a mucha gente, que habrá visto como la parroquia de sus desvelos ha quedado supeditada a otra: la de referencia. Un ejemplo de este último supuesto -por cierto, extremadamente lacerante- ha ocurrido con la comunidad de Santo Domingo de Guzmán. Debido a las necesidades económicas diocesanas se realizó una permuta del solar, donde se hallaba ubicada la iglesia. Permuta multimillonaria: Los pisos se venden a razón de 950.000 euros. Se hizo un templo nuevo -pequeño, pero muy digno- pero la parroquia carece de párroco. Se halla supeditada a la parroquia de referencia de la Preciosísima Sangre. El desánimo y el enojo se han hecho patentes en esa comunidad. Tres años de obras, con un local provisional, con una feligresía que ya se había olvidado de su propia existencia, con una aportación económica suculentísima a las arcas diocesanas y, a la que inauguran el nuevo templo, se lo pagan con la supeditación a otra comunidad parroquial. Luego buscarán laicos para equipos pastorales y no los van tener ni como feligreses. Per aquí no anem bé, Sr. Cardenal.

 

El contable Matabosch - 20/11/2007

El Doctor Antoni Matabosch Soler es licenciado y doctor en teología y diplomado en teología espiritual por la Pontificia Gregoriana. Licenciado en Ciencias de la Información y en Historia Contemporánea. Diplomado en teología ecuménica por el Instituto Ecuménico de Bossey de la Universidad de Ginebra. Presidente de la Fundación Joan Maragall, Cristianisme i Cultura. Miembro del Consejo Presbiteral, designado por el Señor Arzobispo; miembro del Colegio de Consultores; miembro de la Comisión Diocesana de ecumenismo; Vocal y profesor de la facultad de teología y Director del Institut Superior de Ciencies Religioses de Barcelona (ISCREB).

Pese a tan extenso currículo y a la catarata de cargos diocesanos, a sus 72 años de edad, el doctor Matabosch ha acabado siendo el contable de la diócesis. Más bien, el contable de Sistach, pues, aunque el arzobispo le designó Delegado diocesano de economía, es el propio Arzobispo quien le tutela. Ya se sabe que Sistach lo controla todo. Ello se comprobó en la última rueda de prensa, en la que se presentaron las cuentas de la diócesis. Toda ella la llevó Sistach. A su lado el canoso Matabosch, sin la corbata que luce siempre de forma atildada, sino con un jersey cerrado. Deben ser las últimas modas cardenalicias, que han postergado la corbata. Matabosch se ha negado a usar el clergyman, que lucen los Turull, Gordo, Baro y cía., pero le han puesto un jersey cerrado, menos llamativo que la corbata. Sistach leía las cuentas que le había formulado el contable. La simbiosis entre el arzobispo y el contable es tan perfecta que, incluso al cardenal electo se le han venido apareciendo canas en su cabello, hasta ahora negro zaíno, no sabemos si por influjo de Matabosch, por el peso de la púrpura o por el abandono de soluciones capilares.

Lo cierto es que Sistach y su contable, presentaron unas cuentas equilibradas, pero de las que 2.398.582 € de los ingresos correspondían a la venta de inmuebles. Venta de inmuebles que, como en el caso de Santo Domingo de Guzmán, sirve para inaugurar un templo que carece de párroco. Pero lo cierto es que la burbuja inmobiliaria ha sido mano de santo para las cuentas diocesanas.

Pero lo que se calla el contable Matabosch es de donde salen los dineros de las parroquias. Concretamente no nos dice que parroquias contribuyen más en las colectas diocesanas. Sí hacemos la comparación lógicamente según los barrios y según la capacidad económica de los mismos, sabe el contable Matabosch que las parroquias renovadoras aportan muchos más donativos que las parroquias progresistas. Puede verlo tanto en la parte alta, como en el centro, como en la parte baja o en el extrarradio. Puede verlo en los Santuarios y podrá comparar lo que aporta el de San Antonio de Padua de la Calle Santaló comparado con la vecina parroquia de San Ildefonso o Nuestra Señora del Sagrado Corazón con sus parroquias cercanas. Puede verlo en aquellos templos del Opus Dei o en los que dominan los nuevos movimientos. Es obvio, unas iglesias están llenas y otras vacías. En unas iglesias va a haber este año 70,80, 90 y 100 niños de primera comunión y en otras solo hay 10 o 15.

Por eso no pueden ahogarlas, no pueden desvincularse de ellas, a pesar de que les duele la influencia de Germinans en sus senos, que quisieran extirpar, como si de un tumor se tratase. Por muchas cartas anónimas, cazas de brujas o apelaciones a la señora rusa, no les interesa tapar del todo esas voces. Por una cuestión tan prosaica como que LES SALVAN LOS NÚMEROS. El primero que lo sabe y lo sufre es el contable Matabosch.

 

 

Algo se mueve – 13/11/2007

Tanto la nota de los Obispos catalanes en relación a un material pedagógico de la Generalitat como la cortés, pero valiente, contestación del Obispo de Sant Feliu de Llobregat a las críticas vertidas desde Esglesia Plural a sus últimos nombramientos, nos hacen concebir esperanzas de que algo está cambiando en el proceder de nuestros Obispos.

A ello, en cierta manera, debe unirse la entrevista de La Vanguardia a Monseñor Martínez Sistach, en la que, pese a múltiples intentos de tirarle de la lengua, no consigue lo que buscaba: Un titular llamativo.

Vamos por partes:

A) La nota episcopal de los obispos de Cataluña ya fue perfectamente diseccionada en el último Directorio de Mayo floreal. Solamente debo añadir una cosa. El material pedagógico de la Generalitat, concretamente de la Consejería de Salud y la Secretaría de Juventud, dirigido a jóvenes de entre 10 y 16 años, en las que se informa de los cambios físicos y emocionales que se producen durante el paso de la infancia a la adolescencia, la sexualidad, y los métodos de prevención del SIDA y de las enfermedades de transmisión sexual (menudo chorizo sintáctico), no solo merece el rechazo por invadir el ámbito de la familia y los derechos de los padres, en orden a lo que marcan las directrices de la Iglesia, sino que merece la repulsa por la propia ridiculez de unos textos y unos comics, en los que entre otras lindezas nos dicen que “... otras formas de evitar el contagio del SIDA es no compartir jeringuillas”. Use jeringuillas, pero no las comparta. Estupidez supina que se enmarca en el desastre en que se ha convertido nuestra educación, en la que se enseña la normalidad del onanismo, antes de estudiar la anatomía del cuerpo. Progresaremos adecuadamente (término nefasto)  en educación sexual, impartida por burócratas; pero el fracaso escolar seguirá siendo mayúsculo. Es lo que sucede cuando en lugar de transmitir conocimientos, invadimos el área correspondiente a los padres. No sé si ello debía merecer la atención de nuestros Obispos, pero es uno de los males de nuestro tiempo.

B) Tremenda importancia tiene también la cortés nota del Obispo Cortés, valga la redundancia. Cortés, pero valiente. Este prelado, a la chita callando, está renovando la joven diócesis de Sant Feliu y convirtiéndose en un excelente obispo. En su día, Antoninus Pius nos dio cuenta de la magnitud de sus nuevos nombramientos. Tan trascendentales debían ser que a Esglesia Plural le sentaron como una patada en la espinilla. Pues el Obispo les ha replicado, de forma clara y contundente y con estos dos párrafos para enmarcar:

“Jamás he pretendido, en absoluto, “ofrecer una imagen más próxima y actual de la Iglesia”. Esta es una táctica propia de una empresa o partido político que quiera vender un producto o ganar votos. Lo único que buscamos (con nuestros errores y limitaciones) es que nuestra Iglesia se acerque más a Jesucristo y su evangelio. Independientemente que esté cercano o lejano a lo que hoy impera en el mercado”.

“Personalmente no estoy dispuesto a dejarme condicionar por el miedo al que dirán, por donde vendrá la censura, por los maestros de la sospecha... Creo, sinceramente, que este es uno de los problemas que padecemos en la Iglesia. Estamos hartos del falso juego de lo “políticamente correcto”. Dejémoslo a los políticos".

Ante un par de párrafos tan claros y ante el mismo contenido de la nota, huelgan más comentarios. Como dijo aquel: “Que n’aprenguin”.

C) Por último, tenemos la entrevista de La Vanguardia a Monseñor Martínez Sistach. El escolapio frustrado pretende tirarle varias veces de la lengua y provocar una reacción nacionalista y una condena tajante de la COPE. Solo consigue medias tintas. No conocen suficientemente a Sistach, si piensan, como le instan los ilusos Romeu-macouts, que se va a convertir en el Cardenal de Catalunya, un remedo de Vidal i Barraquer. Van aviados. Sistach es un probo funcionario eclesial. Ahí tenéis su currículum vitae. Ha subido de escalafón en escalafón hasta lograr la púrpura. Su carácter se refleja en esta entrevista,  contesta a todo, sin decir nada, sin aportar nada.

Cierto es que tiene a su diócesis cada vez peor y que su última jugada, de nombrar Administradores parroquiales por doquier, está enervando a muchas comunidades. Solo dos ejemplos de estas últimas semanas: En Sant Medir se le va el rector y arcipreste. En Santo Domingo de Guzmán, inaugura el nuevo templo, pero deja supeditada la parroquia a la de la Preciosísima Sangre, como cuando estaba en obras. Por ello siempre estaremos atentos y vigilantes, como hemos venido haciendo, pero su nuevo rumbo, unido al de los otros obispos catalanes, nos hace concebir esperanzas. No nos defraude.

 

Les traiciona el subconsciente - 06/11/2007

Es curioso que todas las valoraciones del sector progre al cardenalato de Monseñor Martínez Sistach, hayan ido unidas de una reacción anti-Germinans. Son como aquellos hinchas fanáticos de un equipo de fútbol, que están más contentos si pierde el rival, que si gana su equipo. Además lo efectúan a la manera siciliana: Sin nombrarnos, pero sabiendo todo el mundo a quien se refieren.

La penúltima de estas reacciones -ciertamente tardía- es la de Esglesia plural: Tampoco nos nombra, pero nos dedica el cariñoso epíteto de curas buitres. Aparte de que en Germinans hay curas y laicos (no sé si los laicos también son considerados buitres), no puede haber buitres, sin carroña. El buitre es un animal necrófago. Por eso decía que les ha traicionado el subconsciente. Ellos mismos reconocen el estado comatoso de esta diócesis, que facilitaría la acción de las aves de rapiña. Porque lo que está fuera de toda duda es que la diócesis barcelonesa se halla en profunda agonía.

Un Seminario con un solo alumno nuevo en este año, un clero envejecido, unas parroquias vacías, unos menguados ingresos económicos, una profunda división entre sus sacerdotes, una aguda depresión de muchos de sus servidores. Por eso la página web del cara de bendito de Josep Torrens y del cura periodista Romeu habla de curas carroñeros.

Saben que están a las últimas. Temen enormemente el poder de Germinans. Juegan a la táctica de los diez negritos, a ver si cae alguna pieza por eliminación, como en la carta macarthysta, en la que pusieron once nombres de sacerdotes, como pudieran haber puesto once más. Se trataba únicamente de dar los nombres de los curas más jóvenes,  que tienen las iglesias más llenas y que contribuyen más a la economía de la archidiócesis. Esto último, lo sabe muy bien el contable Matabosch, a quien no le salen los números y ha tenido que empequeñecer las esquelas que publica en La Vanguardia, cuando fallece un sacerdote. Eso sí, aunque la esquela sea minúscula, ha hallado espacio para anunciar al Cardenal Sistach, aún cuando todavía no se haya celebrado el Consistorio.

No hay curas buitres, amigos de Esglesia Plural. Ni tan siquiera laicos buitres. Tampoco hemos perdido ningún match por la promoción cardenalicia de Monseñor Martínez Sistach. Al revés, nos hemos alegrado, en especial por saber que Roma no nos niega el rango que teníamos. Somos hijos de esta diócesis y nos duele verla sin nervio, sin sangre, sin palpitación. Por eso ponemos los ejemplos de aquellas parroquias donde surge la vitalidad, donde está presente la juventud, donde la gente acude –y cómo acude- a rezar, donde se acoge a los inmigrantes y no se les rechaza, por no hablar catalán. Ese es el futuro de la diócesis de Barcelona. Ahí será imposible que aniden las rapaces.

 

El llepa y la señora rusa - 30/10/2007

Los acontecimientos se nos amontonan estas últimas semanas. Pero las reacciones a la promoción cardenalicia de Monseñor Martínez Sistach y la carta macarthysta  del odio y la inquina, de la que nos ha dado cuenta Prudentius, acaparan el máximo interés.

Hablábamos la semana pasada en esta sección de la frialdad con que se había acogido el cardenalato de Sistach por parte del sector progre. Contrasta esa indiferencia con el entusiasmo y el fervor que ha provocado la noticia en la camarilla de Sistach. Y en especial, en su más fiel e incondicional personaje: TURULL.

El actual Rector del Seminario de Barcelona es el único que ha gozado del privilegio de un artículo propio en Catalunya Cristiana, sobre el nombramiento de Sistach. Entresaco este párrafo de dicho artículo:

“Es un hombre con una inmensa capacidad de trabajo y con una sensibilidad eclesial muy universal, como San Fructuoso, que tiene presente a toda la Iglesia extendida de Oriente a Occidente, y que, por eso mismo, hace de él un obispo bien preparado para la labor que, como cardenal, se le pide”

Toma ya.

En un anterior Directorio de Mayo floreal, se nos hablaba de que Turull era calificado como pelota, cursi, antipático, mandón y tacaño. Nuestros buenos amigos de El Triangle (a los que nunca agradeceremos bastante la publicidad gratuita que nos hacen) lo tradujeron al catalán. Así quedó como “llepa, cursi, antipàtic, manaire i garrepa”. En este caso, me gusta más la versión de El Triangle. Me resulta más eufónico llepa que pelota. Ahora bien, sea llepa, sea pelota, lo innegable es que Turull se pasa de frenada. Las paletadas de mermelada con que obsequia a su amo y señor no son aptas para diabéticos. Esperemos que Sistach no tenga el azúcar muy alto, pues tener al lado al untuoso Turull puede disparar el consumo de insulina.

Todo esto tiene un trasfondo. Aquí nadie da puntada sin hilo. A Turull le promueven y él se comporta como un estómago agradecido. Lisonjero hasta la exageración, pero agradecido. Qué importa su fracaso en el Seminario o su tesis doctoral suspendida, si de lo que se trata es de convertirlo en Obispo auxiliar de nuestro nuevo San Fructuoso. Como debe haber “remenat la pluma” el ínclito Turull, este fin de semana en Roma, hospedado en el Pontificio Colegio español de San José, al lado de los 71 obispos españoles. Ya debe haberse visto como ellos. Lo que no sabe es que si un día lo consigue, será para siempre el bisbe llepa.

No puedo acabar el artículo, por eso, sin hacer una mención, siquiera breve, a la carta macarthysta. La carta es un cúmulo de incoherencias y solo refleja un hecho incuestionable: NO PUEDEN CON GERMINANS.

Sin embargo, me ha sorprendido especialmente que se cite a Pablo Ginés como nuestro líder logístico (Ja,ja. Frio, frio. Nunca lo adivináis) y que se acompañe la cita de dos datos: Que nació en Agosto de 1.974 y está casado con una señora rusa. Francamente no llego a alcanzar qué necesidad tienen de recalcar estas dos referencias, qué importancia tienen sobre el fondo del asunto. Solo puedo entender que este autodenominado grup de preveres i laics asoma su patita racista. Les sorprende tanto su juventud como que esté casado con una señora rusa. Su simpleza no admite las bodas con extranjeros. Por eso lo destacan. A partir de ahora serán el Grup de preveres i laics xenòfobs. I ridículs.

 

Pues no se les ve muy contentos - 23/10/2007

En primer lugar, mi enhorabuena a Monseñor Martínez Sistach por haber llegado al cardenalato. Mi felicitación también a la archidiócesis de Barcelona por mantener el carácter de sede cardenalicia del cual ha gozado los últimos lustros, acorde con las grandes metrópolis. Hago extensiva también mi enhorabuena a Monseñor García Gasco y a la archidiócesis de Valencia, por idénticos motivos.

Dicho lo anterior, que era de justicia, me ha sorprendido enormemente el escaso eco que ha tenido la designación cardenalicia de Sistach en el sector vegetativo de la iglesia catalana y, en especial, en sus abundantes tentáculos mediáticos. Tras un rápido anuncio del nombramiento y alguna tímida reacción anti-Germinans, vino el silencio absoluto y, después, la reacción anti-romana. Ejemplos: El sinuoso Llisterri (que con la cara paga) hablando de “A quien le importan los Cardenales” y criticando el sistema de elección papal; en Foc Nou ni una reacción; tampoco en Esglèsia Plural; nuestros amigos de El Triangle, idem de idem, probablemente avergonzados por haberlo situado en la Curia, es decir, como siempre, no dando pie con bola; el escolapio frustrado de La Vanguardia (quizá afectado de envidia a Enric Juliana, que es el único que acertó), tampoco dice nada y nos habla de Casaldàliga, al que ya verán como se sumarán pronto a la iniciativa del Padre Angel de hacerlo Cardenal. En este caso sí debe importar la púrpura, siguiendo el razonamiento contrario del sinuoso. Ni siquiera nos habla de ello el pobre home del pic-pic, nyic-nyic, preocupado –y ya puede estarlo- con el relevo del Obispo gerundense.

¿A qué obedece este silencio? ¿A qué Sistach comparta su designación con García Gasco? ¿A que teman que el juego de equilibrios vaticano compense la designación con un giro copernicano en Gerona? ¿A qué el cardenalato de Sistach le coloque en posiciones mucho más cercanas a Roma?

En mi opinión no. Este silencio y esta curiosa desilusión se deben a dos mecanismos psicológicos de esta parte de la iglesia catalana. En primer lugar su carácter victimista. Se hubieran sentido más felices si Roma les hubiera dado la bofetada de no nombrar a Sistach. Podrían haberse sentido agraviados. Habrían podido decir: En El Vaticano, donde jamás dan el mensaje Urbi et Orbe en catalán, ya ni tan siquiera designan un Cardenal catalán. En segundo lugar, el déficit de romanidad de este sector eclesial. Su natural recelo a todo lo que venga del Vaticano se ejemplifica en la escasa alegría por el nombramiento de Sistach. Ello viene de lejos, recuérdese el nulo interés –e incluso tentativas de boicot- de ese sector por la visita de Juan Pablo II en 1982 o las veladas críticas al Papa polaco, incluso a su fallecimiento. Alejamiento romano que ha redundado, como efecto lógico, en la nula presencia e influencia de la iglesia catalana ante la Santa Sede y en la obsesión por los minúsculos problemas locales (nombramientos de Obispos catalanes progres), sin atender a la alta política vaticanista.

El futuro Cardenal Martínez Sistach puede tomar nota de la reacción de este sector. Él los conoce suficientemente y sabe de quien está rodeado. Ahora que formará parte del colegio Cardenalicio; ahora que será un Príncipe de la Iglesia; ahora que irá más a menudo a Roma, es hora de que, revestido de la autoridad que le ha conferido el Santo Padre, dé un giro a su mandato y ponga la iglesia barcelonesa en el lugar que le corresponde. Ese lugar que sigue reconociendo Roma. Esperan mucho de usted, Monseñor.

 

Mirar al pasado por temor al futuro – 16/10/2007

Con gozo y algarabía ha recibido el sector vegetativo de la Iglesia catalana la conferencia del Obispo Carrera en el C.E.P. El escolapio frustrado y el sinuoso Llisterri han entrado en éxtasis y la han acogido como si fuera un gol de Messi. Solo falta que la saquen en video y lo regalen con La Vanguardia.

Está muy bien. Nos ha recordado que, aunque no lo parezca, el Obispo Carrera sigue en activo. Mal que le pese a él, que ya presentó su renuncia hace dos años y medio y mal que le pese a Sistach, con el que mantiene una relación mejorable. Es un caso inaudito. El Obispo auxiliar querría estar jubilado y el Arzobispo quisiera tener sus auxiliares y no uno heredado, mayor que él y con el que no congenia.

Pero detrás de la conferencia de Carrera y de las loas desmesuradas de los pesebristas, se esconde el verdadero problema de la iglesia barcelonesa: Seguir en el siglo XXI con parámetros de los años 60. Con un clero envejecido y unos cargos episcopales tributarios de las obsesiones de aquellos años. Hace más de treinta años que murió Franco, ya en sus postrimerías el nacional-catolicismo no era más que una reliquia, aconteció el inmenso y dinámico pontificado de Juan Pablo II, cayó el muro de Berlín, se hundió la URSS, ha habido la apoteosis de la globalización y la revolución de las nuevas tecnologías y siguen aferrados a categorías nostálgicas.

Porque se mira al pasado, por no querer enfocar el futuro. En primer lugar, se añora la juventud, que pasó y ya no volverá. Se añora aquella ilusión juvenil y conciliar e incluso se efectúa la ucronía de decir que, de no haber existido el Vaticano II, la descristianización habría sido superior. Pasado, ucronía, pérdida de la realidad actual, obstinación; en suma, ceguera. Miremos la Cataluña de hoy en día. ¿Qué parroquias se llenan? ¿Qué templos están vacíos? ¿Quién hace más aportaciones a la Iglesia? ¿Quién contribuye más a Cáritas? ¿En qué parroquias hay más comuniones o confirmaciones? Carrera tiene los números. Incluso tiene las estadísticas de aquellas parroquias del extrarradio (con las que tan a gusto se llena la boca) y puede colegir que las más renovadoras están llenas y las más progresistas están vacías. Entonces, ¿Por qué insistir en lo contrario? Muy sencillo: por miedo. Por temor a un futuro que desconocen, por pavor a no pintar nada, por pánico a reconocer su propio fracaso, por alergia a la autocrítica; en definitiva, por soberbia y orgullo malherido.

Por eso desde Germinans hacemos un permanente llamado a la renovación. A ponernos al día, a abandonar esquemas estereotipados y simplistas que ya no sigue nadie. A no insistir con el desaforado empeño en el minúsculo localismo de la “Esglesia catalana” y, en cambio, encauzar esa verdadera ansia de espiritualidad que tienen muchísimas personas. Ese es el futuro. Por eso mucha gente entra en las Iglesias a rezar. Porque quieren hablar con Dios, de sus problemas. De problemas actuales y no de problemas de hace cuarenta años. De lo que hablaba Carrera era del pasado. Respetable, pero pasado. Y además ya muy pretérito. Como él, al que no dejan jubilar.

 

Enric Juliana y Pep Martí – 09/10/2007

En la última semana, Sistach ha estado presente en los medios catalanes. Desde la seria La Vanguardia al amarillista El Triangle. Con dispar resultado, eso sí. Los dos medios se dedican a hacer cábalas, pero mientras el primero asegura que el Papa lo creará Cardenal (bueno, dicen nombrará) en el próximo Consistorio, el Triangle nos lo sitúa, ni más ni menos, que en la Curia romana. Dos noticias y dos destinos sobre la misma persona.

Pero las dos supuestas revelaciones tienen sus curiosidades.

Empecemos por La Vanguardia:

No sorprende el rumor consistente en que Sistach entre en las quinielas cardenalicias. Es uno de sus aspirantes. Nadie lo va a negar. Lo sorprendente es que el día en que La Vanguardia estrena nuevo diseño, aparezca en portada el siguiente titular: “El Papa nombrará Cardenal a Martínez Sistach”. Todavía es más sorprendente que el artículo que desarrolla la noticia venga firmado por el director adjunto Enric Juliana y no por el redactor habitual de los temas de religión del diario: el escolapio frustrado Oriol Domingo.

Por un momento pensamos que Juliana se iba a encargar de la temática religiosa, a partir de la reorganización en la dirección de La Vanguardia, pero no es así, el escolapio frustrado sigue apareciendo los domingos. Cierto es que Juliana ha sido corresponsal en Roma y acostumbra a informar de la política italiana y de algunos temas vaticanos. Por ahí irán los tiros. Se ha querido dar la mayor prestancia al rumor. No proviene del ámbito minúsculo de la iglesia catalana, que sigue en manos del escolapio frustrado, sino que proviene del entorno romano, círculo éste de la jurisdicción de Juliana.

Entonces, tenemos que Sistach fue reina por un día. Nombrado (que no creado) Cardenal por la Vanguardia, con todo el boato y la pompa de una noticia que viene desde Roma. ¿Será cierto? Solo Dios y el Papa lo saben. Pero está claro que antes de fin de año lo sabremos y podremos felicitar a nuestro Arzobispo y de paso a Juliana por la primicia.

Distinto es el caso de El Triangle. Aquí no han cambiado de informador. Claro que no tienen a ninguno como Juliana, con conexiones romanas. La información y el artículo correspondientes siguen escritos por Pep Martí, al que nunca nos cansaremos de agradecer la publicidad gratuita que suele hacernos. Aquí lo sitúan en Roma e, incluso, llegan a sortearse las vestiduras del Arzobispo (permítaseme el símil) y ya le buscan sustituto. Tampoco es que arriesguen mucho: hablan de Vives, Pujol o Saiz Meneses. Aquí sí que apuesto lo que quieran a que Pep Martí no acierta. En primer lugar, porque El Triangle no suele dar pie con bola. Esto es un axioma. En segundo lugar, porque los suministradores de noticias de Pep Martí son Brustenga y Romeu, que de Roma conocen poco más que la Fontana di Trevi y el Coliseo. Además, si el destino de Sistach en Roma está relacionado con su título canonista, que no pierda el tiempo Pep Martí, porque el prestigio canonista de Sistach es realmente muy menguado.

Sea por una vía o por otra, Sistach ha podido sacar pecho y al menos se ve Cardenal o curial en los periódicos. Esperemos pueda serlo en su día, sea en este Consistorio o en el siguiente. Pero que no caiga otra vez en el error. El Capelo se le va a otorgar porque en los últimos años Barcelona ha sido sede cardenalicia. Por nada más. El capelo no va a suponer un blanqueo de la política Sistach, ni un aval de la Santa Sede. Con dignidad cardenalicia o sin ella, si no se produce un giro copernicano, la diócesis se halla en situación calamitosa. Con un clero y una feligresía absolutamente divididos, envejecidos, con un exceso de nostalgia sesentera (véase a Carrera mirando por el retrovisor), sin que se mire hacía adelante, sino constantemente hacia atrás, con las parroquias vacías, el seminario exangüe y unas aportaciones económicas que dan pena, hasta para la mismísima Caritas.

Por tanto, nuestros respetos al rango episcopal (y caso de que llegue al purpurado), pero ello no va suponer ni un ápice de relajación en la crítica a este lamentable pontificado, con cuyo futuro juegan todos. Cardenal o no, curial o no, al paso que vamos pasará a la historia como el error Sistach. Ni las portadas de La Vanguardia podrán salvarlo. Como le solemos advertir: A tiempo está de rectificar. Todavía le quedan de cinco a siete años de mandato.

 

Están muy preocupados - 02/10/2007

Se ha repetido hasta la saciedad, pero es la pura verdad: Sistach entró en la archidiócesis con la obsesión de lograr la paz, supuestamente rota durante el pontificado del Cardenal Carles. Entró con un miedo horrible a que se le alborotara el gallinero progresista. Además, como los conocía a todos, sabía que dándoles “peixet” (léase cargos), iba a lograr su propósito. Y así lo hizo: Véanse los tres vicarios episcopales que nombró, el Rector del Seminario, el Canciller, el Consejo Presbiteral, con los miembros elegidos a dedo (Matabosch y Aimar entre otros) o los Delegados de Pastoral. Por ahí pululan algunos de los sacerdotes que hicieron la vida imposible al Cardenal Carles, utilizando las más abyectas y zafias artimañas. Los más significados: Brustenga y Romeu. Vaya par de pajaritos.

Por el otro lado no había temor. Se fiaba de la fidelidad ignaciana de sus sacerdotes. Sabía de su carácter pacato y temeroso. Además, el Opus Dei y los nuevos movimientos iban a lo suyo y no se involucraban en la vida diocesana. Nada que temer.

Pero surgió De Bello Pallico y, después, Germinans, y esto ha sido un alfilerazo que ha despertado a un sector de la diócesis de su letargo. No se lo esperaban. Pero ni se esperaban la crítica, ni se esperaban el estilo. Se creían que este sector se limitaba a la revista Ave María (con todos los respetos para la revista), pero se han encontrado con un estilo joven, dinámico, audaz y, lo que más les preocupa, que dispone de información fidedigna, que viene de la misma Roma. Y les preocupa muchísimo que los años pasan y las nuevas generaciones se identifican mucho más con la línea renovadora que con la línea progre. Los únicos jóvenes progres que quedan son Romeu y Cabot y ya rondan la cincuentena.

Están descolocados. Han pretendido iniciar una caza de brujas macarthysta, pero no hallan ni el señuelo. Y, para colmo de males, en el blog del sinuoso Llisterri se habla sin reparos de un clero dividido en dos bandos irreconciliables. Un bando renovador y joven y otro progre y anciano. Solo falta que en el primero se unan todas las tendencias y caracteres, de los que Germinans solo es una minúscula pieza, para que los segundos se vean reducidos a su limitadísimo y estrecho cauce.

Llegados a este punto, debemos reiniciar y hallamos el absurdo: Se quiso la paz y la paz no ha llegado. La diócesis está más dividida que nunca. Ya nadie lo esconde. Es vox populi. ¿Qué hacer? Sistach está despistado. Por un lado pasea al Nuncio por Barcelona y le llena la Basílica de la Merced con carteles de la beatificación de los mártires de la guerra civil, pero por otra no se atreve a dar instrucciones a párroco alguno para que cuelguen esos carteles en los templos. Una vela a Dios y otra al diablo. Anhela el capelo para su comprensible vanidad personal y para no truncar la línea de sus dos antecesores, pero sabe que el tiempo pasa y puede quedarse sin él. Sin capelo y sin pacificación. Pese a su tesón y a su empeño. Tesón y empeño, que el tiempo ha revelado equivocados. Penoso epílogo.

 

Mossén Comín - 25/09/2007

El otro día llegó a mis manos un libro sobre la Parroquia de la Virgen de Lourdes de Barcelona. El libro se halla bien documentado, correctamente ilustrado, con interesantes fotografías, pero -¡Oh sorpresa!- se detiene en el año 1.991. Según el autor del libro, la razón de esta curiosa interrupción se halla en que un historiador no debe analizar los hechos recientes, sino que debe esperar que los mismos hagan su poso y sean estudiados por generaciones venideras. Es un argumento ocurrente, pero no es la coartada del verdadero motivo de este corte en la película. El autor señala que ha aprovechado la fecha del cambio de Rector, para finalizar su estudio. No es muy exacto dicho razonamiento, pues el nuevo Párroco, Mossén Juan José Comín Rubio, entró en el año 1.990, pero cierto es que el libro no abarca los años de Mossén Comín.

Los que conocen la parroquia sabrán muy bien por qué. La sustitución de Mossén Comín por el actual Rector, Joan Cabot, fue verdaderamente traumática.

Como el libro no nos habla de él y como no sabemos sí futuras generaciones tendrán a bien molestarse en ello, desde aquí voy a intentar completar aquella lamentable omisión.

Don Juan José Comín Rubio había nacido en el año 1926 en la provincia de Teruel. Ordenado en el seminario turolense, estuvo en diversas parroquias de la Provincia, hasta que a finales de los años 70, tuvo que trasladarse a Barcelona, acompañando a su padre enfermo, que precisaba tratamiento clínico en esta Ciudad. El Cardenal Jubany le ofreció la posibilidad de quedarse en la capital catalana y lo designó Vicario de la Parroquia de San Salvador de Horta, sita en el barrio de Pueblo Seco y regentada entonces ya por Mossén Forasté. La parroquia de Lourdes es vecina y colindante con la de San Salvador. El entonces rector de Lourdes, Mossén Casas, falleció de forma repentina en el año 1.989. Siendo ya Obispo Don Ricardo María Carles, designó a Mossén Comín  como nuevo Rector de la Parroquia. Ahí estuvo hasta el año 2.001, en el que, aparte de haber cumplido la edad de jubilación, sufrió un derrame cerebral que le paralizó parte del cuerpo. Una vez relevado, pasó por varias residencias, terminando sus días, en fecha 21 de Enero de 2.006, a la edad de 79 años.

Hasta aquí una breve biografía. Pero los que le conocimos guardamos un recuerdo imborrable de este sacerdote aragonés, de voz fuerte y poderosa, tesonero, amante del canto, incansable, cercano, sencillo y humilde hasta la saciedad. Tenía una sencillez tan radicada en su ser, que mojaba el pan que le sobraba para que se reblandeciera y no tirarlo. Amante de los pobres y, en especial y en honor a la patrona de la parroquia, de los enfermos. Solía visitarlos a todos. Esa costumbre que practican hoy muy pocos párrocos. Los visitaba, se lo pidieran o no. Y les iba a confortarles, hablándoles de Dios y de la Virgen. Nada más. Y nada menos.

Muchos se acordarán también de la procesión. La procesión del día de la Virgen de Lourdes. Siempre se había hecho esa procesión, pero en los años 90 ya era difícil mantenerla en Barcelona. Y más en un barrio como Pueblo Seco, marginal y envejecido. Mossén Comín no solo la mantuvo, sino que la revitalizó. Acudían a la procesión gentes de toda Cataluña, familias enteras, con sus antorchas y el canto del Ave María ¡Que orgulloso y ufano estaba aquel día el bueno de Mossén Comín! Una procesión bella, ejemplar, multitudinaria, con la gente mirando respetuosa desde los balcones y desde los bares. La procesión pasaba por todo el perímetro de la parroquia.

Mossén Comín fue relevado y el nuevo párroco fue acortando la procesión cada año más. Ya no venían de toda Barcelona, solo acudían los parroquianos que se habían enterado de su horario, casi clandestino. Se mantuvo acortada hasta que Mossén Comín estuvo en vida. Este año 2.007 ya no ha salido. Al menos esperaron a que muriera. Murió él y su procesión.

Un buen párroco. Un párroco sencillo y humilde. Que rezaba él mismo el rosario y no delegaba en otros, que amaba y se cuidaba de sus feligreses. Desde aquí -y en su persona- un homenaje a todos aquellos sacerdotes anónimos, que cumplen fielmente con su ministerio. De los que podemos decir que son alter Christus, ipse Christus. También desde aquí dos reproches: Uno al Cardenal Carles y a su horrorosa política de nombramientos que produjo que en la parroquia de la Virgen de Lourdes se viviera un cisma, por sustituir a un sacerdote de una línea, por otro que estaba en sus antípodas. Y, segundo, al estado actual de esta diócesis, en la que se tapan hechos, incluso en un mero libro divulgativo.

 

¿Por qué no va a ser posible la renovación en Gerona? – 18/09/2007

Está bastante extendido el prejuicio relativo a que no es posible la renovación en la diócesis de Gerona. El miedo cerval a una minoría estridente provoca que los árboles no dejen ver el bosque. La diócesis de Gerona tiene 750.000 habitantes. Más que la archidiócesis de Tarragona. Es una de las provincias con mayor renta per capita de España. Tanto la Costa Brava como el Ampurdán se nutren de residentes venidos de todas las partes del mundo. Eclesialmente tiene una presencia muy significativa del Opus Dei. El Col.legi Bell-lloc es uno de los centros de enseñanza mejor considerados de España. Los centros Tempir y Tramuntana son núcleos juveniles de una inusitada relevancia. Existe un movimiento neocatecumenal al que se ha intentado soterrar desde la jerarquía, pero que va a explotar. La Renovación Carismática y los Legionarios de Cristo saben que es terreno fértil. ¡Cómo no va serlo! ¿Es qué acaso Gerona es una burbuja? ¿Es qué Gerona es un globo estéril, dentro de la realidad eclesial del Siglo XXI?

Cierto es que Gerona ha sido tributaria de una generación de sacerdotes progres, que bebieron en las fuentes del Doctor Damià Estela y de Mossén Modest Prats. No menos cierto es que el Foro Alsina ha estado activo y vigilante en que no se apagase aquella llama. A ello debe unirse los pontificados timoratos de los Obispos Camprodón y Soler Perdigó. Pero de esto no queda nada. Actualmente, los sacerdotes del Foro Alsina son treinta párrocos. En su día fueron desenmascarados en http://www.catolicsgirona.net/temas/escritforum/portada.htm  ¿Qué es eso, comparado con la fuerza restante? Nada. Solo que tienen poder mediático. ¿Y qué? También lo tenían en Vic y nunca más serán nada, porque un Obispo, con la suficiente personalidad, ha tenido los arrestos de resistir. Y lo tenían en Tarragona. Y bluff. Y en Terrassa. Y en Sant Feliu.

Que nadie dé por perdida Gerona. La sustitución -cuando sea- del Obispo Soler Perdigó debe traer la regeneración de la diócesis. Solo se necesita un nuevo Obispo que tenga la suficiente paciencia, temple y carácter para aguantar la presión mediática. Nada menos. Y nada más. A partir de ahí ha de canalizar un torrente de vitalidad, dinamismo y talento que le va salir de debajo de las piedras. Puede ser que sea tributario de un cierto nacionalismo, pero va desterrar la pamema de la Gerona progresista para siempre.

Dejémonos de prejuicios. No demos por perdida Gerona. No nos asustemos ante los cuatro gatos del Foro Alsina. La renovación de la iglesia catalana va a tener su etapa reina en Gerona. Y la va a coronar. Sería inexplicable no conseguirlo. En Roma lo saben y lo van a procurar. No les demos miedo.

 

El despiste de Brustenga - 11/09/2007

En este país tan pequeño nos conocemos todos. Desde hace mucho tiempo se sabe que Mossén Brustenga utiliza al semanario sensacionalista El Triangle para airear los supuestos trapos sucios de la diócesis de Barcelona. Emplea esa publicación tremendista de lanzadera de aquellas noticias que las pulcras páginas de Llisterri o del escolapio frustrado Oriol Domingo no se atreverían a divulgar. Cual bien dio cuenta el último Directorio de Mayo Floreal, en El Triangle se esparció porquería sobre Rafael Méndez y, además y en innumerables ocasiones, sobre el Cardenal Carles. La bestia negra de Brustenga. Para ello, el ya anciano sacerdote utiliza a los conocidos-y reconocidos- masones Jaume Reixach y su acólito Pep Martí. No es que la revistilla sea muy leída (sí vas al kiosco, el kiosquero te preguntará sobre el precio, pues ni lo sabe), ni tampoco muy fiable, pero siempre queda aquello de calumnia, que algo queda. Calumnias que muchas veces han acabado en los Tribunales. Todavía recuerdo como hace años me contaban que iniciaron una campaña contra un Alcalde convergente del Maresme, que había dejado impagados por todas partes, menos con Hacienda y sus trabajadores. Pues El Triangle publicó que las deudas las tenía con Hacienda y con sus trabajadores. Torpes. Amén de zafios, muy torpes.

Desde la subida de los socialistas al poder de la Generalitat, El Triangle languidece. En especial, porque a uno de sus co-fundadores, Siscu Baiges, le premiaron con la prebenda de Com Radio, dejando solo a Jaume Reixach. Sin embargo, Brustenga los sigue manejando.

Pero su última aportación ha sido bien pobre y simple. En primer lugar, porque su conclusión es la siguiente: “Qui és al darrere de germinans-germinabit.org? No se sap..” Ni lo sabrás, querido Mossén. Ya os lo dijo Prudentius, el último día del De Bello Pallico: “Sabréis quien soy, el día del juicio final por la tarde”. Además, andas muy despistado y tus palos de ciego te están conduciendo a terrenos equivocados. Sí encima te apoyas en detectives tan sagaces, como los de El Triangle, tu afán jamás obtendrá recompensa.

Ahora, cuando se nota que Brustenga ya no es el que era y que su despiste es descomunal, es cuando da cuenta de los rumores sobre el sustituto de Carrera. Se limita a transcribir-haciendo suyas, sin rubor alguno- las informaciones que ha venido ofreciendo De Bello Pallico y Germinans. Nos habla de Turull; de Armand Puig, como solución de compromiso y de que las relaciones entre Sistach y Carrera no son buenas. Lo que nos ha leído. Ninguna aportación más. No sabe nada. Ya no cuenta para nada. No posee información.  Se acabaron los tiempos de hablar del chofer de Carles o de un Rafael Méndez subido en un sofá. Ni Brustenga, ni El Triangle son lo que eran. La única información que tienen procede de leer Germinans. Nos alegra que incrementen nuestro número de visitas.

 

¿Quiénes son los carcas? - 04/09/2007

La palabra carca se empezó a utilizar despectivamente para denominar a los carlistas en el siglo XIX. A partir de entonces ha quedado vinculada como acepción peyorativa u ofensiva hacía aquellas actitudes anticuadas o retrógradas. Con ese vocablo se ha venido definiendo muchas veces a aquellas personas que defienden una visión más tradicionalista del cristianismo.

¿Pero donde están los carcas de principios del siglo XXI? ¿Quién defiende más una visión anticuada? ¿Quién está en contra de toda renovación conciliar?

Los carcas de hoy en día son aquellos que viven aferrados a un ideal sesentero; los carcas de hoy en día son aquellos que vienen repitiendo el mensaje desde hace más de cuarenta años; los carcas de hoy en día son los que no han sabido afrontar ninguno de los retos del presente, que no han comprendido que les ha huido la juventud, que les han huido los matrimonios, que sus iglesias han quedado reducidas a lamentables geriátricos.

Por ello fueron contrarios al mensaje renovador de Juan Pablo II. Lo rechazaron expresamente, se resistieron a toda renovación conciliar. Pero les sobrepasó. Jamás pudieron entender el éxito del Papa polaco. Su orden artificioso se hallaba presidido por aquel mensaje conciliar de apertura al mundo. Su contradicción fue que se abrieron al mundo, pero el mundo huyó en estampida. Tuvo que venir un Papa polaco, con un mensaje de nueva evangelización, para que la juventud siguiese al Santo Padre. Un verdadero fenómeno de masas. A la par había una eclosión de nuevos movimientos, en los que no tenían arte, ni parte.

Y es que Juan Pablo II venía a aunar tradición y modernidad. Sin renegar de la tradición, pero apostando descaradamente por el futuro.

Porque ese es el verdadero secreto. No todo lo antiguo debe desecharse. Nadie quiere volver a la tartana, pero sí se añora el pan de payés, el tomate de huerta o el verdadero jabugo. Nostalgias, las justas e imprescindibles. Pero con la vista puesta hacia delante, contemplando el futuro, lanzando un verdadero mensaje cristiano, una nueva evangelización, que sepa llevar a Cristo, junto a las nuevas técnicas, las nuevas inquietudes, las nuevas formulaciones.

Salvemos el pan de payés, pero no vayamos en tartana. En tartana siguen otros. Ellos son los carcas. Y carcamales.

 

Los renovadores de Germinans - 28/08/2007

Más de 20.000 visitas en tres meses, para una web reducida casi en exclusiva a la diócesis de Barcelona, no es moco de pavo. Además, ha coincidido, en parte, esta cifra de entradas con los meses veraniegos. Sobre Germinans se habla y se habla en muchos otros portales. Es el efecto multiplicador de Internet. Los medios oficialistas catalanes han seguido su habitual táctica plagiada de la omertá siciliana: Ignorarnos, pero hablar de nosotros sotto vocce. Siguen aquel aforismo jurídico que reza que “ lo que no está en los autos, no está el mundo”. Pero ha habido –y hay- mucho debate sobre Germinans. Incluso en el blog de Llisterri (felizmente de vacaciones), tuvo que salir el mismo a acallar el debate, pidiendo que no se hablara más del asunto. “Deixem-ho aquí, si us plau...”

¿Por qué todo ello? Germinans es una humilde web, en la que colaboramos algunos sacerdotes y laicos. ¿Cuál ha sido su fuerza? No es otra que la bocanada de aire fresco, el oasis de libertad, la puerta abierta en una diócesis pequeña, cerrada en sí misma, en un penoso estado anémico.

Hemos oxigenado las sacristías cerradas, hemos penetrado en un bloque hermético y sobre todo hemos demostrado que somos muchos más de los que se pensaban.

Frente a esta postura oficial, que lleva años evidenciando su absoluto fracaso, hemos entrado con espíritu renovador. Porque esta es nuestra postura, esta es la corriente con la que nos identificamos: LA RENOVACIÓN.

Frente al oficialismo carca, frente al integrismo Kumbayá, frente al progresismo rancio, frente a la tristeza rutinaria: LOS RENOVADORES DE GERMINANS.

Renovación y asunción de nuevos retos: las nuevas tecnologías, la globalización (en la que el universalismo católico tiene mucho que hacer y qué decir); el ansia de espiritualidad y de oración de las gentes; la aceptación del individualismo por los católicos frente a un comunitarismo ya trasnochado; el cambio demográfico que nos puede llevar a una presencia real menor.

Que sigan ellos con sus pequeños nacionalismos, con sus cursis cuentos de amor y paz, que sigan empecinados en su naufragio. Pero que no nos hablen más de pluralidad, aquellos que se llenan la boca con ese término, pero no aceptan otro discurso que el suyo. Ellos que alientan el uniformismo, la pureza de sangre (de sangre y de ideología) evidenciada en el “volem bisbes catalans”. Hoy “volem bisbes catalans i progres”.

Su cuento ya no cuela, su iglesia oficial se hunde y frente a ella se inicia un movimiento renovador. Aquí tiene a unos humildes contribuyentes: LOS RENOVADORES DE GERMINANS.

 

Nunca ejercerán la autocrítica - 21/08/2007

Cuando cayó el Muro de Berlín, y poco después el régimen soviético, algunos ingenuos pensamos que aquellos que lo defendían iban a reconocer sus errores. ¡Jamás! Parecía que el realismo les iba a arrinconar. 100 millones de muertos en el mundo entero, no eran pecata minuta, pero esta gente se considera libre de rendir cuentas. Habían medrado en la política –y en la iglesia- y de qué manera. En una empresa privada habría sido imposible desentenderse de las consecuencias de las propias acciones, pero en el ámbito eclesial no. ¡Allá películas¡

Los que nacimos en los sesenta nos cansamos de escuchar las concordancias entre el marxismo y el cristianismo, nos habían presentado a un Jesús (nunca le llamaban Cristo) revolucionario. En algunas parroquias no solo se había ejercitado la oposición al franquismo (con menguados resultados), sino que se había defendido abiertamente el comunismo. En algunas parroquias, en sus peores acepciones. Todavía me acuerdo como un entonces Rector de Santa Coloma, ubicado hoy en una destartalada parroquia de Pueblo Seco, propugnaba abiertamente el maoísmo. Ese mismo párroco nos arengaba en un bautismo, allá por el año 1.976, a favor de la abstención en el Referéndum por la Reforma Política, que propugnó Suárez. Otra vez con magros resultados. Para el Rector, obviamente. Desde los sótanos de aquella parroquia, y otras regentadas por un par de hermanos con apellidos compuestos de rancio abolengo, después secularizados, se auguraba la inminente caída del capitalismo. Hubo también el caso, en la misma población, de un alcalde-cura del PSUC, que jamás llegó a colgar los hábitos, y que hoy aparece felizmente recalado en la vecina población de Badalona. Como si nada. En un artículo anterior, Antoninus Pius diseccionó ejemplarmente la trayectoria vital de estos sacerdotes.

Todos ellos vieron como su proyecto fracasó. Su proyecto político y su proyecto religioso. A la vez que caía el Muro y el capitalismo se afianzaba, sus templos se vaciaban. De aquello nada quedó. Bueno, quedaron ellos. Y como su soberbia es infinita, jamás pidieron disculpas. Ni tan siquiera en unos tiempos eclesiales en que todos pedían perdón. Empezando por el Papa. Al revés, buscaron un nuevo refugio. Y lo encontraron en el movimiento antiglobalización. Y contra la guerra de Irak. Solo contra ésta. Pero llenaron sus parroquias de carteles y sábanas colgando, con la bomba al revés. Incluso, algún párroco jovencito, pero con aires sesenteros, se atrevió a cerrar la Iglesia y convocar a sus fieles a la manifestación. Sus templos siguieron vacíos, sus sacramentos menguados (ya acreditamos cuantos jóvenes aportan esas parroquias a las confirmaciones), sus contribuciones económicas siguieron despeñándose. Pero ellos erre que erre. Sintieron una nueva juventud. Volvían a ser reivindicativos, aunque con treinta años más y sin feligreses.

Lo peor es que no han sabido reconocer su inmenso fracaso. Cayó el comunismo, que habían defendido con ahínco. Se mostró inútil e inservible la concepción de la Iglesia que preconizaron. Pero jamás ejercieron la autocrítica. Es un caso único en la historia: unos personajes que se vanaglorian de su propio fracaso.

 

La apropiación de los símbolos - 14/08/2007

Si algún extraterrestre llegase un día a Cataluña no entendería nada. Menos entendería sí se asomase a su realidad eclesial. Debe ser la única zona del mundo en que los símbolos han sido apropiados por un sector de la Iglesia. Los han hecho suyos, con absoluto descaro, sin ningún rubor.

Así ha venido sucediendo con Montserrat. Más que con la Virgen (a tanto no se han atrevido) sucede con el Santuario. Pero el Santuario (como la Virgen) también es de todos los catalanes. Esta apropiación hunde sus raíces en los tiempos del antifranquismo. Ciertamente, Montserrat fue un foco de oposición al régimen de Franco. Un foco más bien modesto. Modesto y ridículo, vistos sus resultados. Franco murió en la cama y desde Montserrat no sufrió ni un rasguño. Resultaba realmente ingenuo acabar con el franquismo con el Barça y Montserrat. Así de tranquila estaba la Dictadura. Depender de un penalti o de un cenobio benedictino. Temblaba.

Pero la leyenda cuajó. Tanto daba que Montserrat fuese un centro de peregrinaje mundial. Tanto daba que a Montserrat subiesen miles de fieles de todas las tendencias. Que fuera costumbre de todos los católicos catalanes subir una vez al año a la montaña. Que incluso muchísimos de ellos la hayan subido a pie, desde los más recónditos lugares. Era igual. La progresía nacionalista es una eficaz creadora de mitos. Y ahí estaba el mito del Montserrat, aglutinador del nacionalismo catalán. Católico o no.

Dentro de la apropiación de los símbolos hubo dos especialmente lacerantes. Y obscenos. Uno, la fundación de Convergencia Democrática de Catalunya (el partido de Jordi Pujol) en la propia montaña santa en 1974. Otro, cuando se descubrió que Carod Rovira había pactado con la Eta en Perpiñán, compareció a una rueda de prensa con Dom Cassià María Just, Abad emérito de Montserrat. Y no hubo ni una protesta. Un partido político fundado a los pies de la Moreneta, despreciando el sentir de los catalanes que no se identificasen con él y un Abad emérito, compareciendo al lado de otro político, con el agravante de bendecir un pacto de éste con los terroristas.

Esto no sucede en ningún otro país. La identificación del principal santuario mariano con una determinada idea política. Pero con la Virgen no pueden. A la Virgen la siguen visitando decenas de miles de peregrinos. Muchísimos de ellos en las antípodas de aquellas tendencias. A lo mejor se aprovechan de ellos. Puede ser. Montserrat mueve ingentes sumas de dinero. Pero como peregrino me da lo mismo. No les daré ese gusto y menos de forma gratuita.

Siempre querré cantar esa estrofa del Virolai que tanto les molesta:

Dels catalans sempre sereu Princesa,
dels espanyols Estrella d’Orient,
sigueu pels bons pilar de fortalesa,
pels pecadors el port de salvament.

 

 

Los Kumbayás – 07/08/2007

Kumbayá era una canción tradicional de los esclavos americanos del siglo XIX. Esta canción adquirió gran popularidad durante los años sesenta, unida en especial al movimiento por los derechos civiles de los negros en USA. A finales de aquella década y durante los siguientes 70, aquella canción fue cantada en muchas misas. A ella se unían otros de los llamados cantos espirituales negros,  adaptados a las formas locales, como “trovarem a faltar el teu somriure”o “La fe dels profetes”. Después se añadieron otra formas más novedosas, como el PadreNuestro con música de Simon y Garfunkel y un sinfín de melodías que sustituían el “Agnus Dei”, todas ellas amenizadas con guitarra, generalmente tocada por un solista, con cara de trance espiritual. Pero este folklore introducido a la liturgia es más objeto de la sapiencia de Dom Gregori María, que de este articulista. No vamos a hablar, pues, de esos desatinos. Vamos a referirnos a lo que se ha venido conociendo, en Cataluña sobre todo, por los Kumbayás.

Por Kumbayá se conoce aquel joven (o no tan joven) católico, muy progre, generalmente con barba, pelo largo, vestimenta hippy, que usa sarró o senatxo y que, a su concepción religiosa, une una voraz vocación excursionista. Beben sus fuentes del escultismo y solían juntarse en los llamados caus parroquiales o de escuelas religiosas.  A través de ellos se desarrollaban campamentos, colonias veraniegas y salidas de fin de semana. No faltaba en ninguna de sus salidas el foc de camp. A la vera de ese fuego, aquel solista con guitarra (llamado monitor) enseñaba a los niños y adolescentes a cantar no solo los cantos espirituales negros, sino las canciones revolucionarias cubanas. Ahí se aprendía el “Hasta siempre Comandante”, dedicado al Che Guevara, convertido por muchos de ellos en un trasunto de nuevo apóstol.

Muchos jóvenes acudieron a esas colonias, a esos caus, a esos campamentos, bendecidos por la jerarquía eclesiástica. ¿Qué ha quedado de ellos? Nada. Eclesialmente hablando. La inmensa mayoría de ellos no ha vuelto a pisar una iglesia. Ni tan siquiera aquellos monitores y solistas con guitarra. Pero socialmente si ha quedado algo. Los kumbayás han nutrido las filas políticas de muchos partidos catalanes, el buenismo que reina hoy en día en nuestra sociedad bebe de esas fuentes. Lo único que sucede que ese buenismo ha sustituido la moral católica, por una nueva moral. La del pacifismo, la del ecologismo, la de la igualdad sexual. Son esos valores que ahora van enseñarse en la asignatura pomposamente llamada Educación para la Ciudadanía. Valores kumbayás, aunque se sustituye el anterior puritanismo sexual, por un nuevo puritanismo ecologista o pacifista. Se cambia el terror de la condenación eterna, por el terror al cambio climático. Son nuestros nuevos kumbayás, sin barba, sin sarró, sin guitarra y lo que es más triste sin Dios. Cuentistas.

 

 

Match Point y los próximos nombramientos de Obispos - 31/07/2007

Match Point es una de las mejores películas de Woody Allen. El leitmotiv de la historia es el siguiente: sí en el transcurso de un partido de tenis la pelota toca la red, puede caer aleatoriamente en nuestro campo o en el contrario. Sí sucede lo primero perdemos el punto. Se puede decir que hemos tenido mala suerte. En la película se congela la imagen y no sabemos donde caerá la pelota. En estos momentos, estamos igual con respecto a los futuros nombramientos de Obispos de Lérida, Gerona y auxiliar de Barcelona. La pelota está rozando la red, pero no sabemos en que campo caerá.

La progresía eclesial catalana está moviendo cielo y tierra para que la pelota caiga en su campo. En especial, en Gerona. Sí es así, más de lo mismo. Reedición de un progresismo rancio que viene repitiéndose desde hace cuarenta años. Sus frutos han sido unas iglesias vacías, una feligresía envejecida, unos seminarios abandonados. Sí cae en el otro campo, como cayó con los nombramientos de Vic, Terrassa e incluso Tarragona y Sant Feliu de Llobregat, va a suponer el rejuvenecimiento de las diócesis, un nuevo impulso, una inyección de dinamismo y audacia. Va a suponer también el final de una reducida élite que viene rigiendo la Iglesia catalana desde hace cuatro décadas. Obviamente se les acabarán las bicocas, los cargos, las prebendas y finalizarán sus vanidades personales. Ellos, que presumen de pobreza y sencillez. Este es su temor. Desaparecer de los cargos pastorales y quedar reducidos a la más pura insignificancia. La que representan. Y la que se merecen. Solo por su inmensa ineficacia. Me gustaría ver publicados también un día las contribuciones económicas de las parroquias progres. Sus aportaciones a Cáritas. Ellos que tanto se llenan la boca con la Iglesia de los pobres.

Por ello, el match point va a ser tan importante. Sí la pelota no cae en su campo, van a hacer mucho ruido, pues todavía dominan los medios de comunicación. Pero serán sus últimos estertores. Su tiempo ha periclitado. Solo hace falta que Roma y muchos buenos sacerdotes y laicos se atrevan a aguantar. Son un par o tres de años de estridencias e irán feneciendo. Será el resurgir de la Iglesia catalana. Una iglesia catalana que ha estado más de tres décadas cerrada en si misma, sin mirar ni al resto de España, ni tan siquiera a Roma. Ya ni tan siquiera exportamos Obispos, como en su día hicimos con Gomà, Pla i Deniel, Font Andreu, Castelltort Soubeyre, Sanahuja Marcé, Briva Mirabent, Buxarrais o Cases Deordal, solo por citar a los últimos. En Roma tampoco tenemos a nadie, excepto un experto en música y un leguleyo del Opus Dei. Nadie. Y encima nos vanagloriamos de personajes tan ínfimos como Casaldáliga.

Esperemos pues que atinen en la Santa Sede. O renace la iglesia catalana o recibe la puntilla. Veremos donde decanta el match point.

 

Explícito apoyo a Església Plural de un hombre de Sistach - 25/07/2007

En un par de artículos anteriores, hablamos de la decadencia de Església Plural. Justamente después, como un toro bravo tras ser picado, el ave fénix renace de sus cenizas y se nos presenta con web renovada y cara lavada. Se desconoce sí ha percibido una herencia de una progre pía o ha recibido una dotación extraordinaria, pero lo cierto es que ha resucitado, cuando la dábamos por muerta. La financiación de su nuevo proyecto jamás se conocerá. Una cosa es la pluralidad y otra la transparencia. Pero ellos, muy ufanos, se nos presentan con una vistosa panoplia de salutaciones y enhorabuenas. El ex President Pujol, el Abad de Montserrat, el Abad emérito, el ex President del Parlament, algún otro prohombre de la progresía eclesial y Llisterri, que no hay boda sin la tía Juana. Pero ahí, escondidito, se encuentra también Ignasi García Clavel. Bueno, en los carteles de Església Plural se anuncia como Ignasi García i Clavel, pués ya sabemos que la i, como copulativa, es un signo distintivo de catalanidad, en especial, para aquellos  que tienen prejuicios de tener dos apellidos como García y como Clavel. Ya se sabe que los nacionalistas más conspicuos no suelen ser originarios del lugar. Hitler era austríaco, Napoleón corso y Stalin georgiano.  Decimos que se nos presenta escondidito, porque aparece como  ex director general d’Afers Religiosos de la Generalitat. ¿Qué nos esconde el bueno de Ignasi, tras ese ex? Su cargo actual, pues si tenía que ver con lo religioso su cargo anterior, no digamos lo que tiene que ver el de hoy en día. Desde 2005 es Presidente del Patronato de la Fundación de Escuelas Parroquiales del arzobispado de Barcelona, por nombramiento directo de su Arzobispo, Lluis Martínez Sistach. Además, debemos recordar que García Clavel sustituyó a una de las bestias negras de la progresía barcelonesa, Rafael Méndez Hellín. Su defenestración pasó a ser la eliminación del último reducto cercano al Cardenal Carles. Por tanto, inequívocamente es un hombre de la plena confianza de Sistach. Por eso esconde su cargo eclesial en la página de Església Plural.

Pero aquí no nos pasa desapercibido. Ya he dicho en más de una ocasión que en el país petit nos conocemos todos. Ya se puede refugiar en su anterior cargo de la Generalitat, que lo que resulta indiscutible es que un cargo de confianza de Sistach apoya explícitamente Església Plural. Y significarse con su apoyo a este grupo no es baladí. No solo por su desnortada tendencia progre, no solo por haber sido la palanca de la sucia y zafia campaña dirigida contra el cardenal Carles, sino por constituir el paladín de una serie de actitudes eclesialmente desautorizadas. Desde ahí se apoyan los matrimonios homosexuales, el divorcio, el celibato opcional, la ordenación sacerdotal femenina, las absoluciones colectivas, la elección democrática del Papa y de los Obispos, por hablar solo de los temas más llamativos. Sí García Clavel apoya y encorajina  a quienes defienden esas posturas, o es cesado inmediatamente por el Arzobispo o debemos dar cuenta a Roma sobre lo que defienden los hombres de confianza del Arzobispo.

 

La paz de Sistach y la paz de Saiz Meneses – 17/07/2007

La mayor obsesión de Sistach desde el inicio de su mandato ha sido la pacificación de la diócesis. La anhelada pacificación venía propiciada y alentada, curiosamente, por aquellos que más se significaron en su oposición al cardenal Carles. Digo curiosamente, porque pedían la paz, aquellos que habían iniciado la guerra. Pero obviamente la paz no era más que un eufemismo. Se trataba simple y llanamente de volver a mandar, aquellos que habían mandado siempre. Aunque con Carles tampoco es que hubieran dejado de mandar del todo, pero una mínima presencia de otros sectores eclesiales y el recelo que tuvieron siempre del Cardenal, por no ser de los suyos, les impuso la beligerancia. Únase a ello, el temor romano al ruido y obtendremos el cocktail perfecto para la solución Sistach. Con su probidad funcionarial y su conocimiento de la diócesis, la paz tenía que venir de añadidura. Pero la paz no ha venido. Solo ha llegado el eufemismo. Han vuelto a mandar los de siempre y, por consiguiente, han cesado sus protestas. No hacen ruido en la calle, pero existe una cruenta guerra sorda, cuyo ejemplo más palmario se observa en la red, donde  hay ruido, chispas y fuego. Además, el precio del eufemismo ha derivado en la absoluta anemia eclesial. Feligresía envejecida, sacerdotes deprimidos, seminario sin futuro, ninguna propuesta atractiva, ninguna actividad ilusionante. Un Arzobispo funcionarial, que ni tan siquiera se digna ya a confirmar jóvenes. Unos frutos paupérrimos.

Por el contrario, la nueva diócesis de Terrassa emerge joven, dinámica y pujante. Y en paz. Tan en paz, que no se oye ninguna voz disidente. El Obispo Saiz Meneses ha conseguido la paz siguiendo la receta contraria a Sistach. Ha barrido de cargos de responsabilidad a todos aquellos sectores que hicieron la vida imposible al Cardenal Carles. Y lógicamente, una vez barridos, se ha demostrado que no eran nadie. Cuatro gatos. Que además han quedado mudos. Pero han quedado mudos, merced al buen hacer del Obispo. A su autoridad y a su buen tacto. Mano de hierro con guante de seda. Pero también han quedado mudos por la intensa y audaz actividad de Saíz Meneses. Ha abierto un nuevo Seminario, que puede ser el Seminario más importante de Cataluña, visita todas las parroquias, se muestra ante todos como un pastor entrañable y cercano, se preocupa de la juventud, acude a confirmar casi semanalmente. Le ayuda además su juventud, tiene 25 años de episcopado por delante, lo que nos revela que va ser el gran obispo catalán del siglo XXI. Y todo ello en paz.

Esto nos demuestra que para ese viaje no necesitábamos esas alforjas. Que la paz se habría logrado reduciendo las voces disidentes a su verdadera insignificancia. Eso sí, para reducirlas debía  motivarse a los buenos sacerdotes y a los movimientos laicales. No podían cortarles las alas. Es imperdonable el proceso de poda que han venido sufriendo desde los tentáculos de Sistach. Motivación, ilusión, dinamismo, entusiasmo. Nada de ello se ha realizado, en pro de la paz. Pero la paz ha llegado antes a la vecina diócesis de Terrassa. Por el camino opuesto. De la mano de un pastor y no de un funcionario.

 

Solo dos confirmaciones en Sant Josep Oriol - 10/07/2007

Es un auténtico record. En la Parroquia de Sant Josep Oriol solo han conseguido que dos jóvenes reciban este año el sacramento de la confirmación. La ceremonia tuvo lugar el pasado dia 17 de Junio. Con dos particularidades: Se celebró en la Parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Miraculosa y la presidió Don Ramón Malla, Obispo emérito de Lleida. Sistach no está para esas minucias y ahora envia a confirmar a los eméritos Malla y Martí Alanís, que residen en su diócesis. En la ceremonia se confirmó a 13 jóvenes. De ellos dos - solo dos- de la Parroquia de Sant Josep Oriol.

La noticia es realmente sintomática y reveladora. Dicha parroquia es la avanzadilla y conejillo de indias en el experimento de los Agentes de Pastoral. Dicha parroquia es uno de los paradigmas de la progresía eclesial. No confundir progresía, con progresismo. La progresía eclesial barcelonesa es sinónimo de carcundia y senectud. Por ejemplo, entren en su web  http://www.santjoseporiol.org/websjo  y observen cuales son los objetivos de la catequesis de adultos:

Adolescents del segle XXI
Grup d'adolescents a la recerca de respostes.
Es fan preguntes com ara:
-Quins són els valors a l'inici del segle XXI.
-La guerra, la pau, la justícia.
-Altres religions.
-Què saps de l'Antic Testament?
-Astronomia.
-Que s'entén per salut?
- Actualitat del missatge de Jesús.

 

Solo falta la acupuntura. Francamente ridículo. Claro que esos temas tan eclesiales, solo atraen a dos jóvenes.

Qué diferencia con otras parroquias. El Arzobispado posée las estadísticas de las confirmaciones. Como decía aquel: Compare y si encuentra algo mejor... En esas estadísticas puede ver qué parroquias aportan quince, veinte o más jóvenes anualmente a la confirmación y cuales aportan dos, uno o ninguno. Lo tremendo es que los párrocos de esas parroquias que aportan dos, uno o ningún joven, son el ojito derecho de Sistach. El los ha aupado- o los mantiene contra viento y marea- a puestos de responsabilidad. Un Sistach que ya no va ni a confirmar. Que tremenda diferencia con la diócesis de Terrassa. Saiz Meneses confirma casi cada semana. Una diócesis joven y dinámica. Y otra diócesis envejecida y anémica. Y no solo envejecida en cuanto a sus sacerdotes. Envejecida en su feligresía. Qué todavía es más preocupante. Iglesias convertidas en geriátricos, en las que no se halla a una persona menor de 65 años. Por el contrario, en otras iglesias abunda la juventud. Porque hay iglesias con jóvenes e iglesias llenas. Y no solo las del Opus Dei o de los nuevos movimientos. En el arzobispado saben cuales son. El futuro está en la juventud. ¿Por qué no apuesta Sistach por ella? Ya vemos, como está una de sus apuestas. Solo dos jóvenes confirmados.

Es solo un ejemplo, pero un ejemplo más de por donde se encamina esta diócesis. Y lo digo con enorme pesar, no solo por el desolador aspecto de la parroquia de mi santo patrón, a la que tanto quiero y a la que tantas veces he acudido a rezar, sino por la tremenda injusticia que supone que reciban premios, aquellos cuyos resultados son más que paupérrimos. Pero sigue habiendo esperanza. Esperanza en esas parroquias que confirman a más de veinte jóvenes anuales; esperanza en aquellos templos en que la juventud y el dinamismo son el orden del día; esperanza en aquellas iglesias abiertas casi todo el dia y donde siempre hay fieles rezando. Muchos de ellos jóvenes. Rezando, no preguntándose por la astronomía. De ellos es el futuro. Solo que Sistach se niega a verlo. Despierte ya, Monseñor. Mire a su alrededor. Donde está la juventud y donde la gerontocracia. Ahí tiene el resultado: Solo dos confirmaciones en Sant Josep Oriol. Por sus frutos los conocereis.

 

La excusa leridana - 03/07/2007

Como decimos en catalán, el litigio por los bienes histórico-artísticos con la diócesis de Barbastro-Monzón está “dat i beneït”. Cuando surge un conflicto entre personas civilizadas y acuden a resolverlo ante los Tribunales, una vez éstos han fallado en todas sus instancias, no cabe otra opción que acatar la Resolución. Mayormente sí se trata de la jurisdicción eclesiástica y los que han litigado han sido hermanos en la fe. Tan hijos de Dios son los naturales de una diócesis como de la otra. Los bienes serán de la misma Iglesia y alargar el conflicto revela un apego por lo material y por lo particular, que casa poco con la característica universal de nuestra Iglesia. Sí, nuestra Iglesia. La Iglesia de todos. No la particular, que algunos defienden en su delirio. Todos estamos en la misma iglesia y bajo la misma jurisdicción. Roma locuta, causa finita. A nadie se le escapa esto, ni tan siquiera a aquellos católicos ilerdenses, que, de buena fe, han venido sosteniendo que las obras de arte no debían ser entregadas a las parroquias de Barbastro-Monzón. Ya no cabe ningún otro recurso por la vía eclesiástica y tarde o temprano se van a devolver.

Sin embargo, los medios de siempre han vuelto a retomar dicha excusa para presionar al Obispo Salinas, que fue designado Administrador Apostólico hasta que Roma nombrase sustituto de Ciuraneta. Esta excusa se utiliza como pretexto para desprestigiar al Obispo Salinas. En especial, por sí a Roma se le ocurre trasladarlo a Gerona, cual se viene rumoreando. Este es el verdadero alcance de la recién iniciada campaña contra Salinas. Desprestigiarlo e impedir que pueda entrar en el último territorio que consideran suyo. Suyo, ellos tan plurales. Porque la verdadera batalla va a ser Gerona y no Lérida. Está claro que la Santa Sede designó un Administrador apostólico para que acabase con el tema de la devolución de los bienes y el nuevo Obispo iniciase su mandato sin ese lastre. Tanto Pujol Balcells como Vives  no quisieron la administración apostólica, porque venía con ese implícito mandato y al final la adjudicaron al bueno del Obispo Salinas. Y Salinas hará lo que le han ordenado. No le cabe otra opción. 

En la zafia campaña que han iniciado contra Salinas es curioso que uno de los epítetos negativos que le cuelgan es el de valenciano. Curiosamente ellos que creen en els Països Catalans. Sorprende la tremenda incoherencia, cuando valencianos como Raimon, Ovidi Montllor, Isabel Clara Simó o Vicent Sanchis son tan perfectamente asumidos por el establishment. El problema no es sí Salinas es valenciano o no. Es una torpe y abyecta excusa. El problema es que Salinas no es lo suficientemente progre para ser aceptado en Gerona. Catalán por los cuatro costados es Romà Casanova i Casanova y la que le están liando en Vic. Está claro, ahora ya no solo volem bisbes catalans, sino bisbes catalans i progres. De ahí la excusa leridana. Saben que los bienes van a ser devueltos, pero se trata de escampar brutisia sobre Salinas. Aunque solo le puedan acusar de valenciano. En el pais petit nos conocemos todos.

 

 

Otra oportunidad perdida, monseñor - 26/06/2007

El Arzobispo de Barcelona entró en su primer año como un elefante en una cacharrería. Nombró nuevos Vicarios episcopales, nuevo Secretario, nuevo canciller y trató de orillar todo lo que provenía del Cardenal Carles en diversos cargos de confianza. Rescató del olvido a Antoni Matabosch, en cuyas manos puso toda la economía de la diócesis y algo más, y cesó a una de las bestias negras del progresismo, Rafael Méndez Hellín, en la Fundación de Escuelas Parroquiales. La puntilla definitiva a los hombres de Carles vino con el nombramiento de Turull como Rector del Seminario en sustitución de Francisco Prieto. A ello se le unía el éxodo a Terrassa de algunos sacerdotes relevantes, como Salvador Cristau o Deulofeu.

 Pese a todo, estos nombramientos se alternaron con algún buen nombramiento de Rector en parroquias de cierta importancia. Escasos, pero, al menos, significativos. Podemos hablar de las Parroquias de la Mare de Deu del Remei, de la Miraculosa o de Sant Llorenç. Incluso del párroco designado para la Basílica de la Mercé.

 Esto fue en los dos primeros años del pontificado de Sistach. Pero este tercer año era clave. Era clave para orientar la balanza hacia un lado o hacia a otro. Y aunque metafóricamente, un lado u otro estén a la derecha o a la izquierda, el ala izquierda (para entendernos coloquialmente) en la diócesis de Barcelona es sinónimo de carcundia y senectud. Por el contrario, el otro fiel de la balanza es sinónimo en esta diócesis de juventud y dinamismo. Era el momento clave porque tenía que nombrar Rector de Santa María del Mar y de alguna parroquia también característica como Sant Pacià y Sant Andreu del Palomar, donde se jubilaban sus párrocos. Además, existen muchísimos más párrocos en edad de jubilación. Algunos con la edad de jubilación muy pasada de fecha, como Mossén Boix, Rector de San José Oriol. Pero, claro a Mossén Boix no hay que tocarlo que es uno de los buques insignes de la gerontocracia progresista y, además, su Parroquia, aunque cerrada casi todo el día, se ha convertido en el conejillo de indias del experimento de los Agentes de Pastoral. Hay otras parroquias, como la Sagrada Familia, Santa Ana, San Ildefonso, els Josepets o San Salvador de Horta con el párroco pasado de fecha, aunque en esta última o es mejor no tocarlo o, si lo tocan, que se atrevan a meter una cuña en Pueblo Seco, verdadero feudo de la progresía andante. Luego está el lacerante caso de la Parroquia de la Virgen de Nuria, con un Rector, excelente persona, gravemente enfermo, cuando no incapacitado para todo (no solo para gobernar la parroquia, sino su propia persona).

Pues llegó la hora de este posible cambio y Sistach parió un minúsculo ratón. Nombró Rector de Santa Maria del Mar al hasta ahora Rector de la Basílica de Santa María de Vilafranca del Penedés, con lo que supone de cambio de diócesis. Y efectuó un rápido ascenso con Araque, anterior vicario de Bacardit y a quien ha tenido un año en San José Oriol de Santa Coloma y ahora traslada a Sant Pacià. Y poco más, unión de parroquias, algún cambio de vicarios, cambio de cromos en Cornellà y todo en la misma línea. Ni una sola jubilación que no estuviera programada y un empecinamiento en nombrar administradores parroquiales. Sigue el de San Agustín, donde no nombran párroco y cambian al de la Virgen de Nuria, pero no nombran rector. Corolario de todo ello: Otra oportunidad pérdida. Otra oportunidad pérdida de promocionar a sacerdotes jóvenes, dinámicos, dignos, que están reclamando pasar a destinos relevantes, ya sea porque están de vicarios o porque están en parroquias del extrarradio. Sacerdotes que levanten parroquias que se hallan en estado comatoso y terminal. No se ha atrevido Sistach, porque tiene un pánico terrible al ruido. Sabe que Roma teme al ruido y se ha propuesto que este sea el principal propósito de su pontificado. El silencio. En todos los aspectos. Menos en uno: Germinans Germinabit. Este no lo podrá parar, como antes no pudo parar, pese a sus múltiples esfuerzos, el De Bello Pallico. Desde aquí haremos ruido, Monseñor. Lo sentimos mucho, pero habrá ruido, porque su obsesión por poner sordina a la diócesis, la está llevando a la muerte por inanición. Se le pasó otra oportunidad y que quiere que le diga, no vamos a pasarnos toda la vida esperando que las aproveche. Como en el fútbol, que tanto le gusta, cuando uno desaprovecha las oportunidades, suele perder el partido.

 

 

Internet - 19/06/2007

No pretendo replicar a la Sra. Concepció Huerta. Ya se han encargado de ello, contundentemente, en otra carta al Directorio. Pero sí me voy a detener en uno de los argumentos a los que recurre y al que suelen recurrir también otras personas cuando se trata de desprestigiar algún blog, bitácora o página de Internet que no les interesa. Se trata del anonimato en la Red.

Cuando critican o menosprecian el anonimato en Internet suelen referirse a él en términos miserables, pero ignoran que permite una red de aprendizaje e información, como nunca antes había existido. Soslayan también que han desaparecido los argumentos de autoridad y que todo el mundo puede llegar a decir la suya. Ciertamente ello se convierte en un café donde se celebra una tertulia. Y, obviamente, como en cualquier bar, existe el típico pesado al que se le calienta la cerveza o se le enfría el café. También se convierte en una calle, donde a veces deben sortearse excrementos perrunos. Pero ahí está la responsabilidad individual o la sabiduría de cada cual para no mancharse los zapatos. Pero esto es Internet y son lentejas: o las tomas o las dejas. Para bien o para mal, nos hallamos en esta inmensa red de información, que ha revolucionado nuestros días. Algunos, como la simpática Concepció Huerta, se escandalizan, pero imagínense que en la época que nos ha tocado vivir Garganta Profunda nos hubiera soplado el Watergate, sin la necesidad de Woodward.

Siempre han existido los anónimos y no digamos los seudónimos. Un nick no es más que un seudónimo. Algunos son fácilmente reconocibles y otros no. También tiene su qué. Es evidente que a Concepció Huerta no le molesta el anonimato. A ella –y a otros muchos- les molesta el inmenso éxito de Germinans Germinabit y anteriormente del De Bello Pallico. Ambas páginas han supuesto un auténtico rebombori en esta adormecida diócesis de Barcelona. Si estas páginas tuvieran el menguado número de intervenciones del blog de Llisterri, por ejemplo, la Sra. Huerta no nos habría dedicado el cariñoso epíteto de hijos de  las tinieblas. Eso que ahí también se recurre al anonimato.

Pues que la Sra. Huerta y sus mentores se agarren fuerte, porque vienen curvas. No solo se van a desenmascarar en esta página a los Agentes de Pastoral, sino que se van a mirar con lupa los nuevos nombramientos que acaba de realizar Sistach. Vamos a saber porqué se ha mandado al Rector de Vilafranca del Penedés a Santa Maria del Mar, porqué no se atreven a nombrar Rector de San Agustín o de la Virgen de Núria y se limitan a nombrar Administradores parroquiales o porqué se premia al nuevo Rector de Sant Andreu del Palomar. Es lo que tiene Internet. Lo que antes se debatía a petit comité, ahora se debate en la aldea global. ¿Les molesta?

 

Más sobre la decadencia de esglesia plural - 12/06/2007

Viriato Pastor remite una carta al Directorio, en contestación a mi anterior artículo sobre la decadencia de Esglesia Plural. No pretendo replicarle, al revés, creo que tiene toda la razón cuando argumenta que tanto ellos como la U, “son peleones, irreductibles y displicentes”. “Qué son duchos en montar campañas, estrategias y ataques” y que se hallan bien conectados política y mediáticamente. Es indiscutible. Pero lo que también es indiscutible, apreciado Viriato Pastor, es que frente a ellos hemos tenido notables complejos de inferioridad y algunos de estos complejos se notan en tu carta.

Lo dices bien: saben montar campañas. ¿Y qué? Se las podemos desmontar. Podemos decir, a los cuatro vientos y amplificado por toda la red global, que los sacerdotes de Esglesia Plural y de la U tienen sus templos vacios. Podemos decir, claro y bien alto, que la Basílica de San José Oriol, regentada por uno de sus prebostes, que, además, no llega a jubilarse nunca, solo abre por la tarde un par de horas. Que si pasas una mañana por la Calle Diputación y quieres entrar a rezar al santo del pan y agua o a la Virgen de Montserrat que preside su bella capilla del Santísimo, está cerrado a cal y canto.  O como tiene su parroquia el ínclito Romeu, cosa que, a él poco le importa, pues  lo que le encanta es ir a televisiones, radios, periódicos y saraos. Y Santa Madrona, donde reina (bueno, vegeta ya) un antiguo cura activista, de los que promocionaba a partidos maoístas (los soviéticos para él eran de derechas), desde su anterior parroquia de Santa Coloma. Pásense por ahí y verán que pena de iglesia. La antigua Catedral de Pueblo Seco. Eso si, junto a un curita vecino, remedo del cura de Cuéntame, tiene convertido Pueblo Seco en territorio comanche. Otro día hablaremos largo y tendido de Pueblo Seco.

Esto en cuanto a sus templos. Luego están sus campañas. Traen a Boff. ¿ Y qué? ¿No habéis visto la foto que se colgó aquí en Germinans? Comparadla con alguna foto de los nuevos movimientos. Senectud versus juventud. Que la montaron cuando la división de la diócesis y el relevo de Carles con una vergonzosa manifestación. Cierto. Pero, nuevamente ¿ Y qué? ¿Qué consiguieron? Nada. Se partió la diócesis y se nombró el primer Obispo del Opus. No en Cataluña, sino en España. Se la armaron al Obispo Casanova en Vic. Cierto. ¿En qué ha quedado? En nada. La diócesis de Vic emerge fecunda y refulgente. Nadie la va a parar. Lo repetirán en Gerona. Va de soi. Pero por eso pedía un Obispo con la suficiente personalidad que los reduzca a su verdadero ámbito: Reducidísimo. Si ya nos ponemos la venda antes de la herida y sentenciamos, cual hace Viriato Pastor, que ”pobre del Obispo que destinen a Gerona”, volvemos nuevamente a mostrar nuestros complejos de inferioridad.

Pues ahí es donde nos tienen que ver. Jóvenes, audaces, imaginativos, sin complejos. Qué montan una campaña, nosotros montamos otra. Que ellos saben hacer manifestaciones, nosotros dominamos Internet. Que planifican estrategias, nosotros las mejoramos. Ellos tienen artrosis, nosotros agilidad. Dominarán el agit prop, pero nosotros dominamos las nuevas tecnologías. ¡Fuera complejos¡ No vayamos derrotados de antemano. Tenemos además la fuerza de unas parroquias que son las únicas que se llenan en Barcelona. Por eso, querido Viriato Pastor, aunque solo cuentes verdades en tu carta, trasluces un cierto poso de perdedor. El que hasta ahora hemos manifestado ante ellos. Pero se les ha acabado. Eso ha sido hasta ahora. Y en Barcelona, hasta que Sistach quiera y los aparte del único poder que tienen. Su mayoría en Consejos, arciprestazgos  y cargos episcopales. Pero esa es la china de nuestro zapato y será tema para otro artículo.

 

Carrera en la Iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón - 05/06/2007

Como todo desierto que se precie, Barcelona tiene sus oasis. Uno de ellos es la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, sita en la Calle Rosellón 175. La regentan los misioneros del Sagrado Corazón. Más que regentarla, diría que la miman. Es de la iglesias más bien cuidadas de Barcelona. Abierta todo el día, con misas cada dos horas, los días laborables, desde primeras horas de la mañana. Rosario diario, novenas, adoración nocturna, un cura siempre en el confesionario, vía crucis multitudinario cada viernes de cuaresma, adoración al Santísimo los viernes. Obviamente, la iglesia está a rebosar. Se quejan muchos sacerdotes de que sus templos están vacios. Que prueben a tenerlos abiertos todo el día. La gente entra a rezar. Siempre hay alguien en la iglesia. Nunca está vacía. Mucho mérito tienen sus religiosos, pero el principal es de la Virgen. Abogada de las causas difíciles y desesperadas.
Se celebra su festividad el día 31 de Mayo. En la frontera entre el mes de María y el mes del Sagrado Corazón. En ese día se culmina la labor de todo un año. La misa solemne la suele presidir un Obispo. Normalmente, emérito. En los últimos años recuerdo a Malla y a Martí Alanís. Este año la presidió un quasiemérito: Carrera. Quasiemérito no sabemos hasta cuando, porque entre el Nuncio y Sistach se han juntado el hambre con las ganas de comer. Pues Carrera no desmereció la ocasión. Estuvo perfecto. Impecable. Rezó en latín, dio la misa en castellano (en esa iglesia los castellano parlantes no tienen problema), hizo gala de su estilo didáctico y cercano y le vi en un magnífico estado de forma.
Carrera es un Obispo socialdemócrata y nacionalista. Es su pega. Esa y que recele de internet, según ha publicado el mismo en Cataluña Cristiana. En cuanto a esto último, por mucho que se empeñe, tiene la batalla perdida. Pero, a pesar de sus veleidades políticas, no ha sido el peor Obispo catalán, ni mucho menos. Me consta su inmensa cercanía hacia todos sus sacerdotes, progres o no. Me consta que ha dado siempre la cara por ellos. Se sabe que llegó a ser uno de los fieles a Carles, una vez le habían traicionado Traserra, Soler y Vives.  Desde que entró Sistach ha sido absolutamente ninguneado. Recuerdo haberlo visto un día, después de una celebración, salir solo de la Catedral, mientras Sistach iba acompañado de Baró y de Gordo, con su sonrisa profidén. Iba solo y cabizbajo, sabedor de la que se le había caído encima. Pero no se atreven- o no saben- nombrarle sustituto, por lo cual sigue siendo el Obispo auxiliar. Un desigual Obispo, pero no el peor Obispo, ni mucho menos. Me alegró mucho verle en la Iglesia de Nuestra Señora del sagrado Corazón. Uno de los oasis de la Barcelona actual. Cuando la actualidad lo permita, seguiré informando de otros oasis. Haberlos, haylos.

 

La decadencia de "Esglesia Plural" - 29/05/2007

Esglesia Plural no pasa por sus mejores momentos. Ellos lo saben. Ya no se trata de recurrir al manido tema de su gerontocracia. Tampoco de atacarles por agarrarse al asidero de Leonardo Boff, al que, por cierto, llegan tarde, después de Madrid y Sevilla. No. Se trata de observar qué incidencia posee, qué presencia real tiene en la Iglesia catalana y en la Iglesia actual. Si, en la Iglesia actual, porque estamos en pleno siglo XXI y en esta época no se puede funcionar con criterios de hace treinta años. Criterios no solamente eclesiales. Por ejemplo, el utilizar exclusivamente el catalán en su página web les priva de llegar a numerosos rincones del mundo global. Fíjense en el caso de Germinans. Se publica aquí un artículo y al día siguiente se transcribe en Argentina. Se retroalimenta en numerosísimas webs. Es la interactividad. Actualmente, el google es una unidad de medida y ellos siguen con el tippex y el papel cebolla. Fíjense también en el número de visitas que tenemos. Gracias a lo que escribimos y a que lo escribimos en español. El mundo hispánico cada día crece más. Puede que sea la primera lengua en la iglesia católica.  Hasta Llisterri se traduce su página. Horrorosamente traducida, dicho sea de paso. Pero Esglesia Plural se niega a verlo. Prefieren su minúscula iglesia catalana. Prefieren vivir en una buhardilla, que en un ático ventilado.
 
Pero no se trata solo de ponerse al día en la red. Se han quedado sin patums. Porque Batlles o Bigordà, tenían cierto nivel. Probablemente equivocado, pero sabían escribir. Hasta escribían bien. ¿Qué autoridad menor de 70 años tiene Esglesia Plural? Mossén Tano. No me hagan reír. No tienen a nadie. No pueden presumir de ningún teólogo, no pueden presumir de un sacerdote joven, que sepa hablar y escribir con corrección. Carecen tanto de gente culta como de gente innovadora, creativa, audaz. Se ha convertido en el reino de los simplones. Por eso se agarran a las anécdotas de sus Casaldáligas, su Boff y su parroquia de Entrevías. Por no tener, no tienen ni una Entrevías en Cataluña.

Como se hallan en franca decadencia, también han despertado tarde con la campaña de nombramiento de obispos. Quisieron silenciar tanto la campaña del “De Bello Pallico”, que se les pasó el arroz. Practicaron la omertá siciliana, pero no previeron la fuerza de internet y se encuentran con que el nuevo obispo auxiliar de Barcelona no va ser de su agrado. Por eso pretenden iniciar una campaña para los obispos de Lérida y Gerona. Pueden tener cierta relevancia en cuanto al segundo. Ahí tienen el Foro Alsina. Con más ruido que nueces, ciertamente. Pero una vez se nombre un Obispo de Gerona con la suficiente personalidad, quedaran arrinconados a un espacio reducidísimo. El que ocupan en la realidad. Son sus últimos estertores. Los de una generación periclitada, que no ha sabido ponerse al día. Podrán seguirse llenando la boca con la ”esglesia de base”, “la comunitat” o la “pluralitat”, conceptos equívocos y abusivamente utilizados, por cuanto pretenden una pluralidad en la que solo caben ellos. Pero, aparte del monopolio de buenas intenciones del que hacen gala, su relevancia cada día es menor. “De bones intencions, l’infern es ple”, decimos en Cataluña. En ese terreno se quedarán. ¡Pobrets!

 

No les corten las alas - 22/05/2007

No es cierto. Barcelona no es un páramo eclesial. Si acaso será un páramo episcopal, pero no eclesial. Existe una iglesia viva, muy viva. Lo que pasa que a esa iglesia viva, muy viva, se le cortan las alas desde el palacio episcopal. Y a lo mejor, desde otros palacios, nada episcopales y nada eclesiales.
Obviamente, se le cortan las alas a aquellos que se las dejan cortar. Por ejemplo, al nonato foro de sacerdotes Juan Pablo II se le cortaron las alas y nunca más se supo de él.
A medias se han dejado cortar las alas en e-cristians. Siguen activos, pero con perfil bajo. Tuvieron su gran momento en marzo de 2005. El 6 de Marzo de aquel año llenaron el Palacio de Deportes. Demostraron un inusitado poder de convocatoria en la Cataluña de hoy. Pero, no sé por qué, aunque me lo malicio, no supieron -o no quisieron- canalizar aquel éxito. Abarrotaron el Palacio de los Deportes, trajeron un gran número de sacerdotes, una multitud de jóvenes, una gran presencia de matrimonios y familias con sus niños pequeños. Fue realmente emocionante ver a las familias congregadas en aquel acto, a los curas dando la comunión. A ese gran número de curas, impecablemente vestidos. ¿Qué se fizo dellos? Nadie lo supo. Después del 6 de Marzo de 2.005: La nada.
Cierto es que Miró i Ardévol se prodiga en numerosos actos, que escribe muchos artículos, todos sensatos y asumibles, pero del movimiento que fundó, nadie sabe si sigue vivo. Su página web está muerta. Su foro, con registro previo y censura, sufre una evidente parálisis.
¿Le han cortado las alas? Al menos lo han intentado. Sistach, Carrera y Pujol. No Jaume, sino Jordi. El Honorable. Son muchas presiones. Demasiadas. Pero sólo han pasado dos años desde el 6 de Marzo de 2.005. Aquel poder de convocatoria no puede haberse diluido. Aquellas familias no han desaparecido. Ni los jóvenes. Ni el gran número de sacerdotes.
Reiniciemos, como si fuera un ordenador. Posee Barcelona en estos momentos uno de los mejores elencos de sacerdotes de España. Por ahí ha circulado un top-ten de parroquias, indiscutible. Pensar que hemos tenido uno de los movimientos más modernos y dinámicos como e-cristians y lo hemos ahogado, es imperdonable.
Han cortado las alas a todo signo de vitalismo, a todo signo de empuje en pro de la manida pacificación de la diócesis. La han pacificado, a base de dejarla inane. Ahogando todo aquello que podía reverdecerla.
Desde aquí pido a aquellos a quienes se ha querido cortar las alas, que vuelen libres, que vuelen bien alto. Y que, a pesar de las presiones, eclesiásticas y políticas, no se las dejen cortar. El futuro es de ellos. Nuestro.

 

Héroes de nuestros días- 15/05/2007

Siempre me reconforta ver a aquellas personas que desafían tendencias políticas y eclesialmente correctas. Son los héroes de nuestros días.
Vamos a enumerarlos. Obviamente la lista no es numerus clausus, sino apertus. Entre ellos, suelo tener presentes a los siguientes:

  1. Los que se arrodillan en la consagración. Sobre todo en aquellas iglesias, en las que nadie se arrodilla.

  2. Los que comulgan en bodas. En aquellas bodas, en las que se celebra misa.

  3. Los que comulgan en funerales. Sobre todo en aquellos funerales en los que nadie comulga.

  4. Los curas que confiesan. Los que confiesan con sotana. Los que confiesan en el confesionario. ¡Cuánto confesionario vacío y carcomido! Vacío de sacerdotes, no de penitentes.

  5. Los curas que visten con clergyman. Las monjas que visten con hábito.

  6. El rito del lavabo en la misa. Jamás entendí porqué ha sido eliminado. No tiene otra explicación que la tradicional desidia y desgana de muchos curas. Progres y no tan progres.

  7. Las familias numerosas. No islámicas, off course.

  8. Las familias, numerosas o no, en misa.

  9. Los niños que siguen comulgando después de la primera comunión.

  10. Los jóvenes que asisten a misa, dando una nota de vitalidad a iglesias convertidas en geriátricos. Empezando por el oficiante.

  11. Los padres que rezan con sus hijos.

  12. Los que rezan el rosario cada día. Los que lo rezan en la iglesia. En aquellas iglesias, que no se avergüenzan de rezar el rosario.

Desde aquí, mi homenaje y reconocimiento a todos ellos. Son hombres libres. Sin complejos.Y con su actitud dan testimonio vivo de su fe. Así lo vemos cuando fulano se arrodilla en la consagración, cuando vemos a un cura con clerygman, a una familia asistir a misa, a un joven católico, que derrocha sus energías en seguir a Dios. Vivos y esplendorosos ejemplos de la fe. Héroes de  nuestros días. Como en el lienzo de la Verónica queda retratada en ellos la faz de Cristo. El también nadó contra corriente. "¡No tengais miedo!" nos han venido repitiendo siempre. Ellos no lo tienen. ¡Dios los bendiga! Y que no nos falten.

 

Esperanza - 09/05/2007

A semejanza de la parábola del fariseo y el publicano, con los años, uno ha dejado los primeros bancos de la iglesia y ha pasado a situarse en el umbral del templo. Desde ahí, ha venido observando el ocaso de la iglesia barcelonesa. Pero, también desde ahí, se niega a admitir la derrota. Al contrario, existen signos suficientes de vitalidad. El más importante ha sido-y el tiempo lo confirmará- el blog De Bello Pallico. Ahora, acaba de nacer una nueva criatura. Este periódico digital. La iglesia barcelonesa que, no solo se resiste a morir, sino que emerge vital, audaz, innovadora y pujante.
Se ha demostrado que los Forum Oriol (como si no hubiese otros orioles- por la cuenta que me trae-), Esglesia Plural, Foc Nou, Forum Alsina et altri, se hallan en fase de extinción. Se ha certificado su nulo vigor, su escaso eco, su clara insignificancia. Son cuatro. Y probablemente mal avenidos. Pasó su momento. No cuentan con otra juventud que Romeu y Cabot. Lo demás es la gerontocracia. Por eso, después de muchos años de sufrir este páramo, contemplo signos de esperanza. Nuevos movimientos; sacerdotes muy válidos, todavía en parroquias de segundo orden, pero con una edad ideal para afrontar el relevo; el milagro del seminario de Terrassa; las noticias que llegan de la diócesis de Vic y el rebombori que se ha producido desde el De Bello Pallico.
Solo falta Sistach. Cierto es. Ha preferido el pasteleo, en pro de la pacificación de la diócesis. Pero él sabe que la diócesis no está pacificada. Al revés, como suele pasar en estos casos, al vestir un santo, ha desvestido al otro. Con el agravante de que, al que ha vestido, solo le falta la mortaja; mientras que el que ha desvestido, grita a pleno pulmón.
Pues a pleno pulmón nos tendrá aquí. Esto no ha hecho más que empezar.