¿Sistach a la curia? (24/04/2012)Aún no ha llegado el 29-A y Barcelona es un hervidero de rumores en relación a la sucesión del arzobispo Martínez Sistach (en la fotografía, junto al Presidente Mas, en la Diada de Sant Jordi de ayer). Hace días que se viene murmurando un nombramiento curial que aceleraría el relevo en la archidiócesis. Cuando lo escuché me pareció sumamente descabellado: ¿Sistach a la curia, con 75 años, sin que existan precedentes de un traslado romano tras presentar la renuncia por edad de una importante diócesis metropolitana? Sin embargo, el bisbiseo se ha venido intensificando. Y la argumentación que se ofrece no parece desdeñable: como sea que el melón sucesorio de Rouco no se va abrir hasta que le caduque el cargo de Presidente de la Conferencia Episcopal en 2014, Roma - tan amante del equilibrio- iba a ofrecer una salida elegante al cardenal barcelonés que no pudiese ser interpretada como un agravio. El clásico promoveatur ut removeatur. Incluso existen algunos atrevidos que sitúan a nuestro obispo en el cargo de cardenal bibliotecario. La visita a Barcelona a primeros de este mes del cardenal Farina; los 78 años de edad de éste; su más que anunciada sustitución y la cierta ilusión que le haría a Sistach, que obtendría un destino curial nada complicado y que ya tuvo un prefecto catalán como fue el benedictino Anselmo Albareda, abonarían la plausibilidad del rumor. Ahora bien lo que es bueno para Sistach, no significa que sea bueno para la diócesis. En especial, porque parece que el traslado curial no conllevaría una inmediata designación de residencial barcelonés, sino que la demarcación episcopal sería regida por una administración apostólica, que quedaría en manos del auxiliar Sebastià Taltavull. Es más, parece que ese régimen interino sería algo así como un sometimiento a prueba al obispo menorquín, a fin de comprobar si daría la talla como titular real de la diócesis. Cosa que en Roma no tienen claro. Ello explicaría la promoción que se viene haciendo últimamente de nuestro obispo auxiliar. Desde su alumbramiento con fórceps, sin ser el candidato preferido de Sistach; Taltavull ha permanecido oscurecido en Barcelona. Todavía recuerdo el año pasado, a la salida de una conferencia del cardenal Ruini en el Seminario, en la que éste hizo ademán de invitarle a subir al coche con Sistach y él, debiendo apartarse Taltavull, porque el cardenal barcelonés prefería la presencia de su secretario. El prelado balear tuvo que seguir a la comitiva en su modesto utilitario. Ahora parece que Sistach ya le ha concedido la venia y el auxiliar preside la celebración del domingo de ramos en la Sagrada Familia ; abre los actos del cincuentenario del Concilio Vaticano II y sale a menudo en los medios de comunicación. Él que sólo había concedido declaraciones a Catalunya Cristiana. Monseñor Taltavull está siendo un buen obispo auxiliar. Nada sectario, querido por todas las tendencias y que jamás tiene un no por respuesta. Una forma de ser totalmente opuesta a la del cardenal. Pero ser un buen auxiliar no significa que sea un buen residencial. No tiene nada que ver un cometido con el otro. También fue Carrera un auxiliar querido por todos y a nadie se le ocurrió promocionarlo. Por otra parte, una vez desechada la opción Vives, por la que ya no apuesta ni él, el sector progresista ha decidido jugar la baza Taltavull. Ello podría explicar la prevención romana. Con todo, un período de interinidad en la diócesis podría resultar letal. El pontificado de Sistach va a dejar numerosos problemas sin resolver e infinidad de heridas sin cicatrizar: los paupérrimos números del Seminario, la lacerante división entre los sacerdotes de la diócesis, el envejecimiento vertiginoso del presbiterio, los graves problemas económicos, el cierre de parroquias que tarde o temprano va a tener que afrontarse, el futuro de la Sagrada Familia , la presencia de la Iglesia en hospitales en los que se practican abortos o la rebeldía de algunos sacerdotes, que han llegado incluso a declarar huelga de misas. Son demasiados problemas que han quedado aletargados bajo la égida de Sistach, no porque el prelado fuese un cuidadoso protector, sino porque (¡como era de los nuestros!) todos se conocían y nadie osaba levantar la voz. Entre ellos existe un lenguaje de sobreentendidos, que les hace comprenderse sin pestañear e inmunizarse de riesgos foráneos. Encontraron en Sistach el mejor bálsamo. Pero, después de él.... Después de él, puede hacer mucho frío ahí afuera. Sólo me he hago eco de un rumor. Y de su posible explicación. Aunque sigo creyendo que el relevo va para muy largo, por la simple cuestión que no existe un claro sucesor. Para nadie. Lo que sí ha empezado a cundir es el nerviosismo. Y aún no ha llegado el 29-A.
Rebelión en la Facultad de Teología (17/04/2012)Con el inicio del próximo curso lectivo, el decano de la facultad de Teología de Cataluña, Armand Puig Tàrrech, cumplirá dos trienios en el cargo, por lo cual, según la normativa vigente, ya no puede optar a la reelección. Cual sucedió en los precedentes relevos es usual que la designación se produzca antes del verano, al objeto de que el nuevo decano se halle al frente del centro docente una vez se inicie el año académico. En tal caso, es preceptivo que el claustro de profesores presente una terna al cardenal Martínez Sistach, en su calidad de Gran Canciller de la facultad, siendo costumbre que se admita y designe al primero de la terna. Sólo ha existido un precedente en el que tuvo que decidir el arzobispo, concretamente en la elección de Armand Puig, que quedó empatado con el doctor Manuel Claret, delegado de Pastoral Familiar. Pero Sistach, a pesar de su formación canonista, ha decidido esta vez saltarse la norma a la torera y proponer una tercera elección de Armand Puig. La postura del cardenal ha sentado como un tiro al claustro profesoral, cuyos miembros -en su práctica totalidad- se han decantado por rebelarse contra la determinación del Gran Canciller y, ni cortos ni perezosos, han votado la nueva terna y han pasado a presentarla, cual exige la normativa. El primero de los tres nombres corresponde al actual vice-decano, el sacerdote gerundense Joan Planellas Barnosell. Que nadie piense que se trata de un motín del clero más ortodoxo contra el obispo barcelonés. En el claustro de la facultad conviven representantes de todas las tendencias, desde Santiago Bueno, Ramón Corts o González Padrós a Jaume Fontbona o Antoni Nello pasando por Xavier Morlans o Antoni Babra. Tampoco el propuesto Planellas es un conspicuo conservador, al revés en muchos más aspectos es más progresista que Puig. Ciertamente el hasta ahora decano no ha sido muy bien visto por el estamento académico, pero la insurrección de los profesores ha sido más bien interpretada como una postura firme ante el intento de cacicada de la jerarquía. Siempre se ha considerado al biblista Armand Puig como un adlátere de Sistach, al que ha intentado promocionar como obispo auxiliar e incluso como obispo de Solsona. Llegó con él de Tarragona y fue designado párroco de la iglesia de San Justo y San Pastor. Dicha parroquia se hallaba regentada, en aquel entonces, por el rector de Santa Maria del Pi, cuidándose de la misma en la práctica el oratoriano Francisco García Fillat, más conocido como Padre Paco. La vinculación de Mn. Armand Puig con la Comunidad de San Egidio, a la que entregó materialmente los locales de la parroquia, ayudó a incrementar los recelos del mundo progre. Después, su elección como decano gracias al dedo de Sistach que propició el desempate con Claret, contribuyó a un mar de fondo contrario al teólogo tarraconense. Además su nombramiento venía a romper en parte la línea de los anteriores decanos: Tena, Matabosch, Gaspar Mora, Joan Busquets y Oriol Tuñí. Sin embargo, ahora ha sido el empecinamiento del cardenal en una nueva -e irregular- reelección el hecho desencadenante de la rebelión de los teólogos. Es sintomático que las primeras contestaciones que recibe Sistach se produzcan cuando ya está cerca el inicio de su período de descuento. El tiempo añadido a su mandato que va a tener lugar a partir del próximo 29 de abril favorecerá inevitablemente situaciones similares. Ya ha sufrido otra oposición por parte de los arciprestes que se han negado a que en la Sagrada Familia se vuelvan a realizar celebraciones eucarísticas por zonas pastorales. Esta negativa ha producido -por ahora- que no exista un calendario de celebraciones en el templo gaudiniano, cual sucedió el pasado año. Volvemos a tener la basílica consagrada por el papa Benedicto XVI como un templo en el que casi no se celebran misas. Tamaña incoherencia la quiso evitar el cardenal con un programa "ad hoc", pero su ansia de control y su incapacidad en delegar han producido el efecto contrario. No ha existido ni una celebración en la Basílica que no haya sido presidida por Sistach, a excepción del último domingo de ramos, en el que estuvo Taltavull. Se trata del conocido síndrome del "pato cojo", acuñado en los Estados Unidos para los últimos meses de un presidente de la República que ya no puede optar a un tercer mandato. La diferencia está en que en Norteamérica se sabe el día exacto de las elecciones y cuando tomará posesión el nuevo presidente. Aquí sólo conocemos la fecha en que Sistach va a presentar la renuncia. A partir de ahí empezarán cábalas y rumores, desconociéndose el "dies a quem". Con el agravante de que en esta diócesis se han larvado tantos problemas con la "pax sistachiana" que están empezando a estallar y a salir de su letargo. El "pato cojo" puede sufrir una agonía cruel. E indeseada. Por el bien de todos.
El camino de la amargura (10/04/2012)A veces existen textos que hablan tan por si solos, que resulta innecesario aderezarlos con mayor comentario. Paso a traducirles al castellano el artículo que publicó en El Punt/Avui el sacerdote Jaume Reixach Felipe (en la fotografía, párroco de Riells de Montseny, perteneciente a la diócesis de Gerona), titulado Via Crucis . 1ª estación: Pablo VI, tres años después de la clausura del Concilio, publica la encíclica Humanae Vitae, que cae como una bomba dentro y fuera del mundo católico. 2ª estación: profundamente conmocionado y triste, Pablo VI se retira a los cuarteles de invierno y no publica otra encíclica. 3ª estación: el obispo Lefebvre se niega rotundamente a aceptar la doctrina del Vaticano II y se separa de la Iglesia. Pablo VI se ve obligado a suspenderlo a divinis. 4ª estación: Pablo VI muere de un infarto en la residencia papal de Castelgandolfo. 5ª estación: Albino Luciani, sucesor de Pablo VI, muere antes de llevar a cabo la aplicación del Concilio. 6ª estación: el conclave elige a Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, de 58. Irrumpe en la escena Juan Pablo II, papa con vocación de crack. 7ª estación: el papa Wojtyla manifiesta que el mundo es su parroquia. Cambia el lema de "Totus tuus" por "Totus meus". 8ª estación: la afición de Wojtyla por el baño de multitudes deriva en multitud de baños. 9ª estación: a medida que el papa suma récords, aumenta la venta de recuerdos, medallas y estampitas. 10ª estación: los movimientos neocatecumenales y los "guerrilleros" formulan voto de aplaudir al papa en todos sus viajes triunfales como jefe de estado del Vaticano. 11ª estación: renovación del episcopado, con la promesa previa de lealtad personal al papa Wojtyla, que detestaba el totalitarismo soviético, pero no el centralismo totalitarista romano. 12ª estación: la aplicación de la encíclica Veritatis splendor de Juan Pablo II brilla por su ausencia en la espinosa cuestión de los abusos de clérigos a menores, que se ocultan en virtud del no menos esplendoroso "secreto pontificio". 13ª estación: los cismáticos lefebvristas se reincorporan a la Iglesia sin previa retractación, mientras que los sacerdotes y laicos fieles al Concilio quedan sin iglesia y son ignorados por la jerarquía. 14ª estación: se anuncia "el año de la fe" para conmemorar el cincuentenario de la inauguración del concilio Vaticano II, el concilio del "gozo y la esperanza", del diálogo y el pluralismo. Estas dos realidades reciben tratamiento a parte; se conmemoran los veinte años del catecismo único de la iglesia universal. Juan XXIII, el gran artífice del Concilio, ni se menta. Consumatum est. No he traído el artículo a colación porque me escandalice el recurso literario del Via Crucis. Lo llevo a cubierta porque, aunque bastante chusco, resulta conmovedor: refleja fielmente el delirium progrens que provoca una inmensa capacidad de rencor hacia Pablo VI (en especial por la Humanae Vitae ) y sobre todo hacia Juan Pablo II. En similares términos en los que se expresaron los anónimos fills del concili.
Parroquias en huelga (3/04/2012)Al menos cuatro parroquias barcelonesas se declararon en huelga el pasado día 29 de marzo. Huelga de misas y convocatoria a unirse a la manifestación del Paseo de Gracia, porque ese era el único motivo del reclamo. La jornada de silencio y plegaria no era más que un eufemismo. Silencio, quizá si hubo; pero la plegaria brilló por su ausencia. Eso sí, se dignaron a abrir los templos. ¡Ni que fueran suyos! Las cuatro parroquias del barrio de Pueblo Seco que decidieron, unilateralmente y sin permiso del arzobispo, declararse en huelga son las siguientes: - Parroquia de Santa Madrona, cuyo párroco es mossèn Josep Catà Mitjans, cura comunista, que en sus años mozos se jactó públicamente de haber quemado la sotana, una vez aprobado el Concilio Vaticano II. - Parroquia de Sant Salvador d'Horta, encargada desde el pasado verano al extremista Catà, que substituyó a mossèn Foraster, el cual, jamás de los jamases, habría consentido una huelga de misas. - Parroquia de Sant Pere Claver, cuyo párroco es el jesuita Josep Ricart Oller. Se les puede ver en la foto practicando el rito progre. Catà es el primero a la derecha y Ricart el de la izquierda de todo. Pero el verdadero artífice de esta jornada de misas caídas es el rector de la parroquia de Lourdes, Joan Cabot Barbany, el más joven de todos ellos, último mohicano del progresismo, miembro del colegio de consultores de la archidiócesis y arcipreste de Ramblas-Pueblo Seco. Les dejo la sugestiva foto que cuelga de su facebook y otra con el Sr. Cardenal. Estos son los tres rectores de cuatro parroquias limítrofes, que dejaron a 40.000 almas sin eucaristía, sin dignarse a buscar un cura suplente, ni decretar siquiera unos servicios mínimos. Todo ello bajo el mojigato eufemismo de "jornada de silencio y plegaria". Falso. Por una de esas casualidades de la vida, el mismo día de la huelga, bajaba uno, a eso de las ocho de la tarde, por la calle Aribau, cuando a punto de llegar a la Plaza Universidad, escuchó el ruido de disparos de goma. En aquel momento, y aunque los disparos sonaban lejanos (los tumultos estaban en Plaza Cataluña), una multitud de valientes apretó a correr. No corría, ciertamente, pero entre el grupo se hallaba otro de los sacerdotes de Pueblo Seco, hombre ya mayor y vocación adulta. Otro que venía de la manifestación, cual bien delataban unas viejas zapatillas de deporte color azul, que calzaba por si tenía que apretar la marcha. Justo en aquellos momentos, entre otras menudencias, se acababan de quemar en Barcelona ¡300 containers!; se había arrasado completamente el Starbucks de Ronda San Pedro; se había rociado con un extintor a un pobre comerciante en la Estación de Sants y luego derribado de un buen puñetazo; se habían destrozado infinidad de escaparates y, según la policía autonómica catalana, se había intentado incendiar el Corte Inglés. En aquel instante me vino a la mente esa huelga de misas y ese cura con deportivas azules. Y pensé cuanto ha tirado el nacional-progresismo eclesial catalán del hilo de esa cometa. Cuantas veces hemos escuchado aquello de que peor es el vandalismo de los mercados. Todavía hoy Arcadi Oliveres, miembro de Justicia y Paz, declara que tan violentos son los antisistema como los Mossos. El mismo Arcadi Oliveres que cuando esos antisistema, a los que el adoctrinaba en plena Plaza Cataluña, asediaron el parlamento e incluso pretendieron robarle el perro lazarillo a un diputado invidente, se permitió proclamar que la culpa fue de la policía que provocó. Esos incidentes que la TV3 califica vergonzantemente como "bretolades". "Brètols" que ya alcanzaban la cifra de 4.000 el pasado 29 de marzo. Que se lo expliquen a esa pobre joven con la cara llena de lágrimas detrás del escaparate de su tienda. Comerciantes abandonados por las autoridades, los partidos, la prensa, los sindicatos. Y también los curas. Sí; parte de la iglesia ha dado hilo a esa cometa y ahora ha incubado un terrible problema de orden público. Pero seguirán sin alzar su voz a favor de la policía y de esos pacíficos ciudadanos que se han encontrado con sus comercios destrozados por la pura barbarie. El consabido equilibrio socialdemócrata: "tan brutal son los antisistema como los mercados; tan bárbaros son los manifestantes como la policía". Ni tan siquiera se atreven a condenar sin la adversativa. Creo que es hora ya de que muchos cristianos perdamos el miedo y hablemos claro: estamos a favor de la policía; estamos a favor de que los comerciantes no se vean coaccionados al abrir sus locales; estamos a favor de que se permita a los trabajadores acudir a sus lugares de trabajo sin la intimidación de los piquetes. Estamos en contra de que nuestros sacerdotes se declaren en huelga y dejen sus parroquias sin misas. Estamos en contra de esa demagogia barata que pretende aprovecharse de la crisis para volver a los más funestos regimenes populistas (verdad Catà). La crisis actual no es la crisis del capitalismo, como diserta Arcadi Oliveres; es la crisis de un estado del bienestar que no se puede mantener. No engañemos más al pueblo. Sobre todo no lo engañen desde los púlpitos. Especialmente, aquellos que ya lo engañaron en los años 70 y 80 prometiéndoles el mundo feliz del comunismo. Son los mismos que se declararon en huelga en las parroquias de Pueblo Seco.
El precedente quebequés (27/03/2012)Ahora que los convergentes se han quitado la careta (¡después de 35 años!) y se han declarado abiertamente independentistas, vuelve a relucir el precedente quebecois. No en vano, el fundador de la dinastía Pujol ha declarado en muchas ocasiones que su apuesta política para Cataluña era una "solución tipo Quebec". Eso sí, él era más joven y el siguiente en el orden dinástico no había descubierto "las aguas podridas". Son numerosas las similitudes catalanas con la zona francófona canadiense. Ya nos ilustró para ello el compañero Quinto Sertorius Crescens en su escrito "Quebec y Cataluña". Vamos a pegarles un somero repaso:
Para el caso que nos ocupa en este portal, la unión Iglesia católica-nacionalismo fue tan fundamental en Quebec como en Cataluña. En la provincia francófona el poder de la Iglesia católica fue tan considerable, que no es casual que Hitchcock ambientara allí su película Yo confieso, en el año 1952. Pero al igual que ha sucedido en Cataluña, la exagerada connivencia entre el nacionalismo y el poder eclesial trajeron una vertiginosa secularización, que vació sus iglesias y debilitó hasta el extremo las vocaciones. Como pasó aquí, al móvil nacionalista se unió el post-conciliarismo más progresista, con sus funestos y estériles frutos. En el caso del Canadá incluso el Papa Juan Pablo II tuvo que recriminar en el año 1983 a la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos por sus posturas abiertamente contestatarias. Cuando merced a la activa política del pontífice polaco el progresismo fue reculando en la Iglesia, también el Canadá católico fue lentamente declinando en sus excesos. De forma nuevamente semejante a cuanto aconteció en Cataluña. Incluso las equivalencias han llegado a sus dos archidiócesis más importantes: Montreal y Barcelona. Efectivamente, tanto el cardenal Turcotte como nuestro prelado Martínez Sistach son dos mitrados centristas y componedores. Idénticos rasgos tienen en su cursus honorum episcopal. El canadiense, nacido el 26 de julio de 1936, fue designado obispo auxiliar de Montreal con 46 años y Sistach auxiliar de Barcelona con 50. Los dos fueron después residenciales de su diócesis, que en ambos casos era también su población natal, aunque Sistach pasó previamente por Tortosa y Tarragona, mientras que Turcotte ha permanecido 22 años en Montreal. Desconocemos si también será equiparable la aceptación de la renuncia por edad en un caso y otro. Acaba de serle admitida al de Canadá, tan solo ocho meses después de cumplir los 75 años. Y se ha designado como sucesor a monseñor Christian Lepine que era su obispo auxiliar. Con una particularidad: había sido nombrado en julio de 2011. Casi al mismo tiempo en que Turcotte cumplía la edad de jubilación. Parece evidente que la sustitución del cardenal Turcotte ha sido especialmente diseñada. Seguro que para una promoción tan rápida como desacostumbrada en estos casos ha debido ser decisiva la influencia del cardenal Ouellet, que fue arzobispo de Quebec y hoy preside la Congregación vaticana para los obispos. Sin embargo, el nuevo arzobispo no era un desconocido para el hasta ahora cardenal de Montreal, pues había sido su secretario particular entre los años 1996 y 1998. Eso sí, Lepine es mucho más conservador que su predecesor. Se acerca el 29-A y no hay ninguna señal respecto a la sucesión del cardenal Martínez Sistach. Parece que no existe una remoción preparada a conciencia como en el caso de Montreal, pero el precedente quebequés si deja claro que no hay normas claras y específicas en cuanto a la prórroga del mandato cardenalicio. Tan riguroso y exacto -como buen teutón- que es el actual pontífice acerca de otros protocolos, no sigue norma idéntica en la jubilación de los cardenales. Tanto puede haber prórroga pública (Tettamanzi, Policarpo) como tácita (Rouco), como designación de coadjutor (Amigo) o sucesión acelerada (Turcotte). Tampoco se inclina el proceso por la sustitución de Sistach por su auxiliar Taltavull, aunque una parte no desdeñable del clero barcelonés estaría encantado con su promoción y están tomando partido por ella. Con el voto en contra del cardenal. Si sería ideal para nuestro prelado (caso de no accederse a la prórroga que es su verdadero anhelo) que se designase a un auxiliar como en Montreal. Grato a su persona, en la fecha de su jubilación y con la vista puesta a ser su sucesor. ¿Se imaginan el candidato? Ha quedado claro que las similitudes con Quebec no sólo se hallan presentes en el imaginario nacionalista. También se observan en el devenir eclesial y muy especialmente en la persona de los últimos arzobispos de Montreal y Barcelona. Sólo falta examinar si acontecerá también en el proceso de renuncia. El 29-A empieza la función.
Madrid 133- Barcelona 26 (20/03/2012)El resultado de escándalo del título no es la puntuación final de liga soñada por Tomás Roncero ni el abultado tanteo de un imaginario partido de baloncesto. No: la goleada inmisericorde obedece al número de seminaristas de la diócesis madrileña en comparación con el de la de Barcelona. Y aquí sí que el resultado barcelonés arrastra un vertiginoso e inexorable declive. Está claro que Sistach no ha sido un Pep Guardiola. Ni Turull su Messi. Repasemos los datos de los últimos diez cursos.
Este curso es la primera ocasión en que se han superado los cien números de diferencia. Y no nos detengamos en los catastróficos resultados barceloneses, si examinamos el total de las diócesis catalanas, observaremos que todas juntas no alcanzan el número de la madrileña por si sola.
71 seminaristas de los que casi la mitad pertenecen a la demarcación de Terrassa. Un seminario fundado hace solo cinco años por el obispo Sáiz Meneses. Si a esos 71 seminaristas se le suman los 26 de Barcelona arroja un producto de 97 en toda Cataluña. ¡36 menos que Madrid! ¡Y nada menos que en 10 diócesis! Que tampoco se crea nadie que Madrid engulle a todos los futuros sacerdotes del centro de España. Las otras dos diócesis que forman la provincia eclesiástica (Getafe y Alcalá de Henares) cuentan con 42 y 19 estudiantes, respectivamente. Y Toledo, tan cercana, con 67. Estos demoledores números -que se han ido acrecentando en los últimos cursos- demuestran palmariamente qué algo se hace mal. Es falso que en Madrid, Getafe, Toledo y Alcalá de Henares exista un microcosmos que permita el surgimiento de vocaciones y, en cambio, en Cataluña las circunstancias del entorno impidan su afloramiento. No puede ser. Es absolutamente inexplicable una diferencia tan brutal. El obispo de Urgel, Monseñor Vives, manifestaba el otro día cucamente que la tendencia a la baja se había iniciado en Cataluña y ahora ya se había trasladado al resto de España. Se sacaba de la manga el número de la diócesis de Segovia, que, a su decir, carecía de seminaristas. Aparte de que el dato es inexacto -cuenta con uno, la que no tiene ninguno es la de Sigüenza- no es parangonable. Podría equipararse Segovia o Sigüenza con Solsona (diócesis pequeñas y despobladas) pero lo que no admite discusión alguna es la diferencia abismal entre Barcelona y Madrid. Similar población, similares problemas de secularización, similares dificultades ambientales. Como les decía anteriormente, algo se ha hecho mal. Más bien rematadamente mal, para que se ofrezcan estas paupérrimas y declinantes estadísticas. Con un agravante: el futuro es aterrador. Cada año se llevaba a cabo una ordenación de varios diáconos en Barcelona, coincidiendo con el día del Seminario. Este fin de semana previo a la festividad de San José no se ha producido. Motivo: solo hay un diácono para ordenar y Sistach consideró que quedaba muy pobre para enmarcarlo en la celebración que tuvo lugar en la Sagrada Familia (casi ya su Sagrada Familia). La ordenación tendrá lugar un domingo cualquiera en la Catedral. Pero es que ese va a ser el primer diácono de la era Turull. Todos los sacerdotes consagrados hasta ahora entraron en el seminario en la época anterior. Ahora vendrán los misérrimos frutos de Turull y volverá a demostrarse que las alarmas de Germinans no eran vanas. Por desgracia. Y nuestro arzobispo sigue ufano manifestando que le complace mucho anunciar que este curso han ingresado nueve seminaristas (pero no son 9 sino realmente 5 como puede comprobarse en las listas oficiales de la Conferencia Episcopal Española). En Madrid 21 y reales. No hay nada peor que engañarse a uno mismo. Y con ello engañar al resto de sus diocesanos.
Esquerra Republicana carga contra Sistach (13/03/2012)Últimamente nuestro cardenal no tiene suerte. El mismo día en que los medios de comunicación estampaban en sus páginas el grandilocuente título "Sistach se enfrenta a Rouco Varela", el partido Esquerra Republicana (por medio de su agrupación de les Illes Balears i Pitiüses) presentaba una moción ante el Ayuntamiento de Banyalbufar, al objeto de que le sea retirado el título de Hijo Ilustre del municipio. Tanto el supuesto enfrentamiento con el obispo de Madrid como los motivos que han llevado a Esquerra Republicana a instar tan drástica decisión tienen su origen en la entrevista que concedió el arzobispo barcelonés a Catalunya Radio el pasado 6 de marzo. Aquí les dejó el audio. Quienes tengan la paciencia de escuchar a nuestro cardenal en la entrevista radiofónica podrán comprobar que del supuesto enfrentamiento nada de nada. El entrevistador Manel Fuentes, que de conocimientos eclesiales anda bastante pez, con motivo de que Sistach le hablase de las actuaciones de la Iglesia en relación con la crisis económica, le preguntó sobre la desautorización de Rouco respecto a un documento de la JOC y la HOAC contrario a la reforma laboral. Como sea que Fuentes recalcó que Rouco lo había reprobado como presidente de la Conferencia Episcopal , Sistach saltó a aclarar un extremo que era absolutamente cierto: esa decisión había sido tomada como arzobispo diocesano de Madrid y no en el seno de la CEE. Luego se le preguntó sobre su opinión particular y manifestó que él se ceñía a la doctrina social de la Iglesia. Hasta ahí el terrible enfrentamiento Sistach-Rouco. Ahora bien, al progresismo oficialista le va siempre de perlas presentar a nuestro cardenal como la antítesis del prelado madrileño y -ni cortos ni perezosos- se pusieron a titular que Sistach había replicado a Rouco y apoyaba un texto crítico con la reforma laboral. La satisfacción era plena, con un tiro se mataba a los dos cocos de la progresía: Rouco y el PP. Pero a Esquerra Republicana (partido siempre propenso a dar la nota) no le pareció oportuno contribuir a la algarabía anti-Rouco y se fijó en otro pasaje de la entrevista: aquél en que el cardenal manifestó que el tema del robo de recién nacidos durante el franquismo debía ser analizado según los parámetros de la época. Por dicho motivo, el concejal de Banyalbufar Gabriel Seguí presentó la moción para que se le retirase la distinción de Hijo Ilustre de la villa, acusándole de franquista. No sabemos que pasará definitivamente con dicha propuesta. El ayuntamiento de Banyalbufar está gobernado, con mayoría absoluta, por el partido Convergència per les Illes, que no es más que la continuación de la Unión Mallorquina de María Antonia Munar, que dejó a sus espaldas un reguero de escándalos de corrupción. Este partido ni siquiera logró representación parlamentaria en las últimas elecciones autonómicas de Baleares, pero retuvo el pequeño municipio de Banyalbufar, gracias al poder carismático del alcalde Mateu Ferrà. El mismo que, por medio de la extinta Unión Mallorquina, había otorgado al cardenal Martínez Sistach el título de Hijo Ilustre de la población. Esquerra Republicana sólo cuenta con uno de los siete concejales, pero se debe advertir que en Banyalbufar ya tienen experiencia en retirar los títulos de hijo ilustre. No en vano, el pasado 7 de diciembre de 2011 desposeyeron de la distinción nada menos que a Francisco Franco. Cierto es que había sido declarado como tal en diciembre de 1936, con lo que haciendo gala de la tradicional galbana mallorquina la decisión llegó con 75 años de retraso. Creo que puede estar tranquilo nuestro arzobispo. En el pequeño pueblo de la sierra de Tramuntana pasa cada año unos días de asueto veraniego, nada menos que desde 1947 (ya se sabe que es un hombre conservador), donde se aloja en el Hotel Mar i Vent, muchas veces acompañado de sus dos hermanas y donde suele pasar largos ratos con su amigo de la infancia Sebastià Picornell. Nada le iba a importunar más que volver este verano sin ser un ilustre hijo de la localidad y tildado de franquista. Pese al estrambote del partido independentista (mediante su sección de las Illes Balears i Pitiüses) no deja de ser la comparación entre ambas noticias un palmario ejemplo de la doble vara de medir de nuestra progresía. ¡Imagínense que el cardenal Rouco hubiese declarado que los robos de recién nacidos en el franquismo debían ser interpretados con parámetros de la época! Probablemente, no sólo le habrían retirado el título de hijo ilustre de cualquier población (si es que lo tiene), sino que ya tendría interpuesta una denuncia penal, por medio de cualquier asociación de agraviados. Por el contrario, el cardenal Martínez Sistach se iba de rositas y se le presentaba como un adalid de las protestas contra la reforma laboral del Partido Popular. Suerte de la agrupación de Esquerra Republicana de les Illes Balears i Pitiüses... Les decía al principio que no tiene fortuna últimamente nuestro cardenal. El sagaz Antonius Pius les hablaba en su último artículo de la rebelión de los sacerdotes ancianos de la Residencia sacerdotal San José Oriol, que tuvo que sofocar el auxiliar Taltavull. El pasado día 2 de febrero, en una reunión de delegados y arciprestes, de la que se tuvo que ausentar Sistach para honrar al Rey en su visita al Colegio de Abogados barcelonés, tuvo que ser otra vez el obispo menorquín el que apaciguara el primer intento de revuelta de algunos miembros del clero diocesano, que le hicieron llegar su hartazgo por la política del cardenal, que se limita a hablar de la Sagrada Familia y la visita del Papa. Menos mal del talante componedor del obispo auxiliar. Sistach siempre bien protegido por las Illes Balears. Esperemos también que por las Pitiüses.
El ciclón Novell (6/02/2012)Nadie se podía imaginar que la renovación de la Iglesia en Cataluña partiría de su diócesis más minúscula e irrelevante. Una demarcación rural y despoblada; con tantos habitantes como espectadores caben en el estadio del Barça; con apenas 125 sacerdotes; sin otras villas importantes que la propia Solsona, Cervera o Berga y cuya misma existencia ha sido puesta muchas veces en entredicho. Si ya el nombramiento de un obispo de tan solo 41 años -y natural de la misma diócesis- constituyó una verdadera sorpresa, nadie esperaba que tras su primer año en el episcopado su actuación alcanzase unas cotas de verdadera revolución. Dicen que la juventud es la única enfermedad que se cura con el tiempo; pero la osadía, imaginación y dinamismo del obispo Novell han supuesto un verdadero soplo de aire fresco en ese ambiente de sacristía mal ventilada que ha venido asfixiando a la Iglesia de Cataluña en los últimos tiempos. Esperemos que el paso de los años no le cure la enfermedad. El penúltimo rasgo intrépido de un obispo que no se muerde la lengua ha sido la entrevista concedida a El Punt Avui este último domingo. El titular no podía ser más atrevido: " Ni soy catalanista, ni me identifico con la Iglesia progresista". Solamente esta frase ya constituye una verdadera ruptura con el nacional-progresismo eclesial, que, curiosamente, tuvo en Solsona, con su antecesor el obispo Deig, uno de sus centros neurálgicos. La entrevista tiene otras perlas que merecen destacarse, como cuando dice que el movimiento del 15-M no tiene ideas, ni propuesta, ni conduce a lugar alguno o cuando se identifica tanto con el Concilio Vaticano II como con el Vaticano I o con el Concilio de Trento; pero hay una que merece ser bañada con letras de oro:
Es la primera vez que un prelado catalán se desmarca tan expresamente del nacional-progresismo. ¡Y en Solsona! No obstante la admirable contundencia de los negativos " No me identifico ", " No me siento cercano" me ha hecho reflexionar. ¿No será que este posicionamiento tan categórico representa el primer certificado de defunción del nacional-progresismo eclesial? Ni aún en el caso del valiente Novell, se distinguen los obispos (incluso los más jóvenes) por su audacia. Tampoco los sacerdotes, que, salvo algunas excepciones, son de carácter más bien pusilánime. Una manifestación tan clara e inequívoca sólo se puede producir si aquello contra lo que anatemiza está en franco declive. Probablemente no se habría atrevido a lanzar este mensaje veinte años atrás. Esta reflexión debe unirse con la tesis que mantenía ayer nuestro Prudentius de Bárcino en su artículo " Lo dan todo por perdido pero morirán matando...", a raíz del programa sobre los seminarios de TV3 y la polvareda que ha levantado. Consideraba- con bastante razón- que la progresía eclesial ya constata que su mundo fenece, pero que se va agarrar a las parcelas de poder y comunicación que tiene, por un mero instinto de supervivencia. Por una vez voy a ser más optimista que mi querido Prudentius. Los hechos van más deprisa de los que nos podíamos imaginar. Repárese en algunas anécdotas muy significativas: la irrupción (¡y el éxito!) de este portal; el poder de convocatoria de las jornadas de la Nueva Evangelización de Manresa; la nueva generación sacerdotal de la que tomó nota (aunque fragmentaria) el programa 30 minuts de TV3; el arrinconamiento absoluto dels fills del concili que han tenido que publicar un libro anónimo lanzando pestes contra los nuevos sacerdotes; el seminario de Terrassa; el cambio radical en la diócesis de Gerona o en la de Vic; la lluvia fina de Tarragona, en la que el propio secretario del arzobispo se permite enviar a la exangüe Esglesia Plural una durísima carta de protesta. O que hace años lo extravagante era ver un cura con clergyman y ahora lo extravagante es un sacerdote joven que no vista de sacerdote. Aunque eso, por sí solo, no signifique nada. Que los curas jóvenes no se limitan a rezar, estudiar y obedecer (como dijo Mossén Barroso), sino que no se cansan de servir a los demás. Vayan a una parroquia germinante y verán su labor social. Pero no sólo gozamos de estos ejemplos, sino que la misma progresía está levantando bandera blanca. Después del programa de TV3, Llisterri contestaba en su twitter a quienes se escandalizaron con el reportaje, en el sentido de que éste no era más que una foto de la realidad y que no cabe engañarnos. O incluso la foníatra Cori Casanova, antaño tan combativa, publicaba un artículo, en el que venía a decir que tenemos los curas que nos merecemos, por no haber sabido ocupar el progresismo dicho lugar. Es decir, ha ganado el equipo visitante, por incomparecencia del local. Fracaso sin paliativos. Aún existen otros, como un esperanzado Quim Cervera, que suspiran por la conversión progresista de la nueva cantera. Pero el ambiente es de principio del fin. Y los primeros golpes vienen de Solsona y de TV3. Paradojas del destino. Ahora bien, en lo que sí le doy la razón a Prudentius es que muchos de estos personajes han usfructuado tanto la cosa pública, que se ha convertido en su medio de vida y se resistirán con uñas y dientes a abandonarla. El último caso ha sido el del tan progresista Jordi López Camps (antiguo director d'afers religiosos con el tripartito), que ha sido designado Gerente de los servicios de cultura de la Diputación de Barcelona, área dependiente del Partido Popular. Necesitan el poder como metadona. Por ello, se amoldarán a los nuevos tiempos, como si no hubiese pasado nada. No hay que tenerles ningún temor. Misión Metrópolis: "Rouco, ese ser absurdo" (28/12/2012)¡No se lleven las manos a la cabeza, que no me he vuelto loco! Ni creo que Rouco sea un ser absurdo ni tampoco es esa la opinión del cardenal Martínez Sistach, con el que se le ve departir en la foto tomada en el último consistorio cardenalicio (por cierto, ataviado nuestro arzobispo con un roquete barroco, de trabajadísimos bordados, que estrenó para la ocasión). El calificativo de "ser absurdo" corresponde a la opinión de uno de los seleccionados por nuestro arzobispo para realizar la lectura pública del evangelio de San Marcos que tendrá lugar el próximo domingo, 4 de marzo, en el Palau de la Música , en los actos de Misión Metrópolis. Y no se trata de una conversación de café ni de un escrito difundido años ha. No. El periodista Joan Barril publicó una columna, con dicho título, en El Periódico de Catalunya el día 29 de diciembre de 2009. Hace poco más de dos años. El artículo, de hiriente titular, en el que se catalogaba al arzobispo de Madrid como "... sin duda el personaje que mejor define el reaccionarismo español de todos los tiempos" deja clara la evidente repugnancia que suscita el cardenal madrileño al articulista catalán, como se lee en este expresivo párrafo: "Una vez más la Iglesia católica, en manos de esos salvajes de la religión como Rouco, está cayendo en el pecado del orgullo. Rouco cree que su verdad es superior a la verdad común. Y, en consecuencia, se dispone a convertir al disidente en tierra de conquista. Así ha sido siempre en las religiones invasivas. Hubiera sido demasiado fácil integrar. Pero es que Rouco no pretende otra cosa que desintegrar. Prefiere la expulsión de los disidentes antes que acometer la humilde tarea de pensar. La lista negra es la plasmación de su espiritualidad". Este periodista que califica a todo un cardenal de la Iglesia Católica como absurdo, orgulloso, invasivo, reaccionario y salvaje va a participar en el acto central de la Misión Metrópolis en Barcelona. Llegados a este punto, por si a algún despistado se le olvida, debo recordar que la Misión Metrópolis no es una iniciativa de la archidiócesis de Barcelona. Corresponde a un proyecto del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, que preside el arzobispo Fisichella y que se llevará a cabo esta cuaresma en doce ciudades europeas ( Barcelona, Budapest, Bruselas, Dublín, Frankfurt, Lisboa, Liverpool, Paris, Turín, Varsovia, Viena y Zagreb). El contenido de los actos de cada ciudad sí es responsabilidad de cada diócesis, aunque ha sido lógicamente supervisado y aprobado por el citado Pontificio Consejo. Resulta desconcertante que, en estos tiempos en que están saliendo a la luz disputas entre miembros de la curia romana, en un acto pensado para promover la nueva evangelización se incorpore a un periodista que no sólo discrepa de todo un cardenal (aunque sea de Madrid), sino que se permite injuriarle con los epítetos de absurdo, orgulloso, invasivo, reaccionario y salvaje. ¡Para que luego digan que Germinans rezuma vitriolo! Que alguien halle un post en el que hayamos catalogado a algún obispo de salvaje Se le ha escapado a Sistach el antecedente del artículo de Joan Barril. Él que tiene a gala tenerlo todo controlado. Pero estas cosas suceden cuando se intenta hacer espectáculo de un acto evangelizador. Porque de mero espectáculo folklórico (folklore catalán, eso sí) va a consistir el acto del Palau, donde se ha llamado a participar a todo un elenco de personajes de TV3 o ex TV3: el propio Joan Barril, Silvia Coppulo, Josep Cuní, Tomás Molina, Xavier Coral, Xavier Solà. Con el aditamento del omnipresente Francesc Torralba y con la cuota castellano-parlante de Arturo San Agustín, Justo Molinero y Luis del Olmo. No han empezado bien los actos de Misión Metrópolis. Se ha suplido la necesidad de la nueva evangelización por un exagerado deseo de visualizar la supuesta excelente relación de la archidiócesis de Barcelona con Roma. De ahí los exagerados titulares de algunos medios oficialistas cómo "La Iglesia catalana presente en el mapa universal" o la información de Catalunya Religió que alcanzaba el paroxismo de citar al diario francés La Croix en referencia a la Misión Metrópolis y a la participación de Barcelona en la misma, ¡cuando La Croix no citaba para nada a nuestra ciudad! El ombliguismo suele producir estos grotescos resultados. Deseo el mayor de los éxitos a las propuestas de la nueva evangelización, pero los actos de Barcelona, en especial los fastos del Palau de la Música , han producido el mayor de los escepticismos entre los diocesanos. No se ha contado con ninguna organización de laicos ni tan siquiera con una tan catalana como e-cristians; no se ha tenido en cuenta la opinión del clero; menos aún se ha dignado a convocar a alguno de los nuevos movimientos. Todo ha sido elaborado por Sistach, Armand Puig y Morlans, sin consultar a nadie, cual es usual. Espero que con el único descuido de Joan Barril. Pero para que nadie piense que los reparos al acto del Palau de la Música corresponden a una opinión singular de Germinans, les enlazo el excelente artículo del siempre ponderado y ecuánime blog de Outsider Friar.
Un magistral Arturo San Agustín en la Claret (21/02/2012)El pasado miércoles asistí a la presentación del libro del arzobispo de Tarragona, Recuerdos y esperanzas, que tuvo lugar en la barcelonesa librería Claret. La primera sorpresa que tuve se halló en el vacío de la sala, en la que nos ubicamos cuarenta personas mal contadas, de las cuales 20 eran seminaristas del interdiocesano, voluntariamente aportados por su rector Norbert Miracle, que hacía de telonero. Entre los otros 20 solo merece contar la presencia VIP del rector Turull (cuyos rasgos, cada día mas orondos, le están proporcionando una complexión obispal) y nuestro amigo Llisterri, siempre fiel y agradecido a los reclamos de la Claret. Turull, como acostumbra, marchó a medio acto y es que las innumerables tareas que le encomienda nuestro cardenal le impiden centrarse en una única misión. Pero él pone voluntad y se hace ver en todas partes. Ningún representante más del clero barcelonés; ningún miembro del Opus Dei, al que pertenece el arzobispo y ni tan siquiera una mínima presencia de algún medio de comunicación, máxime cuando -con motivo de este libro- tuvieron lugar las polémicas declaraciones de Pujol Balcells a TV3, que, entre otras desproporcionadas reacciones, motivaron una denuncia de la asociación de gays y lesbianas. Pero el acto tuvo mucha miga. Los que no fueron, se lo perdieron. El arzobispo Pujol no es un pico de oro. Sin embargo, estuvo flanqueado por dos presentadores de verbo fácil, que proporcionaron los momentos más interesantes de la velada. Norbert Miracle -con un acento muy tarragoní , que se agradece en estos tiempos de entonación monocorde- se nos reveló como un ameno orador, con tablas y madera de futuro prelado. Pero el verdadero protagonista de la charla -aunque el no quisiese- fue el periodista y escritor Arturo San Agustín. Desconocía su buena amistad con monseñor Pujol. De sus querencias episcopales solo recordaba que no había dejado en muy buen lugar al cardenal Martínez Sistach. Sí conozco la obra de San Agustín y le he seguido como articulista en El Periódico y ahora en la edición catalana de El Mundo, donde debo decir que cada sábado se supera a si mismo. El Mundo sabatino merece la pena comprarse sólo por leer a Arturo San Agustín y a Arcadi Espada. Además, junto con Manuel Trallero es uno de aquellos periodistas outsiders y políticamente incorrectos, que son especies en vías de extinción de un oficio de museo, como acaba de catalogar al periodismo actual la figura emergente de José María Albert de Paco. Y no se queda solo en el verso suelto. Acaba de publicar un libro, verdaderamente extraordinario, Un perro verde entre los jóvenes del Papa, en el que nos narra la maravillosa experiencia de su asistencia a la JMJ de Madrid. No se pierdan el link que les enlazo donde nos cuenta la maravilla que ha escrito. ¡Qué alegría que un obispo abra el abanico de sus amistades! ¡Qué satisfacción encontrarnos con una conferencia que no presenta el profesor Torralba! ¡Qué regocijo escuchar en la Claret a un obispo que se vanagloria de sus once años al lado de San Josemaría Escrivá de Balaguer! Sin embargo, como les decía la verdadera sorpresa del acto estuvo en las palabras de Arturo San Agustín, el cual, aparte de hablar en castellano (cosa que no debería ser noticia, pero la es), nos dejó algunas piedras preciosas que vale la pena reseñar:
Para acabar diciendo: "El arzobispo Pujol, además de ser una buena persona, es de los que creen en Dios". Fue la mejor definición que he escuchado de él. Y es que el obispo de Tarragona no solo transmite bondad, sino que refleja a un verdadero hombre de Dios. En Tarragona están encantados con él. Y es bueno que ahí acabe la fenomenal labor que está realizando. De manera lenta pero segura -una auténtica lluvia fina- está cambiando la diócesis. Habrá un antes y un después de su pontificado. Para bien. Y para colmo esto sucedió en la librería Claret. Una buena librería, no solo de temas religiosos, pero que es el verdadero Sancta Sanctorum del nacional-progresismo eclesial catalán. No en vano, como se observa en la fotografía, se recuerda a los oradores de forma patente que se hallan en la sala Pere Casaldàliga, que, como bien saben, es el claretiano catalán más importante que ha dado la orden, aunque el fundador de la misma naciere en Sallent. Tranquil, senyor bisbe, tranquil (14/02/2012)No me he atrevido a titular " Tranquil, Lluis, tranquil", no fuera a soliviantar a nuestro cardenal, aunque, siendo como es un hombre de carácter planer, seguro que sabría comprender que ese título no iba a ser más que un remedo de la célebre frase que dirigió el Rey a Jordi Pujol con motivo del 23-F. Pero dejémoslo ahí y vamos a lo que nos ocupa. En ocasiones una imagen vale más que mil palabras y ese aferramiento al báculo que se observa en la fotografía (tomada este último domingo) es la viva representación de los nervios que empiezan a aflorar en el palacio episcopal barcelonés. Se acerca el 29-A y no se recibe ninguna señal desde Roma. Nadie piensa en una inmediata sustitución, una vez presente su renuncia al Santo Padre por cumplir 75 años, pero se esperaba alguna manifestación vaticana que permitiese albergar la confirmación de la anhelada prórroga. El mismo tratamiento que al cardenal Carles. Una indicación clara y precisa de que su mandato se alarga por dos años más. Y por el momento, no solo no se recibe, sino que los rumores que llegan de la Santa Sede indican todo lo contrario. En estos momentos, el Vaticano es un hervidero de murmuraciones. Los más sesudos vaticanistas nos hablan de una guerra abierta entre partidarios y antagonistas del cardenal Bertone. Se publican algunas noticias propias del periodismo amarillo (como el anuncio del asesinato del papa) y otras que pertenecen al bulo más infundado (nadie puede pensar que un recién designado cardenal Scola como arzobispo de Milán va a ser designado nuevo secretario de estado). Pero parece que están sobre el tapete la posible sustitución de Bertone y, con más probabilidad, la del cardenal Levada como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Este último caso podría propiciar la recolocación de su número dos, monseñor Ladaria. Y cada vez son más insistentes los rumores que le situarían, en tal caso, en la archidiócesis de Barcelona. Hasta el punto de que también se habla de que su designación iría acompañada de tres obispos auxiliares que paliasen su escasa experiencia pastoral. Estos dimes y diretes han suscitado la alarma en el entorno de nuestro cardenal. Si no hay un anuncio de prórroga, similar al que se produjo con el cardenal Carles, a partir del 29-A se van a disparar las filtraciones interesadas. Con el hándicap de una curia romana en la que se acaba de desatar un torbellino, que nadie sabe como va acabar, pero del que todos dan por seguro que nos hallamos solo ante sus inicios. El cardenal Martínez Sistach no es un hombre tranquilo ni flemático. Los nervios le pueden en numerosas ocasiones. Pero si es un hombre astuto y sabe moverse bien en Roma. Este fin de semana va a asistir al consistorio en el que se van a crear nuevos miembros del colegio cardenalicio. Será una inmejorable ocasión para tocar según que puertas; acercarse a influyentes colegas; cenar con relevantes curiales; regalar los oídos de aquellos que son proclives a la lisonja y- ¡como no!- explicarles las maravillas del templo de la Sagrada Familia. Pero el descontrol vaticano le tiene desconcertado. ¿Y si se hubiese equivocado de amigo al apostar tanto por la longa manu de Bertone? Un avispado calculador como él sabe que no pueden colocarse todos los huevos en la misma cesta. Todavía confía en saber moverse como una anguila, pero puede ser que en estos momentos Roma tenga otras preocupaciones que la prórroga de Sistach. Incluso algunos interpretan esta ansiedad con el proyecto de sobreático en la Residencia sacerdotal Sant Josep Oriol, que nos daba a conocer ayer el perspicaz Prudentius de Bárcino. Todo se andará. No se distingue el Vaticano por la rapidez en la toma de decisiones ni su política de nombramientos suele regirse por la celeridad. Pero una prórroga (¡como la del Cardenal Carles!) sosegaría los patentes nervios de nuestro cardenal y permitiría una sucesión ordenada. Esa sucesión ordenada que venimos reclamando desde Germinans (hasta el punto de haber solicitado expresamente la prórroga del mandato), porque más que determinados nombres, lo verdaderamente importante van a ser las prioridades del nuevo período episcopal. No solo respecto a un clero dividido en dos bandos irreconciliables, sino a un laicado que todavía tiene que dar juego, siempre y cuando se le dé cancha y se abra el abanico. ¡Existe alguien más con vida que el profesor Torralba! Si se produce esa sucesión ordenada tiempo tendremos de poner en orden estos objetivos. En estos momentos, todo está en mantillas y la única noticia que tenemos es la de un Sistach aferrado al báculo, al que, por su bien, solo podemos pedir calma y relajación.
P.S: Aunque sea off topic, debo recomendarles muy vivamente el último artículo de Josep Miró i Ardèvol en Forum Libertas dedicado a los 17 sacerdotes entrevistados en el libro Fills del Concili.
Hat trick en la Concepción (7/02/2012)He escrito en más de una ocasión respecto a la parroquia de la Concepción , a la que no me he cansado de llamar "la catedral de l'Eixample". Desde que el Dr. Ramón Corts Blay fuese designado su párroco en el año 1998, tanto la actividad pastoral como litúrgica amén de la obra social de dicha comunidad ha sido verdaderamente ejemplar, ya sea por su frenética actividad como por su celo ortodoxo. Se acerca el tiempo de cuaresma y como cada año Mn. Corts organiza un ciclo de conferencias a la par interesante y llamativo. Recordamos, en años anteriores, la presencia del cardenal Cañizares, de monseñor Blázquez, del predicador Raniero Cantalamessa o del arzobispo Fisichella. Pero en este 2012 se van a batir todos los récords. Las tres conferencias se van a impartir, ni más ni menos, por el cardenal-arzobispo de Madrid, el de Barcelona y el flamante obispo de Solsona, monseñor Xavier Novell. El lema de las conferencias lleva por título " La nueva evangelización: interiorización, contenidos, experiencias " y se ciñe al siguiente programa:
Aunque sea la enésima vez que Sistach hable de la Sagrada Familia y Rouco de la JMJ , reunir en un mismo ciclo a los dos obispos más importantes de España así como al prelado más joven y emergente supone un golazo por toda la escuadra. Un soberbio tanto (en este caso tres) a apuntar en la ya abultada cuenta de Mn. Ramón Corts. Para los que no han visitado el templo (hoy basílica) de la Concepción con motivo de dichas conferencias cuaresmales, deben tener en cuenta que no asistirán a una simple ponencia. La basílica se viste de gala como en los días de mayor solemnidad. El altar se halla dignamente dispuesto; el clero se reviste de alba y estola morada; se empieza el acto con una procesión con acólitos, ceremonieros, cruciferario, el párroco y los prelados asistentes (si los hubiere) e interviniente. Estos últimos oran un momento ante el altar del Santísimo, previamente a iniciar la disertación. No cabe decir que en la inmensa mayoría de las charlas el templo se halla a rebosar. Está fuera de toda duda la habilidad y poder de convocatoria del Dr. Corts: no es fácil juntar en un mismo ciclo a Sistach y a Rouco, con el aderezo de Novell. Una vez más las conferencias cuaresmales de la Concepción serán noticia. Es de justicia reconocerlo como plasmar el nivel y categoría que ha adquirido el templo desde que Mn. Corts fue designado su párroco en el año 1998, como les decía al inicio del artículo. Entre uno de los hitos que ha alcanzado conviene destacar que se elevase la iglesia parroquial a basílica menor. No se trata de un sacerdote cualquiera. Compatibiliza la parroquia con el cargo de delegado de enseñanza de la diócesis y arcipreste de la demarcación de la Concepción , que engloba a su parroquia con la de los Ángeles, Sant Raimon de Penyafort y San Francisco de Sales así como a un buen número de santuarios regidos por órdenes religiosos e institutos de vida consagrada. Además nos hallamos ante un prestigioso y cultivado historiador, que se ha sumergido en los archivos secretos vaticanos y que ha publicado numerosas obras de historia eclesiástica, destacando especialmente su coautoría en el "Diccionari de historia eclesiàstica de Catalunya". No en vano posee una beca perpetua de la Obra Pía española en Roma, que le obliga a pasar cada año un mes de estudio en la Ciudad Eterna. Ha conseguido también el Dr. Corts que, tardíamente, sea reconocida su labor por la gran mayoría de los medios de comunicación religiosos. Digo tardíamente porque, en tiempos del cardenal Carles, ocupó el cargo de rector del Seminario barcelonés, en el que se vio sometido a una de las campañas más sucias, abyectas y zafias de las muchas que se desencadenaron en aquellos tiempos por el nacional-progresismo eclesial. Tan solo pudo estar un curso (1997-1998) al frente del mismo, cediendo el entonces arzobispo barcelonés a las presiones dels "fills del concili". ¡Cuanto perdió el seminario, cual ha quedado demostrado con posterioridad! A partir de entonces, pasó a regir la parroquia de la Concepción , situándola en el top ten de todos los registros de las parroquias barcelonesas. Y que nadie se crea que cuenta con una demarcación muy poblada. En el antiguo distrito de la Concepción solo quedan hoy jubilados que viven en pisos de renta antigua y un sinfín de oficinas y despachos, que dejan el barrio como un desierto los días festivos. Sin embargo, ese templo abierto casi todo el día suele ser parada obligada de muchos barceloneses que se alejan tan solo un par de calles del Paseo de Gracia y goza de una feligresía fiel que no tiene porque ser residente en la demarcación. Otros templos emblemáticos (Santa Ana, San José Oriol, la misma Sagrada Familia) podían haberlo conseguido, pero este auténtico milagro solo ha sido posible en la Concepción. Las conferencias cuaresmales de este año no son más que una anécdota que ejemplifica el éxito. Matabosch es un genio (31/01/2012)Uno de mayor (de bastante mayor) querría tener el vitalismo y la probidad del sacerdote Antoni Matabosch Soler. No solo es que a sus casi 77 años siga siendo delegado diocesano de economía, director del ISCREB, presidente honorario de la Joan Maragall , profesor de la facultad de teología y miembro del consejo presbiteral así como del colegio de consultores y de la comisión de ecumenismo; sino que ha conseguido el auténtico milagro de seguir vendiendo inmuebles en plena crisis inmobiliaria. El API Matabosch consiguió este pasado 2011 (concretamente el 16 de diciembre ante la notario Mercedes Martínez Parra, protocolo 2274) ultimar la venta del solar sito en Calle Encarnación 62-64 de la histórica villa de Gracia barcelonesa. Que la compraventa haya significado sacrificar a las pobres monjas Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada parece cuestión baladí. El arzobispado necesita dinero y en estos tiempos de parálisis de la construcción, poder realizar alguna perla de su inmenso patrimonio solo está al alcance de algún genio, tipo Matabosch. El antiguo convento de las Misioneras del Santísimo Sacramento fue reducido a ruinas la semana pasada, según se puede observar en la foto de un poco más abajo. Hacía ya más de un año que habían cerrado y se habían trasladado con las que residen en Calle Aribau 290. No se trataba de un páramo, ni mucho menos. Las religiosas tenían una notable actividad y efectuaban una gran labor social, sobre todo con los inmigrantes. Eran conocidas y queridas en todo el barrio de Gracia. Por otro lado, su iglesia permanecía abierta casi todo el día, con adoración perpetua al Santísimo Sacramento, misa y rezo diario del rosario. La finca era propiedad de la diócesis de Barcelona desde el año 1900, que le fue legada en herencia, con la condición de construir una escuela para la barriada de San Juan de la entonces villa independiente de Gracia, encomendándose a las mentadas misioneras. Hasta el año 1976 estuvo abierto el colegio del Santísimo Sacramento (anteriormente llamado de la Inmaculada ) regentado por las propias misioneras. Hacía pues más de cien años que estaban en el barrio. Hasta que Matabosch mandó a parar... La compradora ha sido la promotora Volumètric de Mataró. Otros genios que siguen comprando en tiempos de crisis. Este grupo inmobiliario es propiedad de la familia Sans, antiguos fabricantes de los slips y camisetas Abanderado y Océano, que vendieron a un fondo de inversión, para después éste cerrar la empresa y dejar en la calle a 93 trabajadores. Unos linces. En la web de Volumètric ya se anuncia la futura promoción de pisos de dos dormitorios y plazas de aparcamiento en Calle Encarnación 62-64. Pero al espabilado Matabosch no puede salirle todo bien. El derribo del convento ha puesto en pie de guerra a los vecinos de Gracia, que han pedido al Ayuntamiento de Distrito que paralice la operación e impida construir vivienda libre donde antes existían equipamientos. Concretamente los vecinos de las calle Encarnación y San Luis solicitan que " la Iglesia haga un ejercicio responsable de estos terrenos y construya, en lugar de viviendas privadas, un edificio de equipamientos sociales para el barrio". También multiplican sus quejas los vecinos porque la obra se carga el pulmón ecológico que supone el inmenso jardín del convento ( 800 metros cuadrados ), repleto de naranjos, ficus, lilas y palmeras centenarias adornadas de violetas invernales. No hace falta decir que ese entorpecimiento podría echar al traste el pelotazo de Matabosch. Con lo que cuesta lograr uno en estos tiempos de penuria. Además en Gracia están que trinan con las operaciones inmobiliarias de la Iglesia. El derribo del convento de la Calle Encarnación es una gota a añadir a la división de la residencia de las Hermanitas de los Pobres de Calle Torrent de l'Olla o el parking construído en la antigua Residencia Refugio de Obreras de Plaza Lesseps. Y suerte que se paralizó la construcción de una calle que partía en dos el jardín del santuario de San José de la Montaña. Y es que la oposición vecinal del popular barrio es de armas tomar. Por el momento, ya han fundado la plataforma vecinal "Salvem el jardí del convent". Y acaba de empezar. Estas cosas suelen pasar a aquellos lumbreras que se pasan de listos. Que todo un sacerdote que ha sido ni más ni menos que Decano de la Facultad de teología de Cataluña; eterno director del ISCREB; delegado episcopal de pastoral universitaria; delegado general de apostolado seglar de Barcelona; catedrático de teología; profesor invitado de la Universidad Católica de Lisboa; Consultor del Secretariado de la Comisión de Relaciones interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española; Presidente y fundador de la Joan Maragall ; y que, ya septuagenario, se ve obligado a aceptar el cargo de delegado de economía de la diócesis para contentar a su gran amigo Lluis Martínez Sistach, es normal que pise más de un charco. Y más de un charco ha pisado Matabosch. Desde Germinans seguiremos informando acerca de la oposición vecinal a las obras de Calle Encarnación, al igual que seguiremos la pista Volumétric y hablaremos de los familiares que tiene trabajando en la delegación de economía del arzobispado y otras lindezas, como las de la Sociedad Civil Grabig, que se encarga de administrar los bienes del arzobispado y que, curiosamente, se halla domiciliada en Calle Aribau 177, donde, también curiosamente, tiene su despacho de letrado su sobrino Joan Iglesias Matabosch e incluso la notario Martínez Parra ante la que se vendió el convento de Calle Encarnación. Me parece que el tema del genio va a dar tardes de gloria. La "Martíneztroika" paquidérmica (24/01/2012)En nuestro Directorio del 23/10/2011, titulado " La Martríneztroika del 24 de octubre", anunciábamos que en una reunión de arciprestes convocada para ese día se iban a iniciar una serie de nombramientos, entre ellos diversos cargos diocesanos y una redistribución territorial de las zonas pastorales, con la creación de dos nuevos vicarios episcopales. Ese día solo se publicó el nombramiento del laico Sergi Rodríguez López-Ros, como sustituto del bueno de Mn. Jordi Piquer, como delegado de medios de comunicación social. Pero ese mismo día (en Germinans no hablamos por hablar) ya se presentó a estudio una propuesta del vicario episcopal, Mn. Galtés, que proponía la creación de dos nuevas zonas pastorales:
Y se recogió en acta que Barcelona pasaría a contar con seis zonas pastorales:
Ese mismo día el sacerdote Joan Obach Baurier supo que iba a ser designado delegado de liturgia y Mn. David Álvarez Rodríguez de pastoral vocacional, donde sustituía a Turull. Este hecho suscitó el rumor de que el rector del Seminario iba a ser también relevado y que se trasladaba a Roma a finalizar su inacabada (y suspendida) tesis doctoral. Como formador del seminario menor se nombró al sacerdote ecuatoriano José Fernando Campoverde. También ese mismo día se vieron confirmados en sus cargos la mayor parte de los delegados diocesanos (Matabosch, Claret, Termes, González-Agàpito, Corts, Jubany, Prieto, Vidal, Rodríguez Piñel). Asimismo se comunicó a Mn. Alex Marzo que se suprimía la delegación diocesana para las causas de los santos. El 12 de noviembre de 2011 se reunió el Consejo pastoral diocesano que aprobó la creación de las antedichas seis zonas pastorales. Incluso se especificó que la subdivisión solo afectaría a las actuales vicarías episcopales 1 y 2. Concretamente, la zona 1 daría lugar a las zonas A y B, mientras que la 2 conformaría las zonas C y D. Las antiguas zonas 3 y 4 no cambiarían su ámbito territorial, pasando a denominarse E y F. El pasado día 20 de enero de 2012 se reunió el Consejo episcopal, con las nuevas zonas ya aprobadas y la archidiócesis dio a conocer que el cardenal Martínez Sistach había firmado aquellos nombramientos que ya dimos a conocer el 24 de Octubre (Sergi Rodríguez, Obach y David Álvarez) y confirmado los demás. Sin embargo, ni una palabra sobre los nuevos vicarios episcopales que han de regir las dos nuevas zonas ya aprobadas. Se ha convocado una nueva reunión del Consejo episcopal para este viernes 27 de enero. A lo mejor se designan nuevos vicarios. O no. Esta pasmosa lentitud de Sistach a la hora de cualquier alumbramiento es fiel reflejo de la política que ha llevado a cabo en su pontificado. Pero como a los más notables paquidermos, cuando la muerte les acecha (no hablo de la muerte física de Sistach, sino de su final como obispo en activo) se refugian en soledad y se separan de la manada. Los investigadores aseguran que el fenómeno obedece a una característica fundamental: el elefante desea evitar a sus semejantes el espectáculo de su muerte gradual. En tales situaciones, más que en elefante, el animal se convierte en un bacalao. Tropieza con propios y extraños. Cae, no se cae. Se va. No se va. Comienza la ola de rumores. En la manada cunde la incertidumbre. El animal ha perdido popularidad, carece ya de armonía selvática. Es en este difícil trance de su existencia, cuando todo elefante que se precie de su condición se aleja voluntariamente de la manada. Es el gran riesgo de los últimos años de Sistach. No hallar quien se quiera incorporar a un proyecto con inminente fecha de caducidad. Desde Germinans (véase Directorio del 19-1-2012) hemos apostado que la prórroga solo tendría sentido si pretende renovar los cargos de la diócesis. Solo le quedan los nuevos vicarios episcopales. Si los nombra, veremos si apuesta por los sacerdotes con futuro (Pagés, Costa, Bueno, Montagut, González Padros, Peio); por los últimos progres jóvenes (Termes, Batlle,Toni Román, Oller) o por el auténtico inmovilismo de aquellos que seguro que no van a jugar ningún papel en el post-sistachismo (Aymar, Armand Puig, Jubany, Romaguera). Si sigue con la táctica paquidérmica y su alejamiento, acabará en la más absoluta soledad propia de los elefantes. Y la perjudicada será la archidiócesis. Convulsiones tras el acto de Manresa (11/01/2012)Hacía años que no se recordaba en Cataluña un congreso católico que lograse tanta movilización como las jornadas de la Nueva Evangelización promovidas por las diócesis de Vic y Solsona. Probablemente nos tengamos que remontar al acto en defensa de la vida que convocó e-cristians en marzo de 2005 en el Palacio de los Deportes de Barcelona. Con una particularidad, el acto de Manresa no se agotaba en una misa y unos parlamentos, más o menos enragés; sino que se trataba de un congreso, que duraba dos días, en el que existían varias ponencias, que requería la suficiente atención y estudio de los temas y que significaba pasarse todo un sábado y todo un domingo en la capital del Bages, justo después de finalizar las fiestas navideñas. ¡Y por si fuera poco había que pagar 15 euros de inscripción! Cual ya se ha informado en los dos artículos precedentes de este portal, el éxito de participación sorprendió a la propia empresa. Incluso se tuvo que cambiar el lugar donde se impartían los cursos y el templo donde se llevaron a cabo las celebraciones litúrgicas, al objeto de poder acomodar dignamente a los participantes. Puede afirmarse que una respuesta tan masiva llegó a desbordar a la propia organización, pero fue un merecido premio a la osadía y dinamismo de los dos prelados convocantes. Un acontecimiento verdaderamente histórico. Un hito a apuntar en el haber de los obispos Casanova y Novell. ¿Lo han interpretado así los medios de comunicación progre-eclesiales? ¡Quiá! Les ha sentado tan mal una movilización de fieles en la Cataluña más profunda como la que tuvo lugar este pasado fin de semana, que han perpetrado una de las tergiversaciones más soeces que se recuerdan. Ciertamente ya nos tienen acostumbrados, porque ante la falta de análisis y de argumentos a la hora de entender un fenómeno que escapa de sus simples entendederas, suelen recurrir al argumento "ad hominem" o a la más burda descalificación. Por la importancia del medio, hoy solo me voy a detener en la información que, a toda página, publicó La Vanguardia este domingo, con la firma del señor de la fotografía. El cual, por cierto, no acudió a Manresa, lo cual da fe de su ejemplar forma de practicar el periodismo. Que La Vanguardiasiga contando con este personaje como responsable de la información religiosa es una vergüenza que clama al cielo desde hace tiempo. Se limita a su colaboración dominical y a su blog y el resto del tiempo lo pasa colgado de un delirante twitter. Me cuentan que ya está totalmente desacreditado y que el único apoyo que recibe es el del hábil Lluis Foix, distinguido periodista, siempre al lado del poder, que reúne la doble militancia en el Opus Dei y en la sociovergencia. Pero vamos al texto del rotativo del Conde de Godó. ¿Qué es lo primero que destaca? "El congreso está marcado por la presencia estelar de Dominique Rey, obispo tradicionalista de Fréjus-Toulon (Francia) y muy buen amigo del obispo Casanova" Y sigue: "Su acción pastoral es valorada por los movimientos conservadores como los neocatecumenales de Kiko Argüello, con fuerte presencia en Madrid. Su línea litúrgica es tradicionalista. Propicia el viejo rito de Pío V (pietismo, latín, altar de espaldas al pueblo...) anterior al renovador concilio Vaticano II, tan aceptado por la Iglesia en Catalunya" Y al final saca a Sistach, sin venir a cuento, ni tener nada que ver con el acto: "El encuentro organizado por los obispados de Vic, Solsona y Sant Feliu (?) forma parte de un proceso que, en Catalunya, tendrá uno de sus momentos culminantes con la Misión Metrópolis en la próxima cuaresma. El cardenal Lluis Martínez Sistach se reunirá mañana en Roma con los obispos de otras diez grandes ciudades europeas para preparar esta Misión Metrópolis, que organiza el dicasterio presidido por Fisichella". El reino de la manipulación. No se habla del acto, ni de la presencia masiva ni del alcance de las ponencias. Monseñor Dominique Rey solo es conocido por ser un holligan del rito de Pío V (ellos nunca dicen el rito de Juan XXIII, aunque sea cierto). Se calla su procedencia de la Comunidad Emmannuel (la cual no sigue la liturgia tradicional) o de que en su diócesis tenga listadas a 27 nuevas comunidades o movimientos. Soslaya el increíble semillero de vocaciones que nutre a su seminario. Eso sí, ¡hasta aquí llegaron las aguas!, se cuida muy mucho de trazar una frontera: el Madrid conservador y neocatecumenal y la Cataluña renovadora y conciliar. La cual tendrá su momento de apogeo en la Misión Metrópolis que organiza Fisichella. Según el desinformador, en comandita con Sistach. Es solo un ejemplo de lo desnortados que están nuestros amigos progre-eclesiales. La realidad les supera, carecen de mapas y brújulas que les permitan hallar la ruta adecuada. Se niegan a admitir que el catolicismo más ortodoxo tenga mayor capacidad de convocatoria que el progresismo anclado en el post-concilio de hace casi cincuenta años. No asimilan que, además, esa ortodoxia busque formas novedosas y atraiga a los laicos, sacerdotes (y obispos) más jóvenes. Desconozco si el periodista de La Vanguardia padece convulsiones, aunque sus salidas de pata de banco lo confirman. En todo caso, tiene tratamiento: el Depakine es mano de santo. |
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