Un sacerdote llamado Jordi (22/04/2012)
Esta peregrinación tiene cuatro focos de interés. El primero, la memoria de mossén Jordi Moya: un sacerdote que llevaba su condición de ministro del Señor y pastor de los fieles con gran dignidad. En él veíamos claramente al sacerdote, no sólo por las señales externas, sino también por su porte y por su discurso sacerdotal: gran singularidad en una época en que abundan mucho más los sacerdotes que prefieren vivir confundidos entre el pueblo de Dios y el que no es pueblo de Dios. Pero al mismo tiempo llamaba poderosamente la atención su conmovedora modestia. Era además de un buen sacerdote lo que solemos llamar una bellísima persona. Jordi Moya estuvo siempre dispuesto a acompañar a los jóvenes en su fe y en sus obras de fe. Por eso tuvo una amplia relación con los Jóvenes de San José, uno de cuyos hitos era la subida a Monserrat a pie, en la que Jordi hubiera sido fiel y seguro acompañante. Por eso han convertido éstos la subida anual a Montserrat en un vivo memorial del joven y añorado sacerdote ausente. Contarán con la presencia de los padres de éste, que vendrán desde Murcia, su tierra natal. El segundo foco de interés de esta peregrinación de los Jóvenes de San José es el deseo de ofrecerle a Dios, al tiempo que el sacrificio de la Misa en sufragio de mossén Jordi Moya, la labor de caridad a la que se dedica la Asociación. Por eso suben acompañados de las personas a las que asisten material, moral y religiosamente las noches de los sábados. Quieren regalarles un día especial en el que además de disfrutar de la visita a la santa montaña, impresionante por lo que hace en ella la naturaleza y por lo que en ella ha creado la espiritualidad cristiana, los invitados de honor podrán conocer ¡y ojalá que más de uno gozar! del esplendor del culto católico. Puede ser para ellos una lección espléndida, puesto que van de la mano de esos jóvenes que tienen a su lado y les ayudan en tiempo de tribulación. El tercer foco de interés de esta peregrinación está en la liturgia que se celebrará. Para los Jóvenes de San José que tan a fondo se emplean en la restauración del culto público de la Iglesia y que junto con mossén Jordi Moya aprendieron a amar la Gran Liturgia de la Iglesia, que quiso reavivar Benedicto XVI mediante el Motu Proprio Summorum Pontíficum , es un hito celebrar de nuevo en el altar mayor de la basílica de Montserrat una Misa solemne, en latín, según el misal de Juan XXIII, después de decenios en que no se vivía esta liturgia en Montserrat. Hasta podría ser para este monasterio, la premonición de un futuro litúrgico digno de su glorioso pasado. Quizá un empujoncito de mossén Jordi desde el cielo para encarrilar de nuevo la abadía y la basílica de Montserrat hacia la Gran Liturgia, en la que fueron ambas un gran faro en los dos últimos siglos. Y sirviéndose de los Jóvenes de San José como instrumento de esta renovación. ¡Dios lo quiera! El cuarto foco de esta peregrinación es el culto y el amor a la Virgen, que en Cataluña tiene su máxima expresión en Montserrat. La Mare de Déu de Montserrat, decimos los catalanes, poniendo el acento en su condición de Madre y por tanto en nuestra condición de hijos. Madre de Dios, Madre de la Iglesia y Madre nuestra. A su santa montaña acudimos a implorar mediante su intercesión la gracia de Dios para Cataluña, de la que es patrona la Virgen de Montserrat, cuya solemnísima fiesta se habrá celebrado dos días antes. Y sobre todo para que los sacerdotes, especialmente aquí en Cataluña, la reconozcan como madre y se pongan bajo su protección y amparo, como hizo mossén Jordi Moya durante su peregrinación en esta tierra.
¡Vives, semper Vivas! (11/03/2012)
Todo comenzó con la construcción de la línea de ferrocarril Barcelona-La Tor de Carol a principios del siglo pasado, y con ella el desembarco de la burguesía catalana en la comarca pirenaica, antaño olvidada y abandonada a su suerte. Tan olvidada que la mitad de la comarca, la Alta Cerdaña, fue entregada a Francia en el siglo XVII como contrapartida a una paz, que con un Tratado, el de Fuenterrabía, cercenaría nuestro territorio histórico. Sea como fuere, la “gente de orden” fue encargando a los grandes arquitectos modernistas del momento sus grandes torres-chalet, empezó a esquiar en La Molina, a dar golpes a la pelotita con el bastón en el Real Club de Golf de Puigcerdá, ideando un estanque dorado artificial, l´Estany, para que sus criadas pudieran pasear los carritos con sus bebés en las tardes de veraneo. ¡Qué bucólico! Casi la Arcadia félix. Mientras tanto, los hombres y mujeres de aquellos pueblos olvidados y cubiertos medio año por la nieve, debían abandonar las masías y las tierras con que sus ancestros habían establecido el baluarte defensivo de España ante el gabacho, y bajar a Barcelona a ganarse el pan para sus hijos; tenían que contribuir con su sudor en las grandes obras del “cap i casal”, que con el Metro y la Exposición Universal del 29, darían nacimiento a la moderna Barcelona; o quizá se veían obligados a enrolarse en las fábricas y fundiciones de Pueblonuevo, en mezcolanza con la abigarrada masa de murcianos y aragoneses, primera levadura de la próspera industria catalana del siglo XX. El pijerío siempre busca lugares selectos; y cuando no los inventa, los absorbe o recicla. Eso es lo que ha sucedido con la Festa del Trinxat de Puigcerdà. Empezó hace 17 años siendo una fiesta popular en medio del riguroso invierno. El plato no tiene otros secretos que una buena patata de las tierras altas de la comarca, dialectalmente trumfos; los brotes más tiernos de las coles rizadas llamadas por nosotros de paperina o de olla; y unos buenos torreznos de tocino salteados con ajitos; aderezado con un buen aceite de oliva, claro está. Con un acompañamiento de aceituna arbequina de baja acidez. Todo bien simple y popular, para que todo el pueblo participe y sienta suya la fiesta. Como de hecho comenzó siendo. Pero no. Tenían que chafarla. Se acabaron los peroles de cobre y entraron los altos tenedores. Desapareció el mundo de las camisas de franela y los pantalones de pana y llegaron las corbatas, las pajaritas y las señoras enjoyadas. Entradas a precios astronómicos para cribar al personal de manera que sólo quedasen los invitados de gala, a costa del erario municipal: 25000 euracos, más de cuatro millones de pesetas. Así organizan las fiestas selectas en Puigcerdá.
Y conste que no estamos sugiriendo que la Festa del Trinxat se convierta en la Feria del Caballo hispano-bretón ni mucho menos. Pero en estos tiempos de crisis se requiere si no decencia moral, al menos discreción. Y se convierte en exigencia para políticos y cargos públicos. Especialmente para un pastor de la Iglesia, más cuando éste proviene de una familia humilde, de extracción social obrera. Más cuando uno es fill del Poblenou, como a veces él mismo ha afirmado orgullosamente: sólo cuando está entre los progres de izquierda, claro.
No es moquen amb mitja màniga!. ¡No se mocan con media manga! (= no son gente de medio pelo). Ecce homo. He ahí al personaje, que no va ni mucho menos de eccehomo. Ahí tienen los del reducto progresaurio eclesial a su candidato a arzobispo de Barcelona. Y es que no olvidemos que el nacional-progresismo eclesial barcelonés nace y se desarrolla en una granja de la calle Madrazo, olvida la casa pairal de Premiá y se instala por encima de la Diagonal. Sólo unos pocos son de barrio. Lástima de Pueblonuevo: perdió un hijo, pero lo ganó Andorra. Y Puigcerdá, claro está.
Lo dan todo por perdido pero morirán matando... (4/02/2012)
También en Germinans hemos tenido la oportunidad de hacer una reflexión conjunta más pausada, precisa y rigurosa sobre los contenidos y las imágenes del programa. De hecho lo hemos vuelto a visionar gracias al servicio “A la carta” que la web de Tv3 ofrece de todos sus programas de mayor audiencia. El sentir es unánime. El progresismo da su suerte por perdida pero no se va a rendir. Demanda por una parte un espacio de libertad para seguir expresando sus opiniones sobre la supuesta traición al Concilio llevada a cabo por la Iglesia institucional actual y la nueva generación de curas en particular. Para ello cuenta con el apoyo de los elementos afines presentes en los medios de comunicación: en prensa, radio y televisión. En la prensa escrita y audiovisual de Cataluña, Oriol Domingo sería el ejemplo paradigmático. Son pocos pero aún bien situados. Cuentan también con los periodistas-garrapata que, como Llisterri, saben que el progresismo no tiene futuro, pero no quieren perder su pesebre sin el cual tendrían que echarse al monte a la búsqueda de un oficio y un beneficio que no han sabido ganarse en el ámbito laboral civil. Chupan la sangre de las subvenciones y ayudas que otorga el poder. Entretanto, le rinden honores. Les une a todos ellos algo muy peculiar: no piensan abandonar los medios institucionales cuyo control conservan intacto. Y para ello representarán su papel de coco. Cuentan desgraciadamente con la tolerancia acomplejada, mezclada aún con una abigarrada componenda de miedo y cobardía de la mayoría de las testas mitradas en Cataluña. Controlan la Facultad de Teología, el CEP y el CPL, y muchas publicaciones escritas sostenidas económicamente por fundaciones o subvenciones ad hoc . Controlan comisiones con abultadas y rimbombantes denominaciones. Caben todos en un ascensor, pero el nombre impone. ¿Quién se atreve, por ejemplo, a echarse al cuello de “Justicia y Paz”?
Muestra bien diversa son los obispos de Solsona, emérito y residencial actual, que hace tiempo rompieron relaciones con ellos. Ambos, Traserra y Novell, están desde hace tiempo en su “Cuarto Oscuro”, el de las ratas, sin reconocerse, claro está, a si mismos en ellas. Los demás callan estratégicamente. Unos fueron amigos, como Pardo. Con otros, los más, jamás se trataron y saben que jamás se tratarán: Pujol, Sáiz Meneses, Casanova, Salinas, Piris. De otros, como el valenciano de Sant Feliu, obtienen parcelas de poder y oxígeno: el clero progresista “joven” de esa diócesis es el mejor situado y coordinado. No por nada, fue articulado por el sagaz Vives cuando era el Auxiliar de la entonces demarcación. ¿Y alguien cree que Cortés tiene redaños para meterles en cintura? ¡Quiá! Y llegamos al caso más preocupante: el de nuestro n.s.b.a. Cardenal Martínez Sistach. Él ya casi residual Arzobispo de Barcelona aceptó la baraja marcada con las que ellos le han hecho jugar. Si él, sentándose a la mesa con ellos, pensaba que podía hacerles trampas al mus, se equivocó. ¡Se las ha hecho a sí mismo, y encima jugando al solitario! La partida está acabando y le ha salido fatal. Y lo malo es que se ha jugado el futuro de la diócesis y desgraciadamente en la mayoría de los ámbitos de futuro lo estará hipotecando hasta el último minuto. No en todos, pero sí en muchos y muy vitales. Creo que no nos va a quedar ni la camisa. Por ahora estamos perdiendo los muebles y los inmuebles. ¿A quién se le ocurre poner a Ramón Batlle bajo las órdenes de Matabosch? Pero esto es harina de otro costal. Figues d´un altre paner! Lo importante es que toca dar el golpe de gracia al progresismo en Barcelona. Si no se da en Barcelona, Cataluña permanecerá inmune a toda Nueva Evangelización. Porque ellos van a ser el principal obstáculo organizado contra ella. ¿Lo saben los excelentísimos prelados? ¿O piensan que se puede jugar a la rayuela (xarranca) con ellos? ¡No sean caritativamente ilusos! Les han dejado abiertas de par en par las puertas del Saloon, entren como valientes y limpien la barra de mala gente de una vez para siempre. Saldrán como héroes y toda la ciudad sabrá recompensarles. Y la Iglesia podrá crecer en paz. Feu net d´una vegada per sempre! Nos espera un gran futuro y será de las nuevas generaciones de valientes. El semillero de la Iglesia: nuestros Seminarios en TV3 (26/02/2012)
Resulta más que evidente que el abigarrado equipo de redacción (Lluis Jené, Esther Llauradó, Roser Oliver, Blanca de la Torre, Santiago Torres, Ramón Vallés) se encuentra influidísimo por el pensamiento débil -y malicioso- de ambientes y amistades como Llisterri que, como resulta superevidente, no podían dejar de aparecer y figurar en un programa de información eclesial de la televisión pública catalana. Es la prueba del 9 de cómo durante años para CiU el “meritus augentur honores”para acceder a los cargos públicos era y es, ser nacionalista. Ése el motivo fundamental para alimentar un maniqueísmo heredado de uno de los “obsesivos” pujolistas: apostar por la Iglesia conciliar -por naturaleza la catalana, evidentemente- condenando así al ostracismo a la cavernícola Iglesia española. Lo demás no importaba ni importa. De manera idéntica a como tantas veces sucede allende el Ebro. El pecado original es ser nacionalista o demasiado catalán. No existe otra ponderación de la realidad. Pero vayamos a lo que nos ocupa en esta ocasión. Y vayamos con lo bueno. Una felicitación más que cordial a todos los seminaristas y formadores del Seminario Interdiocesano, obviamente a su rector Mn. Norbert Miracle, pero muy en concreto a su vicerrector Mn. Jaume Casamitjana que, con un especial protagonismo en las entrevistas del programa, transparentó una fuerte personalidad sacerdotal, sana y equilibrada, capaz sin duda, por ello y por su formación académica, de sacar adelante la hermosa misión que tiene en sus manos. Y ello muy a pesar de su juventud y de las responsabilidades en demasía que lleva a sus espaldas. Pero el programa presenta, en la persona de Mn. Carlos Barroso y su familia, una imagen de sacerdote que no es estereotipo de lo que son las nuevas generaciones de sacerdotes de nuestra Diócesis. Es únicamente parte de lo que éstas son. La afirmación que Mn. Barroso hace sobre cuál es el trabajo de un sacerdote (“la feina” ) -estudiar, rezar y obedecer, dice- es demasiado reductiva y simplificada. Estas tres acciones son muy importantes pero no reflejan completamente los parámetros bastante más amplios que nos dió el Santo Padre con motivo del Año Sacerdotal en que se propuso a San Juan María Vianney como prototipo de sacerdote. Turull y su escuadra han perdido el tiempo, y al final saldrán desprestigiados. El tiempo nos hará ver a Turull avejentado antes de hora, solo como la una, y con barriga de obispo, sólo barriga, cantando lo que quede del gori-gori en los escaños del coro catedralicio. Calia tot això? ¿Hacia falta todo esto? Tantus labor non sit cassus. Tanto trabajo para nada. Lo sentimos, Josep-Maria, de verdad. Esbozos de la apostólica "Operación sobreático" (19/02/2012) ¡Qué olvidadas están aquellas insistentes proclamas sobre la austeridad de las recepciones episcopales en Palacio! ¡Ya no hay caterings de Vilaplana o Semón -decían- vamos al Condis a comprar fuets de Casa Tarradellas, patatas, ganchitos y botes de aceitunas rellenas! ¡Hacemos nosotros los canapés con Pan Rosendo y paté Mina! Ya no tendrá sentido comentar que hay que cambiar las suelas gastadas de los zapatos. Ni vanagloriarse por llevar una gabardina raída de más de 25 años. Todo era estrategia, nada más que zafia estrategia para marcar diferencias con su antecesor. ¡Llegó la hora del dispendio y del lujo!
En la otra foto vemos el modelo de sobreático de vuelo añadido con terraza que tanto enamora a nuestro Cardenal. No importan los ruidos, las polvaredas, las ventoleras con las que la constructora martirizará en vida a nuestros sacerdotes mayores. Y no sólo les privará de tranquilidad y sosiego, pondrá en riesgo su salud y su integridad física. ¡Pero qué más da! ¡Que se vayan provisionalmente con alguna sobrina durante un añito! ¡Que empiece Mons. Tena a preparar las maletas: sus nervios y su parkinsonismo idiopático no lo van a resistir! ¡Suerte de él, que tiene sobrinos que lo acojan!
O no. Porque la idea ha gustado tanto a nuestro Cardenal, que baraja en su cabecita la idea de bajar el sueldo de sus sacerdotes en un 10% y destinar esos 400.000 euros de ahorro anual… ¿a los pobres? No, que ellos pueden esperar, sino a su operación sobreático, marcada por la urgencia de su jubilación. Total serán 800.000 en dos años de solidaridad sacerdotal con su excelso pastor. Los que piensa-desea-calcula que le van a conceder de prórroga. Ni la lechera hace las cuentas como él. Ante este flagrante abuso de autoridad, los hombres intrépidos de la diócesis proclamarán llegada su hora. Será el momento de ver a los reyes del valor, a los defensores de los pobres y parias de la tierra, a los héroes de mil aventuras y sacrificios por una Iglesia nueva y más evangélica , más al lado de los desfavorecidos. Se pasmarán los fieles todos viéndolos desfilar por el patio de la Curia. Sobre estas gestas de la flor y nata de la Iglesia Catalana afeándole al cardenal su conducta, surgirán narraciones de apasionante, amena y educativa lectura para el siglo presente y los futuros. Veremos a los búhos del Pino con Tano Casacuberta a la cabeza; a los Cristianos por el Socialismo que se reúnen en la granja de la calle Madrazo (ya no estará la Portabella ); a la Sefa Amell con sus chicas del Col.lectiu Dones d´Església; al Quim Cervera con su Decálogo de Cambios; y al Lligades y su mujer con los “chicos” del Punxó i del Mosquit i el Camell. Y no dudéis que los de El Pregó pondrán a Sistach en el Cuarto Oscuro de castigo ( Quarto Fosc ). Ya esperamos en candeletas el discurso de Mn. Hortet sobre cómo los tiempos de crisis piden “hacer crecer y aumentar las buenas prácticas comunitarias”. Ansiosos estamos por ver al patriarca Josep arengando a los residuales de la JOBAC, sobre cómo hay que dejarse llevar por la sed de comunidad y justicia… Con cita de Hammarskjöld incluida, si lo desea. No podemos conciliar el sueño mientras esperamos descubrir entre estas valerosas acciones de protesta, la de Gaspar Mora invocando los “sentimientos escondidos en el corazón de muchos”. ¡Quiá! ¿A dónde voy con estas desvariantes ensoñaciones? La realidad será cruel. No me hartaré de decirlo: todos mudos como momias alejandrinas.
Surgirán como hongos los pregoneros tipo Arcadi Oliveres y sus indignados, clamando por un nuevo estilo de vida en el que los de abajo han de practicar la nueva virtud del momento: el decrecimiento. Pues no, esos sueños que evocaba más arriba no se harán realidad en nuestra diócesis mientras esté presidida por nuestro amadísimo Cardenal Sistach atareado en su apostólica y pastoral Operación Sobreático...
Un sobreático para Sistach en la Residencia Sacerdotal (12/02/2012)
Pero lo que Don Marcelo fundó y llevó adelante en los años 60 fue otra cosa bien diferente: una Residencia Sacerdotal, la Sant Josep Oriol (foto de la derecha), sita en el cruce de las calles Joan Güell y Remei, en el corazón del barrio de Les Corts, donde los sacerdotes jubilados estuvieran bien cuidados y atendidos en un clima propiamente sacerdotal. Ejercicio de caridad cristiana y sacerdotal. Hay que alabar la labor llevada adelante por el Patronato durante más de 40 años desde su fundación. Y muy especialmente la de quien la ha dirigido durante más de 30 años con encomiable celo, el sarrianense Mn. Francesc Raventós, que fue el secretario personal del obispo auxiliar Mons. Daumal, residente en la misma hasta el último de sus días. No pocas han sido las dificultades de índole económica con las que ha tenido que lidiar durante ese largo periodo, pero a pesar de todo, consiguió sacar adelante la casa, manteniendo la independencia y la peculiar idiosincrasia de la institución.
Los sacerdotes residentes están que bufan. Y con toda la razón. Porque el proyecto no es tan simple. Como no quiere, ni puede, gastarse un euro y lo que tiene que construir cuesta un potosí ha decidido buscar subvenciones. ¿De quien? De la Generalitat convergente, claro está. ¿Cómo? Convirtiéndola en residencia de ancianos asistida, es decir con subvención concertada pero, evidentemente, a tenor de las normas y siguiendo los protocolos asistenciales para esta tipo de asilos que gestiona la Generalitat. Que junto a una serie de requisitos en normas de seguridad, incluyen habitaciones dobles y otras cosas de índole parecida. Resulta más que evidente que a la larga afectará a las listas de admisión, al precio final de la mensualidad y sobre todo a la gestión que, quieran o no, pasará a manos de la Consellería. Y es que ahora mandan los suyos, pero ¿y en un mañana? No se trata pues, de una ampliación de la Residencia Sacerdotal , para dotarla de mayores posibilidades, lo cual sería lógico, en previsión de un mayor número de sacerdotes ancianos jubilados, sin otras posibilidades que la de ser acogidos en el cariñosamente llamado “secadero”... Lo que se pretende no es construir una nueva planta, ampliando la volumetría edificable de la construcción, con nuevas habitaciones. Lo que se quiere es construir un par de sobreáticos, retrotrayéndonos al uso de aquel derecho de vuelo de la época Porcioles, que tantos edificios mutiló en el Ensanche de la Barcelona de Cerdá, durante los años 60 y 70.
¿Y el Patronato? Todo controlado. El Presidente-Delegado es el obispo auxiliar Taltavull, con el amigo Esteve Camps y el vocal Turull. ¿Alguien da más? Y con ellos, los vocales de las diócesis de Terrassa y Sant Feliu, que suponemos a estas alturas se habrán enterado del proyecto. ¿O no? Que trinan están casi todos: el Dr. Noguera, Mn. Cortina y Mn. Raventós, que ya en edad de jubilación ha aprovechado para presentar la dimisión. ¡Hasta el obispo Tena que vive allí, lo está!
Al fin y al cabo la de Vallvidrera estaba construida y pertenecía al patrimonio de la diócesis. Nada de añadido costaba. ¡Quiá! ¡Mudos todos como esfinges alejandrinas! Excepto nosotros. Que somos tan malos tan malos, que decimos lo que todos piensan y nadie se atreve a decir. Nuestro calvario nos cuesta. Pero vale la pena levantar la voz, aunque sean otros los que lo vayan a disfrutar. Y no precisamente en su ancianidad. ¡Bon profit, companys, i salut! Navidad en Casa Llisterri (5/02/2012)
En casa Llisterri, como es tradición, han celebrado también la Navidad. Aunque este año parece que también se han resentido por la crisis y el recorte de subvenciones. Y aunque la “mamella” da para mucho, hay que ser ahorrador y previsor por si las vacas llegan aún más flacas. Eso sí, pelotas, dos y gordas. ¡Y como mandan los cánones, enriquecidas con piñones! Unas migas de pollo, dos butifarras negras y una de perol. Seguramente ante los familiares dijeron que era una escudella 0 colesterol.
De todos modos no fue un acierto servir el raquítico pollo de supermercado sin el más mínimo acompañamiento. ¿Dónde está aquel pollo pota blava de El Prat de antaño, rustido con ciruelas y piñones? ¿O aquel gran capón del Ampurdán relleno de salchichas y orejones, de otros años? ¡Cómo desdice ese triste pollo a l’ast sin ni siquiera unas patatas fritas “escantonadas” de guarnición! Igual que esa misérrima ensalada: sin rábanos floreados, sin ramas de apio blanco, sin escarola de invierno, sin aceitunas. Se puede comprender que se abstengan del pepino, pero ¿y los sabrosos encurtidos?
Suerte que la calidad de los postres resarció tanta austeridad: turrones de Casa Colomina (con mano de mortero ad hoc para partir el de Alicante), dulce exótico de Casa Takashi Ochiai (la pasteleria japo de la calle Urgel) y un Merlot del 2008 del Monasterio de Les Avellanes, seguramente regalado por algún hermano marista “coleguilla”… No es de extrañar pues, que a pesar de los pesares, la sobremesa concluyera de la manera tradicional: sorbiendo el cava con una neula, pero este año no de aquellas soberbias e inmejorables de Casa Graupera de Mataró, sino de las de Castellterçol, que también son excelentes, pero…¿El motivo del cambio? ¡Son las que este año estaban de oferta en el Carrefour! Y al fin y al cabo, posiblemente la tieta ni se daría ni cuenta. Pero nosotros, en Germinans, sí lo supimos. Y es que aquel angelito que llegó a Casa Llisterri con el tarjetón, a fin de cuentas es íntimo nuestro y siempre nos da malas ideas… ¡No olvide, Jordi, que nosotros somos los de los cuernos y el rabo…!
La necesidad de una educación sexual cristiana (15/01/2012)
Hemos pasado de un extremo a otro: antes del Concilio parecía como si el eje de la moral y de la religiosidad fuese el sexo. Hoy en cambio lo hemos relegado hasta tal punto, que hablar de sexo desde la religión se percibe como una intromisión de ésta en un terreno del que ha de mantenerse alejada, para desquitarse de la excesiva fijación que tuvo en él. Es la ley del péndulo. Y una vez más, el abandono de este terreno ha sido nefasto para la Iglesia: ante el más absoluto silencio incluso en la formación de sacerdotes y religiosos, cada uno se ha hecho su propia ley. ¿Inspirándose dónde? Pues en el mundo, al que le dejamos el monopolio de la educación sexual. ¡Y qué educación! No es de extrañar que la Iglesia haya tenido tan tremendos problemas en cuestión de sexo, de los que la pederastia es la punta del iceberg. Y en el mundo, el desenfreno sexual ha exigido dentro de la lógica obvia del plano inclinado, su culminación en el aborto. Y de ahí para atrás, el hedonismo puro y duro como norma suprema de la relación de pareja, totalmente incompatible no sólo con el matrimonio, sino incluso con la simple estabilidad de la pareja. Visto lo visto, es evidente que la Iglesia, en vez de retirarse de este tema, tenía que haber corregido el rumbo, insistiendo más en la sublimación del sexo por el amor y en el esfuerzo por canalizarlo hacia la generosidad. Pero lamentablemente no ha sido así. Qué más quisiéramos que poder afirmar que nuestro laicado a lo largo de estas últimas décadas ha recibido una profunda formación sobre sexualidad cristiana. Hubiéramos deseado felicitarnos por los logros obtenidos en la madurez del pueblo de Dios, en consonancia con lo auspiciado por la Iglesia desde los tiempos de Pío XII a nuestros días, en lo referente a la comprensión y vivencia de la sexualidad humana. Pero la Teología del cuerpo ha sido la gran ausente en el periodo posconciliar y casi correlativamente se ha convertido en el gran tabú en la formación humana de aquellos que se comprometen en la vida sacerdotal y religiosa, que conlleva una exigencia de perfecta castidad. La sexualidad humana, tal como la vio Juan Pablo II, es el perfeccionamiento humano de la persona, ya que la dispone, en su cuerpo, a hacer visible el don que le ha hecho el Creador: ser su imagen y semblanza. Y hay una doble manera de realizar esa imagen: la vida conyugal y la vida consagrada. Conseguir la madurez de la vida humana en un cuerpo consagrado por la castidad es un don sobrenatural que supone una verdadera formación. En primer lugar, esta formación no debe despreciar la sexualidad del hombre y de la mujer, sino que la conoce en todas sus exigencias humanas. Únicamente este conocimiento y esta aceptación pueden dar el equilibrio humano fundamental y necesario a la respuesta a la vocación. En segundo lugar, la misión apostólica que es propia y está unida consustancialmente a la vida consagrada, es incompatible con una condena y un rechazo del mundo que hay que dejar. Dejar el mundo no es huir del mundo y abstraerse. Vivir en el mundo sin ser del mundo exige contemplarlo en sus problemas, en sus sufrimientos, en sus patologías, las cuales son numerosas respecto a la sexualidad. Esto exige también, incluso en lo que parece incompatible con el equilibrio humano, encontrar el medio para construir, sin subterfugios, la persona creada y rescatada por Dios en Cristo. Se exigen nociones fundamentales de la Teología del cuerpo cuales son los componentes psicológicos del acto de amor y sus implicaciones en la vida consagrada; conocer en profundidad la sexualidad del hombre y de la mujer y su significado en relación con la castidad perfecta; esbozar y ahondar en la comprensión de los mecanismos del deseo, de la sensualidad, del pudor. Éstos son sólo algunos de los aspectos a no desdeñar en la formación muy especialmente de sacerdotes y consagrados. Comprender como don conyugal de los consagrados el signo de amor que constituye la entrega de sí mismo a Dios, es fundamental. Y cómo no, tratar las dificultades de la sexualidad: conocerlas, discernirlas, vivirlas, tratarlas (masturbación, homosexualidad, sadismo y masoquismo, pedofilia… Definitivamente es necesario explicar y ayudar a vivir la castidad como amor esponsal, la virtud de la castidad en perspectiva con su finalidad escatológica. En su biografía sobre Juan Pablo II editada en el año 2000, George Weigel afirmaba:
Pero primero es necesario ayudar en su formación a los formadores de la vida consagrada (superiores religiosos, maestros y maestras de novicios, rectores de Seminarios, sacerdotes diocesanos o religiosos) Y ello comporta tres vertientes intrínsecamente unidas entre sí: Amor, sexualidad y vida consagrada. La vida consagrada es una vida marcada por el voto de perfecta castidad. Este voto debe permitir vivir de una manera especial el misterio del amor esponsal entre Cristo y la Iglesia. Pero la castidad no borra nuestra realidad humana que está necesariamente marcada por la sexualidad. Cómo la sexualidad se convierte en un componente necesario a una vida de castidad equilibrada, ésa es la cuestión. Hay que ayudar a los jóvenes especialmente a conocer los fundamentos de la psicología humana, y las leyes de la afectividad. Descubrirles cómo todos estamos necesitados de un acompañamiento psicológico y su diferencia con el acompañamiento espiritual. Pero para esto hay que darles a conocer en profundidad las nuevas corrientes sociales que hoy afectan, modulan, condicionan el comportamiento religioso: la New Age como reacción a un moralismo de obligación, el atractivo de las espiritualidades orientales, el despertar de la gnosis y las infatuaciones por lo psico-espiritual, son sólo algunas de esas modas. Para todo ello, a tomar en cuenta e imitar a la quebequesa Aline Lizotte, doctora en filosofía, teóloga, psicoterapeuta y oblata benedictina, residente a pocos metros de la Abadía de Solesmes, donde se imparten cada año diversas sesiones formativas para parejas, pero muy enfocadas para sacerdotes y religiosos. Con esa finalidad fundó la Asociación para la Formación Cristiana de la Persona; de la que se sirven, especialmente en Francia y Canadá pero también en más países, para la formación de consagrados. ¡Cuán necesitados estamos todos nosotros de esta orientación para nuestra vida! ¡Y especialmente nuestros seminarios y casas de formación! En esto, en nuestras latitudes, parece que nadie piense. Ninguno de los altos responsables de la formación de sacerdotes y consagrados parece tomarse en serio el urgente empeño del que ya hizo mención Pablo VI en su encíclica “Sacerdotales Coelibatus” de 1967 en lo referente a la ayuda en la formación de la personalidad de los consagrados. Ojalá un día entre las tareas urgentes e ineludibles de nuestros Seminarios en Cataluña y en toda España, figure la formación de esta vertiente tan importante para la vida concreta y plena del consagrado. |
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