De omnibus rebus
Por Diversos colaboradores

 

¡Viva la Navidad! (30/12/2011)
Por Natalis

La celebración de la natividad es tan antigua como el nacer. ¿Recuerdan el inicio de la película de Bambi? ¡Qué gran celebración en toda la selva porque ha nacido Bambi! Es que es así como empieza la película de la vida en toda la naturaleza ( Natura en latín es todo lo que ha de nacer, la imparable inclinación a nacer: ésa es la "Natura")

Y toda colectividad sana celebra sus nacimientos con la enorme alegría que aporta la esperanza. El motor de la vida -y de la esperanza- es la propia vida, ¡nunca la muerte! (aviso a navegantes desnortados). ¿Y qué decir del festival preparatorio que se monta la vida para que llegue finalmente la gloria de la Natividad, para culminar finalmente en el Nacimiento? Sólo una sociedad gravemente enferma, quién sabe si desahuciada, puede cegar las fuentes de la vida y luego detestar la Natividad.

Naturalmente que el cristianismo celebra su gran Natividad, la fuente de su mayor esperanza, del mismo modo que cada país, desde que existieron los reyes, celebró el nacimiento del príncipe. Porque todos daban por seguro que el príncipe sería mejor que el rey. Es que vivimos de esperanza. No es lo que dice el refrán, que "de esperanza también se vive"; sino que la vida, desde su mismo inicio, es el gozo de la esperanza.

No fue el cristianismo el inventor de los festejos de la Natividad. Fue la misma naturaleza, y dentro de ésta la humanidad entera, la que fue incapaz de asistir a un acontecimiento tan extraordinario sin celebrarlo por todo lo alto. El nacimiento de una criatura es el acontecimiento más importante en una familia, en un pueblo, en cualquier colectividad.

No nos equivoquemos, el nacimiento de Jesús, el Rey que venían buscando los Magos de Oriente, se produjo en un momento crucial de la humanidad. Se produjo dentro del Imperio romano, que tenía desarrollado el " modus imperandi " más sólidamente cerrado: un régimen esclavista hasta la médula; un régimen que en lenguaje que se pudiera entender hoy traduciríamos como nazi (con el inconveniente de que la traducción se queda muy corta). En el momento del nacimiento de Cristo, dos tercios de la población del imperio eran esclavos y esclavas: la presión y la opresión de la esclavitud eran tremendas, y no quedaba el menor resquicio de esperanza para esa ingente masa de esclavos y esclavas (en la esclavitud el género marca una diferencia abismal).

Y se viene a producir el nacimiento de Cristo precisamente en Israel, un pueblo que por tener una fuerte estructura de pueblo, sentía la opresión romana con mucha mayor dureza (recordemos cómo resolvió Tito el problema de la sublevación de los judíos: no dejando piedra sobre piedra y deportando a toda la población que sobrevivió a la terrible acción militar de las legiones romanas). Así de duras eran la dominación y la esclavitud.

El pueblo judío; un pueblo que se viene trabajando Dios desde Abraham, superando el trascendental trance del sacrificio de Isaac; un pueblo que caído bajo la dominación romana, ensaya cien maneras de liberarse, y pierde en el intento a otros tantos caudillos; que lleva siglos oteando el horizonte esperando el Mesías, Rey y Salvador que le libere de la esclavitud y de la opresión. Es el pueblo que lleva más de 1.000 años empeñado en salirse de la rueda de la dominación y la esclavitud. Es ahí, en ese pueblo sediento de libertad, donde viene Dios a hacerse hombre, donde viene a nacer Dios para liberar al hombre de la esclavitud, haciéndose él mismo esclavo.

Viene a imprimirle un nuevo ritmo y un nuevo estilo a la gran tarea de la liberación de la humanidad. El nuevo sello, el nuevo estilo, la nueva impronta es la generosidad, es el AMOR.

El camino recorrido por los seguidores de Cristo en esa dirección desde los romanos hasta el día de hoy, es inconmensurable. No están hoy los tiempos para echar cohetes, porque estamos sufriendo una grave desviación del camino que nos trazó el Hombre-Dios que vino a nacer en Belén. Pero ahí está la responsabilidad de los que sabemos y vivimos esta verdad: en mostrar que en Cristo hay camino, que en Dios hay salvación.

He ahí por qué hemos de aferrarnos con pasión a la celebración de nuestra Navidad. Pero hemos de decirles al mismo tiempo a los remilgados multiculturales que nos rodean, que ni ofendemos a nadie, ni herimos los sentimientos de nadie ni le imponemos nada a nadie celebrando la Navidad. Porque ni el nacer ni la celebración del Nacimiento lo hemos inventado los cristianos, sino que a esta misma celebración antiquísima y universalísima le hemos dado los cristianos la forma que nos es propia.

Parece que tuvo que ser en tiempos de Constantino, cuando se instituyó la fiesta de la Navidad, es decir las grandes fiestas natalicias, sustituyendo a las que celebraban los romanos, heredadas sin duda de otros pueblos aún más antiguos. El sustrato de la fiesta era el Nacimiento del sol al terminarse con el solsticio de invierno el acortamiento de los días. El sol vuelve a iniciar el ascenso del ciclo anual. Porque el hombre antiguo, intacto aún el cordón umbilical que lo liga a la naturaleza, no sólo ve nacer y morir el sol cada día, sino que lo ve nacer también, tras la lenta muerte otoñal, en el solsticio de invierno, que marca su remontada cielo arriba.

A la salida del sol la llamaban los romanos “orto”, que significa nacimiento (el contrario del orto, es decir el nacimiento truncado, es el ab-orto); y a la puesta del sol, “ocaso”, que significa muerte. Nos suena eso de los países del “sol naciente”: los que están en la dirección en que vemos “nacer” el sol. Efectivamente, para los romanos el sol nacía y moría. Pero el gran día del nacimiento del sol, el día dedicado a celebrar en todo su esplendor la Natividad del Sol, la gloria del nacimiento, el prototipo y la fuente de todo nacimiento en la naturaleza, era el 25 de diciembre en que se celebraba el Dies Natalis Solis Invicti : el día natal del sol invicto.

Y cuando decide por fin la Iglesia cristianizar estas fiestas, dicen los santos padres: ¿ Acaso hay más sol invicto que Nuestro Señor Jesús ? ¿No ha estado la humanidad construyendo esa fiesta natalicia hasta la venida de su auténtico titular? ¿No era lo más justo que el hombre celebrase el mayor de todos los nacimientos, el Nacimiento de Dios en la humanidad?

¿Cómo puede morir la Navidad? ¿Qué sabrán de nacimientos los que se empeñan en borrarla de nuestra cultura? ¿Que galopando a sus anchas la cultura de la muerte, hay que poner sordina en la celebración de los nacimientos? Háganlo noramala los abonados a esa cultura; que los que seguimos el Evangelio de la Vida nos mantendremos en la fidelidad a la celebración de la Natividad del Hijo de Dios. ¡Viva la Navidad!

 

 

Consejos en forma de copla que dirige a Su Eminencia un leal y fiel servidor (28/12/2011)
Por De rebus ecclesiae

Eminencia,
por más que la junta de habladores me amenace,
soy leal y he de deciros, como fiel servidor,
lo que ya me habéis oído cuando me habéis recibido:
que anda el mar de la diócesis revuelto,
y no por los descontentos,
sino por los malos contentos,
infieles e inciertos.

Eminencia,
todos os estiman mucho,
mas sienten que han habido más pérdidas que días.
Ved que aunque todos son hijos,
unos bien os quieren,
mas otros, mal os desean.
Y así os mostraré
a éstos del mal deseo.

Eminencia,
os voy a contar
las verdades que os quieren ocultar,
pues realmente todos sabemos,
quiénes son y dónde enseñan los malos contentos.

Eminencia,
bien sabe usted que desde cierta y destacada montaña,
queda acogida religiosa
que prohibido tiene de Roma
públicamente disertar,
por ser locuaz su boca que expulsa falsedad y vileza.
Y no es la única que en la diócesis parlotea
contra la Santa Madre Iglesia.
Que también la hay que se dice misionera,
que será de charanga y pandereta,
que no del Corazón de María Santísima,
que dolorido se encuentra por tanto oprobio y ofensa.
Y aún hay otra que se dice religiosa y de San Pedro seguidora,
que de sacerdotisas pretende asaltar a la Iglesia.

Eminencia,
vea usted que no acaban aquí la ignominia y blasfemia,
la infamia y la bajeza de ciertos hijos de la Iglesia.
Y es que no ha de buscar muy lejos
para encontrar obispo de la liberación.
De indianas altas tierras procede el renegado,
que llegó platicando sin traer a cuento.
Mire que habiendo diócesis, que haberlas haylas,
conforme a su infidelidad y vileza
encontró aquí hospedaje y socorro.

Eminencia,
ya le tengo representado el malestar que ha traído
el rodearse los malos contentos,
de los que sirven al César,
y de los que prestan los bienes de la Iglesia
para alentar ideologías y realizar referéndums,
y enfundarse en banderas de sospechosas doctrinas y escuelas.

Eminencia,
hay uno que dicen que aspira a notable oficio y, mientras,
dirige Seminario donde no hay heterodoxo que se precie sin oficio cierto,
y que no intente enternecer al tonto y enloquecer al cuerdo.
Y ved que, con megáfono en mano, se manifestó contra vuestro antecesor,
cosa que es de oscuros y tenebrosos.
Mas un segundo hay dirigiendo, en Seminario,
otro centro de heterodoxo magisterio.
Encorbatado os sirve, mas no os fiéis,
pues si el clergyman sólo en Roma se enfunda,
no es fiable sino incierto.

Eminencia,
no ha mucho que salió espantosa novedad,
de boca de un pagador de cruel e inhumana brutalidad.
Contra el más inocente actuó y al despacho usted le llamó.
Pálido e inocente se retrató el delincuente,
en despacho tan eminente.
Y aún cayendo por la pendiente
presto y fiado le ofreció usted la mano.
Y es que depreciado está el valor de la eminente condonación.

Eminencia,
cómo puedo articular la desdicha presente
pues hallé en El Hospital
un bebé aquí descuartizado,
allí otro asfixiado,
y aún allá, sin cabeza otro observé.

Eminencia,
Llore estas pérdidas criminales
porque no tendrá consuelo su aflicción.
Y bien sabe que Roma,
ordenado le tiene retirar su legado.
Pero consejeros le dicen continúe el delegado,
que ya flaquearán los que se manifiestan, con horror y espanto,
el 25 de cada mes, dando del desastre aviso.

Eminencia,
llora esta afligida diócesis,
porque aun teniendo usted potestad y autoridad,
hay malos eminentes muy contentos,
que ocupan oficios y dan razones para nuevos desmanes y des-Templos.

Eminencia,
hay fieles que sienten ser necesario el restaurar.
Haga, pues, cosa de importancia.
Haga, pues, oficio de buen Padre.
Mire que le fue dada la diócesis,
por el Sumo Prelado.
Vea que la gracia bautismal
no puede ser
con pecado original.

Eminencia,
vea que ante tan gran quiebra,
si busca santidad,
aún puede encontrar la virtud,
de dar a esta diócesis júbilo y conforte.
Y esto, sí puede ser.

 

 

Algunas tentaciones erróneas del Post-Concilio (26/12/2011)
Por J.S.

En aquel clima de optimismo posterior al Concilio de “ir a por la humanidad toda”, algunos, con un gran complejo de inferioridad hacia la actuación social del marxismo, afirmaron: “¿Por qué a los hombres de hoy no les interesa la Iglesia? A causa de que no tiene eficacia social como la tiene el marxismo. Es necesario cambiar el papel  de la Iglesia, la finalidad de la Iglesia. Esta finalidad debe ser el cambio social. La iglesia tiene que convertirse en el agente del cambio social”.

Hay que decir que ambas hipótesis eran y son falsas. Pero además, la religión es una gran fuerza que promueve en la Sociedad la dignidad del hombre y la liberación de injusticias. Lo que ocurre es que lo hace sanando del pecado a la libertad; no cambiando directamente las estructuras. Este aspecto es tarea humana, profesional, etc. de los ciudadanos laicos. En el caso de que sean cristianos, movidos por la religión e iluminados por la moral social, aunque siempre codo a codo con los demás conciudadanos.

El error arriba descrito estuvo en identificar esa tarea  con la finalidad directa de la Iglesia. Esto produjo un enfoque “temporalista”de la Iglesia,  y como epígono  de ello la “teología de la liberación”   En gran debate de los años setenta era acerca de la misión de la Iglesia. ¿Cuál es la misión de la Iglesia en el mundo, en la Sociedad? ¿”La promoción y liberación humana”; o anuncio del Misterio de Cristo? Ese error “temporalista” surgió en algunos teólogos europeos. Luego, al ser exportado a América latina produjo allí la “teología de la liberación” (de cuño marxista); a la vez que en los países europeos se extendía la pastoral “temporalista”.

Pues bien, en esta perspectiva surgió la pregunta: ¿cuál es la mayor dificultad en la Iglesia actual para dar este giro? Se respondía: la gran dificultad es “lo sagrado”; porque aparta a la Iglesia de lo temporal, la atrapa en sí misma, le impide dedicarse al cambio social.

Se trata de otra generalización radical y errónea. Pero bajo este enfoque tan rudimentario se desencadenó prácticamente una persecución a “lo sagrado”: en la liturgia; los templos llenos de imágenes; los sacramentos y la vida sacramental; el oficio del sacerdote y en el traje sacerdotal; en el empeño por secularizar a los religiosos; etc. etc. Y toda una formulación catequética “temporalista”.

El rechazo del Magisterio a todo esto se produjo con ocasión del IV Sínodo de los Obispos en 1974, cuyo Relator General fue  el futuro Juan Pablo II.   Fruto de ese Sínodo fue un documento del Magisterio de extraordinaria importancia: la Exhortación Apostólica “Evangelii nuntiandi” del Papa Pablo VI. En ella se afirma de nuevo que la misión de la Iglesia en el mundo, es trascendente y no política: es ofrecer al hombre la salvación de Cristo y al laico las luces para construir el mundo según el designio de Dios.
                                                          
Descripción: http://3.bp.blogspot.com/_WRsvP7oXnxo/S-wk3Qzna7I/AAAAAAAABmM/SjT4siAQ1y8/s400/abuso.jpgLa segunda tentación de fe a la que cedieron algunos teólogos entonces fue: “¿cómo conseguir que el hombre de hoy acepte la fe católica?” La conclusión equivocada fue: “no la puede aceptar si no se adecúa al pensamiento moderno. Es necesario “racionalizar la fe”. Pero esto lo había hecho ya el protestantismo liberal (s. XIX y XX). Y por eso se produce un movimiento de trasvase desde la teología protestante, a la teología y catequesis católicas; un movimiento  de  “racionalizar” las verdades de fe (de modo que fuesen aceptables para la cultura imperante), referentes a  Jesucristo, la Eucaristía, la Iglesia, la Sagrada Escritura,  los sacramentos, etc. Lo cual incidió enseguida en los contenidos de la catequesis, de los libros de religión, etc.

A la vez, todo fue presentado siempre (con la ayuda de  medios de comunicación) como “espíritu del Concilio”, “avance”, “aggiornamento”, “progreso”.  Mientras que quienes no se plegaban eran calificados como “anticonciliares”, “conservadores”. Esta propaganda tenaz, así como el ataque mediático a la Jerarquía que no se plegaba a esta corriente, atemorizó a muchos Obispos que no fueron capaces de hacer frente a los errores. Las consecuencias que esto trajo fueron devastadoras para la Iglesia y la vida cristiana. Produjeron una de las mayores crisis de la historia de la Iglesia, que es aún bien patente. El Pontificado de Juan Pablo II fue la gran providencia de Dios para parar la desviación y levantar a la Iglesia en esta terrible prueba. Harán falta años de santidad y de vigorosa acción todos en la Iglesia, para volver a la “normalidad”.

 

 

Casanova y Novell le birlan la merienda a Sistach (16/12/2011)
Por Virtelius Temerarius

Como nos contaba Oriolt en su artículo del 13-XI-2011, los obispos de Vic y Solsona se han puesto manos a la obra y han convocado el primer Congreso dedicado a la “Nueva Evangelización” en Manresa, dejando ahí pasmada a la que por derecho propio tendría que ser capital de la Nueva Evangelización: me refiero a la archidiócesis de Barcelona.

No es que la archidiócesis no esté haciendo nada, ¡claro que hace! Tiene en marcha la cosa esa de la operación “Metrópolis”: una mera operación de imagen sin el menor contenido evangelizador, ni nuevo ni viejo. Bueno, más bien viejo y apolillado, pues ya nos ha adelantado el metropolitano del lugar que se incorporará al programa de esa espectacular operación neoevangelizadora, la pastoral ordinaria de la archidiócesis. No podía ser más explícito: esa gran operación “Metrópolis” se llenará con algún que otro acto espectacular en el incomparable escenario de la Basílica de la Sagrada Familia, y se habrá dado cumplimiento a lo sustancial para los protagonistas del evento o de los eventos: el espectáculo, es decir la imagen. Y como nuestra metrópolis la imagen ya la tiene (me refiero a la puramente visual, a la Sagrada Familia), poco más ha de hacer su metropolitano para sacar adelante la gran tarea de la Nueva Evangelización. ¿Por qué se va a complicar la vida nuestro cardenal con lo fácil que la tiene gracias a la Sagrada Familia? La monumental basílica, ella solita, le da la faena hecha.

Por si algo le faltaba al encaje de bolillos de esta preciosa operación de imagen, el señor cardenal ha sido agraciado por mons. Rino Fisichella, presidente del Dicasterio para la Nueva Evangelización, con el “ placet ” para colocar a uno de los suyos, el Rdo. Xavier Morlans como Consultor del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización. Es una muestra de confianza de Mons. Fisichella en su amigo Sistach respecto a su valía como pieza fundamental en el programa de la Nueva Evangelización. Aunque si yo estuviese en la piel de Sistach, empezaría a sospechar si a quien le están haciendo la corte en el Vaticano no es a él, sino a la Sagrada Familia. Ésta nunca defrauda: por tanto, importa poco que las personas que tienen las llaves del templo, no den la talla. El templo sí la da, ¡caramba que si la da!

Sistach sabe que Fisichella, lo mismito que él (Dios los cría y ellos se juntan) no es capaz de sacar adelante la Nueva Evangelización ni con movimientos pastorales, ni incidiendo en las escuelas y universidades, ni dinamizando los medios, ni con grandes movidas litúrgicas, ni yendo a los monasterios y seminarios a renovar la vida religiosa, ni movilizando en torno a esta causa a los numerosos movimientos laicos que mantienen hoy viva a la Iglesia, ni renovando en las parroquias el culto y el fomento de la vida cristiana. Los dos prelados conocen sus limitaciones y se ayudan mutuamente a hacerlas pasar inadvertidas. A los dos les viene de perillas la Sagrada Familia. Es la basílica lo que los une. Es la gran baza de Sistach para mantenerse en el candelero y para hacer amistades. Pero eso es todo. Ni Sistach ni Fisichella tienen nada más. Este último pasea su bellísimo discurso por toda la Iglesia. Conceptualmente, impecable y atractivo. Pero pastoralmente, nulo. Literalmente nulo.

Pero he aquí que mientras en el entorno de nuestra sede metropolitana se desarrollan estas maniobras de entretenimiento, en las insólitas sedes episcopales de Vic y Solsona se están poniendo los cimientos de una Nueva Evangelización de verdad, asentada no en la imagen, sino en la pastoral.

Los obispos Casanova y Novell han entendido que la Iglesia en Cataluña o emprende en serio la Nueva Evangelización, o queda relegada a los geriátricos y a los cementerios. Así que se han remangado y se han puesto manos a la obra. Han entendido por empezar que ésta es una obra de gran envergadura, y que no podían emprenderla cada uno por su cuenta; así que han unido fuerzas y se han lanzado a organizar conjuntamente el primer congreso de la Nueva Evangelización, dedicado a poner los cimientos pastorales para emprender en sus diócesis esta magna tarea iniciada por Juan Pablo II e impulsada por Benedicto XVI.

Y puesto que su objetivo no es andarse por las ramas ni promover grandes operaciones de imagen, sino entrar de lleno en su tarea de pastores, han ido a buscar a uno de los más visibles iconos de la Nueva Evangelización, a monseñor Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon, auténtico modelo de pastor que se ha propuesto devolverle al Señor, cuando le pida cuentas, una grey mucho más crecida de la que recibió. Más crecida en número de fieles, de sacerdotes, de religiosas, de movimientos seglares; y más crecida también de fervor religioso. Con la ventaja añadida de que el territorio en que trabaja este valeroso obispo es análogo al de Barcelona, Vic y Solsona.

Y no lo traen para lucirlo y para hacerse fotos con él, sino para aprender de él. En sus manos estará el grueso del congreso, y con toda seguridad quedará tendido un sólido puente entre estas dos diócesis catalanas y la diócesis francesa, y se creará una fuerte hermandad entre los tres obispos. Es así como se construye Iglesia. Así es como saldrá adelante la Nueva Evangelización.

No me cabe la menor duda de que a quienes vivimos la Iglesia con pasión, nos importa y nos seduce muchísimo más este congreso de Manresa, que la famosísima operación “Metrópolis”. Tengo la impresión de que nuestro astuto cardenal ha estado en Babia (y en otros insólitos lugares) y eso ha permitido que este par de jovenzuelos se alzasen con su merienda. Mientras el metropolitano de Barcelona, con toda su metrópolis, incluido el monumento de la Sagrada Familia, y con todo su peloteo vaticano no hace ni parece que vaya a hacer nada para la auténtica Nueva Evangelización de su archidiócesis, los obispos Casanova y Novell se han puesto ya en marcha. Y a paso de carga.

Sólo me queda añadir que éste es el mejor regalo de reyes (7 y 8 de enero) que nos podían hacer estos jóvenes obispos; y que estaré en Manresa para sentir y vivir este congreso, y para conocer y escuchar a monseñor Rey.

 

 

Las noches locas de los Jóvenes de San José (9/11/2011)
Por Cesáreo Marítimo

¿Qué juerga trepidante y desmesurada se le puede proponer a un joven para la noche del viernes o del sábado? Algo como para volver a casa con la profunda satisfacción del que ha resultado ganador en cada una de sus apuestas. En fin, la noche loca del triunfador cuya seguridad y autoestima crece con cada una de sus conquistas.

¿Que qué puede hacer uno? Pues puede por ejemplo, por romper moldes y meterse en uno de esos fregados que muy pocos son capaces de sobrellevar, irse de juerga divina con los Jóvenes de San José. Fue la casualidad la que me hizo caer en medio de una de esas juergas. “¿Te quedas?”, me preguntaron un sábado en que caí no sé muy bien cómo, en su guarida-cuartel general: la parroquia de San Francisco de Paula.

Un montón de bolsas de ropa a la entrada: todas con nombre y número, anunciaban de qué iría la juerga. No faltaba mucho para las 10 cuando empieza la reunión preparatoria. Una oración, un canto, una meditación guiada por el páter, jovencísimo; un salmo, otro canto… y los dos momentos más originales, la forma de pasar lista: “ Fulano de tal (y el aludido, se levanta), Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, presente en el Santísimo Sacramento del altar, cuenta contigo .” “Y yo con Él” -era la respuesta de cada uno. Así hasta 20. Una vez todos de pie, se inició el ceremonial preparatorio de la gran juerga.

Una juerga divina, claro está: se trataba de ir al encuentro de Cristo, transfigurado en cada uno de los necesitados a los que íbamos a ayudar. Ayuda material, por supuesto; pero también ayuda al alma, ofreciendo proximidad y amistad, transmitiendo la alegría de verte de nuevo con el Cristo al que diste de comer y de beber cuando tuvo hambre y sed; el Cristo al que le llevaste ropa cuando lo viste pasando frío en la calle.

El segundo momento llamativo de la sesión preparatoria, el ofrecimiento de ese acto de caridad para con los hermanos más necesitados: hermanos de verdad. De nuevo pasando lista y cada uno manifestando sus intenciones. Es en esa sesión preparatoria donde se le da todo el sentido a la actividad de la noche. Me recordó las Laudes y la Misa de las 6 de la mañana en la clínica del Pilar, cada vez que estuve allí para el nacimiento de cada uno de mis hijos. Era allí, en el inicio del día en la capilla, donde entendía el amor con que las monjas trataban a mi mujer; ese amor que lo impregnaba todo. ¡Qué belleza! Es en esas circunstancias donde uno ve a Dios más vivo.

Una vez terminada la sesión preparatoria, todos a la calle, distribuidos en las furgonetas y en los coches. Primer destino, una furgoneta hacia la plaza Cataluña (en ésta me tocó ir), con los coches de acompañamiento y otra hacia la Estación del Norte. También este tramo de la aventura fue interesante: estuve hablando con un chavalín de 15 años que venía de Gerona. ¡Fabuloso!

Llegados a Plaza Cataluña, ahí estaba perfectamente formada una fila de más de 100 personas. Saludos, sonrisas, amistad, amor. Sí señor, esos jóvenes iban al encuentro de Cristo necesitado, y le ofrecían además de ayuda, amistad y amor. El operativo funcionó de maravilla. Dos mesas plegables de 2 por 1 eran la base de operaciones. De primer plato, potaje de garbanzos caliente. Y tiempo para comer tranquilamente. De vuelta a la cola, recogían el segundo plato: tortilla de patatas con guarnición. Dos clases de pan a elegir, sin límite, y una botella de agua de 2 litros para cada uno. Tiempo para comer tranquilamente, y de vuelta a la cola para el postre: yogur, fruta, polvorones. ¿Algo que reseñar en cuanto a la comida? Sí, que habiéndose repartido tantísima comida y a tanta gente, sólo vi dos platos abandonados con restos de comida. Y suciedad, la justa, que luego se recogió entre todos, dejando el lugar como si allí no hubiese pasado nada.

Segundo acto: reparto de ropa. Una nueva cola, ésta más corta, para entregar a cada uno, bien puestecito en una bolsa, lo que había pedido el sábado anterior. Nueva sorpresa: ni una prenda abandonada. La petición más abundante era de sacos de dormir. Se confiaba en llegar con ellos el siguiente sábado. No se podía atender aún, porque no se habían podido juntar los 1.000 euros necesarios para comprarlos todos de una vez y obtener un mayor rendimiento de las aportaciones para este fin. Al tiempo que se repartía, se hacían las nuevas listas, o se recogían las que traían ya hechas, para el siguiente sábado.

Tercer acto: la apoteosis. Sesión de catequesis. Si es un acto de caridad ofrecer bienes materiales a los hermanos necesitados, y si ofrecerles amistad y solicitud fraterna es un acto de caridad aún más exquisita; la coronación de esta doble buena obra es ponerles en contacto con Dios. Que sí, que sí, que es en estas situaciones de necesidad, cuando nos falla el hombre, el momento en que más necesitamos a Dios. Unas 15 personas se quedaron para oír hablar de Dios. Y esta vez (no siempre es así, lo hizo el curita joven del equipo, ¡vestido de sotana, para que se le notase que era cura!, el que predicó con voz potente (estábamos en un lugar muy concurrido y con mucho ruido). Como dice hoy la juventud, estuvo sembrado.

Como hacen una catequesis sistemática, le tocaba hablar del sexto mandamiento. Salió con la batidora, que no acaba de ir del todo bien para cortar el pelo ni para afeitarse, y que del mismo modo el sexo es para lo que es. Que siendo capaces de amor, cómo nos vamos a conformar con el nivel de sexo de los perros. Pues no. Sexo ordenado y abierto a la vida. Predicó con amor, se le escuchó con amor, gustó muchísimo y se le aplaudió.

Viviendo como vivimos en una Iglesia tan acomplejada, es una verdadera heroicidad salir a la calle a hablar de Dios. De todo lo que recibieron los hermanos necesitados, éste fue el regalo más exquisito, y el que necesita más fe, más audacia y más caridad. La inmensa mayoría de los católicos, prefieren dar 10 euros que dar testimonio de su fe. Y si son los católicos que se supone que tendrían que estar en primera línea de fuego y en las trincheras, a ésos es más fácil sacarles 1.000 euros que sacarles a la calle en sotana a predicarles el Evangelio a los pobres.

Por eso me alegré infinito de conocer en vivo y en directo a este grupo de católicos, los Jóvenes de san José, no sólo caritativos (que eso lo hacen muchos, entre ellos, Cáritas), sino además valientes: cristianos que se atreven a proclamar que no les mueve sólo la necesidad del prójimo, sino que su principal motor es el amor de Dios.

Mientras asistía a este tercer acto, me veía ante los protestantes, que sí que se atreven; y me veía ante los políticos, que también: y con mayor audacia aún. ¿Cómo es posible, me preguntaba, que teniendo nosotros el mejor de los mensajes, nos quedemos a la zaga de esos otros que teniendo un mensaje más pobre (me refiero en especial a los políticos) tienen sin embargo muchísima más audacia que los católicos?

A la Iglesia le vienen como agua de mayo movimientos tan valientes como los Jóvenes de San José. Y a la juventud le sientan de maravilla estas locuras.

 

 

“Valores débiles en tiempos duros”: el Seminario de Barcelona y La Sagrada Familia (4/11/2011)
Por De rebus ecclesiae

El sábado 26 de noviembre tuvo lugar, en el Seminario de Barcelona, dos conferencias sobre la Encuesta Europea de Valores en Cataluña. La primera titulada “Valors tous en temps durs” (Valores débiles en tiempos duros) y la segunda, “Religió i valors” (Religión y valores). Estas conferencias se realizaban en el marco de los cursos de estudios de ciencias religiosas (licenciatura y diplomatura) del Instituto de Ciencias Religiosas de Barcelona ISCREB, adscrito a la Facultad de Teología del Seminario de Barcelona.

Cuando me informaron de estas dos conferencias, y dada mi labor profesional, no pude por más que acudir. En la mesa de ponentes estaban los conferenciantes –autores del estudio- y el Sr. Matabosch, director del ISCREB; impecablemente vestido de “paisano” como es en él habitual pese a su condición de sacerdote, aunque sin corbata, cosa que me sorprendió.

Durante las cuatro horas que duraron las dos conferencias los asistentes tuvimos que soportar una ringlera casi inacabable de cifras y datos, sin un análisis en profundidad y serio de ninguno de ellos.

Los conferenciantes centraron buena parte de sus parlamentos en la situación de la familia y todo aquello que le rodea (bodas, hijos, familia, divorcio…) datos bastante similares a los difundidos por el Instituto de Estadística de Cataluña en su último estudio: fracasos y divorcios en constante alza, pérdida del sentido religioso del matrimonio y de la vida en su conjunto, desvinculación de los miembros de la familia y materialización de las relaciones personales. Todo ello se nos presentó como reflejo de una sociedad que está profundamente secularizada y desvinculada.

Estas conclusiones me sorprendieron por varios motivos. A los conferenciantes se les llenaba la boca de la palabra “secularización” y no eran capaces de mirar a su alrededor. Primero a su izquierda, donde tenían al Sr. Matabosch con su “uniforme” de paisano, siendo -como creo que sigue siendo- sacerdote ¿Qué mensaje están dando a la sociedad miembros tan destacados –al menos en ciertos círculos intelectuales, estamentales y mediáticos- este tipo de sacerdotes que van vestidos secularmente? Ya se que el traje no hace al monje pero ayuda. Quizás por ello el, hasta el presente, sacerdote Matabosch va casi siempre vestido con un impecable traje. Y no era el único, allí presente, secularizado en sus formas, por lo menos.

Los conferenciantes insistieron en que en nuestra sociedad el proceso secularizador ha afectado a la pérdida del tradicional sentido religioso de la familia, de la persona, de la propia vida. Se les llenó la boca de “la pérdida de valores” y “de ética”, (ni una sola vez en cuatro horas utilizaron el término “moral”). Y a pesar de los males evidenciados nuestros conferenciantes no eran capaces de preguntarse sobre las enseñanzas que nuestros niños y jóvenes reciben en sus familias, en sus centros educativos y en los templos.

El propio Seminario es un centro de formación donde se reciben enseñanzas muy diversas dentro del ámbito teológico y de las ciencias religiosas, y no es ningún secreto que la mayoría de profesores discurren por los anchos mares de la heterodoxia, tanto en los contenidos como las lecturas recomendadas y en las bibliográficas propuestas (de Rahner a Pagola y Queiruga pasando por los Boff y Küng, sin olvidar a Tamayo, cómo no; y la escuela de Frankfurt rediviva, especialmente Habermas; todo ello teñido de pinceladas de fenomenología). Y no acaba aquí la cosa porque muy pregonados son -en tal seminario- los sociólogos del marxismo. La propia exposición de la situación sociológica descrita por los ponentes correspondía a las fases de la fenomenología religiosa de Bultmann.

Difundiendo contenidos basados en una hermenéutica bajo estas líneas teológico-ideológicas y sociológicas ¿qué tipo de sacerdotes y profesores, y de padres y madres da la Iglesia en Cataluña? ¿a quién puede extrañar la situación secularizada de la sociedad y de buena parte de los católicos en Cataluña? ¿a quién puede sorprender la situación de la Iglesia en Cataluña?

Volviendo a las citadas conferencias, los ponentes se refirieron a la responsabilidad y culpabilidad de la constatada pérdida de valores y del sentido ético de la vida personal ¿Piensan ustedes que achacaron tal culpabilidad y responsabilidad a cada persona en concreto? Ni se les pase por la imaginación ¿no sabían ustedes que el pecado personal ya no existe? Señoras y señores, entérense bien, la culpabilidad y la responsabilidad ya no es personal, es colectiva. Llegados a este punto una chica sentada a mi lado dio un salto en el banco y me soltó: “no me extraña que los sacerdotes no estén en los confesionarios y prefieran las confesiones y absoluciones comunitarias”.

Para no irnos con tan amargo sabor de boca, y dada la terrible situación social delineada, los ponentes quisieron ofrecer esperanza. No debemos preocuparnos –vinieron a decir- porque, en el fondo, el sentido religioso no se está perdiendo. Lo que ocurre es que se está reconfigurando. Vivimos un tiempo agónico en el que lo viejo –la Iglesia tradicional, sacralizadora e integrista- muere para dar nacimiento a lo nuevo, una nueva iglesia democrática, plural, de base, con una nueva espiritualidad y piedad modernas que podrá cohesionar una nueva ciudadanía laica y democrática frente a espiritualidades y ciudadanías integristas, contramodernas y tradicionales (vamos, de típico manual “progre” a lo Díaz-Salazar).

Por último comentarles que observé que el eje del reproche recaía sobre la familia. Todos los miembros de la mesa que presidía el acto se manifestaron partidarios de situar a la familia como origen y eje de la crisis. Es aquí donde se inicia la pérdida de valores. Una institución, la familia, ya sin referentes. Y si la familia ha perdido los referentes ¿alguno de ustedes piensa que se citó a Jesús, José y María, la Sagrada Familia como Modelo para recuperar las virtudes y los valores?

La Sagrada Familia no fue citada ni una sola vez. Qué curioso que el genial Gaudí pusiese a un templo, una iglesia, Sagrada Familia. Lo podía haber llamado de muchas otras formas pero quiso ponerle el nombre de Sagrada Familia. Y es que la Iglesia ya entonces estaba advirtiendo de cuál era y seguiría siendo el principal problema de la sociedad moderna contemporánea: la familia. De ahí que Gaudí quiso dar a Barcelona un templo con este nombre, para que toda la sociedad tuviese como referencia a la Sagrada Familia ¿Quiere usted ser un buen esposo y padre? Fíjese en San José ¿Quiere usted ser una buena esposa y madre? Fíjese en María Santísima ¿Quiere usted ser un buen hijo? Fíjese en Jesús.

Tanto hablar de la familia y nuestro modelo y espejo de familia no apareció por ningún lado. Y es que, claro, con el nuevo modelo de espiritualidad, de iglesia y de cristiano (evitando el término católico) que se viene difundiendo en mentes y corazones desde hace ya demasiadas décadas, no es de extrañar que la Sagrada Familia –Jesús, José y María- moleste. Y no es de extrañar que un templo –ya Basílica- denominado Sagrada Familia y puesto como modelo arquitectónico, espiritual y litúrgico moleste. No les extrañe que a Matabosch y compaña la Sagrada Familia les moleste, incluso al propio arzobispo le moleste porque realmente no sabe qué hacer con la Sagrada Familia.

Si el arzobispo de Barcelona diese rienda a la plena integración litúrgica y adorativa a un templo así denominado provocaría sarpullidos en la compaña, comenzando por su buen amigo y protegido Matabosch y se le sublevaría el personal. Pero aquel no lo puede obviar, máxime cuando en Roma han puesto los ojos en el Templo. Y es que en Roma sí son conscientes de lo que la Sagrada Familia puede suponer como modelo de regeneración de la sociedad y eje de la reevangelización de Europa. Saben que Europa sólo puede encontrarse a sí misma volviendo a las raíces de la Familia. Y la Iglesia tiene el modelo universal de familia: la Sagrada Familia.

Es así que el arzobispo de Barcelona no puede dejar a un lado y arrinconar este Templo. Además está en la fase final de su “reinado”, y está ante su última oportunidad para pasar a la historia reciente del arzobispado –y de paso ante Roma- como un gran arzobispo que supo apaciguar y apacentar las aguas -turbulentas unas; e inquietas, otras- de la diócesis.

En estas está el arzobispo, desojando la margarita aunque el tiempo se le acaba. Entre tanto Matabosch se ve obligado a enfundarse clergyman y dejarse ver por Roma con ocasión de la exposición sobre Gaudí. Una exposición, como muy bien informaban Oriolt y Antoninus Pius, meramente artística sin ninguna referencia a la vida ejemplar del arquitecto, y muy en la línea de la nueva espiritualidad pregonada por los Díaz-Salazar o Boff, Pagola o Queiruga; muy en la espiritualidad que la compaña nos viene intentando vender desde ya hace demasiado tiempo.

 

 

La ardua marcha por la Vida (2/11/2011)
Por Cesáreo Marítimo

Sigue la Marcha por la Vida en Barcelona. El recorrido es corto: desde el Hospital de San Pablo, a la Sagrada Familia, bajando por la Avda. Gaudí. Es corto, pero hemos de hacerlo una y otra vez, un mes tras otro, hasta que aprendamos a andar este camino, que no es nada fácil. Nuestra marcha quiere ser una alegoría de la que ha de emprender la sociedad: alejarse de la muerte que nos trae el aborto (Hospital de San Pablo) para dirigir sus pasos hacia la vida que triunfa en la natividad (fachada de la Natividad de la Sagrada Familia). Pero se nos hace muy cuesta arriba: ahora estamos recorriendo un camino muy difícil porque en esta lucha por la vida nos hemos dormido en la indolencia y hemos perdido una batalla tras otra sin soltar ni un ay.

Pero ahí nos mantenemos en el frente, resistiendo los ataques cada vez más furibundos de los promotores (por la edad, es más justo considerarlos víctimas) de la cultura de la muerte. “ Nuestro objetivo -dicen en sus octavillas- es disuadirlos de hacer más concentraciones, y por eso hemos de ser muchas. Ellos forman parte de los poderes político-institucionales, mediáticos, económicos, de la Iglesia… ¡pero las calles son nuestras! ” Y concluyendo la octavilla en letra más gruesa: “ Iglesia, estado y mercado: ¡fuera de nuestras vidas ”. Es su tarjeta de presentación: totalmente antisistema, y por supuesto proclamando que la calle es suya, como corresponde al más puro totalitarismo. “¡Hagámonos fuertes! -dice el pie del panfleto y en mayúsculas- ¡No dejemos que visibilicen su miseria integrista ultracatólica, antiabortista, homófoba y fascista! Eso es lo que tenemos enfrente cada día 25. El vídeo da una idea aproximada de cómo son las cosas.

Por fortuna tenemos a la policía protegiéndonos de esa furibunda barbarie, que busca la manera de acercarse a nosotros para agredirnos (ya lo han hecho cuando han podido). Esta vez, al ser prácticamente infranqueable el dispositivo policial, hicieron volar tres sillas de las terrazas de la Avenida Gaudí en la retaguardia de la marcha. Sin consecuencias, gracias a Dios. Aunque a los antisistema y antivida les escandalice terriblemente este despliegue policial para defender nuestro derecho ciudadano a manifestar en la calle nuestras convicciones y para evitar que se nos agreda, entendemos que con nuestro valor en afrontar este reto cada día 25, le estamos haciendo un servicio a la sociedad, y por ende también a nuestros agresores, porque no podemos dejarles el dominio de la calle. Ni podemos dejar tampoco que campe a sus anchas y sin la menor oposición el pensamiento único, por más respaldos oficiales que tenga. ¿Lo entenderán los vecinos del barrio en que esto ocurre y todos los que a través de los medios tienen conocimiento de estos hechos? Esperemos que sí. Esperemos que si por moral no se ponen de nuestra parte (ésa es una batalla que tenemos perdida), lo hagan al menos desde el civismo.

Hemos perdido la batalla de las conciencias. Hace tan sólo 30 años, la inmensa mayoría de nuestra sociedad consideraba el aborto algo moralmente reprobable. En cambio hoy esa inmensa mayoría ha pasado a considerarlo moralmente neutro (sin relación alguna con la moralidad); y una parte de esa mayoría lo consideran una gran conquista para la mujer y por tanto un bien moral y social. Tan bueno lo consideran, que hasta luchan por que el derecho al aborto sea incluido entre los derechos humanos. Y precisamente por haber perdido la batalla de las conciencias, los más radicales de esa mayoría se sienten insultados y agredidos porque nos atrevemos a salir en público a proclamar sin el menor complejo, que nuestra conciencia respecto al aborto es la misma de nuestros padres, la de nuestros abuelos y tatarabuelos, y así infinidad de generaciones hacia atrás: que en esto nos hemos negado a subirnos al carro del progreso.

Y tanto más difícil es nuestra Marcha por la Vida (a pesar de ser tan corta), cuanto que la laxitud de conciencia ha calado incluso en la Iglesia: no son sólo el cura que paga abortos y la monja que los promociona (con el tacet , cuando no con el placet de nuestro cardenal); son también la mayoría de los fieles, que al no oír de sus pastores el discurso de la moral cristiana; al ver que éstos no se escandalizan por la promoción del aborto en las leyes, en la escuela, en los medios y en las instituciones; al no escuchar la doctrina de la Iglesia más que de tarde en tarde y sin poner demasiado énfasis; y sobre todo al ver que en los hospitales copatrocinados por la Iglesia se están practicando abortos sin que los obispos responsables se rasguen las vestiduras; esa mayoría de fieles acaban creyendo con todo eso, que lo del aborto tampoco es para tanto.

Y hemos de ser los laicos, una vez más, los que nos alarmemos y nos escandalicemos y nos ruboricemos (si nos permiten los monseñores que lo hagamos por ellos) de que el Hospital de San Pablo, de cuyo patronato forma parte el arzobispado, sea recomendado en la web de la Generalidad para que las mujeres embarazadas acudan a él a abortar.

¿Y cuál es la solución que adopta el cardenal? ¿Montar en cólera porque se realicen tales prácticas en su hospital y exigir a las autoridades políticas y sanitarias que se paralicen de inmediato? No padre. La reacción es acudir a ellas para que borren esas referencias y no dejen rastro de esas prácticas que ponen en entredicho la rectitud del pastor de la diócesis. Quien quiera, puede seguir esta historia al pie de la letra. Es tanto lo que hemos perdido por callar, lo que ha perdido la Iglesia por mantenerse en silencio, que esta vez no amainará el clamor de los fieles ante el horror del aborto ni musitaremos en la fría soledad de nuestras iglesias la oración por los niños que no llegaron a ver la luz; sino que saldremos a proclamarla en medio del fragor de la vía pública: sin dejarnos acallar por los comunicados engañosos del hospital de San Pablo; sin caer en la trampa de creernos ingenuamente que el borrado por parte de la Generalidad en su web oficial, de los abortos que se realizan en San Pablo, sea la prueba de que efectivamente han dejado de practicarse.

Transcribo, para acabar esta crónica, dos pasajes del parlamento que dio Mn. Custodio Ballester antes de iniciar la marcha, en representación del movimiento Priests for life: “ No hay debate cerrado cuando se conculca  el derecho de tantos a nacer. Hago mías las palabras del beato Juan Pablo II cuando afirmaba que, en virtud del misterio del Verbo encarnado, todo ser humano ha sido confiado a la solicitud materna de la Iglesia. Por tanto, cualquier atentado a la dignidad o a la vida del ser humano es un ataque al corazón mismo de la Iglesia, al núcleo de su fe en la encarnación redentora del Hijo de Dios. Eso debe mover a toda la Iglesia a anunciar el Evangelio de la Vida a todo el mundo y a toda criatura”. Y concluyó: La Iglesia presente en medio del mundo, dando testimonio de la Verdad, crucificada y resistiendo los ataques de sus enemigos, es la Iglesia Santa que atrae y por la que vale la pena consagrarse. Debemos estar orgullosos de esta Iglesia que caminará hoy por las calles de Barcelona anunciando el Evangelio de la Vida.

 

 

La deuda y el perdón (1) (27/11/2011)
Por Virtelius Temerarius

Estamos ante una crisis económica muy profunda. Pero esta crisis no nace de una sequía pertinaz, ni de una catástrofe natural. Nace de la maldad humana. Nace de asentar unas relaciones económicas cuyo objetivo no es otro que la extorsión progresiva de personas, familias, empresas y países hasta su asfixia total. El propio sistema del endeudamiento basado en los intereses y en su progresión, es intrínsecamente malvado. Lo que ocurre es que somos tan del sistema, que estamos encantados con él. Igual que los esclavos en su día eran incapaces de entender el mundo sin la esclavitud, y la aceptaban como nosotros aceptamos las hipotecas: algo así como el endeudamiento vitalicio. No fue distinto mucho más adelante con los siervos. Cuando se extendió la revolución francesa aquí en España, pronto tomaron cuerpo el Partido Liberal y el Antiliberal, llamado también “Servil”. Pues lo mismo que hoy los amigos del sistema financiero con toda la servidumbre que nos impone (“esclavitud” la llaman otros).

Me descompone escuchar a clérigos (en este caso son anglicanos; pero la carcoma es la misma) hablando con los “indignados” acampados ante la catedral de san Pablo, en el lenguaje de los mercaderes y de los políticos; para acabar diciéndoles nada menos que el Primado de la Iglesia anglicana, que está de acuerdo con ellos en que los banqueros han de pagar más impuestos para ayudar a llevar la carga de la crisis.

¿Pero esto qué es? ¿Acaso no tenemos los cristianos una doctrina propia en primer lugar sobre las deudas y sobre la usura, es decir sobre los intereses, y en segundo lugar sobre el perdón de las deudas? Sí, sí, ya sé que la doctrina bíblica del Antiguo Testamento y la del Nuevo Testamento, que corresponden a momentos distintos pero a un mismo espíritu, chirrían escandalosamente con los ejes sobre los que gira nuestra economía. ¿Y qué? ¿Acaso no chirría también con mucho mayor estrépito todo el sistema económico actual? ¿No tenemos los cristianos (y también los judíos y los musulmanes) un discurso propio respecto a este tema? ¿Y por qué no aprovechamos esta espléndida ocasión para desapolillar nuestro discurso y mostrarlo en público también a los publicanos? ¿Acaso es abismal la diferencia entre este sistema y el esclavista? Son dos formas distintas de explotación y dominación; pero explotación y dominación al cabo.

Es que los complejos nos carcomen. Es que tenemos el alma más cerca del mundo que del Evangelio. ¿Quién fue el iluminado que aconsejó a los obispos que para no ofender al sistema bancario, allí donde decíamos rezando el padrenuestro “perdónanos nuestras deudas así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” pasásemos a decir “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”? “ Dimitte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris” decimos en latín. Y hasta el principiante entiende que débita son deudas, no ofensas; y que el dativo debitóribus no es “a los que nos ofenden”, sino “a los que nos deben”. Ni tampoco las “ofeilémata” del original griego son ofensas, sino deudas; y los “ ofeilétai ” son los deudores, no los que ofenden.

Y si miramos la traducción del padrenuestro al catalán, lo mismo, pero a medio camino: “ perdoneu les nostres culpes ”, igual que la moderna traducción española (¡como se han dejado influir!); pero como si las “culpas” fuera un simple camuflaje de las deudas, dice a continuación: “ així com nosaltres perdonem als postres deutors , así como nosotros perdonamos a nuestros ¡ deudores ! Esto sí que son ganas de complicarse la vida y de hacer el ridículo. ¡Menudas alforjas para tan penoso viaje! Y todo por avergonzarse y acomplejarse de su doctrina. ¿Fue acaso el Concilio Vaticano II el que les dijo que incluso rezando el padrenuestro tenían que hacer que el mundo (en este caso el de los banqueros y el de los políticos) les comprendiera y les quisiera?

¿Que el Evangelio es utópico? ¡Y qué! ¿Acaso no es bello y reconfortante predicar bellísimas utopías? El ideal es el ideal, y nunca hay que perderlo de vista. Hemos de aspirar a él aunque lo veamos muy lejano. Si lo ideal es ser buenas personas y prestar sin cobrar intereses y perdonar las deudas cuando vienen mal dadas, ¿por qué un cristiano no tendría que soñar al menos con ese ideal, por supuesto proclamarlo, y alegrarse cada vez que sabe de alguien que se acerca a él?

Lo último que nos faltaría sería que fuesen los laicistas los que se enamorasen de la doctrina cristiana sobre la maldad intrínseca de la usura y sobre el perdón de las deudas, y se dedicasen a difundirla mientras nosotros la escondemos avergonzados. Al sistema que nació de la revolución francesa bajo el dogma sacrosanto de “El trabajo dignifica”, le quedan dos telediarios. ¿Y por qué no tendríamos que defender la fórmula cristiana que tan exitosamente han ensayado ya los judíos y los musulmanes, para salir de este pudridero?

Está claro que la usura es un freno a la riqueza, al desarrollo y al bienestar. La prueba la tenemos en las continuas bajadas de intereses cuando se estanca la economía. Los de la usura saben que son un freno; pero no les importa para nada, mientras cosechen pingües beneficios. Aunque saben muy bien que no pueden engordar indefinidamente, porque el final revientan o les revientan. Pero no es ésa la razón cristiana para oponerse a la usura, sino el abuso que representa que del trabajo del pobre se lucre el rico sin otro motivo que su posición dominante. Y eso no es más que dominación pura y dura, cuyas armas son los intereses, convertidos en el nuevo sistema de esclavización.

Tengo intención de seguir glosando la brillantísima y seductora doctrina cristiana sobre la usura y sobre el perdón de las deudas, si se me permite. Es una luz que no está bien que la tengamos escondida bajo el celemín.

 

 

El cardenal secuestrado (6/11/2011)
Por Virtelius Temerarius

Hace poco hablaba en IntereconomíaTV Paco Pepe Fernández de la Cigoña, siempre muy bien informado en asuntos eclesiásticos, sobre la esperpéntica querella (pintoresca si se la mira con alguna simpatía) contra esta página web. El análisis viró rápidamente hacia el cardenal, responsable de todo lo que se mueve en la diócesis, e inductor más que probable de la estrambótica querella.

He de confesar que me pilló desprevenido y por tanto me sorprendió el singular análisis de Paco Pepe. Dijo, claro está, que el cardenal es responsable de mantener en ejercicio al cura que presume públicamente de pagar abortos; responsable de mantener también en su parroquia al sacerdote octogenario que en sus prédicas recomienda a los fieles que no pongan la cruz a favor de la Iglesia en la declaración de la renta; que el cardenal es responsable de que sus curas y seglares más recalcitrantemente progres, organizaran en la iglesia del Pino una manifestación contra el Papa, mientras éste consagraba a unos cientos de metros de allí la basílica de la Sagrada Familia. Y responsable también, claro está, de la susodicha querella.

Pero dijo a continuación que sería un error creer que al cardenal le mueve algún género de adhesión a esas aberraciones, así como a la rendición de la diócesis en cuerpo y alma a la superior causa del nacionalismo. Nada de eso: el cardenal Martínez Sistach por sí mismo no es nacionalista, ni es abortista, ni es progresista, ni es contrario a que los fieles destinen parte de sus impuestos al sostenimiento de la iglesia, ni es tan antipapa como podrían hacer creer los que con su placet hicieron todo lo que supieron y pudieron para deslucir la visita del Papa a Barcelona. Ni siquiera es enemigo de Germinans germinabit.

Quid ergo? Si no es todo eso que tanto se esfuerza en parecer, ¿qué es nuestro cardenal? Pues según la tesis de Francisco José Fernández de la Cigoña, el cardenal es inocente de cualquiera de todas esas imputaciones. Podría ser incluso, añado yo, todo lo contrario de lo que dan que pensar esas penosas apariencias. El cardenal no es autor, ni inductor, ni tan siquiera consentidor de todo eso que se mueve a su alrededor. Él no es más que un pobre rehén de las fuerzas clericales que tienen tomada la diócesis desde el mismo momento de su entronización como arzobispo-cardenal-reinamadre de la diócesis. Él recibió en herencia una diócesis levantisca que consiguió expulsar a uno, amargar a otro y neutralizar a un tercero de sus predecesores. A él no tenía que ocurrirle lo mismo que a ellos.

Quiso por tanto ser el pacificador; pero como los clérigos levantiscos no querían la paz, para evitar la guerra tuvo que entregarles el poder y el control de la diócesis. Sistach es ante todo un posibilista eminentemente pragmático, y entendió que ésa era la fórmula única para apaciguarlos. Se rindió a ellos: al del megáfono para enardecer a las turbas clericales empeñadas en expulsar al anterior cardenal arzobispo; a la Unión sacerdotal; a la Casa de Santiago y a todos los búnkeres que se formaron en la diócesis para combatir a la jerarquía. Se rindió y se les entregó como rehén. Puso la diócesis en manos de los enemigos de su antecesor, para asegurarse de que fuesen sus amigos. Si no por amor, al menos por interés.

Y fue así como se dedicó a reinar, que no a gobernar, siguiendo el ejemplo de Carlos IV y de Fernando VII en sus tristemente célebres abdicaciones de Bayona. No dejaron de ser reyes en ningún momento, pero no reinaban para España, sino para su secuestrador. Ésa parece ser la situación de nuestro cardenal: si no estuviese bajo la coacción de sus secuestradores, se manifestaría tal cual es y gobernaría según su propio talante y según su mejor talento, de los cuales nadie tiene noticia, porque siempre ha reinado en la diócesis bajo esas fuerzas coactivas.

Pero se ha producido otro fenómeno, que en la naturaleza se llama mimetismo (el del camaleón que se confunde con la tierra que pisa o con el árbol que le cobija) y que en sociología se denomina síndrome de Estocolmo. Ha sido tanto el empeño que ha puesto Sistach en hacerse grato a sus secuestradores, que hoy es imposible distinguir entre él y ellos, de manera que hay momentos en que cualquiera diría que no hay quien le gane a nacionalista y a progresista y a antivaticanista, que son los tres caracteres en que más gustan distinguirse sus secuestradores.

Quizá sea certera y clarividente la visión que de nuestro cardenal tiene don Paco Pepe: él no es lo que parece, a pesar de que las apariencias nos lo representen con unos trazos gruesos muy definidos. No, no, él no es así; él no es ése. Nuestro cardenal actúa como actúa desde la abdicación que le han impuesto sus secuestradores en todo aquello en que parece que tiene desgobernada la diócesis, y desde la adhesión más profunda en todo lo que afecta a su síndrome de Estocolmo.

Por eso nuestros juicios sobre él, para ser justos, tendrían que ser filtrados por ese tamiz, que nos obliga a distinguir las apariencias, que son las que son, de la realidad, que sólo se nos revelará tal cual es, cuando se despoje de esas vestimentas que nos lo muestran desfigurado y manipulado.

 

 

Una Iglesia fracasada para una sociedad fracasada: el rasgo diferencial catalán. (3/11/2011)
Por Mataroní

En varias ocasiones su Web ha analizado con detalle la situación del catolicismo en Mataró. Tengo que decirles que les sigo con atención y que acostumbran a dar en la diana. Es por ello que me he decidido en enviarles el recordatorio de la Misa de acción de gracias por los 50 y 25 años de matrimonio que se celebró el pasado 23 de octubre en la Basílica de Santa Maria de Mataró.

Se trata de una celebración conjunta de las dos parroquias del centro de la ciudad de Mataró, Santa Maria y Sant Josep. Para los no catalanoparlantes decirles que Noces d'Argent significa Bodas de Plata y Noces d'Or, Bodas de Oro, es decir los que celebran este año los 25 y 50 años de casados.

Como puede observar el lector, participamos en la Misa y fiesta posterior 33 parejas que celebrábamos nuestros cincuenta años de casados. También se sumaron a nosotros 5 viudos y viudas que fueron invitados a unirse por motivos de amistad. En no pocos casos la amistad se remonta a época infantil y escolar. Incluso por el hecho de haber ya coincidido en los catecismos parroquiales de Santa María o de San José. Solo se unieron a la celebración dos matrimonios que celebraron los 25 años de casados.

Conservo aún el recordatorio de nuestras bodas de plata, hace veinticinco años. En aquella ocasión también lo celebramos juntos las dos parroquias. En aquel 1986 éramos 43 parejas, la mayoría de las cuales nos hemos vuelto a reunir para celebrar las bodas de oro en 2011. Cinco eran las parejas que celebraron sus 50 años de matrimonio en aquel 1986. Tengo también en mi haber el recordatorio de la celebración de los matrimonios de la parroquia de Sant Josep de Mataró que en 1985 festejaron sus bodas de plata. En aquella ocasión se realizó por separado de la de Santa Maria. Fueron 33 parejas que celebraron sus 25 años de casados.

Alguna reflexión merece el hecho que en 25 años las dos parroquias han pasado de reunir a 33 parejas que celebraron sus bodas de plata en 1986 a solo 2 en 2011. Se trata de la misma cesura que observamos en las Eucaristías dominicales. La inexistencia de todos aquellos que por edad se formaron en los catecismos de la Iglesia post-conciliar.

Sé que muchos argumentan que después del mayo del 68 la sociedad ha pegado un vuelco de 180 grados. Que la secularización ha hecho estragos. Que muchas parejas ya no pasan por la vicaria. Conozco todo el discurso.

¿Pero por qué Cataluña es la comunidad autónoma de España con más divorcios? ¿Por qué la tasa bruta de divorcios (número de divorcios por cada 1.000 habitantes y año) en Cataluña es del 2'8, en la Unión Europea 2 y en Italia 0'9? ¿Por qué el número de matrimonios civiles desde 2004 ya superan en Cataluña al número de matrimonios religiosos? ¿Por qué en 2009 eran ya solo el 30% los matrimonios religiosos en Cataluña sobre el total?

Si nuestra Iglesia catalana tenia que parecerse a la lombarda con la idea que Cataluña era la Lombardía de España (los “adelantados”), ¿Por qué Cataluña tiene 2'8 divorcios al año por cada 1.000 personas y Lombardía 1'1? ¿Por qué el delegado de Familia del obispado de Barcelona Manuel Claret manifiesta que no es una cifra mala?

Ahora se van recogiendo los frutos de la Iglesia postconciliar versión catalana

REGIONI
RIPARTIZIONI GEOGRAFICHE

2008

(Per 10.000 abitanti)

Posto in graduatoria
al 2008

Piemonte

13,2

3

Valle d'Aosta/Vallée d'Aoste

15,7

1

Lombardia

11,4

7

Liguria

14,2

2

Trentino-Alto Adige

11,3

8

Bolzano/Bozen

10,4

10

Trento

12,2

4

Veneto

9,4

11

Friuli-Venezia Giulia

11,6

6

Emilia-Romagna

11,7

5

Toscana

11,3

9

Umbria

6,3

16

Marche

7,9

13

Lazio

9,2

12

Abruzzo

7,0

15

Molise

5,1

19

Campania

5,2

18

Puglia

4,9

20

Basilicata

3,7

22

Calabria

4,2

21

Sicilia

7,2

14

Sardegna

5,8

17

 

 

 

Nord-ovest

12,2

 

Nord-est

10,7

 

Centro

9,4

 

Centro-Nord

10,9

 

Mezzogiorno

5,7

 

Italia

9,1

 

El ISTAT (La agencia estatal italiana de Estadística elabora los datos sobre base 10.000 habitantes. Para hacer la comparativa con los españoles hay que dividir el índice entre 10).

 

 

Parejas de la parroquia de Sant Josep de Mataró que en 1985 celebraron sus bodas de plata

 

 

Banderas independentistas en la basílica de Vilafranca (30/10/2011)

 

Artículo publicado por César Martín, el 19/08/2011, en la revista "El 3devuit" de Vilafranca del Penedès. El escrito ha sido enviado personalmente por el autor a nuestra página web (omnesdicamus@gmail.com)

 

Santa María de Vilafranca: el secuestro de cada año

Se acerca la Fiesta Mayor y con ella, como un parásito cada año más enquistado, la izada de esteladas en las torres de la basílica de Santa María.

Lo que inicialmente fue un acto clandestino ha pasado a ser un rito de la llamada "Fiesta Mayor Alternativa", anunciado públicamente, presenciado por cientos de personas y envuelto de una parafernalia cada vez más elaborada. Al paso que vamos no sería extraño que bien pronto la ceremonia se integre en el programa oficial, de manera que las autoridades locales y algún invitado ilustre puedan hacerse la foto de rigor con los patriotas escaladores y que incluso los presbíteros de Santa María, en justa gratitud a su colaboración con la causa, tengan también su momento de gloria bendiciendo la estelada para que llegue santificada a las alturas.

Y es que no debe olvidarse que si la estelada sube año tras año hasta las torres de la basílica es gracias a la confluencia de dos comportamientos. En primer lugar, naturalmente, es precisa la iniciativa de un grupo dispuesto a ocupar abusivamente un espacio y unos símbolos que no son suyos. Pero también resulta imprescindible el consentimiento expreso o tácito de aquéllos que por su cargo deberían de ser los primeros en proteger la integridad y la función del edificio, es decir, del párroco y de los sacerdotes de Santa María.

No soy un "hombre de iglesia", pero he sido educado como católico y conozco y respecto el mensaje de Cristo. Este mensaje, en relación a la cuestión que ahora nos ocupa, aparece bien claro en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

Ya el profeta Isaías escribió: "Y a los extranjeros que se han unido a mí (...) Yo les haré entrar en mi montaña sagrada (...). Aceptaré en mi altar sus holocaustos y sacrificios, porque mi templo será llamado 'casa de oración para todos los pueblos'" (Is, 56, 6-7), palabras que repitió literalmente el mismo Cristo, como testifican Mc 11, 17 y, con pequeñas variantes, Mt 21, 13 y Lc 19,46.

Esta idea básica fue desarrollada teológicamente en la Epístola a los Gálatas: "Todos vosotros, por la fe, sois hijos de Dios en Jesucristo (...). Ya no hay judío ni griego (...) todos sois uno en Jesucristo. Y si vosotros sois de Cristo, también sois descendientes de Abraham, herederos de la promesa" (Ga 3, 26-29), donde San Pablo marca un punto de no retorno en la historia del cristianismo: el momento en que deja de ser la religión de una sola nación, Israel, hasta entonces "el pueblo elegido", y se transforma en otra de vocación universal, que es tanto como decir católica.

Las esteladas presidiendo la basílica son la expresión del secuestro de Santa María por los mercaderes de una ideología política. Durante unos días dejará de ser la "casa de oración para todos los pueblos" que predicó Jesús. No tendrá derecho a llamarse católica, porque no será la iglesia de todos aquellos que "son de Cristo" . Sólo será el rehén de los nacionalistas catalanes. Todo ello ante la tolerancia de un párroco y de unos sacerdotes que en vez de servir a su Iglesia probablemente preferirán hacer aquello otro de que también hablan las Escrituras: lavarse las manos.

 

 

Más sobre Mn. Boix y la "Unió Sacerdotal" (14/10/2011)
Por J.C. Garrido

He leído el escrito de Antoninus Pius (12/10/2011) sobre Mn. Boix y me gustaría añadir algunos comentarios y valoraciones del mismo. En primer lugar me ha sorprendido que, acostumbrados a la buena documentación fotográfica a la que nos tiene acostumbrados Germinans publique una fotografía a blanco y negro y de poca calidad sobre el finado. Es por ello que me he permitido la libertad de enviarles esta fotografía a color por si quieren aprovecharla. En ella pueden ver a Mn. Boix hablando por su telefóno móvil, también pueden observar que lleva corbata, siguiendo el patrón de este tipo de sacerdotes, que visten de paisano, como en la fotografía que publicaron, pero que cuando participaban de algún acto importante se ponían la corbata como si se tratara de un director general de la Generalitat de Catalunya.

No soy nadie para juzgar a un sacerdote en su totalidad, además espero que en el último momento hubiera hecho un buen acto de conciencia antes de entregar su alma a Nuestro Señor. De hecho me llena de esperanza las palabras que escribió antes de morir en las que hay un reconocimiento de sus debilidades: "Sé que me espera un Padre bondadoso y que, aunque mi vida haya tenido momentos de debilidad, me dará un gran abrazo y me invitará a un gran banquete para celebrar la fiesta de mi llegada". Lo único que quiero valorar es la actitud de este sacerdote y de otros similares, en una determinada época, momento en que se fraguó la hecatombe diocesana que vivimos en Barcelona.

Me extraña que en el escrito de Antoninus Pius no se haga mención de que Mn. Boix fue presidente de la "Unió Sacerdotal" en sus momentos de máximo esplendor. Estoy hablando en los tiempos del cardenal Jubany en que la Unió Sacerdotal capitalizaba todos los cargos diocesanos y ser presidente de ese "lobby" era un cargo determinante en el gobierno de la diócesis y en la forma de hacer pastoral de aquella época. Él mismo fue vicario episcopal, como tantos otros miembros de la "U", en aquel tiempo en que empezaron a hacerse verdaderas barbaridades litúrgicas, sacramentales, doctrinales... Recuerdo que en una ocasión me acerqué a mi párroco, que no era especialmente progresista, y le recriminé que celebrara el sacramento de la penitencia en la parroquia con absolución colectiva, su respuesta fue la siguiente: "Si mi Vicario Episcopal, que es el máximo representante del obispo en nuestra zona, lo hace en su parroquia, porqué no tengo que hacerlo yo". Ese es quizá el principal "pecado" de estos dirigentes de la Unió Sacerdotal que influenciaron en toda una generación de sacerdotes para que siguieran su ritmo y su estilo.

Afortunadamente las cosas han cambiado, hoy ser presidente de la "Unió Sacerdotal" no sirve para nada, actualmente lo es Mn. Brustenga, a quien el mismo cardenal Sistach ha tenido que retirar y degradar de la parroquia de San Ramón Nonato donde estaba, por los escándalos ocasionados. No tuvieron más remedio que elegir a Mn. Brustenga, no por sus méritos o capacidades, sino porque es uno de los "jóvenes" de la "U", es decir de los que no llegan a los ochenta años.

También he encontrado otra omisión en el escrito de Antoninus Pius, y es que en las campañas de desprestigio y derribo del cardenal Carles, no sólo estaba la parroquia de San José Oriol de Mn. Boix, también estaba la parroquia del Pino, con otro capitoste de la Unió Sacerdotal y también ex-vicario episcopal del cardenal Jubany Mn. Batlles. Fue en esa parroquia donde empezó a editarse "El Pregó" la revista oficial de la disidencia al cardenal Carles, en la que se dejaba de vuelta y media al entonces arzobispo y a sus principales colaboradores. Actualmente Mn. Batlles tiene más de 90 años y cuando cumplió los 90, ya se le hizo un homenaje en Montserrat con la presencia del ya fallecido obispo Joan Carrera y también con telegrama de apoyo, como no, del obispo de Urgel, Joan Enric Vives. El día en que el Señor lo llame a su Reino, estoy convencido de que la ceremonia de despedida será todavía más solemne que la del propio Mn. Boix.

 

 

“ULTRACATÓLICOS, FUERA DEL BARRIO” (28/09/2011)

La CRUZ (1)

 

Fueron bastantes las lindezas con que nos obsequiaron los democráticos enamorados de la cultura de la muerte. Intensamente, furiosamente abrazados a la muerte. Es su opción, claro está, pero en unas pocas, poquísimas píldoras como “ nosotras parimos, nosotras decidimos ”, “ aborto libre y gratuito ”, sin un gramo de doctrina detrás de los eslóganes. Es curioso que empleen el pareado que hace rimar “parimos” con “decidimos” porque “abortamos”, que es lo que pide la coherencia, no rima. Así de sólida es la doctrina que corean. Tan sesudos, tan sesudas, y no caen en la cuenta de que “parir” es exactamente lo contrario de “abortar”, que es lo que quieren reivindicar. O ¡a saber lo que quieren!

Otro eslogan que coreaban y tan cerca los tuve que prácticamente me lo escupían a la cara, era: “ estamos hartas de curas pederastas” . Otra vez la rima hacía que oyésemos coreado por gruesas voces varoniles el “ estamos hartas ”. Ganas tenía de decirle al que me gritaba a la cara ese eslogan, que yo también estoy harto de curas pederastas, y los buenos católicos más que nadie. ¿O se piensan acaso que nos encanta eso? A ellos y a ellas sí que les encanta que haya curas pederastas, y cuantos más, mejor, porque es la mayor carga de profundidad que han lanzado contra la línea de flotación de la Iglesia. En fin, que ni están hartas/os de curas pederastas, sino todo lo contrario, ni lo que ellas deciden es parir. Pero bueno, es tan sólida y profunda su doctrina, que no les hace duelo sacrificarla a una buena rima.

La CRUZ (2)

Bueno, es que este último 25-V, el de septiembre, fue de aúpa. Iniciábamos curso con algunas innovaciones de gran calado: por empezar, las que hasta ahora se llamaban concentraciones o veladas por la vida, pasan a llamarse “Marcha por la vida”, primero porque realmente es una marcha, que va desde el Hospital de San Pablo hasta la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia. Y segundo, porque ésta es la denominación más antigua y más extendida mundialmente: de hecho una auténtica marca de los actos de reivindicación del derecho de los no nacidos. Por eso hemos querido adherirnos a esta denominación para alinearnos con el movimiento mundial por la vida.

Pero es que aún hay una motivación mucho más ambiciosa en relación con este nuevo formato de los 25-V, y es que será el ensayo y el esfuerzo continuo por convertir la Marcha por la Vida de Barcelona, en un referente y en un polo de atracción para todo el mundo. Claro que éramos sólo unas 200 personas, y eso no es una multitud. Claro que estamos en un territorio de una hostilidad que en momentos alcanza tintes épicos, por lo que el avance será mucho más lento: lo del mes de julio y lo de ayer fue un tráiler cuyo título podría muy bien ser “la Iglesia perseguida”. Se respiraba una atmósfera cargada de odio.

La CARA (1)

 

Y sin embargo tenemos la obligación moral de luchar porque la “Marcha por la Vida” de Barcelona, además de ir tomando cuerpo, atraiga poco a poco a otras marchas por la vida que se celebran una vez al año. Eso es lo que nos hemos propuesto: que la Sagrada Familia ejerza su enorme poder magnético, de manera que cada año se incremente el número de defensores activos de la vida que deseen culminar su marcha en el templo de la Sagrada Familia. A eso aspiramos: a que la esplendorosa catedral del tercer milenio se convierta en el epicentro de la marcha mundial por la vida. No en vano la erigió el Papa en símbolo universal de la Nueva Evangelización. Y no en vano el primerísimo capítulo de ésta ha de ser el Evangelio de la Vida.

Y volviendo a la última celebración, hubo un grito que pretendía ser un insulto (aunque no insulta el que quiere, sino el que puede) que al tiempo que nos llenaba de orgullo, nos hundía en profunda preocupación. Nos llamaban “ultracatólicos”, y apañando su voluntarioso pareado, nos echaban del barrio: “ Ultracatólics, fora del barri ”. Según su primitiva cultura, el defender la vida es cosa de ultracatólicos. Y no es extraño que ésa sea su percepción, y que seamos nosotros los responsables de la misma: porque están acostumbrados a ver que los “católicos normales” pasan de este tema; ahí tenemos a los hospitales de la iglesia enfangados en el aborto sin que a nadie se le abran las carnes por el horror. Todos mirando para otro lado. Y por si no bastase el silencio de los más, ahí están la monja abortera promocionando el aborto en nombre de la iglesia, ataviada con sus hábitos monacales cuando sienta cátedra sobre el tema. Y como contrapunto, el cura que paga abortos y se ufana de ello. Un cura modélico ante su obispo y ante la sociedad laicista.

La CARA (2)

¿Qué tiene pues de extraño que los amigos de la cultura de la muerte, frustrados porque en vez de ser católicos normales, de los que les da todo lo mismo y por eso les gustan tanto; en vez de eso nos ven integristas, ultramontanos y ultracatólicos, y nos llaman basura para demostrarnos cuán profundamente nos desprecian? Pero créannos, lo que nos preocupa a los defensores de la vida, no es que nos desprecien a nosotros por defender la vida, sino que aprecien tantísimo a los católicos proabortistas (sí, católicos), a los católicos discretos y prudentes que no quieren meterse en política (porque han desertado del Evangelio de la Vida, que se han dejado arrebatar por los políticos); a los católicos, en fin, que avalan con su silencio las atrocidades de los que hacen y de los que aprueban e incitan. Eso es lo que nos preocupa: que a los forofos defensores del aborto les caigan tan bien y hasta les entusiasmen todos estos consentidores a los que ellos consideran “católicos normales”.

Así se explica que dispuestos como están a partir un piñón con los “católicos estándar”, estén dispuestos a partirles los piños a esos otros católicos impresentables que osan discutirles en el tema del aborto. Así se explica que agredieran con saña al bueno del padre Sellas, joven sacerdote de la congregación de Cristo Rey, del padre Alba, por el tremendo delito de ir con sotana, y encima a una marcha por la vida. Una sotana que intentaron arrancarle (el fajín sí se lo arrancaron, y le arrearon una buena patada a uno de sus acompañantes, un joven de la Unión Seglar). La sotana les pone furiosos: un burka en cambio, lo hubiesen visto con buenos ojos.

Pero como somos así de optimistas, y como creemos que la causa de Dios está en manos de Dios, no descartamos que llegue el día en que, a semejanza de la vigilia de la Marcha de Washington, que reúne en la catedral a 5 cardenales, 40 obispos, 350 sacerdotes, 550 seminaristas y miles de fieles; confiamos en que a imagen y semejanza de lo que hace la Iglesia en Washington, algún día, en la vigilia de la marcha por la Vida de Barcelona, se reunirá en la basílica de la Sagrada familia todo el episcopado de la Tarraconense en pleno, con el Cardenal a la cabeza, para celebrar una solemnísima velada en una iglesia abarrotada por dentro y por fuera (sin corralitos propedéuticos que alejen a los fieles del templo). No perdemos la esperanza de ver esto algún día. Y estamos seguros de que la apoteosis no llegará de repente, sino que poco a poco se animarán nuestros obispos y nuestros sacerdotes a participar en la Marcha por la Vida.

 

 

Nuestra Teresa de Calcuta (25/09/2011)
Por Virtelius Temerarius

¿Quién no conoce en Barcelona a Sor Genoveva Massip? Es una monja, con 87 años de vida, de los cuales ha dedicado 66 a practicar la caridad con una intensidad más allá de lo que estamos acostumbrados. Pertenece en efecto a la congregación de las Hijas de la Caridad, de San Vicente de Paúl. Su casa -y la de los menesterosos- que acuden a las monjas, está en la Barceloneta. Son todos ellos víctimas de exclusión social: los que la sociedad rechaza, sor Genoveva los acoge con amor. No los recoge como hacen otros servicios que no están inspirados en la caridad, sino que los acoge. Y hace que se sientan como en familia. Como si fuesen su verdadera familia. Son personas a las que ya no aguantan en su casa por sufrir trastornos mentales por los que no les internan; son alcohólicos que han convertido su vida en un infierno, y han condenado a él a los que tienen cerca; son enfermos de sida, son expresidiarios, son todos sin excepción gente de la calle, gente sin techo y sin recursos.

Sor Genoveva no lo hace todo, como tampoco lo hacía todo la Madre Teresa de Calcuta; pero como ella, es el alma de la casa. Su religiosidad (aunque el hábito no hace al monje, ella lo lleva), su alegría de vivir, su positivismo, la fe y la caridad que se transparentan en todos sus actos y con todas las personas que acuden en busca de ayuda; esas virtudes de Sor Genoveva se contagian al resto del personal de la casa y a los que ésta acoge, y finalmente imprimen carácter a toda la institución.

En la Obra Social Santa Luisa de Marillac, dar de comer a los desheredados que allí acuden no es sólo alimentarlos: es acogerlos, es ayudarles a socializarse, a compartir espacio e intereses, es darles amor. Es la marca de la casa; una marca con la que tiene mucho que ver Sor Genoveva Massip.

Hoy es noticia Sor Genoveva porque, como luz que luce en el candelabro, es percibida por toda la sociedad y da testimonio a favor de la Iglesia y de la fe de la que se nutre esta monja prodigiosa. Por eso, porque son muchísimos los que ven y admiran la fe y el coraje de esta Hija de la Caridad, también los políticos otorgadores de reconocimientos y galardones, han parado mientes en la extraordinaria labor de Sor Genoveva. En este caso ha sido Unió Democràtica de Catalunya el partido que ha decidido conceder este año a Sor Genoveva Massip la Medalla Carrasco i Formiguera “por sus más de 65 años de dedicación al ámbito social” (suena muy aséptico, porque las personas, sobre todo para una monja entregada a la caridad, son mucho más que un ámbito).

El galardón lo entregó en un acto protocolario el presidente del comité de gobierno de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que en su discurso hizo referencia a la "dimensión social" de Sor Genoveva Massip, de la Obra Social de Santa Luisa de Marillac. Pero Sor Genoveva -no lo sabemos- debía de estar ocupada con sus gentes, a las que considera mucho más importantes que el galardón. Así que delegó en la madre superiora Eduarda Vergara, responsable provincial de la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

Las autoridades civiles ven en nuestras monjas un agente social que ayuda a aliviar las necesidades de la población más necesitada; pero nosotros vemos en ellas a personas consagradas al amor de Dios; y por el amor de Dios, al amor del prójimo. Por eso, porque siempre piden (o pidieron) “por el amor de Dios”, por eso nuestra lengua dio en llamarles “pordioseros”. En catalán no se recoge este matiz y se les llama simplemente “pidolaires”.

Queda en pie, de todo esto, un bello testimonio del amor de Dios. Un testimonio del que el mundo se da por enterado, pero llamándole solidaridad, acción social y todas esas cosas. Pero a quien en realidad tenemos entre nosotros es a otra Hija de la caridad, a otra madre Teresa de Calcuta, otra dulce madre de los pordioseros.

 

 

Medio siglo de sacerdocio, eminencia (16/09/2011)
Por Virtelius Temerarius

¿Son los 50 años de sacerdocio de nuestro cardenal la síntesis del sacerdocio católico-catalán en este medio siglo? Nuestro cardenal es, sin ninguna duda, el representante de mayor rango del sacerdocio católico en Cataluña. ¿Y qué tal?

Seguro que la curia le ofrecerá un estado de cuentas sacerdotales inmejorable. Ésa será la visión interesada del aparato curial. Pero señor Cardenal, seamos objetivos: en primer lugar cuando usted fue ordenado allá por el 1961, el clero catalán era jovencísimo. Don Gregorio Modrego, su remoto antecesor, tenía los seminarios abarrotados. En el XXXV Congreso Eucarístico Internacional se permitió el lujo de ordenar 840 sacerdotes; la ordenación más numerosa que se ha celebrado en la Iglesia católica. Fue en el estadio de Montjuich, ¿recuerda? Eran tiempos de fe, de esperanza y de caridad. Imagínese, el Dr. Modrego consiguió la donación de los terrenos sobre los que se construyó el barrio del Congreso y generosas aportaciones de otras familias barcelonesas, con lo que logró poner 560 viviendas muy económicas y muy dignas, todo un barrio modélico al alcance de los menos pudientes. ¡Qué tiempos aquéllos! Lo que pudo su antecesor el arzobispo Modrego, que reunió en torno al cardenal Tedeschini (no eran tiempos en que fuese fácil mover al Papa) más de un millón y medio de personas (señor Cardenal, ¿cómo lo ve al lado de los 250.000 fieles que reunió usted junto al Papa?). Y eso que el Dr. Modrego no empleó en hacerse querer por la autoridad civil ni la décima parte del tiempo que usted ha dedicado a tal menester. Y por supuesto, ni el menor atisbo de servilismo. El Dr. Modrego era mucho Dr. Modrego, y en él el poder civil respetaba profundamente a la Iglesia. ¡Qué tiempos aquéllos!

Permítame, Sr. Cardenal, que le cite unas bellas palabras del sermón nº 80 de San Agustín: “Mala témpora, laboriosa témpora”, hoc dicunt hómines. Bene vivamus et bona sunt témpora. Nos sumus témpora: quales sumus, talia sunt témpora. “'Malos tiempos, tiempos difíciles', esto dice la gente. (Pero yo os digo:) Vivamos bien y los tiempos son buenos. Nosotros somos los tiempos. Como nosotros somos, así son los tiempos”. Y esto lo decía en pleno derrumbe político, militar, moral y social del imperio romano. El viento soplaba muy recio en contra. Y sin embargo, ahí estaba ese otro gran modelo de obispo predicándoles con energía a sus feligreses: “No me habléis de malos tiempos. Nosotros somos los tiempos. Como somos nosotros, así son los tiempos”. Señor cardenal, nosotros (también Su Eminencia) somos los tiempos. Usted preside estos tiempos, usted es el icono del sacerdocio del inicio del siglo XXI en Cataluña.

Son 50 años. Es el balance de un sacerdocio en descenso, como la inmensa mayor parte del sacerdocio catalán. Y la prueba de que nosotros somos los tiempos, es que junto a ese sacerdocio decadente, dócil al poder político hasta el servilismo, e inevitablemente cada vez con menos fieles; junto a ese sacerdocio decadente hay otro sacerdocio ¡y otros movimientos laicos! que van hacia arriba con mucha fuerza. Es que efectivamente, nosotros somos los tiempos, y como nosotros somos, así son los tiempos. Unos y otros hacemos los tiempos.

Sin duda, señor cardenal, usted está administrando un auténtico campo de abrojos y cizaña, dejando que el trigo que lucha por no ser asfixiado en su archidiócesis, se dé vida como pueda. Ése es su ministerio: no todo él le ha sido impuesto en razón de su cargo y dignidad. En su infinita mayor parte, usted lo ha elegido. Es que en verdad éste es usted, éstos son sus tiempos. Como es usted, así son los tiempos oficiales y mediáticos en su diócesis.

Créame, señor Cardenal: hay quien a la edad que usted tiene, todavía se mira al espejo cada vez que cumple años y se dice: este año valgo más que el año pasado; este año mis obras hablan de mí mejor que el año pasado. ¿No le sabe mal tener que decir, cada vez que cumple años, hoy de sacerdocio, que este año es peor que el anterior, y así desde hace años y años y años? ¿No le duele pensar que usted es parte medular de los tiempos, y que como es usted así son los tiempos para la porción de Iglesia que Dios ha puesto bajo su responsabilidad pastoral?

Ha de ser muy triste para un padre de familia celebrar las bodas de oro matrimoniales constatando que del gran capital que puso en sus manos la generación anterior, no le quedan más que andrajos para legarle a la generación que le sigue. Una tristeza tan honda es capaz de acabar con cualquiera. Sepa, señor cardenal, que este sufrimiento lo llevamos entre muchos para aliviar sus espaldas de un peso tan abrumador. Suponemos que es la certidumbre de que somos tantos los que le ayudamos a llevar ese peso, lo que le mantiene siempre sonriente, sin dejarse abatir por los males que abruman a su diócesis. Lo que le ayuda a llevar esta pesada cruz con alegre resignación. Y en cambio es impresionante y conmovedor ver cómo ha recibido la Iglesia Benedicto XVI, y cómo, anciano venerable, cuyas espaldas parecen tan frágiles, no se resigna; sino que lucha con fe, con inteligencia y con una fortaleza increíble para devolverle a Dios, el día que éste le pida cuentas, una Iglesia más viva y más sana que aquella que recibió. Es evidente, señor Cardenal, que nosotros somos los tiempos, y que como somos nosotros (el Papa, usted, yo), así son los tiempos.

¡Qué más quisiéramos, eminencia, que poder alegrarnos con usted por 50 años de fecundo sacerdocio! Pero los resultados, dicen que culpa de los tiempos, no dan para albricias ni alharacas. Hay un tiempo para reír, y un tiempo para llorar, nos advierte el Eclesiastés. Y no parece éste, tiempo para reír. Compare, señor cardenal, al Arzobispo Modrego de su época de seminarista y su Congreso Eucarístico, con sus dos millones de fieles redondeando al alza, y la visita del Papa a su archidiócesis para consagrar la Sagrada Familia, con sus 300.000 fieles redondeando al alza. ¿Eran otros tiempos? En efecto, nosotros hacemos los tiempos: su predecesor el Dr. Modrego, impulsor y signo de sus tiempos; usted, señor cardenal, es también alma, signo y aliento o desaliento de sus tiempos. Pero su hermano en el episcopado y en el cardenalato, Rouco, con sus 2.000.000 (dos millones) de jóvenes recibiendo al Papa un año más tarde (redondeando al alza, claro está) también es motor y alma de sus tiempos, que milagrosamente se dan la mano con los del Dr. Modrego y con los de Benedicto XVI.

Los que como usted, señor cardenal, lideran los tiempos, no se pueden permitir el lujo de decir: “Mala témpora, laboriosa témpora” ; porque ustedes, más que nadie, son los tiempos. Permítame que le transcriba otro fragmento del mismo sermón de San Agustín: Quid est autem malus mundus? Non enim malum est caelum et terra et ea quae sunt in eis: pisces, volatilia, árbores. Omnia ista bona sunt: sed malum mundum, mali hómines faciunt . ¿Qué es pues un mundo malo? Porque no son malos el cielo y la tierra y lo que hay en ellos: los peces, las aves, los árboles. Todas estas cosas son buenas. Son los hombres malos los que hacen malo el mundo. Y el mal sacerdocio, los malos sacerdotes. Y el descarrío de una diócesis, sus malos pastores.

 

 

La marcha por la vida (9/09/2011)
Por Cesáreo Marítimo

Estamos en un mundo realmente desquiciado; y más vale que tengamos clara conciencia de que es el mundo el que está salido de sus goznes, porque así podremos afrontar la realidad con mejor conocimiento de causa. Ha sido tan intenso y tan eficaz el trabajo que han hecho desde todas sus plataformas los promotores de la muerte, que hoy ya lo “normal” es estar a favor del aborto y de la eutanasia; mientras que lo estrafalario, lo sospechoso y lo anormal es estar a favor de la vida. De ahí que sea lo más cómodo y lo que más gente hace, dejarse llevar por la corriente. Pero es pertinente que los católicos nos preguntemos cuántos de los que lleva esa corriente impetuosa, están a favor de ella, y cuántos simplemente se dejan arrastrar por no tener el valor suficiente para ir contra corriente.

Tenemos el mundo al revés. Hoy somos los católicos y los que mantenemos sin alteraciones ni camuflajes la moral del “No Matarás”, los que hemos de dar explicaciones a los partidarios de estas dos formas tan progresistas de asesinato: el aborto y la eutanasia. Ellos lo tienen todo tan claro, que lo ventilan con un par de eslóganes referidos al derecho de la mujer (también en cuanto a la eutanasia, claro, porque los enfermos y los viejos cargan sobre ella como el bebé que están gestando) y a la generosidad que derrochan despenando a los pobres enfermos y viejos. Somos nosotros los que hemos de explicar, y por fortuna lo hacemos cada vez más claro, que uno de los mayores avances de la humanidad fue el mandamiento “No Matarás”.

En este momento se ha convertido en cuestión vital darle imagen y figura pública a la posición a favor de la vida. En primer lugar para que la sociedad perciba con toda claridad que la ideología promotora de la muerte no es la única posible y real, ni está sola dominando el mundo en régimen de pensamiento único; sino que frente a ella está, y cada vez con mayor vitalidad y vistosidad, la ideología pro vida.

Por eso es obligación de los cristianos exhibir de forma valiente e inequívoca nuestra posición de defensa de la vida. Hemos de visualizar ante propios y extraños, amigos y enemigos que seamos los que seamos, no nos arrugamos. La cobardía suscita desprecio aunque se disfrace de prudencia y de talante conciliador. La valentía en cambio despierta admiración. Lo primero que conseguimos por tanto, es el respeto de los cristianos que se han mezclado con la corriente y hasta se han dejado arrastrar por ella, porque no les gusta hacerse ver. Pero como acto reflejo se produce que la actitud de nuestros rivales pase del desprecio al respeto, aunque éste sea airado. El segundo gran beneficio que conseguimos haciendo pública y solemne ostentación de nuestra moral y de la fe que la inspira, es ofrecerles a tantos y tantos católicos silenciosos confundidos en la corriente dominante, la posibilidad de dejarse arrastrar de nuevo por la corriente en la que navegaron toda su vida y que les reclama su conciencia. El testimonio arrastra.

Por eso nos llena el corazón de gozo asomarnos a la red y constatar en ella que la vida se abre camino incluso entre los abrojos de la muerte, y convoca a quienes mantienen en sus conciencias el fuego de la moral que aprendieron de sus padres. Es cierto que salvo excepciones como la de HO-DAV (Hazte Oír – Derecho a Vivir) que ha convocado y realizado manifestaciones multitudinarias en defensa de la vida, estos grupos de activistas pro vida y los actos que organizan, no se distinguen por ser masivos, sino por ser valientes y por tener un gran valor testimonial, en el sentido más noble del término.

Hay que incluir entre ellos la Marcha por la Vida, con destino a Roma, que se organizó por primera vez en mayo de 2011, y que repite este año: el 13 de mayo de 2012. Quizá lo más atractivo de esta marcha y de la página web que la sustenta, es la creación de ese clima pro vida que tanto necesitamos. Nos muestra mediante los respectivos enlaces que no están solos. Que hay una marcha por la vida en París, otra en Canadá, otra en Bruselas, otra en Washington y otras tantas en Berlín, Dublín, Palermo, Holanda, Bucarest. ¿Que son pocas para lo grande que es el mundo, y lo extendido que está el mal del aborto? Son un testimonio que no para de crecer. Venimos de muy cerca del cero; y las marchas y las manifestaciones por la vida van creciendo.

En esta misma página se promociona un artículo lleno de optimismo y esperanza, que se titula: “Una victoria tras otra, los Pro-Life americanos conquistan medio país”. Claro que se trata de una lectura muy optimista; pero el hecho es cierto: en todo el mundo (y en los Estados Unidos se visualiza mejor) la lucha por la vida avanza imparable. Se consigue reducir fondos públicos para el aborto; se fuerza el cierre de clínicas abortistas que ni siquiera ofrecen seguridad sanitaria a sus clientas (y por ahí se las cerca); se consigue que no se pueda realizar un aborto antes de las 72 horas de haberlo consultado o solicitado; se crean consultorios for-life en las clínicas y hospitales; se obliga a la clínica a mostrarle a la madre las ecografías del hijo; se consigue que cada vez más congresistas y senadores se posicionen claramente contra el aborto.

Son conquistas de muy pocos miles de personas frente a una potentísima maquinaria engrasada con dinero público y formada por centenares de miles de personas que se abrevan en el sistema y el presupuesto público. Pero los pocos miles de resistentes, con recursos muy limitados, pero con la determinación de quien busca el bien colectivo y con la asistencia de la fe, están dando la batalla de David contra Goliat. Un David con la mirada puesta bien arriba, frente a un Goliat encenagado de pies a cabeza.

Y por si faltaba alguna noticia bellísima en este orden, ahí tenemos el minúsculo estado de Liechtenstein, cuyo príncipe ha anunciado ya que él no va a firmar la ley del aborto, aunque ganase el referéndum que se ha convocado al efecto. Y en Inglaterra a dos enfermeras católicas les reconocen los tribunales el derecho a la objeción de conciencia en relación con el aborto.

¿Es eso poco? No, es muchísimo, porque venimos de la nada y porque el movimiento de resistencia a la política de la muerte y a sus leyes, va in crescendo. Ni el príncipe de Liechtenstein será el único príncipe de esta tierra que se atreva contra las leyes de la muerte, ni la objeción de conciencia frente al aborto será un privilegio personal de esas dos enfermeras inglesas. La batalla de la Vida contra la muerte, avanza. ¡Alabado sea Dios!

 

 

También el 25 de agosto (2/09/2011)
Por Cesáreo Marítimo

abortoBuena señal, muy buena: para la defensa de la vida no hay vacaciones. Éramos en torno a los 150 los que nos dimos cita ante la fachada principal del Hospital de San Pablo para romper el silencio en torno a la abominable política de la muerte, que está ganando las conciencias de forma horripilante. Tanto, que hasta la jerarquía eclesiástica calla, dice que “prudentemente”, ante el auge que están tomando en sus propios hospitales (los de patronato eclesiástico) tanto el aborto como la eutanasia. La administración de la muerte abriéndose camino también en territorio sagrado. Los fieles protestando en la calle, y el cardenal y los obispos enterándose por la prensa. Es lo que se lleva.

Pues ahí estuvimos un 25-V más para recordar a los nuestros, que el silencio de los buenos es el principal alimento de la maldad de los malos. Las cosas serían muy otras si no les ayudásemos con nuestro silencio; si no mirásemos para otro lado cuando ellos, ante nuestra mirada tolerante, comprensiva y finalmente cómplice, cometen exaltan y propagan sus maldades. Es que cuentan con nuestra educadísima cobardía: la que corresponde al comportamiento estándar de la gente de buena fe y de buena conciencia. Siendo pues las que son las “buenas costumbres” de los buenos, no nos estaba permitido bajar la guardia a los que nos hemos empeñado en dar voz y presencia a los pobres seres humanos cuyo único delito es no haber nacido aún.

El objetivo de nuestras veladas no son los políticos; el blanco de nuestra atención no son las leyes inicuas con que están inmoralizando a una sociedad totalmente desmoralizada. No, nosotros no nos dirigimos a los defensores, propagadores y administradores de la muerte. No es ante ellos, ante quienes clamamos y rezamos a favor de la vida, aunque a veces nos manden a su brigada de profesionales del alboroto y de la sordera crónica en defensa del pensamiento único. Pero bien venidos cuando vienen, porque le dan fuerza y emoción al espectáculo de un puñado de valientes que se atreven, ¡incluso a pesar de sus agresiones verbales y cuando pueden también físicas!, a ir contra la corriente que lleva a nuestra sociedad a la dorada perdición. Esta vez no estuvieron: ellos sí que se permitieron unas vacaciones.

Nuestro campo de cultivo no son las leyes y la política, que ése lo trabajan otros con gran eficacia. Nuestro campo son las conciencias. Nuestra principal misión es defender la conciencia cristiana con respecto a la vida. Es mantener el fuego sagrado que hemos recibido de nuestros antepasados a lo largo de decenas de generaciones. No podemos consentir que en nombre del progreso y en nombre de unos nuevos derechos se atente contra la vida, erigiéndose el Estado y en último término sus funcionarios del sistema sanitario, en administradores de la muerte.

Descripción: Pasos por la VidaYa se han dado la mano (esto se veía llegar) la muerte de los hijos y la muerte de los padres. Es la misma la conciencia que se necesita para tomar una y otra decisión. Y es la misma la base “humanitaria”: la dependencia. Sobre el dependiente, tiene derecho a decidir aquel de quien depende. Es la modernidad. Una vez implantada la conciencia de la legitimidad de dar muerte al hijo engendrado pero no nacido, ya no cuesta nada crear la conciencia de la legitimidad de dar muerte al padre o a la madre sin vida ya (sin vida digna, se entiende), aunque todavía no difunto. A esa especie de muerte civil que es la falta de dignidad de la vida, sólo le añaden la muerte física, como algo accesorio. Y la razón suprema, siempre la misma: la enfermedad.

En el nuevo código de conducta progresista es una ignominia morir de enfermedad. Por eso a los enfermos no les dejan vivir todo lo que les dure la vida. Eso no es digno de la conciencia progresista. Ni de la ciencia, claro está. La nueva conciencia exige que se les mate. No importa si están por salir del vientre de la madre para entrar en este mundo, o si están por dejar este mundo, pero sin decidirse a dar el paso. El no dejar vivir a los muy enfermos (¡cuán elástico es el “muy”!) es uno de los nuevos dogmas del progreso y la novísima función de los profesionales de la salud. Ahora la lucha ya no es contra la enfermedad, sino contra el enfermo. Malthus dixit.  ¿Y para qué? Para liberar al que lo cuida (en más del 90% de los casos, la que lo cuida). En nombre de la libertad.

Ése va a ser el trabajo de la plataforma Cataluña Vida Sí y de las asociaciones que la forman a lo largo del próximo curso: la consolidación de la conciencia cristiana de la vida, y la apelación a los católicos para que sean más activos en la defensa de esta conciencia. Gracias a Dios, cada vez se ven más hábitos religiosos, más sotanas y más alzacuellos en los 25-V. Es una señal extraordinaria. Es que poco a poco el clero y los religiosos y religiosas van asumiendo que la defensa de la vida humana desde su inicio natural hasta su fin natural, no es en la Iglesia tarea exclusiva de los seglares. Estamos en el buen camino. No importa cuán largo sea y cuántos tropiezos encontremos en él. En nuestras manos está el trabajo; en las de Dios, el éxito.


    

Historia de la JOBAC (4): Los cachorros de la Jobac... y de Sistach (31/08/2011)
Por Salvador Foscós

El "cachorro jobaquero" Mn. Enric Termes (a la izquierda), reconvertido en uno de los hombres de confianza del cardenal Martínez Sistach.

 

Los discípulos de los "jobaqueros" mencionados la semana pasada, empezaron a entrar en un Seminario concebido a su medida, puesto al servicio del Movimiento. En una primera etapa con Mn. Josep Maria Jubany como vice-rector, y sobretodo en la etapa Vives, con Joan Enric Vives como rector ayudado por sus antiguos compañeros de Jobac y similares (Mn. Josep Maria Domingo, Mn. Joan Nadal, Mn, Salvador Bacardit...). Los seminaristas que no tenían nada que ver con la JOBAC eran destinados rápidamente a parroquias "jobaqueras", incluyendo aquellos que eran más "conservadores" pasando un verdadero suplicio en su camino espinoso hacia el sacerdocio. Afortunadamente los que no eran "jobaqueros puros" mayoritariamente se alejaron del movimiento y de sus ideas una vez ordenados sacerdotes, pero los demás continuaron fieles a sus principios dirigidos y protegidos por sus mentores. El nombramiento primero de Mn. Ramon Corts y posteriormente de Mn. Francesc Prieto como rectores del Seminario por parte del cardenal Carles, puso punto final a aquella desdichada aventura y a la formación "jobaquera" de los seminaristas. Con ese cambio, la especie se extingue, entre otras cosas porque se va quedando estéril de jóvenes y consecuentemente de futuribles seminaristas, y los jóvenes "cachorros" pasan a la oposición adhiriéndose a los grupos de presión contra el obispo valenciano. Pero cuando parecía que estos "cachorros" iban a pasar a la historia sin pena ni gloria, es entonces cuando llega a Barcelona el arzobispo Sistach y empieza a reclutarlos para cargos importantes de la diócesis. Con esa jugada Sistach intenta matar dos pájaros de un tiro: colocar sacerdotes jóvenes en su gobierno y a la vez, ganarse el aprecio de sus protectores y mentores, todas esas generaciones de sacerdotes progresistas y nacionalistas que hicieron la vida imposible a su antecesor el Dr. Carles.

Enric Termes es uno de estos sacerdotes jobaqueros (en la foto cuando era militante de la JOBAC), reciclados por Sistach y convertido en delegado de Catequesis de la diócesis. Termes participó activamente en las campañas contra el cardenal Carles y estampó su firma en alguno de los manifiestos que se publicaron contra su entonces arzobispo. Parece que eso no le importa lo más mínimo a Sistach, como tampoco que de vez en cuando se destape con alguna manifestación o comentario completamente contrario a la doctrina oficial de la Iglesia, como el que se recogió en Germinans, cuando Termes se mostró partidario de la eutanasia en el caso de Eluana. No sólo eso, Sistach además de nombrarle delegado de catequesis, teniendo que echar del cargo a alguien tan moderado como Mn. Felip Juli Rodríguez, también le nombra rector de la basílica de Sant Josep Oriol, convirtiéndose así en uno de sus principales protegidos.

El otro cargo importante que Sistach encargó a un cachorro "jobaquero" es el de delegado de juventud en la persona de Mn. Toni Román, con ese nombramiento se volvió a dar un gran paso atrás en la pastoral juvenil. La JOBAC siempre fue por su cuenta y se creyó la única alternativa buena (junto con los otros movimientos llamados "especializados": MIJAC, MUEC, JARC...). Poner a un jobaquero confeso de delegado de juventud es tirar por tierra todo el trabajo de la Sierva de Dios Rosa Deulofeu, que apostó por otras alternativas diocesanas de pastoral de joventud mucho más "católicas" y numerosas que la casi difunta JOC-JOBAC y los otros grupos similares. Así nos ha ido estos años, una verdadera catástrofe la pastoral juvenil en Barcelona, que se ha salvado parcialmente gracias a buenos sacerdotes jóvenes, como el caso de Mn. Ferran Lorda, que recoge él sólo más jovenes en los actos juveniles que organiza en su parroquia (Santa Teresita), que toda la delegación diocesana de Román.

Otro de los sacerdotes "jobaqueros" que Sistach ha convertido en delegado es Mn. Pepe Rodado, aunque en este caso con cierta lógica, ya que es delegado de Pastoral Obrera. Mn. Pepe fue uno de aquellos seminaristas que nunca residió en el Seminario porque tenía un plan especial fuera de él, ya que era "un seminarista obrero" que aspiraba a ser "cura obrero". Para eso el Seminario jobaquero de la época creó el ESMO (En camino al Sacerdocio desde el Mundo Obrero), del que formó parte Mn. Rodado. Como delegado ha seguido claramente la metodología y ideología jobaquera como puede comprobarse en la declaración que hizo la delegación que dirige y que apareció en algunos medios: "Una delegación del cardenal Sistach llama a la "acción" y a la "lucha" en la huelga general". Cuando concede una entrevista saca la patita "progre" contraria a la doctrina oficial de la Iglesia como cuando le preguntan por el uso del preservativo: "La opinión de la institución de la iglesia al respecto es una de las cosas que me "disparan", no es posible que se piense que es algo negativo, con esta clase de cosas soy muy directo y tiendo a criticar muy duramente estas posiciones".

Pero el sacerdote jobaquero que más cargos internacionales ha tenido en el mundo obrero, aunque no en el gobierno de Sistach, de momento, es Mn. Josep Maria Romaguera. Recogemos los datos de su propia web: "Josep Maria Romaguera Bach nació en Capellades el 6 de noviembre de 1957. Entró en el seminario en 1980, y fue ordenado sacerdote en 1987. Y desde entonces ha sido vicario en Sant Andreu de la Barca, donde inició el contacto con el movimiento de la JOBAC que luego se fusionó con la JOC (Juventud Obrera Católica), después vicario en Santa Engracia, en Nou Barris de Barcelona, después rector en el Bon Pastor también de Barcelona, ??y después se ha dedicado de lleno a la JOC, primero como consiliario nacional, de 2001 a 2005, luego como consiliario internacional adjunto de la CIJOC (que es el nombre que recibe la Coordinación Internacional de la JOC), y finalmente, como consiliario internacional propiamente, con residencia en Roma."

También en la diócesis de Sant Feliu, donde el obispo Joan Enric Vives colocó a muchas de sus piezas "jobaqueras" pensándose que acabaría siendo el obispo titular de aquella diócesis, encontramos algunos "cachorros" como por ejemplo Mn. Xavier Aymerich, actual párroco de Molins de Rei y delegado de liturgia del obispado. Sí, han leído bien, de LITURGIA, pero de una liturgia claramente progresista. Mn. Aymerich se formó en el Centre de Pastoral Litúrgica (CPL), del que Germinans ya ha comentado en diversas ocasiones su desastrosa labor. Mn. Aymerich llegó al CPL de la mano de sacerdotes como el secularizado Josep Lligadas, comunista militante que formó desde la JOBAC de Mataró a una buena parte de la clase política de la izquierda local.

 

 

De un organista en paro (26/08/2011)
Por D.G.

Estimada redacción de Germinans:

Después de leer atentamente los artículos con que M.B.P. nos ha obsequiado a lo largo de este verano, quiero mostrar mi más sincero malestar por la situación en que se encuentra la música en las iglesias, en general, de nuestro país y agradecerle la información aportada.

Soy organista, pero de los que han pasado por el Conservatorio y con un esfuerzo nada desdeñable se ha sacado su titulo oficial. Pero me pregunto ¿para qué?, ¿para tocar en la iglesia? Creo que eso va a ser una causa perdida. Después de estos años de estudio veo horrorizado como la mayoría de parroquias e iglesias están ocupadas por personajes, que con muy buena voluntad (o no) realizan esa función sin tener el más mínimo conocimiento o con una formación verdaderamente deficiente. Con el consecuente resultado: unos oficios penosos, ridículos.

¿Como se puede dejar al cargo del órgano (en ocasiones instrumentos de calidad) a personas que no saben ni siquiera poner las manos en el teclado o realizar un simple acompañamiento?

Habiendo personas, en muchos casos jóvenes en los conservatorios o escuelas de música, que se están formando en la materia y que podrían ofrecer un servicio muy digno pero no pueden por que en muchos casos se topan con la “señora o señor de la parroquia” que con sus ochenta años no suelta el órgano no vaya a ser que le quite el puesto alguien que sepa de qué va el tema.

Por no hablar de los “señoritos” pianistas infiltrados que sin haber estudiado órgano en su vida encuentran una fuente de negocio en ello. Oiga si usted estudia piano dedíquese a ello y no se meta de parásito en un ámbito del cual no domina, por mucho que sepa bajar teclas...

Pues todo el mundo sabe que un órgano no es lo mismo que un piano. ¡Así están muchos de nuestros órganos!

No hablemos de guitarras. Personajes como estos que llevan toda la vida ofreciendo un mismo servicio infumable son en parte los causantes de lo que en este foro se discute.

Aquí se está hablando de gregoriano, de polifonía, cuando la gran mayoría de sitios hay personas que están al cargo de la música que no saben ni siquiera lo que es eso, ya es mucho si saben leer música.

Pero la cuestión es que son de la parroquia, en muchas casos ni siquiera cobran (a no ser en las bodas donde ofrecen el mismo servicio) y a los responsables les parece bien, no vaya a ser que tengan que contratar un organista profesional que les valga dinero.

Mal me temo que mientras todo se valga de aficionadillos sin ninguna formación la cosa siga igual.

Señores párrocos, rectores..., sepan que existen conservatorios, centros de formación donde hay gente que estudia (organistas, directores de coro, música antigua) que son profesionales o tienen una buena formación y que no pueden o no les dejan contribuir a la noble causa del embellecimiento de la liturgia y de la dignificación del culto.

 

 

Benedicto XVI el evangelizador (25/08/2011)
Por Cesáreo Marítimo

La civilización occidental, tan profundamente desmoralizada, necesita más que el pan que come, que alguien le traiga por lo menos una buena noticia. Y ahí tenemos al Papa, al máximo líder del cristianismo, trayéndole esa imagen que dicen que vale más que mil palabras. Hasta los más sordos, los que cierran los oídos a las palabras que se apartan de sus dogmas, hasta ésos son capaces de leer correctamente la imagen de una muestra de la juventud que ha optado por el camino arduo de la vida. Para que no hubiese error en la lectura, los líderes del camino estricta y exclusivamente hedonista, el que predomina hoy en la civilización occidental, nos mostraron la imagen opuesta. Todos los que tienen ojos para ver, han visto.

Los defensores de la vida cómoda, de los derechos sin deberes, del trofeo sin carrera, del premio sin castigo, de la defensa del delito con la excusa de defender al delincuente; los que abominan de la moral (cristiana en su origen), de la ética (a pesar de ser laica) y de cualquier deontología (a pesar de su sentido descaradamente utilitario); los “jóvenes” ya bastante talludos que optaron por esa línea tan progresista de “valores”, mostraron al mundo su verdadero rostro. Lo hicieron bajo el disfraz de indignados, por si colaba. No coló, porque les faltó comportarse con dignidad, única raíz legítima de la indignación. Ahí estaba lo más progresista del progresismo: vestido con palabras muy apañadas reducidas a eslóganes: que tan escueta doctrina cabe en unos pocos mantras, la mayoría en forma de insultos. En su exhibición, los representantes de esa cultura los vociferaron hasta la saciedad. No estuvo mal la contraimagen para que resaltase mejor la imagen.

Benedicto XVI, víctima de las más sucias campañas dedicadas a golpear lo más duro y sucio posible a la Iglesia en su cabeza; figura por tanto extremadamente denostada y desacreditada en los ámbitos y en los medios que consumen y difunden la cultura progresista; este Benedicto XVI cuya vida se hace tan sumamente dura cuando se asoma al mundo, porque “el mundo” lo detesta; este Benedicto XVI que se ha visto ferozmente acusado de nazi porque estuvo, como todos los jóvenes de su época, obligado a pasar por los campamentos nazis; acusado de encubridor de pederastas porque él fue quien puso la cara para recibir las bofetadas por todas las infamias que cometieron demasiados sacerdotes, obispos y hasta algún cardenal; y sobre todo por la política de ocultación y encubrimiento de la jerarquía, que tanto contribuyó al crecimiento del pudridero; que tuvo la valentía de proclamar que el SIDA no lo para el condón, sino la fidelidad y la castidad (virtudes tan mal vistas por el progresismo); y esa valentía le costó furibundos ataques, con la pretensión incluso de sentarlo ante los tribunales; un Benedicto XVI que sabe que van a por él. Y a pesar de eso, nuestro Benedicto XVI tiene la enorme valentía de dar la cara una vez más, de salir en público de la forma más clamorosa: convocando a la juventud católica de todo el mundo para que el mundo vea con sus ojos esta buena nueva: que aunque todo el ruido mediático y el favor institucional estén a favor de la opción cuesta abajo, hay en occidente muchísima juventud que ha optado por ir hacia arriba, asumiendo las cargas que impone esta opción.

Esta buena noticia que nos trae el Papa no es otra que la continuación de la buena nueva por antonomasia: el Evangelio, que tan felizmente denominó Juan Pablo II “Evangelio de la Vida ”. Una buena nueva para un occidente que ha hecho alianza con la muerte, como sumidero fatal de la vida regalada: los mismos que regalan una vida diseñada para eludir todo esfuerzo, todo sacrificio, toda renuncia, esos mismos, a sus mantenidos en el mundo feliz les regalan la muerte. A este occidente decrépito viene a decirle el Papa que la vida es también renuncia y sacrificio. Que sin la aceptación de la cruz no hay vida verdadera. Que la cruz no se puede esconder, ni camuflar ni eliminar. Que es mejor vivir abrazado a ella. Que es el precio generoso que hemos de pagar por pertenecer a “la civilización del amor”, de la que son el mayor testigo los que nacen y viven en mayor dificultad, nos decía el Papa en la visita al asilo de San José para disminuidos. Ellos son la prueba máxima de que los cristianos tenemos nuestra propia vara de medir la vida: el amor.

Para los que vemos con preocupación cómo el hedonismo y con él la vida fácil y libre de toda exigencia y responsabilidad, se han convertido en los máximos dogmas de la civilización occidental, es un consuelo contemplar esa ingente marea de jóvenes que no desdeñan la renuncia y el sacrificio que nos impone la civilización del amor, ver cómo el Evangelio de la Vida ha calado hondo también en la juventud. Y sobre todo, ver que quienes en nuestra dificilísima España hemos optado por defender el catolicismo con su bimilenario código de valores, no estamos solos.

Esta inmensa fiesta del catolicismo organizada por Rouco, nos ha quitado el mal sabor de boca que nos dejó la anterior visita del Santo Padre a España, con una menguadísima participación popular tanto en Santiago como sobre todo en Barcelona, donde el Santo Padre consagró nada menos que el símbolo de la Nueva Evangelización. Se nos quedó el corazón encogido, porque ésa fue una clamorosa manifestación de la decadencia del catolicismo. Ése fue un gran espectáculo de la enorme capacidad de seguridad que nos dieron las autoridades catalanas: la gran ocasión que tanto desearon para mostrar a todo el mundo, que Cataluña existe incluso como organización estatal. Le hicieron sombra a la Iglesia y hasta le sacaron las castañas del fuego. Hasta el extremo de que las fuerzas de Seguridad de Cataluña, los Mozos de Escuadra, tuvieron que aportar la mayor parte de los 1.500 voluntarios que se movilizaron para la visita del Papa. La comparación es odiosa, pero en Madrid la Iglesia, sin ayuda del poder civil, movilizó 35.000, para que los cerca de 2 millones de asistentes a los actos de las Jornadas, se sintieran asistidos exquisitamente. Era una espina que los amantes de la Iglesia teníamos clavada hondo.

Gracias a Dios, en esta Jornada Mundial de la Juventud hemos tenido la inmensa fortuna de asistir al primer gran acto de la Nueva Evangelización después de haber sido consagrado su símbolo, el templo de la Sagrada Familia. La verdad es que desde su institución por Juan Pablo II, las Jornadas Mundiales de la Juventud están vinculadas a la Nueva Evangelización. Barcelona, un mal lugar para tan gran misión de la Iglesia , tiene el símbolo de piedra, pero Madrid se ha convertido, gracias a estas jornadas, en su símbolo vivo, el primer gran acto de la Nueva Evangelización tras la creación del tan funcionarial dicasterio. Gracias a Dios y a los que Él ha empleado como instrumentos para este fin, la JMJ de Madrid ha sido un grandioso espectáculo de fe y juventud que nos ha llenado el corazón de esperanza.

 

 

Historia de la JOBAC (3): Joan Enric Vives y los otros delfines de Hortet (24/08/2011)
Por Salvador Foscós

En la fotografía que encabeza este escrito podemos ver al patriarca Mn. Josep Hortet, en el centro de la fotografía rodeado de algunos de sus discípulos, concretamente de Mn. Pep Solé (primero por la izquierda) Mn. Xavier Morlans (segundo por la izquierda), Mn. Josep Maria Domingo (primero por la derecha) y Mn. Josep Maria Fisa (segundo por la derecha). La fotografía es reciente, concretamente del 16 de junio de 2011, en que se presentó el libro "La JOBAC 1974-1992. Desencís i utopia de la joventut a Catalunya" (La JOBAC 1974-1992. Desengaño y utopía de la juventud en Cataluña). El título del libro es sintomático porque en él se reconoce el desengaño y la utopía de aquel proyecto. En su presentación se concentraron las viejas glorias del movimiento, encabezadas lógicamente por Mn. Hortet y algunos de sus históricos colaboradores. Pero no estaban todos, por este movimiento han pasado figuras tan destacadas como el actual obispo-arzobispo de Urgell, Monseñor Joan Enric Vices y otros ilustres personajes que actualmente se encuentran en puestos destacados de la Iglesia en Cataluña. En este escrito repasaremos algunos de ellos.

A decir verdad, el joven sacerdote Joan Enric Vives, fue un "jobaquero" atípico, era mucho más inteligente que los demás y sobre todo mucho más astuto y ambicioso, mientras que los demás acaparaban buenas dosis de ingenuidad y utopía, muy propia de aquellos años posteriores al mayo de 1968. Ya por entonces destacaba por ser camaleónico y jugar en cada terreno las cartas que creía que le eran más favorables, en la JOBAC se le podía ver en tejanos y bambas (como puede verse en la fotografía), mientras que delante del cardenal Jubany siempre lucía americana. Él sabía que para ser bien visto por la progresía debía jugar la carta "JOBAC" y la jugó. No ha renegado de ello, todo lo contrario. Presidió ya como obispo la Eucaristía en celebraciones de la JOC-JOBAC, y ha anunciado su presencia en un futuro encuentro de nostálgicos de este movimiento. No es de extrañar que todos los que formaron parte de este movimiento y todos los "progres" que lo apoyaron, aunque no se vincularon a él, propugnen su candidatura como futuro arzobispo de Barcelona. Sería el triunfo de la ideología "JOBAC" y catapultaría a todos sus antiguos dirigentes a los máximos cargos de la diócesis, algo que ya sucedió cuando fue rector del Seminario de Barcelona y se rodeó como formadores de antiguos compañeros "jobaqueros"

Otra de las piezas importantes de la JOBAC fue el sacerdote Xavier Morlans, otro chico listo, y sobre todo con gran habilidad para las artes. Concretamente Morlans fue el alma musical del Movimiento. La mayoría de las canciones que se cantaban en encuentros y eucaristías "jobaqueras" eran obra suya. Entre sus canciones podemos citar "Pere Llibertat" (Pedro Libertad) dedicada a Pere Casaldáliga, "Germà Ellacuría" (Hermano Ellacuría) dedicada a Ignacio Ellacuría, jesuíta asesinado en El Salvador. La más conocida es "Poble de Déu, poble en marxa" (Pueblo de Dios, Pueblo en marcha) que se ha llegado a cantar en ordenaciones sacerdotales, delante del arzobispo, en su letra podía encontrarse delicadezas como "tan lluny sovint els seus pastors" (tan lejos frecuentemente sus pastores). Se trata de un personaje bastante excéntrico al que es imposible colocar en una parroquia, se ha intentado, pero sin resultado, él siempre tiene que estar dedicado a sus "morlanadas" (expresión que resume el deseo de poner en práctica experiencias pastorales que teóricamente són lo último de lo último, pero que duran cuatro días, cuando aparece una nueva). A pesar de estos antecedentes, Mn. Morlans es profesor de Teología en la Facultad que forma a los seminaristas y religiosos/as de nuestras diócesis.

[Fisa3.jpg]Mn. Josep Maria Fisa fue consiliario general de la JOBAC durante un trienio, sus admiradores afirman que fue el de mayor esplendor del movimiento. Anteriormente fue responsable del Movimiento de Revisión de Vida del Baix Llobregat que acabó integrándose en la JOBAC. Actualmente es párroco de la iglesia de la Virgen del Carmen en Sant Joan Despí, junto a TV3, y forma parte desde hace muchos años del arciprestazgo de Cornellà. Uno de sus biógrafos recoge el momento de su llegada a Cornellà: "En Cornellà se integró con mucho agrado en el equipo de sacerdotes, un peligroso experimento de sacerdotes comunistas, bastante venido a menos, a medio camino entre una comuna y una célula masónica, que constituía uno de los principales dolores de cabeza del señor obispo". Desde 1994 es consiliario de "Justicia y Paz" en Barcelona, cargo que anteriormente ya ocupó el sacerdote y después obispo Joan Enric Vives, entidad que ha proporcionado un buen número de "indignados" (también conocidos como "perroflautas") de entre los concentrados en Plaza Cataluña. También es fundador de una ONG "Solidança" por supuesto aconfesional, de recogida y reciclaje de enseres.

Otro de los sacerdote que más lejos han llegado es Mn. Josep Maria Domingo, que durante muchos años fue Consiliario General de la JOBAC y que está ocupando algunos altos cargos en la iglesia catalana. Fue formador del Seminario de Barcelona, en los tiempos en que su compañero de aventuras, el obispo Vives era su rector. Actualmente, además de ser párroco en la iglesia de Sant Pere i Sant Pau en El Prat de Llobregat, es vicario episcopal de pastoral del obispado de Sant Feliu, es decir uno de los tres principales colaboradores del obispo Agustín Cortés. Además es Director del CEP (Centro de Estudios Pastorales) que es el centro de formación para sacerdotes y laicos de las diócesis catalanas. Es decir que todo aquel que quiera formarse pastoralmente o quiera actualizar sus conocimientos pastorales, tiene que pasar por sus manos. Como es lógico sus principales colaboradores en el CEP son antiguos militantes y consiliarios de la JOBAC, entre los que destaca el sacerdote comunista Quim Cervera, responsable de la formación de los laicos del CEP, al que Prudentius de Barcino dedicó un excelente artículo, para que se pudiera comprobar en manos de quien y sobre todo de qué ideas está la formación de nuestros seglares. Como Mn. Domingo también fueron formadores del Seminario de Barcelona otros consiliarios "jobaqueros" como Mn. Josep Maria Jubany (vice-rector) y Mn. Joan Nadal.

Para no cansar a nuestros lectores, vamos a enumerar más sucintamente a otros de los sacerdotes "jobaqueros" como Mn. Pep Soler (en la fotografía de arriba). También debe citarse a Mn. Jaume Grané (en la fotografía de la izquierda) o Mn. Josep Maria Puxan (en la foto de la derecha), conocido popularmente como "mosén garrafa" a quien Antoninus Pius dedicó un escrito en el momento de su fallecimiento. Todos estos sacerdotes y algunos otros, forman parte de la primera generación "JOBAC" la que fue formada directa o indirectamente por el patriarca Hortet. La próxima semana analizaremos la siguiente generación, es decir los discípulos de los sacerdotes analizados en este artículo. Afortunadamente son los últimos. La especie se extingue con ellos.

 

 

Un Réquiem por la Música Sacra (y 5) (19/08/2011)
Por M. B. P.

El colofón: El Cantoral de Misa Dominical y la música sacro-yeyé.

Después de algunas semanas de escritos y comentarios sobre historia de la música sacra quisiera mostrar mi agradecimiento a todos los que hacen posible esta plataforma de opinión, y deseo que sus debates sirvan para aportar luz a una Iglesia que, al menos en Barcelona, está en situación crepuscular. También quisiera dar las gracias a todos aquellos que han comentado mis posts, tanto de manera positiva como negativa (incluso a Fray Eusebio de Lugo); me han hecho entender que mis reflexiones no caían en saco roto.

Como colofón quisiera hacer un pequeño ejercicio músico-literario. Me he centrado mucho en la calidad o no de la música en nuestras iglesias, y de la relación entre las disposiciones vaticanas y su aplicación en nuestras latitudes; pero muy poco he hablado de la calidad de los mensajes y de las letras que esta nueva música nos aporta.

Como ejemplo paradigmático en nuestras latitudes, me centraré en analizar el principal instrumento actual de divulgación del mal gusto musical, principal descrédito de la música sacra en Cataluña: el Cantoral de la Misa Dominical del Centre de Pastoral Litúrgica (C.P.L.) Para nuestros lectores informar que este pequeño manualito de color azul (o rojo, o verde) es el único cantoral que han conocido, por tanto no pueden opinar ni bien ni mal, pero para los que ya peinamos alguna cana más que otra, este librito fue y sigue siendo la principal causa de nuestro desespero musical y litúrgico.

El Cantoral (Cantoral de Misa Dominical, CMD) fue un librito que nació casi de manera clandestina el año 1972, para reeditarse en el 1974, antes incluso de la edición de los nuevos textos litúrgicos. Por aquel entonces era mucho más pequeño, y no contenía casi ningún texto del ordinario de la Misa. Era una recopilación de canciones sin más pretensión que eso. De hecho su formato era (y sigue siendo) poco serio, y aunque se nos diga que la edición está preparada por Josep A. Rodríguez Collado y asesorada por Albert Taulé, lo cierto es que las composiciones no están firmadas y no podemos saber a quien culpar por cada una de las canciones.

Lo que se salva del Cantoral respecto a las composiciones post-conciliares

Entre lo aprovechable del actual Cantoral, debe destacarse los composiciones provenientes de la Abadía de Montserrat, sobretodo las aportaciones de los P. Ireneu M. Segarra y Josep Odiló Planàs. Los dos son músicos extraordinarios, de una gran capacidad y valía, están anclados en la mejor tradición musical de Lluís Millet, Lluís Romeu, etc. aunque quizás no sean los más apropiados para componer música para el pueblo. De hecho Montserrat pudo aportar mucho más, pero estaban demasiado ensimismados componiendo su propia música y haciendo sus propios experimentos.

Debe destacarse así mismo la aportación del P. Doménec Cols. Su música es fácilmente reconocible por su tendencia a “gregorianear” así como por sus altibajos imposibles y sus altísimas tesituras. A pesar de esto y mas allá del Cantoral del CPL, Doménec Cols, quizá el único que realmente era consciente de la importancia de su misión, musicó toda la Litúrgica de las Horas (toda, todita) tanto en catalán como en castellano. Ahí es nada. A él debemos básicamente los dos libros que debieran ser los libros de cabecera de los monitores de canto: el Libro del Salmista y la Celebración cantada de la Liturgia de la Horas. Fue de los pocos que se tomó en serio su oficio.

Esta primera generación de músicos post-conciliares (la inmensa mayoría de ellos reposan en la paz del Señor) fueron los padres de muchas composiciones de música sacra, algunas de ellas muy buenas, pero que por desgracia han pasado al olvido.  

Albert Taulé i Viñas

Pero estos músicos citados no fueron los únicos que cuando a partir de 1975 se iniciaron las traducciones del Misal y del breviario en castellano y catalán, iniciaron la ardua tarea de musicar todo el nuevo corpus sacro-literario.

Es aquí cuando entra en primera línea la figura de Albert Taulé i Viñas (1932-2007), presbítero que llegaría a párroco de Santa Maria del Mar, criatura del CPL, que primero desde Barcelona y después desde Madrid fue el principal orquestador de la nueva música. Él, en tanto que último responsable, es el principal culpable de gran parte de los despropósitos musicales. De hecho no destacaba como músico religioso, sino de baile; pues es famoso por componer sardanas. Sus composiciones religiosas están impregnadas de un “ritmo” (sobretodo por el abuso del compás ¾) que invitan más a “puntear” que no a rezar.

Bajo el paraguas del P. Taulé se cobijaron toda una serie de personajillos varios, algunos de ellos con alguna formación litúrgica, que se dedicaron a “componer” melodías y letras. De toda esta trouppe , siempre hay quien merecen algún respeto, como el P. Aldazábal o Doménec Cols, pero otros son de infausta memoria como el ex sacerdote Josep Lligadas, que después de arrasar allí por donde pasaba dejó el sacerdocio para malvivir escribiendo vidas de santos para el CPL; o el padre Xavier Morlans, que con su guitarra encolada a la espalda es el autor de maravillosas combinaciones de música israelita-castellano-marciana, como su famoso “Shemà Israel.” Y pensar que esta generación de pseudo-músicos ha sustituido todo lo anterior...

La música sacro-yeyé

“¿Y porqué?” como diría Mónica Terribas. Pues porque, mientras las Conferencias Episcopales (tanto Española como Tarraconense) se preocupaban por encargar música sacra de una “cierta calidad”, entre las bases del clero regular y secular se estaba gestando e imponiendo un estilo musical de sabor banal y mundano que yo defino como música sacro-yeyé .

Este estilo de música no es nuevo. Está directamente inspirado en los libros de canto que utilizaban los movimientos juveniles católicos en los años sesenta y setenta (JOC, Boys-scouts, esplais parroquiales, etc.) y que se usaban básicamente para ir de excursión. Las características de esta música son bien conocidas. Es un estilo jovial, juvenil (en su momento lo fue) y desenfadado. Sus letras debían fomentar la amistad y otros valores positivos, pero tampoco hacía falta que fuesen explícitamente religiosas, ya que su cometido no era adoctrinar sino distraer y divertir a los chiquillos. Este estilo musical es muy sencillo de aprender (se basa principalmente en escalas musicales de fácil memorización) y se interpretaba solo con guitarra y flauta ya que eran los únicos instrumentos que fácilmente se podían llevar de excursión y eran fáciles de adquirir. De hecho esa es la razón de la actual presencia de la guitarra en la Iglesia, puesto que antes era un instrumento totalmente ajeno y extraño a la liturgia.

El gran error fue intentar aplicar esta música en nuestros templos. La mayoría de sacerdotes jóvenes de aquel momento (los que ahora tienen entre sesenta y setenta años) se educaron con aquellas musiquillas, y vieron con buenos ojos su aplicación en las iglesias, ya que, según su criterio, aportaban frescura, dinamismo y modernidad. Craso error. Lo único que consiguieron fue acabar de destrozar la poca tradición musical que quedaba, y sustituirla por una música más propia de una película de Martínez Soria o de Concha Velasco. La música se infantilizó, y mucho, y se perdió lo que quedaba de buen gusto.

El fruto de todo este proceso fueron los cantorales populares, del que destaca el Cantoral de la Misa Dominical , de carácter parroquial. Me abstengo de comentar los cantorales que editaron algunas órdenes y congregaciones de religiosos, especialmente el cantoral de los Maristas, porqué me mareo solo de pensar en ello.

Otros fallos

Pero las maldades del Cantoral no acaban con sus autores. Es un libro en el que, para empezar, no están musicadas ninguna de las antífonas de entrada de las misas. En su lugar hay una ristra de canciones, muchas de ellas penosillas, que a modo de himnos quieren imitar las marchas religiosas protestantes.

El Cantoral es un libro que es incapaz de musicar las respuestas de la totalidad de los salmos dominicales (tampoco son tantas) con el problema que esto supone, ya que obligas a la gente a utilizar respuestas que no son propias y alterar el texto sagrado (con dos bemoles).

Esto ha derivado en un desprecio por la integridad del salmo, ya que se ha equiparado a una vulgar cancioncilla más, susceptible de alterarla al antojo de uno. Incluso asistí a celebraciones en las que el salmo sencillamente se suprimía. Si son capaces de hacer esto con la palabra de Dios, que no serán capaces de hacer...

Si litúrgicamente el libro es insultante, desde el punto de vista estético tampoco ganamos mucho. Todas las melodías están escritas en unas tesituras altísimas, para voces femeninas (o afeminadas) de manera que la inmensa mayoría de hombres no alcanzamos a cantar (lo de las voces celtibéricas de Fray Eusebio...). Además son unas melodías muy nocivas para la garganta, ya que sus continuos altibajos fuerzan las cuerdas vocales. ¡Cuantas monjas habrán perdido la voz por culpa de los nuevos cantos!

Pero lo peor de todo está en las letras

Algunas piezas no hacen ninguna referencia a Dios, como es el caso de “Amistat, uneix-nos” (Amistad únenos - CMD 59) “ Amistad únenos! Libertad líbranos! Hermanos! El mañana será mejor! ” o “Agermanats” (Hermanados - CMD 8) “ Hermanados iremos caminando bajo un cielo bien azul. / Alegres himnos resonaran de amor y de paz ” o “Oh, quin gran goig” (Oh que gran gozo – CMD 3) “ Oh que gran gozo que alegría cuando los hermanos se quieren ” qué chupi guay, no?

O por ejemplo “Gràcies” (CMD 73) “ gracias por esta aurora encendida, gracias por este día claro, gracias porque puedo abandonar mis desasosiegos cuando estoy contigo [...] gracias por el trabajo que me ocupa, gracias por mis pequeños aciertos, gracias por la alegría, por la música y la luz [...]” ¡gracias a quien! a Dios, a mi madre, a Superman?

Más macabra es “ La Vall del Riu Vermell” (CMD 55) canción típica de exequias y funerales, en que en ningún momento se menciona el deseo de que el alma del difunto vaya a Dios, sino más bien parece que se hable de un vaquero solitario que pasea por el desierto de la desesperación.

Otras canciones presentan a Jesucristo más como a un compañero de juergas con el que ir a pasar el rato, como es el caso de “Lloem el Senyor” (CMD 20). Está el célebre “Deu-me la fe dels profetes” (Dadme la fe de los profetas - CMD 56) no porqué los profetas hablen de Dios sino porqué son super-comprometidos y “ aman a todos los hombres, denuncian las injusticias y están al lado de los pobres .”

Tampoco puedo dejar de comentar la “Hi ha algú que està trucant” (Hay alguien que llama - CMD 53) en la que se habla de Jesús como alguien inquietante que aporrea la puerta. Como remate está la egoísta canción “Que Jesús vingui sempre amb mi” (Que Jesús venga siempre conmigo – CMD 81) ¿y a los demás que? ¿que nos zurzan?

También están las canciones filo-mayo del 68 (haz el amor...) , como es el caso de “Unint les mans” (CMD 74) “ Uniendo las manos, hermanos, veréis que prodigios puede hacer el amor / uniendo las manos hermanos, veréis en la paz abrazarse al mundo ” Se habla del amor igual que lo haría un hippy en un festival flower power a lo Woodstock.

Aunque para mí las peores son las canciones filo-comunistas como por ejemplo “Si tu desnues lligams de servitud” (CMD 85) “ Si tu deshaces las ataduras de esclavitud, si tu liberas al hombre encadenado, la noche de tu camino será como luz a pleno día [...] si tu destruyes aquello que oprime al hombre, si das la mano al hermano humillado, la noche de tu combate será como luz a pleno día ” ni el camarada Lenin lo hubiese dicho mejor.

Podría seguir hasta cansarme y cansar al respetable público, pero creo que ya es suficiente. Quería dejar claro que la mayoría de cantos del Cantoral no son aptos para los actos de culto ya que no son textos que inspiren piedad ni son textos que estén al servicio de los intereses de la Fe , sino que están al servició de los intereses de los hombres. Piénsenlo, reflexionen, y cuando el domingo vayan a Misa, por favor presten atención a lo que cantan.

Muy agradecido. Un fraternal saludo.

 

 

Historia de la JOBAC (2): El Patriarca Josep Hortet (17/08/2011)
Por Salvador Foscós

La JOBAC se extendió y fortaleció gracias a prácticamente toda una generación de sacerdotes, entonces jóvenes, que se dedicaron en cuerpo y alma y prácticamente en exclusiva a este movimiento. Pero ¿quien les inculcó ese ideario y les convenció de que tenían que servir la causa "jobaquera"? La respuesta a esta pregunta la encontramos en la persona del sacerdote Josep Hortet Gausachs (Barcelona 3/4/1937). Entre otros muchos cargos Mn. Hortet fue superior del Seminario Menor (1964-66) y del Seminario Mayor de Barcelona (1967-1975). Por sus manos pasaron los seminaristas del momento, que en la mayoría de los casos fueron formados a imagen y semejanza del maestro y patriarca Hortet.

Como nos recordaba recientemente Antoninus Pius en su escrito "Los que en 1965 firmaron para que no se acabara la Sagrada Familia", Mn. Hortet fue uno de los firmantes, como también de todas las "movidas" de protesta de la época. La lamentable marcha de Don Marcelo a Toledo y la llegada del cardenal Jubany, colocó a personajes como Hortet en los principales órganos de gobierno de la diócesis, llegando a ser Vicario Episcopal durante muchos años. También fue Consiliario diocesano de Acción católica obrera (1972-75) donde se fue fraguando el movimiento de la JOBAC del que seria consiliario a partir de 1982.

El currículum de Mn. Hortet no acaba aquí. Fue uno de los convocantes principales, junto con algunos de sus discípulos, del "Forum Home i Evangeli" (posteriormente "Forum Vida i Evangeli"), orígen de movimientos como "Església Plural" o "Cristianisme segle XXI", grupos que como es sabido defienden las posturas más revolucionarias en la Iglesia (disminución del poder del Papado, elección democrática de obispos, celibato opcional, ordenación de las mujeres...).

También encontramos a Mn. Hortet en el "Forum Oriol" grupo de sacerdotes de Barcelona creados a imagen del Forum Alsina de Girona (y posteriormente otros como Ondara o Transversal). Una forma de dar una imagen más moderna a la "Unió Sacerdotal", pero con con integrantes comunes. Fueron estos sacerdotes los que desde la basílica de Sant Josep Oriol (de aquí el nombre del Foro) conspiraban y organizaban campañas y movilizaciones para derrocar y humillar al entonces arzobispo el cardenal Ricard Maria Carles.

Actualmente Mn. Hortet, ya muy próximo a presentar su jubilación, es párroco de las iglesias de Santa María del Port y de Sant Bartomeu, uno de los pocos lugares donde todavía siguen habiendo grupos de la Jobac y del Aco. No olvidemos que Hortet es amigo personal y compañero de Seminario de nuestro actual arzobispo, cardenal Sistach, con el que han compartido muchos momentos de colaboración tanto en Barcelona como en Roma. Ambos están celebrando este año sus 50 años sacerdotales y ambos presentarán el año que viene su renuncia por motivos de edad.

 

 

Llisterri y Sellarés, dos hombres y un domicilio (y II) (12/08/2011)
Por
Miquelet Antiarnes i Paparres

[La pasta que salió del la Fundació Centre de Documentació Política ]

Un informe demoledor de la Sindicatura de Cuentas ha revelado el desorden con el qué Sellarès administra la Fundación del Centro de Documentación Política , subvencionada sin pasar por concurso público pese a recibir casi dos millones de euros que van a parar a una cuenta personal que él administra como si se tratara de su economía doméstica y que no cuadra con los balances de la Fundación. Cuando la cosa se enredó se autoconcedió un préstamo mediante su Centro de Estudios Estratégicos ¡y tan ancho!

El informe de la Sindicatura de Cuentas expone claramente que esta operación no se puede hacer, cuestiona la viabilidad de la Fundación ya que a pesar de la subvención mas que generosa “la fundación presenta desde hace años fondos propios negativos”, el último de la cuales cifrado en 165.000 euros de déficit, y denuncia otras prácticas del todo irregulares como saltarse el pago del IVA o pagar a sus empleados por encima del convenio que rige para el personal dependiente de la Generalitat , premiándolos, a demás, “la puntualidad y la actividad” como si ser puntual o trabajar fuera un hecho excepcional y como si Sellarés fuera un empresario pródigo que administra alegremente sus dineros.

Denuncia la Sindicatura el caos contable y remarca que “falta la justificación de la motivación del gasto incluidos los recibos de los restaurantes (sic)”. A demás, la Fundación recibió justo antes de las últimas elecciones [autonómicas de 2010] una subvención complementaria de 241.000 euros para renovar su servicio informático, que debe ser descomunal si tenemos en cuenta que ya recibió una subvención de 191.000 euros durante el año 2004 con idéntica finalidad. Curiosamente el informe de la Sindicatura remarca que "el fondo dotacional no coincide con la aportación inicial. De acuerdo con la Memoria , la diferencia viene dada por la valoración de las aplicaciones informáticas. La Sindicatura ha pedido su composición y no se ha obtenido".

Llisterri de espalda en una “taper session” con la Forcadas

 

[De la “moma” de los recortes de prensa a los (re)cursos de/a cosas raras]

Salvando los méritos del pasado remoto de Miquel Sellarès, nos pedimos que utilidad tiene su Fundación y sus resúmenes diarios de prensa y porque los catalanes tenemos que pagarle un sueldo de 106.000 euros anuales vía Generalitat . ¿Tiene algún dossier incomodo sobre alguien, es muy bueno explicando chistes o domina el arte de la hipnosis? En todo caso no tenemos la sensación que sus recortes de prensa puedan ser muy rigurosos si tenemos en cuenta sus panegíricos, estos últimos años, sobre Montilla . Tampoco no nos paree una persona particularmente discreta ni lúcida vistas no solo sus acciones sino también algunas de sus declaraciones. Por ejemplo:

(1)- “En estos momentos, quiero reflexionar durante seis meses sobre el acuerdo. Yo aconsejé a Carod-Rovira que nosotros teníamos que pactar con la izquierda. ¿Y por qué? Seguro que con los amigos, con los patriotas y con la buena gente de CiU, no hubiéramos tenido tantos problemas con la cuestión nacional. Pero teníamos una función histórica: CiU cubría un centro catalanista y nosotros teníamos que hacer la Izquierda nacional”. (C. del B. -Comentario del Blogger-.: ¡Muy bien, chaval, eres un estratega de narices!)

(2) - “Necesitamos no solo los medios públicos sino los privados. Que la operación de relanzamiento del periódico Avui sea un éxito y que el grupo Comit sea un éxito. Que haya unas cadenas privadas con contenido nacional catalán ”. (C. del B.: ¡Estamos impresionados con los resultados!)

(3) - “Y como consejo a los jóvenes, les digo que no sean unos burócratas funcionarios al servicio de la política [ostras, macho, y tú que eres] . A nosotros nos tocó pasar por interrogatorios, la cárcel, y lo hemos superado. Ahora, lo máximo que podemos perder es el sueldo y el coche oficial ”. (C. del B.: Además se permite dar consejos éticos a los chavales utilizando la lucha antifranquista)

(4) - “Aquí hay una cosa que no se ha explicado bien. Yo no soy un hombre sin trabajo. Se crea una oficina de apoyo a Carod-Rovira hecha por profesionales, liberados y a sueldo. Pero yo pretendo darle el apoyo que necesite sin cobrar ni un duro. No fui nunca un profesional de Pujol y no lo seré de nadie. Si mantengo esta actitud dura a la hora de hacer política es porque no depende de ello mi sueldo. Cuan la letra del piso la tienes que pagar de la política, estás listo”. (C. del B.: Una visión muy curiosa del que es “hacer política” y de lo que significa “no cobrar ni un duro”. De que depende su sueldo?)

(5) -“[Enric] Marín sabe que mi salida me supuso una liberación y que yo tengo mucho que ver con su nombramiento, sin él el primer candidato. Interesaba mucho que quien me substituyera fuera claramente un hombre Carod, pero muy diferente a mi. Este chico sabe maniobrar mas que yo; y por eso lo hemos puesto ". (C. del B.: “Me debes un favor, chaval” Y sí, fue generosamente recompensado)

(6) - “Hay que defender como líderes en Cataluña a TV3 i Catalunya Ràdio, y colocar detrás una industria audiovisual potente, defender empresas como MediaPro”. (C. del B.: Hemos estado en manos de gente que pensaba y hacía cosas tan acertadas!).

(7) - “ Yo el 23 iba con una pistola con 18 balas y de miedo sí que tuve, porque si llegan a venir al Palau [de la Generalitat ] no se que qué hubiera pasado... Estaba con un grupo de gente que queríamos llevarnos al presidente Pujol ”. (C. del B.: Por suerte, Pujol no huyó. Solo nos hubiera faltado eso).

(8) - “Existe toda una generación que se lo ha encontrado todo hecho. No saben que estas libertades, individuales muchas pero colectivas muy pocas, han costado mucho. Yo estuve cerca de la lucha armada en ciertas etapas de mi vida; fui a Israel , incluso, para hacer cursos de cosas raras …” (C. del B.: ¿De verdad? Como qué, croquetas de mandarina?)

Ahora que Sellarès escribe artículos adulando al conseller Puig y recomendándole que “consulte mas a los especialistas del país que han hecho posible el modelo policial catalán”. ¿No estará hablando de el mismo, no? Es que suena que a previsible y próxima pasada de la bandeja para ver que cae.

Nos parece que ya basta de tener que pagarle los servicios prestados. Lo único que probablemente le debe este país es una novela costumbrista. Ahora que va a cumplir 65 años, podría jubilarse. Esperemos que se haya dado de alta en la Seguridad Social.

!Llisterri, nano , tienes un buen maestro a quien imitar!

 

 

Llisterri y Sellarés, dos hombres y un domicilio (I) (11/08/2011)
Por
Miquelet Antiarnes i Paparres

Jordi Llisterri es uno de esos personajes que mas rabia dan del panorama eclesial barcelonés. Es como aquel compañero de clase engreído y chivato que no soportábamos de pequeños porque conseguía pequeñas prebendas previo peloteo con el profesor. Es por ello que disfruta de diversos motes y apelativos a cual mas ocurrente. Mejor no detallar.

Actualmente este animalito periodístico de la ratomáquia eclesial barcelonesa, como diría Monegal, se refugia en la Avenida Gaudí , número 13, 1º 2ª.

Dirigimos una primera batería de preguntas a nuestros amigos lectores y colaboradores:

¿Qué relación existe entre la asociación Opinió Catalana, la fundación presidida por el investigado por la Sindicatura de Comptes Miquel Sellarés y Perelló y el periodista Jordi Llisterri y Boix? ¿Por qué el Centre d'Estudis Conciliars y su web Catalunyareligio.cat comparten domicilio social con Opinió Catalana en dicho domicilio de la Avenida Gaudí? ¿Es que no hay mas pisos en Barcelona?¿Por qué antes de trasladarse al barrio de la Sagrada Família , las dos entidades ( Opinió Catalana y el Centre d'Estudis Conciliars compartían también domicilio en la Gran Vía número 571, entresuelo 2ª? ¿Por qué siempre van de “bracet” (de pareja)?

Llisterri posee actualmente tres plataformas de expresión explícitas donde firma con su nombre: la revista Foc Nou , donde es redactor jefe; la web catalunyareligio.cat del Centre d'Estudis Conciliars , donde es también jefe de redacción; y sus blogs personales con firma. Habría que preguntarse quien escribe (siempre de forma anónima) y selecciona los temas que aparecen en el apartado Asuntos Religiosos del digital Tribuna Catalana, propiedad de Opinió Catalana .

Si alguien realiza un seguimiento comparativo de los espacios donde Llisterri escribe y firma con su nombre y el espacio anónimo dedicado a la información religiosa en Tribuna Catalana se encontrará que todo ello, mas que a diálogo, se asemeja a un monólogo. ¿No será Llisterri, (o su amigo Marcel.lí Joan), el factotum de la información religiosa en Tribuna Catalana cuando le interesa no firmar y armar maraña? Todos aquellos que le dan apoyo (jesuitas, escolapios, salesianos, maristas, claretianos, vedrunas, la Salle , benedictinos de Montserrat…) harían bien en preguntárselo. Lo esperamos con ansia.

También a la vicepresidenta Joana Ortega y por extensión a UDC y a CiU, porque la web www.catalunyareligio.cat es posible gracias a los 25.000 euros anuales que el Centre d'Estudis Conciliars recibe de la Generalitat y a los gastos que se ahorra de compartir pisito con la Opinió Catalana de Miquel Sellarés. ¿Qué seria de Llisterri si no pudiera disparar con pólvora del rey? ¿Acaso, a parte de la conjunción cósmica pajiniana de compartir domicilio en la Avda. Gaudí , no hay también, en el matrimonio de intereses entre Sellarés y Llisterri, una simbiosis entre el victimismo ideológico como bandera y la pura necesidad de cobrar a fin de mes?

¿Miquel Sellarés como patrón de conducta?: dos hombres y un mismo modus operandi  

Reproducimos, traducido, un muy interesante artículo sobre Miquel Sellarés y Perelló publicado en el blog hasbarats.blogspot.com. con quien compartimos el sentimiento de, pese a ser tan catalanes como ellos, ser acusados de antipatriotas cuando atacas a estas vacas sagradas que viven del cuento. Lo traducimos (los textos entre corchetes son nuestros).

[Lo mismo sucede con Llisterri tras ser invitado al Concilio Tarraconense]

Puede que hoy, algún amable lector se disgustará con nosotros y nos replicará con un “!sí, ya lo sabemos, Sellarés es un vividor, pero es nuestro vividor ! No sabemos hasta que punto nos duele violentar la delicada sensibilidad de algún patriota con amnesia intermitente o tocarle lo que no suena a alguna “patum”. Dicho esto, pasemos al asunto que nos ocupa sin más preámbulos.

Miquel Sellarés hace décadas que vive del presupuesto público, de canonjía en canonjía, a cuenta de viejos méritos, como el hecho de haber participado en la fundación de Convergencia en 1974 o el haber formado parte como Director General de Seguridad Ciudadana de la Generalitat del equipo transversal que comandado por el conseller Macià Alavedra que a inicios de los ochenta desarrolló el proyecto de la nueva Policía de Catalunya. Duró en el cargo ocho meses a causa de unas declaraciones inoportunas; o sea, por “ bocas ” , una de sus características más destacadas y del todo incompatibles con la discreción que exigía su cargo.

Sellarés fue nombrado y relevado, perdió su salario pero su destitución no supuso ningún escándalo ni ninguna degradación personal. Hay cientos de cargos que has sido relevados cuando quien los ha nombrado lo ha creído oportuno y ninguno de ellos se ha dedicado a proclamar su trascendencia histórica o a reclamarnos (y conseguir) reconocimientos históricos como lo ha estado haciendo durante treinta años.

[Segunda etapa: la estratégica apuesta por la izquierda. Llisterri con la Bofill-PSC -CpC y Foc Nou...]

Tres miembros de junta (en esta asociación solo hay junta) del Centre d'Estudis Conciliars afincada en la Avda. Gaudí , 13 (R.Basas; J. Listerri; J.Mª. Carbonell), también del Consejo de Redacción de catalunyareligio.cat.

 

En 2003, Sellarés contribuyó decisivamente en la campaña “Carod president”. Como resultado, Carod no fue Presidente pero sí Conseller en Cap mientras ERC obtenía unos resultados extraordinarios. Sellarés fue premiado con el nombramiento de Secretario de Comunicación de la Generalitat , pero fue destituido pasados dos meses, otra vez por bocas… y por iluso. Sus “compañeros” del PSC se libraron de él filtrando un proyecto suyo que consistía en controlar los medios de comunicación favoreciendo o perjudicando grupos mediáticos con favores, maniobras y subvenciones . Y es que Sellarés cayó en la visceral y hispánica tentación de “ahora que mandan los nuestros” y se encontró de facto con la respuesta socialista del “ no, vosotros no; nosotros ” que contó con la colaboración entusiasta del Grupo mas amenazado (El Godó-La Vanguardia) y con la correduría convergente dispuesta a ponerlo en su sitio y pasar antiguas cuentas pendientes. Miquel Sellarés es un fajador de ring de extrarradio impotente delante la floritura jesuítica y la maniobra sibilina. En caso de duelo, nunca escogería el florete, más bien escogería el hacha de sílex.

[Comer del copy paste de Llisterri en la web www.catalunyareligió.cat , la versión eclesial del copy paste de Sellarés en el C.P.D.]

El hombre, no cayó en la miseria y mantuvo su canonjía mas suculenta, iniciada en tiempos de CiU: la presidencia de la Fundación del Centro de Documentación Política ( C.P.D. ), un invento en un principio privado que consiste en hacer resúmenes de prensa de copy paste a precio de oro para la Generalitat de Catalunya y la Diputación de Barcelona, sus inexplicables contribuyentes.

[Avda. Gaudí, 13, 1º 2ª o la conjunción interplanetaria de los tinglados de Sellarés y Llisterri ]

Con la llegada del segundo Tripartito, con su viejo amigo Carod-Rovira como Conseller de Vicepresidencia (o como Vicepresidente o como Conseller en Cap in rectore ) supuso una especie de epifanía cósmica del untar. Así las cosas, tenemos que el amigo Sellarés, cultivando la intriga folletinesca y el look de “el espía que me amó”, se convirtió en el rey hiperactivo de la subvención pública y la chiringuito virtual. Cargos:

  • Presidente de la Fundación del Centro de Documentación Política [es hoy un organismo asumido por la Generalitat].
  • Jefe del Centro de Estudios Estratégicos . [Domiciliado en la Av. Gaudí , 13 1r 2a 08025 Barcelona]
  • Director de la revista Debat Nacionalista . [Editada por la Associación Tribuna Catalana, domiciliada en la Av. Gaudí , 13 1r 2a · 08025] 
  • Presidente de la revista i de l' Associació Tribuna Catalana . [Domiciliado en la Av. Gaudí , 13 1r 2a 08025 Barcelona]
  • Presidente de Opinió Catalana . [Domiciliado en la Av. Gaudí , 13 1r 2a 08025 Barcelona]

!Caramba! ¿Estamos hablando de un prohombre, de un referente histórico de la construcción nacional que pasará a la posteridad por llevarnos hacia la independencia? Pues... no! Hablamos de un señor gordito y chulesco que se pasa de listo, especialista en resbalones y en vivir de nuestros impuestos “potinejant” (pasteleando) en sus laboratorios de la “conxorxa” (malas artes). A veces incluso llega a utilizar Israel a conveniencia como un instrumento. Pues por aquí nos toca las narices que alguien se aproveche la Independencia de Cataluña y de Israel “per tirar de la rifeta” (para vivir del cuento).

 

 

Historia de la JOBAC: (1) ¿Qué es la Jobac? (10/08/2011)
Por Salvador Foscós

No se puede entender la realidad de la Iglesia católica en Barcelona sin conocer la nefasta influencia que el movimiento de la JOBAC (Jóvenes Cristianos de Barrios Obreros y Ambientes Populares) ha tenido en varias generaciones de jóvenes diocesanos, perdidos totalmente a nivel eclesial. La JOBAC es aparentemente la versión catalana de la JOC, de la que se escindió porque el nacionalprogresismo catalán nunca ha querido saber nada con sus paisanos del resto de España y ha buscado sus propios caminos de forma autónoma e independiente.

Pero a diferencia de otros movimientos cristianos obreros, la JOBAC no sólo buscó la evangelización de jóvenes obreros descarriados, sino que recogió la mayoría de los jóvenes cristianos de casi todas las parroquias y los formó (o deformó) en planteamientos neomarxistas, además de vaciarlos de cualquier espiritualidad estrictamente católica. Miles de buenas familias, muchas de ellas claramente tradicionales confiaron sus hijos a este movimiento, porque el párroco o el vicario de la parroquia, se lo vendió como "lo que se llevaba eclesialmente en ese momento".

El resultado no podía ser peor, las parroquias se vaciaron de jóvenes, que únicamente participaban de las actividades de la JOBAC, que consistían en una reunión semanal, para formarlos en el izquierdismo militante y una celebración de la Eucaristía, aproximadamente una vez al trimestre, en la que se saltaban todas las normas litúrgicas y se acompañaba de música y baile (guitarras eléctricas, baterías, percusión...).

Militantes de la Jobac, puño en alto, participan en una manifestación del 1 de mayo, a la izquierda se puede observar al sacerdote diocesano Xavier Morlans y al jesuíta Jesús Lanau

 

A la larga, prácticamente todos aquellos "militantes" abandonaron cualquier vínculo con la Iglesia, sólo una minoría continuaron en al ACO, un movimiento similar a la JOBAC, pero para militantes algo más adultos, pero también sin ninguna conexión parroquial. Lo cierto es que una buena parte de los cuadros dirigentes de partidos políticos y sindicatos de izquierdas salieron de la JOBAC. Esa es la gran aportación de este movimiento a la sociedad catalana, pero en cambio a la Iglesia barcelonesa le ha hecho un flaco favor.

Sólo hace falta comparar parroquias. Las que tuvieron sus jóvenes en la JOBAC, tienen un vacío total de varias generaciones en sus bancos, en cambio las que apostaron sus jóvenes en los "nuevos movimienos" (Opus Dei, Neocatecumenales, Carismáticos, Regnum Christi...) tienen cristianos de todas las generaciones en sus templos. Lo peor de todo es que las parroquias donde hay párrocos "jobaqueros" siguen sin levantar cabeza, porque se niegan a reconocer sus errores y siguen creyendo que los "gloriosos" años 70 y 80 algún día volverán. Sólo las parroquias que han substituido un sacerdote "jobaquero" por uno "germinante" empiezan a funcionar. Pero tristemente el cardenal Sistach no está por esa labor, en cambio en la diócesis de Terrassa, donde también había JOBAC, la recuperación se está realizando a marchas aceleradas.

Durante varios capítulos vamos a analizar los sacerdotes surgidos y formados por este movimiento, algunos en cargos muy importantantes en nuestras diócesis catalanas, para poder entender, entre otros motivos, porque las cosas están tan mal por aquí y porque cuesta tanto la regeneración eclesial.

 

 

Camino del Totalitarismo: Corrupción religiosa e ideológica de las Instituciones (7/08/2011)
Por M.T. Cicerone
 

¡Qué quieren que les diga! A mí las palabras del Papa volando de Roma a Santiago, me sonaron a potentísima e inequívoca voz de alerta a los católicos españoles: recordad, almas dormidas, avivad el seso y despertad contemplando cómo nos estamos precipitando hacia los años 30. ¿Temerario? Quizás. Pero no me gustaría que la New Age y los próximos 30, los del siglo XXI, me pillasen dormido contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando.

Queriendo o sin querer, estoy calcando en este artículo el “CAMINO DE SERVIDUMBRE”, de Hayek. El problema de fondo es el mismo: el afán intervencionista del Estado (resultado de sus inclinaciones totalitarias), que le lleva a traspasar la barrera entre lo público y lo privado : con la intención de convertirse, además de administrador exclusivo y en exclusiva DE LO PÚBLICO de la sociedad, en dueño y señor de toda ella y de cada uno de sus individuos.  

Su obsesión por llegar a lo más de lo más, le lleva a erigirse en CREADOR-CRIADOR de sus gobernados. Primero los MODELA no a su imagen y semejanza, sino a su conveniencia; y luego, igual que un ganadero en su explotación, decide cuántas criaturas necesita, quiénes merecen vivir y quiénes no, cuáles son los parámetros de calidad y dignidad de vida que han de cumplir SUS CRIATURAS. Por favor, ¡no me sean ingenuos, no me hablen de Hitler!  

Siendo éste el programa del Leviatán de nuestro mundo feliz versión New Age , ¿cómo no le van a estorbar los crucifijos en las escuelas? ¿Cómo no va a instituir el aborto como primera línea de control del derecho a vivir? ¿Cómo no va a promocionar la eutanasia como segunda barrera que sólo superan los que acreditan su dignidad de vida? ¿Cómo no va a educar a los adolescentes para la total y absoluta libertad e irresponsabilidad sexual, y a las adolescentes, consecuentemente, para la más abyecta, aberrante y desquiciante servidumbre sexual? ¿Cómo no va a imponer en las escuelas un lavado de cerebros denominado Educación para la Ciudadanía?  

Cuando Montesquieu habló de la SEPARACIÓN DE PODERES, pecó de ingenuo. Pensó que manteniendo separados los poderes políticos, es decir aquellos que configuran la “ pólis ” o dimensión pública del individuo, a saber: el legislativo, el ejecutivo y el judicial, garantizaba la salud de la sociedad. ¡Pobre Montesquieu! Se pensaba que los políticos nunca invadirían el ámbito de las conciencias y que por tanto no se necesitaban prevenciones para evitar que después de asaltar el triple poder, se atrevieran con el sancta sanctórum de los ciudadanos: el que les permite ser ciudadanos y no súbditos; más aún: súbditos y no esclavos; y aún mucho más: esclavos, y no simple ganado. No se le ocurrió al pobre ingenuo que la voracidad del Leviatán político no conoce límites. ¡Ya ves!, era víctima del prejuicio de la conciencia. Pensaba que ésa era la barrera natural que ningún político se atrevería a traspasar, porque ni siquiera lo habían hecho nunca los soberanos a los que la Revolución forzó a “ceder su soberanía al pueblo”. Creyó el infeliz que hubiese sido ocioso inventarse ese fantasma para luchar contra él. ¡Cuán necio se vería Montesquieu si levantase la cabeza, al ver al soberano de su invención, el pueblo, hecho un eccehomo !  

Y se atreven, esos políticos, a invocar la CONCIENCIA y los PRINCIPIOS. A ver, señor presidente, ¿de qué conciencia me habla? ¿De la suya, o de la conciencia de la sociedad? ¿Se da cuenta, señor presidente, de que si me habla de SU CONCIENCIA tendría que dimitir como hizo el rey Balduino cuando le pusieron delante la ley del aborto para firmarla? Y si hablaba de la CONCIENCIA DE LA SOCIEDAD, piense, señor presidente, que ésta es PLURAL por derecho constitucional, y por tanto usted, como miembro del PODER EJECUTIVO de la nación, no tiene derecho ni tan siquiera a rozarla. Lo único que ha de hacer usted con la conciencia de la sociedad es respetarla en toda su pluralidad y diversidad, sin decantarse por una opinión ni por otra. Y con su conciencia personal, lo único que puede hacer es guardársela mientras esté en el ejercicio de uno de los tres poderes de la nación. Y si no se la quiere guardar, lo que ha de hacer es renunciar al poder. Porque los poderes de la nación están no para “representar” a ninguna conciencia particular de la nación, sino para SERVIR a toda la nación en su diversidad de conciencias.  

Y en cuanto a los PRINCIPIOS que invoca, señor presidente, en cuanto a SUS PRINCIPIOS personales, digo, pues lo mismo: se los guarda para ejercitarlos en la intimidad; porque usted no tiene ningún derecho a gobernar la nación según sus principios personales, ni el partido a apoyarle para ello. Por prescripción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por imperativo constitucional, por exigencia democrática. Porque si hay LIBERTAD DE CONCIENCIA, LIBERTAD RELIGIOSA, LIBERTAD DE OPINIÓN, y ésas son LIBERTADES DE LOS CIUDADANOS, y no de los poderes públicos; libertades que tiene derecho a reivindicar cada ciudadano individualmente o en colectividad ; si ésas son libertades privadas (¡no públicas!) los poderes públicos no tienen ninguna legitimidad ni para legislar ni para diseñar políticas sobre ellas. Y esas libertades son pisoteadas alevosamente cuando se conciertan los tres poderes para hacer prevalecer unas OPINIONES SOBRE OTRAS, unas CONCIENCIAS sobre otras, unos VALORES sobre otros, y cuando utilizan la ENSEÑANZA, la SANIDAD, la ASISTENCIA SOCIAL y todo el aparato de propaganda del Estado para amaestrar a la sociedad según la conciencia, los principios, las ideas y los valores del gobernante de turno o de su partido ( que no es un poder público , sino un ente privado).  

Quid ergo? Pues la cuestión es bien sencilla. La cuestión es que para preservar la LIBERTAD de los ciudadanos (¡si es que se les puede seguir llamando así!), por encima de la separación de los poderes públicos y con carácter de total y absoluta prioridad, está la SEPARACIÓN DE LO PRIVADO Y DE LO PÚBLICO . La separación de la administración de los dineros y de la administración de las conciencias . Bastante tenemos con poner en manos del Estado más del 50% de nuestros dineros (¡que no es poca servidumbre ésa!), para además cederle el 100% de nuestras conciencias.  

Óigame, que el tema es muy simple: a pagar impuestos no me apunto si quiero y me borro si no quiero; que para eso se llaman IMPUESTOS, porque son una imposición en la que finalmente te va la supervivencia: preguntádselo, si no, a las infelices víctimas de Hacienda. Pues bien, mientras a pagar impuestos no puedo apuntarme y borrarme a mi antojo, a creer o dejar de creer en una u otra religión, a adherirme a una u otra ideología puedo apuntarme y borrarme cuando me dé la gana. Éste es por tanto un ámbito de LIBERTAD INDIVIDUAL que el Estado no ha de traspasar por ningún concepto: NO ha de poder emplear los dineros que me exige imperiosamente y bajo pena de inanición, para laminar mi libertad: la que por ser mi último refugio de libertad frente al poder, tendría que ser INVIOLABLE. El traspaso de esa barrera tendría que encender todas las alarmas y poner en marcha todos los mecanismos de defensa de la sociedad. ¿LOS HAY?  

Ubi Gentium sumus? ¿En qué país incivilizado vivimos? Incivilizado es el país cuyos habitantes no son capaces de ser cives , es decir “ ciudadanos ”. ¡Ya ven! ¿De dónde nace la legitimidad del Estado para forjar conciencias ni siquiera desde la escuela pública? ¿Y desde los medios? ¿Y desde la legislación? ¿Y desde las instituciones públicas? ¿Cómo es eso de hacer esas leyes inicuas profundamente behavioristas, que persiguen y castigan el bien, al tiempo que alientan y premian el mal? También el behaviorismo consiguió acondicionar el cerebro de las ratas para que percibiesen las descargas eléctricas como placenteras. Pero no nos contaron el final de la película por no perturbar nuestros idílicos sueños: esas ratas acababan tremendamente desquiciadas. Y los ciudadanos que consumen el mal al que les induce el estado como el mejor de los bienes, también.  

Quam rem públicam habemus? ¿Qué COSA PÚBLICA tenemos, que nos ha invadido totalmente el ámbito privado? ¿Se dan cuenta? Por definición, la Res Pública, que no es sino la Cosa Pública, no tiene derecho a meter sus narices en el territorio de LO PRIVADO. Y para privacidad, la conciencia, la religión, los sentimientos, los valores, las ideas. El Estado, que es y ha de ser únicamente Cosa Pública, no puede ni debe declararse competente en asuntos individuales y privados de los ciudadanos. No debe meterse a decidir lo que tienen que pensar, creer y sentir los ciudadanos. El Estado no puede tener ideología ni antiideología; ni tan siquiera conciencia; ni menos promocionarlas desde el abuso del poder.  

Y no me vengan con trucos democráticos, que no cuelan. Ni se puede decidir por votación, aunque sea unánime, que dos y dos sean cinco (¡ni tampoco se puede votar que sean cuatro!): por el simple motivo de que NO LE COMPETE AL PODER , sea éste democrático o totalitario; ni le compete decidir lo que hemos de pensar los ciudadanos; ni le compete decidir si nos concede el derecho a la vida: porque ése es un derecho que lleva ya puesto cada uno antes de asociarse con su vecino para formar una pólis . Ni le compete, claro está, decidir si en la escuela tiene que haber crucifijos o no. Eso no le compete en absoluto al poder, sea del género que sea, sino que se lo ha de resolver ella solita la SOCIEDAD CIVIL. ¿O acaso han decidido los dueños de lo público (es decir los políticos) dejar sin ninguna competencia a la SOCIEDAD CIVIL?  

¿Que no hay sociedad civil? Todo lo que NO son instituciones del Estado es SOCIEDAD CIVIL. Incluida la Iglesia, claro está, incluidos los partidos políticos, incluidas las empresas, incluidos los clubes y asociaciones, incluidos los sindicatos exclusivamente asociativos (cuando entramos en la representatividad más allá de los miembros de la agrupación, estamos ya en lo político). Hay mucha SOCIEDAD CIVIL y las instituciones del Estado (empezando por el Parlamento) están pisoteando sus COMPETENCIAS.  

La Iglesia, a cuya jerarquía fraudulentamente los políticos le otorgan representatividad ( do ut des ; en román paladino, “toma y daca”, y ésta también fraudulentamente la acepta); la Iglesia, digo, es una parte muy significativa de la sociedad civil, cuyas COMPETENCIAS está pisoteando el Estado. Es el resto de sociedad civil la que tiene que disputar y si llega el caso, negociar con la Iglesia, si quiere quitar los crucifijos de las aulas. ¿Y eso cómo se hace? ¿Discutiendo con la Conferencia Episcopal? ¡¡No padre!!, discutiendo con la porción de Iglesia que hay en cada aula y en cada ámbito en que se plantea el problema.  

Nuestros jefes religiosos son jefes religiosos, NO POLÍTICOS. Y por tanto el poder no tiene por qué tratarlos como jefes de nada. El que sean jefes, es cosa interna de la Iglesia. Los fieles aceptamos su jerarquía religiosa; pero eso no implica que les asignemos por ello jerarquía civil sobre nosotros y que por tanto ellos sean nuestros representantes ni tan siquiera religiosos ante el poder político. Eso sí que es decimonónico; y no lo han tocado. Lo mismito que los sindicatos. Al poder político le interesa reconocer representatividad religiosa y representatividad sindical. ¡Pues no! A los trabajadores de a pie les revienta el fraude de la representatividad sindical, y a los cristianos de a pie nos repatea que se le dé carácter de representatividad “política” a la jerarquía interna de la iglesia (que ni es democrática ni tiene por qué serlo, al ser cuestión privada de los que voluntariamente deciden pertenecer o dejar de pertenecer a esa agrupación libre de ciudadanos).  

Si el Estado español quiere tratar cuestiones religiosas con el Estado Vaticano (que ése es el nivel real), puede hacerlo. Pero de la misma manera que el Estado no negocia con la directiva del Real Madrid o del Barça cuestiones que afecten a su respectiva masa social, porque esas directivas no lo son de los socios, sino del club-entidad, así tampoco tiene por qué negociar, discutir o pactar mis derechos de conciencia con la directiva de la Iglesia. Mis derechos de conciencia son un derecho político exclusivamente mío, sobre el que no he cedido representación a nadie. Ni a obispos, NI TAMPOCO A DIPUTADOS. Nadie tiene derecho a administrar en mi nombre lo que es exclusivamente mío.  

Por eso, en el momento en que veo POLITIZARSE LA MORAL, me saltan todas las alarmas y pongo el grito en el cielo. A mí me da muy mala espina ver a los obispos con el poder político. Los católicos somos ciudadanos maduros y tenemos plena capacidad de gestionar nuestros derechos civiles, entre los que están la libertad de religión, la libertad de conciencia, la libertad de opinión y la libertad de elegir entre las distintas fórmulas morales que nos propongan las distintas religiones, igual que podemos elegir entre los distintos partidos políticos y sindicatos.  

Si no hay partido único impuesto por la ley, ni sindicato único impuesto por la ley, ¿por qué tendría que soportar una MORAL ÚNICA impuesta por la ley? Eso vino a explicar el presidente del gobierno al criticar al Papa por su referencia a los años 30: que no es el Papa quien nos ha de proponer una moral, sino el Parlamento quien nos la ha de imponer .

 


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