Cartas al Directorio (omnesdicamus@gmail.com)
Noviembre de 2011

    

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Ha "nasido" una estrella (25/11/2011)
Por Un indignado que sí que se indigna
A propósito de la estrella que acaba de nasernos un mes antes del Nacimiento del Señor, me gustaría hacer un par de observaciones a la filosofía y a la lógica (creo que rancia, resentida y mezquina) de la señora Ahumada. Estuvo bien que las multitudes se agolpasen en torno a Jesús para escucharle, ¿y no ha de estar bien que quieran agolparse en torno a su Vicario? Su doctrina es un bálsamo para muchos (aunque deduzco que en absoluto para los oídos y el corazón de la señora Ahumada, tan distinto del de las multitudes ignorantes y simplonas).

Y en cuanto al precio del viaje, que debía ser entregado a los pobres, como el frasco de perfume que desperdició la Magdalena en los pies de Jesús, la verdad es que la Iglesia tiene consigo a los pobres, y los tiene todos los días. Aunque quizá la señora Ahumada no se haya asomado nunca a esta realidad de la Iglesia. ¿De verdad cree, señora Ahumada, que hay que recordarle a la Iglesia que tiene pobres de los que cuidar? ¿Cree de verdad que Dios le ha reservado a usted la misión de recordarle esto a la Iglesia, y de hacerlo con tan malos modos?

Créame, señora Ahumada: Jesús necesitaba el amor de la Magdalena, y el Papa necesita el amor de los fieles. Sí, el pobre también padece necesidades de este tipo. Necesita tomarle el pulso a la iglesia. Y en esa toma del pulso, tanto va a Madrid, a vivir la plenitud de una iglesia vivísima, como viene a Barcelona, a sufrir la moribundia de la Iglesia en Cataluña. Y por cierto, señora Ahumada, este viaje también costó sus dineros y un despliegue de segurida increíble por parte del gobierno de la Generalidad, que quiso demostrar al mundo mundial lo capaces que son aquí en Cataluña de recibir a un jefe de Estado (pero menguados a la hora de recibir al líder de los católicos de Cataluña, que haberlos, haylos). Pero usted, señora Ahumada, no llegó a enterarse de ese viaje. ¡Qué le vamos a hacer!

Pero por favor, señora Ahumada: no nos ofenda a los miles de católicos que nos dedicamos a los pobres trabajando de voluntarios en lo muchísimo que hace Cáritas (que también lo somos nosotros) por los pobres. Y por favor, no nos dé lecciones tan soeces como esa de los servicios de limpieza barriendo a los pobres para que no los vea el Papa. Eso es soez, es barriobajero, es insultar para que veamos todos con qué gracejo lo hace. Ahórrese esas gracias, señora Ahumada, porque nos ofenden a muchos. Y la caridad que usted predica empieza por ahí: por no ofender a los hermanos en la fe. Supongo, digo yo, que profesamos la misma fe. Aunque por su talante, sería razonable dudarlo.

 

   

Felicidades (4/11/2011)
Por M.P.C.

Felicidades por la página y la labor.

Me enteré de su existencia ayer, en Intereconomía, y rápidamente la he buscado "como agua en Mayo". Soy teóloga católica y vivo en Barcelona y me parece vergonzoso el "tufo" catalanista que permea a quienes "tienen" responsabilidades aquí en la Iglesia, que aleja y espanta a quienes "son" y quieren conservar y acrecentar la veracidad de su fe católica.

La Iglesia no se reduce a Cataluña ni lo catalán, ni siquiera al mundo entero, sino que se adentra y se pierde en el Infinito en el que el alma encuentra su casa y su verdadera tierra. Seré una asídua lectora y la daré a conocer.

Felicidades y que Dios les bendiga:

 
 
 
 
 

 


    

 

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